Camino a Best-Seller
Capítulo Tres
—Con el enemigo—
Toqué la puerta repetidamente, los golpes escurrieron por el quinto piso como si fueran fantasmas, el silencio casi absoluto creaba una atmósfera inquietante. ¿Se habrá dormido? —Me pregunté—, no era muy tarde, apenas las 23 horas. Aunque viéndolo bien, trabajó muy duro toda la tarde. Saqué de mi maletín un bloc de notas y escribí un mensaje. Me disponía a deslizarlo bajo la puerta cuando escuché una voz familiar.
—¿Naruto? —Sasuke caminaba lento desde el otro extremo del corredor. Cargaba una bolsa de compras y masticaba lo que parecía un aperitivo salado.
—Conque saliste, pensé que te encontrabas dormido —arrugué la nota y la guardé en mi bolsillo, ya la tiraría después.
—Eso intentaba hacer, pero el hambre es más fuerte que el sueño —Sasuke introdujo la llave en la cerradura y un débil click metálico hizo girar el pomo.
—No deseaba molestarte —mentí, —pero no tengo tu número telefónico y te traigo buenas nuevas que no pueden esperar.
—Oh, es cierto —dejó la bolsa de compras en la pequeña cocina y caminó hasta el estudio, donde escribió en un trozo de papel, luego me lo entregó. —Bien, ¿qué es tan importante? —la fatiga pintaba por todo su rostro.
—El editor Umino aprobó en seguida tu borrador, salvo unas observaciones que dejó apuntadas, lo pasó al despacho del director sin quejas —el rostro de Sasuke seguía inescrutable. —Prometió leerlo a primera hora de la mañana para acelerar el proceso de publicación —proseguí un tanto irritado.
—Ya sabía todo eso, era obvio que el borrador pasaría. Y no me mal interpretes —apresuró a decir al ver mi rostro de descontento, —bajo su dirección apuntó a lo que Konoha desea publicar, el mérito es suyo. —Bostezó y metió al horno de microondas un paquete de Curry instantáneo. —¿Desea uno? Compré dos, también la nueva bebida de pepino, dicen que está buena.
—Gracias, pero debo regresar a casa antes de medianoche, mañana me espera un día de papeleo. Se acerca tu debut, ¿nervioso?
—Un poco, supongo, solo me interesa que se venda bien.
—Sí, lo primero que harás con tus regalías será mudarte de apartamento, si sigues viviendo aquí las paredes terminarán por aplastarte.
Al salir del apartamento, me detuve un instante en el corredor a mirar el papel donde citaba el número móvil de Sasuke. Lo apreciaría como un tesoro.
—¡Cierto! No le dije a qué hora debe estar en Konoha. Bueno, ya le mandaré un mensaje por LINE.
Mi sorpresa, Sasuke no estaba en LINE ni en ninguna otra aplicación de mensajería popular de Japón, al final tuve que enviársela por mensaje de texto por medio del servicio de la compañía móvil.
‹‹Mañana a las nueve en la editorial››, fue mi primer mensaje.
‹‹Ni un segundo tarde›› fue la primera respuesta que Sasuke me dio.
Como lo prometido, a las nueve en punto Sasuke se encontraba sentado en la sala de espera de Konoha. A su lado se encontraba sentado un joven poco menor que Sasuke, cabello largo terminando en un pequeño mechón anudado con una banda elástica. Escuchaba música y no dejó de escribir en su teléfono móvil durante toda su estadía. Me pregunto qué le habría dicho el Sasuke de hoy a su yo de ese momento, ¿Por qué lo digo? Bueno…
—Lamento la demora —dijo el Director Hatake sentándose frente a Sasuke.
—No se preocupe, acabo de llegar.
—Bien, al borrador se le hicieron pequeños arreglos, respetando en todo momento tu propiedad intelectual —dijo sin perder tiempo. Dejó sobre la mesa el borrador terminado. —Puedes leerlo, si te molesta cualquier cambio puedes decirnos y veremos qué podemos hacer.
—Está bien —Sasuke negó amablemente con la cabeza. —Si usted dice que se respetó mi propiedad intelectual entonces no veo problemas.
—Entonces todo bien, cabe mencionar que esto solo se hace porque es un novato, cuando tenga más experiencia la obra será publicada sin sufrir cambios indeseados. —Hatake recogió el borrador y lo guardó. —Otra cosa, respecto a su identidad, en razón de su integridad personal, Konoha aceptó el uso del seudónimo NiponCold. Esto será provisional, dependiendo su carrera profesional podríamos revocar esta condición y tendría que usar su nombre verdadero. En la primera edición…
El Director Hatake siguió hablando, pero yo sabía que Sasuke dejó de prestarle atención cuando entró una editora y comenzó a charlar con el joven al otro lado de la sala. Hatake se dio cuenta de esto y guardó silencio, siguiendo la mirada de Sasuke comprendió en seguida la situación. Con extrema curiosidad, Sasuke no despegó sus ojos de la pareja hasta que salieron de la sala cerrando la puerta detrás de ellos.
—Veo que tienes interés en aquel joven escritor —inmiscuyó Hatake.
—No entiendo por qué, pero algo me atrae de él.
—Es algo gracioso. La que entró es Temari, editora en la subdivisión juvenil de romance, por el momento se encarga del escritor Nara Shikamaru.
—¡Nara Shikamaru! —Su reacción fue tan cómica que tanto el Director como yo, soltamos risas discretas —¿Quiere decir que él es Nara Shikamaru? —Preguntó Sasuke señalando a la puerta donde momentos antes Temari y Nara salieron. Hatake asintió y yo me limité a sonreír apenado.
—Veo que estás al tanto del mundo literario —Hatake lo miró crítico.
—Creo que todos en Japón lo concen, y yo estuve sentado en la misma sala que él —se dijo a sí mismo. Dejó desparramar todo su cuerpo sobre el sillón.
Nara Shikamaru, para conocimiento común, es uno de los más grandes, famosos y reconocidos escritores de todo Japón, a sus diecinueve años ya contaba con varios premios de la academia, internacionales y otros tantos con nombres complicados de pronunciar. Toda novela que escribía se convertía en Best-Seller al instante y las reseñas, por más duras que fueran, no dejaban de por lo menos, alabarla de alguna manera.
Recuerdo la vez en que el Director Hatake me dijo en la confianza de la intimidad: ‹‹Naruto, esa joven promesa que encontraste es una estrella en ascenso, incluso puede que derroque a Nara Shikamaru››. Yo creo muy buen escritor a Sasuke, pero no tanto como para igualar a Nara Shikamaru, sin embargo, el Director creía fervientemente que con un poco de confianza, y la ayuda necesaria, Sasuke Uchiha sería capaz de competir a la par con Nara. Tal vez por eso, y al ver el inusual interés presentado por Sasuke hacia el célebre escritor, Hatake decidió hacer una jugada arriesgada.
—La fecha de tu debut será cambiada —dijo el Director de la nada. —Ahora se postergará al veinte de mayo.
—¿Veinte de mayo? —exclamé atónito. —Esa fecha es la misma en que sale a la venta el nuevo libro de Nara.
—Ambos son de Konoha, no veo el problema en eso.
—Pero… —nada de lo que dijera haría cambiar de parecer al Director.
—Si no hay más objeciones, me retiro a mi oficina. Felicidades por tu debut, Uchiha Sasuke.
Ambos se tendieron la mano y con una risa malvada, Hatake abandonó la sala dejándonos a Sasuke y a mí a solas.
No veía a Sasuke preocupado tras semejante noticia, dudo que supiera la gravedad del asunto, tuve que aclarárselo.
—¿Sabes lo que eso significa? —pregunté lento, asegurándome que Sasuke atendiera poniendo toda su atención en mis palabras.
—Que mi libro sale el veinte de mayo —respondió con calma.
—Sí, la misma fecha que el de Nara Shikamaru. Eso significa que repercutirá notablemente en las compras de tu libro. Eres un escritor nuevo compitiendo contra una celebridad…
—No veo problemas, confío en que mi libro es bueno. Además, él publicará un libro romántico, el mío es de ciencia ficción.
—¿Insinuás que el público de Nara será enteramente femenino, mientras que tú apuestas por el público masculino?
—Algo así, a los hombres también les gustan las cosas románticas, y por lo que tengo entendido, varias mujeres adoran a Isaac Asimov.
—Sasuke…
Mis palabras no podrían convencer a semejante testarudo, solo las acciones y hechos lo lograrían. Rindiéndome, di por finalizada la reunión.
Si se preguntan qué pasó durante las dos semanas hasta el lanzamiento de la novela de NiponCold, es sumamente aburrido. Como su editor, el papeleo y control de la producción de la primera edición recaía sobre mí. Nuestra relación avanzaba poco, y en momentos me sentía abrumado por no estar cerca de él. Algunos días lo visitaba para incitarlo a escribir su próxima novela, sin importar el resultado de ventas, críticas o lo que sea, su contrato de novato duraba seis meses hasta tener que renovarlo, pero mi intención quedó en el olvido. Sasuke ya estaba escribiendo, dejando la ciencia ficción para sumergirse en lo complicado y realmente difícil trabajo del misterio/Thriller. Un área en el que, por lo que pude ver, Sasuke tenía bastante dominio. Pero mi relato para explicar lo impresionante de esa obra quedará para otro día, pues el ansiado día llegó y la competencia entre el libro de Sasuke y Shikamaru comenzó con un estruendoso día lluvioso.
Nunca olvidaré ese día, quedó marcado en mi memoria al rojo vivo, dejando una cicatriz por el resto de mis días.
—Fin del Capítulo Tres—