Un ademán con los dedos extendidos… un giro suave de su muñeca… y la brillante luz color verde, con destellos dorados se extendió por toda la habitación, mostrando en el medio de toda su majestuosidad, unas magníficas imágenes de lejanos mundos... Frigga sonrió complacida por el logro de su hijo menor... Y Loki, por supuesto, se sintió lleno de orgullo por los aprendizajes mágicos que día a día obtenía.
Llevaban dos años viviendo solo ellos en el Palacio de Valhalla, Frigga al frente del gobierno de Asgard, con la asesoría de los ministros y sabios de confianza… y en secreto, con los consejos de Loki… El Rey Odín había marchado para calmar las guerras con los Trolls de piedra, que después de un par de años de sumisión, nuevamente alzaban sus armas para aterrorizar los mundos bajo la protección de Padre de Todo. Esas ausencias no eran extrañas ni ajenas a la vida de los Aesir, por eso la Reina vivía y gobernaba con prudencia, en la espera del retorno de su amado esposo.
-Me llenas de orgullo, querido... ahora puedes abrir una ventana para observar lo que está sucediendo en un lugar muy lejano, viajar a ese planeta llevaría días enteros... pero tú lo puedes observar en el instante.
-Me he esforzado en este conjuro, madre... porque deseo ver a Thor… encontrarlo donde esté y asegurarme que esté bien, que esté salvo... que esté vivo...
-Meses hace que nadie conoce su paradero, junto al de mi noble esposo… las guerras en ocasiones te alejan más de lo que es bueno de los seres que amas... Inténtalo, hijo mío… inténtalo… quizá logres encontrarles y pediremos a lo eterno que no sea demasiado tarde.
Loki se concentró para ampliar el alcance de su conjuro… deseaba ardientemente volver a ver a su hermano. Extrañaba a Thor, lo echaba de menos y estaba muy asustado ante la posibilidad de que nunca regresara, o que permaneciera extraviado por años… por milenios... El vínculo mágico con Frigga estaba funcionando, el cariño demostrado por la Reina al joven híbrido se reflejaba en el aprendizaje y la capacidad de poseer magia.
Loki obtenía conciencia de su poder conforme entraba a la adolescencia, con sus gloriosos catorce años se había convertido en un hechicero poderoso y en un hábil y discreto consejero para la Madre de Todo... Cada día transcurrido, adoraba más la influencia que lograba en las decisiones del gobierno de Asgard, adquiría experiencia, sabiduría y astucia. Frigga era totalmente manejable, la dama ya no daba orden alguna sin antes consultarla con su hijo, pero el joven fingía una absoluta inocencia, incluso los Ministros lo tomaban por un inútil del que el Rey Odín estaría poco satisfecho cuando regresara.
-¡No puedo verte!- murmuró haciendo una rabieta, apretando sus finos labios y haciendo brillar sus ojos verdes con rabia- ¡No puedo verte y ya no soporto sin saber de ti! ¡Thor, ya regresa! ¡Regresa!
Volvió a intentarlo… movió sus manos y la luz apareció… esta vez con más intensidad, la visión que conjuró era semejante a un viaje por el Bifröst, salvando mundos y galaxias en un vórtice de velocidad, acortando distancias con la suavidad del parpadeo de sus ojos de jade.
Odín apareció entonces, Loki pudo encontrarlo porque el aura del soberano era muy poderosa… el Padre de Todo se veía cansado, su antes brillante armadura estaba sucia y deslucida, sus cabellos entrecanos en desorden y un tosco vendaje cruzaba su brazo izquierdo… el Rey aparentemente estaba herido.
-¡Oh, Loki… sostén esa visión, por piedad!- exclamó Frigga, uniendo la fuerza de toda su magia para lograr proyectarse y ser visible a los ojos de su esposo, necesitaba a toda costa conocer su paradero y saber si necesitaba ayuda… al otro lado del Yggdrasil, Odín tuvo la sublime aparición de su esposa, como un tenue y translúcido fantasma, apenas por un instante... pero lo suficiente para comprender que ella lo buscaba, que quizá lo escuchaba y era la oportunidad de lanzar un mensaje.
-¿Frigga? ¡Frigga!- exclamó- ¡Envía a mis Halcones! ¡Envíalos si puedes escucharme! ¡Estamos en el lado oscuro de la luna Ghaa-da de Ría!
Frigga cayó desmayada ante el esfuerzo mágico, Loki abrió los ojos con espanto al verla caer pesadamente al suelo y a pesar de que en ese instante, una silueta que quizá era la de Thor aparecía junto al Rey, el pelinegro suspendió su hechizo para correr a prestar auxilio a su madre... Quería por sobre todas las cosas volver a ver a su hermano, pero el amor que sentía por su madre lo hizo acudir a su lado.
***
Loki estaba al frente del balcón, observando emocionado el regreso triunfal del Rey de Asgard y sus ejércitos después de acabar con las rebeliones en Svartalheim... gracias al hechizo del pelinegro, pudieron ubicar exactamente al soberano, enviar a sus escuadrones y ayudarlo a ganar la batalla... ahora, montado sobre Sleipnir, su caballo de ocho patas, con su casco reluciente, su lanza en alto y seguido de su primogénito, Odín recibía los aplausos y vítores de su pueblo.
Pero la mirada de Loki solo era para uno solo que se destacaba en aquel ruidoso contingente: de porte altanero, con una larga y solar cabellera ondeando con orgullo al viento, Thor estaba casi irreconocible… en dos años había cambiado mucho, su figura era más alta, su complexión más fuerte… tenía músculos por todas partes, un sedoso bigotillo rubio apenas dibujado sobre su labio superior y un gesto en el que se podía leer que había perdido la inocencia de la niñez...
Loki pensó que sin duda, el cambio se debía a que Thor había probado el combate, el olor y el sabor de la sangre propia y de sus enemigos derramada por la guerra, y de un paso al siguiente, su hermano era ahora un guerrero, un hombre… aunque apenas tuviese dieciséis años... además, saludaba con fatuidad, con soberbia, y guiñaba el ojo brillante y coqueto a las doncellas que gritaban su nombre con desesperación, en la esperanza de hacerlo voltear… y cuando lo lograban, el rubio les sonreía tan deslumbrante hasta hacerlas desmayar de emoción.
-¿Qué te sucede, querido? ¿Acaso no estás feliz de su regreso? Gracias a tu ayuda ambos están de nuevo en casa… Debes sentirte orgulloso.
-Madre... ¿Y si Thor me ha olvidado?
Frigga se estremeció al escuchar sus palabras... era muy sencillo sospechar que la emoción contenida en aquella pregunta, provenía de un corazón que amaba con mucha intensidad... más allá del amor fraternal. A veces se olvidaba de que Loki era un híbrido… y como tal crecía al ritmo del amor que se depositaba en sus cuidados, reflejando a sus dueños... Pero había crecido junto a Thor y solo en los dos años anteriores se tuvieron que separar… entonces Loki se unió mucho a ella, tanto que su magia apareció y comenzó a ser cada día más fuerte… pero ante la cercanía del que creía su hermano, Loki reflejaba su verdadero amor… el corazón maternal tuvo un primer presentimiento.
-Thor debe amar a su hermanito menor con la misma intensidad con la que lo defendió de su propio padre... ¿Recuerdas, Loki? Aquel momento en que, lleno de celos, no quería que nadie te tocara...
Loki palideció y sus ojos se ensombrecieron un poco, recordando ese incidente.
-No hay día en que yo no piense en Thor, madre mía... en que no ruegue por su protección, en que no pida por su seguridad y confíe en su valor... estoy seguro que regresa cubierto con la misma gloria que Padre, pero... quizá ya no se ocupará de mí porque tendrá mejores intereses que cuidar a su torpe hermano menor...
Frigga abrazó al adolescente, sin saber realmente qué decirle para confortarlo y que no la hiciera sentir incómoda a ella. Abajo, las puertas del gran salón se abrían para la entrada de la comparsa… músicos, acróbatas y decenas de invitados seguían festejando la llegada del Rey... entre la multitud, Thor reía y hablaba en voz alta, haciendo grandes y exagerados ademanes, se notaba que le gustaba la atención de las personas y en especial, la admiración de las chicas y chicos de su edad, algunos más jóvenes y hasta de algunos y algunas mayorcitas…
No era para menos… la juventud sentaba a su físico agraciado, todo en él era armonía, desde su cuerpo tan alto y bien formado, sus movimientos altivos y seguros, su rostro perfecto y varonil, hasta su cabello rubio, sus ojos azules y la sonrisa atrevida. Las damas morían por una sonrisa del heredero, los varones suspiraban al verlo pasar…
Los soberanos ya se habían reencontrado y Odín, con toda caballerosidad, llevaba de la mano a su esposa hasta los asientos principales, donde se proponía hacer el primer brindis de la noche e iniciar el banquete de celebración.
Thor seguía eufórico, pero no dejaba de atisbar con el rabillo del ojo el momento en que el muchacho pelinegro se decidiera bajar de la escalera, donde lo había descubierto hacía ya varios minutos y se acercara para darle la bienvenida...
Moría por correr a abrazarlo, pero su recién crecida vanidad le exigía poner a prueba a su hermanito… quería ver si Loki era capaz de acercarse el primero y decirle cuanto lo había extrañado... pero los minutos pasaban sin que se atreviera a bajar... prefería seguir oculto en la semipenumbra. Odín estaba a punto de sentarse a la mesa, si iniciaba a comer, nadie más, según el protocolo podría añadirse a su festín… y no quería que su hermano se acercara por mandato del Rey, Thor deseaba verlo acercarse por su propia voluntad y primero a él aun antes que a su padre.
-Vamos, pequeño mío… anímate a bajar…- murmuró.
Y como si escuchara su voz, Loki se puso de pié… bajó con lentitud varios escalones y después, arrepentido, comenzó a subir a toda prisa “No, no” murmuró Thor, dejando de prestar atención a sus amistades y admiradoras para salir corriendo, subir la escalera de tres zancadas y atrapar a su hermano por la cintura.
-¡Me tiras, bruto!- exclamó Loki, luchando por escapar del abrazo del mayor.
-Recién llego y en lugar de tener tu alegría ante mi llegada, luego de esta larga ausencia… ¿Me insultas?- declaró el otro, sonriente- ¿Acaso tanto has cambiado que ya me olvidaste?
-¿Cómo voy a olvidarte? –reprochó Loki, cuestionado en la misma duda que asaltaba su alma- ¡Siempre que me abrazas me dejas sin respirar, eso es todo!
Thor entonces lo soltó… y Loki terminó de subir la escalera, con el rubio tras él... recortando su retaguardia con los zafiros de su mirada: Loki estaba más alto, el cuerpo le había cambiado… ya no era un niño flacucho, sino un joven de estilizada y esbelta complexión, su negro cabello comenzaba a crecer y lo llevaba cerca de los hombros, vestía con gracia un traje de color negro, con acentos en tonos verdes y oro, y sus facciones eran más finas, atractivas y arrebatadoras que nunca.
-Perdóname… es solo que mi corazón salta de alborozo, tengo la dicha de estar nuevamente cerca de ti…- declaró Thor, tomándolo de la mano y observando que Loki llevaba en la muñeca un brazalete de cuero, el mismo que años atrás él le regalara, sin más motivo que el haber aprendido a trenzar las correas de piel con las que sujetaba su cabello- ¿Todavía conservas esto?
-Cualquier día lo arrojo a la basura- respondió Loki, sonrojándose.
Thor lo abrazó de nuevo… sin disimular el enorme deseo que tenía por su cercanía…
-Te extrañé mucho…- murmuró, mientras el menor dejaba reposar su testa sobre el pecho ya fuerte y se permitió subir su diestra para acariciar los mechones de azabache… como cuando eran niños y dormían juntos las noches de tormenta. Thor siempre se relajaba si jugueteaba con el cabello negro y sedoso de su hermano menor- ¿Tú pensaste en mí?
-A cada momento...- confesó Loki, dejando escapar un pequeño suspiro...
Nadie los veía… permanecían solos en el piso superior al gran salón, en el enorme corredor cuyas luces aún no eran encendidas y la tarde nublada y gris robaba un poco de la luz para hacer de aquel un rincón de privacidad.
El corazón de Loki comenzó a latir con fuerza… su vínculo con el hijo de Odín se exaltaba de acuerdo a las emociones del rubio, y Thor parecía estar en las nubes... abrazándolo, acariciando su cabello, sintiendo su respiración.
-Tienes que contarme todo lo que hiciste durante este tiempo- exclamó de pronto, soltándolo para tomarlo, con un rápido ademán, con las dos manos por el rostro, acercándose hasta quedar frente con frente… nariz con nariz… y sentir la respiración del pelinegro agitarse, y sus mejillas aterciopeladas cubrirse con un delicioso rubor… Thor lo miró alelado…
-¿Y tú me contarás acerca de tus batallas? Has estado por primera vez en una guerra… debes tener historias muy heroicas para contar...
-Muchas- dijo Thor, soltándolo con algo de nerviosismo- Tuve algo de miedo la primera vez... pero después, Padre se encargó de que mi valor no decayera y pronto pude sostener mi espada en contra de cualquiera de los trolls de piedra y derrotarlos sin dudar...
Loki se relajó al sentirse liberado del abrazo… mientras Thor hablaba y hacía la mímica de sus duelos con espada, describiendo sus victorias… él se llevó la mano hasta su mejilla, y acarició suavemente el lugar donde todavía podía sentir y vibrar recordando el contacto de las manos grandes y cálidas de Thor.
Justo entonces, uno de los asistentes de su padre los llamó a la mesa… los dos jóvenes acudieron sin demorarse un segundo.
***
A la mesa del Rey, todo era felicidad… el vino, la cerveza y el hidromiel corrió con generosidad, igual que los corderos asados, la carne de aves y hasta una pierna de bilgesnipe, los postres, los pasteles… todo era abundante y exquisito...
Loki no comía, escuchando atento las proezas narradas por los heraldos, sobre todo las protagonizadas por el hijo de Odín… Thor, en su primera batalla, era ya poseedor de una valentía destacada y las canciones que se hicieron en su honor fueron las favoritas de esa noche... el Padre de Todo no tuvo problema alguno en permitir que un nuevo sol se alzara sobre Valhalla… y ya que en algún momento, su hijo lo sucedería en el trono, Thor estaba destinado a brillar con luz propia.
Thor se mostró desinhibido, recibió los halagos y las felicitaciones seguro de que las merecía, pero no se movió de su lugar. Y la razón que tuvo para permanecer sentado, tranquilo en apariencia y disfrutando de la velada era bien sencilla… bajo el largo mantel de lino color escarlata, con bordados de oro, Thor había tomado la mano de su hermano… con emoción, con un temblor extraño... encontró los dedos fríos de Loki y se entrelazó a ellos. Y Loki escuchaba las canciones, mirando al lado contrario donde estaba su hermano, con una sonrisa en los labios y un sonrojo en sus mejillas...
Y era una sensación maravillosa… sentir aquella complicidad, aquel gesto clandestino, nunca hablado, pero deseado... Loki destilaba una naciente sensualidad, una adolescencia en flor, que se tornaba arrebatadora. Casi de inmediato fue notado por los presentes, las hijas de las familias influyentes vieron en él a un futuro candidato a novio... las madres también vieron esa posibilidad, valía la pena que sus esposos tantearan los planes del Rey para sus dos hijos… aunque para Thor lo más seguro era que quisieran como mínimo, a una poderosa princesa, para Loki era más accesible pactar un matrimonio con una hija de un noble.
Por supuesto, el atractivo hermano menor de Thor no pasó desapercibido para los cadetes, para los hijos de los nobles y para los mismos nobles, que no despreciaban aparejarse con un joven de distinguida prosapia.
-Todas esas personas te miran con tanto interés- le dijo Thor acercándose con discreción a su oído- Se han dado cuenta que eres muy guapo...
-A mí no me importan esas personas- respondió Loki, clavando sus ojos verdes en su hermano.
-Cuando tengas una novia que te aleje de mi lado, creo que me voy a morir de celos...
¿Pero que idioteces decía Thor? ¿Él una novia? ¿Quién creía que era? Se molestó tanto con el comentario que intentó soltarse de la mano del rubio, pero Thor lo apretó con más fuerza y tuvo que conformarse o arriesgarse a ser descubierto. Pero cuando el mayor tuvo que ponerse de pie y hacer un brindis, Loki se escurrió fuera de la mesa y fuera del salón de banquetes. Frigga lo miró marcharse, igual que Odín, para de inmediato ver que Thor iba corriendo tras él.
-¿Los niños están peleando?- preguntó el soberano, mientras vaciaba su copa de hidromiel.
-No lo sé… no lo creo- respondió Frigga, algo preocupada- Me aseguraré de que todo esté bien con ellos.
-No querida mía… déjalos. Tienen mucho que hablar y Thor, muchas cosas que contarle a su hermano...
Las lágrimas de rabia cruzaban el rostro de Loki, quien no paró hasta salir al jardín, de ahí al estanque y con un ademán de furia, comenzó a provocar que los hermosos y pacíficos peces de colores de la fuente saliesen literalmente volando fuera del agua, cayendo sobre el pasto y los árboles, donde se retorcían sin poder respirar...
Era un gesto de venganza sobre criaturas inocentes que asustó al mismo Thor, quien corrió al verlo cometer esa barbaridad y lo abrazó con fuerza, impidiendo que de sus manos, los haces mágicos continuasen matando a los peces...
-¡Suéltame, idiota! ¡Suéltame!
-Basta hermanito- dijo Thor, esforzándose por contenerlo y dándose cuenta que en realidad, Loki era más fuerte de lo que aparentaba- Los peces no tienen la culpa de tu enojo… y ni siquiera yo comprendo que dije que te molestó de esa forma...
-¡Yo no ando buscando una novia para apartarme de ti!- recriminó el pelinegro- ¿Por qué me dices esas palabras tan malas? ¿Por qué me lastimas de esa forma? Por dos años he mirado el atardecer esperando que llegaras y me he levantado al alba para salir al camino y buscarte… por dos años he llorado cada noche porque tú no estabas y ahora vienes y me dices cosas tan malas como que yo quiero apartarme...
-Loki yo no quiero lastimarte… ¡Solo te hice un cumplido! Las damas te miran, los hombres te miran… eres muy guapo, es lógico que se te acercarán y quizá, tú te enamores de alguien… ¡Es lo que debe suceder!
-No podrá suceder… no conmigo...
-Claro que sucederá… no es nada malo, hermanito... ¿O es acaso que te insulté porque ya tienes a alguien al quien amas? Sería tan lindo que tú...
Thor no pudo seguir hablando, sorprendido por la habilidad de su hermano para liberarse de su abrazo, pero no para huir, sino que Loki se volvió de frente y lo miró retadoramente, pensó el mayor que quizá estaba a punto de soltarle una bofetada… se preparó para la descarga de ira del ojiverde y lo que recibió fue un besó... Simplemente el menor se alzó sobre la punta de sus pies para alcanzar el rostro del rubio y prenderse de sus labios...
Thor abrió los ojos y extendió los brazos a los lados como si no quisiera tocarlo, incapaz de creer lo que estaba sucediendo... pero no lo rechazó ni se alejó… la sensación de tener aquellos labios delgados, frescos y húmedos pegados a los suyos era extremadamente agradable… una placentera oleada de calorcito le recorrió, galopó por sus venas hasta llegar al centro de su pecho, donde percibió los latidos de su corazón acelerarse y hacerse más intensos… aquella caricia, dulce, intempestiva e inesperada, era de su total agrado...
Loki no despegó los labios, los movió un poco, entreabriendo ligeramente para permitir que el beso fuera más cómodo. Tenía los ojos cerrados y sus manos tomaban a Thor de las solapas de su chaqueta, no quería que se le escapara, no quería que lo rechazara y necesitaba hacerle saber que la forma en que lo había extrañado, que el cariño que estaba sintiendo eran muy distintos al de un hermano menor... por instinto, pegó su cuerpo esbelto al fuerte cuerpo que se estremeció con el nuevo contacto, pero que también le dio las fuerzas necesarias para retirarlo un poco.
-Hermanito...- murmuró el rubio, cuando la caricia terminó- ¿Por qué…?
-Yo solo sé... que no quiero separarme de ti... que no hay ser viviente en los nueve reinos que me persuada de quererte como te quiero... No entiendo por qué, pero eso siento y necesitaba que tú lo supieras también... Thor, yo he nacido para quererte siempre...
-Pero no puede ser… De esta forma… tu y yo… ¡Somos hermanos!
Y el mayor se liberó de las manos del pelinegro, dando media vuelta y regresando al banquete a toda velocidad. Loki se quedó petrificado un instante… después sonrió. Había abierto los sentimientos incontrolables que nacían en su corazón y algo en su interior le hacía pensar que sería correspondido… “Cuestión de tiempo” pensó “Thor se dará cuenta de lo mucho que me importa... de todo lo que lo quiero, comprenderá mejor que yo el impulso de mi corazón”
***
Odín sabía que Loki esperaba tras el dintel de la puerta... que el muchacho pelinegro había estado espiando el momento para solicitar permiso y aparecer en la sala de audiencias… terminó de hablar con los ministros y les pidió que lo dejaran a solas con su familia… incluso los guardias abandonaron el salón y los Reyes de Asgard se quedaron hablando sin testigos de ninguna especie.
-Querido esposo… Thor no está en sus habitaciones- dijo la reina Frigga- Pensé que habías solicitado la presencia de tus dos herederos... Pero la dama Engla me ha anunciado que mi hijo no está en Palacio.
-Thor salió a montar desde muy temprano, querida, con alguien especial para él- dijo el Rey, en voz suficientemente alta y segura- La presencia a la que quizá tengas que acostumbrarte, del Capitán Harokin, que provoca la alegría de nuestro heredero y me complace, los dos tienen esa relación que nació en medio de las batallas gloriosas por Asgard y los hace sentirse felices.
-¿Thor… en una relación con tu Capitán de guardias?- cuestionó la dama, asombrada de lo que estaba escuchando.
-Por supuesto… Thor es joven, apuesto, fogoso… no vivirá recluído como un monje o un ermitaño. Harokin proviene de una familia noble y es el mejor de mis guerreros, es un Capitán muy joven y a este paso será el más joven de mis Generales, por supuesto que apruebo que nuestro hijo se divierta con él.
-¡Pero Thor… es demasiado joven para...!
-¡Thor es un hombre, Frigga, no lo trates como un niño! ¡Tampoco es una débil criatura como quizá has vuelto a Loki! ¿Crees que no me entero de lo que ese muchacho oculta? Thor tiene tanta preferencia por proteger a Loki que veo muy necesario que continúen separados. Mi primogénito no debe pasar tanto tiempo solo cuidando cada paso que da el híbrido. Y al menos con Harokin, podemos estar tranquilos de que nuestro hijo no tenga herederos bastardos.
Loki apareció entonces, pálido como la cera y de nuevo con el vacío y la ausencia de brillo en sus ojos de jade... Frigga le recibió con cariño, pero el pelinegro la evitó para acercarse a su padre e inclinarse frente a él.
-Me alegro que me obedezcas, Loki y te prepares para viajar- dijo Odín de pronto, sin que al parecer no le sorprendiera el gesto desencajado de su hijo- Despídete de tu madre ahora.
Loki se inclinó de nuevo y se volvió hacia Frigga, solicitando la diestra de la Reina para besarla.
-¿Loki? ¿Loki qué te sucede, hijo mío? ¿Qué tienes?- el muchacho, sin embargo… no le respondió nada.
-Lamento quedarme tan solo un día en Asgard, querida... pero asuntos importantes me llaman en Midgard y Loki me acompañará…
Odín hizo un ademán, un movimiento de su lanza y Loki comenzó a caminar con rumbo a las puertas principales, donde un carruaje los esperaba para llevarles hasta el Observatorio de Heimdall.
-Esposo dime que le has hecho a mi hijo…- se atrevió a cuestionar la dama… muy angustiada- ¿Por qué no tiene conciencia? ¿Por qué ha perdido la voluntad? ¡Loki no es el mismo! Pareciera que algo ha muerto dentro de él...
-No le sucede nada, querida… Loki solo está “suspendido”, yo he bloqueado temporalmente su albedrío, solo para poner orden en sus acciones- respondió Odín- ¿Por qué creían ustedes dos que no me enteraría de nada? Loki te aconsejaba, los decretos que lanzaste durante el manejo del gobierno de la ciudad no eran tuyos, querida… sino de Loki. Algunos son buenos… otros no tanto… demasiada responsabilidad para un muchacho tan joven… poco a poco me encargaré de corregirlos, y además… ¿Por qué nunca me dijiste los sentimientos que Loki tiene hacia Thor? Han pisado terrenos peligrosos... ¡Cree que es su dueño y su único dueño soy yo!
-Tu dijiste que querías que yo criara a Loki como a mi hijo… ¡Y yo lo amo como tal! Loki ama a su hermano tanto como yo… él se refleja en mi amor hacia ustedes... ¿Acaso vas a cambiar su forma de ser? ¿Acaso no estás conforme de su crianza, de su inteligencia?
-No como yo quisiera, querida mía… no como yo quisiera... Lo has criado y te has encariñado con él, pero Loki piensa que su dueño es Thor… eso es algo que nunca debió suceder.
-¿Y para qué te lo llevas? ¿Cómo lo vas a lograr? ¿Por qué no reacciona?
-Loki ha visto a Thor y a Harokin abrazarse y besarse… y eso quebró su voluntad… esta mañana, al alba, Loki llegó a mi cuarto llorando, rogándome que terminara con su existencia, porque el desprecio que Thor le hacía a su cariño era algo que no podía soportar...
Frigga arrugó el ceño… ¿Loki había corrido a llorar sus penas a Odín y no a ella? Algo no estaba bien, su corazón le avisaba que algo no estaba bien en aquel asunto.
-Loki… cariño… ¡Habla a tu madre, corazón, te lo suplico! ¡Eres fuerte! ¡Eres mi hijo! Debes luchar y no perder tu conciencia ¡Lucha, hijo mío! ¡No te dejes vencer! ¡Despierta, Loki… despierta!
-No te preocupes más, esposa. En Midgard, lo llevaré a su creador… iremos a la casa del mortal que me lo vendió, ahí le pediré que borre su mente. Será como si Loki reiniciara sus afectos, su amor… y esta vez, Frigga, me aseguraré de no cometer el mismo error y él me verá a mí… Loki se reflejará en mi y dejará de ser el niño consentido de Asgard para ser únicamente lo que debió ser desde un principio: Mi híbrido.
Loki asomó por la ventana del carruaje y miró demostrar emoción el cielo de la ciudad dorada, los elevados y dorados techos de Valhalla, no sonrió, era como si todo aquello fuera irreal, como si no existiera… como si nunca hubiese vivido o crecido en Asgard… pero alzó su mano y dijo adiós a la que hasta ese día, había sido su madre amorosa. Frigga rompió a llorar, el carruaje inició su camino...
-¡Thor!- exclamó la Reina, solicitando que llamasen a su primogénito, Odín indicó que apresuraran la marcha y Loki se estremeció… el nombre de su hermano tambaleó un poco sus emociones, pero el Padre de Todo evitó que despertara pasando su mano frente a su rostro armonioso.
-Duerme, querido mío…- murmuró, logrando que el adolescente cerrara los ojos y cayera en un profundo sueño- Thor no perturbará más la paz de tu corazón… aprenderás nuevamente a querernos, a tu madre Frigga y sobre todo, aprenderás a quererme a mí...