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Viviendo con el enemigo por Yusei156

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Un sentimiento de alegría y vergüenza comenzaba a inundar su interior. Había recorrido cada uno de esos pasillos pulcros con cierta impaciencia. Desde que se había enterado del nacimiento del pequeño Malfoy no pudo evitar que la curiosidad lo invadiera.


 


El clima era cálido y aún así llevaba puesto un suéter dentro de San Mungo.  Siguió caminando hasta que llego a la zona de maternidad y vio acostado al bebé más hermoso que había visto.


 


—Draco...— sus ojos se inundaron de lágrimas, sus manos se pegaron al vidrio. Era sorprendente lo similar que era a su padre, básicamente era una copia suya en miniatura. El sentimiento de arrepentimiento que tenía en su interior le dolía.


 


El bebé sonrió entre sueños y volvió a moverse en su cuna. Quien lo viera pensaría que estaba teniendo una de las más maravillosas ensoñaciones. El corazón del castaño se contrajo, un fuerte suspiro se escapó de entre sus labios.


 


—¿Qué haces aquí?— por más que quisiera olvidarlo no podía, esa voz causaba en él cientos de cosas, vagaba de dolor, la ira, el arrepentimiento y la esperanza. Lucius siempre era todo para él. Bueno, casi todo.


 


—Me enteré que había nacido, no pude evitar él venir a conocerlo— trato de no desviar su mirada del niño, lo último que quería ver era la mirada inquisidora del rubio platinado penetrando en su mente. Sabía que no habían terminado en los mejores términos pero había ido con la esperanza de encontrarse con otra persona.


 


—¿Seguro que solo viniste por mi hijo? Porque si tengo buena memoria y claro que la tengo, yo te propuse que fueras el otro padre de mi ángel y tú solo te fuiste después de haberme traicionado, así que no entiendo cómo es que siquiera se te ocurrió que serías bienvenido— le miraba frío, firme y como siempre muy imponente. Había tolerado el rechazo hacia su persona, pero no permitiría que nada ni nadie perjudicará a su hijo.


 


—No te amaba Lucius… no quería seguir engañandote— aunque se había repetido cientos de veces que estaría mejor así, que superaría su enamoramiento por Sirius y que podría seguir adelante parecía que la vida no le ayudaba de ninguna manera.


 


Habían sido lamentables los hechos recientes, no quería ni imaginar lo que sentía su amigo. Había perdido a la persona que amaba de la más horrible manera, ahora nunca podría vivir en paz. Si un día, en muchos años lograba su cometido. Si un día lograba estar con Sirius no habría garantía de que Snape jamás despertaría, nadie podía asegurarle que se quedaría en coma para siempre. Sabía que al despertar de una u otra manera Sirius siempre correría a sus brazos.


 


Algunas noches Lupín se sentía como una persona miserable, se odiaba a si mismo por ver el lado bueno de una situación tan horrible. Se odio el día que había ido a la puerta de su amado Sirius para hablar con él y consolarlo. Se odio cuando, mientras esté estaba al borde de las lágrimas, sacando su lado más vulnerable, se atrevió a intentar besarlo.


 


—Se a lo que viniste, solo usas a mi hijo como excusa para encontrarte con Black— le acusó acertadamente, pudo comprobarlo cuando esté en protección se abrazó con fuerza. —Olvidate de él, desde el momento que se enamoró de Severus lo perdiste para siempre.


 


—¡Eso tú no lo sabes! Si Snape no… sí Snape no despierta tal vez...— Remus no podía describir el dolor que sentía, últimamente se había convertido en una persona que él mismo odiaba y a la vez entiendía perfectamente sus acciones. ¿Estaba mal amar a alguien así? ¿Le hacía daño tener esperanza?


 


—Despertó, vine por mi hijo para que lo conozca. Estoy seguro de que será el mejor padrino que pueda tener— el Slytherin vio la duda reflejada en esos ojos ámbar, vio la poca esperanza que tenía extinguirse frente a sus ojos, de alguna manera se sentía mal por él, aún no lo había olvidado.


 


—¿Cómo sucedió? ¿Sólo despertó y ya? Eso significa… Nunca tuve oportunidad.


 


—Sirius le dio la mitad de su núcleo mágico, no sólo lo despertó, lo volvió un sangre pura y le dio parte de la magia de su familia en el proceso. Ese idiota arriesgo la vida con tal de verlo otra vez, es algo que en el pasado yo habría hecho por ti.


 


—¿Sirius está bien?— era todo lo que había podido preguntar, cómo si el resto de las palabras tuvieran menor valor al ser escuchadas, como si fuera la única persona en el mundo.


 


Sin embargo Lucius fingió no escucharlo, a pesar de que estaban a unos escasos veinte centímetros de distancia. Sólo siguió su camino y sonrió amargamente, no tenía tiempo que perder. Ignorando por completo los ojos suplicantes del castaño y su mirada fija siguió su camino, debía de regresar a la habitación antes de que Snape comenzará a pensar de más.


 


oOo


 


Despertar.


 


Despertar no había sido nada sencillo. Había tenido que digerir mucho esas últimas 36 horas. El cuerpo le pesaba y parecía que el llanto no podía salir por más que deseara gritar y desahogarse con todas sus fuerzas. Se enteró que tenía ya más de cinco meses y medio en coma. No fue tan brutal que cuando se dio cuenta de que había perdido a su bebé el cual llevaba unas escasas  siete semanas de gestación. Sintió su pecho arder, comprimirse. Parecía estar sofocandose con el aire, había olvidado como respirar. Ese primer momento fue cuando lloró hasta desmayarse del shock.


 


La siguiente vez que despertó no fue mucho más agradable, las enfermeras y el medimago habían necesitado la ayuda tanto de Malfoy, Prewett y cuánto desafortunado estuvo presente para  poder convencerlo de no salir corriendo tras Potter y matarlo a lo muggle con sus propias manos.


 


Quizá lo peor era justo en ese momento, 36 horas después de que despertó por primera vez, 14 horas después de su segundo colapso nervioso. Y es que en todo ese tiempo ni una sola vez Sirius Black se había aparecido en su habitación.


 


—No me ama— murmuró para sí mismo Snape quien había olvidado que todo ese tiempo no había estado solo.


 


—¿El idiota de Black?— sin poder evitarlo una sola risa burlona se plasmó en su rostro, pocas veces podía disfrutar de la miseria de otros con tanta calma como ahora —Te ama tanto que ahora eres el señor Severus Black-Prince.


 


—¿De qué hablas?— era evidente que no entendía nada, pero estaba seguro de que si Riddle estaba involucrado entonces no podía ser nada bueno.


 


—Cuando recibiste el primer golpe en el vientre no te defendiste, tu primer instinto fue defender a tu feto. Desviador tanta energía para salvar que, aunque fue un intento desesperado e inútil quedaste agotado. Allí es donde entra nuestro querido héroe, alto, apuesto y con todo que perder hizo un trato conmigo. Te convertiría en sangre pura para así restaurar tú poder perdido y a cambio él se sometería ante mí.


 


—¿Dónde está Sirius?— el enojo que estaba en su voz era claro. Está era una situación de rehenes, lo que no sabía era el precio que tendría que pagar.


 


Riddle comenzó a caminar en la habitación, todo ese tiempo se había mantenido sereno en la silla frente a la cama de Snape. Se dirigió a su costado derecho. Con mucho cuidado le tomó de la mejilla, parecía estar analizándolo como si fuera la primera vez que lo veía. Después de pensar un par de minutos se separó nuevamente de él.


 


Se dirigió con cuidado a la cama contigua, con lo incluyente que era no le había costado nada el hacerse de ese espacio para su experimento. Recorrió la cortina y por fin allí lo vió. En esa cama se encontraba Black, quien parecía plácidamente dormido.


 


—Estará inconsciente hasta que le administremos está poción— le informo mientras sostenía un pequeño frasco con un líquido de un color azul pétreo —Se lo daré si tú aceptas mis condiciones.


 


Snape observó con cuidado el pequeño frasco, intentando descifrar que podría ser el líquido que contenía. Claramente era magia oscura muy antigua, por un momento odio el no saber lo suficiente de aquel tema, se sentía como un ignorante prisionero.


 


—Acepto.

Notas finales:

Hola mis amados lectores. Una disculpa, tratare de actualizar más seguido. La siguiente semana buscare actualizar todos los fanfics que tengo pendientes (ok, solo los de SeverusxSirius) 

Espero les siga gustando esta pequeña historia.


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