POV. CHAGMIN.
Para una persona que lo tiene todo, el anhelar algo suena tan distante, tan irreal, debutando en un grupo con apariencia solída que con pasos agigantados se adueñaba de cada escenario en que se presentaba, yo habría esperado una vida buena, algo sin complicaciones donde finalmente, con poco desperdicio de tiempo, mi sueño se volviera realidad, nada más lejos de la realidad.
Siendo cinco en un grupo que se divida tantas veces como se juntaba, yo me habría esperado problemas diarios, o al menos, semanales, sin embargo dentro de las cinco personas que habitaban un mismo espacio, había dos que siempre lograban ponerme el vello de punta.
La cercanía de YunHo con Jae jong no era algo que pasara desapercibido, recuerdo los días de ensayo arduo cuando uno siempre alentaba al otro, ignorando al resto que aún seguía con sus movimientos. Los días de noches interminables de clases de danza y canto para prepararnos mejor, que ellos aprovechaban para estar aún más cerca el uno del otro, lastimando sentimientos en mí que nadie conocía.
Hoy, YunHo se encerró apenas llegó, claramente pude ser consciente de que su mano derecha apresaba su teléfono celular contra su oído; no se necesita ser un genio, o un gran conocedor para saber quién era la persona que le llamaba desde la otra línea.
Seguramente si yo tuviera el coraje de confesar mis sentimientos no estaría en esta situación, donde la persona que amo ignora mi dolor y sigue pensando, añorando, a alguien que lo dejó. Ahora mismo, esa persona que prefirió huir y dar la espalda a los problemas, tiene algo que no se merece, algo como el amor que yo he ansiado desde dos años antes de la dolorosa separación.
Tal vez mantener mis sentimientos ocultos resulte mejor, después de todo, ¿qué garantía hay de que me corresponda?, él todavía ama a Jae jong.
La puerta se mantiene cerrada y yo no me digno a acercarme y preguntar si está bien o si necesita algo para comer, algo que amablemente yo podría cocinar para él. Debe estar cansado física y emocionalmente, se mantiene ocupado grabando y no tiene tiempo para relajarse siquiera, o al menos para contestar mis llamadas en sus pequeños descanso durante la grabación por estar hablando con él.
Tengo celos, y aunque yo no soy una persona que hable o que se exprese con facilidad, pero luego de tanto tiempo juntos puedo pensar que YunHo entiende como me siento aun cuando no digo nada, ¿podrá notar mis sentimientos también?
Quiero que los note, aun si me rechaza o me deja claro que no los puede corresponder, quiero que me diga eso para que yo mismo pueda convencerme de que esto que palpita a en mi pecho debe de desaparecer.
Pero al mismo tiempo yo tengo mucho miedo de que pueda descubrirlo y con ello, nuestra amistad pueda verse afectada, pues después de todo, solo soy un amigo y un compañero por el que en su momento, él debió cuidar. Las cosas ya no son así y no necesito depender de nadie, no necesito estar a su lado y sin embargo, caigo en la trampa que me hace vulnerable y me declaro dependiente.
No imagino una vida en la que él no forme parte, crecimos juntos y vivimos juntos.
Me declaro vencido y regreso mi paso hacia el sillón, esperado pacientemente a que él salga y me salude como es debido, como debió hacer cuando entró en lugar de ignorarme por hablar con Jae Jong, un vez más.
Suena tonto pensar así, después de todo, los sentimientos que YunHo tiene por Jae Jong no van a cambiar solo porque yo lo decida de la noche a la mañana, él lo amó y lo amará, de eso puedo estar seguro.
Y es que aun sabiéndolo así, no puedo dejar que el dolor se instale en mi pecho y me oprima hasta hacerme derramar una solitaria lágrima. Una que limpio rápido cuando mi teléfono suena y contesto la llamada entrante de Minho.
Pregunta si estoy libre y cuando respondo una negativa, su voz se alarma. He sido descubierto.
— ¿estás bien?—.
Le respondo que sí y que solo me emocioné de más en un juego que perdí, por lo cual estoy frustrado. Un juego que se llama amor donde tengo un contrincante que resultó ser mejor que yo incluso antes de que hiciera un movimiento alguno.
No muy convencido insiste en preguntar, yo nuevamente niego y le comento que estoy por irme a duchar, él me cree y me deja ir con la promesa de llamar más tarde. Mis dos amigos más cercaos saben sobre este tipo de sentimientos mal infundados por mi compañero, han sido mi soporte para no caer cuando he visto y escuchado cosas de las que me arrepiento; un ‘te amo’, un ‘te extraño’ o incluso el más hiriente para mis sentimientos, un ‘quisiera estar contigo’.
Yo sé perfectamente que de no ser porque la empresa lo retuvo, él estaría lejos de mí ahora, estaría con ellos, con él, y yo solamente habría tenido que empezar desde cero, solo, sin apoyo de alguien que sufriera conmigo.
Veo el teléfono y quiero llamar a Minho para decir que realmente no estoy bien y que deseo ir a beber junto a él en su departamento, un lugar donde pueda escuchar voces y pueda ver gente, no como aquí, donde solamente estoy yo esperando algo que nunca sucederá.
Pero mi labor es interrumpida cuando la puerta de la habitacion que Yunho ocupa, se abre, y por esta puedo verlo salir con ropa de calle perfectamente arreglado y estilizado para salir con él.
Me mira y yo le intento sonreír, pero fallo en el misero intento or levantar las comisuras de mis labios con éxito. No puedo fijir que estoy feliz por verlo marcharse una vez más para estar con alguien diferente a mi, me lastima.
—¿Todo bien?—. Pregunta sin el mayor interes. Yo nose que responder a esta altura.
—Sí—. Pero mis labios actuan por volutand propia.
Me levanto del sillon y camino hasta llegar a él, intento parecer mas alto e intimidarlo, que sincluso siendo de esta forma pueda obtener su atención, pero no funciona.
—¿Vas a Salir tambien?—. Pregunto, él me mira un poco sorprendido.
Normalmente es él quien sale, quien se divierte, y soy yo quien se queda en casa o recibe amigos para pasar mis noches junto a una lata fria de cerveza. Su mirada me divierte, pero no dura mucho, pronto vuelve a poner su atencion en algo que no soy yo. Mira su reloj, y se que se le hace tarde para ir con quien quiere.
—Yo ya iba para el estacionamiento, ¿bajamos juntos?—.
Yunho nisiquiera me mira, y eso esta bien para mi ahora, si lo hiciera, probablemete terminaria humillandome solo, invitandolo a un bar a beber sabiendo que no hará eso presisamente una vez se encuentre con él. Decir su nombre incluso se vuelve tortuoso, yo no debería pasar por eso.
Ante su mudez repentina, tomo eso como una afirmación y mi mano se aventura a recoger mi chaqueta del perchero, me pongo los zapatos en la entrada y salgo por la puerta mientras los acomodo correctamente, Yunho se encarga de poner seguro y una vez todo esta listo y cerrado, comenzamos a caminar hasta el ascensor.
El ritmo de vida que llebamos es dificil, pero, yo almenos esperaba que su amistad durara apesar de tener esta clase de conflictos, y por durar meramente me refiero a que espero, algun dia vuelva a ser como antes, como cuando veiamos television juntos antes de dormir en nuestros dias libres o aquellos momentos en que saliamos a comer y él terminaba pagando. Cuando nos hablabamos con libertad y podiamos ser mas cercanos, no como ahora, divididos por una pared de hielo que tiene nombre.
La puerta se abre y entramos en ese pequeño espacio, sin embargo ninguno dice nada, y no hace falta, porque sabemos que cualquier conversación moriría antes de comenzar.
El traqueteo de su pie en el suelo me dice cuan desesperado está por irse en su auto a su furtivo encuentro, mas yo no soy capaz de decirle nada.
Finalmente llegamos hasta el estacionamiendo y salimos del ascensor en silencio, sin decir nada, sin mirarnos siquiera. Y es aquí cuando comprendo cuan roto esta nuestro lazo de amistad, ahora solo somos compañeros, dos personas que trabajan juntas y que deben verse todos los dias en un departamento comprado por la empresa.
Sus pasos se dirigen a su auto y los mios al que me corresponde, trato de aguantar mis ganas, pero es una tarea un poco dificil de lograr ahora.
—¿volveras tarde?—. Pregunto antes de avanzar más.
Él se da media vuelta y me mira, como buscando una excusa que no involucre a esa persona en el juego de palabras que está por decir.
—No me esperes Chagmin—.
Dice finalmente, ya no hay un ‘’Chagndola’ de cariño, ya no, porque ahora solo somos compañeros y no amigos.
Lo veo alejarse y subir a su coche para no esperar nada y encenderlo, despues, pocos segundos de haber escuchado el motor rugir, lo puedo ver marcharse una vez más de mi lado. ¿Jae jong es mejor que yo?
Sí.
De repente me nace el impulso de llamarle y detenerle de ir a ese encuentro, la garganta me pica por las cosas que no me he atrevido a decir y que queman a cada segundo que se mantienen a nada de salir.
Quiero decir lo que siento, expresarme tal cual, pero el miedo es mucho, y lastimosamente ganan.
¿No puedes simplemente olvidarle Yunho? La sombra que te sigue a todos lados me sigue a mi tambien. Pero es el pasado, fue y es importante para ti y para mi, pero ahora estoy yo frente a tus ojos, ¿no puedes verme? ¿escucharme o sentirme? Yo soy quien esta a tu lado, él se fue.