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Existen las segundas oportunidades? por ANGEL DEL SOL

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Notas del capitulo:

  Hola a todos, lamento traer la actualización tan tarde, pido disculpa por ello. Y a todos aquellos que aun siguiente la historia, espero les guste. 

Cuando Taiga entro a la habitación, su corazón se contrajo completamente. Un grito ahogado se guardó en el interior de su garganta al percibir a su novio tan débil, tomando toda su fuerza interna para poder ser de ahora en adelante el apoyo que Ryota necesitaba.

Kise tras escuchar el sonido de la puerta se giró hacia ella, intentando distinguir la alta silueta ya que sus ojos estaban enajenados en lágrimas.

-Taiga.- murmuro muy débil y cansado, con la garganta seca y los ojos rojos, intentando levantar su mano para invitarlo a acercarse a su lado; provocando que el tigre captara la acción y apresurara el paso para evitar que se esforzara.

- Aquí estoy, aquí estoy.- tomo la débil mano con el mayor cuidado posible, sentándose en la cama y conteniendo las lágrimas al verlo tan devastado.

- Nuestro bebe.- murmuro entre sollozos.- nuestro bebe ya no está.- y tras el termino de sus palabras, el llanto se intensifico.

Kagami se acercó para abrazarlo teniendo cuidado con la intravenosa, mientras que Kise se pegaba a su pecho y comenzaba a llorar desconsolado.

- ¡No está!, ¡ya no estas! - y con cada palabra, el corazón del pelirrojo se rompía en dolor.- fue Kuroko.- salió del fuerte pecho del bronceado para verlo a la cara, mostrándole a Taiga un rostro fuera de la cordura, que lo asusto momentáneamente dejándolo sin palabras.-  él lo mato, él no quería a mi bebe, ¡él lo mato!- entendía su sentir y enojo, pero Tetsuya no había sido culpable del todo.

Solo había sido un accidente, una acción equivocada en un momento equivocado.

- Cálmate Ryota, por favor cálmate, te vas a lastimar.- lo tomo del rostro y busco que enfocara sus ojos en él, puesto que parecía fuera de sí.- Kuroko no estaba al tanto de tu embarazo.- intento aclara la situación.- Sé que duele, sé que tienes ganas de culparlo de todo porque así es más fácil sobrellevar el dolor, pero no fue él. Fue solo un accidente.- y de alguna manera al ver como surgían las cosas, comprendió las últimas palabras que Akashi le dijo.

La rabia y el dolor lo habían hecho decir cosas que no sentía, de la misma manera en que ahora Kise lo hacía. Cielos, agradecía infinitamente el que Tetsuya no se encontrara ahí, ya que ambos estaban mandándole toda la carga a su pequeño ser.

Mientras Taiga divaga en sus pensamientos el semblante de Ryota cambios drásticamente tras sus palabras, frunciendo los labios, muy molesto.

- Tu también estas de su lado.- Kagami no supo cómo reaccionar ante la fuerza y dureza de sus palabras, acompañado con el cambio radical de alguien entristecido, por alguien colérico.

- Ryota, yo no…-

- ¡Tu también vas a dejarme!- alzo la voz separándose de él.- Ahora que él bebe ya no está, vas a dejarme.-

- Ryota cálmate por favor, vas a hacerte daño.-

-¡Te estoy diciendo que Kuroko tuvo la culpa y tú lo estas defendiendo!- el rubio tomo a Taiga de los brazos observando con resentimiento.

- No voy a dejarte.- le respondió con firmeza tomándolo de los hombros y ayudándolo a recostarse.- era también mi hijo Ryota, y aunque ya no este, estamos juntos en esto, ¡ambos! - el coraje en los ojos miel fue cambiando poco a poco a lágrimas de tristeza.- Así que descansa, por ahora no hay que hablar de esto, ¿quieres? - el rubio asintió en silencio para después nuevamente pegarse al pecho del tigre.- tus padres ya vienen para acá; y no te preocupes, me quedare a tu lado. De acuerdo.- Taiga beso su frente con cariño, se acomodó mejor en la cama de modo a que ambos cupieran y tomo su mano para darle leves caricias con su pulgar sobre su dorso, susurrándole constantemente que todo estaría bien, que él se quedaría a su lado y que juntos lo resolverían, mientras que Ryota solo lloraba en su pecho hasta quedarse dormido.

 

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- No es que no creo en tus palabras Akashi-kun, pero es necesario llegar a tanto.- la voz entristecida de una dulce mujer de cabellos cielo inundo la pequeña sala de una acogedora casa de dos pisos, en donde el joven pelirrojo le había comentado los pormenores del estado actual de su hijo.

- Me temo que Tetsuya pasa por un fuerte caso de inestabilidad emocional, y temo que si llega a enterarse de la pérdida del hijo de Ryota, llegue a hacer algo indebido.-

Todos sabían a que se referían aquellas palabras; suicidio.

Tenía miedo que la carga de la culpa fuera tan pesada que el corazón y mente de Tetsuya no lo soportara, orillándolo a hacer algo tonto como forma tal vez de pago por su mala acción.  

Su madre se acongojo en su sitio, reteniendo las lágrimas al escuchar algo tan fuerte, mientras que la mujer mayor a su lado, se le acercaba para abrazarla y darle sosiego.

- No me di cuenta.- comenzó a culparse la joven mujer.- sé que el trabajo nos absorbe a ambos, y más a mi esposo que contrastantemente sale de la cuidad, pero, el poco tiempo que pasamos en casa él se miraba igual que siempre. Tranquilo y sonriente, ilusionado mostrándome algunas universidades que había elegido para continuar con sus estudios. ¡Santo cielo! - expreso decepcionada de sí misma, cubriéndose la cabeza con sus manos y agazapándose sobre sus muslo.

¡¿Cómo pudo no notar que su hijo estaba enamorado y mal correspondido?!

- ¿Como está ahora?- la voz de la mujer mayor de cabello cano tomo la palabra.

- Estable. Daiki me ha dicho que el medico nos ha confirmado que fue una descompensación de su cuerpo debido al estrés y la sobre carga emocional, de ahí en fuera su cuerpo está bien. Pero nos ha pedido de urgencia el que lo aislemos del mal ambiente ya que su salud puede decaer, y que consideráramos el llevarlo a algún terapeuta si su estado de ánimo no mejora.-

- ¿Y Taiga-kun?- volvo a preguntar la abuela.

Seijuro bajo la mirada y negó ante la pregunta.

- Me temo que él ha decidido tomar su lugar a lado de Ryota.- y no podía culparlo del todo, ya que su pareja acababa de perder a su hijo.

- Yo si estaba al tanto.- las palabras de la abuela sorprendieron a ambos, y más al escucharlas tan dolidas.- sabia de los sentimientos de mi nieto.- hizo una tenue sonrisa al recordar cuando se lo pregunto, jamás podría olvidar como el color rojizo invadió sus orejas y sus hermosos ojos se abrieron totalmente desarmado.- pensé que no era necesario el que interviniéramos, ya que creí que Taiga-kun sentía lo mismo.... o al menos esa impresión me dio.-

- Me temo que su impresión no fue equivocada. Solo que por desgracias la madurez de Taiga es tan poca, que no comprendió sus verdaderos sentimientos.-

- ¿Quieres decir que es correspondido?- pregunto su madre esperanzada.

- No puedo asegurarlo en su nombre, pero debido al poco conocimiento que tiene de tal sentimiento y su comportamiento posesivo hacia Tetsuya, te da a entender que si.-

- En ese caso, ¿porque no intervenir y ayudarlos para que estén junto?- propuso la joven mujer ilusionada.

- Me temo que por como las cosas están ahora, era posibilidad en inverosímil. Tetsuya está muy lastimado, Taiga se encuentra confundido y la pérdida de su hijo puede que nuble sus verdaderos sentimientos; y en lo que respecta a Ryota….- soltó un pesado suspiro.- No creo que esté dispuesto a soltar a Taiga, mucho menos para dejarle la vía libre a Tetsuya.-

- ¿Me estas queriendo decir que esto es personal?- la perspicacia de la abuela sorprendió a ambos, provocando un prolongado silencio por parte de Akashi y una mirada perdida por parte de la madre del pequeño.

- Me temo que si.-

- Debí saberlo.- soltó la anciana mujer levantándose de su lugar, caminando a paso rápido hasta la cocina y regresando con una considerada cantidad de cartas en mano.

- Me encontré esto bajo la cama de Tetsu ayer por la noche.- la mujer le extendió el fajo de cartas enredadas en una cuerda, Akashi las tomo curioso.- encontré una sobre su escritorio, y las otras bajo su colchón. Seijuro las desamarro y tomo una al a zar, encontrándose como primer contenido una fotografía que le provoco abrir sus ojos desmesuradamente.- Creí que era una carta de amor, pero al leer los primeros renglones comprendí por sus frías y duras palabras que no era así; y que no era la primera que le había llegado. Por lo que ayer busque otras y eso fue lo que encontré.-

- ¿Quién ha mandado esto?- pregunto molesto al percibir en la foto a Taiga y Ryota saliendo de un hotel, para después sacar la una carta y leerla rápidamente en silencio.- esto es una abominación, una falacia.- soltó con ira tras leer en detalle los acontecimientos antes, durante y posteriores a esa foto.

- Yo pensé lo mismo ayer que las leí, pero no quise hacer un alboroto de esto hasta hablar con mi nieto.- dirigió su mirada a su hija, disculpándose por no haberle dicho nada.-  Pensé que tal vez alguien lo estaba acosando y estaba utilizando los sentimientos de Tetsu por Taiga-kun en su contra; por lo que imagine que todo era falso. Pero debido a lo que nos estas diciendo ahora Seijuro-kun, creo que tal vez esto… haya sido enviado por el joven Ryota-kun.-

El rostro de Akashi fue toda una odisea. No podía creer que su rubio amigo podría llegar tan bajo. Eso no era solo resentimiento, si no odio y rencor arraigado; un odio tan grande como para herir de tal manera a alguien que no tenía la culpa de que sus sentimientos no hayan sido correspondidos.

- ¿Puedo llevarme esto?- pregunto una vez que el temblé regreso a su cuerpo.- necesito investigar todo a fondo, y saber qué otras cosas se han estado ocultando.-

- Por supuesto, solo por favor infórmanos que encontraste.-

-Y en lo que respecta a salida del país de mi hijo.- tomo palabra la joven mujer.- si él lo acepta nosotros también. No voy a negar que vamos a extrañarlo mucho, pero, si esto es por su bien tienes todo nuestro apoyo.-     

- Les prometo que Tetsuya estará bien.- sin decir más Akashi se despidió de la familia y regreso sus pasos hacia la casa del moreno, con teléfono en mano y comunicándose con su secretario para preparar lo más pronto posible un vuelo a Inglaterra.

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La noche paso sin más contratiempos para Taiga y Ryota; hasta la madrugada del día siguiente, cuando los padres del rubio se presentaron.

La pareja hablo con ambos jóvenes de manera civilizada y calmada, tocando el tema con tacto al ver tan decaído a su hijo por su reciente perdida. Una vez que su relación se aclaró y se estableció el cómo ambos continuarían tras el terrible suceso, los padre fueron llamados por el doctor para hablar sobre el estado de su hijo, dejando a la pareja sola.

- Deberías ir a cambiarte.- le sugirió el rubio en cuanto estuvieron a solas, puesto que desde que fue internado y le permitieron estas a su lado, el tigre no se había movido de ahí ni para ir a limpiar la sangre seca que aún tenía su camisa.

- Estoy bien, además te prometí que iba a quedarme a tu lado ¿No? - Kagami se acercó a besar su frente, haciendo sentir a Kise feliz y protegido.

El tiempo paso en silencio por parte de ambos, Taiga con Ryota en brazos y el rubio acurrucándose en su pecho, disfrutando del dulce trato de su pareja; hasta que entrada nuevamente de sus padres y el medico tomo su atención, y más al ver los rostros completamente decaídos y temerosos en ambos.

- ¿Que sucede? - fue el tigre el primero en preguntar, ya que Ryota solo los observaba confundido.

- Amor.- hablo su madre acercándose y tomándolo de la mano con dulzura.- el medico nos ha dicho algo delicado que hemos decido decirte.-

- Tú fuiste quien lo decidió.- hablo su padre molesto.

- Él tiene el derecho de saber, no podemos dejarlo creer algo que no es.- la pequeña riña de la pareja solo hizo alterarse y preocupar más a la joven pareja.

- Mamá…me estas asustando.- Kise giro hacia el médico y su padre, para después dejar la mirada en Taiga, quien tomo sus hombros y asintió en un gesto de estar a su lado pasara lo que pasara.

- El medico nos ha informado que...- la mujer tomo un largo suspiro y bajo la mirada, razonando por última vez si lo que iba a ser era correcto.- que no hay bebe.- soltó de golpe antes de arrepentirse, dejando un rostro confundido en ambos jóvenes; aunque el de Ryota rápidamente cambio a uno molesto en segundos.

- ¡Ya sé que no hay bebe!- respondió dolido.- no necesitas recordármelo.- sus ojos se humedecieron y Taiga rápidamente lo abrazo, preocupado de que tuviera nuevamente un ataque.

- No Ryota, lo que quiero decir amor, es que no eres doncel, por lo que nunca estuviste embarazado.- la bomba le cayó de golpe, pudiendo apreciar como la indignación y el miedo se marcó en el rostro del rubio.

- Eso es mentira.- respondió quedito después de un largo silencio.- ¡ESO ES MENTIRA! - esta vez grito, hacia su madre para después gritarle lo mismo al médico.- yo tenía un bebe.- toco su vientre tembloroso.- Me hice la prueba, fui al médico después de los mareos y el vómito, y ellos me dijeron que estaba embarazado.-

- Fue un embarazo psicológico.- entro rápidamente el medico a aclararlo al verlo tan confundido.- aún no sabemos cómo es que esto pasa, pero ha habido casos muy similares al tuyo.- Tanto Ryota como Taiga lo observaron escépticos.- desde el descubrimiento de los donceles se ha dado que hombres que no tienen esta anomalía en su cuerpo, presenten casos como estos. Sus hormonas aumentan, un saco amoniaco se desarrolla pero no hay nada. No hay canal de salida, no hay unión con madre. No hay bebe.- el silencio fue sepulcral.

Todos estaban muy atentos al pasmado rubio, quien solo se mantenía con la mirada sobre el médico y sus puños fuertemente cerrados sobre las mantas.

- Ryota.- fue su padre el primero en llamarlo, puesto que el ya esperaba aquella reacción de parte de su hijo cuando se enteró de su estado.

- ¿No hay bebe?- pregunto a la nada, bajando la mirada hacia su vientre, en donde posteriormente apreciaría una pequeña cicatriz por donde retiraron el saco amoniaco.

- No.- reafirmo con dureza el médico, puesto que aunque fuera difícil, tenía que dejárselo claro para que no hubiera una situación parecida en el futuro.

- Fue Kuroko.- hablo de pronto, apretando con fuerza la bata sobre su vientre y desfigurando su rostro en rabia.- ¡fue Kuroko!-  alzo esta vez la voz, girándose hacia el pelirrojo.- él fue a mi casa, dijo que me alejara de ti. Que no quería vernos juntos y que me odiaba. Me maldijo una y otra vez hasta tumbarme; así que fue él.-

- Ryota, ¿de que hablas?- Taiga estaba asustado, los ojos desubicados de Kise no daban una buena señal.

- ¡Te digo que fue Kuroko!- grito alterado, cerrando los ojos y aferrándose fuertemente a Kagami.- él hizo esto porque quiere separarme de tu lado, esta celoso. Tiene celos porque te arrebate de su lado y fue a amenazarme.- continuo hablando desesperado, mientras que el Kagami lo tomaba firmemente de sus hombros buscando tranquilizarlo, ya que si continuaba la herida podía abrirse.- me amenazo, me dijo que si no te dejaba iba a matarle, que no me quería a tu lado por nada del mundo.-

El medico al verlo tan inestable rápidamente llamo a una enfermera, solicitándole un sedante de urgencia.

- Primero me quito a Aomine.- aquellas palabras desubicaron al pelirrojo.- y ahora que lo tiene te quiere a ti.- seguía hablando desesperado, espantando al tigre al verlo tan alebrestado.- no lo hagas Taiga, no me dejes.- comenzó a murmurar al sentir el sedante en su sistema.- tu no me dejes. No te vayas con Kuroko.- sus ojos cubiertos en lágrimas se fueron cerrando, hasta quedar inconsciente en los brazos de su novio.

 


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- Son unas buenas vacaciones Tetsu. Acepta.- hablo Daiki, tras escuchar completamente la propuesta de Akashi y notar la mirada indecisa del pequeño.

- Tetsuya.- lo nombro Seijuro al verlo tan retraído.- no estas huyendo, solo retomando fuerzas para regresar a la batalla. Le has dado tanta importancia a la relación de Taiga y Ryota que te has dejado de lado y te estas lastimando.-

Cuando el pequeño despertó después de un largo descanso y que las inyecciones hayan hecho maravillas en su sistema, su momento de debilidad se había esfumado, regresando al chico responsable y decidido, el joven que ocultaba todos sus sentimientos tras aquella mascara de seriedad; aunque los dos presentes en esa habitación, sabían que eso solo era una caratula. Y era debido a ello que los tenía preocupados, ya que el que guardara todo para sí mismo no era sano, llevándolo a tal vez explotar en una situación peor que la que ya había tenido el día anterior.

- Aún no han respondido a mi pregunta.- hablo al fin solo para crispar al par de milagros, puesto que desde que despertó, lo primero que pregunto fue por él bebe de Kise, obteniendo por respuesta un escuálido está bien sin llegar al fondo; pero obteniendo una rápida negativa cuando solicito el que lo llevaran para pedirle disculpas por su arrebato personalmente.

- Tetsuya.- soltó Sei con un suspiro, disculpándose mentalmente por lo que iba a decir.- ellos no quieren verte.- y si, las palabras fueron un duro golpe en el pequeño, tanto que su estoico rostro lo mostro con total claridad.

- ¿Ambos?- pregunto con los ojos fijos en Akashi, entendiendo hacia donde iba dirigida esa pregunta.

- Si, ambos.- contesto con firmeza, dejando muy claro que Taiga contaba en esa respuesta.

- Me lo imaginaba.- murmuro por lo bajo, apretando fuertemente las sabanas bajo sus manos intentando retener el ataque de llanto que estaba por salir.- sería tonto si perdonaran al causante de herir a su hijo.- ya se había esperado esas palabras, pero aun así, el dolor de imaginarlas no se comparaba a la realidad.

- Hey, hey, hey.- lo llamo Aomine tomando su mano y levantando su mentón, conectando su mirada con la contraria y estrujándosele el corazón al verlo tan apachurrado.- solo dales tiempo, ¿sí? Ya verás que después de un buen descanso las cosas se hablaran con mayor calma. Solo serán seis meses Tetsu, podemos hacerlo. Tómalo como un curso apresurado de inglés.-

 - Pero tu beca...- hablo con voz quebrada por intentar aguantar el llanto, contrayéndole el corazón a todos los presentes.- además tú odias el inglés.-

- Oye, sé que soy malo, pero también va a ayudarme para cuando juegue en la NBA. Además, en cuanto a la beca ya verás que en el momento en que pise suelo japonés los cazatalentos de nuevo estarán sobre mis huesitos.- amplio más su sonrisa para darle seguridad a sus palabras.

- Con respecto a la beca no te preocupes.- tomo la palabra el pelirrojo.- puedo hablarlo con una universidad en Londres y que la tomes allá. Pero eso requeriría que te quedaras lo que dure tu carrera.- la idea no sonaba mal para el moreno, sería una gran oportunidad de conocer nuevos retadores y llevar una vida junto a Tetsuya; pero no era él quien iba a decidir eso.- te agradezco la ayuda, pero por el momento me tomare solo el semestre con Tetsu, ya después decidiré que hacer.-

Kuroko solo bajo la mira, sintiendo aún más culpable de ahora arrastras el moreno con sus problemas sentimentales y de autoestima. Además, ahora hasta Akashi ya estaba involucrado también.

- Lamento causarles tantas molestias.- hablo entristecido.

- No es ninguna molestia Tetsuya.- tomo voz el pelirrojo.- para eso están los amigos, ¿no?, para ayudarse cuando el otro está en problemas. Eso nos lo enseñaste tú, así que ahora déjanos a nosotros el ayudarte.-

- ¿Puedo pensarlo un poco?-

- Claro, tienes hasta mañana, ya que la salida está programada para pasado mañana.- Akashi mostro una sonrisa superficial, dejándole en claro al pequeño que esto era un sí, o sí; provocando que solo soltara un pesado suspiro.

- En ese caso no me queda más que aceptar, solo déjenme despedirme antes de mi familia.-

- Mañana yo te acompañare a casa, ya que hoy aun debes mantenerte en reposo.- el moreno lo ayudo a acostarse, para después cubrirlo nuevamente con las mantas.

Tetsuya acato la orden sin remilgos ya que aún se encontraba muy cansado, por lo que solo alcanzo a escuchar el sonido de la puerta siendo cerrada, cuando ambos milagros salieron de la habitación antes de entrar al mundo de los sueños. 

 

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Sabía que estaba mal, sabía que lo que estaba por hacer era muy estúpido; pero también sabía que no podía irse sin ir a pedirle disculpas al rubio; aunque no las merecía. Puede que su amistad se haya roto, y que el odio que sentía hacia su persona por lo que le había hecho era tan grande que talvez nuca lo perdonaría nunca. Pero él debía comprender también que sea como sea que se hayan dado las cosas, él había perdido a Taiga y él bebe que venía en camino no tenía la culpa de nada. Así que saltándose todas las reglas que Daiki y Seijuro le habían impuesto, esa tarde antes de tomar el tren a Osaka, se había escapado para ir al hospital.

Cuando llego a la entrada sintió como su respiración se aceleró, al igual que sus manos comenzaron a temblar debido al miedo y la duda, pero aun con su cuerpo en su contra, se adentró al edificio. Se acercó y pregunto por Ryota en la recepción, obteniendo amablemente su número de habitación y piso por parte de la enfermera en turno.

El trayecto hacia el lugar fue largo y cansado, y aún más debido a que su cuerpo no se encontraba completamente rehabilitado y el estrés al que estaba sometiéndolo en ese instante le estaba jugando en su contra, provocando que la leve temperatura regresara junto con el dolor de cabeza que lo hizo recargarse momentáneamente en la pared.

Cuando al fin fue posible llegar a su destino su cuerpo se sintió pesado, llegándole de improvisto a su mente las imágenes de lo sucedido en el departamento del rubio hace días, acompañado por las fotos de las cartas anónimas que cada mes encontraba en su casillero.

Recordó el enorme dolor físico y mental cuando abrió la primera, preguntándose quién demonios podía odiarlo tanto y conocer su secreto para chantajearlo así. Conforme las nuevas cartas llegaban el miedo hacia su acosador aumentaba, y más al no obtener demanda alguna, llegando a desesperarse por no saber qué hacer o con quien acudir. Pero sin duda lo que hizo que su mente se quebrara momentáneamente, fue cuando sus ojos se toparon con la foto de un Taiga sin ropa alguna acostado boca abajo en la cama de su departamento, con un sonriente rubio a su lado saludando a la cámara, acompañado por una pequeña nota que tras leerla, sintió la cólera bullir de su pecho.

- parece que esta vez yo gane.

Atentamente. Kise Ryota.-

Kuroko no recordaba como fue que llego al departamento del rubio, tampoco como fue que entro y la discusión se dio. Ya que el dolor, la rabia y el enojo, habían domina por completo su cuerpo y lo hizo hacer y decir cosas de las que ahora se arrepentía.

Llevo una mano hacia su cabeza buscando despabilarse de aquellos recuerdos, ya que aunque su dolor y agonía aún se mantenían muy presentes, debía mantenerse tranquilo si quería una explicación clara antes de marcharse.

Cuando su respiración se calmó y se disponía a tocar la puerta esta fue abierta de pronto, generándole un gran alivio al percatarse que solamente la madre de Ryota se encontraba ahí.

-  Kuroko-kun.- lo nombro la amable mujer al conocerlo, sorprendiéndose un poco de verlo ahí puesto que no se le había avisado a nadie de la situación de su hijo.

- Lamento venir sin algún presente, pero me gustaría el poder visitar a Kise-kun.-

La mujer le sonrió agradecida por el gesto, dejando de lado la manera en la que se enteró y  permitiéndole pasar a la habitación.

- ¿Cómo está?- pregunto amablemente, manteniéndose aun de pie a lado de la puerta al ver a Ryota tranquilamente dormido.

- Bien, ya paso lo peor.- le respondió serena, dejándole claro con aquellas palabras a Tetsuya, que tal como sus amigos le habían dicho, él bebe estaba bien.- Taiga-kun fue por un cambio de ropa al departamento de Ryota, hoy en la tarde lo dan de alta y lo llevaremos a casa.-

Ante la mención del pelirrojo Tetsuya se crispo un poco, agradeciendo mentalmente el no habérselo encontrado ahí, puesto que aun la fría y molesta mirada de Taiga, se mantenía muy presente en su memoria impidiéndole el saber cómo encararlo.

-  Me da mucho gusto escuchar eso. No hay mejor forma de recuperase que en la comodidad de tu casa y con las personas que te quieren.-

- Tienes razón. Y es por eso que estoy agradecida de que Taiga-kun este apoyando a mi hijo en todo esto. ¿Tu sabias sobre su relación?- se atrevió a indagar al conocer un poco sobre su amistad con sus hijo y el pelirrojo.

- Si.- respondió tras un pequeño silencio, recordando cómo y dónde fue que se enteró.

- Te agradezco tu comprensión.- sus palabras tomaron por sorpresa al pequeño.- Ryota ha tenido varios choques por su gusto hacia las personas del mismo sexo, y aunque al inicio cuando nos enteramos nos sacó de balance, lo aceptamos completamente debido al gran amor que le tenemos. Y me hace feliz el saber que tiene amigos que no lo discriminan por ello y que ha encontrado una buena pareja.-

Kuroko no supo cómo responder, ya que amigos como tal, ya no lo eran. Es más, se preguntó en ese instante si alguna vez durante su época de conocerse, alguna vez lo fueron, ya que el comportamiento del rubio hacia su persona daba mucho que desear.

- Puedes quedarte un momento con él.- retomo la palabra la dulce mujer.- debo ir a preguntarle algunas cosas al médico. No debe tardar en despertar… a, y una enfermera me menciono hace poco que iba a venir a revisar que todo estuviera bien. ¿Crees poder encargarte?-

Kuroko tras meditarlo algunos segundos asintió, provocando que la mujer saliera de la habitación y lo dejara con un dormido Ryota.

Ante la situación Tetsuya medito su acción, percibiendo como el rostro de Kise se encontraba un poco pálido, inquiriendo si tal vez la plática que quería entablar con él, podrían hacerle daño al bebe. Se acercó un poco a la camilla y fijo su mirada en el vientre del rubio, preguntándose cuanto tendría y cuantos meses serían necesarios para que se le notara. 

- Un bebe de Kagami-kun.- murmuro muy bajito, llevando sus manos a su plano vientre y sonriendo al recordad cuantas veces agradeció el ser un doncel, ya que tras comprender sus sentimientos hacia el pelirrojo, esa idea cruzo muchas veces por su mente cuando divagaba al imaginarse como sería su familia.

Lastimosamente eso se quedaría así, como una fantasía que jamás iba a cumplirse.

Al percatarse de tal realidad sus ojos volvieron a humedecerse, soltando pequeñas gotas que cayeron al suelo buscando mantener en silencio su llanto. Comprendiendo que aunque no le pareciera, que aunque las cosas no se hicieron de la manera adecuada, o que tal vez Kise no le correspondería con el mismo amor que él le tenía, Taiga ya había hecho su propia familia; una a la que por desgracia, él no pertenecía.

- Creo que desaparecer seria mi única forma de retribuirles este susto.- le hablo débilmente aun rubio dormido, limpiándose las lágrimas y tomando todo el valor posible para arrancar aquel amor que había estado cultivando los últimos años.- a pesar de que me has hecho mucho daño Kise-kun, les deseo que ambos pueden ser muy felices. Y que ese bebe que crece en tu vientre tenga una vida larga y prospera.-

Al término de sus palabras hizo una marcada reverencia, recogiendo los pesados de su corazón roto, sus preguntas sin contestar y sus incontables lágrimas, comprendiendo que nada que hiciera o dijera, podía cambiar el rumbo de su infelicidad.

Ya de nada serviría el pelear con Kise.

Con el pecho adolorido salió de la habitación, encontrándose con una dulce enfermera que iba a entrar al lugar, la cual se preocupó inmediatamente al percibir su deplorable estado. Kuroko le agredió su atención y preocupación, pero refirmándole que estaba completamente bien salió del hospital encontrándose un lujoso auto negro del cual una cabellera rojiza y unos ojos heterocromaticos aparecieron.

 - Lo siento.- murmuro Tetsuya pegándose al pecho de Akashi tras recibir un fuerte abrazo.- quería hablar con Kise antes de irme.-

- ¿Y pudiste hacer?- Tetsu negó.

- Ya no tiene caso, ahora mis palabras solo le harían un mal a Kagami-kun, y lo que menos quiero es hacerlo sufrir.-

Seijuro reafirmo su abrazo al ver como el cuerpo de Kuroko se apoyaba más en el suyo, tomando aquella acción como muestra de debilidad en su cuerpo.

- ¿Estás listo?-

- No.- respondió sintiendo como su cuerpo perdía fuerzas y el dolor de su pecho aumentaba.- pero es lo que ahora necesito, ya que yo también quiero ser feliz.-

- Y lo serás Tetsuya.- reafirmo el pelirrojo tomándolo en sus brazos, para después caminar hacia el auto y acomodar a un dormido Kuroko entre sus piernas.

- Al aeropuerto por favor.- solicito Akashi a su chófer, sacando a Kuroko del hospital, al igual que lo haría de la vida de Taiga.  

 

 

Notas finales:

Gracias por leer y espero verlos en la siguiente actualizacion. 


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