Un nuevo día comenzaba en la aldea de la hoja.
Como siempre, los aldeanos comenzaban desde muy temprano con sus labores, los pequeños se dirigían a la academia y el hokage emprendía rumbo hacia su trabajo.
-¡Naru, ya me voy! ¡Recuerda que Itachi recogerá a los niños de la academia para llevarlos a su casa, luego yo iré por ellos!
-De acuerdo-se acerca a él hasta quedar a centímetros de su boca- que tenga un buen día hokage-sama.
Juntando sus labios, los dos compartían un profundo, demandante, pero de igual manera tierno beso bajo la mirada de cinco pequeñas personitas, tres de ellos los miraban divertidos y otros dos asquientos.
-¿Enserio tienen que hacer eso enfrente de nosotros?
-¡ohh vamos Satoshi, no te pongas así! ¿Cómo a Menma-chan y a Tai-chan no les molesta?
-Porque al igual que tú Daisuke, son unos blondos de primera.
-Para ser un mocoso eres demasiado amargado Satoshi, ya te estas pareciendo a nee-chan.
-Mejor cállense, Daisuke tenemos que irnos-Decía mientras jalaba a su hermano a fuera de la casa- ¡Adiós mamá, adiós papá, nos vemos más tarde!
-¡A-Adiós!-Gritaba Daisuke al ser jalado del brazo por su hermana.
Naruto y Sasuke solo observaban a sus dos hijos mayores perderse en la lejanía, hoy tenían otra misión, solo que esta vez era un poco diferente.
-Mejor nos vamos, Satoshi y Menma, despídanse de…mami y vámonos.
-Teme…-el rubio miraba a su esposo con enojo, Sasuke sabía de antemano que a él le molestaba que lo llamaran de esa manera.
-¡Adiós mami!-los dos pequeños se despedían de su “mami” regalándole cada uno un beso en la mejilla.
-Niños, les he dicho que no me digan “mami” ni “mamá”, pueden decirme “papi”, ¡eso queda mucho mejor, ‘ttebayo!
-mmm…no, mami te queda bien-sonriendo con prepotencia, Satoshi se volvía a despedir de su madre quien solo lo miraba con el ceño fruncido.
-Ya dobe, no te enojes, sabes que los niños a se acostumbraron a decirte así.
-¿Y quién les dio la idea de decirme así?
Sasuke, tomando la mano de sus pequeños, se dignó a darse media vuelta he irse a dejar a sus hijos a la academia, ya se le hacía tarde, en tanto, dejo solo a Naruto discutiendo en la entrada de la casa.
-*Si el teme no les hubiera enseñado desde pequeños a decirme mami, quizás ahora me estarían llamando papá o papi, maldito teme y su fantasía de que me digan mamá*-pensaba Naruto mientras observaba a su pequeño Taigaken quien le devolvía la mirada con sus enormes y hermosos ojos negros.
Cuando se percató mejor, vio que su pequeño estaba con un pucherito, preocupado, Naruto le pregunto qué ocurría.
-Mi amor ¿Qué ocurre? ¿Te paso algo?
-¿Mami ta moleshto poque le dechimos ashí?
-No cariño, no estoy molesto.
-¿Ensherio? ¿Mami no ta moleshto con Tai-chan?
-¿Cómo podría estar molesto con mi pequeño?-Taigaken, quien era el menor de todos los hermanos, miraba feliz la sincera sonrisa de la persona más importante en su vida, estaba realmente feliz al saber que su “mami” no estaba molesto con él.
******
Daisuke y Kokoro llegaban al punto de encuentro con su sensei y compañero. Hoy tendrían otro tipo de misión; por lo que les había dicho su padre, esta misión tendría que llevarse a cabo junto con todos los equipos.
Al llegar al lugar, fueron recibidos por su primo Hiro y por el resto de sus amigos.
-¡Chicos, que bien que estén aquí! Por un momento pensé que no vendrían-Hiro abrazaba a sus dos primos con mucho cariño, siendo correspondido al instante.
Hiro era el segundo hijo de Itachi y Deidara, su hermano mayor, Ichiro, era una copia exacta a su padre, tanto en actitud como en físico era idéntico a Itachi, en cambio él, era un poco de ambos padres. Él era una persona muy alegre, por eso se llevaba tan bien con su primo Daisuke, pero con Kokoro era diferente, al ser ella más seria que los dos, había cosas que ellos no podían hacer con ella, sin embargo, la amaba más que a su propia vida, ella era su primita y la quería como a ninguna, después de todo, los tres eran inseparables, ya que prácticamente se criaron juntos.
En lo que se respecta a sus físico, él era moreno, de test blanca y de ojos ónix al igual que su padre, pero poseía más parentesco con su madre o “papi”, como lo llamaba cuando no estaba de mal humor con Deidara, el flequillo que tenía, se parecía mucho al de su papi, sin embargo este no le cubría tanto la cara y le dejaba a la vista sus bellos ojos.
-También nos da gusto verte Hiro, ¿Listo para la misión?
-¡Sabes que siempre estoy listo Daisuke!
-¡Así se habla!
-Mejor saludemos a los demás nii-chan.
-Claro.
Luego de un tiempo en saludarse entre todos, empezaron a platicar sobre la misión, sus senseis aún no llegaban y por lo que se veía, no llegarían muy pronto, por lo que decidieron colocarse cómodos y esperar tranquilos a los adultos mientras conversaban cosas triviales. Pero toda paz y tranquilidad en algún momento debe terminar, y que mejor manera de matarla que con los gritos y chillidos de ciertos…niños un poco salidos de la cabeza (en Honor a sus madres XD).
-¡¡¡KOOOOOKOOOOOROOOOO-CCHHAAAAAAANNNN!!!
Todos los presentes observaban aterrados la polvareda de tierra y piedras que se acercaba rápidamente al lugar, pero sobre todo, la más asustada era Kokoro quien reconocía a la perfección esas voces.
-*Y yo que comenzaba a pensar que ese trio no vendría* ¡Todos, rápido! ¡Busquen terreno alto y quédense ahí!-Gritaba desesperada.
-¡Todos háganle caso a Kokoro si no quieren morir aplastados!
Asustado, todos se escondieron en las copas de los arboles mientras contemplaban al trio de idiotas que, extrañados, buscaban a cierta peli rubia con tres marquitas en las mejillas y ojos tan azules como el mar.
-¿Kokoro-chan? ¿Dónde estás cariño?-Hablaba un peli rosado de ojos jade llamado Kaoru, mientras fingía una voz dulce.
-¡¿Cariño?! ¡¿Cómo te atreves a decirle “cariño” a mi chica, imbécil?!-Vociferaba un chico rubio de ojos azules llamado kai.
-Je, par de idiotas ¿En verdad creen que Kokoro-chan se fijaría en un par de estúpidos como ustedes? ¡Ja, que pena me dan! ¡Kokoro-chan me quiere a mí!-Completamente seguro de lo que decía, aquel chico pelirrojo de ojos violeta buscaba por todo el lugar a la chica de sus sueños. Este chico se llamaba Hotaru.
-*Ni en sus sueños me tendrán esos bastardos *-Decía Kokoro observando arriba del árbol al trio de idiotas como discutían por ella- *Por favor que los senseis lleguen pronto*
*****
En la torre del hokage se encontraban reunidos todos los senseis de todos los equipos para la reunión con el hokage. En esta se les explicaba el propósito de la misión y el resultado que deseaba esperar.
-Así que en resumen, por si no les quedo claro, quiero que vallan a investigar todo lo que haya ocurrido en la torre del sur, no se demoraran más de un día, estarán regresando alrededor de la medianoche, no se preocupen, ya di las órdenes para que las puertas se cierren cerca de la una treinta de la mañana por cualquier inconveniente que tengan, pero lo más importante, no toquen nada del tercer y último piso, ¿entendido?, pueden tocar todas las otras habitaciones de los otros dos pisos, excepto el tercero, los único que poseen esa orden son mis hijos.
-Que no se note el favoritismo hokage-sama-decía Konohamaru, el líder del equipo ocho.
-Favoritismo ¿eh?-Sasuke se paraba de su lugar dirigiéndose a paso firme hacia donde se encontraba Konohamaru, al quedar a solo unos centímetros de su rostro, dijo-¿Crees que porque son mis hijos los trato mejor o les doy favoritismo? Eso es de muy poca ética, en estos momentos mis hijos no son más que otros ninjas de esta aldea, y si doy la orden de que solo ellos pueden entrar al tercer piso es porque ellos son los únicos entrenados de todos el resto de los alumnos para este trabajo, ellos tienen las capacidades necesarias y la mentalidad requerida para afrontar lo que se encuentra en ese lugar, ¿entendido?-dando media vuelta, Sasuke regreso a su lugar sin despegar la vista de enfrente, el resto de los presente solo se quedaron en silencio, no solo porque no debían contradecir a su hokage, sino porque sus hijos ya estaban postulando para ser ANBU y de cierta forma, Sasuke los había entrenado bien, no por nada eran los más destacados-Además, ¿En verdad crees que tu equipo podrá cumplir el papel que deben hacer Daisuke y Kokoro? Tu equipo se la pasa la mitad del día entre juegos y risas, así nunca llegaran a nada, es más, debería sacarlos de esta misión ahora mismo.
-¡¿Qué?!
Mirándose entre sí, los presentes no sabían que hacer, ¿tan difícil era la misión como para que el equipo nueve no estuviera involucrado?
-Sasu-digo, hokage-sama ¿No cree que esta…exagerando un poco?
-Por supuesto que no Kakashi, esto no es un juego, mediante esta misión podre ver qué clase de ninjas estamos preparando…los estaré vigilando en todo momento, pero sobre todo quiero que escuchen muy bien esto, equipo que no sirva en la misión, cometa algún error o se pone a ser payasadas…comenzaran desde cero en la academia.
-¡No puede estar hablando en serio! Hokage-sama, ¡esto es una locura!
-Concuerdo con Konohamaru, hokage-sama recapacite en lo que está diciendo.
-Kakashi, Lee, Konohamaru, Asuma, mi decisión ya está tomada, solo Daisuke y Kokoro entraran en la planta del tercer piso, Kakashi no debes dejar que Kaoru entre con ellos, aunque son un equipo, él es hijo de Sakura, y conociéndolo es igual de lerdo que ella, sin ofender Lee, pero solo entorpecerán lo que ellos hagan, el resto debe de quedarse en los otros pisos tratando de recolectar la mayor información posible, si encuentran libretas o algo así no duden en traerlos como evidencia ¿De acuerdo?
-Sí, hokage-sama-Hablaban al unísono los presentes.
-Bien, pueden retirarse.
Antes de irse como el resto, Kakashi se acercó al azabache le pregunto:
-¿Estás seguro de esto Sasuke?
-Nadie más se atreve hacer esto, aunque no es algo realmente peligroso, es de cuidado, cualquier erro y no se sabe que podría pasar.
-¿En el tercer piso se encuentra la maquina?
-Sí, es por eso que solo mis hijos pueden entrar, esa zona está llena de trampas y tú sabes que mis hijos conocen ese lugar como la palma de su mano.
-Sí, los sé.
-¿No crees que se te está haciendo tarde?
-Sí, sí, sí, ya me voy, ya me voy.
-*Buena suerte*-pensaba Sasuke al mirar una foto que poseía de su familia, en ella se encontraban Naruto junto con todos sus retoños-*¿Por qué presiento que algo malo pasara?*
******
Cuando todos los equipos llegaron a su destino, la mayoría de los presentes se asombraron por la arquitectura a la cual tendrían que entrar para cumplir su misión, los únicos serios y tranquilos eran los mellizos Uchiha, ellos ya sabían a la perfección a lo que se enfrentarían.
-Parece un hospital abandonado.
-¿Seguros que es un lugar… seguro? Pareciera que se derrumbara en cualquier momento.
-No sean cobardes-decía Kokoro adelantándose-es solo una torre abandonada nosotros tenemos que descubrir porque de un día para otro quedo así.
-¿ehhh? ¿Creen que los hayan matado?
-¿Y si experimentaron con algo que no debían?
-¡¿Y si un justu les salió mal?!
-*Pero que idiotas*-pensaban Daisuke y Hiro divertidos.
-Lo mejor será que nos apresuremos.
-De acuerdo Asuma, chicos, andando.
******
Las horas pasaban y pasaban pero nada interesante ocurría, los chicos no encontraban ningún indicio de lo que podía haber ocurrido en el lugar.
En tanto algunos trabajaban, otros se dignaban a coquetear y a parlotear estupideces, molestando de paso a los mellizos, que finalmente, tras horas y horas de escuchar a los mismos idiotas tratar de conquistarlos, mejor se decidieron por fin subir al tercer piso, sin imaginar que sus amigos estaban ideando un plan para entrar con ellos.
-Valla, este sitio es más aterrador de lo que recordaba.
-¿Tienes miedo Daisuke?
-No es eso, pero no recordaba este lugar tan…sombrío.
-Yo tampoco lo recuerdo así, pero qué más da, hay que encontrar la razón de lo que sucedió en esta torre.
Caminaron un par de minutos hasta llegar a una puerta que decía “peligro, solo personal autorizado” en letras rojas. Kokoro, sonriendo con prepotencia, abría la puerta sin ningún problema bajo la atenta mirada de su hermano.
-Ups, lo siento, pero si no le hago caso ni a mi mamá, menos le haré caso a una estúpida advertencia.
-Y después preguntas porque decimos que te pareces a papá, Kokoro.
-Hum, y a mucha honra.
Al entrar a la habitación, observaron horrorizados por lo menos seis esqueletos de científicos, algunos aún conservaban piel en descomposición.
-¿Pe-pero que ocurrió aquí?-Kokoro analizaba con mucho cuidado la escena enfrente suyo, su padre le había enseñado que siempre había que analizar y estudiar todo lo que la rodeaba para llegar a una conclusión o solución.
Daisuke por su parte hacia lo mismo, analizaba el lugar sin llegar a tocar nada, con cuidado se acercó a un cuerpo que, al fijarse mejor, vio que guardaba una llave en su bolsillos izquierdo, así que, con un poco de asco, retiro la llave del pequeño bolsillos blanco.
-Daisuke ¿Descubriste algo hermano?
-Si nee-chan, ven a ver esto.
-¿Una llave? Tal vez sea para la puerta que esta por allá-apuntaba a una puerta al fondo del cuarto, esta no se distinguía muy bien por la oscuridad del cuarto.
-Veamos si funciona.
-De acuerdo.
Con paso firme, los dos se acercaron a la puerta de metal para introducir la llave, solo les vasto escuchar el “click” para entender que podían pasar.
Lo primero que vieron al entrar fue una maquina enorme con el símbolo de “peligro”, esto no le gustó para nada a los hermanos quienes ya preparados para regresar a la aldea, deseaban contarle a su hokage todo lo que habían descubierto, de esa manera podrían enviar a mejores especialista en el tema de lo que sea que fuera esa cosa y lo que les hiso a los científicos.
Antes de irse, Daisuke dio un último vistazo a la zona descubriendo así una pequeña libreta tirada a unos metros de la gran máquina.
-mmm… ¿Qué es?
-Una libreta genio.
-Ya se linda-sarcástico- a lo que me refiero es lo que puede contener.
-Haber, ábrelo.
En el momento en que los hermanos estaban por leer la libreta, un fuerte golpe se escuchó por fuera de la habitación. Rápidamente se colocaron en posición de ataque ante la “amenaza” contra la que tendrían que enfrentarse, más casi les da un paro cardiaco al ver quién o mejor dicho quienes había hecho tal ruido.
-¡¿Qué carajos están haciendo aquí bola de estúpidos?!
-¡Oye, no nos hables así Kokoro!
-Sara-chan tiene razón ¡solo veníamos a ayudar!-Apoyaba Hikari a su amiga.
-¿A si? ¡Pues ayudan mejor no entrometiéndose en nuestras cosas!
-Kokoro, cálmate.
-¡A no Daisuke, ni se te ocurra venirme a hablar ahora igual que papá! ¡¿No te das cuenta del peligro que son ellos en la misión?! ¡Se supone que ellos no deberían estar aquí!
-Relájate cariño, ¿Qué problemas les podríamos cau…?-Sin querer, Kaoru presiono uno de los botones de la maquina produciendo de esta manera que se activara y comenzaran a generar ruidos extraños.
Todos los niños miraban aterrorizados la máquina y los fuertes sonidos que producía, de un momento a otro un gran portal se abrió en la habitación succionando a todos los que se encontraban ahí.
Daisuke, en su último pensamiento antes de caer inconsciente por la presión del portal, abrazo fuertemente a su hermana protegiéndola de cualquier impacto si es que llegaba a ocurrir y con su otra mano tomaba el brazo de su primo, de esa manera si caían en alguna parte al menos estarían juntos.
-*No se preocupen chicos, yo los protegeré*