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Volver a amar por nyusbon

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Notas del capitulo:

hola a todos he a qui despues de mucho tiempo el sig capitulo "MILO" en el cual hablare un poco de Milo y su pasado 


espero que se de su agrado :)

-¡Milo! ¿Te encuentras bien?-


-Tranquilo Aioria solo resbale, yo lo sien…-  le busco sin obtener respuesta-


-En ocasiones eres muy torpe Antares-


Volvió el rosto enseñando su perfecta dentadura blanca a Afrodita quien con desgano le ayudo a ponerse en pie.


-¡Es… espera!- grito al ver a lo lejos a aquel chico de cabello fuego con quien chocara a su llegada, observándole perderse entre la gente.


-Sera mejor que te apresures el tío Manigoldo nos espera y hoy no parece estar de buen humor-


-Sabes, que es extraño como Afrodita y si llegamos tarde nos armara lio-


-!Te escuche Aioria!-


-jajajaja- rieron al ver la cara de Afrodita


El camino a casa nunca le pareció tan reconfortante, había pasado toda su vida en viajes constantes, siempre alrededor del mundo en los mejores internados de Suecia, Francia, Inglaterra y cuanto lugar se le ocurría al buen tío Manigolgo, extrañaba en demasía Grecia el lugar que le vio nacer, extrañaba su hogar y los cortos periodos que pasaba en Tebas, al lado de Aioria y Afrodita, nunca logro entender porque Sisyphus y Manigoldo le mantenían alejado de su hogar, sin mencionar que le era prohibido preguntar acerca de sus padres…


-Al fin en casa- soltó un gran suspiro al ingresar a la exclusiva torre de departamentos donde a su llegada le esperaban con una gran sonrisa.


-El hijo prodigo vuelve a casa, Milo ésta de vuelta- sonrió acercándose a Milo girando las grandes ruedas de su silla  quien por su parte y con una gran sonrisa se inclinó para recibirle con un fuerte abrazo.


-¡Te eche de menos!-


-Hey pero miren nada más Milo Antares ha vuelto a Tebas, es hora de ponerse a temblar jaja-


-Hey no exageres Sisyphus-


-Bienvenido a casa-


Cansado y algo emocionado por volver subió las escaleras a lo que era su habitación, al entrar se dejó caer en su cómoda y amplia cama, todo permanecía intacto, tal cual lo había dejado la última vez que partió, se recostó de lado y observo por largo rato la foto que sobre su cómoda se encontraba donde se le podía ver en brazos de su padre un hombre igual a él, con su cabellera alborotada y una gran sonrisa en sus labios.


-¡He vuelto!, hubiera sido genial que estuvieras aquí- suspiro, al tiempo que giraba su cuerpo quedando boca arriba, perdido en sus pensamientos hasta quedarse dormido…


-Es increíble cómo pasa el tiempo Sisyphus, Milo ha crecido tanto que podría jurar que la reencarnación de Kardia-


-Aunque odies admitirlo su mirada es la misma que la de Artemisa, noble y cariñosa-


- Puede que tengas razón Sisyphus, sin embargo el que esa pérdida fuera su  madre se convirtió en su mayor desgracia, si no fuera por ella Alba… Kardia estaría entre nosotros y Afodi..- su voz quebró imposibilitándole continuar..


-Sin Artemisa Milo no estaría aquí, todos perdimos algo aquel día…-


 


-FLASHBACK-


22 año atrás


-Estoy seguro que harás un gran trabajo Kardia-


-En que momento le dejamos todo a este cabeza de manzana, debí estar bastante  ebrio al votar por ti –


-Vamos Manigoldo, Albafica tiene razón Kardia es el mejor para este tipo de asuntos-


-Si tú lo dices-


-Jajajaja vamos cangrejo no debes desconfiar de mi acaso no soy lo suficiente atractivo, nadie se atreverá a tocar este bello rostro-


-Jjajaja- rieron al unisono ante las ocurrencias y tonterías dichas por su ahora líder.


 -Observa como lo hago- amenazo al tiempo que le abrazaba y daba una lengüetada en su mejilla derecha


-¡Diag!-


-Lo ves no ha sido nada difícil-


-jajaja- rieron al observar la cara de asco de Kardia ante la acción del siempre bromista Manigoldo


La velada transcurría amena, entre risas y planes la noche caminaba lenta, la alegría que le embargaba a los presentes era notoria sus rostros se mostraban satisfechos al saber que todo lo que habían defendido por años se encontraba en las manos correctas.


Sin embargo toda felicidad nunca es eterna…


El gran portón se hizo sonar, golpes desesperados llamaron su atención todos los presentes se pusieron en guardia, sabían que más de un hombre iría tras de ellos, todos rodeaban a su ahora líder defender su vida era la prioridad de cada uno de ellos aquel que encabezaba la defensa era Sisyphus portando siempre hábil y elegante su arco y fecha, detrás de él se encontraba Manigoldo y Albafica quienes eras unos maestros si de armas se hablaba.


-No ha pasado ni un día y ya nos han invitado a la fiesta, esto es excitante no lo crees cangrejo-


-JAJA que comience la fiesta-


 La oscuridad y el silencio reinaban en la guarida de los sanguinarios, pacientes esperaban el ataque de aquel que  intentara atacar…


Golpes desesperados volvieron a irrumpir, golpes cada vez más débiles, una voz apenas audible les hizo bajar la guardia.


-¡Ayúdenme por favor!-


-Espera Kardia- Gritaron al ver como Kardia se acercaba a abrir el portón al escuchar la voz de una débil mujer.


-¡Es una trampa!-


Sus ojos se llenaron de terror al observar a aquella bella mujer caer ante él, desnuda y cubierta en sangre.


-Ayu… Ayudame- logro pronunciar antes de caer desmayada.


Rápidamente Sisyphus, y Albafica se acercaron a él tratando de protegerle, al tiempo que Manigoldo salía a toda velocidad a inspeccionar las afueras del lugar, sus ojos se llenaron de terror al ver a Kardia cubierto en sangre pensando en que tal imprudencia le había costado la vida, sin percatarse que la sangre era de tan bella mujer.


-¡Estoy bien!- grito sin dejar de sostener a aquella dama.


-¡Libre!, no hay nadie fuera, es.. esperen un momento- hablo alarmado apuntando su arma y acortando cartucho en la cabeza de la mujer- A un lado Kardia, es una trampa ella.. ella es Artemisa, esto debe ser obra de Radamanthys- 


-Radamanthys- hablaron al unisono


-Así es, ese bastardo sí que es astuto, no se podía esperar más de él y esos estúpidos gemelos


-¿De qué hablas Manigoldo?-


-Hace 7 años Radamanthys y los gemelos visitaron Italia con el único propósito de matar al viejo, todo a causa de la rubia quien llego pidiendo ayuda con falsas heridas, el viejo tubo compasión y meses después entraron a la guarida acribillando a todo aquel que se le oponía, todo bajo las ordenes de Thanatos la mano derecha de Radamanthys, el estúpido pretexto que usaron fue  esta mujer-


-¡La masacre de Castelluccio!-


-Todo fue debido a ella- grito con odio apretando los dientes- apártate Kardia no lo diré nuevamente-


-¡Espera Manigoldo!-


-A un lado-


-Entiendo cómo te sientes pero no debes actuar por impulso puede que esta vez sea verdad observa su estado-


-No lo repetiré, no escuchare tus palabras Sisyphus, a un lado Kardia-


-Detente Manigoldo- le sujeto haciendo que el disparo dado rosara el brazo de Kardia-


-Suéltame Albafica-


-Tranquilízate, quizá podamos usarla a nuestro favor, ella puede ser la pieza clave-


Escuchando sus palabras salió enfurecido de aquel lugar, odiaba perder, pero quizás Albafica tenía razón y gracias a ella podría llevar a cabo su venganza…


Los días trascurrían lentos  aquella joven rubia luchaba por su vida en la gran residencia Antares, las heridas ocasionadas eran profundas, tanto que a cada respiración su vida se apagaba lentamente…


-Empiezo a creer que Mnaigoldo tenía razón debimos dejarla morir aquel día-


-¿No hablas enserio, verdad Sisyphus?-


-jajaja- rio- Nunca pensé que un hombre como tu pudiera caer en el juego del amor-


Sus mejillas se sonrojaron al escuchar sus palabras – Espera no es lo que tú, no… no me digas tú crees que yo..-


- Kardia… recuerda que siempre contaras conmigo- palmeo su espalda y salió dejándole    


 El tiempo parecía correr los días se convertían en años, años en los cuales el amor entre Kardia y Artemisa crecía a pasos agigantados, todo temor de ser atacados se desvanecía cual suspiros al viento…


Sin embargo en un mundo de asesinos la felicidad de un hombre puede morir al sonido de un disparo…


El jardín principal se encontraba exquisitamente decorado, el día había llegado Kardia unía su vida a Artemisa aquella mujer que había logrado robar el corazón del que una vez se hizo llamar indomable.


-Déjame decirte que no apruebo en absoluto esta estupidez, esa mujer solo traerá desgracias-


-Vamos Manigoldo no seas pesimista-


-Juro Alba-chan que no me tentare el corazón en meterle una bala entre los ojos, si a causa de ella sucede algo malo- 


Las campanas sonaron y con ellas la unión de dos corazones los cuales se juraron amor con la luna como testigo…


Los años transcurrían y con ellos la felicidad de los sanguinarios aumentaba, ya que con ellos llegaban a este mundo los que con orgullo continuarían su legado, los tres pequeños herederos del poder, Aioria el mayor de los tres quien contaba con un año de edad cuando entre gritos y sangre el heredero y pequeño líder llegaba a este mundo.


-Este enano si que es feo, es idéntico a ti-


 -¡Manigoldo!-


-¡Jajajaj!-


Las risas se hicieron presentes en el gran salón, todos se encontraban felices con el nacimiento de Milo el primogénito de su gran amigo y compañero de Armas.


-Aioria tiene un feo compañero de juegos, no es verdad pequeño enano, espera, espera pero que tenemos aquí otro enano feo, el pequeño y calvo Afrodita eres idéntico a tu padre-


-¡Excepto por lo calvo!-


-También tu Sisyphus-


-jajaja- rieron a carcajadas ante las ocurrencias de Manigoldio


La felicidad era tal que por un momento se olvidaron de todo, bajando la guardia ante los años de paz…


Manigoldo había descubierto la felicidad al lado de Albafica y el pequeño Afrodita, ya que al nacer su madre les había abandonado quedando completamente solos, encontrando Albafica refugio en su compañero de armas quien sin darse cayo rendidamente enamorado, no solo de él si no del pequeño al que ahora juraba proteger con su vida.


Sisyphus por su parte había concebido a Aioria con una mujer humilde de nombre Sasha quien al poco tiempo de conocerle juro luchar a su lado protegiendo y sirviendo a los Antares, dándose con el paso del tiempo la felicidad eterna al nacer el pequeño castaño…


Pero bajar la guardia y confiar en Artemisa traería consigo el peor de los duelos para los sanguinarios…


-Son unos inútiles, han pasado 2 años, desde que esa maldita huyo y ustedes no han podido localizarle-


Grito a todo pulmón al tiempo que arrojaba todo lo que encontraba a su paso


 -Mi señor no debe alterarse de esa forma-


-Son unos completos…-


-La respuesta es Tebas- puedo escuchar su voz la cual le había interrumpido


-¿Tebas?-


-Artemisa se encuentra escondida en Tebas, en la residencia de Kardia Antares-


 -Así que la pequeña zorra se encuentra en Tebas- pensó para si –


-Aún hay algo mi señor-


-¿he?-


-Artemisa… La señora Artemisa es ahora la esposa de Kardia Antares y no solo eso es madre del primogénito de Kardia-


-Que has dicho… que fue lo que dijiste- Grito enfurecido- ¡Haaaa! maldita sea su estampa juro que me las pagaras acabare con todo lo que amas comenzando con ese bastardo,  es hora de hacer una visita a Grecia Hypnos Thanatos preparen todo.


-¡Si mi señor!-


-Juro que me las pagaras, nuca perdonare lo que has hecho- apretó los puños volviendo el rostro hacia el jardín donde corriendo y riendo se encontraban sus dos pequeños hijos Saorí de 12 y Hades de 7 siendo este último hijo de ambos.


Las copas se alzaron y los globos fueron soltados todos reían y celebraban en el jardín hasta que cierta voz interrumpió tan feliz momento.


-¡Bravo!- grito aplaudiendo de forma sarcástica –


-Ra..Ra..- sus ojos se llenaron de terror al verle, durante dos años pensó que podía ser feliz olvidándose de su terrible pasado sin embargo, su pasado le había logrado alcanzar de nuevo…


-Radamnthys maldito- grito al tiempo que sin pensar apunto  con su arma la cabeza del alemán – Sabia que todo se trataba de una maldita trampa, has de saber que nunca baje la guardia no desde aquel día-


-Jajaja, eres patético al igual que el viejo estúpido de Sage-


-Que has dicho no permitiré que hables así de él- enfurecido golpeo el rostro de Radamanthys haciéndole caer.


-Esto se acaba aquí, por fin podré llevar acabo mi venganza-


-Si yo fuera tu bajaría esa arma- sentencio haciéndole volver el rostro, su ira hacia Radamanthys le habían nublado los sentidos haciéndole bajar la guardia, Thanatos a quien odiaba profundamente sostenía al pequeño Afrodita amenazando con matarle, tal descuido le hacía permanecer a merced del ejercito de Radamanthys.


-Que es lo que quieres aquí Radamanthys será mejor que te largues si no quieres morir-


-Jajaja no me hagas reír Antares, observa bien a tu alrededor tus patéticos camaradas han caído ante mi-


Hablo en tono de burla al mostrar que Hypnos sostenía a Albafica amenazando su cuello con un filoso cuchillo el cual había ya logrado hacer una pequeña herida, Manigoldo debido a su descuido  se mostraba atrapado bajo el arma de Thanatos quien amenazaba con matar al pequeño Afrodita ante cualquier movimiento, Valentin mejor conocido como la arpía sostenía a Sasha y al pequeño Aioria, dejando imposibilitado a Sisyphus, por su parte y en un rápido movimiento Radamanthys sostenía al pequeño Milo dejando sin oportunidad  a Kardia. 


-Así que la pequeña ramera huyo de casa para jugar a la familia- grito enfurecido golpeándole el rostro haciéndola caer ante los ojos de Kardia.


-¡Eres un maldito!-


-Si yo fuera tu no movería ni un solo dedo, si no quieres que este bastardo pague las consecuencias- amenazo colocando su revolver en la pequeña cabeza de Milo


-Juro que si no te largas en este momento acabare con todo lo amas-


-Todo lo que amo murió hace mucho cuando esta ramera huyo dejándome y a su pequeño hijo-


-Basta Radamanthys, iré contigo no les hagas daño- suplico acercándose a sus pies abrazándose a ellos con su rostro lleno de sangre y lágrimas en sus ojos –Calla por favor…- suplico


-¡Suéltame!- le pateo –Jamás te perdonare Artemisa- Así que estúpido no lo sabe, ajajaj pobre diablo enamorado de una ramera quien juro amarme, enamorado de una ramera a quien solo le interesaba el poder y por ello se embarazo para asegurar un futuro, un futuro que dejo a merced del odio y el olvido…-


-¡Detente por favor! ¡Calla!- suplico-


-Si Hades sufre esta bastardo también lo hará- grito cortando el pequeño brazo de Milo.


Sus rostros mostraban terror al ver la acción de Radamanthys, Manigoldo al ver la sangre y escuchar los gritos del pequeño logro soltar el agarre del cual era sometido, al igual que Albafica quien recupero al pequeño Afrodita disparando a Hypnos justo en el corazón, la confusión generado por el disparo le dio la ventaja a los sanguinarios, quienes poniendo su vida en riesgo y cumpliendo con su juramento se pusieron en guardia para defender al pequeño Milo.


-¡Corre Abachan!- grito lleno de terror al ver como Thanatos le atravesaba por la espalda con una daga, cayendo, logrando sostenerle evitando que ambos cayeran.


-¡Alba…Albachan- sus ojos derramaban gruesas lagrimas que cual lluvia caía sobre las mejillas de Albafica.


-Cuida de él Manigoldo, tt…te lo encargo- sonrío en su último suspiro marcando una sonrisa en su rostro


-¡Ahaaa, ALBAFICA- grito, el dolor y la ira le habían cegado, sin pensar sostuvo al pequeño en brazos y camino directo a Artemisa quien yacía en el suelo con el rostro ensangrentado y completamente en shock…


-Sisyphus debes salir de aquí toma a nuestro hijo y al pequeño Milo ellos deben permanecer a salvo, en especial el pequeño Milo- hablo con dificultad, ya que una bala había logrado herirle en el costado derecho, puso a Aioria en sus brazos poniéndose en pie.


-No Sasha juntos cuidaremos de nuestro pequeño, lo veremos crecer y  y…-


-Debes ser fuerte Sisyphus, sé qué harás un excelente trabajo con él, ahora…. ¡CORRE!- grito llena de coraje, sosteniendo el arco y flecha de Sisyphus disparando la flecha justo en medio de los ojos de Valentin quien en antes de recibir  la flecha disparo en su contra justo en el corazón.


Los golpes a puño limpio eran esquivados por Kardia y Radamanthys quienes con odio certeros golpeaban el cuerpo del otro.


-Ella es mía cometiste un grave error al enredarte con ella Antares-


-No escuchare tus palabras Radamanthys, te matare y tomare tu territorio como mio jamás te permitiré que lastimes a mí hijo-


-Tú has destruido mi familia al robarle su madre  al mio y ahora yo tomare la vida de tu maldito bastardo y  así todo cuanto amas será de Hades, ese maldito engendro será su sirviente personal lamiendo sus pies siempre a la sombra de un gran hombre, tu hijo no será más que una basura en el mundo de los Wyvern-


-Nunca te permitiré que lo dañes- grito lleno de ira jamás permitiría que alguien como él se expresara a si de su amado hijo, saco  de su saco una pequeña daga con un escorpión de oro como mango, mostrando 14 diamantes y 1 rubí haciendo a lución a las 15 estrellas que marcaban su constelación, -muere- grito corriendo y cayendo sobre él logrando apuñalarle 15 veces, lleno de sangre se puso en pie y corrió donde Artemisa tomando al pequeño Milo en Brazos.


-Debes ser fuerte Artemisa ponte en pie-


-Déjame aquí Kardia, no merezco tu perdón no merezco nada de esto-


-Con un demonio ponte en pie-  grito, las últimas palabras dichas por el líder Antares…


-Te dije que no serías feliz- cayó al suelo tirando el revólver con el que daría muerte a Kardia, con su último aliento sostuvo su arma y disparo a quemarropa dando justo en el centro de su pecho.


Los ojos de artemisa se llenaron  de terror al ver a Kardia caer y al pequeño Milo rodar por el suelo.


-¡Kardiaaa! Gritaron al verle caer


-Te dije que no me tentaría el corazón para meterte una bala entre los ojos, por tu maldita culpa Kardia está muerto no mereces vivir- grito al tiempo que cortaba cartucho y dispara en la cabeza de la rubia-


-¡Sashaaaa!, no no nooooo-


-Arriba Sisyphus debes ser fuerte debemos salir de aquí, Kardia está muerto al igual que Al…Al…Albafica- su voz se quebró- debemos continuar y cuidar de estos tres Milo sangra no podemos perder más el tiempo.


Destrozado y como si fuese un espectro se puso en pie sosteniendo en sus brazos al pequeño Aioria y al pequeño Milo.


-A donde creen que van, no permitiré que el hijo de Antares viva- corrió a toda velocidad hacia Sisyphus con toda intención de matar  al pequeño Milo, elevando su instrumento favorito una poderosa y filosa catana.


-¡Sisyphus!- grito salvándole la vida siendo el quien recibiera el corte, perdiendo ante este su pierna derecha en in limpio y certero corte-


-¡Manigoldo!-


-Corre, salva a Milo y a Afrodita-


--No dejare que huyas-


-Tú morirás aquí - sujeto el arco y flecha de Sisyphus y por primera vez dio un tiro certero dejándole ciego al rozar la flecha en su ojo izquierdo…


  -Con un demonio sal de aquí Sisyphus-


-No te dejare Manigoldo- destrosado al ver a Sasha en el suelo y recordando sus palabras tomo a los pequeños en brazos y a Manigoldo en su espalda, saliendo dejando todo de tras…


-Eres un maldito Sisyphus-


-Jajaj no permitiré que me dejes solo al cuidado de estos tres-


- jmjm Eso sí que será una tortura- rio con dificultad.


-Debemos ir donde el Sid en Galicia es lo último que nos queda-


-Ese maldito y su rectitud seguro nos armara lio por dejar morir a Kardia…


-Jajjajaj-


END FLASHBACK 


 La noche caía lentamente en Tebas, las lámparas automáticas comenzaban a encenderse dejando de lado la oscuridad de las calles, la estancia del pequeño departamento se llenaba con un delicioso olor a té de limón, el cual  le hizo despertar lentamente de su profundo y reconfortante sueño.


Abrió los ojos y estiro los brazos tratando de ubicar el lugar en donde se encontraba,  dibujó en su rostro una sonrisa boba y apretó los ojos, amaba aquel delicioso aroma el cual le recordaba su infancia, cuando niño, Manigoldo antes de dormir daba una tasa del delicioso té y narraba historias fantásticas acerca  de su padre, historias de un hombre increíble que vio el final de su vida como todo un héroe salvando la vida de millones de personas dando la suya propia…


Hipnotizado por el olor y los agradables recuerdos se puso en pie y camino hacia la puerta, deteniéndose al ver que sobre su pequeño equipaje (su saco de manzanas)  yacía un objeto brillante el cual robo por completo su atención, se inclinó y lo tomo entre sus manos, un pequeño dije de oro blanco en forma de estrella donde debajo de ella se podían ver dos ondas de agua en las cuales podía leerse “YOURS EVER”… por largo rato lo observo preguntándose el origen de dicho objeto, cuando como si un rayo llegara a su memoria recordó la tarde a su llegada…


 

Notas finales:

Espero que este capitulo hya sido de su agrado 


muchas graicas por leer 


nos vemos en sig. capitulo el cual llevara por nombre encuentros 


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