Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Paro de emergencia por Shinjimasu

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Parte I

Parecería patético, pero era la primera cita que tenía con Yoshio.

Habíamos pasado tanto tiempo tratando de resolver nuestros problemas que nos olvidamos por completo de salir a divertirnos, aunado a que empezamos a vivir juntos prontamente. Pensándolo de esa manera no había necesidad de salir si ya permanecíamos juntos todo el día. Ese fue mi motivo principal para hacerlo ahora.

Había ahorrado lo suficiente para ir a comer a alguna parte del centro y consentirlo lo mejor que pudiera: quería que fuera caprichoso.

Recorrimos varias calles y entramos a muchas tiendas. En un principio lo noté cohibido, haciéndome pensar que probablemente no olvidaba a Fukui. Después de todo nos había causado muchos problemas desde el principio y no verlo desde hacía un buen tiempo era algo que Yoshio no podía dejar pasar. Me hubiera gustado decirle que era un asunto del que ya me había encargado, pero preferí seguir manteniéndolo como un secreto, así que actué lo más normal que pude para evitarle preocupaciones. Después de un tiempo se acostumbró y todo transcurrió como debía ser.

Ver su rostro alegre fue sin duda la mejor parte.

Recorrimos la costa, algunas tiendas de juguetes (a veces Yoshio en verdad parecía un niño) y terminamos encontrando un lugar para comer cerca del parque. Ordené y en cuanto trajeron la comida sonó mi celular.

-No tardaré. Empieza sin mí- le dije al darme cuenta del número de Konoe. Me alejé lo suficiente y respondí.

-Hola ¿Es pizzas Castillo?- respondió la voz chillona del otro lado.

-Qué gracioso…- contesté sin dudar que era Konoe.

-Soy carismático por naturaleza, deberías al menos seguirme la corriente-

-Ahora no puedo hacerlo-

-¿Estás con tu Príncipe? ¿O con la policía?-

-Con la policía, dicen que si no dejas de hacerte el gracioso irán a buscarte-

-Buu… que mal sentido del humor- respondió en un puchero –Como sea, nuestro amigo se quedará lejos por un poco más de tiempo junto con sus compañeritos-

-¿Todo está bien?-

-Si te refieres a si los maté la respuesta es no, aunque ganas me sobraron. Recordaba a ese mocoso más amigable-

-Me sorprende que tuvieras problemas- contesté con burla mirando hasta donde estaba Yoshio -¿Te encuentras bien?-

-Agradezco tu preocupación, pero soy demasiado genial como para fallar una misión. Gracias de cualquier forma- dijo –Lo importante ahora es que seguirás sin verlo por un tiempo… aunque sinceramente no sé por cuanto-

-Después me encargaré yo mismo- respondí –Konoe, muchas gracias-

-Ni lo menciones- contestó dejándome escuchar una voz suave de eco –Debo irme, cualquier cosa no dudes en llamar ¿Sí?-

-Lo haré, gracias- agregué antes de colgar. Supe que esa otra voz era Taichi, pero no quise comentarle nada. Me sentía muy aliviado al saber que Fukui no me molestaría en un tiempo.

Suspiré y volví hasta donde Yoshio, dándome cuenta de que no había empezado todavía.

-No debiste esperarme- dije besando su frente, pero su expresión era diferente a la esperada -¿Te sientes bien?-

-Oh, sí, estoy bien… solo perdí el apetito-

-¿No comerás?- pregunté sin entender -¿Yoshio?-

-Las personas me miran- dijo en voz baja -¿De verdad me veo tan extraño?-

-Temo que sí- respondí moviendo mi silla para quedar a su lado –Eres demasiado encantador como para pasar desapercibido. Fallé en mantenerte lejos de la vista de los curiosos; no los culpo, cualquiera se distraería al ver un chico tan lindo-

-No es divertido- respondió sonrojado cuando se volteó hacia el lado contrario a mí.

Por supuesto no mentía, sin embargo fue lo primero que se me ocurrió para evitarme el coraje de saber que esa gente estúpida lastimaba los sentimientos de Yoshio de esa forma tan inconsciente, mirándolo como si se tratara de algo anormal.

Cambié la conversación y logré distraerlo lo suficiente para así disfrutar nuestra comida en paz. No quería problemas durante el día, no ese día.

 

 

Parte II

Al salir del baño me sentí descansado. Pasó mucho desde la última vez que tuve un día así e irremediablemente imaginé que a partir de ese momento tendría muchos más. Recordé vagamente años pasados cuando yo compartía el cariño de una familia, pero esos días estaban demasiado alejados de mí y yo prefería que fuera así.

Sequé mi cabello hasta llegar a la cama, vestido únicamente con un pantalón para dormir. Yoshio estaba sentado del otro lado evitando mirarme. Él se había bañado antes que yo, así que solo llevaba puesta una larga camisa en lugar de la pijama que juraría ya tendría puesta antes de que yo saliera.

Lo miré y toqué su hombro con la punta de mis dedos -Soy yo o… me da la impresión de que no traes nada más puesto- sonreí sentándome atrás de él sobre la cama.

-E-Estaba por vestirme- contestó poniéndose de pie para sacar su ropa de la cajonera.

-Qué lástima- dije sin quitarle la vista de encima. Lo notó y se detuvo, regresando a la cama junto a mí.

-¿Puedes dejar de verme? Quiero vestirme-

-¿No quieres que te vea desnudo?- pregunté moviendo el cabello de su rostro antes de meter mi mano debajo de su ropa –Podría ayudarte a cambiar-

-Estoy bien así-

-¿De verdad?- pregunté bajando el cuello de la camisa para besar su piel.

-T-Tú lo haces aunque yo no quiera-

-Entonces prefieres ser tocado a ser visto- respondí alejándome y recostándome a su lado –Puedo esperar-

-¿N-No lo harás?-

-Si no quieres, no- contesté pasando mis manos detrás de mi cabeza –Sería malo para mí hacerte enojar, aunque no tanto como lo será para ti cuando por fin pueda tocarte de nuevo-

Vi en su rostro cierta incertidumbre antes de cerrar mis ojos. En verdad quería hacerle el amor a pesar de lo cansado del día, pero no podía forzarlo si él estaba inseguro. De hacerlo terminaría por arruinar el día; o al menos eso creí antes de sentirlo subir a mis piernas.

-¡Quiero hacerlo!- dijo inclinándose hacia delante –Nunca me preguntas si yo quiero acostarme contigo y siempre debo resignarme ¡Ahora soy yo quien quiere hacerlo!-

No podría describir la sorpresa que me llevé. Ver a Yoshio completamente expuesto y a pesar de ello hablar de esa forma tan ruda me hizo sentir todo el cuerpo caliente.

-¿Qué propones?- sonreí moviendo la cadera para que sintiera mi endurecido miembro debajo de él.

-¡T-Te atacaré yo!- dijo entusiasmado cuando sujetó mis manos y las llevó sobre mi cabeza.

“¿Por qué no eres así siempre?” pensé con lujuriosas ideas cruzándome la cabeza. Su agarre era débil, con un solo movimiento me soltaría y lo derribaría para arrancarle la ropa, pero quizá pensar en ello y no hacerlo era lo más excitante de todo.

Besó mis labios y bajó por mi cuello haciéndome cariños. Mordió mis pezones en cuanto sus manos me bajaron el pantalón y siguió por mi abdomen hasta sentirlo en mi cadera. Sus manos me rodearon rápidamente y comenzó a lamerlo pasando su lengua alrededor y desde la punta hasta la base. Los tiernos sonidos que emitía empezaron a llamar mi atención más de lo normal y me condujo a una pronta necesidad de eyacular, así que lo detuve antes.

-¿Por qué?-

-Porque quiero entrar ya- respondí enderezándome haciéndolo sentarse de nuevo sobre mi cadera –Ha pasado tanto tiempo que no me conformaré solo con tu boca-

-Shingo, es-espera- pidió –Usa tus dedos antes-

Me pareció una propuesta muy provocativa aparte de necesaria, así que toqué mi miembro para cubrirme los dedos con mi propia lubricación y prepararlo; cuando Yoshio se hizo hacia atrás para recostarse lo detuve.

-Lo haremos así-

-¿Eh?- alcanzó a dudar antes de hacerlo apoyarse sobre sus rodillas y sujetarse por mi cuello –¡E-Espera! En esta posición…-

No quise escucharlo y comencé a rozar su entrada. Se estremeció de inmediato y dejó caer parte de su peso contra mí mientras se quejaba en voz baja. Poco a poco introduje mis dedos y empecé a moverlos, jugando dentro de su cuerpo.

-Shin-Shingo… e-espera, despacio… duele- jadeó separándose apenas lo necesario para que comenzara a besarle el pecho.

-Pronto se sentirá bien- respondí llevando mi mano libre hacia sus erectos botones para acariciarlos. De inmediato se estremeció, provocándome un deseo intenso de seguirlo tocando. Lo habría dejado si, de pronto, no hubiera sentido resbalar algo húmedo por mis dedos. Me detuve solo para fijarme en lo que sucedía –Yoshio…-

-¡N-No! ¡No mires!-

-Pero… tú estás…-

-¿Y qué esperabas?- se quejó terriblemente avergonzado, incluso parecía sollozar –¡Mi cuerpo se ha vuelto extraño!-

-Yo diría perfectamente normal- respondí besándolo antes de reanudar el movimiento de mis dedos. Sabía que para él todo esto era difícil de aceptar y lo que menos quería era incomodarlo, mucho menos en ese momento. Pinché su pezón durante nuestro beso y sentí una traviesa gota resbalar por su piel. Sonreí y llevé mis labios hasta su pecho, atrapando su areola.

-Sh-Shingo…-

-No podemos dejar que se desperdicie ¿Verdad?- agregué chupando su piel. Gimió de inmediato y me sujetó con fuerza, obligándome a seguir.

Era tan adorable que solo podía pensar en hacerlo sentir bien, estrecharlo lo más fuerte que pudiera y entregarme por completo a nuestro momento. Jugué con sus pezones un rato, bebiendo su delicioso sabor hasta que lo sentí listo. Sujeté su cadera y después de acomodarlo sobre mi punta lo ayudé a bajar lentamente.

-Sh-Shingo…- me llamó una vez sentado sobre mí –De esta manera… no puedo moverme, no sé cómo-

-Está bien, solo sostente de mi cuello- respondí pasando sus brazos por detrás de mi cuello, viéndolo de frente. Deslicé mis manos por su torso y empecé a moverme, provocándole varios gemidos que en un principio trató de contener.

-N-No… no te muevas así- pidió, pues sabía que no duraría mucho sin correrse. Decidí no hacerle caso mientras trataba de contener el impulso de reír en voz baja.

-Estás más apretado de lo usual ¿Tanto te gusta hacerlo en esta posición? ¿O es porque tu vientre está tocando esta parte?- pregunté llevando mi mano hasta su miembro, provocándole un escalofrío. No quería tocarlo para evitar que se corriera tan pronto, pero mi deseo de ver su expresión cuando lo hacía comenzó a desesperarme.

-Shingo ¡Espera!- dijo entonces –No… en mi vientre, sentí algo, el bebé se movió-

-¿Lo habremos despertado?- sonreí besando su mejilla.

-¡Lo hizo de nuevo!-

-¿Entonces está celoso porque te estoy haciendo cosas pervertidas?- respondí observándolo –Siento decirlo, pero en un tiempo tendré que contenerme para no tocarte, así que ahora me aprovecharé hasta quedar satisfecho-

-N-No digas eso- se quejó avergonzado antes de que comenzara a moverme de nuevo.

-Maldición, eres tan lindo-

-Sh-Shingo…-

No me controlé y chupé sus pezones de nuevo haciéndolo gemir. Mi boca se llenó de su dulce sabor haciendo ponerme aún más duro dentro de su cuerpo, obligándome a correrme poco después. Cuando el semen salió de mi cuerpo Yoshio también se corrió; perdió fuerzas y se apoyó contra mí después de haberme apoyado con mis manos sobre la cama para no dejarnos caer. Su respiración acelerada y suaves quejidos me hicieron saber lo bien que se sintió.

Sí, me agrada enaltecer mi ego.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).