"Sabes que un día debe salir, ¿Cierto?" Jason bufó mientras escucha a Tim través del teléfono. "Bruce está de que loco buscándote.
"No quiero hablar de Bruce, Tim." Jason cansado, su voz aún era ronca, cuando cierra sus ojos escucha cada maldita palabra que Bruce le había dicho.
"Ah, lo siento. Si quieres hablar de 'él', bueno ha estado trabajando demasiado, no habla con Bruce, y sé que aún vive en aquella casa rosa.
"Es Salmon, la casa es color salmón." Jason dijo con ternura, aún recuerda como discutieron por el estúpido color. Es rosa, Clark. Clark negó, es salmón Jay, hay una gran diferencia.
Estúpidos sentimientos.
"Si, lo que sea, ya te he puesto al tanto, ahora dime ¿Que vas a hacer?" Tim dijo, Jason pudo escuchar cierta preocupación.
¿Qué haría?
"Sabes no debería de decirte esto, pero, Clark tendrá un evento el día de mañana, una nota en el centro de Gotham, en una panadería, tal vez..." Jason cerró los ojos, las palabras de Bruce...
"Jay, olvida a Bruce, la última vez que le hiciste caso, te llevo al lugar donde moriste."
Jason no dijo nada, tan solo suspiró. "Hasta luego Babybird."
Luego de colgar, solo se recostó en el piso de la bodega donde se refugiaba, odiaba este lugar, era sin color, fea y sucia, todo lo diferente a lo que es su casa con Clark...
Adora su casa, adora al maldito bastardo de Clark con sus lentes y sus mezclillas.
Esas mezclillas. Jason cerró los ojos mientras intentaba controlarse, a la mierda Bruce, a la súper mierda.
Jason se levantó y fue a tomar un baño, iría por el sexo... Solo el sexo.
"Siento que le mentí " Tim dijo con cansancio, miro a Bruce con tristeza. "Me siento un mentiroso."
"Si me hubiera dicho yo, no hubiera ido. " Alfred dijo mientras toma un sorbo de su té. "Además el Máster Jason tiene su mente como su peor enemigo."
"Tim, sé que he cometido muchos errores con ustedes, en especial con Jason, pero tan solo quiero la oportunidad de remediarlos." Bruce dijo decidido mientras se acercaba al menor. "Son mi familia después de todo."
Tim sonrió.
Cuando llego al centro de Gotham, Jason se dio cuenta de varias cosas; no había una nueva cafetería, solo había una vieja café bar de parejas; no había ningún reportero; y había solo dos personas dentro del lugar.
Y a dos personas se refería a una bella mujer, pero al carajo la mujer, Jason solo podía dirigir su mirar al hombre frente de ella, unos lentes negros gruesos, una Mirada azulina que Jay conocía más que nada, era definitivamente Clark.
El Kriptoniano volteo, seguramente había escuchado el cambio de los ritmos de su Corazón, después de todo, Clark parecía muy feliz con la maldita mujer –tranquilo, Jason se repitió, no era culpa de la fémina, era el bastardo de Clark.
Jason suspiro antes de darse la vuelta, no podía reclamarle nada a Clark, el mayor estaba en todo su derecho, después de todo, fue el quien abandono a Clark.
“¡Jason!” Esto no podía ser más cliché, Jason podía escuchar a Jane Austen burlándose de el en este momento.
Jason no se detuvo, pero joder, quería demasiado voltearse, y encararlo, decirle que es un estúpido, bastardo… y besarlo, besar aquellos labios que lo han llevado al cielo con palabras o acciones.
“No…” Jason no volteo, no lo podría encarar, no ahora que su Corazón estaba roto.
No escucho nada de Clark, Jason suspiro, pero cuando iba a girarse, Clark lo tomo del brazo.
“Mi nombre es Clark Kent, trabajo como reportero en el Daily Planet, tengo 36 años, acabo de salir de una relación muy duradera, y no lo niego, aun amo mucho a mi ex pareja, pero cuando te vi, quiero conocerte… señor…” Jason lo miro, y oh joder, aquellos ojos azules, lo miraban con sumo amor, Jason se sentía como la peor basura.
Quería gritarle que huyera, que no merecía a alguien como él, merecía una mujer como la de antes, Hermosa, y que le pueda dar la familia que él quiera, no alguien como él, con una vida de mierda, una familia que lo odia, con alguien que no puede ni con si mismo…
No te quedes a mi lado por favor…
No…
No…
No me dejes nunca más…
Clark espero… solo miraba como Jason no lo dejaba de mirar, miedo y angustia veía en los ojos aqua, en el momento en el que lo vio, Clark deseo abrazarlo, besarlo, llevárselo a la fortaleza y nunca dejarlo salir, obligarse a quedarse con él, que nadie ni el mismo Bruce se metiera en su amor.
Pero si algo tenía razón Bruce, era que no podían ser pareja, Red Hood y Superman solo se conocieron porque se necesitaban mutuamente, necesitaban ser amados, tocados, y sentirse vivos.
Lo de Red Hood, un vigilante que matar está en su lista diaria, y Superman, el hombre más humano de este planeta, esto no iba a durar, no iba a funcionar.
Jason siempre se lo reclamo, no eran amantes, novios, o cualquier cosa, solo eran un par de extraños…
Clark lo comprendió, necesitaban dejar de ser extraños, de conocerse lejos de cómo se conocían.
“… Cocino muy bien, fui criado en una granja, le miento a mis mejores amigos, no les puedo decir quién soy, pero aquí, te muestro quien soy realmente, soy Clark Kent, y estoy más que enamorado de Jason Peter Todd.”
Clark bajo la mirada, como Jason seguía sin responder.
“—Soy Jason Peter Todd, nací en el callejón del crimen, quede huérfano a temprana edad, morí a manos de un payaso, y reviví, tengo al peor padre del mundo, pero siempre lo amare, soy inestable, tengo pésimo vocabulario, me encanta leer, y ayudar como me ayudaron… Aleje a mí una pareja fija de mi vida, lo amo, es un estúpido nerd, y todo lo contrario de mi… No sé si podre corresponderte, ya que mi corazón es de él—“Clark tomo entre sus brazos a Jason y lo apretó fuertemente.
De un momento a otro, sin saber cómo, estaban en una habitación de un motel de Gotham, los labios de Clark devoraban con pasión los labios de Jason, el menor rasgaba la camisa de Clark con ansia.
Jason gimió mientras Clark lamia su cuello, como la lengua se deslizaba hasta su hombro, y como chupo dejando una marca en el hombro de Jason.
“Ahhhh, dios.” Jason jadeo mientras Clark llevaba su mano debajo de su camiseta, cuando sintió las fuertes manos en su espalda, Jason rio fuertemente. “No me voy a romper Superbobo.” Jason se burló como Clark se sonrojaba.
“No sueles hablar mucho en la cama, Jay.” Ahora fue turno de Jason de sonrojarse, Clark lo cargo mientras cambiaba posiciones, dejando a Jason encima suyo. Jason rio mientras comenzaba a mover sus musculosas caderas, haciendo fricción en ambos miembros.
“Dios eres tan guapo, tan… Ahhhh Jay.” Jason mordió su labio mientras seguía moviendo las caderas con frenesí, extraño esto, dios lo añoro.
“Jason, por favor.” Clark rogo, Jason sonrió antes de levantarse y quitarse su única prenda, Clark hizo lo mismo, pero antes de que Clark tomara el lubricante, Jason tomo su mano, y chupo un dedo de Clark, haciéndolo estremecer fuertemente.
“Quiero sentirte, joder, extrañe tanto eso.” Antes de que Clark protestara, Jason se acomodó entre el regazo de Clark, y guiaba el miembro erecto del mayor a su fruncida entrada.
“Ohh m-mierda.” Jason gimió, su boca se llenaba de saliva, hambriento de las caricias de Clark.
Sin esperar ni un momento, Jason comenzó a subir y bajar rápidamente, solo guiándose de sus gemidos y los de Clark, esta vez era diferente, todo era diferente.
Ahora no era solo dos personas calientes buscando solo reprimir sus instintos, eran Clark y Jason, una pareja que se extrañó cada minuto, no había control, no había miedos, no eran más extraños, aunque siempre lo serian, siempre.
Jason ya no se pudo mover como sentía el orgasmo llegar a su cuerpo, la sensación estremeciendo cada uno de sus músculos, Clark lo tomo le rostro y lo beso profundamente, Jason gimió cuando sintió su orgasmo llegar, y la sensación del venir de Clark dentro suyo.
“Te amo, te amo, te amo.” Clark dijo rápidamente mientras besaba cada parte del rostro de Jason.
Jason rio mientras se dejaba caer sobre de Clark, cansado como el infierno, pero satisfecho, no solo físicamente, sino de caricias, de amor.
Jason comenzó a dormitar mientras el mayor, frotaba su espalda, las palabras de amor que Clark le decía, eran como un arrullo, como promesas que llenaron de seguridad el corazón de Jason.
A la mierda Bruce, a la mierda el mundo, su hogar era Clark, y ahora no lo dejaría ir por nada del mundo.
Porque lo que más extraño eran las ideas de él y Clark juntos, un presente, y un futuro.