Los días, las semanas y los meses habían pasado desde aquel encuentro en Londres. Medio año transcurrió sin mayores cambios y la vida seguía como siempre. Pero para ellos dos, medio año se decía más fácil de lo que les había costado superar tantos momentos sin el otro.
-¡Kai! Revoluciónalo, sólo un poco más… ¡vamos!-La voz de Rei lo animaba desde las gradas casi vacías del gimnasio mientras tenía lugar un entrenamiento especial con Dranzer
-Vamos, Dranzer… -evidentemente cansado, el ruso seguía de cerca los movimientos de su bestia bit y el blade en el campo. El beyblade ya no era ni cercanamente su prioridad, sin embargo no lo había dejado pues seguía entrenando en privado y asistiendo ocasionalmente a los torneos que la BBA organizaba.
-Vamos, Kai, ¿eso es todo lo que tienes?-Bryan, que tampoco seguía de lleno en dicho deporte, provocaba a su amigo con ganas, le encantaba verlo rabiar, aunque él mismo estaba al límite ese día
Dranzer y Falborg estaban en una lucha por llegar primero a completar las 260 vueltas alrededor del circuito de obstáculos. Faltaba apenas media vuelta cuando Wolborg los alcanzó y los atacó por sorpresa.
-Yuriy…maldito- Kai seguía, con dificultades, en la carrera y ahora iba tras el lobo ártico, pues Bryan había quedado atrás.
-Ja, quién se ríe ahora, eh Kai?- al pelirrojo lo atacó Falborg y después Dranzer. Cuando faltaba menos de medio metro Kai los dejó en una pequeña disputa entre ellos y los adelantó, llegando de primero
-Ja! Siguen sin poderme seguir el paso…
-Tú, eres un maldito presumido, nunca se te va a quitar?!
-Y tú sigues siendo lento
-Si no hubiera sido por Yuriy abrías salido del plato recién empezamos la última vuelta
Los tres rusos discutían mientras, en el suelo, se habían tirado a descansar
-Vaya, eres aún más asombroso que antes, Kai- Wyatt había bajado de las gradas con los otros
-… y tú tan prendado de él- dijo Yuriy con desagrado, el castaño nunca le había agradado del todo y menos si hablaba de su amigo
-Yura…- lo reprendió el peli lavanda
-Bien hecho, chicos. Me pregunto por qué ya no siguieron en la liga, pero me agrada porque serían muy duros de vencer- Rei también se encontró con el resto
-Ja… vámonos, Wyatt. Nos vemos- Kai se levantó con ayuda de Smith y despidiéndose del resto con un simple gesto de la mano salieron del lugar.
-ese par… me enferma- las palabras del pelirrojo fueron de desagrado real
-Yura!- le volvió a reprender Bry
-Qué no te molesta?!
-A mi… la verdad sí. Pero no podemos hacer nada- Rei los ayudó a ambos a levantarse
-Ese tipo tampoco es que me agrade tanto, pero Kai parece que se encuentra bien con él, además no es asunto que nos interese
-Bryan, hablas en serio?
-Prefieren a Masefield?
-Ni en broma!- soltaron tanto Rei como el ruso
-Eso pensé. Bueno, yo también me tengo que ir, nos vemos después- se adelantó a las regaderas y se perdió de vista
-...tsk! aún así no me agrada Smith...
-Ni a mi… pero Bryan tiene razón, es mejor que
-A ese imbécil ni lo menciones, ya tengo bastante con WyattsoydeKai Smith…
Wyatt se había vuelto la sombra del ruso desde lo de Londres, no lo dejaba sólo un instante, otro poco y se mudaba a la mansión Hiwatari. Por supuesto que los primeros ofuscados fueron sus compatriotas amigos junto con el chino. Que dicho sea de paso, siempre había sentido algo por el Fénix.
**********
En Londres, el día estaba soleado e incluso un poco caluroso. En esa habitación especialmente se sentía un intenso calor…
-Brook, déjame hacerlo así…- La habitación del hotel era simple pero elegante, los colores azules en los tapices, las lámparas de tenue luz, la estancia toda cubierta de un aroma a vino de frutas y tarta combinaban con el estilo de los dos hombres que pasaban esa tarde allí
-Ahh… aum…-El ambiente tibio y gentilmente iluminada la estancia, las cortinas de gasa y él mismo daban un maravilloso espectáculo a la vista.
-¿Verdad que te gusto?… - la voz baja y la respiración de ese sujeto de cabello castaño y cuerpo de nadador embriagaban al dueño de Zeus hasta el punto en el que se encontraba: tumbado sobre los almohadones de pluma y con los ojos cerrados fuertemente- ¿tan sólo con hacer esto…
-Aah… Lyon… oh, cielos…a…
-…te pones tan mal?... – Lyon estaba dándose gusto con el manjar que tenía debajo. Masefield realmente era digno de degustar. Con el cuello del pelirrojo a escasa distancia de sus labios, susurraba y acariciaba a la vez que pasaba sus manos a lo largo del fino torso marfil
-…Sabes que sí…
-Imagina que tu cuerpo es como el chocolate mentolado… te estás derritiendo, mira…-sus manos bajaron hasta el vientre de su amante, y una de ellas acarició la ingle humedecida por su propia saliva que había dejado minutos antes, entrometiéndose y palpando la piel del excitado cuerpo
-Lyon…-jadeaba quedo mientras se dejaba llevar por sus instintos
-Eres mío, tan sólo mis manos te hacen mío…
Los ojos del inglés se abrieron de golpe al escuchar esas últimas palabras… << Eres mío…tan sólo… mío…>> La voz de Kai Hiwatari las repitió en su mente, creando eco, haciéndolo más susceptible a todo tacto…
-…Kai…aum!- un dedo de Lyon había encontrado entrada justo a tiempo para que este no se percatara del nombre que Masfield acababa de pronunciar casi en susurro
-¿Brook? ¿A quién te entregas?... a mí, sólo eres mío
<<Sólo mío… >> Volvió a decir aquella voz mientras un temblor se extendió a todo su cuerpo. Pronto él estaba sintiéndose tan sólo que se aferró, al cuerpo de su pareja en turno, de manera desesperada
-Así… así Brook…
-Así… Así no…- lágrimas se juntaron en sus pestañas sin decidirse a saltar y estrellarse sobre las sábanas <<Sólo mío, Masfield, apréndelo…>> Ojos rojos le vieron desde su propio interior con esa mirada penetrante y casi cruel. Más lágrimas le inundaban la garganta- Para..… Lyon aaah- aunque su conciente le pedía que se detuviera, su cuerpo estaba enganchado a esa sensación dominante que provocaba en él el sexo
-No… no te dejaré hasta que grites, cachorro…- <<…no te dejaré…>>
-Aah… - sintió cómo le penetraba firmemente y le ponía contra la cama, y cómo su cuerpo se unía al del francés. Sintió cómo se movía dentro suyo y la manera de sostenerlo contra la suave plancha alba… Y le dolió todo aquello “Kai…Kai…” sollozaba mientras gritaba mentalmente, mientras las manos que lo tenían lo lastimaban y a la vez le complacían, notando el olor ajeno que era una mezcla dulzona de perfume, vino y sudor. Allí tendido contra el colchón dejó por fin que su llanto manara tanto como necesitara, sin hacer mucho ruido- Basta… Lyon… Kai…- las palabras se ahogaban entre sus jadeos y los quejidos contenidos. Esto apenas estaba empezando, Lyon se tomaría su tiempo… y Kai no le escucharía.
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-Kai, vamos a comer, ya es tarde
-…Wyatt, ve a comer tú
- Kai, has estado en esto todo el día, ni siquiera desayunaste bien
-…hmp- no es que Kai no apreciara que alguien se ocupara de él pero… en realidad Wyatt lo empezaba a desquiciar. No podía hacer nada sin que el castaño lo notara y estuviera allí. Aún no sabía cómo habían pasado 6 meses sin que lo asesinara en un arranque de desesperación.
-Te pediré algo, quieres algo fresco o….? –los ojos siena del ruso le expresaron un rotundo NO-… Kai, debes comer
-Wyatt, no puedo pensar en comer, necesito terminar con esto- La voz tajante le salía natural. Debía terminar el trabajo, era de la clase de personas que hasta no terminar no se ven satisfechos y ahora estaba en medio de un importante proyecto
-Lo sé, pero si sigues así lo vas a resentir un día. Vamos, tú no tienes cabeza para pensar más que en tu trabajo pero por eso estoy aquí. Para cuidar de ti…
-…- tenía que aceptar que sólo él podía decir esa clase de cosas sin que fuera ignorado. Definitivamente ese sujeto podía mucho contra su mal carácter, quizá era hora de pensar en él más en serio…-varéniki
-¿qué?
-me apetece varéniki, hace mucho que no lo como
-mmm no sé qué es pero… está bien, traeré un poco, ya vuelvo, no tardo- y salió de la oficina muy entusiasmado.
-…hpm… ya era hora…- pensó al verlo salir. Seguro que le costaría encontrar ese platillo ruso en pleno Japón, bueno, eso le daría el tiempo necesario para terminar.
Tal vez nadie entendía cómo era que Smith y él podían estar cerca. Pero Kai encontraba secretamente reconfortante el hecho de tenerlo cerca, que pasara lo que pasara y del humor que se encontrara no lo abandonaba. Le permitía todo tipo de arrebatos y aún así, Wyatt seguía allí, con una sonrisa. Los días pasaban lentos y en realidad tristes. No se pasaban 2 años por alto tan fácil.
En ocasiones no tenía ganas de nada y simplemente se levantaba de la cama por inercia, con la mirada perdida en el cielo de la mañana. Se ausentaba entre sus recuerdos y se hundía en ese deseo arrebatador que seguía en su ser por Brooklyn… y tenía que reprimir sus deseos, sus espasmos, su tristeza y todo. Entonces su amigo aparecía y lo abrazaba, lo animaba y le daba fuerza para seguir. De pronto se dio cuenta de que a Wyatt no le importaba verlo flaquear, no esperaba que Kai estuviera entero y hasta le daba la impresión de que lo entendía. Tal vez sentía lo mismo por él. Fuera como fuera, el castaño había logrado acercarse y, aunque siempre entrometido e importunando, le mantenía entero.
-…Brooklyn… -y sin embargo, no podía olvidarle. Su nombre se le aparecía en los labios así, como en ese momento y la tristeza se apoderaba de su ser. El frío que le abrazaba el corazón se había hecho peor desde aquella vez en Londres, y los recuerdos se volvían más nítidos y desgarrantes cada vez.
-¡Ya basta, Brooklyn, no vuelvas jamás a hacer eso!
-¡¡Pues deja de acostarte con todo el mundo a mis espaldas!!
-Te equivocas, no soy como tú
-…!Serás imbécil!-lo abofeteó con fuerza
-Tú eres el que piensa eso de mi, ¿no es porque tú lo haces?
-¡Ni siquiera me dejas ver a mis amigos, ¿cómo pretendes que algo así pase?! Lo haría si pudiera- las palabras se volvieron afiladas y certeras
-Largo, si no puedes más con esto, ¡vete!
-Esa que me das no es una alternativa, sino el único camino…Kai, quédate con tu posesivismo a ver a quien convences, yo me niego a seguir con alguien que ni siquiera me cree, y aún así disfruta de tenerme todas las noches
-Me niego a soportar tus estúpidos celos, puedes irte a donde te plazca a disfrutar de ti mismo y a que te disfruten cuantos quieras, date prisa que no te va a alcanzar el tiempo para tirarte a todos…
-Eso no lo sabré hasta que lo intente y contigo atándome es imposible…-lágrimas iracundas caían de sus ojos mar. Salió de la habitación donde, minutos antes, había irrumpido al encontrar a Kai con uno de los posibles clientes de la empresa. Se habían citado allí debido a la apretada agenda de ese sujeto y tan sólo estaban discutiendo términos, pero para él, Kai era posesivo por que él mismo no le pertenecía.
-Hiwatari, hágame el favor de salir de mi habitación y olvide el contrato. Este incidente no saldrá a la luz por mi parte sólo porque le respeto, pero …-no escuchó más, salió de allí. Había perdido lo más valioso para él, pero después de todo, se había dado cuenta de que habían llegado el límite ambos y quien sabe desde cuando se habían estado hiriendo hasta ese punto. Se había ido.
-Lárgate, Brooklyn… de una buena vez, lárgate… déjame seguir…
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-Brooklyn, ¿qué te pasa?
-Nada…- el pelirrojo salía de la habitación que había compartido con Lyon minutos atrás, y la sombra que proyectaba era una de singular tristeza y resentimiento
-Vamos, no quise ser tan rudo… no te vayas así- lo detuvo del brazo y lo hizo voltear
-… No me vuelvas a tocar…-la actitud amenazadora del inglés le hizo retroceder, tenía esa capacidad cuando se encontraba de mal humor
-Brook… no te pongas así…
-¿Me escuchaste o eres sordo? No me vuelvas a tocar, es decir que ya no tienes un motivo para verme. Regresa a Francia o a donde quieras, pero no vuelvas a buscarme
-¿Por qué?... sólo…
-Sólo aléjate, ya me tuviste cuanto quisiste, ¿no? déjame en paz- se dio la vuelta y salió del cuarto y caminó por el pasillo del hotel hasta el ascensor, siendo seguido por la mirada atónita y desconcertada del francés
-¿Qué fui yo, entonces? ¿Alguien con quién te entretuviste? ¡Eh!- le gritó
-Eso, sólo uno más, pero los ha habido mejores- en ese momento el elevador abrió sus puertas y sin más se metió en la cabina, se recargó de espaldas contra una de las paredes, aspiró el olor a hotel una vez más y se dejó caer lentamente- definitivamente los hubo mejores… pero… “Kai”…