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El peso de mi libertad por MaggMagg

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Notas del capitulo:

(Capítulo resubido en esta cuenta por prolemas con la cuenta original, ya saben, no me denuncien ¬¬u)

¿Brooklyn caerá más bajo? Kai apenas figura...

-…Brooklyn, déjalo de una vez- la voz de Garland se escuchaba a través de la bocina

-No lo entiendes, no puedo

-¿No puedes dejar de ser el sujeto de una sola noche de todos los hombres gays de Londres?

-También bisexuales, no lo olvides jeje-la voz animada y el habla algo confusa denotaban su estado

-¡Brooklyn, hablo en serio!

-Y yo también, no tengo por qué mentirte, amigo…

-Al menos deja de tomar a estas horas

-No, no tomo por las mañanas, lo que pasa es que todavía no se me baja el alcohol de la sangre, ayer me hicieron tomar mucho-su acento había cambiado al usual. Y como estaba en su cama, se había tendido sosteniendo el auricular entre su hombro y cuello cara, haciendo que su voz a veces sonara menos

-Eres un desastre… y todo por ese engreído idiota de Hiwatari-Garland estaba furioso, y si Brook hubiera estado sobrio lo habría notado

-No, ni lo menciones, ese sujeto… no tiene nada que ver con esto – la amargura, que no era del alcohol, le opacó la voz

-Brook, al menos miente bien por teléfono. Mystel dijo que…

-¿Mystel? ¿Te contó que también nos acostamos?

-¡¿también lo hiciste con él?! Diablos, Brooklyn, pensé que tenía una prometida o algo así. Ya es suficiente, debes dejar de destruir así tu vida

-¡Me estás tratando como un maldito puto de esquina que se embriaga todas las noches! No te equivoques, amigo, tampoco permito que me humilles –por un segundo sonó sobrio, ese trato ya lo había recibido antes de Kai y no era un recuerdo agradable

-Vamos, esa línea te viene quedando mal. Déjalo pasar, no es el único, puedes encontrar algo mejor, por qué te encierras en ese mundo…

-No me encierro, amigo, lo disfruto… lo disfruto tanto como puedo, eso es todo

-Brooklyn… ya no lo hagas, no sé qué pretendes pero esa no es manera de llamar la atención y menos de Hiwatari…

-¡¿y quién te ha dicho que quiero que él me preste atención?! No… él no haría algo que le rebajara a hablar con uno como yo

-¿de qué hablas? Estás hablando tonterías, ¿qué se supone que haces, entonces?

-olvido, Garland amigo… olvido- la voz bajó de tono, también la bocina del teléfono resbaló entre el cuello y el brazo del pelirrojo y cayó al suelo de su habitación, al igual que sus lágrimas saladas. Mientras él mismo entraba en un profundo y doloroso sopor

-Brooklyn?... hey!... maldito…-colgó. Su mejor amigo estaba pasando por un momento demasiado malo y seguía siendo culpa de ese idiota engreído que antes lo tenía casi secuestrado… Kai Hiwatari

***

-Brooklyn… ¿Masefield? –Wyatt se había quedado de piedra en el marco de la puerta al escuchar ese nombre de los labios del ruso mientras sostenía el inalámbrico a mitad del estudio

-…llamo, luego. Gracias- colgó. Se giró para darle la espalda al ventanal que daba a jardín trasero de la mansión y quedar de frente al castaño –¿ahora escuchas detrás de las puertas?... Standford, hablaba con Brooklyn Standford de aduana, había un problema con un cargamento –aclaró mientras le dirigía una mirada severa por la intromisión y la insinuación

-… lo siento, no quise decir… su nombre, pero… -la mirada de Kai surtía efecto fácilmente en él, que estaba tartamudeando al intentar conectar las palabras y disculparse

-…- suspiró cansado a la vez que cerraba los ojos y rompía esa pose de severidad- ven acá

-…¿Kai?

-vamos, acércate

Wyatt se le acercó, nervioso y con cautela, pero cuando estuvo a un paso del ruso, este lo miró ya sin molestia y más bien con algo parecido a la resignación hacia sus actitudes y un poco de compresión, a la vez que le pasaba un brazo encima de los hombros, atrayéndolo hacia sí.

-¿Ka…- no pudo completar la frase pues le había cerrado la boca con pequeño beso que apenas duró para llamarse así. Definitivamente estaba actuando diferente a lo normal… ¿estaría enfermo?

-¿eso te tranquiliza? Vamos, vayamos a comer, que a eso has venido por vigésimo quinta vez hoy, ¿no?  De todas formas, ese incompetente no es capaz de hallar el cargamento si lo tiene enfrente…- la frialdad de sus últimas palabras le confirmaron a Wyatt que era Kai, sin embargo no pudo contestar nada en casi dos horas, porque ese beso era difícil de digerir… ese beso que Kai le había dado así, sin más, tranquilamente como si tal cosa, le había quitado la capacidad de habla; debía estar soñando y se preguntaba cuando despertaría.

***

 El teléfono sonaba impertinentemente en su habitación. Qué mal momento para llamar.

-Más… vamos…

-Masefield, eres definitivamente insaciable…

-Sí, eres un lindo zorro rojo hambriento… ¿no?

Los dos chicos que estaban con él le hacían toda clase de caricias. Sus manos eran diestras en el arte de la excitación. El hecho de que ambos fueran hermanos gemelos hacía el juego aún más interesante y embriagante.

-Mira esto- decía el que lo tenía abrazado desde la espalda como si fuera un osito de felpa –tus ojos no pueden ni abrirse…-lamió su cuello  mientras masajeaba ambos pezones

-Ah… ah ah…

-Brooklyn, tu olor es completa y positivamente excitante… tu piel… es deliciosa, y lo mejor de todo es tu naturalidad para hacerlo… sí, jadeas muy bien… -decía el otro que probaba la parte baja del pelirrojo

-Oh cielos… … ah!...- su respiración estaba al límite, sentía cómo sus pulmones le hacían una requisición urgente de más aire, pero apenas y podía hacerlo

El teléfono seguía sonando, insistente, y aunque la llamada terminaba, al poco rato reaparecía el sonoro timbre.

-Zorrito, ¿no vas a contestar? Es molesto que suene y suene... puedo hacerlo yo si estás muy ocupado, je- el que estaba más cerca del aparato levantó la bocina - ¿Si?

-… ¿Brooklyn?

-No, lo siento… está ocupado- en ese momento, un sonoro gemido del mencionado resonó en la habitación y llegó hasta el otro lado del auricular.-¿quieres dejar algún mensaje?... hola… amigo… -como respuesta sólo recibió el monótono beep de la línea vacía: habían colgado

-Ah… quien… ¿quién te dijo que podías contestar?- Masefield apenas recuperó el aliento y notó que uno de sus acompañantes había levantado la bocina, le entraron unas ganas de sacarlos a patadas. Un mal presentimiento le inundó momentáneamente la cabeza.

-¿Qué dices, zorrito?

-Salgan de aquí, ahora. No vuelvan a tocar mis cosas si no se les autoriza

-Nos “autorizaste” tocar todo lo intocable en ti, ¿qué de especial hay en el teléfono? Vamos, ven acá

-Dije que se largaran, ahora.-Se levantó y se zafó del agarre del mayor de ellos, mientras corría a quitarle al menor el inalámbrico de las manos.- Salgan de aquí.

-… ¿Voluble?... vamos, hermano, el zorrito no nos quiere aquí…- el menor tomó sus ropas y salió sin molestarse en vestirse, visiblemente molesto.

-Zorrito… la próxima vez desconecta la línea… nos vemos. –El mayor imitó a su hermano y salió de la habitación.

Por fin solo, buscó de inmediato el número que recién había marcado en la pantalla, decía “Número privado”. No podía ser. Pensó sólo en una persona que llamara y cuyo número no pudiera identificar, pero no podía ser él… no debía serlo.

***

El directorio telefónico privado de Kai Hiwatari no contenía muchos números. Como era privado sólo tenía números de sus amigos, lo que no conformaba una gran lista, y algunos números de personas importantes para su puesto en el trabajo. No era ni por poco un objeto ultrasecreto, tan sólo estaba en un lugar cómodo y a la mano, resguardado sólo de curiosos. Los objetos que no salían de su lugar mucho tiempo se guardaban en un cajón especial, que no atraía la atención si se entraba al despacho de la Mansión donde cientos y cientos de detalles exquisitos podrían fácilmente satisfacer la curiosidad. Sin embargo, el directorio, que pertenecía a ese justo cajón, había salido para ser examinado por un largo rato en manos de un castaño ajeno a todo eso.

-Wyatt, ven un segundo-llamó el joven Fénix desde su habitación

-Ya voy- respondió tan pronto guardó el ligero cuadernillo y apartó su mente de lo que recién había escuchado. Una sonrisa ligera asomó en él, y la tranquilidad le cayó poco a poco serenando sus ansias. Brooklyn Masefield realmente no volvería…

Notas finales:

Sí, los personajes son cada vez menos ellos mismos, pero ¿no es así en la vida? jeje

El siguiente capítulo moerá el tiempo más rápido y Brook... ¿perderá el juicio de nuevo?


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