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Las estaciones, Roxas por Riolu

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Notas del capitulo:

"nyan he andado flojo pero ahora si les traigo otro capitulo gente, espero les guste y nyan nyan para ustedes :3"

Las mañanas de invierno son horribles, lo primero que uno siente es estar en una cama tibia, acomodado entre las sabanas, sin ningún deseo de salir de esta, solo dejarse llevar…excepto que yo si tengo que salir de esta, me había caído agua encima, alarmado abrí los ojos notando mi alrededor, estaba en una habitación, más precisamente en la que me dormí anoche, recordé todo lo ocurrido, no había sido un sueño, mejor dicho una pesadilla, en verdad todo ocurrió y el peso de la realidad comenzó a caer sobre mí, supongo que un dolor así no se va en una noche. Antes de seguir sumergiéndome en mi tristeza escuche una fingida tos, Iris estaba a un lado de la cama mirándome molesta, me mostro su celular y note como era un poco más de las 8 de la mañana, la mire extrañado por unos momentos antes de temblar, parte por el agua, parte por su mirada.


-¿Tenemos un trato recuerdas?, entramos a trabajar a las 9:30 y no queda muy cerca que digamos, levántate, báñate y vístete, el desayuno está listo-me ordeno mientras se retiraba, contra todos mis deseos me levante, fue lo más pesado de todo, pase mi mano por mi rostro y ahogue un fuerte bostezo, estaba por quitarme la parte superior del pijama hasta que la puerta se abrió asustándome-también deberías secar el colchón, esta será tu habitación así que hazte cargo-menciono arrojándome una toalla en la cara, agradecí que no entrara más tarde, podría quedar como pervertido o peor, en la perrera como ella amenazo, solo dos cosas podían pasar en ese lugar y no las quería. Tras quitar las sabanas y secar como pude el colchón me pude meter a la ducha, me daba algo de envidia, cada cuarto tenía un baño al parecer, eso hablaba de que eran familia de dinero, lo malo de no poder disfrutar el agua caliente en una mañana helada es tener prisa, me lave para salir rápido, solo tras haberme secado caí en el hecho de que no tengo ropa, solo tenía la de ayer que estaba mojada, me quede pensativo y solamente se me ocurrió ir a buscarla, me acomode la toalla en la cintura, suplicaba que no se cayera y salí al pasillo semidesnudo, me tuve que abrazar a mi mismo, en verdad estaba helado y no quería llegar a pensar siquiera como estaría afuera, tras bajar la escalera me asome por la cocina, el olor era atractivo, mi estómago me gruño, me daban deseos de ir y comer únicamente, dando unos golpes a la puerta para llamar la atención ella volteo a verme, me miro de pies a cabeza con un claro sonrojo, más lo estaba yo y aunque tuviera la toalla no podía evitar ponerme nervioso, ella pareció comprender porque estaba así y se retiró unos momentos para volver con mi ropa seca, le agradecí para poder volver a la habitación que me dieron, avergonzado me vestí con rapidez, me sentí mejor en cuanto al frio, volví a salir al pasillo, mientras avanzaba recordé cual puerta daba a la habitación de Sora, dudando entre ir o no decidí entrar, un saludo nunca es malo.


-W-Wow-susurre por lo desordenada que estaba la cama, las sabanas estaban arrancadas, Sora estaba dormido atravesado en el colchón, los pies le colgaban de los bordes y abrazaba una almohada, incluso tenía un poco de saliva escapándose de su boca abierta, quise reírme pero me contuve, en silencio me acerque, lo tome un poco en brazos para acomodarlo, volví a taparlo pues estaba algo frio-así estas mejor ¿no?-murmure en voz baja, se movió un poco entre las sabanas roncando suavemente, recordé la charla de ayer y me sentí bien de no haber compartido habitación con él, seguramente me habría caído encima y eso habría sido feo, le di unas palmadas en su cabeza y poco a poco me fui alejando, más tarde debería pensar en cómo agradecerle lo que hizo por mí.


-…Riku-escuche como decía entre sueños, voltee a verlo curioso, ayer dijo que había estado ocupado con él, ¿un amigo o su novio?, esa duda recorrió mi mente pero agite mi cabeza quitándola, no podía ser tan intruso con quien conocí hace poco, cerrando la puesta con cuidado baje a la sala notando que todo estaba servido, le di las gracias hambriento pero ella me desviaba la mirada, la mire curioso por ello preguntando la razón.


-Sabes que una toalla no te cubre cuando subes escaleras ¿verdad?-me pregunto algo nerviosa y entonces quise morirme, la cara nunca antes me había ardido tanto y la observaba pidiendo disculpas, esto era lo más penoso de toda mi vida-calma, calma, no es algo que no haya visto antes....okey eso sonó feo, ¿hacemos de cuenta que la última conversación nunca paso?-me propuso ella y asentí con gusto, comimos en silencio hasta que ella escupió el té que bebía-¡maldita sea vamos atrasados!-grito mientras se levantaba apresurada, tomo su abrigo y me extendió uno negro a mí, lo acepte con gusto y ambos salimos corriendo, lo bueno de que fuera más rápida es que ella era la que guiaba, lo malo de que sea invierno es que las calles estaban húmedas por como ayer había llovido toda la noche, en tres ocasiones me había resbalado siendo rescatado por su mano, unas cuadras más y llegamos a un café, parecía algo mas pero no pude apreciarlo bien pues atravesamos la puerta y ella me jalo hasta una sala que decía empleados-uff a tiempo-suspiro notando en el reloj que eran las 9:29, yo en tanto trataba de recuperar el aliento, en definitiva debo hacer más ejercicio o ella con sus carreras me matara.


-Cierto, apenas pero cierto-afirmo una voz tras nosotros tomándonos por sorpresa, era una chica de cabellos negros, sus ojos me recordaban en algo a los de Sora, era muy azules, en cuanto al físico yo diría que es atractiva, no muy desarrollada pero atractiva y más baja que yo-Iris te he dicho que llegues temprano-le regaño visiblemente molesta haciendo que la castaña soltara una risa nerviosa.


-Jejeje perdón Xion, pasaron unas cuantas cosas en la mañana-dijo rascándose la nuca apenada, al instante me jalo de la mano colocándome frente a ella-él es mi amigo Roxas-me presento y sonreí nervioso-¿le das empleo?, gracias, eres la mejor, te adoro-decía como si solo mi presencia bastaba para que fuera aceptado, solté un suspiro imaginado que la iban a regañar, esa chica parecía seria pero....¿se sonrojo?, ¿será por qué estamos demasiado cerca o porque Iris no deja de decirle que la adora por su gentileza?, creo que más la segunda pues ladeaba un poco la cabeza para verla.


-Agg está bien, ¿cómo siempre me convences?-le pregunto visiblemente molesta, la castaña me observo a mí y sonrió queriendo decir que todo estaría bien, al menos eso esperaba que significara, mis nervios volvieron cuando fue la otra chica, Xion, la que comenzó a caminar a mi alrededor, sentía como si me estuviera acechando algún animal, me observaba de un modo detallado pero no tan perturbador-tiene un buen cuerpo, pero creo que es primerizo en esto de trabajo por su expresión-susurro ella observando mi rostro con detalle, estoy seguro de que mi cara lo decía todo.

 

-Preséntate-me murmuro Iris en el oído y yo reaccione en ese momento.

 

-M-Me llamo Roxas, tengo 18 años, este año entrare a la universidad a estudiar Arquitectura-iba diciendo mientras me rascaba la nuca sin saber que más decir.

 

-¿Can you speak and write English well?- pregunto con un tono bastante fluido.

 

-Yes I can, but I never talked very much with other people in this language-

 

-Es bueno, justo necesitábamos un cajero, okey le hablare a mi padre así que está contratado, puedes empezar hoy y a la tarde hablamos de los turnos y eso-me explico extendiéndome la mano y yo la acepte, no sé cómo se consigue trabajo, primera vez que lo hago pero fuera como fuera ya tenía algo que hacer mientras tanto.


Xion me llevo a un camerino donde había otro joven que solamente me sonrió para después salir dejándonos solos, desde que salí de la escuela esperaba no tener que volver a usar un uniforme pero bueno, al menos solo era una camisa blanco, un suéter negro sin mangas y un delantal del mismo color, regresamos al café y ella comenzó a explicarme todo, una sonrisa, hablar con respeto, los códigos de la caja, no tenía problema con ello, solo me ponía nervioso cuando tuviera que atender a las personas, el joven que vi antes también atendía una caja, las meseras eran una joven rubia, Xion e Iris que usaba el mismo conjunto mío solo que con una falda y su delantal cubría esa zona también, las personas comenzaron a llegar, respire profundo y cada vez que llegaba alguien a mi lado no podía evitar ponerme tenso, detestaba tener atención, cometía algunos errores pero afortunadamente aquel sujeto que estaba conmigo me ayudaba como podía, cuando pude llegar a arreglármelas un poco mejor note que la castaña hacia mala cara cada vez que regresaba para tomar un pedido.

 

-Odio las faldas-gruño ella viéndome a la cara, me reí nervioso mientras ella respiraba profundo para fingir una sonrisa y llevar los pedidos, alce una de mis cejas por esa reacción, las faldas son cosas de chicas aunque bueno, supongo que hay quienes les gustan y quienes no, pasando por alto el hecho del uniforme, otra cosa que tampoco se podrá evitar será cuando llegan de a grupos y en más de una ocasión se genera una larga fila, después estaba el hecho de tener que pensar rápido para darle su cambio correcto a la gente o si llegaban a arrepentirse cambiar su pedido, no solo era molesto, sino que tenía que sonreír y responder bien a todos, ¿tenía el ánimo para hacerlo?, claro que no, pero como toda persona en la vida, uno se aguanta y finge por su deber. A las dos horas ya pudo normalizarse todo, una ventaja que me daban es que podía beber gratis hasta tres bebidas que quisiera en mi descanso, un chocolate caliente con este frio mejoraba el ánimo, pude observar mejor el lugar, un café normal, diferentes bebidas, sándwiches, postres, estaba bastante bien arreglado, tenía una zona para comer en el exterior pero con este clima no parecía que alguien fuera a usarla, el lugar por estar cerrado comenzó a llenarse de diferentes aromas y eso me llegaba a dar hambre.

 

-Roxas tomate un descanso-me dijo Xion mientras llegaba a mi lado, me le quede mirando algo dudoso y esta me dio una palmada en la espalda-ya son las 2, anda toma algo y ve a la descansar-me indico mientras yo asentí, afortunadamente mi amiga también iba a comer así que me indico ir a un asiento más apartado.

 

-Aff al fin un descanso, estoy cansada de que me miren las piernas-bufo ella mientras yo solamente sonreía sin saber ese sentimiento-además con este frio y no me dejan usar calzas, ¿sabes lo horrible que es?, claro que no, tu si tienes pantalones-bufo ella mientras me rascaba la mejilla sin saber que reacción tener, esta solamente se rio y me dio una palmada que casi me dejo en el suelo, tomamos un sándwich y un café, más bien yo un chocolate y decidimos irnos a sentar.

 

-Oye, ¿en verdad estará bien esto?-murmure yo queriendo sacarme las dudas de mi cabeza y esta alzo su ceja confusa-es decir, solamente me presentaste y ya estoy trabajando-me explique sintiéndome algo tímido.

 

-Meh, te preocupas por nada, el papá de Xion es el dueño, a decir verdad hay otros dos locales más de estos, están generando una cadena así que empleados le vienen bastante bien-decía ella mientras le daba una mordida a su sándwich y decidí hacer lo mismo-además, ya que eres como yo seguramente será el mismo trato, de lunes a viernes, mismo salario, bla bla bla, puede que un poco más si haces horas extras pero ahí tendrás que verlo tú-me explico ella mientras yo hice un ruido de que entendí como respuesta.

 

-Supongo que no lo hare, total después de esto tengo que darle clases a Sora-dije ya más aliviado mientras ella me desviaba la mirada-…no es difícil eso ¿o sí?-pregunte yo y esta me seguía esquivando, ¿sería tan malo darle clases?, esperaba que no.

 

-¿Cambiemos de tema si?, aun no me dices mucho de ti, solo problemas con tu familia, tu amigo-murmuro dándole un sorbo a su café mientras yo mordía algo tenso-por cierto, ¿qué harás respecto a tus cosas?, no creo que puedas usar lo mismo todo el tiempo-esas palabras me hicieron caer en ese detalle, tenía toda una maleta con mis cosas, incluso mi celular estaba ahí.

 

-….La verdad no quiero ir a ese lugar-murmure bajando la mirada y sorbiendo un poco de mi chocolate mientras ella me quedaba mirando, desvió la mirada algo pensativo y suspiro.

 

-¿Y si te acompaño?-propuso ella mientras yo aún no me atrevía a encararla-no puede quedarse con tus cosas, lo otro es acudir a la policía pero eso tomara mucho más-continuo hablando y comencé a mover mi pierna claramente nervioso

 

-No tengo la llave-añadí intentando cerrar el tema

 

-¿Ustedes arrendaban no?, el dueño debe tener una copia-

 

-Estamos trabajando-

 

-Vamos después del trabajo-

 

-¡No quiero verlo!-grite dando un golpe a la mesa ya molesto, sentí como si todos se hubieran callado justo cuando hice eso pero poco me importaba-no quiero, en verdad, estaría hasta feliz de olvidar que lo conocí-murmure sin poder evitar sentirme mal, esta no dijo nada más, seguimos comiendo hasta que Xion nos llamó a trabajar.

 

-Es mayor motivo para ir ahora, si tienen algo que hablar lo hablan, si no quieres hacerlo, tomas tus cosas y te vas para siempre-dijo ella mientras sentía su mano revolver mis cabellos-y controla tu actitud, estas en público-dijo riéndose suavemente, mire de reojo y note que algunos me veían de un modo muy mal disimulado que hizo mis mejillas arder, no volví a tocar el tema, seguí atendiendo a las personas pero me quedaba muy difícil sonreír, tristemente ella tenía razón y era por eso que me sentía peor que nunca.

 

-No puedo creer que esté haciendo esto-susurre mientras ambos caminábamos en dirección a mi antiguo hogar compartido, había terminado el trabajo, había hablado con el padre de Xion sobre el trabajo pero nada grandioso a destacar, solo que pagaba semanal y eso me ayudaba, eran casi las 7, ya estaba oscuro y las nubes no me daban buena espina, pareciera casi como si anunciara que iba a llover nuevamente, como si ayer no hubiera sido suficiente.

 

-¿Que piso?-cuestiono ella y señale el tercero, esta me siguió pero sentía que caminaba muy rápido…no, era yo el lento, mi corazón palpitaba demasiado acelerado, sentía que se me iba a salir por la boca y sudaba frio, estaba asustado, temeroso pero tener a alguien cerca no lo hacía tan malo, si hubiera venido solo, seguro no habría tenido las agallas, llegamos a la puerta, me sudaban las manos pero antes de reaccionar ella golpeaba con fuerza la puerta.

 

-Mierda-gimotee por cómo era imposible no escuchar esos golpes, nos quedamos unos momentos callados, golpeo esta vez más fuerte y sentí que volvía a respirar, no pasó nada y parecía que la pequeña suerte que tuve desde ayer seguía conmigo, nos vimos de reojo y yo estaba más aliviado, no estaba al parecer-gracias Dios-esta alzo la ceja pero no dijo nada asi que fuimos con el dueño de ese piso.

 

-Ah Roxas, no te vi llegar aquí ayer-me sonrió un hombre mayor, algo canoso pero aun en sus 40, para nuestra fortuna él estaba…..bueno, casi nunca sale en lo que he vivido aquí, me quede pensando que responder pero este desvió la mirada hacia la castaña-ohhh creo que ya sé porque-dijo en un tono pícaro haciendo que me sonrojara mientras ella intentaba no reírse pero hacia muecas raras con la cara.

 

-Es una larga historia señor, disculpe la molestia pero este torpe perdió la llave de su apartamento y necesito que me devuelva algo urgente, ¿podría abrir la puerta para nosotros?-le pidió Iris juntando sus manos, me quede algo fuera de lugar por ese cambio de actitud y su tono infantil, aun así el mayor se lo creyó, le tomo un par de minutos y nos acompañó al apartamento para abrir la puerta.

 

-¿Cómo hiciste eso?-cuestione a lo bajo viendo como él se iba diciendo que tuviéramos buena tarde.

 

-¿Que te digo?, la actuación y la habilidad de mentir es de familia-dijo ella con orgullo, al menos eso creo pero no sabía cómo tomarlo realmente-ahora date prisa, yo vigilo-murmuro ella mientras se quedaba en la entrada, asentí y decidí entrar, no había ruido alguno, se sentía solitario, entre en la habitación que compartíamos, un desastre total la cama, se veía que no les había preocupado mi reacción, respire profundo para calmarme pero me arrepentí, aún estaba el aroma de ellos dos al igual que semen en ese cuarto, apreté la puerta con fuerza al igual que mis dientes por la rabia-Roxas me estoy congelando, ¡apúrate!-me grito la castaña, tuve que reprimir mi ira y decidí moverme, al menos mis cosas estaban en su lugar, lo empaque todo, incluso más rápido que cuando me fui de casa y salí del cuarto con mi maleta, revise el lugar otra vez, no entendía como un lugar que antes me hacía sentir seguro ahora se volvería un lugar que detestara de tal manera que solo quisiera quemarlo, lo último que note fue una fotografía en un marco, lo tome en mis manos, fue un regalo suyo, era la única fotografía de nosotros dos juntos, estábamos sonriendo, me abrazaba por el hombro y en parte el cuello.

 

-¿Entonces esto también fue una mentira?-susurre pasando mis dedos por su fotografía, mordí mi labio y sin poder aguantarlo más arroje el cuadro con todas mis fuerzas, se escuchó el cristal romperse, incluso el marco, el impacto en la pared y no me importaba que los vecinos llegaran a escuchar, la castaña apresurada llego asomándose por la puerta, no me importo, simplemente me agache para tomar la fotografía en mis manos, le di un último vistazo antes de comenzar a romperla, deje los trozos esparcidos por todo el lugar sabiendo que no había regreso para ello, ya no más.

 

-Roxas-

 

-Vámonos-más que una petición sonó como una orden, no quería escuchar nada más aquí, jale mi maleta mientras ella me veía, escuche como cerró la puerta tras de mí y ninguno dijo nada, simplemente nos fuimos caminando, ella me guiaba de regreso a su casa, aun con el calor del momento, aun cuando estaba molesto, había algo que debía decir-…Gracias, por acompañarme-murmure mientras esta solamente asentía, seguimos caminando, la distancia entre el apartamento y su casa era bastante grande, no llegamos hasta casi las 8, las luces estaban prendidas, al entrar vimos a Sora aun en pijama viendo la televisión junto a alguien, era un chico al parecer más alto que yo, tenía el cabello blanco y llevaba un cortavientos negro, ambos estaban en el sofá, algo juntos a decir verdad, más precisó el castaño estaba apoyado en el hombro del albino y este parecía no notarlo, cuando cerramos la puerta tras nosotros ambos parecieron reaccionar y voltearon a vernos, en ese momento pude notar sus ojos celestes.


-Ah Iris, que bueno en verte con tu..... ¿Novio?-cuestiono el albino aunque sentí algo de odio en la última palabra dirigida a mí, al menos eso creí pero luego se quedó observándome curioso y ello me incomodaba un poco.


-Si claro, estamos muy enamorado-dijo con sarcasmo mientras me abrazaba del hombro,  ambos nos vieron en shock y ella saco la lengua-era broma, es alguien que se queda con nosotros, su nombre es Roxas-me presento ella y le ofrecí mi mano la cual estrechó-él es el mejor amigo de Sora, niñero, ex-maestro y mi hermano desea que sea su futuro novio, Riku-lo presento a él mientras ambos saltamos de susto cuando el castaño comenzó a gritar diciendo que dejara de mentir, aunque el sonrojo en su cara me decía que algo de verdad había en eso.


-Bien creo que será hora de irme, no quiero ver al pobre diablo que le dará clases a Sora-se reía el albino de manera presuntuosa.


-El pobre diablo que le dará clases soy yo-gruñí molesto por ello y él se quedó en silencio unos segundos antes de tomarme de los hombros.


-Que los cielos te ayuden-me dijo en un tono tan suplicante que creía que estaba exagerando

 

-¡Hey no soy tan malo!-gruño Sora mientras sentía que ellos dos lo miraban con la ceja levantada-okey quizás un poco, es simplemente flojera-se excusó sentándose de brazos cruzados, el albino suspiro y simplemente le revolvió sus cabellos.

 

-Intenta no sacarlo de quicio, bien, será mejor que me vaya, dicen que habrá tormenta-menciono y al instante escuchamos un fuerte sonido que nos hizo callar-parece que esta vez sí le acertaran al clima, en fin, nos vemos-suspiro mientras la castaña lo acompañaba a la puerta, Sora se había acostado en el sofá con la cabeza hundida en un cojín, se notaba que se le había escapado la felicidad por la puerta.

Lleve mi maleta a mi habitación, me tire en la cama unos momentos para descansar, ya habían pasado más cosas de las que esperaba, quizás el cansancio del trabajo y la caminata extra me había terminado por derrotar, a final de cuentas solamente hacia cosas cortas en que apenas ganaba algo, era algo totalmente diferente, cerré mis ojos un momento, quería simplemente dormirme pero no podía, aun había una cosa por hacer y pese a todo lo que decían, realmente deseaba que no fuera tan malo….si lo fue.


-Agg ¿por qué no simplemente tomo el curso y ya?-gimoteaba Sora prácticamente arrojando su lápiz al otro lado de la mesa, apenas llevábamos 30 minutos en sus clases de inglés y no sabía de donde le sacaba letras a algunas palabras.

 

-Si no puedes aprender ahora, ¿cómo esperas seguirle el paso a otros?-murmure sin pensarlo, este me vio molesto y apoyo su mejilla en el cuaderno que estaba sobre la mesa.

 

-Tiene razón, básicamente lo único que te llega a servir en la escuela son las matemáticas, en la universidad tienes que aprender a estudiar a un nivel totalmente distinto-decía la castaña mientras se encontraba acostada en el sofá con su laptop, mas parecía estar aquí para vigilarlo.

 

-Pero detesto inglés, por eso solamente tengo juegos en español-bufo el molesto mientras yo entendía de algún modo ese sentimiento, aprendí mas porque me gustan las canciones en inglés y quería saber que significaba cada una, tras otra hora en que inútilmente le intentaba explicar el significado y el distinto orden para cada oración este término cerrando su cuaderno de golpe.


-Ya fue mucho por hoy-dijo y sin más se levantó caminando a la escalera, suspire pasando mi mano por mi frente, no había pasado prácticamente nada.

 

-Okey, entonces Roxas tendrá que irse-dijo Iris cuando paso cerca de ella sin no despegaba la mirada de la pantalla pero yo me sentí algo tenso-el trato era ese, él te enseñaba y se quedaba, pero si no se logra nada entonces no tengo motivos para que se quede-explicaba con una calma que llegaba a incomodar, el castaño me miro a mí, luego a ella y entonces apretó su cuaderno.

 

-No lo harías-dijo Sora mirándola molesto.

 

-Tu y yo sabemos que sí, yo soy la mayor, yo estoy a cargo-dijo en tono cortante mientras lo miraba de reojo pero de un modo muy duro-no lo olvides-lo dijo en un tono tal que me sentí pequeño, Sora le mantuvo la mirada y termino suspirando para volver a sentarse a mi lado y abrir su cuaderno, me sentía algo fuera de lugar, ya nadie hablaba y fue aun peor en la cena, sentía que todas las cosas buenas que llegaron a pasar en el día se habían apagado por una simple discusión, ya cerca de las 10 estaba bañado y con un pijama mío, deje en un cesto de ropa el que use la otra noche, mientras me dirigía de regreso a mi habitación voltee la mirada a la habitación del castaño, me sentía algo mal así que toque la puerta un par de veces.

 

-¡Esta abierto!-grito con fuerza y decidí entrar, el lugar estaba más desordenado que en la mañana, lo busque con la mirada encontrándolo frente al televisor cubierto por una sábana jugando un videojuego, sin querer pensé en mi hermano, hacia lo mismo, se molestaba y se ponía a jugar sus juegos, cerré con cuidado, me coloque tras de él viendo sus reacciones hasta que soltó un grito más fuerte por haber perdido.


-No eres muy bueno-me burle haciendo que me viera de reojo, solamente frunció el ceño y volvió a empezar otra partida, ahí me sentí algo tenso, quise avanzar aunque casi me tropecé con un suéter que estaba tirado, le di un vistazo a todo el lugar y me imaginaba porque él se había quedado en la sala con su amigo-oye, por lo que paso antes, ya sabes, estudiar y eso, ¿aun estas molesto?-cuestione mientras buscaba algún lugar donde sentarme pero habían envolturas de dulces y otras cosas a su alrededor.

-No estoy molesto, al menos no contigo-me respondió de modo cortante mientras yo me imaginaba que así seria-solo porque es la mayor cree que tiene control sobre todo, le gusta mandar a todos-gruño presionando los botones con fuerza y me imaginaba que en cualquier segundo se llegaría a romper aquel mando.

 

-Aunque ella tiene razón en algo, no soy una visita, solamente me quedo porque acordamos en que yo te enseñaría, honestamente hoy salió del asco-murmure mientras se escuchaba la música de perdedor de aquel juego.

 

-Supongo que soy una causa perdida-susurro algo triste mientras volvía a reiniciar el juego, me frote mi brazo ahora sintiéndome mal por mis palabras.

 

-O quizás yo no sé enseñarte-dije con calma mientras este me miraba-no sé cómo eres realmente, apenas llevo un día aquí y la mayoría estaré trabajando, más bien, creo que soy yo el que no sabe cómo ser amigo de otros-decía con un tono entre triste y frustrado pero aun sentía que me miraba-bueno, olvida eso sí, ya pensare en algo-le dije dándole una palmada y este no me dijo nada mientras volvía a jugar, supuse que eso significaba buenas noches así que dirigí a la puerta.


-No dije que te fueras-me llamo la atención y me voltee a verlo, seguía dándome la espalda concentrado en su juego hasta que decidió ponerle pausa-....no me gusta estar solo-dijo en un tono algo triste, movió algunas cosas de su lado y con su mano me indico que me sentara con él, sonreí un poco y volví con él, estaba cansado pero bueno, una hora más sin dormir no me mataría.

 

-Entonces, ¿quieres que Riku sea tu novio?-cuestione yo y sentí como me estiro la mejilla molesto por mi comentario, al menos así comenzamos a hablar de un modo más relajado, sin estar bajo una lluvia, sin un ambiente raro o tenso, simplemente conociendo más uno al otro y a quienes llegábamos a conocer, más bien el, me enseñaba las fotografías de sus amigos en su celular pero cada vez que se trataba de aquel albino casi creía ver un brillo en sus ojos que me hizo sentir algo de envidia, me pregunto si alguna vez estuve así, ambos nos quedamos en silencio cuando se escuchó un ruido sordo, el televisor se apagó con la consola e incluso las luces de la calle.


-¿Un apagón?-cuestione solamente con la luz de su celular para ver algo, me concentre un poco más y ahora escuchaba el fuerte sonido del viento y la lluvia, pareciera que ahora si comenzó la verdadera tormenta, estaba por levantarme pero sentí una mano tomar la mía, estaba temblando pero incluso en la oscuridad notaba como Sora estaba asustado.


-Vanitas-susurro apretándome con más fuerza, ese nombre me sonaba de algo pero no conseguía recordarlo, me jalo con fuerza y antes de darme cuenta se estaba aferrando a mi pecho escondiendo su cabeza en el-no te vayas-una súplica y me apretaba como si su vida dependiera de ello, me ponía nervioso, quizás por cómo no esperaba esta reacción de su parte, apenas logre reaccionar coloque una de mis manos en su cabeza, le daba pequeñas palmadas, lo rodee con mi otro brazo y sus temblores parecían detenerse, respiraba más calmado pero no por ello me soltaba, simplemente soltó un suspiro de alivio pero sentía que comenzaba a olfatearme.


-Oigan-escuchamos venir de la puerta y la luz de una linterna nos hizo cubrirnos los ojos-hey ni tan fea este-gruño Iris ofendida y entonces pude notar que en verdad era ella, me frote los ojos un poco y ella fue a una parte de la habitación para tomar otra linterna y encenderla-parece que ocurrió un apagón por la tormenta, es una señal de que los niños deben ir a dormir, ahora cada uno a su habitación y descansen-nos ordenó mientras me entregaba una linterna antes de irse, mire de reojo a Sora, este se veía mejor pero no me miraba, sentí un apretón, aun no me soltaba y pareció darse cuenta pues me soltó tomando algo de distancia.


-Ehh….buenas noches-le dije levantándome y espere unos instantes así, no sabía si iba a detenerme o algo pero sentía que no dejaba de observarme entre la oscuridad.


-Buenas noches-me dijo de regreso aunque sentía un tono de desilusión en su voz, apenas llegue a mi habitación deje la puerta algo abierta, fui al baño y me puse a lavarme los dientes, ya era hora pues desde ayer que no lo hacía, mientras estaba en ello quise repasar lo último del día, dijo un nombre, se aferró a mi, lo más probable es que fuera esa persona quien lo calmaba en las tormentas y por eso lo llamaba, como pidiendo su protección, pero con esas palabras, “no me dejes”, sentí como si la vida se le hubiera ido en ese instante, algo extraño para su actitud, aunque claro, apenas lo estoy conociendo así que supongo que hay facetas de él que debo descubrir, eso no quita el hecho de que me molestara, ¿quizás por qué no me gusta que me confundan?, odiaba cuando pasaba eso entre Ventus y yo, escuche como seguía lloviendo, quise meterme a mi cama pero entonces pude escuchar como golpeaban una puerta en el pasillo.


-No Sora no puedes-escuche la voz molesta de la castaña y decidí acercarme más a la puerta-ya tienes 18, no puedes venir a dormir a mi habitación cada vez que tengas miedo, se lo prometiste, dijiste que ibas a madurar-escuchaba sus regaños y sentía que algo más pasaba entre ellos.


-Solo esta vez....lo extraño, hace mucho que no hablamos, sé que dices que está ocupado pero aun así debería hablarnos, somos familia-se quejaba aunque su voz comenzaba a temblar a medida que el ruido aumentaba.


-Ya hablamos del tema, lo tratamos, te quiero pero no puedes comportarte así, además sospecho que trajiste a Roxas porque-

 

-¡Él no tiene nada que ver!!-escuche como grito y entonces una duda quedo en mi cabeza por ello-solo....me recordó a mí, en como hubiera terminado si no te tuviera a ti-su voz se iba haciendo tan baja que mi curiosidad no dejo de molestarme.

 

-Ve a tu cama y duerme, sin peros, sin golpear mi puerta y sin quejas, buenas noches-se despidió y el sonido de un portazo seguido del cerrojo me indico que hablaba enserio, aun así me pareció cruel, sé que es para que madure pero aun así es demasiado, finalmente pude recordar de quien hablaban, era de su hermano que antes dormía donde estoy ahora, me sentí peor, el solo extraña a su hermano, quizás si yo no hubiese tenido estos problemas con el mío estaría igual, escuche las pisadas por el pasillo, estaba mal que espiara, eso estaba claro.

 

Decidí meterme en mi cama temblando por lo fría que estaba, solté un suspiro y entonces deje que el cansancio del día me dominara, aun cuando la dinámica entre esos hermanos era algo extraña este día no había sido malo, recupere mis cosas, si tenía suerte no vería más a Axel, tenía un trabajo por ahora pero no quería pensar a futuro, solamente el momento, sentía que me llegaba esa sensación en que te dormirías, simplemente me deje llevar por mis sentidos, mis ojos cerrados, mis oídos escuchando la tormenta de afuera y una cálida sensación en mi espalda.

Notas finales:

"unas preguntas para los lectores, les gusta la historia hasta ahora?, tambien, deberia hacer los capitulos mas cortos o separarlos  en dos part es?"


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