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Forbidden heart por hannastony

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—¡Por fin llegamos capitán! —gritó un muy entusiasmado chico desde la cofa más alta al haberse convertido en el nuevo vigía de la tripulación.

—¡Peter! Baja de ahí y reúnete con los demás para dar las últimas instrucciones —contestó el capitán Anthony Stark mientras se encargaba de dirigirse hacia con los demás.

El chico sin rechistar se bajó inmediatamente de ahí, siguiendo con emoción a su capitán mientras podía divisar como sus demás compañeros ya estaban reunidos en el punto que les había indicado su capitán.

Peter era el más novato  y joven (con tan solo 15 años) de toda la tripulación al haberse incluido en ella prácticamente en el último atraco que los vengadores habían realizado. Con cabellos y ojos castaños bastante parecidos a los del “temible” hombre de hierro, complexión liviana y delgada y finalmente una personalidad de  fervor y pasión por todo lo que pudiera venir fue que se ganó fácilmente el corazón del capitán.

Había quedado huérfano al haber sufrido su familia un ataque por rufianes que se hacían llamar “comandantes”. No era del todo raro, los de clase alta siempre hacían menos a los de menor clase y en el día a día se cometían miles de injusticias contra los pobres, siendo tratados como viles animales por los militares.

Anthony no pudo evitar el sentir una entera empatía y compasión con el chico, por lo que le fue imposible el dejarlo atrás al momento que ellos estaban a punto de zarpar. No fue como si hubiera tenido otra opción al respecto. Peter prácticamente se había enganchado a él como un pequeño niño, rogando y suplicando que por favor lo aceptara en su tripulación, que él jamás lo defraudaría y haría todo lo posible por ser digno participante de los vengadores. Peter los admiraba, en especial al capitán Anthony, lo admiraba con una intensidad que claramente reflejaba que quería ser como él cuando fuera mayor. Con un suspiro resignado fue que el capitán finalmente aceptó a aquel chiquillo sintiendo inmediatamente cariño y responsabilidad por él.

Cuando llego Peter junto al capitán al punto de reunión pudo divisar que ya todos se encontraban ahí, simplemente esperando por las últimas órdenes de su superior.

—Muy bien, ya sabe cada uno la tarea que tiene que hacer al momento de instalarnos en la capital. Se dirigirán a mi solamente por Tony,  por nada del mundo quiero que se les salga el llamarme como capitán estando ya en tierra firme, en especial tu Peter, que aún no estás acostumbrado del todo a tutearme —habló el capitán Anthony dirigiendo rápidamente su mirada a un tímido Peter para después desviarla y continuar—. Bruce, nada más lleguemos necesito que nos consigas absolutamente todos los materiales con los que trabajaremos en estos días, ya sabes, desde ropajes, accesorios y hospedaje hasta herramientas, instrumentos y artefactos para poder comenzar a trabajar en nuestros inventos que nos facilitaran más las tareas en la gran y última noche que estemos aquí, sé que puedes conseguir eso y más —finalizó con un guiño cómplice hacia Bruce.

Bruce Banner, de cabello negro y corto, gafas y portador de una sorprendente inteligencia era el médico de la tripulación el cual se encargaba de atender las heridas de batalla. También era un gran inventor, y junto con el capitán se encargaban crear objetos ingeniosos para algunas misiones y así ayudar a la tripulación con ellos.

Bruce cruzado de brazos, asintió gustoso con su tarea para dejar al capitán continuar.

—Thor y Loki, entre ambos quiero que me consigan toda la información que puedan recabar acerca de las personas que viven en este lugar. Quiero saberlo TODO, quiénes son las familias más poderosas, quiénes son los más desgraciados, quiénes son los más afectados, quiénes no tienen absolutamente nada que ver, quién se acuesta con quién, todo, absolutamente todo de todas las personas de la capital y sus relaciones sociales —mandó el capitán dirigiéndose a los hermanos mientras les dedicaba una mirada seria—. Otra cosa, mantengan sus muestras de cariño lo más reservadas posible. No quiero que alguna de estas personas cerradas los vea y arme un problema de la nada ¿de acuerdo?

La mayoría de la tripulación en consecuencia soltó una carcajada por las órdenes del capitán mientras Thor se mantenía con una boba sonrisa en su rostro y Loki sencillamente desviaba sus ojos molestos hacia otro lado.

Thor era un hombre muy apuesto y fornido, con una ligera barba, sonrisa cegadora, ojos azules y cabellera larga y rubia que en ocasiones se la dejaba en media cola. Con sus encantos este hombre podía hacer que hasta las mujeres más recatadas le revelaran sus más oscuros secretos sin pensar. El podía hacer que las mujeres cayeran a sus pies y conseguir que hicieran lo que a él le placiera. En la navegación se encargaba de los trabajos más pesados como era la carpintería en el bote o la transportación de cosas pesadas. También era el que se encargaba de hacer el ambiente más ameno entre todos, con sus relatos, alegría, nobleza y actitud simple que a todos les encantaba.

Loki era el hermano menor de Thor y era todo lo contrario a su hermano. De complexión más delgada, piel blanca, cabellera larga y negra, y finalmente unos ojos verdes lo suficientemente penetrantes para hacer flaquear a cualquiera. Él era completamente reservado con la mayoría, establecía una amistad con todos, en especial con el capitán, no lo podía negar. Sin embargo la mayoría del tiempo se le podía encontrar con gestos serios y una actitud prepotente de la cual nadie estaría complacido de tratar. No obstante, de cierta forma se había ganado el cariño de todos, incluso de pequeño Peter que solo había visto esa faceta odiosa del hombre, por lo que, aunque le costara admitir al pelinegro, también le tenía cariño a aquella tripulación.

Loki en el mar era el arrienda velas, mientras que en tierra era el encargado de engañar a todo el que se le cruzase en su camino. Con trucos, trampas y artimañas conseguía lo que fuera necesario para la misión. Se le conocía como la persona a la cual más se le facilitaba jugar con las personas, mintiendo y engañando con habilidad única.

Ambos mantenían una relación afectuosa más allá de lo que se le conoce como hermandad. Desde siempre todos habían sabido que aquellos dos no eran en si hermanos de sangre, Loki había sido adoptado por la familia de Thor cuando eran pequeños, convirtiéndolo así como el hermano pequeño de los Odinson. Sin embargo, aunque nada estaba confirmado, los demás vengadores hasta la fecha han sospechado que la relación de ambos hermanos es demasiado amorosa como para solo tratarse de hermanos. Los dejaban ser a su manera y no hacían cuestionamientos de más, pero era un rumor que se recorría en las esquinas de cada barco que estos ocupaban. Por ello el capitán quería mantener a raya sus muestras de cariño y no dar sospechas de más entre los ciudadanos.

—Entendido capitán —respondió Thor con seriedad viendo como los ojos del capitán Anthony pasaban ahora al artillero de la tripulación.

—Clint, quiero que me consigas todos los papeles que sean necesarios para evitar problemas futuros, ya sabes, papeles falsos que digan que somos alguna clase de familia noble o algo por el estilo. Documentos, documentos que hagan parecer que los asuntos que tenemos que tratar en la capital son meramente legales. Papeleo, Clint, papeleo. Necesitamos relacionarnos con las familias de clase alta y en algunos casos este tipo de estúpidos papeles van a ser importantes —ordenó el capitán mientras veía como Clint le dedicaba una sonrisa indicándole que eso sería bastante sencillo para él.

El simpático y bromista Clint Barton, un hombre de estatura promedio y cabello castaño claro, era el artillero de la tripulación, el encargado de los cañones del barco al tener una puntería inigualable. Esta misma puntería, era la que también les servía de forma bastante convincente a la hora de las batallas en tierra firme. El darle un arco y una flecha a Clint era como darle a un niño su juguete favorito. Clint hacia que una simple flecha se convirtiera en un arma letal muchísimo más poderosa que cualquier arma de fuego.

—Natasha —volvió a hablar el capitán dirigiéndose a la única mujer de toda la tripulación—. Tu vendrás conmigo —simplificó mientras veía solo como la mujer asentía sin rechistar.

Natasha Romanoff era una mujer de ojos verdes, pelirroja  y con unas curvas demasiado envidiables para cualquier mujer y encantadoras para cualquier hombre. Natasha podría clasificarse como el Thor de la tripulación, solo que ella se dedicaba a seducir a los hombres en vez de a las mujeres, logrando todo lo que ella se propusiera.

No solo era eso, Natasha contaba con increíbles dotes para la batalla y era bastante inteligente y suspicaz para cualquier acontecimiento. Lograba infiltrarse en lugares impensables y hacer que hasta un mudo confesara de ser necesario. Así como cautivadora también era aterradora. Varias veces entre todos los hombres bromeaban diciendo que Natasha tenía más pelotas que todos los de la tripulación juntos y en cierta forma tenían razón. Natasha era imparable, una representación perfecta de que las mujeres no son el sexo débil.

Ella era la navegante, aquella persona que leía los mapas y dirigía a la tripulación hasta el lugar al que querían llegar teniendo en cuenta también el tiempo.

A ella le costó trabajo el adquirir su puesto en la tripulación. La mayoría de los barcos piratas consistían en puros hombres, era impensable el recibir a una mujer en el equipo, pero Natasha demostró de mil y un formas el ser más apta y eficiente que cualquiera de sus compañeros por lo que finalmente logró obtener un lugar a lado del “hombre de hierro”.

—Y por último, Obadiah —dijo el capitán dirigiéndose al más viejo de la tripulación—. Tú te encargaras de que las cosas estén en orden por aquí, necesito que veas todo lo necesario para nuestra salida, el nuevo navío que abordaremos en la última noche y todo lo relacionado a ello. También quiero que te mantengas al tanto de Peter, aún es muy joven y hay que estar al pendiente de él.

Obadiah lo miró con incredulidad sin poder creerse la misión tan mediocre que el capitán le había asignado.

—Pero capitán, usted mismo sabe que lo de los navíos se ve una noche antes del atraco, no es necesario el acaparar todo mi tiempo solo en eso —protestó del todo inconforme con las ordenes.

Prácticamente le estaba dejando el trabajo de un niñero. Él  pensaba que no estaba para cuidar a un mocoso que se creyeran la gran cosa solo porque el capitán lo había aceptado en la tripulación.

—No me va a hacer repetir mis órdenes ¿o sí? —preguntó un poco molesto el capitán viendo como una mirada llena de rencor se instalaba en Obadiah para finalmente aceptar.

Obadiah era alguien que lucía de edad muy avanzada a comparación de todos los demás. Calvo, de barba blanca y ojos azules, cumplía el papel  de teniente, en otras palabras, el segundo al mando, la mano derecha del capitán, que se suponía que ayudaba cuando había mucho trabajo y sustituía al capitán en caso haber algún problema o en el caso de la ausencia del primero.

Este era un puesto de suma importancia, el cual podía ser mejor aprovechado por algún otro de la tripulación y no por el mayor de edad, sin embargo, este mismo puesto lo había adquirido al ser el único hombre que se mantuvo a lado de  un pequeño Anthony Stark  cuando sus padres ya no estaban.

El capitán Anthony le tenía una confianza inmensurable, siempre veía por su bien y en cierta forma lo veía como un segundo padre. Pero todo este aprecio que el capitán le tenía al de barba blanca no era para nada agradable para el resto de la tripulación.

Todos, incluso el joven Peter que hasta hace poco se había integrado en el equipo, consideraban a Obadiah una persona del todo desagradable. Siempre fingiéndose buena persona frente el capitán cuando todos sentían que no era así realmente. Había algo en aquel viejo que no les terminaba de agradar, nadie podía decir a ciencia cierta que era, pero algo era seguro, ese hombre siempre tenía bajo la manga dobles intenciones. A excepción del capitán, todos siempre se mantenían alertas cuando se trataba de él, siempre tratando de encontrar algo que confirmara sus sospechas o algún acto contundente que él realizara para terminar de desconfiar totalmente en él.

Nadie nunca le mencionaba nada al capitán de ello, ya que todos tenían conocimiento de que este era una persona importante para el hombre de hierro y no querían blasfemar a un ser muy querido por el capitán sin tener pruebas contundentes y solidas de ello. Por ello solamente se limitaban a cuidar las espaldas del capitán siempre que el viejo se le acercaba y esperar que sus malas sospechas solo fueran producto de su imaginación.

—Perfecto queridos amigos, sin más que decir, ¡bienvenidos a la capital! —dijo con una sonrisa el capitán mientras levantaba ambos brazos en señal de gozo por una nueva aventura.

Todos comenzaron a aplaudir con alborozo, gritar con fervor  y echar porras  de ánimo por la nueva aventura. Todos a excepción de Obadiah, claramente.

El capitán Anthony veía con alegría como sus demás compañeros mostraban enorme ilusión y energías por una nueva aventura. A él nunca se le había pasado por la mente el que personas totalmente ajenas a su sangre se fueran a convertir en su familia.

Recordaba aun con claridad la noticia repentina de la muerte de sus padres en unos de sus tantos viajes. Él no nació siendo un pirata, por supuesto que no, él había nacido en una cuna noble, siendo el hijo de los señores que reinaban el norte.

Viviendo la mayoría de su niñez en un pequeño castillo el cual ahora recordaba borrosamente. Toda su vida fue perfecta, llena de lujos, educación y sobre todo, amor por parte de sus padres, en especial de su madre. Sin embargo, todo cambio cuando sus padres murieron en un accidente dejándolo completamente solo. Él era bastante pequeño y no había nadie más de la familia Stark que se pudiera hacer cargo de él. Lamentablemente, al no poder defender lo suyo por tener tan corta edad, fue que los demás nobles que tenían conocimiento de su situación le fueron robando poco a poco todas sus pertenencias, títulos y posesiones de valor que el pequeño Anthony Stark era encargado de proteger.

Se habían aprovechado de él, se aprovecharon de la forma más vil al ser tan solo un niño que no sabía realmente como poder defenderse. Así fue como el pequeñito lord Stark, de tan solo 5 años de edad, fue dejado literalmente en la calle.

Creciendo en las calles, mendigando de un lado hacia otro y rodeado por gente de más baja clase, fue que lentamente fue saliendo adelante hasta tener la posición que actualmente tenía. A Obadiah lo había conocido cuando ya contaba con 12 años y desde ese momento había sido como un padre al ver como se hacía cargo de él.

Él se sentía más que satisfecho con todo lo que había logrado, ellos no eran unos simples ladrones, ellos tenían un propósito diferente, un propósito que le llenaba de orgullo al decir que era un pirata,  el mejor pirata que navegaba los mares.

Ahora convertido en todo un hombre, con 27 años de edad, cabello castaño y largo que la mayoría del tiempo la traía en una coleta, ojos miel profundo y una singular y tremendamente atractiva barba de candado, miraba con satisfacción a los integrantes de su nueva familia para finalmente encaminarse a su nueva misión.

Al momento de llegar a tierra firme no fue necesario el que se registrasen y mostrasen con legalidad las razones por las cuales estaban en la capital. Bastó con que Natasha sedujera a ambos guardias para que dejara pasar por alto su arribada tan inesperada.

El capitán dejó en claro antes de arribar que comenzarían a realizar todas sus tareas a la mañana del día siguiente. Que habían tenido un viaje de lo más agotador y que se merecían una buena recompensa por ello. Por lo que al caer la noche fue que decidieron la forma en la que iban a divertirse por ello.

Obadiah estaba lo suficientemente amargado y molesto por su asignación como para salir, pensando que si se quedaba, el capitán Anthony, o como ya era llamado ahora, Tony, cancelaria todos los planes de diversión, cosa en la que se equivocó profundamente.

Tony consideraba a Peter suficientemente pequeño como para salir a tomar con ellos por lo que lo dejó junto con Obadiah mientras el muchachito simplemente refunfuñaba, quejándose de su corta edad.

Y Bruce por su lado prefirió aprovechar para descansar desde que vio la cama potrada en el lugar en el que temporalmente se iban a hospedar, por lo que los únicos que terminaron saliendo fueron Thor, Loki, Natasha, Clint y el mismo Tony.

—Conozco el lugar perfecto para pasar nuestra noche —dijo Natasha cómplice a sus demás amigos mientras caminaban por las calles, explorando con curiosidad todo a su alrededor.

Era impresionante como no tenían ni medio día de haber arribado y Natasha ya contaba con ese tipo de información. Sin hacer preguntas fue que los demás hombres siguieron a la bella mujer hasta llegar al lugar que ella había indicado.

—Aquí es —finalizó dirigiendo su mirada a una taberna que lucía por sus adentros de lo más animada—. Prepárense muchachos, que esta noche es de nosotros —finalizó con perversidad mientras se adentraba al lugar y los demás la seguían. 

Notas finales:

Sé que les parecerá muy extraño que Obadiah esté en la tripulación jajaj pero todo tiene su porque, era necesario. Siento que ese capítulo fuera un poco aburrido pero es que necesitaba hacer la introducción de cada uno de los personajes que conformaban la tripulación. ¿Será el prox capitulo el primer encuentro? <3 


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