- Tío, por favor esta vez dejame arreglarlo - pidió en una especie de suplica, pero sin dejarle saber a la persona del otro lado su preocupación.
- ¡No! Lo mejor es deshacerme de él de una vez, ya me causo bastantes problemas - decía una gruesa voz, tan fría y carente de emoción.
- Perdió la memoria. No te causara mas problemas. El doctor dijo que podría tardar en recuperarse y en algunos casos no recuerdan nunca mas. -
- ¿Estas seguro? Y si llegara a recordar y vuelve a intentar hundirme. -
- Si recuerda, te prometo que esta vez me asegurare de mantenerlo callado. -
- No estoy muy seguro, pero lo pensare. ¿Y su familia? -
-Ellos no saben nada al respecto. Incluso les tuve que inventar una mentira, la misma que Heechul en este momento cree. - soltó un suspiro cansado, pues le había costado bastante dinero ocultar la verdad. - No saben que lo que sucedió no fue un accidente. -
- No creo que te fuera difícil hacerlo. Trabajas con la Policía, solo debiste haber pagado algunos sobornos o me equivoco.-
- No, realmente eso es una ventaja. Pero hay uno el cual si llega a investigar, no podre sobornar. -
- Hablas del maldito de Yesung, ese bastardo me ha arruinado muchos negocios. -
- Jefe, lo están esperando. - dijo una segunda voz del otro lado de la línea.
- En seguida voy - contesto aquel hombre a su subordinado. - Tengo asuntos que arreglar. Te llamaré en otra ocasión, Hangeng y te comunicare mi desición respecto a ese sujeto.
- Hasta pronto, tío - colgó el teléfono y arrojo con frustración en el sillón de enfrente.
- ¡Mierda! Si no lo necesitara, me encargaría de destruirlo yo mismo. - bramo enfurecido y entonces fijo la vista en un retrato en el que se encontraban Heechul y él, junto a un tercer hombre de edad mas avanzada. - Esta vez no permitiré que te haga daño, te voy a proteger aunque tenga que adelantar mis planes. Se lo prometí a tu padre, antes de verlo morir, Heechul.
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- Cuando fue que llegaste - pregunto un feliz Ryewook quien se acerco a abrazar al hombre.
- De hecho, hace un par de horas - revolvió el cabello castaño del menor con cariño.
Aquello no paso desapercibido para Heechul, quien mantuvo su mirada fija, a la vez que cierto sentimiento de molestia crecía en su interior.
- ¿Como te encuentras, Heenim? - se separo un poco del menor, enfocando su atención en el enfermo.
- Yo podría decirte que bien, pero al parecer dicen que he olvidado cosas - suspiro con hastío.
Heechul no fue consciente del momento en que el recién llegado se acerco hasta él, solo sintió unos cálidos brazos rodearle en un fuerte abrazo. Correspondió de inmediato, mientras un sonrojo se posaba en sus blancas mejillas.
- Gracias por despertar, no sabes lo que preocupado que estaba por ti -
- Lo siento, Wonnie - sentía el latir de su corazón desbocado, le alegraba no haber olvidado ese sentimiento que le provocaba aquel hombre.
Al menos eso era lo que pensaba Heechul en ese momento, poco sabia que sufriría de nuevo por el mismo motivo que hace un año, el cual olvido.
Ryewook solo miraba la escena, sentía un poco de celos pero no le quería tomar importancia, pues sabia que Yesung le tenia un gran cariño a su hermano, ademas era comprensible que se sintiera feliz, de hecho el mismo no cabía de la emoción de ver a Heechul despierto y junto a ellos.
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Hacia unas semanas que salio de aquel hospital, lo cual le aliviaba bastante, no era que los odiara pues de hecho por su carrera debía estar en uno; había estudiado para ser medico cirujano, era su gran sueño y ya lo había conseguido, pero para su desgracia no podía volver a su trabajo en el hospital tan fácilmente hasta que estuviera completamente recuperado, lo cual lo hacia sentir aun mas frustrado.
Se recosto en su mullida cama y fijo la vista en el techo, realmente se sentía agotado, no era sencillo adaptarse a una vida de la cual no recordaba absolutamente nada, con cada día que pasaba se daba cuenta de lo mucho que habían cambiado las cosas a su alrededor y a veces eso le asustaba.
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- ¡Hyung!, Hangeng vino a verte -
Bien, eso era una de las cosas que mas lo desconcertaba, no recordaba que Hangeng y él fueran tan íntimos. Si, llegaban a salir a menudo a algunas fiesta o bar, pero no estaban siempre juntos pues cada uno se enfocaba en su trabajo.
Al principio lo atribuyo a que estaba preocupado por su salud, pero ahora no solo lo visitaba seguido, sino que le traía regalos y lo pretendía, o es lo que demostraba a veces con sus excesivos halagos y muestras de afecto.
Solo esperaba que no tuviera relación, lo que olvido con la actitud del chino, ya había comenzado a sospechar que quizá estuvieran saliendo antes del accidente, pero hasta el momento nadie se lo había dicho o mencionado por eso no podía asegurarlo, ademas ellos no serian capaces de ocultarle ese tipo de cosas, ¿no?.
Se arreglo el cabello y con la manos trato de quitar las arrugas de su ropa, verificó en el espejo que se vieran bien por ultima vez antes de bajar, pues a pesar que no le eran tan gratas últimamente las visitas del moreno, no podía verse mal, después de todo era Heechul.
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- Han, que alegría verte - fingió una sonrisa - hace apenas... - miro el reloj que colgaba de la pared - 18 horas que no te vemos, mucho tiempo, ¿no?.
- Hyung - regaño Ryewook ante el sarcasmo de su hermano.
Heechul rodó los ojos con fastidio y se dejo caer en el sofá, odiaba que Wook lo riñiera.
- Yo bueno...- por fin hablo Hangeng aunque incomodo por la situación, quizá estaba forzando mucho a Heenim con sus visitas - te traje esto Hee - le extendió una caja de chocolates.
- Oh, gracias - recibió el presente y lo coloco en la mesita de centro sin detenerse a verlo minuciosamente- pero el chocolate engorda, acaso estas tratando que me vea como un chancho.
Ryewook iba a decir algo pero las palabras quedaron en su boca cuando la servidumbre anuncio que la cena estaba lista, por lo que prefirió dejar las cosas como estaban.
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Todos se mantuvieron en silencio mientras la cena era servida por una chica de cabellos chocolate quien portaba un impecable traje de mucama, era una hermosa mujer, de tez blanca y cuerpo de envidia para muchas otras.
Al parecer esta era consciente de lo que podía provocar en los hombres, pues en ese momento se le estaba insinuando a Hangeng con muy poca sutileza, lo cual no paso desapercibido para Ryewook quien esperaba alguna reacción por parte de su hermano para hacer que se alejara del chino, sin embargo, este parecía sumamente entretenido con la copa de vino en sus manos.
- Hyuna, te puedes retirar si terminaste -
El menor soltó un suspiro de frustración al parecer iba a ser más difícil de lo que imaginaba, sobre todo si su hermano no parecía querer cooperar, para él seria mejor decirle la verdad, pero Hangeng estaba convencido de lo contrario.
- Claro, con permiso. Espero disfruten la comida - le guiño el ojo al moreno.
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-Espera...- se escucho una dulce voz -crees que podrías servir un plato mas - Jong Woon entro al comedor sonriendo y saludando a los presentes.
- Yey...
- ¡Wonnie! - grito Heechul opacando el llamado de su hermano, a lo que este formo un tierno puchero.
La diva se acerco a recibir al de cabellos oscuros, entonces noto la caja de mediano tamaño que traía en las manos.
- Es para mi - preguntó emocionado.
- ¿Eh? - Yesung parpadeo confundido, un momento después entendió que se refería a la caja - Claro, bueno en realidad es un postre que traje para después de la comida.
- ¡Genial! Ven, siéntate junto a mi - lo jalo del brazo hasta llegar al asiento que le designó. - Por un momento creí que moriría de aburrimiento durante la cena, me alegra que hayas llegado.
- Siempre es un placer venir a hacerles compañía - miro de reojo hacia Ryewook y esbozo una sonrisa.
El menor se sonrojo un poco y desvío la mirada, evitando que Heechul se diera cuenta de aquel intercambio de miradas.
Aun no podía decirle a su hermano que Yesung y él eran pareja, por recomendación del doctor no lo debían bombardear de información que no recordara, pues podría entrar en crisis emocional.
La cena paso muy rápido, pues entre risas y los relatos de Yesung sobre el trabajo, el ambiente había sido muy ameno.
Heechul sentía que en realidad no había cambiado nada, que todo estaba tal como recordaba.
- Yo, me tengo que retirar - hablo Hangeng llamando la atención de todos los presentes.
- ¿Tan pronto? Porque no te quedas un poco mas, veremos una película de terror - le invito Ryewook y le dedico una fugaz mirada a su hermano, dándole a entender a Hangeng que debía aprovechar ese momento.
- No, tengo algunos asuntos que arreglar - le agradeció al menor con una sonrisa por su ayuda. - Heechul, podríamos hablar un momento -
El aludido aunque un poco extrañado por la petición y actitud del chino, movió la cabeza aceptando.
Espero a que Hangeng tomara las muletas que usaba, pues aun tenia el pie enyesado, y lo siguió a la puerta.
Llegaron hasta el parque que solo estaba a una cuadra de la casa de los Kim, tomaron asiento en la bancas que daban vista hacia la avenida. Se mantuvieron en silencio unos minutos, observando a los autos pasar, hasta que Hangeng se decidió a hablar.
- Heechul, yo siento haberte impuesto mi presencia en estos días, no lo haré más -
- ¿Eh? - la diva le miro sorprendido, pero al ver la expresión del otro le hizo sentir culpable.
- Yo, en realidad solo quiero asegurarme que estés bien. Me preocupa que tengas algún otro síntoma, secuela del accidente - miro fijamente a Heechul y lo abrazo con un poco de fuerza, dejándose llevar por sus sentimientos. - Perdón, si yo no te hubiera insistido para salir, nada de esto hubiera pasado, es mi culpa que estés así -
El Kim correspondió el abrazo, podía sentir lo mal que realmente se sentía Hangeng en ese momento. Un dolor en el pecho se le empezó a formar, lo atribuyo al remordimiento de haberse comportado tan infantil.
- No digas eso, tu no tienes la culpa Han. Fue un desafortunado accidente, ademas, tu me protegiste - se separo un poco del chino para mirarlo a los ojos y le sonrió con dulzura. - Aun no te he agradecido por eso - tomo entre sus manos el rostro contrario y se acerco poco a poco a sus labios para unirlos con los suyos en un lento y tierno beso, el cual fue correspondido de inmediato.
Durante aquel contacto, Heechul sintió una punzada en el pecho y unas ganas de llorar, no entendía aquel extraño sentimiento, mas en el fondo sabia que tenia algo que ver con su memoria perdida.
Entonces el miedo lo inundó, miedo de descubrir todo lo olvidado y que su verdadera realidad no fuera nada de lo que espero y terminara sufriendo o decepcionando.