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Tsukki!! Drabbles por Nova22

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Notas del capitulo:

Otro KuroTsuki X3 supongo que vamos a ver más de esta pareja…los amo!!

Sin límites (KuroTsuki)


 


Todas las luces estaban apagadas, no sé oía ruido en la casa, el silencio solo roto por los típicos y nada molestos ruidos nocturnos usuales inundaba su habitación. Era una noche apacible, el resplandor de la blanca luna vertía calma y silencio, al tiempo que su luz llenaba de quietud su corazón, calmado su ansiedad.


Cerró los ojos, permitiendo que su mente se inundara de imágenes y recuerdos agradables, y por un momento olvidó todos y cada uno de los problemas que le aquejaban. Solo eran él y sus recuerdos.


De pronto, escuchó el sonido de pequeñas piedrecillas impactarse contra su ventana; el joven rubio abrió los ojos automáticamente y se aproximó a la ventana, corrió las cortinas y su pecho se llenó de calidez al verlo ahí, parado en el jardín con la luz de la luna bañándolo y resaltando su siempre atractiva sonrisa.


Había esperado tanto por verlo.


Repentinamente su corazón dio un vuelco y se apresuró a tomar la mochila que previamente había preparado y que reposaba junto a su cama; aquello que había estado esperando toda la semana estaba a punto de ocurrir.


Abrió la ventana tratando de hacer el menor ruido posible e inmediatamente el pelinegro adoptó una pose teatral alzando la mano derecha y posando la izquierda sobre su corazón.


– Rapunzel ¡Oh! Rapunzel, deja caer tu dorada cabellera – su voz llegó en un fino susurró a su oídos y el rubio rodó los ojos ¿En verdad estaba seguro de que quería dar ese paso con esa persona? – ¡Rapunzel! – chasqueó la lengua y antes de que siguiera con su tonta obra improvisada lanzó la mochila por la ventana, procurando que callera justo sobre su cara.


El pelinegro reprimió un quejido de sorpresa, colgó la mochila sobre su hombro, lo miró con una sonrisa mientras tallaba el área del impacto y, luego, para sorpresa del rubio, movió los labios en un silencioso "Te amo, Kei"


Tsukishima le devolvió una tímida sonrisa; no tenía dudas, jamás había estado tan seguro de algo en toda su vida.


Aguardó unos segundos para ver si el ruido había despertado a alguien en la casa, pero el silencio no se vio afectado. Entonces, trepó la ventana y, como lo había hecho en numerosas ocasiones, dio un salto logrando aferrarse a una de las ramas del gran árbol junto a su habitación. Con esfuerzo logró afianzarse de aquella con las piernas y se deslizó hasta el tronco mientras apartaba las pequeñas ramas que se enredaban en su cabello. Cuando estuvo seguro de que no caería, miró hacia abajo, solo unos metros lo separaban de la tierra.


Bajó la siguiente rama con sigilo, cuidando que las más pequeñas no se enterrarán en sus ojos y al llegar cerca del suelo, sintió unos fuertes brazos envolver su cintura y el rubio permitió que le ayudará a bajar del árbol y que lo volteara con delicadeza.   


– ¿Rapunzel? ¿En serio? – habló el con fingida molestia y clara burla en sus palabras.


El pelinegro se encogió de hombros – Lo sé, no fue la mejor elección. Sonreíste más cuando personifique a Romeo...


– Deja de ser tan ridículo...


El pelinegro sonrió tomándole ambas manos y las besó en las palmas, el dorso, los nudillos y los dedos con ternura y pasión – Los hombres nos volvemos ridículos cuando estamos con la persona que amamos.


– También soy un hombre – murmuró.


– Tú eres especial – enredó una mano con la suya, la otra la llevó hacia su rostro y quitó de su cabello un par de hojas y pequeñas ramas – Kei ¿Estás seguro de que quieres hacer esto conmigo? Comprenderá si cambiaste de opinión, si nos vamos ahora jamás vas a...


– Kuroo – le interrumpió el rubio – ¿Dónde estacionaste el auto?


– junto al parque a tres cuadras de aquí...


– Entonces – el rubio se apartó unos pasos de Kuroo, tomó una piedra del suelo y la arrojó hacia la ventana, que se rompió en trozos con el impacto – Corre – dijo tomando su mano.


Kuroo dejó salir un jadeó, sonrió como nunca antes lo había hecho y emprendió carrera junto con el rubio.


Su familia llamó a su relación de muchas formas "Antinatural" "Una confusión" "Un experimentó producto de la curiosidad" "Una enfermedad mental" "Una abominación" sin embargo, Kuroo y Tsukishima sabían la verdad; sabían que aquello que los unía era ese magnífico sentimiento llamado "amor" no había nada más que eso...no importaba nada más que eso.


Corrieron sintiendo la brisa nocturna acariciando su rostro y moviendo su cabello, sus corazones latían eufóricos y una magnífica sensación de libertad los inundó. A partir de ahora podrían amarse sin ataduras, sin restricciones.


Sin límites...

Notas finales:

>3< Gracias por leer >3<


¡¡Hasta la próxima!!


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