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MI ULTIMO RENACER por LILITH_HIWATARI

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Capítulo 11: Tenerte aquí.

 

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La última mañana de aquel agitado fin de semana Booboo despertó con una mata de rizos bajo la nariz, además de un cuerpo fresco acurrucado en su pecho, algo adormecido beso aquellos rizos y murmuro palabras de cariño, una suave boca beso entonces su barbilla y antes de darse cuenta estaba besando esos labios totalmente adormecido, el agarre en su pecho se incrementó y con mucha más confianza Booboo deslizo sus manos dentro de la pijama de su novia, acarició con suavidad sus costados donde extrañamente sus costillas eran más evidentes, la boca de su novia mordió con suavidad su labio y decidió ignorar por el bien de su placer matutino, su mano entonces intento acunar un seno solo para descubrir que aquel pronunciado pecho no estaba, en su lugar palmeo pequeños pezones erguidos en un suave pecho plano, eso lo alerto de inmediato.

 

Booboo abrió los ojos de inmediato levantándose desde su lugar mirando frenético a su alrededor, estaba en su habitación en la casa de sus padres y Carlos estaba  su lado con quien al notar por sus labios hinchados era su pareja en las caricias matutinas, retrocedió al darse cuenta que lo sucedido de ver el chico sonreía desabrochando su pijama y descubriendo su pecho pálido.

 

Se quedó congelado por un instante, parecía que su cerebro había entrado en corto circuito puesto que aquellos rosados pezones le llamaban a gritos ni siquiera noto cuando Carlos tomo su mano guiándola hasta su pecho solo dejo que sus dedos se deslizaran muy lentamente por su pecho, por aquel frágil cuerpo, no fue la palidez de su piel, o delgadez de esta, la falta obvia de pecas en comparación de Cameron, fueron las cicatrices, aquellas pequeñas cicatrices que todo este tiempo trato de ignorar, aquellas que sabía bien su porvenir, fue el recuerdo del sufrimiento que Booboo reaccionó de inmediato.

 

Salió corriendo, no se enorgullece de eso pero cuando la mínima idea de ser el quien dejara una marca en esa piel, quien reclamara su lugar  entre los amantes pasados de Carlos más que llenarle de deseo aquella idea le horrorizo, se sintió como Jay por primer vez en su vida al siquiera imaginar hacerle daño  y eso no podía permitirlo.

 

Carlos por su parte suspiro frustrado odiaba eso, lo detestaba con todas sus fuerzas pero temía mucho más a la incertidumbre solo quería que Booboo lo deseara quedara prendado a él para así tener algo de seguridad vivir imaginando perder lo único seguro en este mundo estaba matándole.

 

En el baño Booboo se aseguró de tardar un buen rato abrió la regadera listo para ducharse con agua helada, para lavar cada pensamiento pecaminoso y horroroso de su cabeza, la cabeza de su pene se quejó ante el contacto con la helada agua matando su erección matutina pero no le importo cerro los ojos levantando la cabeza para que el agua le diera directo al rostro  y se dejó llevar, el agua pronto empezó a entibiarse, poco a poco las gotas dejaron de clavarse como agujas de hielo para convertirse en una suave caricia cálida no fue hasta que una fría mano en su espalda que reacciono, tomo al intruso con fuerza y lo golpeo contra los azulejos del baño, su brazo en el cuello del intruso para someterlo.

 

-          ¿Carlos? – pregunto confundido al notar al chico – ¿qué carajo estás haciendo? – gruño soltándole - ¿Qué haces aquí? – dijo notando entonces que el chico está completamente desnudo.

-          Solo quería tomar un baño – murmuro sobándose su garganta – y hacerte compañía – Carlos entonces se acercó a él tan sigiloso como entro al baño y volvió a besarle, Booboo le empujo trato de sacárselo más el chiquillo volvió a mirarle de aquélla forma tan hipnotizante – por favor – murmuro entonces y aquella misma neblina de deseo y lujuria extraña lo inundo.

 

Carlos volvió a ser empujado contra el azulejo con fuerza, pero esta vez un cuerpo lo aprisionaba sin escapatoria, sus labios eran reclamados con lujuria por aquel que minutos antes lo alejo y sus manos se aferraban a sus caderas  empujándole, sosteniéndole, intentando adentrarse en su piel, gemidos pronto llenaron aquella habitación, los labios del moreno recorrieron su cuello mordiéndola, marcándola para hacerlo suyo, dejando su reclamo en aquella piel de apariencia pura, y su espalda era cada vez más masacrada llenándole de raspones por la pared en el violento juego en que Booboo trataba de marcarlo, de abrirse paso hasta su interior, Carlos solamente le dejo susurro palabras de aliento para que aquellas manos siguieran descubriendo su cuerpo, la erección del moreno finalmente recobro fuerzas, empujándose contra su vientre listo para tomarle, una de sus piernas fue levantada dedos inexpertos pero con una misión sondearon su muslo abriéndose paso hasta su trasero donde aquéllos gruesos dedos encontraron finalmente lo que buscaban.

 

Cerro los ojos, sin lubricación adecuada, sin nada que menguara el dolor y con Booboo perdido en aquel hechizo que afectaba a todos a su alrededor Carlos solo cerro los ojos, y apretando la mandíbula se preparó para lo peor, para el dolor agonizante que esto le causaría, para el desgaste emocional, para ser usado una vez más, el agua de la regadera seguía cayendo, golpeando la espalda ancha de moreno que se preparaba para embestir al pequeño niño, pero la calidez de esta volvió a cambiar, agujas cortantes cayeron contra su piel trayéndole a la realidad nuevamente, despertándole de aquel ensueño mágico, Booboo cada vez más consiente con lo sucedido se horrorizo nuevamente al ver la situación, soltó al chico de inmediato y se alejó pero los brazos de Carlos se lo impidieron por completo. 

 

-          Por favor – susurro el chico – por favor no me dejes – volvió a mirarle suplicante y como notando el peligro en su mirada Booboo se negó a mirarlo ignorando incluso el agua helada que seguía cayendo en su cuerpo.

-          ¿porque sigues con esto? – le pregunto en su lugar -  ¿tengo novia recuerdas? – murmuro recordándoselo más a si mismo que al chico que se aferraba a su pecho con una fuerza electromagnética – basta – se alejó cuando Carlos trato de besarle otra de hacerle mirarlo - ¿Por qué sigues con esto? – detuvo su mano molesto de aquéllas caricias, de su insistencia para provocarle.

-          No veo que te quejes – sonrió victorioso  Carlos al notar como finalmente Booboo le miraba incrédulo por sus palabras – pareces muy cómodo – se soltó de su agarre para deslizar su mano muy lentamente por su pecho hasta su entre pierna, hasta tocar su erección ya menguante – esta parte de aquí está muy animada de hecho – Booboo volvió a detenerlo levanto su mano alejándole de su cuerpo y negó con la cabeza cerrando los ojos suspirando un segundo, dándose tiempo para tranquilizarse lo suficiente y no cometer una locura.

-          La última vez que empuje a alguien – dijo con suavidad mirándole finalmente -  este trato de quitarse la vida – Carlos comprendió sus palabras entonces, frunció su nariz molesto y arrebato su mano frustrado por aquel recuerdo, por esa comparación nuevamente.

-          Yo no soy Cameron – escupió su nombre con rencor, por verse opacado nuevamente por ese fantasma, porque sin importar lo que hiciera no podía apoderarse de esa vida, no podía tomarlo todo y hacerlo propio y eso lo molestaba aún más.

-          No lo eres pero sigues repitiéndolo, ¿intentas convencerme a mí o es a ti? – ahora fue el turno de Booboo de parecer seguro ante un asustado chico que se veía acorralado -  no eres tan fuerte como crees Carlos – dijo con suavidad notando como Carlos se tensaba, como toda la confianza de hace un minuto se evaporaba ante esas simples palabras -  eres frágil – señalo y frente a él pudo verlo, a Carlos, al chico que tenía miedo, aquel que estaba siempre asustado todo el tiempo una vista tan desgarradora que Booboo odio -  tan frágil que temo romperte incluso con una caricia – susurro acariciando su rostro con suavidad, con ternura verdadera, sintiéndose infame nuevamente por lo pasado hace unos momentos, teniendo asco de sí mismo por perderse en la locura y dañar a esa pobre criatura.

-          Tal vez quiero ser destrozado por ti – Carlos levanto la barbilla desafiante aferrándose a su miedo para lucir seguro de sí mismo -  corrompido por tus manos y quebrarme entre ellas – declaro con tanta desesperación que solo apretó más el corazón de Booboo – ser completamente tuyo – tomando toda su valentía restante se lanzó contra Booboo en un intento de besarle pero este le esquivo nuevamente.

-          Lo siento – murmuro Booboo retrocediendo finalmente un par de pasos y negando con la cabeza – pero no puedo hacerlo.

 

Booboo se giró entonces cerro la llave de agua cerrándola para salir del baño, Carlos lo miro marcharse, vio su ancha espalda donde algo parecía faltar, donde la cobra en tinta debería cubrir las cicatrices parecía recordarle algo que nunca tendría, se dijo muchas veces que sería como Jay, que podría hacerlo, tomar a este otro él y entregarse convertirlo en alguien dicto a él y darle la seguridad que tanto ansiaba, se dijo que podría hacerlo tomar las sobras de este mundo, las migas de cariño que este otro el pudiera ofrecerle, pudo hacerlo con Jay creyó hacerlo con Booboo y sin embargo su rechazo dolió mucho más que cualquier otro.

 

Se lo atribuyo a la necesidad de mantener su seguridad.

 

*************************

 

Luego de la desastrosa mañana la tensión en ellos aumento todo el camino de vuelta a casa, Carlos apenas si lo miro y tomo su mochila negándose a despedirse cuando entraron a su casa yendo directo a su habitación, Libby miro extrañada ese comportamiento puesto que su hijo no había estado literalmente suplicando para que Booboo se quedara unos minutos más, antes de ser fulminado en preguntas o la larga mirada acusatoria de la mujer el chico escapo de ahí en direcciona su departamento, paso el resto de la tarde ignorando el incidente aunque su piel temblaba al recordar la sensación del cuerpo de Carlos, cuando su novia llego esa noche y le abrazo con amor todo pensamiento de Carlos desapareció.

 

A la mañana siguiente los mensajes se reanudaron, las llamadas también y Carlos volvió a asistir a la escuela como normalmente hacía, el equilibrio regreso nuevamente.

 

************************

 

-          Chicos tiene que ver esto – Karan llego emocionado hasta donde Carlos y Sophie se encontraban, desde hace unas semanas los profesores impresionados por la nueva mejora del chico temieron algo de ayuda extra por lo que le obligaban a ir más seguido a la escuela y tomar clases prácticas que eran más que nada para verificar sus nuevos conocimientos adquiridos, por lo que Carlos tenía tiempo suficiente para aburrirse en clase y socializar con los chicos, así que Karan estaba feliz por tener a su nuevo amigo incluso si había regresado en su  nueva fase  “emo antipático donde odia a todo el mundo menos a Booboo por quien es muy gay además de nerd” así lo llamo Sophie no el -  tengo una nueva aplicación para el celular  - emocionado levanto su teléfono para mostrar dicha cosa cuando Carlos lo cayo con su mano.

-          Guárdatelo Karan – Murmuro Carlos de mal humor en uno de sus acostumbrados momento de concentración absoluta – ahora están por ver a un genio en potencia – dijo petulante levantino la barbilla señalando un pequeño artefacto lleno de cables que ellos nunca comprendían y que últimamente cargaba en todas su clases mientras las ignoraba, el nunca prestaba atención pero si respondía cada pregunta correctamente por lo que los profesores no podían castigarlo ya que en teoría él ponía atención a clase, Sophie había convencido a Karan de que su mejor amigo leía la mente y Karan lo sospecho por una semana hasta que esta le aseguro que era un broma pero ahora incluso ella sentía necesidad de dejar su libro para prestar atención a lo que Carlos hacía, cuando encendió su pequeño aparato las diminutas luces se iluminaron para de inmediato apagarse sin motivo alguno.

-          Wow impresionante –se burló Sophie con gran sarcasmo, Carlos solo la miro entrecerrando los ojos con fastidio y regreso su atención  su invento.

-          Demonios  - murmuro revisando cable por cable – tal vez la resistencia no es lo suficiente – murmuro otra vez mas Sophie dejo caer su libro con fuerza interrumpiéndole.

-          Ok esto es aburrido y tenemos clase en un minuto  vámonos – ordeno y los dos chicos suspiraron obedeciendo, Carlos sabía que debía ir a clase y bueno a veces Sophie tenía esa mirada en su rostro justo como Evie cuando le ordenaba hacer algo y aquello lo incomodaba por lo que obedecía en un santiamén.

 

El resto del día lo pasaron en clases con Carlos como siempre distraído en su aparato contestando correctamente a cada pregunta hasta que finalmente las clases  concluyeron, al finalizar estas y con Carlos en su casillero recogiendo su aparato, el profesor de deporte fue muy específico sobre no llevar sus aparatos y tener que participar o lo castigaría por lo que se vio obligado a poner atención a una clase de verdad.

 

-          ¿Y dime algo ya podemos ir al futuro? – Carlos azoto la puerta de su casillero cuando escucho a la chica burlarse de el a su lado.

-          No es una máquina del tiempo Sophie – rodo los ojos acomodando su mochila con las manos sosteniendo dicho invento.

-          Eso sí sería impresionante – Karan opino entonces llamando la atención – ¿encontraste lo que estaba mal?

-          Necesito  conseguir más piezas  - murmuro Carlos – necesito un nuevo  fusible – suspiro sacando el pequeño bulbo – o podría quemar el estabilizador – murmuro señalando una pieza.

-          Perfecto – Sophie aplaudió - ¿quién quiere ir al centro comercial? – Karan de inmediato levanto la mano con emoción ante eso.

-          No – replico Carlos -  Booboo vendrá por mi después de clases e iremos ustedes no están invitados – sentencio alejándose de los jóvenes.

 

*********************

 

-          Así que vamos al centro comercial  - dijo el joven al volante del auto - ¿por qué? – giro a verle pues Carlos le había hecho prometer verlo ese día y en cuanto entro al auto le ordeno ir al centro comercial.

-          Necesito un nuevo fusible – se encogió de hombros sin apartar la vista de su aparato.

-          ¿Y por qué viene Karan? – pregunto entonces frenando en la luz rojo en la calle, el aludido entonces se inclinó desde el asiento trasero y sonrió.

-          Sophie no quería venir sola y quiero un batido amigo – declaro animado.

-          Aun no entiendo por qué viene Sophie – y Booboo volvió a debatir, puesto que estos adolescentes habían invadido su auto nada más lo vieron.

-          Por qué prometió romper mi cara si no la traía a comprar un batido – Carlos dijo como si nada anotando algo en su libreta de apuntes donde el modelo de su invento estaba dibujado – tal vez uno de 50 amperes – siguió murmurando mordiendo su lápiz -  así que vas a comprarnos un batido – declaro en voz alta a lo que Karan grito de emoción.

-          ¿Y por qué tengo que hacer eso? – gruño empezando a manejar nuevamente ante la luz verde.

-          Porque eres el novio oficial – dijo Sophie esta vez, la chica había estado muy cayada todo el trayecto.

-          No soy su novio – frunció su nariz volteando a verla ligeramente para regresar su atención al camino, confundido por eso, tal vez un poco escandalizado puesto que creyó que Carlos había dicho algo, era obvio que el chico era demasiado insistente sobre el tema aunque últimamente habían bajado sus insinuaciones, no es que él lo extrañara.

-          Yo hablaba del grupo – Sonrió la chica al notar las  miraditas extrañas que Booboo le lanzaba a Carlos – acabo de declararte nuestro novio grupal ahora cómpranos un batido – ordeno con voz firme que no dejaba replica a nada, Booboo levanto una ceja ante eso mirándola por el espejo retrovisor pero nadie parecía quejarse, ni siquiera Carlos quien era demasiado posesivo con él, tal vez porque estaba más enfrascado en algunos cálculos en su libreta.

-          Ya tengo una novia – murmuro pero fue ignorado por todos.

-          Deberíamos comer algo también voto por sushi – Karan dijo entonces cambiando de tema.

-          Adoro el sushi – Sophie se animó.

-          No voy a comer pescado crudo es asqueroso – gruño Carlos a lo que sus amigos le miraron extrañados puesto que Cameron amaba el sushi deseaba tanto esto que quería comerlo todo el tiempo y ahí estaba ahora negando su amor por él.

 

Booboo solo suspiro sabiendo que los chicos notaron el extraño cambio y doblo violentamente una esquina pronto todos empezaron a criticar su forma de manejar y acusarlo de querer matarlo salvando así a Carlos de una incómoda lluvia de preguntas, más tarde en el centro comercial luego de dichas compras necesarias, Carlos bebía a gusto su batido al igual que los otros cuando entre sus bromas Booboo recordaba en voz alta como Carlos se cayó del caballo  cuando trataba subir avergonzándole.

 

-          Cállate – gruño Carlos dándole un codazo -  y ve a comprarme otro batido –   Karan sonrió entonces levanto su celular y el ruido de un látigo azotando contra el viento sonó.

 

Nadie se lo esperaba, Booboo empezó a rodar los ojos ante la obvia referencia, Sophie apenas empezaría a reír y Karan estaba sonriente, pero Carlos se estremeció, su cuerpo se tensó entonces, el escuchar el látigo detono en el recuerdos, aquellos que estaban siendo contenidos en su interior, su mirada se volvió nubosa pudo escuchar como Sophie y Karan hablaban sobre el algo pero realmente no presto atención, entonces el sonido se volvió a escuchar y otra vez y otra, el corrió, Carlos corrió tratando de alejarse corrió tan fuerte siendo perseguido por aquel látigo ahora en sus pensamientos.

 

Booboo estaba a escuchando a los dos chicos hablar sobre la nueva aplicación, rodando los ojos ante su infantil comportamiento cuando vio la mirada de horror en Carlos supo que algo andaba mal sin darle tiempo a hablarle Carlos salió corriendo y obviamente lo siguió, le encontró en una esquina, entre dos tiendas departamentales junto a un cesto de basura, el niño estaba golpeando la pared como intentando escapar.

 

-          Carlos -  le hablo con suavidad para no asustarlo, más el chiquillo le golpeo, empujo con sus fuerzas totalmente aterrado – Carlos - volvió a intentar cuando el niño finamente  se pegó a la pared dando se cuenta que no había escapatoria – Carlos ¿estás bien?

-          Jay – llamo Carlos ahora aferrándose a su camisa, Carlos ya no era consciente de lo que le rodeaba, escucho la voz y simplemente la relaciono con su antiguo compañero – Jay por favor no… no dejes que me lleve – lloriqueo en sus brazos – no tu padre por favor – y Booboo empezó a comprender lo que pasaba tenía otro de sus terrores, de esos recuerdos vividos de la isla – no dejes que me encuentre va a matarme… por favor Jay no – volvió a suplicar el niño totalmente perdido en su ataque de pánico – voy a ser bueno… hare lo que quieras pero no dejes que tu padre me encuentre – murmuro aferrándose a su camisa.

 

Booboo solo le abrazo acaricio su cabeza y murmuro palabras de consuelo, le aseguro que no le dejaría solo, que nadie iba a lastimarlo, “no estás en la isla”, “no estás en Auradon”. “No soy Jay” y “ellos nunca van a llevarte” insistió cada vez más acunándole hasta que su ataque se fue deslavando, Carlos se aferró a él como una manta nuevamente.

 

Afuera Karan y Sophie miraban todo atónicos, era la segunda vez que presenciaban un ataque así, y al igual que la primera se sintieron inútiles, ninguno de ellos entendía que fue lo que lo ocasiono ni como era que Booboo podría tranquilizarle así, Cameron no lloraba, nunca lo hacía en sus ojos había terror, pánico, dolor pero las lágrimas jamás salían, Karan se preguntó ¿qué tanto debió sufrir para que su amigo desistiera de llorar?, ¿cuantas lagrimas derramo hasta el punto de darse cuenta que era inútil?, hasta que estas dejaron simplemente de brotar. Sophie en su lugar se preguntaba ¿qué era lo que debía pasar para que su amigo soltara unas lágrimas?, ¿cuál tan grande debía ser el dolor para que finalmente Cameron llorara como una persona normal?, realmente esperaba nunca averiguarlo.

 

Ellos tuvieron otro batido y pizza, Cameron no quería hacer nada, solo ir a casa y encerrarse pero Booboo le llevo a cuestas a la pizzería y se sentaron a comer en silencio al principio, poco a poco Cameron toco sus palomitas de pollo y el ambiente tenso se deslavo, Karan compro unos nuevos lentes, Sophie un bolso que obviamente no estaba en los planes y ese par de  pendientes, Cameron su fusible y finalmente todos se marcharon, Karan se enteró después que fue el látigo lo que desato el ataque de pánico, él lo elimino de inmediato.

 

Mientras después de llevar a Carlos a casa y que este insistentemente le mostro todos sus inventos decidió quedarse a pasar la noche por que era obvio que el niño no quería quedarse solo, cada que lo miraba, que le veía tomar un par de cables y explicar algo tediosamente aburrido pensaba sin querer en lo mucho que debió sufrir a manos de los de las isla, pero en especial de Jafar, en lo horrible que debió ser si el simple sonido de un látigo detonaba aquellas memorias, levanto la mirada de donde Carlos explicaba con énfasis miro el montón de fotografías pegadas en su pared especial como la llamo, la hilera que colgaban desde su armario a la ventana donde estaban las fotos más recientes y que aún no tenían un lugar especial, se perdió mirando cada una de ellas tratando de ubicarlas, pues aunque la mayoría tenia personas, como Maya o Karan haciendo poses extrañas, varias solo parecían ser tomadas al azar, los pies de Carlos, la manga de su chaqueta, podía jurar que en una estaba las manos de Libby cuidando el jardín, todas ellas parecían un gasto inútil de papel y sin embargo esa era la única forma para ver el mundo a través de los ojos de Carlos, un mundo donde una fotografía de una hoja flotando en un charco de agua era tan importante como la de su nueva familia, era extraño si pero no menos tranquilizador.

 

-          Estas ignorándome – gruño Carlos al notar que su amigo no le estaba escuchando.

-          Lo siento, pero sabes que no comprendo nada de lo que dices Cookie.

-          ¿Quieres tener sexo entonces? – pregunto inocente como siempre hacia.

-          No – rodo los ojos – deja de preguntarlo, no vamos a tener sexo.

-          Tu perdida – murmuro regresando a mirar su aparato – pero has de saber que soy muy bueno.

-          Carlos porque no subimos al tejado – murmuro porque realmente no quería otra explicación sobre el por qué debían tener relaciones sexuales, los ojos de Carlos parecieron iluminarse ante eso, se levantó tomando su cámara y abrió la ventana gustoso de hacerlo.

 

Booboo le siguió tomando una manta por que el niño apenas si llevaba una playera y subió tras de él se quedaron ahí mirando todas y cada una de las estrellas con Carlos tomando fotografías al azar, cuando la noche enfrió y Carlos se acurruco a su costado aun con la manta  se dio cuenta que definitivamente no iba a dejar que Carlos volviera, encontraría la manera de traer a Cameron y mantener a Carlos, no lo iba a dejar regresar a ese infierno.

 

*****************

 

Libby aún no estaba muy segura de esto, la última vez que Cameron se reunió con toda la familia fue un desastre, sin embargo este era el cumpleaños de su abuela, la abuela favorita de Cameron y cuando le había dado la noticia no había lucido tan emocionado como de costumbre, de hecho había fruncido la nariz y estaba segura que se negaría, pensó que hablar sobre la piscina y las hamburguesas a la parrilla de su padre lo animarían  mas no fue así, de hecho solo parecieron molestarle más, supo que su hijo iba a negarse al igual que todas las otras veces a cualquier intento de interacción social, cuando abrió la boca para pedir “¿ Booboo puede venir también?”  Y la mirada que le dio, el pequeño puchero adorable, incluso sus ojos parecían mucho más grandes y brillantes justo igual a un cachorro, fue extraño se iba a negar, obviamente se iba a negar porque esto era un evento familiar y aun que Booboo era su mejor amigo no era parte de la familia, ella quería que su hijo se despegara aunque fueran cinco minutos de su lado.

 

Encontró que no pudo, sin saber por qué asintió rápidamente a su pedido, los ojos de su hijo se iluminaron entonces con gran emoción y corrió a llamar en su teléfono, seguramente al joven mayor, ella suspiro y se dijo que estaba bien, que esta vez no sería un desastre, que su niño jugaría con sus primos nadarían en el agua,  harían una estúpida competencia y terminarían comiendo hamburguesas, que su niño volvería  a ser el mismo de antes.

 

Sucedió todo lo contrario, al momento de llegar a casa de su abuela su hijo se recluyo en un rincón, una silla lo más alejada de la alberca y de todas las personas bajo la sombra metido completamente en su teléfono, ignoro a Víctor cuando le pidió ayuda en el asador, ignoro a sus primos que le saludaron emocionados, ignoro a su abuela cuando le pidió un abrazo, Cameron corrió a sentarse y marcar en su teléfono, le vio hacer tres llamadas totalmente molesto y en la última parecía que quería aventar lejos dicho aparato, entonces volvió a mirar la pantalla del aparato y su rostro se iluminó salió corriendo a la casa y regreso colgado del brazo de Booboo.

 

Cameron cambio totalmente, Booboo saludo cortésmente a cada persona presente ocasionando de su hijo conversara con ellos, le vio sonreír, reír e incluso entrar en bromas con sus primos y este chico era tan influyente en su pequeño que incluso le vio convencerle de abrazar a su abuela con una gran sonrisa, tras esto su hijo intento llevar a Booboo a si habitual esquina de soledad por  suerte fueron interceptados por Maya quien parecía convencerles de entrar a la piscina, Cameron hizo gestos negativos llenos de incomodidad pero el otro chico asintió y así fue como terminaron en ella. 

 

Una  hora, ellos llevaban una hora en una esquina ignorando a todo el mundo ahora dentro de la piscina, bueno al menos el chico de piel canela lo era, en su bañador azul con el agua ondeante a su alrededor, Cameron sentado en la orilla sus pies se tambaleaban jugueteando en el agua llevaba su bañador amarillo uno que insistió hace tiempo en que debía tenerlo pero igualmente estaba usando una playera blanca que parecía no querer quitarse no importa cuánto Maya intento jalársela, junto a sus acostumbradas muñequeras esta vez eran negras, aun no entendía donde las sacaba ni el porqué de su obsesión con ellas, en ese momento lo único que importaba es que ahí estaba su hijo hablando únicamente con ese otro chico y riendo con él, era como si todo a su alrededor desapareciera.

 

Estaba a punto de ir ahí y obligarle a ser sociable ya totalmente desesperada cuando uno de sus primos corrió y le empujo al agua riendo, Cameron cayo a la piscina totalmente agitado, sus manos manoteaban y si no fuera porque Booboo le agarro pensaría que se estaba ahogando, entonces el chico mayor comenzó a reír y todo el pánico en su pequeño disminuyo, este parecía molesto pero en lugar de serlo con su primo parecía discutir con el joven frente a él.

 

Entonces lo vio, el indicio de su extraña relación, Cameron dejo de hablar, de fruncir su nariz y sonrió suavemente, sus manos soltaros los brazos de Booboo para posarse en su pecho desnudo, les fue deslizando tan suavemente que parecía algo íntimo, su niño llevo sus manos hasta los hombros del mayor y levanto la mirada entre abriendo los labios, ella retorció el vaso de plástico que tenía en su mano al ver la mirada que ese otro chico le daba.  

 

Todos sus miedos anteriores regresaron a su mente, su inseguridad, recordó la confesión de una de las chicas de aquel set de televisión, del beso robado que había iniciado su inicio en las drogas, recordó las burlas de sus primos haces meses,  tuvo un extraño sentimiento que no le gustaba, su pequeño hijo era gay y estaba enamorado de Booboo, se preguntó vagamente si acaso esa era la razón por la que nunca le acuso durante la investigación y si el extraño poder que tenía este sobre su hijo era por estos años de abuso, se preguntó si tal vez Booboo no era tan inocente como le hizo creer.

 

Sus dientes empezaron a rechinar, sin dejar de mirar fijamente la escena, tal vez su marido le hablo pero ella ya no presta atención, todo lo que podía ver era como su niño lucia coqueto con aquel otro joven y se juró que si se besan en ese momento mandaría todo a la goma y alejaría a ese depredador de su niño, puede que la justicia encontrara inocente a Booboo, pero Cameron solo tenía 16 años y este chico era como cinco años mayor, además su niño no era gay, no podía ser posible.

 

Cameron pareció acercarse más a Booboo, quien no dejaba de mirarle, la bebida de Libby empezó a chorear por el pobre vaso ahora destruido en su puño, mas antes de que se besaran o algo parecido Cameron brinco empujando los hombros de Booboo para sumergirle en el agua entre risas, ella se relajó entonces, soltó un enorme suspiro de alivio y vio a su niño salir a toda prisa de la piscina riéndose, Booboo lo siguió poco después sacudió su pelo como un perro en la cara de su hijo e intento hacerle cosquillas, Cameron se resistió intentando huir más en uno de sus forcejeos él fue tomado de su playera, aquella que ya se pegaba en su piel y para escapar su hijo se la quitó.

 

London fue el primero que las vio, ni siquiera ella lo había visto, claro que lo hizo pero solo en fotografías no en la realidad, ella nunca pidió y Cameron jamás lo ofreció por lo que había decidido ignorarlo, olvidar aquél hecho, Cameron había salido corriendo de las cosquillas de Booboo cuando chocó contra su tío London, el hombre le tomo del brazo por temor que se resbalara por estar mojado y jadeo cuando las vio.  

 

La espalda de su hijo está llena de quemaduras y cicatrices.

 

-          ¿Qué diablos te paso hijo? – esas palabras hicieron estremecerle, fue algo lleno de preocupación total, genuino interés por el bienestar de su sobrino, pero para Cameron fue una acusación, todo cambio entonces.

-          Nada que te interese -  hablo con firmeza levantando la barbilla orgulloso, sus hombros se habían tensado, su espalda se cuadro y sus ojos perdieron toda calidez que tenía, todo su rostro se cerró nuevamente para zafarse del agarre con brusquedad.

 

Vio a su hijo caminar entonces hasta la misma silla de la esquina decidido a ignorar al mundo en general, uno a uno intentaron hablar con él, ni siquiera cuando Booboo le llevo otra camisa para cubrirse su hijo volvió a sonreír se quedó ahí sentado empujando a todos, ella no se sintió tan mal al ver que Booboo igualmente fue empujado lejos.

 

Su abuela se acercó entonces, no sin antes decirles a todos que dejaran en paz al chico y tras verles conversar jura que vio verdadero miedo en su rostro, miedo que fue borrándose poco a poco ante cada palabra de la vieja mujer.

 

Esa noche, Cameron se sentó con ellos a comer y realmente lo hizo, bueno un poco, logro acabarse media hamburguesa y un montón de papas fritas sin ser sobornado, noto como no dejaba de mandarle miraditas a su abuela sospechosas y puede jurar que las manos de él y Booboo estaban entrelazadas bajo la mesa. 

 

Se mordió la lengua y trago su comida en silencio, no le gustaba eso, no quería que su niño fuera gay, y mucho menos le agradaba la idea de que saliera con alguien como Booboo pero en ese momento su pequeño ya había tenido demasiada atención, más de la que deseaba y se dijo que lo dejaría pasar por ahora.

 

Lo arreglaría encontraría la manera de que su niño se alejara de Booboo.

 

No lo hizo, días más tarde cuando le llamo Mamá y a Víctor Papá  otra vez,  supo que fue el chico mayor quien tuvo que ver en ese progreso, su pequeño niño era gay, puede que a ella no le gustara, pero ya le había  casi perdido no solo una sino dos veces, no dejaría que sucediera una tercera vez, no cuando podía evitarlo, se prometió que aprendería a aceptarlo o al menos a vivir con ello y ser feliz por su niño, si con eso podía mantenerlo feliz y vivo a su lado, dejaría que Booboo se mantuviera cerca.

 

****************

Maya había insistido, su terapeuta también, Cameron tenía que salir al mundo, dejar de estar auto recluido y simplemente empezar a tomar las riendas de su vida, pero él no era Cameron, él no quería socializar con esas personas,  solo quería  estudiar para entrar a esa universidad que parecía tan genial, un sueño, algo que lo distraía de su realidad ahí, sin embargo Carlos fue.

 

No estuvo solo obligo a Booboo a ir, o manipulo la verdad no fue tan difícil el chico era capaz de dejar cualquier cosa que hiciera e ir a ayudarle, parecía como si de alguna forma Carlos tuviera el mismo poder que Evie solo que funcionaba únicamente para Booboo.

 

Así que ahí estaban en un estúpido karaoke del cual no tenía idea de lo que significaba, había mucha gente, "amigos" los llamo Maya, antiguos amigos que reconoció en la fiesta de bienvenida que ignoro todo ese tiempo, por suerte ahí estaba Booboo lo malo su novia estaba pegada a él y no parecía soltarle.

 

Carlos estaba pensando la forma en que manipularía al chico para que este dejara a su novia y lo llevara a casa antes de pasar más minutos en ese fastidioso lugar cuando Karan aplaudió regresando de donde los había inscrito para cantar, lo que tenían que hacer al parecer frente a todas esas personas, pfff lo odiaba porque para ser un mundo donde no cantaban a cada rato parecía que el universo conspiraba para hacerle hacer cosas ridículas.

 

Uno a uno pasó cantando desde su hermana hasta ese tal karan y cuando llego el turno de él, lanzo una mirada de mortificación a Booboo, el chico se levantó y tomo su lugar salvándole, entonces aquella canción empezó y algo realmente extraño sucedió.

 

-          Karan ¿realmente? – Booboo levanto una ceja al escuchar las primeras notas de la canción que ese chico había elegido, en ese momento se arrepentía de salvar a Carlos por tener que cantar algo cursi.

-          Tú fuiste quien se ofreció – grito en su dirección el chico – Cameron debía cantarla - y Booboo solo suspiro  porque sabía que solo lo hacían para burlarse del niño en otra circunstancia estaría ahí apoyándoles en esa idea pero ahora simplemente no podía, Booboo sabía que Carlos estaba aterrorizado y deseoso de salir corriendo por lo que se había levantado para suplirle aun cuando su turno ya paso, solo negó con la cabeza y empezó a leer la letra que aparecía en el monitor para comenzar a cantar.

 

 

“Conmigo estas y el mundo se esfumo

La música al sonar nos envolvió

Aquí, muy juntos si contigo voy

Aquí tan vivo estoy “

 

La letra era horriblemente cursi pero lo enfrento como hombre, alzo la mirada entonces para ver a Carlos, para hacerle entender que si seguía con ese estúpido juego era solo para salvarle de la vergüenza, que todo eso lo hacía por él.

 

“La vida va, los sueños morirán al mío digo adiós y sin saber

Que aquí tú estabas mi sueño te encontró

Y hoy por siempre ya se

Que solo quiero tenerte aquí “

 

Sus ojos pasaban de la pantalla donde la letra jugaba y a Carlos quien parecía petrificado, de hecho sus hombros se veían mucho más tensos de lo que estaban hace un minuto y eso que era él quien sufría la vergonzosa humillación de recibir silbidos de todos los presentes pues en ese karaoke había mucha más gente de lo que le gustaba admitir, no es que no supiera cantar o lo hiciera mal pero por alguna razón Booboo empezaba a inquietarse por hacerlo en ese momento.

 

Aquí soñando con un feliz final

Creer que esto en verdad es real

Y este sueño también nos separó”

 

Y todo el mundo guardo silencio ante su canto, dejando que las palabras se deslizaran en sus labios, en algún momento empezó a notar el significado de aquella letra, poner atención aquello que cantaba y por extraño que parezca no pudo evitar sentir que esa canción quedaba perfecta para ellos, para él y Carlos, soltó un suspiro ante esa última estrofa para cerrar los ojos y cantar aquellas palabras  intentando no mirar a Carlos.

 

Tu allá y yo, aquí “

 

Pero al abrir los ojos este le miraba con intensidad y no pudo evitar poner  toda su atención  en Carlos y mientras el Vals de aquélla melodía sonaba parecía como si hubiera algún hechizo mágico pues los gritos y silbidos del público fueron ignorados en la pequeña burbuja que parecía envolverles.

 

El vals termino y esta vez tomo suficiente aire para cantar nuevamente esta vez con más emoción.

 

“Y cómo enfrentar la realidad si hoy te pierdo aquí “

 

Booboo volvió a cerrar los ojos esta vez cantando con verdadero sentimiento porque de alguna forma esa canción le hacía sentir algo extraño y fue como si el mundo entero se desvaneciera  pues solo tenía ojos para Carlos, porque no podía apartar la mirada de ese pecoso, de aquéllos ojos vacíos que parecían llenarse de una emoción extraña para él.

 

“Hoy aquí soñando con un feliz final

Creer que esto en verdad es real

Soñar que el sueño en los dos esta “

 

Porque aun cuando todos gritaban animándole, cuando su novia mandaba besos en su dirección Booboo le miro, mantuvo la mirada fija en su persona todo el tiempo.

 

Fue confuso pues el corazón de Carlos se estremeció de una forma que jamás había sucedido, dolía de una forma extraña y nueva para él.

 

“Yo aquí, yo aquí, y tú allá”

 

El grito de Megan así como los aplausos lo sacaron de aquél trance en cuanto las últimas palabras se deslizaron por sus labios bajo del escenario tras sacudir su cabeza para despejarse acercándose a la mesa donde ella se levantaba para abrazarle y besarlo, pero no fue suficiente para distraerle pues aun cuando  le beso, cuando sus labios se cerraron sobre los suyos y aquellos brazos le rodearon con fuerza  Booboo volvió a mirarle, a él, al chico de la isla que tenía una extraña mirada en su rostro, aquella indescifrable llena de emociones.

 

Solo duro un minuto, tal vez menos, cuando Booboo termino de cantar, de envolverlo con su melodiosa voz y algo exploto en su interior para que el volviera a su antiguo rostro de indiferencia, y mientras besaba a su novia, mientras ella murmuraba lo perfecto que fue esa canción pensando que era a ella a quien miraba Carlos le miro entre abrió sus labios y los lamio con suavidad todo sin apartar sus miradas, todo en un extraño código que ni aun ellos comprendían del todo.

 

Cuando al fin volvieron a sentarse y Booboo volvió a ponerse entre Megan y Carlos no pudieron evitar que sus rodillas se tocaran, claro que volvieron a pedirle que cantara alegando que fue Booboo quien tomo su lugar, pero este solo negó y cuando se volvieron insistentes él le rescato, como venía haciendo desde el principio, desde que encontró a ese niño asustado en la habitación de aquel instituto mental.

 

La noche continuo, pidieron más bebidas sin alcohol por que solamente Booboo y Megan tenían la edad para beber pero de igual manera se divirtieron, Maya canto un par de veces más  y los demás clientes lo hicieron, las risas no faltaron y burlas así como los aplausos, de vez en cuando ella se inclinaba para besarlo causando una sonrisa de Booboo, debajo de la mesa donde nadie podía verlos , mientras el rostro de Carlos lucia indiferente sus dedos se rozaron en una caricia y cuando ella nuevamente se inclinó a besarlo Carlos los entre lazo apretándolo con fuerza haciendo que este volteara terminando aquel fastidioso beso.

 

Booboo sonrió en su dirección y regreso el apretón manteniendo sus manos unidas, Carlos volvió a sentir aquel calor en su pecho, algo agradable  y aun que definitivamente odiaba ese lugar tan lleno de gente y ruidoso el simple hecho de que Booboo estuviera ahí sosteniendo su mano lo valía, ellos no se separaron no al menos hasta que tuvieron que marcharse y Booboo soltó su mano deslizando sus dedos para tomar la mano de su novia.

 

Y toda la felicidad de hace unos instantes se evaporo cuando los vio besarse otra vez, la envidia y el odio le inundaron, Carlos nunca había deseado algo tanto como ahora, tal vez no entendía bien lo que sucedía pero algo era claro, quería a Booboo, lo deseaba solo para él.

 

Carlos no era bueno, nunca lo fue, era un villano tal vez no el más malvado de todos pero por primera vez ansiaba algo verdaderamente más que la aprobación de su madre y él simplemente iba a conseguirlo.

 

Su mundo había sido muy pequeño todo este tiempo, lo fue en la isla donde su madre lo era todo, incluso con la adicción de Jay y las chicas todavía era pequeño, en Auradon  sin la presencia de su madre solo se encogió más, no tenía interés alguno de hacer amistades, no quería ampliarlo, porque esto era seguro, esto era más fácil.

 

Entonces Booboo había llegado, empujo sus límites, abrió sus ojos y mostro lo enorme que era realmente el mundo, con tantas personas, tantas experiencias, algo tan aterrador que le daban ganas de volver a cerrarse debajo de su capullo, mas Booboo no le dejo tomo su mano y le dio esa otra prospectiva, le mostro que no había que temer y aun que el mundo no era perfecto esas pequeñas cosas, las alegrías y risas compartidas hacían que todo valiera la pena.

 

Carlos lo entendió entonces, comprendió lo egoístas que eran Mal, Evie y Jay, sobre todo Jay, porque si Cameron era la mitad de cálido y brillante de lo que era Booboo para él tampoco le dejaría ir, puede que este no fuera su mundo, que no fuera su decisión venir pero ahora que había encontrado algo realmente bueno, un tesoro hermoso no lo dejaría.

 

Booboo le pertenecería, sin importar el costo lo haría.

Notas finales:

Hay que aclarar algo en este punto Carlos quiere a Booboo no de la forma romántica sino más bien como una posesión, este niño aún está aprendiendo a amar y lamentablemente se ha obsesionado con Booboo, él es su barco salvavidas algo seguro a lo que puede aferrarse y no dejara que nadie lo aparte de él.

 

La canción que canta Booboo es “So close” de  encantada  pero versión en español, ambas son buenas pero como sé que no todos saben ingles quería que entendieran lo que cantaba para comprender mejor, Me encanta como esta canción encaja tanto para el Jaylos como el Booron.    

 

Por si no lo han notado Booboo no quiere a Carlos, llega a desearlo a causa de la maldición que este posee pero no lo quiere, de hecho a estas alturas Booboo siente lastima del niño desechado de ahí que quiera protegerlo.

 

 

Una galletas?

Chocolate??

Idea???


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