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MI ULTIMO RENACER por LILITH_HIWATARI

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Capítulo 9: Solo un poco más.

 

“Estamos tan acostumbrados a disfrazarnos para los demás, que al final nos disfrazamos para nosotros mismos.”

FRANÇOIS DE LA ROCHEFOUCAULD

 

 

 

-          Carlos – le miro el chico poniendo ambas manos a los lados dejándole completamente sin salida.

-          No – respondió apartando los labios sin dejar de mirar como el rostro de Booboo se acercaba cada vez más a él, deseando tener una salida, pero de nuevo estar en ese cubículo del baño no le daba muchos lugares a donde ir.

-          Carlos tienes que hacerlo – volvió a pedirle mientras Carlos cerraba los ojos apretando los labios aún más en una mueca, deseando poder escabullirse pero a menos que pudiera volar o pasar entre las piernas del otro joven eso estaría difícil.

-           no maldita sea – gruño poniendo los brazos en el pecho de Booboo y empujándole con suavidad -  No voy a hacer algo tan – empujo con más fuerza queriéndoselo sacar de encima  - Tan degradante – le miro con furia en sus ojos  - No quiero hacerlo – negó con su cabeza con ahínco sintiendo una verdadera impotencia al verse sometido una vez más.

-          ¿Quieres que todos se enteren que no eres Cameron? – Booboo lo tomo del rostro para obligar a mirarle nuevamente y Carlos suspiro al escuchar la amenaza negando con suavidad – así me gusta Cookie – sonrió victorioso el mayor acariciando su mejilla.

-          Pero… - volvió a suplicar, no podía creer que Booboo fuera tan ruin, que lo obligaría a hacer algo tan horrendo, por unos momentos pensó que estaría a salvo y ahora estaba ahí en un baño de una cafetería obligándole a hacer lo más horrendo que jamás nadie le hizo.

-          Escucha Carlos ahora eres Cameron y una figura pública además tu carrera de modelaje va muy bien – le recordó alejándose del joven  aun así lucia abatido – ahora sal y se amable con tus fans y no olvides sonreír – le ordeno.

-          Ellos dicen que no debo sonreír – Carlos hizo un puchero dejándose caer en el asiento del inodoro que afortunadamente tenía la tapadera por lo que podía empezar a hacer nuevamente su berrinche, razón por la cual estaban ahí en primer lugar.

-          En las fotos no  - suspiro por décima vez ese día se suponía que sería una salida normal pero no, Carlos les metió en esto, pues que el chico afrontaría las consecuencias - pero aún tienes fans de los trabajos de Cameron y ellos quieren verte sonreír.

-          no quiero abrazarles  - hizo una mueca ante esto pues una de las chicas que se le acercaron quiso abrazarlo para la fotografía y Carlos hizo una mueca ante esto -   y tomarme fotos con sonrisa de idiota – dijo con dramatismo como si aquello fuera una gran tortura -  Es tan odioso.

-          Gracias por llamarme idiota – bufo Booboo enarcando una ceja pues el si había reaccionado bien ante las fans.

-           De nada – sonrió con burla - No quiero  - se cruzó de brazos haciendo un puchero nuevamente.

-          Escucha me pediste ayuda para quedarte aquí  ¿Quieres pasar desapercibido?  ¿Que todos sigan creyendo que eres Cameron Boyce o prefieres que  crean que estas en drogas o algo así por tu repentino cambio? – le recordó - Volverán a internarte en la clínica o algo así pero bueno has lo que quieras – suspiro cansado y salió del cubículo para lavarse las manos simplemente por costumbre y por qué las había puesto en la pared claro, arreglo sus gafas de sol y su sudadera mientras esperaba que Carlos cambiara su actitud.

-          Bien – dijo con fastidio Carlos  saliendo del cubículo suspiro resignado porque realmente no quería regresar a ese horrible lugar - Voy a sonreír como un estúpido príncipe primoroso y firmar estúpidos autógrafos pero no abrazare a nadie – hizo una mueca arrebatando de la mano de Booboo la horrenda gorra que le obligo a usar ese día, las odiaba pero el joven le había aconsejado un disfraz para pasar desapercibido.

-          Solo recuerda ser amable y sonreír – palmeo su hombro - Tienes una linda sonrisa –continuo ignorando la forma extraña que Carlos le miraba, entonces Carlos sonrió y Booboo recordó algo -  ahora que no tienes esos afilados dientes – se estremeció porque si le habían dejado un gran recuerdo.

-          Son para comerte mejor Boocito. – se burló sacado su lengua en su dirección, coloco la gorra sus gafas de sol y salió dispuesto a esperar que alguna otra fan no lo reconociera o tendría que sonreír, el solo quería su helado de unicornio maldita sea.

 

Lo hicieron al menos tres chicas más le pidieron tomarse una fotografía y él tuvo que sonreír y no apartare cuando una de ellas entro demasiado en su espacio personal odio cada segundo de ello.

 

******************

Con las pocas clases debido a su último ataque de pánico, el modelaje y el baile aun dejaban mucho tiempo libre para Carlos, tiempo que el niño utilizaba destrozando aparatos electrodomésticos o haciendo su segunda cosa favorita, atormentando a Booboo, ese día le había mandado ocho mensajes  con carácter de urgente al final solo fue que Carlos quería probar el nuevo cono sirena que tenían en una nueva cafetería, era colorido, lleno de galletas y enorme, una verdadera monstruosidad porque eso no parecía helado, era más bien un montón de químicos congelados para darle tal apariencia pero de nuevo Carlos no tenía más amigos y aun que hablaba con Karan y Sophie en la escuela se rehusaba verlo fuera de esta, según él no los necesitaba tenia a Booboo, así que ahí estaban tras terminar el helado sentados en la habitación de Carlos, y de algún modo la conversación giró en torno a eso, la inexistente cantidad de amigos de Carlos y Karan siendo el mejor amigos de Cameron.

 

-          Creí que tú eras su mejor amigo – hizo una mueca mordiendo la última parte de su cono de helado, si llevaba dos ese día, uno en el lugar y otro para el camino, Booboo no comprendía como Carlos podía comer tanta comida chatarra pero casi nada de verdadera comida.

-          No – suspiro Booboo mirando nuevamente su teléfono ansioso por que recibir la llamada de su novia -  Era un poco diferente – hizo una mueca - Nuestra relación era más.  

-          ¿Tenías sexo con él? – le corto Carlos mirándose inocente desde su cama.

-          No ¿Qué?  - Booboo casi deja caer su teléfono ante tal comentario -  Claro que no – hizo otra mueca esta vez de desagrado -  Mira nosotros íbamos a la misma escuela de danza y nos hicimos amigos pero Karan es de su edad – suspiro guardando el celular y sentándose en la silla lo más lejos de las manos inquitas del niño -  iba a la escuela juntos y  tú sabes eran mejores amigos.

-          Ahora lo eres tú – dijo como si nada Carlos  - No me importa Karan, ni Sophie solo tu – continuo revisando ahora su teléfono, su nuevo grande amor además de su cámara digital -  Solo te quiero a ti – dijo y fue tan frio, tan simple como si estuviera hablando de una posesión, Booboo sospechaba que era así.

-          Tal vez sea bueno que tengas más amigos – suspiro pensando cómo hacer que finalmente Carlos saliera de su caparazón.

-          ¿No te pondrás celoso? – dijo con una sonrisa levantando únicamente la mirada del teléfono -  Bien voy a hablar con el – soltó tras una larga mirada con el joven que prácticamente le suplicaba con la mirada.

-          Carlos por favor no vayas a hacer algo extraño – suplico realmente, Carlos sonrió a esto se levantó de la cama y sentándose en sus piernas a horcadas lo abrazo por el cuello.

-          Tranquilo Buuba no voy a besarle – dijo presumido acariciando su nuca causándole aquel escalofrío que sabía que le gustaba -  Sé que no te gusta compartir – murmuro para entonces besarle  - Soy tuyo y solo tuyo – susurro contra sus labios.

-          Basta – Booboo le alejo tomándole del cuello con tal vez algo de fuerza haciendo que Carlos se quejara en un gemido por lo que de inmediato lo soltó -  No eres mío, no eres de nadie porque no eres una propiedad – dijo con firmeza a lo que Carlos solo volvió a sonreír coqueto -  Carlos lo entiendes ¿verdad? No tienes que hacer esto.

-          Yo quiero hacerlo – volvió a murmurar apoyándose en su pecho -  Me gusta tocarte – dijo descansando sus manos por el pecho del joven.

-          Ok – Booboo se levantó ante la actitud tan infantil de Carlos empujándole con suavidad y sacándoselo de encima - Tengo que irme – dijo revisando su teléfono -  Habla con Karan – dijo mirándole con firmeza, Carlos solo sonrió desde su lugar en la cama a donde fue empujado, cruzo las piernas  exponiendo su pecho, estirando su lechoso cuello y asintió.

-          Si – dijo totalmente sumiso – seré el amigo de Karan  Boobibu – término con una sonrisa sarcástica.

 

Booboo solo suspiro rodo los ojos tomo las llaves de su automóvil, las que Carlos había tomado antes para obligarle a subir a su habitación y salió de ahí, en el camino se despidió de Víctor que solo saludo a lo lejos y el enorme perro que parecía no muy a gusto de tenerlo ahí, extraño ese perro siempre lo quiso pero desde Carlos era como si Cienna lo culpara por algo, así que paso ante la mirada vigilante del perro guardián de Carlos y salió de ahí.

 

Antes de subir a su auto dio una última mirada a la ventana del cuarto de Cameron donde el chico ya estaba sentado con una pierna fuera de esta, Carlos le saludo levantado una mano con energía y Booboo se fue de ahí no muy seguro de que el chico siguiera su consejo, entonces su teléfono sonó y si era Megan llamándole.

 

********************

 

SexyCookie: Necesito que vengas ahora  : (

DearBoobiboo: ¿Por qué rayos cambiaste tu nombre de contacto desde mi celular?

DearBoobiboo: Es mas ¿Cómo lo hiciste?

SexyCookie: No estas prestando atención, Ven, ¡¡¡ahora!!!

DearBoobiboo: Estoy de salida, no puedo ayudarte.

SexyCookie:¡¡¡Tienes que sacarme de aquí!!!

SexyCookie: Stewart

SexyCookie: Por favor

SexyCookie: Hare lo que me pidas solo sácame de aquí.

DearBoobiboo: No voy a librarte de otra reunión familiar.

DearBoobiboo: Tu madre me miro horrible la última vez.

SexyCookie: Ella no es mi madre >:(

DearBoobiboo: lo es ahora, lidia con ello.

SexyCookie: No

SexyCookie: Por favor

SexyCookie: No es la “familia”

SexyCookie: Libby está molesta, porque no he salido de mi cuarto más que para la escuela y el modelaje, incluso falte a danza.

DearBoobiboo: Habla con ella y dile que no te gusta eso.

SexyCookie: No es eso…

SexyCookie: Yo olvide la clase

SexyCookie: Eh estado muy ocupado con mi nuevo proyecto

DearBoobiboo: Cierto tu “proyecto”

SexyCookie: Puedo oírte rodar los ojos desde aquí Stewart deja de burlarte.

DearBoobiboo: Estoy en medio del pasillo del edificio con mi maleta ve al punto o voy a apagar el cel.

SexyCookie: No te atreverías

DearBoobiboo: Adiós Carlos

SexyCookie: Saltare de la ventana si lo haces u.u

DearBoobiboo: No bromees con eso

SexyCookie: Pruébame

DearBoobiboo: Bien dame cinco minutos para llegar al coche.

SexyCookie: Más vale que sea para que vengas por mí porque juro que voy a saltar

SexyCookie: O explotare la casa

SexyCookie: De hecho creo que eso resolvería el problema

SexyCookie: Tal vez solo explote esa parte de la casa.

DearBoobiboo: Estoy aquí, nada de explosiones ni saltar por ventanas.

SexyCookie: Bien decía, Libby está “preocupada” no entiendo por qué llamo a unos de mis “amigos” que están en la ciudad y no habían podido venir a verme.

DearBoobiboo: Eso es bueno, diviértete.

SexyCookie: Reamente tienes suerte de ser muy lindo porque cerebro te falta.

DearBoobiboo: Es lo más dulce que me has dicho, igual no voy a cancelar mis planes.

SexyCookie: Pero debes ayudarme

SexyCookie: Eres malvado

SexyCookie: Libby quiere que este con ellos y baile.

DearBoobiboo: Te gusta bailar

SexyCookie: No esa cosa extraña

DearBoobiboo: Tienes miedo de bailar break dance…

DearBoobiboo: Ve y diviértete Carlos.

SexyCookie: No

SexyCookie: Idiota

SexyCookie: Tengo miedo de estar a solas con un montón de extraños.

SexyCookie: Por favor

SexyCookie: Con Víctor no tengo opción pero…

DearBoobiboo: Carlos son amigos de Cameron no van a hacerte nada malo, nada más allá de bromas.

SexyCookie: Las personas tienden a cambiar a mí alrededor Booboo

SexyCookie: Por favor

 

SexyCookie ha enviado una foto

SexyCookie Ha enviado un audio.

 

DearBoobiboo: Bien tienes diez minutos para empacar algo de ropa

SexyCookie:¡¡Yey!!

SexyCookie: Eres el mejor

SexyCookie: Voy a darte la mejor mamada de tu vida.

DearBoobiboo: No hagas que me arrepienta.

SexyCookie: ¿Y a dónde vamos?

SexyCookie: Quiero ir a un campamento espacial

DearBoobiboo: Eso es para niños y es en Alabama.

DearBoobiboo:   Iremos a la casa de mis padres

SexyCookie: Eso es taaaaaaaaan aburidooooo

DearBoobiboo: Te dije no voy a cancelar mis planes.

SexyCookie: No quiero estar en casa de tus padres y tu noviecita.

DearBoobiboo: Ella salió de trabajo por eso pasare el fin de semana con mis padres.

SexyCookie: ¿Necesitas quién te cuide Bobibooo?

DearBoobiboo: Ya me arrepentí.

SexyCookie: Te estaré esperando

SexyCookie: ¡Apúrate!

 

************************

 

Así que Carlos le había estado molestando justo cuando salía de su departamento, con su novia lejos el fin de semana Booboo imagino que estaría súper aburrido en casa entonces su madre llamo diciendo lo poco que le había visto últimamente y rindiéndose acepto ir a visitarles y de paso poder visitar a sus amados animales.

 

Pero Carlos le obligaba a llevarle solo para escaparse de una cita de juegos que Libby le preparo, si casi ríe cuando Maya lo llamo así pero trato de mantener la compostura, no quería otro arrebato de furia del pequeño que realmente lucia adorable pero era muy fastidioso cuando se molestaba, entonces Carlos rodo los ojos, le empujo a la puerta y grito algo de ir a capturar pokemones y salieron de ahí antes de que sus dichosos amigos viniera.

 

Ahora estaba en su sexta parada en una calle al azar porque un Ponyta salvaje había aparecido y al parecer a Carlos le gustaban los caballos, si el dibujo en el celular era algo, cinco minutos después con un Carlos sonriente saltando de emoción que atrapo a su lo que sea volvieron a andar en dirección del rancho, este viaje ya había tardado el doble del tiempo por culpa de Carlos pero  puede aceptar que es mucho más divertido que ir solo, Carlos riendo apretando botones de su preciado coche y des configurando la radio, lo bueno es que había llamado para avisar a sus padres, su madre siempre quiso a Cameron, claro que cualquiera que conociera a Cameron terminaba amándole, era como el hijo perfecto agradable y carismático.

 

Lo malo era que tras el incidente y bueno que fuera acusado de violación, gracias a dios no acusaron a su padre también o seguramente el enfado sería más grande, así que sus padres no eran fans de Cameron en este momento sobre todo tras el tiempo que pasaba de mas con él, pero lo bueno es que no le negó aceptarlo, fue un alivio o no tenía idea de que hacer, dudaba que hubiera campamentos espaciales en este momento, lo único que estaba seguro es que se habría negado ir al rancho si Carlos no era aceptado y ni siquiera entendía por qué.

 

Mentira lo sabía muy bien la esperanza de ver a Cameron nuevamente le mantenía firme en su decisión y aun que una pequeña voz le decía que jamás lo volvería a ver  la ignoro por completo.

 

Carlos levanto la vista de su teléfono entonces llamo su atención y sonrió sacando su lengua, para después inclinarse y besar su mejilla con suavidad “Gracias por salvarme”  murmuro el chico con voz suave, Booboo solo apretó las manos en el volante y siguió conduciendo.

 

Se sintió un poco culpable al saber que no hacia esto por Carlos.

 

Cuando finalmente llegaron Carlos bajo del auto sin despegar la vista de su teléfono, murmuraba cosas que realmente no entendía, Booboo se estrió un poco saliendo de su asiento cuando su hermana menor salió corriendo de la casa seguido muy de cerca de tres enormes perros y dos más pequeños rodeo el auto para abrazarle cuando escucho un golpe, Carlos había dejado caer su teléfono, su rostro reflejaba terror puro al ver a los animales abalanzarse contra él.

 

Muy tarde lo recordó, el terror de ese chico a esos animales, grito a los animales para intentar detenerlos pero eso solo hizo que Carlos reaccionara más negativamente, corrió, el chico simplemente entro en automático e intento sobrevivir, rodeo el auto saltando por encima de la cajuela y paso la camioneta de su padre más adelante saltando sobre el cofre mientras los perros juguetones lo corretearon.

 

Carlos siguió corriendo, incluso cuando Booboo le gritaba parar, lo único que escucho fue los ladridos que en su cabeza rezumbaban aterrándole, finalmente dio con un enorme árbol cuyas ramas lo salvarían junto a este estaba un pequeño cobertizo, donde los artículos de jardinería de su madre se guardaban, Carlos simplemente escalo hasta ponerse a salvo y cerró los ojos al ver que las temibles bestias seguían ladrando

 

Booboo le siguió de inmediato empujo a los perros ordenándoles regresar pero estos seguían curiosos y excitados por el nuevo visitante, “¿Quién eres tú?” “Dulce” “Adorable” “Baja a jugar” Carlos podía entender perfectamente lo que esos perros le decían, pero su terror era demasiado aquellos ladridos no lo animaban solo el hacían sentirse peor, atrapado  estaba a un segundo de un ataque de pánico cuando una mano se posó en su hombro.

 

Levanto la vista solo para ver a un hombre extraño, grito nuevamente empujo y pateo a aquel que intentaba tomarle, en su estado alterado no escucho sus palabras, ni como Booboo gritaba para que se detuviera, el padre de Booboo extrañado por a petición de su hijo de traer la escalera lo obedeció, entonces vio a Cameron aferrado a una rama cerca de su cobertizo a su hijo y sus dos hijas deteniendo a los perros que no dejaban de ladrarle y aún un poco confundido fue a bajar al chico, entonces Cameron lo estaba atacando no dejándose ayudar y bueno Nils tal vez se desesperó un poco  por que definitivamente no fue nada suave tomando a Cameron hasta despegarlo de la rama.

 

Gran error.

 

Carlos empezó a gritar como loco revolviéndose del agarre del hombre, golpeo con sus puños y siguió gritando, hasta que finalmente llegaron abajo y Booboo le llamo, Carlos sintió finalmente ser soltado por su captor y corrió de inmediato a abrazarse de joven que susurro palabras suaves para calmarlo.

 

Carlos finalmente se calmó lo suficiente para disculparse por golpear a Nils, aquella disculpa realmente no lo parecía pues el chico estaba más preocupado por su teléfono que por la escena hace un momento, finalmente todo se calmó y ambos chicos se encontraban en la habitación de Booboo, Carlos tenía su propia habitación para quedarse pero esta tenía una batería y muchas cosas que jugar o romper dado su necesidad por juguetear con todo.

 

-          Lamento lo de los perros – se disculpó Booboo, finalmente Carlos dejo de lado su teléfono guardándolo en el bolsillo trasero de sus nuevos shorts, hace unos días Maya lo arrastro junto con su madre a ir de compras solo para que media hora después fuera Carlos quien revisaba ansioso todo tipo de ropa buscando que comprar, cabe destacar que los shorts ahora eran una gran parte de su guardarropa de sus colores habituales, por lo que guardo dicho aparato y puso atención a lo que Booboo le decía

-          Está en el pasado – trato de restarle importancia revisando ahora la guitarra en una de las sillas, tocando sus cuerdas con curiosidad.

-          Lo olvide por completo  - volvió a decir el joven acercándose a Carlos realmente avergonzado.

-          Bueno golpee a tu padre estamos a mano – se encogió de hombros dejando la guitarra y girándose a donde en una silla una chaqueta  negra descansaba, de inmediato la levanto  atraído por el color notando el escudo de un lobo bicolor haciéndole sonreír.

-          Enserio lo siento – Booboo se acercó nuevamente a el tomo su mano para detenerlo de revisar la prenda y hace que le diera su atención – Carlos.

-          Quieres dejar de disculparte – gruño el chico espantando su mano - es molesto cuando lloriqueas por algo – frunció su nariz encaminándose al espejo de la habitación para levantar la chaqueta frente a él.

-          Creí que te gustaba verme suplicar – sonrió Booboo notando el interés del joven en su ropa.

-          Lo hago pero no por tonterías – guiño un ojo desde el espejo de forma coqueta – si te hace sentir mejor puedes darme esto – abrazo la chaqueta.

-          No lo siento tanto – gruño jalando la prenda haciendo que el chico hiciera un mohín, por lo que regreso su vista al cuarto en busca de nuevas cosas.

-          Bien – se acercó a la batería para tomar uno de los palitos y golpear el platillo  -  ahora muéstrame a usar esto o lo romperé.

-          Si destruyes mi batería juro que – murmuro molesto lanzando la chaqueta a su cama.

-          ¿Vas a dejarme a merced de tus perros Boobiboo? – dijo burlón y por un segundo Booboo realmente quiso hacerlo solo para callarle la boca, joder esos labios que se torcían en una sádica y viciosa sonrisa que empezaba a volverle loco.

-          No volveré a comprarte ningún helado sirena – amenazo en su lugar.

-          No te atreverías.

-          Pruébame – sonrió victorioso pues Carlos ya había dejado de tomar la baqueta como si fuera un cuchillo listo para apuñalar.

-          Te odio – gruño soltándolo todo y alejándose de la dichosa batería.

-          Estas mintiendo – sonrió ganador Booboo, Carlos rodo los ojos ante esto cruzándose de brazos para sentarse junto a la ventana a lo lejos vio a los perros correr en el patio, el solo frunció a nariz y se dijo que estos no le dañarían.   

 

La tarde paso pronto y como era de esperarse la madre de Booboo los llamo para cenar, Carlos hizo una mueca ante esto, frunciendo su nariz adorablemente, algo que Booboo adoraba secretamente, así que declino la oferta para ambos entonces su madre furiosa grito “Nils Allen Stewart Junior baja a cenar ahora mismo es una orden” dijo con voz firme pero sin realmente malicia, por lo que Carlos solo se sorprendió y empezó a reír, desde que llego a ese mundo no recibía gritos, de hecho era lo contrario Libby le suplicaba porque comiera y siempre le preparaba todo lo que le pidiera no va a negarlo a Carlos le encantaba ser tan consentido esa fue otra razón por la que acepto modelar y bailar.

 

Así que tal vez Carlos estaba siendo malcriado por lo que no perdió el tiempo para burlarse de su Booboo.

 

-          Te llamas Nils – empezó a reír – te llamas igual que tu padre – y siguió molestando al ver el rostro enojado del chico.

-          No me llames Nils – gruño -  mi padre se llama Nils… odiaba cuando Cameron lo hacia

-          ¿Entonces porque dejaste que lo hiciera? – pregunto curioso desde su cama  recostado, cabe mencionar que hace horas se había puesto la chaqueta negra porque realmente le gustaba mucho.

-          Somos amigos – suspiro levantándose de la silla donde había estado tocando las cuerdas de su guitarra - mejores amigos – rectifico -sabía que me hacía enojar por eso me llamaba así.

-          Unas vez intente llamar a Mal, Bertha – confeso sentándose en la cama - ella azoto mi cabeza contra el suelo por tal osadía, Jay solo se rio de eso mientras Evie arreglaba su maquillaje – termino la historia sin ninguna emoción, Booboo conmocionado por tal cosa le miro un segundo tratando de descifrar si aquello era una broma más recordando el carácter de sus amigos y dado lo que decía los escritos sabía que era posible.

-          Bien puedes llamar Nils, no voy a golpearte por eso – término en un suspiro.

-          No lo creo Stewart, solo no me llames así tu sabes – frunció la nariz recordando los demás apodos que a veces le daba.

-          ¿Pecas?, ¿Mica?, ¿Cameron? – pregunto.

-           Buba – se burló entonces -  Bubilicius – dijo como si fuera un trablengua.

-          ok entiendo solo dime Booboo ya sabes – levanto las manos en rendición.

-          Sigo creyendo que es estúpido pero si eso quieres – se levantó dispuesto a bajar las escaleras.

-          Espera – Booboo le detuvo antes de pasar por la puerta – quítatela – ordeno, a lo que Carlos sonrió coqueto.

-          ¿ahora? Tu madre nos está esperando – susurro abrazándole por el cuello.

-          La chaqueta – rodo los ojos sacándoselo de encima – solo quítatela  - Carlos frunció la nariz pero se la quito de muy mala gana, bueno por hora se la dejaría pero esa chaqueta seria suya.

-          Mi segundo nombre es Oscar – confeso caminado por el pasillo.

-          ¿Oscar?... eso no estaba en los registros – le miro confuso.

-          No puedes saberlo todo de mi – sonrió.

-          Oscar – repitió burlón.

-          Así es Nils – dijo en cambio igual de burlón.

-          Anda vamos a comer – lo empujo revolviendo sus cabellos.

-          Huy que divertido.

 

Carlos ceno mucho más de lo que le había visto comer hasta ahora Booboo y no paro de coquetear con el dado que se sentaron juntos y Carlos tenía la fea costumbre de acariciar su pierna o apretar su muslo ante cada oportunidad, y gracias a Fivel por llamar tanto la atención sobre sí misma o posiblemente hubieran notado sus reacciones ante tales tocamientos.

 

Esto parecía una malísima idea.

 

************************

El ruido de los perros le alerto de inmediato, que ellos ladraban a mitad de la noche no era algo usual, abrió la puerta de su habitación solo para ver que Sage también mirada aun medio dormida desde su habitación y Fivel estaba en el barandal mirando abajo, la puerta de la habitación de sus padres estaba abierta pero la de Cameron estaba cerrada, confundido por no ver al niño asaltarle mientras dormía por aquellos ladridos fue a buscarle, justo antes de dormir se mostró muy renuente a pasar la noche solo en un lugar según el desconocido, por lo que ahora ir a ver si seguía dormido o escondido en un rincón asustado.

 

Carlos no estaba por ningún lado, incluso reviso en el closet y nada, un poco más despierto y preocupado porque acababa de perder a Carlos en su propia casa decidió bajar, joder los perros no dejaban de ladran podría ser Carlos afuera tratando de regresar a casa de Libby o peor aún un intruso quien podía hacerle definitivamente daño, lo último era tonto tenían un buen sistema de seguridad y hasta ahora nunca tuvieron intrusos pero bueno uno nunca sabe.

 

-          ¿A dónde vas? – le detuvo su hermana al intentar bajar por las escaleras.

-          Car…Cameron no está por ningún lado – murmuro el zafándose de su agarre – iré a buscarlo.

-          ¿No estas oyendo a los perros? – pregunto como si fuese idiota – papá y mamá esta abajo revisando.

-          Por eso mismo debo buscarle – rodo los ojos molesto de no dejare pasar – algo malo pudo.

-          Booboo – llamo su madre entonces desde debajo de las escaleras – baja ahora mismo hijo – pidió y la voz de su madre no parecía alterada más bien confundida – es Cameron.

 

Y Booboo paso de largo a su hermana de inmediato bajando los escalones de dos en dos detrás de el sin notarlo Fivel y hasta Sage ya estaban bajando curiosas por saber que pasaba y al notar que su madre no les detenía siguieron a su hermano.

 

Los perros afuera seguían ladrando las luces de la cocina estaban medio encendidas, tenues y su padre estaba parado justo al borde de está mirando fijamente cuando se hizo a un lado todo los temores de Booboo desaparecieron siendo reemplazados por confusión, Carlos estaba ahí fregando el piso con un cepillo sus manos estaban desnudas y sus rodillas rojizas, el aire tenía un intenso aroma a cloro y amoniaco la espuma inundaba medio piso de la cocina.

 

-          ¿Qué está haciendo? – fue Fivel la que pregunto confundida.

-          El no responde – dijo Nils – eh intentado hablarle pero solo murmura y no responde – continuo – escuche que es peligroso despertar a un sonámbulo, pero está manipulando acido con las manos y estas se están poniendo rojas – Booboo finalmente reacciono ante esto para ver que efectivamente las rodillas y nudillos de Carlos estaban cada vez más rojos por lo que se agacho con cuidado de no tocar el químico y poso una mano suavemente en la espalda de Carlos.

-          Carlos – murmuro en un susurro para que su familia no lo escuchara, pero Carlos no le prestó atención, el seguía tallando murmurando palabras incompresibles para el – Carlos – intento un poco más fuerte apretando su hombro – basta es suficiente – continuo al no ver respuesta alguna, por lo que tomo su mano para obligarle a soltar el tallador – Carlos deja de hacer eso.

-          No – forcejeo el niño finamente elevando solo un poco a voz – tengo que terminar esto – volvió a murmurar soltándose de su agarre y tallar el piso –  subirá pronto  y me gritara por no haber limpiado – siguió tallando.

-          Ya está limpio – volvió a decir Booboo quitando definitivamente el tallador y levantándole – hey estas aquí – levanto su barbilla para que lo viera – soy yo Booboo ¿recuerdas?

-          No – Carlos  solo le empujo alzando la voz – ¿no escuchas a los perros? – dijo con miedo – están ladrando no dejan de ladrar – jadeo aferrándose a su cabeza jalando sus rizos – me llevara con ellos si no termino – lo miro pero sus ojos estaban nublosos como si estuviera en una pesadilla, un recuerdo más bien – estúpido, estúpido, estúpido – murmuro golpeándose la cabeza con fuerza.

-          ¡Basta! – volvió a detenerle de hacerse daño.

-          ¡No! – lo empujo con fuerza para volver a dejarse caer de rodillas y tallar nuevamente el piso – esto tiene que quedar limpio – volvió a decir – tiene que ver su reflejo en el – murmuraba cada vez más alto por lo que era fácilmente escuchado por todos – tiene que ser perfecto – y volvió a meter la mano dentro de la cubeta con los químicos sin preocuparse un poco en lastimarse solo apretó los dientes y volvió a tallar.

-          Suficiente – dijo Nils al ver aquélla escena, el chico se estaba lastimando y sonámbulo o no, no iba a permitirlo – Cameron ya basta – se acercó para tomar a Cameron levantándole de ahí y sacándole de la cocina.

-          Papá no – trato de detenerlo Booboo pero fue muy tarde en cuanto aquel otro hombre lo toco y cargo sacándole Carlos empezó a gritar manoteando nuevamente asustado – ya basta lo estas empeorando – dijo  quitándoselo – alguien quiere callar a los perros – dijo molesto y tomo el rostro de Carlos para calmarlo – hey Cookie  - dijo con ternura – despierta soy yo – murmuro.

-          No dejes que me lleve – dijo Carlos pero aún seguía dormido.

-          Estas a salvo – volvió a murmurar – despierta por favor – murmuro mientras Carlos finalmente despertaba.

-          ¿Booboo? – pregunto confuso mirándole fijamente miro la habitación y volvió a cerrarlos asustado con su respiración agitada – estaba de vuelta – murmuro poniendo sus manos sobre las de Booboo en su cabeza – tenía que limpiar la cocina o ella iba a castigarme – siguió murmurando – ella tenía perros, jamás había tenido perros pero ella los tenia – y abrió sus ojos llenos de lágrimas, inyectados en sangre.

-          Hey ya está bien – lo tranquilizo ignorando a su familia, los perros finalmente dejaron de ladrar – estás conmigo ahora, ¿recuerdas la casa de mis padres? – trato de tranquilizarlo   - ven vamos a lavarte tus manos aún tienen amoniaco – soltó su cabeza para tomar sus manos rojas por el químico y llevarlo al baño más cercano.

-          Lo siento – se disculpó justo antes de ser llevado, Booboo se dio cuenta entonces que no era a el quien se lo decía pues Carlos estaba mirando a  su madre.

-          Ve a lavarte Cameron – dijo Renne con una sonrisa suave pero sintiéndose totalmente abrumada por aquello, por la disculpa, unas frías y vacías palabras que solo apretaron más su corazón.

 

Renne miro a su marido quien solo negó con la cabeza, mandaron a sus hijas a dormir y limpiaron el desorden, la mitad del piso brillaba como espejo, aquella donde Carlos tallo con fuerza antes de ser descubierto, se sintieron extraños sin poder comprender el comportamiento de aquel joven ni sus palabras, se preguntaban si acaso Libby era una mala madre, si ellos torturaron a ese chico a tal grado de causarle ese tipo de daño.

 

En su habitación Booboo no tuvo remedio alguno más que dejar dormir Carlos con él, el chico se aferró a su cuerpo como un salvavidas el aroma de amoniaco fue difícil de sacar y aunque las manos y rodillas quedaron rojas casi sangrantes  la noche o lo que quedaba paso sin más incidentes.

 

Esa fue la primera vez que Booboo vio que tan vulnerable era Carlos de Vil  y el daño que había causado Cruella.

*****************

 

-          Toma – Carlos le sorprendió mientras regresaba de su acostumbrado trote por el rancho, sí que extrañaba esto pues en casa debía conformarse con una caminadora, Booboo se quitó los auriculares mirando la bolsa que el chico le ofrecía con cuidado saco la gorra negra con visera roja y un bordado de un balón en llamas encestando.

-          ¿por qué? – pregunto confundido a lo que Carlos solo ignoro su mirada para ir a tocar las cuerdas de la guitarra.

-          Tu sabes has - dijo finalmente encogiéndose de hombros, Booboo sabía que Carlos tardaba en decir las cosas, emociones más que nada por lo que poniendo la gorra sobre su mueble tomo una tolla para secarse el sudor de su carrera - ayudándome mucho últimamente – rasgo nuevamente las cuerdas -  puedes tenerla  mi armario está llena de estas cosas – levanto finalmente la vista esperando la reacción de Booboo, Carlos solo quería pagar un poco de su ayuda sobre todo anoche.

-          A Cameron le gustaban – susurro  volviendo a tomar la gorra tratando de recordar a verlo visto con una de esas – el siempre – sonrió recordando la extraña fascinación de Cameron por estas cosas, Carlos frunció la nariz no gustándole aquella mirada, esa sonrisa anhelante que tenía al mirar dicho objeto, la calidez con la que decía su nombre por lo que le interrumpió.

-          Bueno puedes tenerlas todas si quieres – dejo caer un manotazo en las cuerdas de la guitarra con fuerza molesto  -  definitivamente son demasiado aburridas para mi gusto.

-          Deberías usar al menos una – Booboo no noto aquel enojo simplemente sonrió aún más volviendo a dejar la gorra y secarse el sudor.

-          No – negó tomando dicha gorra y examinándola -  a ver aquí –  se acercó a Booboo y se la puso sobre su cabeza  – definitivamente no luce nada bien en ti.

-          Agradezco tu sinceridad – rodo los ojos y sonrió aún más cuando la nariz de Carlos se frunció en desaprobación – lo se apesto a sudor – cito a su novia quien siempre lo empujaba cuando venía así.

-          Si lo haces – asintió el chico pero en lugar de alejarse se acercó a un más deteniendo a Booboo cuando este intento alejarse – pero no es malo – aquello lo confundió – huele a ti – sonrió mirándole fijamente a los ojos, Booboo volvió a sentir como aquella atracción, esa fuerza invisible comenzaba a empujarle a  hacer algo estúpido cuando Carlos finalmente lo beso algo que definitivamente estuvo a punto de responder.

-          Carlos – por suerte o tal vez no algo de razón le dio la fuerza para separarse de ese beso y poner cierta distancia entre ellos - ¿y eso porque fue?

-          Parecía como si quieras ser besado – respondió coqueto el chico lamiendo sus labios seductoramente y Booboo tuvo que aferrarse su toalla apretándola con fuerza para no lanzarse contra Carlos – como sea – desestimo rompiendo el contacto visual y así el hechizo en el –  eso no es apestar, en la isla huele mucho peor – dijo sentándose en una de las sillas.

-          Ok – Booboo aún estaba algo aturdido por lo que solo quería cambiar de tema – voy a bañarme ahora, te importaría salir – pidió con gentileza, Carlos levanto una ceja en su dirección pero finalmente se levantó para salir.

-          Insistió en que no la necesitas – se encogió de hombros – pero si quieres oler a príncipe primoroso de Auradon te recomiendo usar el desodorante de tu hermana – dijo saliendo por la puerta – al menos olerías mejor que Chad – le escucho murmurar antes de cerrar la puerta.

 

Booboo suspiro negando con la cabeza y duchándose lo más rápido posible, en la cocina al bajar el ambiente estaba tenso Carlos estaba sentado con la espalda recta y un plato de panqueques frente a él, que su madre puso no había sido tocado y al parecer por los demás platos vacíos de sus hermanas ya llevaba rato así, era como si Carlos estuviera esperando una orden, un  permiso o algo y aunque Renne trato de no darle mucha importancia, Fivel se desesperó.

 

-          ¿Vas o comer o qué? – pregunto mirando a Carlos entrecerrando los ojos.

-          Fivel – la regaño su madre.

-          Lleva ahí sentado casi media hora mirando el plato  - señalo ella – si no le gusta que diga algo.

-          Gracias Fivel – Booboo llego para sentarse a su lado en la barra con su amigo – hey Cookie ¿quieres otra cosa? – pregunto con voz suave, ya sabiendo de su pobre gusto por la comida.

-          Lo siento – finalmente hablo sin dejar de mirar el plato – siento lo de anoche – continuo y todos en la cocina callaron – no debí despertarlos.

-          Oh cariño – dijo con voz maternal Renne acercándose a Carlos para abrazarle, mas su hijo negó con la cabeza para que no lo hiciera puesto que sabía bien que Carlos no gustaba del afecto físico – está bien – dijo en su lugar – no estamos molestos – trato de tranquilizarle pero fueron aquellas palabras lo que realmente le hicieron darse cuenta de la magnitud de estado del chico.

-          Debí terminar de limpiar en silencio – hablo entonces, Booboo se acercó entonces levanto el rostro de Carlos quien aún con su mirada no dejaba de ver en dirección a su plato, pero él no veía en dirección a  la comida todo lo contario Carlos estaba viendo más allá al piso detrás de la barra al lugar donde se notaba casi imperceptible el lugar exacto donde el piso había dejado de ser tallado, el lugar donde fue detenido la noche anterior y por lo tanto no había terminado – voy a terminarlo – murmuro.

-          Ok – Booboo se levantó jalando a Carlos  - despierta  - tomo su rostro para obligar a verle – hey despierta – Carlos finalmente le miro y frunció la nariz, saliendo de su ensueño.

-          Estoy despierto – dijo confundido Booboo suspiro aliviado.

-          Tomaremos el desayuno afuera mamá – murmuro el llevándose a Carlos mientras la mujer asentía aun impactada por lo que paso.

-          Eso fue raro – murmuro Fivel – recuérdenme esto cada vez que piense que las drogas son geniales – murmuro y su madre la reprendió por ello.

 

Renne contó lo sucedido a su esposo quien solo miraba más y más confundido a Carlos, extrañado de no ver al Cameron de siempre, el chico que había pasado varias noches durmiendo ahí, acampando con ellos en el jardín de pequeños, que se quejaba por los moquitos y siempre jugueteaba con los perros, en su lugar estaba ese otro joven, uno tranquilo y callado, asustado por cualquier cosa, huyendo de los perros que tuvieron que ser metidos adentro de a casa para que el pudiera estar afuera, uno que miraba cada cosa como si fuera a primera vez que lo viera, un completo extraño.

 

Tras el lento desayuno donde Carlos apenas si comió algo más que nada se bebió dos licuados de fresa y kiwi ahora recorrían el rancho más que nada las caballeriza, mientras paseaban por ahí, de la nada salió un pequeño perro Booboo estaba ocupado sacando a una de las yeguas para mostrársela a Carlos que no noto esto, por suerte el pequeño era tan adorable que le recordó a Dude y Carlos ya sabiendo que esperar no se asustó de hecho respondió cada pregunta del pequeño animal que excitado le preguntaba quién era puesto que olía diferente y que hacia ahí.

 

Cuando Booboo noto al pequeño perro saltando alrededor de Carlos tuvo el impulso de correr a ayudarle pero entonces Carlos rio y ladro en dirección del chico que solo suspiro aliviado.

 

-          Qué ¿ya no es una bestia feroz? – pregunto Booboo levantando una ceja.

-          Me recuerda a Dude – murmuro  un poco triste – creo que si había alguien que extrañare de ahí – dijo levantándose con el perro en sus brazos – pero quizás el a mí no.

-          Estoy seguro que lo hace – animo – por ahora puedes ser amigo de Pookie – dijo rascando detrás de las orejas del pequeño perro.

-          Debí saber que tenías un mal gusto en nombres Buubaa – rodo los ojos.

-          Lo dice quien nombre a su perro Dude – señalo.

-          Yo no lo nombre – se defendió.

-          Como sea ven – y le guio entonces a donde una mujer cepillaba a la yegua con suavidad – esto era lo que quería mostrarte – sonrió – gracias Tania – tomo el cepillo que ella le ofrecía y se lo tendió a Carlos quien de inmediato bajo a Pookie para tomarlo acercándose muy lentamente al animal – vamos no va a morderte – le animo al ver su titubeo.

-          Jamás había visto un caballo tan cerca – murmuro Carlos  pasando su mano libre por la crin blanca del majestuoso animal – es hermoso.

-          Parece que le agradas  - sonrió feliz  mirando el rostro maravillado de Carlos.

-          ¿Cuál es su nombre? – finalmente había empezado a cepillar suavemente al caballo que rechinaba a gusto haciéndole reír.

-          Carlos – dijo, Carlos le miro confundido entonces – su nombre es Carlos – bromeo.

-          Estas mintiendo.

-          Claro acaso no ves el parecido es blanco y con manchas negras, además es igual de terco que tú – no pudo evitar una risa ante eso, la chica que cepillaba del otro lado debió escucharlo porque también empezó a reír, ella era nueva así que no había conocido  Cameron por lo que le parecía adorable las reacciones de Booboo y su “amigo”

-          Idiota – le aventó el cepillo, a lo que Booboo solo rio más fuerte.

 

Tania había sido sorprendida esa mañana mientras revisaba los caballos por  Booboo el hijo mayor de su jefe quien le pidió de favor sacar a esa yegua y otra para poder mostrársela a su amigo, fue muy específico sobre el animal más dócil de todos y ella accedió al pedido, entonces apareció horas más tarde con este chico adorable cuyas reacciones lo eran aun mil veces más y hubiera sido igual  a la semana pasada cuando Fivel trajo nuevas amigas a montar y una de ellas casi se parte el cuello de no ser por la forma tan dulce que Booboo lo trataba y era raro porque ella estaba segura que escucho que el joven tenía novia pero tal vez era un error y este era su “amigo especial” no era homofóbica pero conocía a Nils, y el padre de Booboo era algo tradicional y podía ser muy atemorizante cuando quería, así que no dudaba que este “amigo” significara otra cosa.

 

-          Ni loco voy a hacer eso – la voz de Carlos si es que escucho bien le saco de sus ensoñaciones – podría caer y romperme  el cuello – dijo asustado.

-          No vas a caer ni romperte nada – rodo los ojos Booboo – Hope es súper amigable – acaricio el cuello de la yegua.

-          Sabía que su nombre no era Carlos – dijo triunfante – aun así no voy a montarme en eso como un vaquero – frunció la nariz – ni siquiera hay uno aquí para que nos vigile.

-          No lo necesitamos porque yo se montar – señalo el joven – Tania puedes traerme las sillas – pidió a lo que la chica asintió y salió a buscarlas – tu montaras a Hope que es súper tranquila y yo te seguiré en Reese – señalo al semental caoba que sostenía otro hombre.

-          ¿desde cuando eres un vaquero? – pegunto alarmado - ¿Dónde está tu camisa de cuadros y sombrero? – cada vez más como un niño – no pienso hacerlo.

-          No soy vaquero – resisto el impulso de volver a rodar los ojos – pero eh montado desde que tengo memoria y lo hago bien.

-          Yo no voy a montar caballos – negó cruzándose de brazos – y mucho menos solo – Booboo suspiro ante eso, él quería darle la experiencia completa pero al ver su negativa estaba considerando rendirse cuando Tania la chica nueva lo animo a seguir con un simple gesto.

-          ¿Cuánto pesas? – pregunto entonces mirando fijamente el cuerpo de su amigo, Cameron era delgado y la última vez pesaba como 53 kilos pero Carlos era mucho más delgado y pequeño, además su dieta no era muy rica en grasas y estaba seguro que lo vomitaba así que no podía pasar de las 50 kilos tal vez menos.

-          ¿Qué? – dijo confundido más otro hombre lo tomo por las axilas y lo levanto – waaaa – grito tensándose de inmediato.

-          46 kilos – murmuro el hombre dejándole nuevamente en el suelo, mientras Carlos corría al lado de Booboo – demasiado bajo para su altura – murmuro -  llévate a Reese, los aguantara a ambos – termino para darse la vuelta.

-          ¿Qué carajo acaba de pasar? – pregunto Carlos confundió aun asustado puesto que este hombre como si nada levantaba un montón de heno para los demás caballos.

-          Ven – lo guio al otro caballo tomando una nota mental sobre el bajo peso de su amigo y arreglarlo de forma inmediata – pon tu pie ahí el otro aquí – indico – para impulsarte y estarás arriba.

-          No quiero – siguió negándose – y si muero – decía cada vez más indeciso por hacerlo - ¿qué paso con Hope?

-          Ella no nos aguantara a ambos – murmuro

-          ¿Ambos?

-          No voy a dejarte que caigas y rompas tu cuello – rodo los ojos – ahora sube, Carlos parecía replicar pero asintió y tras dos intentos fallidos logro subir entonces el caballo relincho un poco y de inmediato se aferró a su cuello con miedo, alguien se rio, Carlos sospecho que fue el hombre que lo toco sin permiso más pronto Booboo subió detrás de él y tomo las riendas – anda suéltalo no pasa nada – le dijo y Carlos lentamente se soltó del cuello del animal – si haces eso solo jalas su crin y bueno, a ti no te gustaría ¿cierto? – Carlos asintió pero aun temblaba un poco – aquí sostente de la silla – señalo y el niño al fin pudo sentirse un poco seguro – bueno ¿quieres dar una vuelta?

-          Juro que si me tiras voy a destruir a tu amiguito – lo amenazo Carlos cuando la voz finalmente apareció.

-          Reina del drama –  Booboo rio ante eso y solo siguió riendo más moviendo las riendas para que el caballo empezará a trotar, Carlos grito aferrándose a la silla – vamos Cookie así nunca serás un vaquero – puesto que el chico no se movía ni abría los ojos – aquí toma las riendas.

-          No quiero ser un vaquero – murmurio tomándolas con miedo.

-          Anda, hasta te comprare un sombrero y camisa vaquera – bromeo pero Carlos solo le tiro un codazo más accidentalmente agito las riendas y el caballo salió disparado mientras el gritaba.

 

No había peligro alguno y Tania se permitió reír y suspirar ante lo adorable que era ese momento.

 

Pasaron la tarde paseando por el rancho finalmente Carlos agarro el truco a eso y se relajó lo suficiente para admirar las copas de los árboles y simplemente el campo libre para correr, hasta que Carlos se quejó de estar cansado de sentarse en la dura silla y desmontaron para sentarse a comer las manzanas de un viejo árbol casi al límite de la propiedad, casi se cae por suerte fue atrapado por Booboo que solo se burló de él y lo ridículamente delgado que era.

 

Reese empezó a pastar entonces mientras se sentaban bajo la sombra del manzano y mordisqueaban manzanas, Booboo bostezo entonces, la calma del momento, el calor y el paisaje tan familiar le hicieron cerrar los ojos y recargarse contra el tronco, pronto sintió un peso extra sobre él y sabiendo que era Carlos no abrió estos.

 

-          Espacio personal Carlos – murmuro soplando sobre los cabellos del chico.

-          Eres cómodo – respondió en su lugar Carlos mientras se relajaba en su pecho – y tengo sueño.

-          ¿Pasa a menudo? – pregunto Booboo aun con los ojos cerrados tras un minuto de silencio, Carlos iba a fingir que estaba dormido sabiendo bien a lo que se refería más cansado de esa carga decidió hablar.

-          No – susurro – al principio solo eran pesadillas – explico aferrándose aun al pecho del joven – Víctor y Libby me despertaban a media noche por que estaba gritando – suspiro – incluso lo ataque, creí que iban a echarme pero no.

-          ¿Por qué no me lo dijiste? – Booboo finalmente abrió los ojos bajando la vista a la cabeza de rizos que tenía sobre el – si está empeorando.

-          No – negó Carlos  soltando el pedazo de camiseta al que se aferraba – creo que fue por tu piso en la cocina – cerro los ojos contenido las amargas emociones – teníamos el mismo mármol, era idéntico – susurro – supongo que solo lo recordé – confeso sintiéndose inútil, roto, totalmente expuesto ante tal secreto, unos brazos los rodearon entonces Booboo lo estaba abrazando y acariciaba su cabeza con su nariz, acunándole como a un niño pequeño.

-          Si sucede otra vez – murmuro finalmente – cualquier cosa por más pequeña que sea, si algo te lo recuerda tienes que decírmelo – pidió abrazándole con más fuerza – no estás solo.

 

Carlos asistió queriendo realmente creer en sus palabras, en que no estaba solo, que todo estaría bien, que había alguien que se preocupaba por él se repitió nuevamente las palabras de la abuela Jo Ann, esta era otra oportunidad.

 

-          ahora te contare porque este viejo árbol de manzanas es el único en la propiedad, cuando mi padre compro la finca – empezó a narrar subiendo y bajando su mano por la espalda del chico en pequeñas caricias que lo relajaban – esto era un huerto de manzanas pero tuvieron que dividirlo de ahí la cerca todos los arboles de nuestro lado fueron talados – Caros empezó a cerrar los ojos entonces el sueño extrañamente a manos de  un completo extraño le estaba invadiendo, su instinto de mantenerse alerta completamente apagado – y este único árbol fue salvado por mi hermana mayor quien aseguraba era donde vivía el espíritu del campo – y Carlos ya no escucho nada más el sueño finalmente le había  vencido.

 

Esa tarde soñó con caballos, manzanas y una niña curiosa viviendo en las ramas del gran manzano.

 

Notas finales:

Carlos Oscar De Vil al parecer es el nombre oficial de Carlos.

Chantajes emocionales le funcionaran a ambos en esta historia.

Carlos en el rancho de Booboo el cual tengo entendido es de su familia, encontré que tienen animales como caballos la cantidad no tengo idea  y bueno las cosas están así:

Madre de Booboo es Renne ella siente lastima por Carlos tras el incidente, antes amaba a Cameron.

Padre de Booboo es Nils no gusta de Carlos tras el incidente, antes adoraba a Cameron.

Fivel es la hermana media debajo de Booboo ella le da igual Carlos pero pronto puede cambiar de idea, estaba enamorada de Cameron cuando era pequeña.

Sage la pequeña y consentida, adoraba a Cameron adora más a Carlos.

Maegan hermana mayor y casada que no salió aquí porque no vive en el rancho, tal vez salga más adelante, es la primera en darse cuenta de los besotes que se dan.

 

En este fic Carlos medirá 1.62, por lo que 46 kilos está por debajo de su niveles de peso ideal, recordemos que esto solo aplica a mi fic por las obvias causas de desnutrición a las que fue sometido, Cameron boyce es mucho más alto ya supero a Booboo carajo y obviamente se nota que si está bien alimentado.

 

Mi más reciente investigación dice que Booboo mide 1.73 y pesa 70 Kg, así que esta será nuestra referencia, si recordaran en este fic y UNYCM Jay era mucho más alto que Booboo así que probablemente el Jay de este universo llego a los dos metros a diferencia de Booboo que no creo que crezca ya, su periodo de crecimiento paso y no habrá más amigo.

 

Una galletas?

Chocolate??

Idea???


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