Llegada las diez, finalmente puedo cerrar las puertas del café tras ver retirarse a los últimos clientes del día; una ejecutiva yendo tarde a casa, luego de pasar por unos pastelillos excusándose que la dieta podía esperar hasta mañana, y un par de estudiantes corriendo tras el último bus del día, después de abastecerse de un poco de café como ante sala para los finales.
Pero como todos los jueves por la noche; en lugar de irme a casa, tengo poco más de una hora para convertir este lugar en un improvisado karaoke para una noche más de micrófono abierto. A medida que su popularidad creció y los pubs cercanos comenzaron a hacer lo mismo, mi jefe se aprovechó de lo que él ve como un nicho de mercado – el poder ofrecer a los aspirantes a artistas la oportunidad de actuar en un ambiente más civilizado que un pub, donde la mayor parte de la audiencia eran personas apasionadas a la música en lugar de ebrios molestosos y donde no terminaras con latas de cerveza en la cabeza en medio recital.
“Eres músico, ¿verdad Jeongguk?” Me había preguntado mi jefe. "¿Qué tal si haces algunos shows para mí?" Y yo estuve de acuerdo, porque su conocimiento de la música era peor que sus bromas. No había tenido tales oportunidades cuando estaba tratando de hacerla como cantante en Busan; luego de algunos fallidos intentos había renunciado a continuar. No había sido capaz de lograr mis sueños, pero –de alguna forma- quería hacer algo para ayudar a otros a lograr los suyos.
Se supone que Taehyung debería llegar antes de finalizar el último turno del día para ayudarme a instalar la sala, pero – como de costumbre- está llegando tarde. Es extraño cómo parece que siempre llega demasiado tarde para acomodar las mesas conmigo, pero con el tiempo suficiente para ayudar con la configuración del equipo de sonido. No tenemos nada con que adornar el lugar por lo que siempre opto por un espacio abierto con un viejo piano en el centro que originalmente era parte de la decoración del lugar. Era viejo, pero sorpresivamente no sonaba nada mal una vez que estuviera afinado. Tenemos algunos artistas regulares, como Seokjin quién toca la guitarra y con cada acorde hace a cada canción suya, o Jimin, quién exploraba un género diferente cada semana porque “no está muy seguro de haber encontrado su propio estilo aún” Pero solo Yoongi tocaba el piano. Ni siquiera Minyoung la usaba, a pesar de haberla escuchado tocarla antes cuando el café abría solo por las mañanas. Minyoung podía sonar de una manera similar a alguna canción melancólica de Adele, excepto que sus letras eran el doble de amargas. Pero Yoongi era completamente diferente.
Taehyung finalmente aparece, entrando al café abrochándose los últimos botones de su camisa, junto a una sonrojada Yewon por detrás, la camarera por esta noche. "Lo siento, creo que llegamos –digo- llego tarde”, dice con una mueca petulante y Yewon desaparece detrás del mostrador soltando una risa pícara.
“Si hubiese sabido que te estabas cogiendo a la camarera en tu coche, ya le hubiese dicho al jefe que te cobre un extra por el aparcamiento” digo en un susurro.
“No sea un aguafiestas, Jeonggukie”
“Es un buen trabajo el que tienes, ¿cierto hyung? Todo lo que tienes que hacer es conectar algunos altavoces y darle play al reproductor porque de lo contrario no llegarías a estas horas” respondí un poco irritado, mientras termino de arrimar las mesas.
“Di lo que quieras, Jeongguk. Pero hoy solo estoy quince minutos tarde. Además, sabes que debo atender algunas necesidades, si no ya estaría destilando mi frustración por todos lados, como tú comprenderás” Taehyung dice guiñando un ojo.
“Pues me pregunto si Seokjin hyung también atiende sus necesidades con ese atractivo amigo que siempre viene con él”
“Ja-Ja-Ja. Muy gracioso” responde Taehyung. “Voy a la cocina a buscar unos trapos, estas mesas están hechas un desastre”
¡Bingo! He pasado por esto las suficientes veces para saber que no tiene sentido discutir con él. Al menos que quieres terminarla con un golpe bastante profundo, Seokjin hyung. Taehyung era prácticamente una persona totalmente diferente cada vez que Seokjin venía a cantar al café. Cordial y siempre atento a su trabajo, o lo que vendría hacer, estar pendiente de las mesas porque cualquier motivo era propicio para intercambiar palabras con el mayor. Pero sabía que el gusto por Seokjin era algo diferente, Taehyung no era una persona nada tímida, y si solo quisiera un “acostón”, definitivamente ya lo hubiese conseguido basándome en las múltiples miradas que Seokjin le da.
Tenemos una audiencia decente; todos los asientos han sido llenados, además de una pequeña multitud de pie en la parte posterior de la sala, y ocho intérpretes. Seokjin será el primero en subir al escenario, Jimin se prepara detrás de escena para su acto, mientras va charlando un poco con los cinco principiantes del día de hoy, y Yoongi. Mis ojos se encuentran con los de Yoongi, y como cada semana, siento como si habitaran en él dos personas diferentes. Cuando no está en el escenario, él está sentado en una de las mesas de la esquina, con sus rodillas dobladas hasta el pecho, perdiéndose en la música mientras toma varias tazas de americano antes de su recital. Pero cuando está en el escenario, se convierte en un músico en toda la extensión de la palabra; seguro, pero nada arrogante, su pasión por la música y las letras de su propia auditoria que son acompañadas con cada nota del piano fluyen por cada parte de su cuerpo. Es aún más evidente cuando toca algo con letras tan personales como lo hace esta noche. Luego de un discurso corto de cómo podemos combatir con nuestros propios monstruos, un pequeño resplandor nervioso está presente en sus ojos cuando introduce su canción, pero se disipa tan pronto como comienza a tocar. El tópico de sus letras varía desde problemas sociales y el primer amor, sin embargo, lo siento mucho más conectado con su interpretación de hoy, se ve aún más orgulloso como él recibe los aplausos del público. Todo los que han pasado por este escenario poseen un gran talento a su manera, pero nadie ha tomado el escenario como lo hace Yoongi. Es como si fueran uno, o sencillamente, el estar ahí fuera su razón de ser.
Al final de la noche, Taehyung apenas había apagado la laptop antes que saliera corriendo hacia la puerta, o específicamente, hacia Seokjin; al parecer aprovechara que hoy hyung no vino acompañado de su simpático amigo para llevarlo a casa. “¿Puedes arreglártelas para cerrar solo, cierto Kookie-ah?” él preguntó, pero lo perdí de vista antes que tuviera oportunidad de responderle. Supongo que – otra vez- seré solo yo porque, por la expresión en el rostro de Yewon, no quisiera lidiar con los celos de una jovencita.
“¿Por qué siento como si esos tres protagonizaran una telenovela?” Yoongi sonríe, esa sonrisa que descubría sus encías al exterior y provocaba en mí… Compórtate Jeongguk. Él toma el ultimo sorbo de su café antes de tirar el vaso vacío al bote de basura cercano a mí. “Tú eres Jeongguk, ¿cierto?” Yo asentí. “Y debo suponer que ya conoces mi nombre por todas las veces que tienes que anunciarlo cada semana” Yoongi dice y asiento de nuevo.
“No es como si estuviera cansado de ello. Eres totalmente increíble arriba del escenario” dije, acomodando las sillas en cada mesa.
“¿Solo en el escenario?” pregunta Yoongi sugerentemente y comienzo a sentir el rubor en mis mejillas, rogando no perder la compostura. “Gracias” él continúa. “También he podido verte arriba del escenario algunas veces”
“No soy nada comparado con lo que haces” lo miro, mientras dejo algunos vasos en el fregadero. “Sabes, solía estar en una banda hace años. En aquel entonces no había tantas oportunidades como las hay ahora, y peor aún en una ciudad como la de Busan. Aunque las cosas no cambiaron mucho cuando llegué a Seúl. Supuse que esto no era lo mío y dejé de intentarlo” dije, intentando sonreír. Había contado mi fallida experiencia musical tantas veces, pero la sensación amarga siempre quedaba allí.
“Debió ser duro para ti” Yoongi me dio una sonrisa empática.
“Lo sé, pero ya no pienso mucho en ello. Ahora estoy intentado retomar mis estudios en Gestión en la Universidad como mis padres siempre quisieron” suspiro.
“¿No has intentado tocar algún instrumento?”
“En realidad, me gusta mucho el piano. El padre de Taehyung suele tocar algunos villancicos cada vez que paso las fiestas con él. Siempre he querido aprender, sabes.”
“¿Debo suponer que el muchacho corriendo tras el guapo guitarrista es Taehyung?”
“Sip” rio, mientras termino de limpiar la barra.
“Yo podría tocar para ti” Yoongi sugiere. “O mucho mejor, podría enseñarte”
“¿Estás seguro?”
“En absoluto” él asiente.
“Bueno, déjame preguntarle a mi jefe si puede prestarnos la sala algún otro día por la noche”
“Eso sería perfecto” Yoongi se acerca al centro de la sala y cierra la tapa del piano, como yo voy tomando mi abrigo y llaves.
“¿Irás a casa ahora?” Pregunta Yoongi, mientras empiezo a cerrar la puerta trasera del café.
“Si llamas así a un piso vacío donde apenas cabe una cama y un pequeño respaldar, pues sí. Trataré de recuperar un poco el sueño perdido” Sonrío “¿qué hay de ti?”
“Supongo que lo mismo. Mi compañero de cuarto se muda con su novia la próxima semana por lo que tendré el departamento para mí solo”
“¿Así que ya disfrutaste todo el proceso de encontrar compañero de cuarto?”
“En realidad no. Él solo estaba viviendo conmigo hasta que encontrara algo permanente. De semanas se extendió a meses y luego al año, hasta que se enamoró” Reímos juntos.
“Sin embargo, hay muchas ventajas de vivir solo. No he tenido un compañero de cuarto desde que estuve en la banda” digo, mientras salimos a la puerta principal.
“¿Vivían todos juntos?”
“No, vivía con mi novio, él era nuestro baterista, pero nuestra relación terminó antes que la banda se separara” Apagué las luces del patio y caminé hacia Yoongi.
“Lo siento” dice él, como salimos hacia la calle.
“No te preocupes, es historia pasada. Era solo un chiquillo en aquel tiempo. A penas había terminado la secundaria y la idea de compartir tus sueños con tu primer amor era algo romántico para mí en ese entonces. Creer que por solo no desafinar en la ducha podría llegar a ser alguien…. Ja, era bastante tonto.”
“Hey, no seas tan duro contigo. Todos tenemos sueños, es ahí donde todo empieza, ¿no? Además, hablas como si fueras un viejo. No creo que llegues ni a los 25”
“Cumplo 25 en septiembre para ser exactos”
“Ves, todo un niño aún” Volví a sonreír y era acogedor la facilidad con la que lo hacía. “Te he escuchado cantar, Jeongguk… y créeme, no todos manejan la versatilidad vocal que tienes” Es sincero cuando lo dice.
Seguimos caminando hasta llegar a la estación y un pequeño silencio nos rodea.
“Entonces… ¿la próxima semana a la misma hora?” Yoongi pregunta rompiendo el silencio.
“Por supuesto, estoy seguro que la mayoría de nuestros clientes solo asisten por ti”
“No me refería a la presentación”
“Oh…” lo miro a los ojos y siento arder a mis mejillas. “Bueno, supongo que Taehyung también tendrá que salir disparado la próxima semana así que solo seré yo y las múltiples mesas por acomodar” sonrío, ruborizado.
“Y supongo que no puedo dejar que una cara tan bonita vaya solo por ahí”
“Pffff” solo atino a contestar, intentando tapar mi rostro cada vez más sonrojado. “Suena bien”
“Buenas noches, Jeongguk” dice Yoongi con una sonrisa y antes que pudiera contestar, veo a una camioneta estacionarse al frente de nosotros y a Yoongi subirse a ella. Y entonces, ambos tomábamos diferentes direcciones.
*
“Y, ¿quién era el chico lindo?” escucho decir a Hoseok, mientras me coloco los audífonos.
“¿Ya revisaste las nuevas audiciones?” digo
“Yoongi, no me cambies de conversación” se queja Hoseok, con un puchero
“Tenemos que tomar una decisión pronto. El día límite es el próximo martes”
“Por cierto, aún no has encontrado nada en ese café”
Miré a Hoseok y sonreí.
“¡¡Yoong!!”
“No voy a contarte nada Hoseok, así que mantén los ojos en la autopista. Quiero llegar entero a mi departamento”
“Como usted diga, jefe” dice Hoseok, con una mueca.
“Y lo sigo siendo. Que te mudes no quiere decir que tengas que verme menos”
“Oww, ¿nos vamos a poner cursis ahora, hyung?”
“Idiota” rio.
“Ughh, realmente extrañare tu dúplex” Hoseok suspira
“Aún hay tiempo para cambiar de opinión”
“Naah, ya tengo suficiente viendo a mi jefe en la oficina. Es más, creo que Yura está comenzando a pensar que somos amantes. Yuk”
“No ponías esa cara cuando tenía mis dedos dentro de tu…”
“¡SOLO PASÓ UNA MALDITA VEZ!”
“Claro, lo olvidaba. No homo” me burlé, bastante divertido por la cara indignada de mi mejor amigo.
“Además, sigues sin decirme quién era el muchachito de la estación”
“Wow, que sueño que tengo”
“¡Yoongi!”
“¿Crees que Bang PD-nim tenga tiempo la próxima semana?”
“¿Y eso?”
“Creo que le encantara conocer a un amigo” digo, sonriendo para mí mismo, dejando que la expectante sonrisa de conejo de cierta persona inunde mi mente.