La brisa fresca de la tarde en unión con los cálidos rayos de sol daban un ambiente sumamente agradable para disfrutar de un paseo por la montaña, a lo lejos las haciendas llenaban de pasto amarillo el horizonte, y justo al frente y hacia abajo de esa gran colina se encontraba el lago, un sitio tranquilo y agradable para descansar que sin duda era uno de los lugares favoritos de las familias que habitaban en esa zona. Las Jaspes, quienes vivían un poco al sur oeste del hermoso oasis, gustaban de actividades tranquilas o solitarias que diera un poco de paz al lado introvertido de su personalidad la cual se mostraba generalmente muy fuerte e imponente, mientras que a las amatistas sin embargo, las cuales vivían al sureste del lago atravesando el puente colgante, preferían divertirse en pequeños grupos lo que reforzaba aún más su camaradería innata.
El caso de las Rubíes era particular pues ellas, que vivían al este apenas atravesando el puente colgante, preferían ir en grandes grupos familiares y pasar horas compartiendo juntas, el lago era un buen punto de convergencia para las familias guerreras puesto que se encontraba justo entre cada una de sus aldeas y la gran academia militar, lo que representaba el lugar perfecto para que todas se conocieran y estrecharan lazos de amistad que durarían hasta que fuesen asignadas a un cargo luego de graduarse y trabajasen juntas…
- “¡Demonios, esas amatistas están aquí!” – Exclamó con fastidio Doc, quien ahora se encontraba al frente del grupo de Rubíes con Eyeball y Army y reparó en las tres chicas altas y fuertes de espesas cabelleras moradas en diferentes tonos que jugueteaban hacia el este del lago, adentrándose un poco en el bosque de pinos –
- “Cielos, no importa si no nos quedamos, igual habría que pasar por dónde están ellas para poder llegar al puente” – Se asustó un poco Navy, quien corrió al frente e instintivamente se tomó del fuerte brazo de Army –
- “Begh, no pienso tener miedo a esas bobas, síganme” – Resolvió Eyeball por fin antes de empezar a caminar segura hacia el bosque de pinos que se encontraba al este del lago –
- “¡Chicas miren, las Rubíes decidieron venir a jugar con nosotras!” – Comentó irónica la Amatista de cabellera despeinada púrpura pálido, quien hasta entonces se escondía detrás de un árbol para evitar el impacto de la piña que le había lanzado una de sus compañeras -
- “Oh genial, les dejaremos escoger árbol, ¡Lila sal, tenemos nuevas jugadoras!” – Gritó la otra Amatista de cabello morado neón y ojos oscuros a su compañera más pálida quien ya se encontraba preparada para atacar –
- “¡Las Rubí tienen que jugar piñaball para poder pasar por el bosque! – Bromeó la Amatista de cabellos ondulados color lila que acababa de salir de unos arbustos, lo que hizo reír a sus dos compañeras –
- “Piña - ¿Ball?” – Preguntó Doc con desconfianza, entrecerrando sus ojos bajo los visores amarillos –
- “¡Piñaball!” – Respondió la Amatista de ojos oscuros, rodeándola por los hombros con un brazo para mostrarle irónicamente el sitio como si de un guía turístico se tratase – “El piñaball es el deporte típico de los nativos de esta región señorita, consiste en golpear y en no dejarse golpear por las piñas, ¡es muy fácil! Solo tienes que…” -
- “¡PUES A JUGAR!” – Interrumpió Army el aburrido monólogo de la Amatista y rápidamente tomó una piña del suelo y la arrojó hacia ellas con todas sus fuerzas lo que las hizo saltar hábilmente y correr para esconderse incluso en medio de las risas y las burlas que las caracterizaba –
- “¡Rubíes a sus posiciones!” – Ordenó Doc corriendo tras uno de los arboles grandes –
El silencio repentinamente invadió el claro del bosque de pinos, las Amatistas ahogaron sus risas para no delatar su ubicación, mientras que las rubíes instintivamente adoptaron sus posiciones estratégicas que sin dudas derrotarían a cualquier incauto enemigo.
Las gemelas Cherry y Strawberry se separaron en flancos opuestos con la misión de recoger la mayor cantidad de piñas posibles y al mismo tiempo cuidar los costados, al mismo tiempo Navy y Leggy cuidarían del “botín” mientras ellas irían y vendrían desde allí hasta el medio dónde detrás de un árbol muy grueso se escondía Army lista para atacar
- “Si te tocan ¡PIERDES!” – Gritó una de las amatistas que lanzó de improvisto uno de sus proyectiles directo al rostro de Leggy que como siempre se encontraba despistada cuidando las piñas que se habían recogido del lado izquierdo –
- “¡Grrr!” – Desvió Eyeball la peligrosa trayectoria de la piña con un lanzamiento certero desde lo alto del árbol que había escogido para poder observar mejor la zona, ese lanzamiento descubriría su posición pero ella nunca dejaría atrás a un miembro de su pelotón –
- “¡ATAQUEN!” – Ordenó Doc desde lo alto de otro árbol, lo que hizo correr al frente y a toda velocidad a Army quien tenía un brazo lleno de piñas mientras el otro disparaba veloz y rápidamente hacia las Amatistas que graciosas jugueteaban entre los árboles esquivando los ataques y lanzando de vez en cuando algún proyectil errante –
Cherry y Strawberry corrían veloces cada una por su lado atacando a las amatistas y a la vez cuidándole la espalda a Army, a su vez Navy y Leggy lanzaban una que otra piña desde sus posiciones fijas antes de volver a esconderse entre los arbustos. Doc saltaba hábilmente entre los arboles con la intención de acercarse más a sus futuras víctimas mientras que Eyeball ya había trazado su plan y solo le hacía falta un poco más para ejecutarlo… -
- “¡Perdíste!” – Bromeó Lila quien había tocado gentilmente en el hombro a Leggy con una piña al salir de improvisto desde su espalda – “Creo que ahora yo me quedaré con estas” – Rio al apoderarse del botín y comenzar a atacar directamente a Strawberry quien asustada intentó cambiar su dirección a último momento torpemente esquivando los disparos de la Amatista de cabellos lila y piel pálida –
- “¡Oh Oh!” – El impacto entre ambas era inminente, sin embargo Lila aprovechó de lanzar un último proyectil que sacaría a la gemela de combate antes –
- “Tú también estás fuera” –Agregó Eyeball deteniéndose un momento para patear descuidada una piña al desastre en el suelo que ahora eran Lila y Strawberry para luego seguir corriendo entre los árboles y arbustos en dirección a quien era su verdadero objetivo -
- “¡DESTRUÍR!” – Gritó Neón desde el otro flanco al agitar una ridícula cantidad de piñas por el aire que atadas torpemente con una especie de liana iban directo a una aterrorizada Navy quien ya se encontraba en posición fetal en el piso –
- “¡AARRGG!” – Army velozmente se interpuso en el impacto recibiéndolo todo ella directamente, lo que desafortunadamente hizo explotar el invento improvisado expulsando piñas por todos lados dejando de todos modos fuera de combate a Navy y Cherry que ya se encontraba demasiado cerca del sitio –
- “¡Por mis estrellas, que fuerte es esa chica” – Exclamó impresionada Neón quien se había quedado parada en el sitio, lo que le hizo ganar un certero golpe en la cabeza por parte de Doc quien ya se encontraba trepada en un árbol cercano a ella –
- “¡Vamos pequeña, espero por ti!” – Retó púrpura suave a Eyeball esperándola atenta con un bate que acababa de fabricar – “¡Sé que estás allí, no seas tímida!”
Eyeball se encontraba ya muy cerca de ella por lo que ágilmente decidió atacarla y cambiar de posición en alternados movimientos que seguramente despistarían a la Amatista y le darían tiempo de acercarse un poco más, por su parte la chica de hermosos ojos púrpura y sonrisa confiada bateaba cada uno de sus ataque despidiendo piñas a toda velocidad a lo largo del bosque, Doc aprovechó la distracción de la alta chica de piel clara para también acercarse desde lo alto de los árboles, el momento de la emboscada estaba por llegar, era cuestión de segundos para que esa batalla terminara…
- “Se puede saber…” – Una voz particularmente tensa empezó a hacerse cada vez más audible entre los árboles, lo que asustó a las tres chicas las cuales dieron un pequeños respingo en sus sitios a la vez que buscaban con la mirada – “…Quien de ustedes tres interrumpió mi paseo con ¡Esto!” – Una muy evidentemente molesta Jaspe sostenía con una mano la piña ya bastante magullada por su fúrico agarre a la vez que con la otra señalaba su ojo derecho hinchado por el golpe que acababa de recibir –
- “Ehhm, eh, ¡Jas que alegría me da verte!” – Escondió rápidamente el bate tras de su espalda la amatista a la vez que intentaba relajar la tensión de la chica rubia, que si bien no era tan voluminosa como ellas tres, su cuerpo firmemente tonificado más de una vez había demostrado en clases lo que era capaz de hacer – “¿Es que acaso quieres unirte a nuestro juego?” – Le rodeó Purpura Suave con su brazo los fuertes hombros bronceados a la vez que reía nerviosamente intentando aliviar la tensión –
- “¿Con que es un juego no?” – Una pequeña y tensa sonrisa empezó a aparecer en su rostro, lo que hizo a la Amatista deslizar con cuidado su brazo a la vez que ambas Rubíes lentamente caminaron hacia atrás con la intención de esconderse o si tenían suerte tal vez huir sin que las notaran… - “Nada de eso pequeñas, Amatista, corre por favor…” – Al fin la sonrisa malvada había terminado de aparecer en su firme rostro, sus ojos pardos brillaban ante la idea de venganza, era particular la manera en la que el uniforme bordó de la academia militar se ajustaba a sus trabajados músculos – “Tranquilas, únicamente usaré esta piña…”
- “¡Adiosito!” – Como un rayo Purpura Suave corrió agitando el bate a sus espaldas en un torpe intento de bloquear algún ataque traicionero –
- “A ver si así aprenden ustedes torpes ¡A NO INTERRUMPIR MI PROFUNDA RELAJACIÓN!”
Hizo rebotar la piña ligeramente en su mano y luego en un increíble acto de fuerza y precisión la lanzó hacia la Amatista con tanta velocidad que parecía arder en llamas, inmediatamente corrió entre los arbustos hasta alcanzar a Doc que todavía se estaba bajando de un árbol y con un rápido giro la lanzó tomándola de los tirantes en dirección a la de cabello Púrpura causando un estruendoso choque triple que dejó a ambas viendo estrellitas en el suelo e hizo volar por los aires la pobre piña que apenas se mantenía unida todavía
- “¡Tranquila Eyeball, que no me he olvidado de ti!” – La más pequeña se quedó parada en medio del claro al que había corrido instintivamente preocupada por su hermana, aun así mantuvo su expresión serena y esperó lo que sería un fuerte golpe seguro –
Como un toro colérico corrió la Jaspe hacia ella para desprevenidamente pegar un gran salto que sorprendió a la chica que ya se encontraba acomodando su parche en un habitual gesto de nerviosismo disimulado
- “¡AHÍ VA!” – Uniendo sus dos fuertes puños le hizo un remate desde el aire a lo que quedaba de la piña, la cual impactó fuertemente directo en el rostro de Eyeball, tumbándola hacia atrás desmayada a la vez que deshizo el pequeño pedazo de naturaleza – “Supongo que ya gané, que tonto juego…” – Serenamente abandonó el claro devolviéndose al lago para así poder irse a su casa, el atardecer comenzaba a alzarse en el lugar por lo que sus hermosos cabellos dorados brillaban abundantes dándole un aura angelical a quien ya se perdía en la distancia, lo que dio luz verde al resto de las chicas para salir de su escondite en búsqueda de sus respectivas compañeras –
- “¡Cosmos, habrá que llevárnoslas cargadas!” – Exclamó una de las Rubíes, desatando algunas pequeñas risas ahogas por parte de las Amatistas antes de que se fueran todas juntas, como buenas perdedoras, al puente colgante que les llevaba a sus respectivas casas, con sus guerreras caídas en hombros -