¿De que íbamos a hablar hoy?
Oh! es verdad!
¿Como es el mundo mágico actualmente?
Todos sabemos los procesos exactos con la guerra. Quien gano y quien perdió. Costo unos cuantos meses que la gente se recuperara de ese golpe. Los funerales se celebraron y limpiaron las heridas.
Pero no dejemos que todo eso nos detenga. Aprovechemos lo que tenemos a nuestro alcance!
Así pues, todos se dedicaron a la reconstrucción.
Y varios de nuestro compañeros; aquellos que compartieron con nosotros en nuestros años en Howarts también participaron en este levantamiento.
La influencia muggle llego en poco tiempo, y la vanguardia de la magia se unió con la tecnología.
Les daré un ejemplo;
¿Recuerdan a Padma Patil?
Ella pidió un gran préstamo para su negocio, y hoy es conocida por aplicar la cirugía muggle con la medimagia. Sus estudios y negocios avanzaron tanto que San Mungo tiene un ala de esta especialidad.
¿Marcus Flint?
Todos creían que seria un gran jugador de quiddich. Y lo fue.
Durante dos años estuvo jugando codo a codo con los mejores, pero luego salio de ese mundo y se dedico y la investigación de la gastronomía salvaje. Curiosamente se caso con una dentista.
Y por supuesto. Nuestro querido Neville esta con los pioneros de la Herbología.
¿Ven a lo que me refiero?
Esta es una época rica en la investigación, en los científicos, escritores y arqueólogos.
La cultura aumento cuando el mundo mágico acepto e incorporo el teatro y el cine.
Una buena época ¿No creen? Y aun no menciono a todos los personajes!
Y claro que nuestro Draco es parte de esta era. De una manera anónima, pero bien incorporado.
Pero de esos detalles nos arreglamos luego.
Hoy estamos en Malfoy Manor, y Harry Potter esta descansando plácidamente en una de sus habitaciones.
10 am.
Hacia tiempo que no dormía tan bien, la otra noche fue algo caótica pero el descanso le sirvió de mucho.
Le pego en lleno un sentimiento de vergüenza al darse cuenta de que no pidió permiso en dormir allí. Pero se fue tan rápido a penas se fijo mejor en la habitación.
Todo estaba lleno de calaveras...
Calaveras humanas, de animales y de monstruos.
¡¿Como pudo dormir ahí?!
Salio lo mas rápido que pudo. Pronto estaba caminando somnoliento por los pasillos. Se fijo que todo estaba relativamente tranquilo, parecía que nadie vivía allí.
Trato de orientarse, pero la mansión era tan grande que por un momento creyó haberse perdido.
Su buen juicio le dijo que no abriera ninguna puerta.
Si durmió en una habitación de calaveras no se imaginaba las cosas que podría haber dentro.
No señor.
Bajo y subió escaleras de caracol y de mármol. Entro a salones de te y miro por las ventanas.
Y finalmente se cercioro de lo perdido que estaba.
A punto de gritar ayuda, llego en su nariz un olor agradable de pan tostado y cebollas.
Siguió el olor bajando por mas escaleras hasta llegar a las cocinas. Las cocinas de la mansión.
Un ejercito de elfos entraban y salían de sus puertas para comenzar la rutina de limpieza. Cuando entro, no pudo contener su impresión.
Un montón de ollas volaban en el aire, para ser atrapada por pequeños elfos que parecían alfileres al lado de esos utensilios de aluminio.
Lo que le pareció curioso fue la vestimenta, el juraba que todos vestirían un harapo de almohada sucia como lo hacia Dobby. Pero estos elfos usaban algo perecido a unas togas, todos de colores. Algunos elfos usaban algo perecido a unas pantuflas de pañuelo, otros usaban directamente unas sandalias de cuero.
-¿Que hace aquí, señor?
Una voz autoritaria y chillona hizo que Harry mirara a la altura de su rodilla.
-Mis disculpas yo...-la elfina tenia varios pañuelos sobre la cabeza y un libro viejo bajo el brazo- ¿me perdí?
-En fin... Ud no sabe cual es el horario aquí.
-¿El horario?
-Siéntase- mando de inmediato la elfina, mientras apuntaba una mesa de cuatro que se encontraba en la esquina de la cocina, alejado del perímetro y del camino de los elfos.
-Ya...
Se sentó, disfruto un momento el baile rutinario que realizaban los elfos. Todo era muy impresionante. Estas criaturas no eran como Dobby, no se la pasaban gimiendo o llorando.
Entraban y salían de las cocinas con informes simples mientras un grupo hacían volar trapos, cubetas de agua, escobas y plumeros.
Si se fijaba mejor, al otro lado del sitio de Harry. Había una mesa muy larga, lleno de bancas a la altura de sus tobillos, llenos de elfos desayunando fruta y té caliente.
Jamas vio en su vida a un elfo desayunar.
Estos inclusos parecían tener vida propia ademas de la servidumbre.
-Fruta seca con avena y crema, té negro y tostadas con mermelada.-recito un elfo que le trajo una bandeja completa de comida.
-Oh! Muchas gracias.
Incluso le sirvieron de comer.
-Una pregunta- le dijo el moreno a la elfina de pañuelos en la cabeza.-¿El señor Malfoy ya desayuno?
La elfina lo miro que si hubiera salido de una roca, una roca enorme.
-El amo Draco se fue anoche, no volvió desde entonces.
Harry casi se trago la cuchara de avena y fruta.
-¿c-comhoo?-Fue lo que pudo articular.
-El amo Draco no suele venir siempre, a veces viene por largas temporadas, va de viajes o se queda encerrado por mucho tiempo en su laboratorio- ¿Era bueno que una elfina le diga toda la información de su amo?- pero trabajo todo un verano en tubería.
Rápidamente, Harry se levanto de un salto, le dio las gracias por el desayuno (aun que no comió mucho) para continuar con salir de la mansión (por la ventana de la cocina) e irse lo mas rápido posible al ministerio.
Si el rubio se fue a alguna parte, seguro que el departamento de trasporte lo sabría.
Una persona podría ayudarlo.
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Su vida iba bien, la caída del profeta le venia de perlas. Cuando se dio cuenta de que el mundo del cotilleo y la moda era definitivamente lo suyo, se dispuso a hacerlo.
Adoraba el poder de la información, la tinta y el pergamino eran su cafeína de cada día.
Tenia una red completa de informantes por el mundo y un periódico que administrar.
La vida no podría ser mejor.
-Señorita Parkinson- llamo su secretaria.
-Mmm?- ese día en particular estaba tan relajada que se permitió apoyar sus largas piernas encima de su escritorio.
Tenia mucha confianza con su secretaria así que no le molestaba que la contemplara en tal posición.
-El auror Potter esta afuera.
Pansy casi se cae de su silla.
En toda su carrera y su vida, la mujer tubo una sola y única debilidad.
Harry Potter.
Ese mago la vio junto a un gran grupo de testigos su momento mas vulnerable.
Cuando Voldemort amenazo a toda la escuela con destruirlos si no entregaban al elegido, hizo que la pobre chica de 17 años colapsara y se humillara a si misma.
Frente a toda su casa perdió la compostura y trato de alentar a la gente que atraparan a Potter.
Nadie la escucho.
La vergüenza de ese día todavía dormía en sus entrañas.
Y cuando la guerra termino, Potter dio su testimonio a muchos Slyserins para que los jóvenes no acabaran en azkaban.
Ella incluida entre ellos.
Desde entonces el vencedor a acudido a ella cada vez que necesitaba información relevante. Ella simplemente se lo daba si podía. O quería.
No se equivoquen, no estaba para nada agradecida.
Pero el tiempo hizo que se diera cuenta de que el mago no era del todo malo.
-Dile que pase- dijo después de arreglar su escritorio y bajar las piernas.
Primero muerta que permitir que Potter la vea cómoda.
Quizás no se odiaran, pero tampoco eran los mejores amigos del mundo.
Potter entro con su característico aire de adrenalina.
-¡Pansy!¡Necesito que me ayudes!
-Es Parkinson... cuantas veces te tengo que decir...?
-Se trata de Malfoy- finalizo el moreno. Con eso, Pansy tenia toda su atención puestas en el moreno.
-¿Que pasa con el?
-Necesito saber en donde esta.
Pansy arrugo su ceño. Nunca permitía revelar sus sentimientos si podía evitarlo. Las arrugas aparecían con mayor rapidez si no tenias cuidado.
¿Que se creía ese tipo?
-Potter, siempre te e dado información (Cada vez que quiero) sin cuestionar tus intenciones (Siempre). Pero si vas a pedirme como meter a Draco a la cárcel te aseguro que no vas a obtener nada de mi.
Ahora era el moreno quien arrugaba su expresión.
-¿La cárcel? Pansy... eso no tiene nada que... bueno, en parte si...
-Puedes salir de donde viniste, buenos días.
-¡No!¡espera! Solo debo averiguar que no trama nada ilegal para que NO acabe en la cárcel.
-¿En serio? Esto seria le primera vez...
-¿Como?
-No importa- no ganaba nada con que Potter se enterase- ¿Ya preguntaste en otra parte?
-En el departamento de trasporte, pero dicen que Malfoy no a salido del país.
-Mmm, por lo que yo se, el suele encontrarse con personas en el Atrio.
-El atrio...-fue lo ultimo que dijo el moreno antes de salir de allí.
…
-Como siempre... un disgusto serte de ayuda.
Ahora podía volver a relejarse. Lo bueno de las visitas de Potter era que estas suelen ser cortas.
Ojala no lo vuelva a ver dentro de mucho.
Por los siguientes minutos, Pansy se dedico a pensar en Draco.
¿Como lo estará llevando?
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-Efectivamente- dijo con triunfo- este anillo fue hecho por un mago tenebroso para las amantes de Nerón Claudio César Augusto Germánico.
Draco estaba charlando con el historiador de roma en el Atrio.
-¿Quien fue ese mago?-pregunto Draco al experto.
-Ni idea... pero este es un buen hallazgo! Estoy seguro que podrías venderlo a buen precio!
En realidad lo haría... si no fuera por el hecho de la falta de información que tenia con el anillo.
Una de sus reglas principales es; jamas vender nada hasta tener todos los detalles, hasta el nombre del mago.
Pero desde hace cierto tiempo, Draco estuvo buscando la pista de un mago tenebroso en particular...
Ignoro los números que salían de la boca se ese tipo, y salio de allí ignorando los gritos de este.
Tenia un buen don para ignorar a la gente y salir inmune. La cara de despistado servia mucho.
La gente es algo escandalosa cuando se trata de dinero.
Justo pensaba en ello cuando su estomago gruño notablemente.
Bueno. Es de esperarse, no comió nada desde anoche. Se dedico a leer varios libros de la biblioteca del ministerio y a buscar al mejor historiador mágico.
Lo encontró luego de toda una mañana con un dedo en la nariz y comiendo judías.
¿Las judías eran un buen desayuno?
Hablando de desayuno...
-¡Sr. Malfoy!- grito alguien.
La chillona voz venia de una chica muy perfumada caminando hacia su dirección.
¿Como se llamaba...?
-Tengo que hablar con Usted.
Algo con “B” estaba seguro, también que fue a Howarts... a ver...
-Alissa Wilson- se presento- trabajo para el quisquilloso.
no. no la recuerda.
-¿Que necesita?
-quisiera establecer con Usted una entrevista, su libro vendió mucho este año y mi sección esta dedicado a la alquimia.
…
¿Vendió un libro?¿Cuando?
-Verdaderamente me encantaría pero...-no quería ser mal educado, tenia un limite de personas con quienes serlo- creo que sera mejor para otra...
antes de que pudiera pronunciar “ocasión”. Potter apareció en su campo de visión, deslizandoce por los ascensores del ministerio con mucha velocidad.
En cuanto el moreno lo vio, camino con mucha furia para llegar hasta el.
Es una suerte que en esas horas ya todo el mundo estaba en sus oficinas. El pobre Potter podría ser arrinconado por mujeres fanáticas.
-¡Creo que una entrevista suena excelente¡
Alisson no podía creer su buena suerte.
-¡Perfecto!¿Cuando esta disponible?
-Ahora mismo ¿A donde vamos?
-¡Tu no te vas a ninguna parte Malfoy!- replico sin embargo el imbécil de Potter.
-Demasiado tarde... ya quede con...-se le había olvidado el nombre, maldición- esta señorita para una exclusiva.
La chica se limito a asentir varias veces la cabeza como si fuera el mejor día de su vida.
Potter estaba definitivamente enfadado.
-Creo que es mucho mas importante evitar la cárcel que una entrevista- soltó.
La chica Wilson abrió los ojos como platos mientras sacaba una libreta a mano para apuntar ese detalle.
Por su parte, Draco se encogió de hombros.
-No seria la primera vez- tomo de la cintura a la chica y se alejo de allí con un puñado de magos mirones-¡Nos vemos mas tarde!
Harry vio al rubio alejarse.
…
¿Había dicho “No seria la primera vez”?
Algo en su interior le dijo que esas palabras encerraban mas cosas de las que aparentaba.
Ahora que lo pensaba, Pansy dijo algo parecido.
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-¡Muchas gracias por esta oportunidad Sr, Malfoy!
Potter ya no estaba a la vista. Perfecto.
-Señorita...Wilson, no me gusta ser así por la mañana pero tendré que informarle que nuestra reunión tendrá que ser relativamente corta.
-No hay problema, solo necesito confirmar una teoría.
-Me parece bien- podía con ello- ¿podemos hacerlo en una cafetería? No he podido desayunar.