Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Rubí Sangrante por evolet kun

[Reviews - 39]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

D: 

Kushina, la pelirroja, caminaba con su guisado en las manos, como la dulce y tierna madre que era.

_ ¡Apresúrate, Naruto! ¡Joder! Vienes con unas calmas._ Volteó a ver a su chaval que estaba varios pasos detrás de ella, no queriendo seguirla, se notaba el fastidio en su carita traviesa.    

El mencionado, volteo los ojos en blanco, demostrando su resistencia a ir, pero tenía que. Entraron al barrio Uchiha abarrotada de tanta… tanta ¡gente Uchiha!, era como ver a Sasukes por cada rincón, sólo que también había gente de cabello castaño y no de color negro solamente. Sentía que todos, o al menos la mayoría de la gente los volteaba a ver, no sabía si por curiosidad o por incomodidad o que carajos. ¿Dónde estaba la casa de ese Teme manipulador y presumido? Ya se quería ir a su casa del segundo piso, aunque lo regañara la vecina de abajo por hacer un escándalo cada que ponía su música y los pisotones de sus pasos de baile tiraran polvo hacia el departamento de abajo.

Era mejor que ser observado por todas esas personas, con unas caras que no supo descifrar, de por si le costaba trabajo con la del fastidioso de Sasuke como para quebrarse la cabeza con los parientes de su compañero de equipo.

Caminaron hasta llegar a la mansión Uchiha, se veía muy tradicional y bonita, enfrente de su casa estaban los emblemas Uchihas grabados en una barda, vaya que les gustaba ese abanico, él y su familia no eran tan  exagerados, es más, sólo él utilizaba el remolino que representaba a su pequeño clan, sus papis no.

_ ¡vamos! Maleducado, ¡entra!_ Su madre ya estaba de pie frente a la puerta y lo peor, ya había tocado, el rubiales se acercó rápido y antes de que se diera cuenta su Ka-chan le había dado el pastel con carne para que lo sostuviera, justo en el momento que abrían la puerta.

_”que no sea Sasuke, que no sea Sasuke”

_ ¡AH! ¡Hola! ¡Pero que sorpresa!_ Era la mamacita del teme, quien les abrió sorprendida y después alegre._ ¡pasen, pero que bueno que nos visitan!_ Ambos Uzumaki entraron simples._ Me imagino que vienes a ver cómo sigue Sasuke, ¿no es así? , que bonito detalle de tu parte, Naruto-kun._ dijo gentil con su voz tan maternal, veía al doncelito hacia abajo, era el niño más bonito de todos.

_ Emh… ¡le trajimos esto!_ estiró las manos para ofrecerle el presente. La mujer pelinegra cambio su singular mirada de la carita angelical del Uzumaki al plato suculento.

_ No te hubieras molestado, pero es un agradable detalle._ Se lo recibió educadamente._ ¿quieres ver a Sasuke? Está en su habitación, aunque a juzgar por el silencio quizás siga dormido, puedes ir y despertarlo, sólo come y duerme, tu visita le caerá bien._ sugirió con su voz y mirada tan tranquila.

_Yo creo que no, asi estoy bien, gracias._ Dijo con las manos detrás de la nuca y su cara indiferente; entiéndase, los ojillos cerrados como gato igualado. Recibió un empujón de su madre.

_¡Naruto, idiota! No seas irrespetuoso._ Le miro con el ceño fruncido, su chaval no tenía modales cuando se trataba de su camarada de equipo.

_Lo digo porque está dormido, seguro se enojara si lo despierto._ Salvó su propia situación, el muy zopenco.

_ Bueno, tal vez en eso tengas razón, Naruto-kun, a veces Sasuke tiene mal despertar, no siempre pero así es, en eso se parece a su padre._ Respondió comprensiva._ Igual, no los puedo dejar ir tan pronto por tan consideradas molestias, vengan, les hare un poco de té y hablamos un poco, ¿les parece?_ Empezó a caminar a su cocina tan especial, que no estaba tan lejos de la entrada.

_ Déjame ayudarte, Mikoto._ Se apresuró a decir la pelirroja. Su madre era acomedida él no tanto, así que se sentó en el comedor de la cocina a esperar a que las mujeres terminaran con su laboriosa tarea.

Minutos después los tres estaban cómodamente sentados a la mesa, bebiendo el té. Aunque Naruto no lo dijera le gustaban ese tipo de reuniones, el sabor del menjurje era rico y le había fascinado el precioso juego de té de porcelana que tenía Mikoto, que era azul con toques blancos y rosas. Se sentía como un doncelito mayor que se sienta a la mesa de los adultos cuando ya lo consideran señorito, no tenía nada que ver cuando jugaba al té con su padre con sus tacitas de plástico y sus bocadillos falsos.

El único inconveniente era la plática de las señoras, al principio lo toleraba pero ahora se comenzaba a aburrir.

_Ne.. Naruto-kun, ¿quieres que te muestre algo?_ Mencionó la pelinegra con aire divertido.

_ ¿Eh? Por supuesto, Mikoto-san, lo que quiera._ Al parecer lo agarró en su letargo mientras jugaba con las hierbas mojadas que quedaban en su taza. La dueña de la casa se retiró por un momento no muy largo y volvió con un par de libros entre las manos.

_ Te mostrare mis fotografías de la familia._ dijo con una voz susurrante de orgullo, enseñándole fotos de ella cuando era más joven, junto a su marido, de su boda, cuando se fue a vivir a esa mansión y pronto empezaron las fotos vergonzosas de sus hijos._ Mira, Naruto-kun, este es Sasuke recién nacido, tenía pocos días de que yo lo diera a luz _ Mostró Mikoto, la fotografía con su marido cargando al bebé con un aire muy orgulloso.

Naruto entonces se acercó más, inclinó la cabeza y frunció un poco el ceño como si le ayudara a ver la imagen con mayor nitidez. El bebé estaba todo dormido, peloncito en su mayoría, con una leve pelusa de cabello negro sobre la mollera, todo rosado, arrugadito, con mejillas rojitas, pequeñito y regordete.

_ ¿Es Sasuke de bebé? Era muy feo._ Dijo sin piedad.

_ ¡Naruto! ¿¡Cómo se te ocurre decir eso!?_ Gritó molesta Kushina. Contrario a Mikoto que se veía muy paciente.

_Descuida, Naruto-kun, los bebés se ven así cuando acaban de nacer._ Le explicó entonces al Doncel._ cuando seas mamá y tengas a tu propio bebé, veras que no te importara como se vea, para ti será el niño más hermoso de todo el mundo, y lo amaras profundamente.

_ ¿porque asume que seré mamá y no padre?, no me casare con un chico, sino con una niña._ Exclamó esta vez él ofendido, no les gustaba que le trataran como nena por eso a veces se resistía a las cosas de niñas que le gustaban y prefería juntarse más con niños.

_ Bueno, eso sería una lástima, se nota a simple vista que de grande serás un rompecorazones_ dijo simpática.

_ ¿De veras?_ Le cuestionó muy ilusionado.

_Sí, los chicos estarán locos por ti._ volvió a decir en el mismo tono, rompiendo la magia provocada en el niño.

Escucharon que alguien entró, no supieron quien, esta persona llegó a la cocina para beber agua, encontrando a la dama de la familia en compañía con otras personas.

_ ¿oh?, ¿ya terminaste tu encargo?_ estaba atrás de Naruto, por lo que se giró para ver, era el esposo de la señora Mikoto._ Itachi._ El rubito se encontró con el apuesto chaval de hace rato, Naruto estaba tan cerca de él, bueno de su barriga, su mano era grande y hermosa, muy varonil y estaba apoyada en el respaldo de la silla en la que estaba sentado Naruto, era imposible no ponerse nervioso, se giró de vuelta hacia enfrente con los cachetes inflados y los ojos abiertos en nerviosismo._ ¿ya conoces a mi otro hijo, Naruto-kun?.

_ Si, nos vimos hace rato…

_¡nunca lo había visto!_ Gritó muy nervioso como si fuera un crimen conocerlo.

_Claro que sí, hijo, es el Ambu al que estas molestando todo el tiempo cada vez que vas a la oficina de tu padre.

_ ¿eh?_ miro de reojo a su Ka-chan, con sus ojos grandes y pispiretos, no creyendo lo dicho.

[***]

 

_ Eres muy alto, no te molesta ser tan alto, sabes una cosa, mi papá dice que yo no puedo ser tan alto, apenas alcanzare llegar a su hombro, si tengo suerte._ El joven Uzumaki estaba parado justo enfrente de un guardia Ambu, justo afuera de la oficina de su padre al cual intercepto por enésima ocasión.

Naruto tenía la grandiosa suerte de encontrarse siempre con el mismo Ambu, ya lo reconocía por la máscara, y cada que lo veía se ponía a platicar con él, aunque éste no contestara por confidencialidad. Sus temas de conversación abarcaban de cosas comunes hasta rozar la intimidad.

_ Hoy hace buen clima, ¿no crees?

****

_ Hoy no me fue bien en la academia creo que mi mamá se va a enojar mucho… ¿tu tienes mamá? O ¿fuiste criado por una manada de lobos?, de seguro tus hermanos son un montón de cachorros chillones.

****

_ Woaw, ¿haces mucho ejercicio?, tus músculos se ven marcados pero suaves, ¿puedo tocar tu bíceps? _ Decía ilusionado. El mencionado flexionó su brazo para que pudiera tocarlo aunque igual no dijo nada y se dejó sabrosear por el hijo doncel del Hokage._ WoaW._ Exclamaba con ojos brillantes de asombro._ Me gusta cómo se siente.

[***]

_ ¿Es enserio, Ka-chan? Dattebayo._ Preguntó más que avergonzado el pequeño rubito.  Queriendo no ver al joven Mayor.

_ Está bien, la verdad, a mí no me molesta que Naruto-kun me platique sus cosas, todos necesitamos un desahogo de vez en cuando, ¿cierto, Naruto-kun?_ Le guiñó el ojo, Al joven mencionado le dio un revuelo en la pancita y un piquete en el bajo vientre, mucho más abajo, pero aun así, sonrió como no queriendo la cosa, le rehuyó la mirada y sonrisa avergonzada con las mejillas sonrosadas al apuesto hombre joven.

Después Itachi vio el plato que tenía el pastel de carne y no pudo evitar hacer su observación.

_Ka-san, ¿hiciste pastel de carne?

_ No, querido, lo trajeron los Uzumaki para tu hermano. Le ayudara a recuperarse más rápido.

_ ¿de verdad?, se ve delicioso._ Dijo con los ojos derretidos de admirar el plato suculento.

_ ¿Te gusta el pastel, Itachi-san?_ se giró apenas un poco para saber con delicada alegría y curiosidad.

_ sí, se ve muy bueno, ¿tú lo hiciste, Naruto-kun?_ Dijo halagador y educado. El ojiazul no pudo evitar rascarse la mejilla con cierto aire orgulloso y elogiado de que lo creyeran capaz de tal hazaña culinaria.

_ Bueno…

_ ¿Naruto, cocinando?¡JA! si apenas lo convencí de que me bajara el papel plástico del refrigerador mucho menos va hacer comida._ Abrió la bocota su madre._ Naruto no sabe cocinar, ¡es más!, tampoco sabe lavar, ni trapear ,ni barrer , ¿¡que más no sabes hacer, hijo!? ¡Haber!, ayúdame a contar_ Enumeraba Kushina con los dedos, viendo a su hijo como si nada. Naruto tenía los ojos entrecerrados expresando su fastidio._ por lo tanto si alguien se quiere casar con Naruto sería suicidio, no sabe hacer tareas del hogar, así que todavía no se puede casar.

_ No es tanto mi culpa, ¿sabes?, cada vez que intento hacer algo de quehacer To-chan, me interrumpe, me dice; deja de barrer el polvo puede bloquear tus pulmones, no trapees te vas a resbalar, cuidado al lavar los platos podrías beber el detergente con cloro por accidente._ se defendió el rubito al expresar lo que su padre le hacía, que quizás no fue tan buena idea.

_ Y no te tiene que decir dos veces para que te vayas corriendo._ El ojiazul seguía con su cara fastidiada y su puchero._ Por supuesto, eso lo conviene a Minato, que no sepas hacer nada, así no te casaras y serás de Minato para siempre, como siempre quiso._ Concluyó la pelirroja. Mikoto escuchaba atenta y divertida. El rubio miro disimuladamente de reojo al único varoncito allí presente dándole la espalda pues cortaba un trozo del pastel sobre un plato de cerámica. Y decidió que no quedaría en ridiculo.

_ Pues, no es necesario que sepa hacer todas esas cosas._ Dijo con los brazos cruzados y muy liberal.

_ ¿Ah no?_ cuestionaron ambas mujeres.

_ No, en su época quizás las obligaban hacer esas cosas, pero ya son otros tiempos._ Decía altanero.

_ ¿Y qué piensas hacer?_ Desafió su madre.

_ Contratare a alguien para que haga la limpieza._ Respondió firme.

Mientras discutían un pelinegro salía de la cocina sin ser visto con una bandeja y subía las escaleras sin hacer ruido.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).