Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Me enseñarías a amar? por Tensai Ikkyu

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Capítulo 2: Gracias, Nishinoya.


"Nunca pensé que lo dirías. ¿Por qué tuve esa actitud? Lo siento, soy un idiota."

~~Domingo~~

Eran las 8 de la mañana, el sol iluminaba todo a su alrededor y sus rayos entraron por la ventana de la casa de un joven pelirrojo, alumbrando todo y despertándolo. Hinata se estiró y se levantó de la cama, recordando lo que sucedió el sábado.

Recordó cómo pasó un día increíble con la persona que le gustaba, recordó cómo se abrazaron en la casa del terror, recordó que se quedó dormido y Kageyama lo cargó... Fue genial para él, nunca lo olvidaría.

Desayunó y se vistió rápido para dirigirse al gimnasio. Sí, al gimnasio un domingo porque Hinata es así, pero por desgracia, cuando llegó estaba cerrado.

—¿¡Hahhh!? —Se quejó el pelirrojo.

Decidió esperar un rato practicando pases contra la pared, hasta que divisó al pelinegro acercándose.

—¡K-Kageyama! ¡E-El gimnasio está cerrado! —Sollozó Hinata dirigiendo su mirada al armador.

—¿Eh? ¿No lo sabías? Pero si ayer lo dijer... —No pudo terminar la oración porque recordó lo del sábado.

Kageyama se puso como un tomate y tapó su cara con su mano al acordarse de que ayer Shouyou se quedó dormido y él lo tuvo que cargar todo el camino. Mientras sucedió aquello, el entrenador informó que el gimnasio estaría cerrado y no iría porque tenía otros planes; debía buscar un trabajo para hacer horas extras, sino no sobreviviría a fin de mes con todo el dinero que gastó.

—¿Ayer qué? —Interrogó Hinata mirando dudoso al pelinegro.

—¡N-Nada!

—¿¡Hahh!? Ya sé que tienes problemas de personalidad, pero explícate de una vez...

—¡Hinata, imbécil! —Gritó Kageyama de forma amenazante.

—Qué ruidosos... —Comentó Tsukishima mientras se acercaba al gimnasio junto a Yamaguchi, Tanaka, Nishinoya, Sawamura, Sugawara y Azumane.

—¿Con el buen día que hace y ya estáis discutiendo? —Preguntó Daichi abriendo la puerta.

—Solo estaremos nosotros hoy practicando, como ya sabéis, el entrenador tiene planes y les dio el día libre a todos, los que estamos aquí es porque queremos. —Aclaró Sugawara haciendo un señal para que todos entren.

—Que conste que a mí me obligaron a venir. —Aclaró Tsukishima alzando su mano derecha y mirando de reojo a Yamaguchi.

La mañana se pasó rápido por el entrenamiento y decidieron ir a almorzar. Cuando iban a regresar al gimnasio, a Shouyou le llamó la atención una manguera que estaba tirada en el suelo.

—¿Y esto? —Interrogó el pelirrojo agachándose para cogerla.

—Ten cuida... —Intentó advertir Azumane pero fue interrumpido y ahora se encontraba con todo el cabello mojado.

—¡Das miedo! —Exclamó Nishinoya señalando a Asahi.

—¡No me metáis en vuestros líos! —Respondió el que ahora con el cabello así se parecía a samara.

—Hey, Hinata, dame eso. —Dijo Tanaka mientras traía un cubo consigo.

Llenó el cubo de agua y empezó a tirar agua por todos los lados, dejando empapados a la mayoría. Luego, el pelirrojo se unió a ello y empezó a mojar a Kageyama.

—Qué infantiles. —Comentó Tsukishima a lo lejos.

—Verdad, Tsukki. —Le dio la razón como siempre Yamaguchi.

—Ryuu/Hinata, ¡maldito! —Se quejaron el líbero y el armador pelinegro al unísono.

—Ya, ya basta chicos, Daichi-san se va a enfadar... —Intentó intervenir Asahi pero no le hicieron ni caso.

Estuvieron haciendo el idiota durante más tiempo, hasta que Kageyama se quedó pensativo durante un momento. Observó como Hinata estaba completamente mojado y por algún motivo, se sonrojó y desvió la mirada sin que él lo quisiera.

—Oh, vaya, el Rey es un pervertido enamorado. —Declaró el de gafas, pero solo Tobio lo escuchó ya que los demás estaban distraídos con el agua, aunque Yuu estaba alerta de todo.

—¡¿Q-Qué diablos dices?! —Refutó el pelinegro.

—¡Chicos! ¡Venid de una vez! —Anunció Sugawara.— Daichi ya se enfadó... —Susurró.

Después de la hora feliz, llegó Sawamura para arruinar todo con una cara amenazante llena de rabia. Obligó a todos irse a cambiar ahora mismo o impondría un castigo severo.

—Vaya... Daichi-san es un aguafiestas. —Suspiró Tanaka mientras se vestía.

—Fue tu culpa Ryuu, ¿para qué trajiste un cubo? —Acusó Nishinoya al ponerse el pantalón corto.

—Todo es culpa del enano idiota que cogió la manguera. —Replicó Kageyama dirigiendo una mirada furiosa al pelirrojo.

—¡¿Hahhh?! —Protestó Hinata.

—Hey, Shouyou, ¿llegaste a oír lo que dijo Tsukishima mientras jugábamos? —Aplicó el líbero con una sonrisa.

—¿Eh? ¿Tsukishima dijo algo? —Interrogó el pequeño dubitativo.

—Sí, pregúntale a Kageyama, nosotros ya estamos cambiados y nos vamos al gimnasio, venid cuando estéis listos y terminéis de hablar. —Aclaró Yuu mientras se despedía.

Se quedaron solos el armador y el bloqueador central en el vestuario con un silencio demasiado incómodo. Cada vez ambos se ponían más y más nerviosos, hasta que el enano decidió proseguir.

—Bueno... ¿y qué era aquello? —Preguntó desviando la mirada.

—No tiene nada de importante lo que dice ese imbécil de Tsukishima...

—Ah, bueno...

El silencio incómodo volvió a apoderarse de la sala, pero el armador decidió hablar sobre el tema. Probablemente nunca se arrepentirá de aquello.

—Decía que estaba enamorado. —Susurró.

—¿Quién? —Dijo Hinata un tanto nervioso mientras se rascaba la nuca.

—Y-Yo...

De repente las mejillas del pelirrojo se pusieron rojas y su corazón sintió un pequeño dolor. ''¿A Kageyama le gusta alguien? ¿Está enamorado de otra persona? Supongo... que es lógico... pero, no sé por qué, me duele. Algo dentro me está atormentando y me siento mal. ¿Por qué? Acaso... ¿Son celos?'' Pensaba Hinata mientras terminaba de vestirse. Se puso las zapatillas y se fue corriendo de aquel lugar, pero antes de ello el pelinegro le interrumpió.

—¡¿Dónd...

—¡Al baño! —Exclamó Shouyou alejándose del lugar.

El armador regresó al entrenamiento algo cabizbajo y preocupado por el pelirrojo. Le preguntaron por qué tardó tanto y que dónde estaba Hinata, pero él no dijo nada, solo se limitó a levantar la pelota.

—¿Habrán discutido? —Se preguntó Sugawara.

—Probablemente... —Respondió Daichi.

Nishinoya empezó a sentirse un poco culpable por lo sucedido. El pensó que con aquello lograría juntar a ambos idiotas, pero nunca creyó en la posibilidad de que pueda haber resultado al revés. Lo que comentó Kei y la forma en que Kageyama pudiese haber respondido, podría haber dado a entender otra cosa al pelirrojo. Y así fue, este se encontraba en el baño soltando algunas lágrimas que salían por sí solas.

—¿De qué diablos estoy celoso si él no me pertenece? Nunca supe como decirle lo que siento, más bien, no lo entiendo... es tan raro... —Susurraba para sí mismo.

En ese momento alguien entró al baño, y sí, era él. Era el armador de Karasuno, que seguía preocupado por su bloqueador central.

—¿Qué? ¿Estás llorando? —Comentó.

—¡N-No estoy llorando! —Respondió Hinata saliendo del baño.

—Sí, estás llorando. Mira tus ojos.

—¿Y qué...? —Refunfuñó.

—¿Y por qué lloras? —Interrogó el pelinegro mientras evitaba su mirada.

—P-Porque estás enamorado... —Admitió el pelirrojo dándole la espalda.

—¿Y es por eso que te vas corriendo como una niña colegiala cuando la rechazan en su primera confesión y te encierras en el baño a llorar?

—¡C-Cállate idiota! —Gritó Shouyou avergonzado.

—Y sí, estoy enamorado. —Afirmó Kageyama.

Escuchar de nuevo esas palabras provocaron más dolor en Hinata, hasta que todo aquello desapareció cuando prosiguió su respuesta.

—Estoy enamorado... de ti. —Aclaró el pelinegro tratanto de ocultar el rubor que se marcaba en sus mejillas.

Un mar de nuevas emociones inundaron por dentro a Hinata, pero...

—¡Shouyou! ¡Perdón, no tuve que haber dicho eso! —Irrumpió en el baño Nishinoya.

El armador y el bloqueador central se quedaron de piedra. Yuu, al visualizar la situación, se dio cuenta de que la había cagado. ''La he liado parda'', pensó.

—Vosotros a lo vuestro, yo nunca estuve aquí. —Dijo el líbero mientras cerraba la puerta y se alejaba lentamente.

Ninguno sabía qué decir ahora. Bueno, ambos se estaban cagando en los muertos de Nishinoya pero eso ya pasó.

—Kageyama...

—D-Dime... —Respondió Tobio bastante nervioso.

—¿E-Eso es verdad?

—Sí...

—Entonces, ¿nos vamos? Está atardeciendo. —Mencionó Shouyou saliendo del baño.

—¡Espera! Aún... aún no has dicho que piensas de ello. —Expresó Kageyama.

Hinata se limitó a sonreírle y se alejó. ''¿Entonces? ¿Le gusto o no? ¿Por qué este estúpido enano no dijo nada? ¿Y por qué su sonrisa es tan bonita?'' Se preguntaba el armador de Karasuno.

El sol se ponía y se podía apreciar un bello cielo anaranjado. Hinata se dirigía corriendo hacia su equipo que ya se estaba retirando a casa, hasta poder alcanzar al líbero y colocar sus manos en sus hombros pegando un salto.

—¡Noya-san, gracias! —Agradeció el bloqueador central con una sonrisa.

—¡¿EH?! —Se sorprendieron todos los del equipo al ver al enano naranja tan feliz.

—¿Qué demonios ha pasado? —Preguntó Tanaka.

—¿Y Kageyama? —Prosiguió Sugawara.

—¡Explicaos de una vez! —Profirió Sawamura.

—Pero... ¿yo no la había cagado? —Se interrogó Nishinoya.

Todos empezaron a hacer preguntas y a agobiar a ambos. Parecían las viejas cotillas que van de esquina a esquina contando rumores y noticias por doquier.

—Es un secreto entre Kageyama, Noya-san y yo. —Respondió Shouyou despidiéndose de todos.

Cuando Hinata llegó a casa, sus padres se sorprendieron de lo feliz que estaba. Su madre pensó que había conseguido novia, y no estaba tan equivocada del todo, excepto por lo de que a su hijo no le gustaba una mujer; sino un hombre. Fue directo a su habitación, cerró la puerta y empezó a revolcarse en su cama con su almohada como colegiala feliz después de que se le haya confesado un chico, solo que el chico que se le confesó a él era la persona de la que estaba enamorado.

''Si lo de ayer fue como el mejor día de mi vida, lo de hoy no sé qué es.'' Pensaba el pelirrojo mirando por la ventana el atardecer.

—Nii-chan, Mama dice que te dé estas entradas para el cine. Dice que invites a la chica que te gusta. —Interrumpió Natsu, su hermana pequeña.

''¿Ir al cine? ¿Con Kageyama...? Suena bien.''

—¡E-Espera! ¡¿Cómo sabéis que yo...?! —Reaccionó Shouyou bastante avergonzado.

Su hermana se limitó a sonreír y dejar las entradas en la cama de Hinata.

"Gracias por enamorarte de mí, no sabes lo feliz que soy ahora, aunque creo que aún no soy capaz de admitir que te quiero. Es raro, nuestro amor es mutuo y todavía no pude decirlo... Perdón. Sé que pronto lo haré."

[…]


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).