Capítulo 3: Si no fuera por él, nada de esto hubiera sucedido.
~~Martes~~
El lunes habían sucedido varias cosas, como cuando les informaron a todo el equipo que en un tiempo irían a Tokio contra el Nekoma y otro equipo. Hinata no dejaba de pensar en ello, pero sobre todo en lo de que tenía que aprobar los exámenes o no podría jugar. Esa situación lo aterraba, aunque con solo recordar que la persona a la que ama le corresponde, se olvidaba de todos sus problemas.
—¡Noya-san! —Exclamó el pelirrojo alegre mientras se dirigía hacia él.
—¡Shouyou! —Correspondió el joven líbero.
—Necesito que me hagas un favor... —Dijo algo avergonzado.
—¡Pues claro! Ya sabes que puedes confiarle todo a tu senpai —Respondió Nishinoya orgulloso de sí.
—P-Pues... quiero invitar a quien tú ya sabes al cine, pero no sé cómo.
—Conque te fue bien con Kageyama, ¿eh? —Aplicó Yuu con una sonrisa traviesa.
—¡Pero dilo en voz baja!
—¡Tranquilo! ¡Déjamelo a mí! Me aseguraré de que esta noche a las 21:30 estén en el cine contigo. —Prosiguió muy seguro.
—¡Gracias Noya-san! —Gritó Hinata emocionado.
~~En el cine, 21:29~~
Se supone que Kageyama y Hinata disfrutarían del cine solos, comiendo palomitas y uno al lado del otro. Lo que se encontró el pelirrojo en ese momento lo rayó bastante.
—¡¿Qué hacéis vosotros aquí?! —Exclamó el bloqueador central señalando a todo el equipo de Karasuno.
—¿Que no es obvio? Nishinoya nos dijo si queríamos ir a cine, decía que Hinata invitaba y pagaba las palomitas. —Respondió Sugawara feliz.
—¿Cómo vamos a rechazar una invitación al cine? —Siguió Daichi.
—¡Encima pagas las palomitas! —Rió Tanaka.
Es Martes, son las 21:30 y supuestamente hoy sería otro día genial para Shouyou, pero resultó que su ''senpai'' es bastante idiota.
Una vez en el cine, todos se pusieron a discutir por qué película ver.
—¡Esa peli es para críos! —Exclamó Tanaka.
—¡Pues es mejor que esa basura que quieres ver! —Replicó Nishinoya.
—Chicos, chicos, calmaos. Podemos llegar a un acuerdo, ¿verdad Daichi? —Aplicó Suga.
—Deme tres entradas para la película Seven. —Decía Sawamura a la encargada del cine.
—¡Daichi! —Gritó Koushi.
—Qué más da, que cada uno vea lo que quiera. Total, Hinata paga.
—Entonces dos entradas para ver Km.666 Desvío al infierno. —Dijo Tsukishima.
—Sala 6, a la izquierda. —Informó la que atendía.
—¡¿De qué trata, Tsukki?! —Preguntó Tadashi emocionado.
—Luego te lo cuento. —Contestó Kei con una sonrisa mientras se dirigía a la sala de la película.
—Pobre Yamaguchi... —Susurró Azumane.
Poco a poco cada uno fue eligiendo una película para ver, hasta que quedaron Tanaka, Yuu, Tobio y Shouyou. El líbero decidió unirse al armador y al pelirrojo para la película, por lo que Ryuu podría elegir cualquier cosa para él solo.
—¡Hey! ¡Miremos El diario de Noa! —Sugirió Nishinoya con un plan maestro en mente.
—¿De romance? Bueno... A mí me da igual. —Respondió el pelinegro.
—¡Tres entradas para El diario de Noa! —Pidió Hinata.
—Bien, entonces serán dos entradas infantiles y una de adulto. Sala 3 a la derecha, gracias. —Informó la encargada.
''Dos entradas infantiles''. Aquello afectó emocionalmente al líbero y al bloqueador central mientras que Tanaka se burlaba de ellos. Bueno, al menos era más barato.
El pelado esperó que todos se alejaran para mirar la cartelera y elegir su película. Con una sonrisa de malas intenciones, prosiguió a pedir su entrada para un película porno que trataba sobre sexo en el espacio.
—Una entrada para Sexploration. —Encargó.
—Su DNI, por favor. —Pidió la encargada.
—Ehm...
—Lo siento, pero usted es menor y debería venir acompañado de un adulto o tutor para poder entrar a ver esta película. Busque otra de su agrado, gracias. —Informó con una sonrisa.
Los planes de Tanaka fueron en vano, pero al menos los de Nishinoya iban a comenzar.
—¿Cuáles son nuestros asientos? —Interrogó el pelirrojo.
—5, 6 y 7 de la fila 8. —Respondió Tobio.
—¡Me pido el 5! —Exclamó el líbero yendo rápido a aquel asiento y sentándose en él con sus palomitas de ración +extra.
La película aún no empezaba, faltaban algunos minutos. De momento todo iba bien ya que ambos jóvenes enamorados estaban juntos, a punto de ver una película romántica y cursi, ignorando al enano que estaba en el otro asiento tragando y bebiendo. Era algo perfecto, hasta que aparecieron los que nadie se esperaba.
—¡Tobio-chan~!
''Mierda'' Pensó Kageyama al escuchar esa voz.
Sí, Oikawa Tooru estaba en el mismo cine, en la misma sala, en la misma fila, al lado del asiento 7 donde se encontraba el pelinegro.
—¡Qué coincidencia! —Exclamó el armador de Seijoh con una sonrisa.
—No grites idiota, la película ya va a comenzar. —Interrumpió Iwaizumi, el amigo de la infancia de Tooru.
—¡¿El Seijoh?! —Gritó el pelirrojo al ver a ambos sentarse al lado de la persona que amaba.
—¿Qué demonios haces aquí? —Preguntó el armador de Karasuno enfadado.
—A Iwa-chan le gustan las pelis románticas y me ha invitado al cine. —Respondió Oikawa.
—MENTIRA, fue todo lo contrario. Me arrastraste hasta aquí diciendo que veríamos una película de acción y me trajiste a ver esta cursilada. —Replicó Hajime con cara amenazante.
—Iwa-chan, solo debes de disfrutar~ Y Tobio-chan, ya veo que estás con el pequeñajo. Te lo tenías guardado, ehhh. —Dijo el de Seijoh sonriendo.
—¡Deja de inventar estupideces! —Refutó el pelinegro sonrojado.
—¡Shhhhhhhhh! —Susurraron los del asiento de detrás ya que la película había comenzado.
No pasaron ni 5 minutos desde que empezó, y ya el pequeño líbero se quedó dormido con la boca abierta. Obviamente, ya no habían palomitas ni bebida.
~~Sala 6 - Película Km.666 Desvío al infierno~~
—T-Tsukki... —Dijo Tadashi acojonado mientras se agarraba con una mano de la camisa de Kei.
—¿Sí? —Preguntó el rubio.
—N-Nunca me dijiste que era una película sangrienta...
—Ah, ¿no te lo dije? Qué pena, ¿no? —Respondió el de gafas mientras disfrutaba de su gore en HD.
~~Sala 3 - Película El diario de Noa~~
Todo hubiera sido mejor sin los de Seijoh estorbando allí. En los momentos románticos de la película, Kageyama y Hinata se ponían nerviosos y se sonrojaban, pero luego recordaban que al lado estaban ''esos'' y suspiraban.
¿Por qué no podían tener un bonito momento romántico ellos también? El pelirrojo es lo que más deseaba en el mundo.
Al terminar la película, tuvieron que gritarle a Nishinoya para despertarlo, pues el sinvergüenza estuvo toda la película durmiendo. Salieron de la sala y los de Seijoh se despidieron.
—Nos vemos, Tobio-chan~ —Dijo Oikawa alejándose y con una sonrisa.
Kageyama le dirigió una mirada de furia que parecía decir ''Acabas de arruinarme la noche, hijo de puta''. Todos se reunieron en el centro del cine una vez terminaron sus películas, pero por algún motivo encontraron a Tanaka en un rincón.
—¡Hey Ryuu! Al final, ¿qué peli viste? —Preguntó Yuu intentando animarlo un poco.
—No pude ver la que quería. —Respondió mientras desprendía un aura negativa.
—¿Qué os pareció Seven? —Interrogó Sugawara.
—¡Daba miedo! ¡Y el final mucho más! —Exclamó Asahi.
—¡Pero si apenas salía sangre! —Comentó el capitán del equipo.
—¡Pero aquel asesino le envió en una caja la cabeza de su mujer! —Prosiguió Azumane quejándose del final y haciendo spoiler.
—Tendríais que haber visto lo que vio Kiyoko-san. —Dijo Ennoshita con una cara perturbada.
—¿El qué? —Preguntaron la mayoría.
—Chikara no digas nada. —Ordenó Shimizu.
Todos se quedaron con las dudas y ganas de saberlo, menos yo, porque soy la que narro y sé que la mánager eligió una película BL (yaoi) para ver y disfrutar sola.
—¿Y qué tal vosotros? —Introdujo Suga dirigiéndose a los de primer año.
—Parece que Yamaguchi sufrió. —Dijo Daichi.
—Noya-san se durmió y la película fue aburrida. —Contestó Tobio.
—Qué lástima... —Susurró Koushi.
Comentaron por el camino de regreso sobre sus películas mientras Tanaka y el líbero interrogaban a Kiyoko. Cada uno fue por su camino a casa y se quedaron solos el pelinegro y el pelirrojo.
—¿Te divertiste? —Interrogó el más alto.
—No. Fue una mierda. —Respondió Shouyou cambiando su tono de voz, aguantando sus ganas de llorar y soltar todo ese dolor que acumuló.
—¿Por qué? Parecías feliz ante la recomendación de Noya-san... —Prosiguió el armador.
—Se supone que íbamos a estar solo nosotros dos. —Prosiguió Hinata.
—Noya-san nos invitó a todos...
—¡Noya-san es un idiota! —Replicó el más pequeño.
—Si no fuera por él, ahora no estaríamos aquí. —Dijo el pelinegro mientras se acercaba al enano.
—¿Y qué tiene que ver eso? —Cuestionó el pelirrojo.
—Que tienes que darme una respuesta a lo de la otra vez. —Le recordó Kageyama lo del Domingo.
El corazón de Hinata se detuvo una milésima de segundo para luego acelerar y latir mucho más rápido. Un rubor cubrió sus mejillas y se puso nervioso al darse cuenta de la situación.
La persona a la que amaba se le había confesado. Entonces, ¿por qué él no podía decir lo mismo? ¿Por qué él no podía decirle que le quería? ¿Por qué no podía tener el valor para confesar sus sentimientos? Tenía miedo. Pero, ¿miedo a qué? ¿A no ser correspondido? Pero si se supone que sería aceptado, ¿no? ¿Entonces? ¿Qué era?
—Aún...
—¿Aún el qué? —Interrogó Tobio cada vez más desesperado.
—Es que... aún... bueno... es... aún... pues... es que... quizás... o... tal vez... y si... no, pero... y si que...
—¡Explícate de una vez, idiota! —Gritó el armador al ver como tartamudeaba y no se le entendía bien al pelirrojo.
—¡Es que no lo entiendo! —Replicó el pequeño.
—¡¿No entiendes qué?!
—¡¿Por qué me pongo nervioso?! ¡¿Por qué el corazón me late más rápido cuando te veo?! ¡¿Por qué no puedo explicarme bien?! ¡¿Por qué...?! —No pudo terminar de cuestionar, pues Kageyama lo abrazó.
—¿Por qué eres un idiota? —Preguntó el pelinegro con una voz más tranquila.
—¿Cómo tú? —Prosiguió el otro.
—Sí. Soy un idiota, pero te quiero. —Susurró el armador.
—¿Entonces yo también te quiero? —Interrogó el pelirrojo mirándole a los ojos.
—Eso debería preguntarlo yo, enano estúpido sin remedio.
—Te quiero, Kageyama...
[…]