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ESPECTRO... DE DOLOR L2 por Lory Backon

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Notas del capitulo:

Gracias por leer.


Del Libro de Kuri.
Risas
- Por que tenemos que venir a un sitio tan caluroso?
- Tienes calor?
- Me derrito!
- Vamos Kuri, no es cierto, las playas de Londres son frías a comparación con las de Italia.
- No lo dudo, ahí habita el mismo Lucifer, es el sitio más cerca del infierno!
- Kuri!
- Lo siento, es el calor!- Dije moviendo un abanico.
- No te estarás enfermando? A ver...- Ben puso su mano en mi frente e hizo una mueca- A mi me parece normal, de igual manera voy por el termómetro para asegurarme.
- Que termómetro ni que Steph haciendo examen a Oxford! Hemos venido a lo que hemos venido, no?
Ben me miró perspicaz y torció la boca a un lado.
- Pero no es una cita, eh?!
- Nadie dijo eso- Dije yo mirando obstinado a otra parte.
- Bien.
Al fin llegamos a la casa en la costa de Dorset en Poole, no entendí ni por qué había aceptado venir aquí? Después de que me habían dado una paliza uno de mis subordinados de la asamblea de Rusia y de haber terminado en el hospital con costillas rotas, pulmonía y quién sabe que tantas cosas me hicieron pasar un mes casi completo en el hospital, donde Ben me cuidaba a diario, este término exhausto y acabamos haciendo un trato de que él debía irse a casa a dormir y yo debía reposar, si no cumplía yo lo llevaría a algún sitio que él quisiera, la haría de su esclavo y además él no volvería a cocinar cosas deliciosas, en cambio; si lo hacía iríamos a donde yo quisiera, él la haría de mi esclavo y además cocinaría pasta.
Pobre Ben, no sabía que cualquiera cosa que me propusiera ya fuese como espectro o como humano la podía lograr. Y así lo hice, él se fue a dormir y yo hice lo mismo, incluso Samael fue testigo de que me dedique a reposar por completo, admito que estar quieto era mas fácil como espectro, los humanos son criaturas muy inquietas ya de por sí y yo no era la excepción, pero tuve que someterme y hacerlo. En cambio el pobre de Ben, era muy susceptible a ser perturbado en sus deseos. Este durmió apenas cuatro horas y regreso preocupado por saber si yo había descansado.
- Creo que alguien perdió!
- No es cierto! Si dormí.
- Cuatro horas!
- Eso es suficiente para mí.
- No me digas?!- Respondí con sarcasmo.
- Pues el señor Samael dijo que tú estabas leyendo!
- Leer no te cansa!
- Claro que sí!
- Que no!
- Que si!
- Que no!
- Por que no, ya que ambos perdieron piden una cosa al otro y ya?
Todos volteamos a ver al rubio con gesto de admiración. El mismo Sid estaba sorprendido de que por primera vez Steph dijera algo inteligente, el pelinegro se acercó a él y lo besó con pasión frente a Ben, Roja y a mi y luego le metió la mano en el pantalón y le manoseo el trasero a lo que Steph respingo y alejó a Sid.
- Que haces? Esta Roja aquí!
- Aramis!- Corrigió Ben al rubio.
- Perdón Aramis!
- Compruebo que seas tú y no un espía- Dijo Sid, pero Steph no entendió la indirecta a su inteligencia y solo intentó dirigir las palabras de Sid para darles un significado que él pudiera comprender y el Leviatán volvió a tocar el trasero del rubio.
- Basta Sid!
- Es esponjoso, me gusta.
- Quiero tocar también!- Dije y Sid me asesino con la mirada pero Ben también lo hizo y terminé ocultándome en la manta- Mejor no!
- Sid!- Se quejó el rubio que se había puesto de color rojo.
- También quiero tocar- Dijo Roja y la mirada asesina de Ben se dirigió hacia ella.
- Mejor atendemos este asunto verdad Papi?
Terminamos cerrando con la resolución del rubio y Ben eligió que yo lo llevará a alguna parte y yo elegí comer algo delicioso preparado por él ya que ninguno de los dos quería ser esclavo del otro. Al final de la semana Ben optó por ir a Poole. Yo no deseaba eso en verdad pues la última vez que habíamos estado ahí yo lo había golpeado por querer huir, y ese recuerdo aun me perseguía; pero el se negó a ir a otra parte, así que tuve que cumplir mi palabra.
- Ahora descansa un poco, yo iré al supermercado.
- Quiero ir.
- No Kuri, ve a descansar.
- No es justo, quiero ir también.
- Pero he dicho que no, el viaje fue muy cansado y tu no estas para andar gastando tanta energía.
Yo hice un mohín y puse mala cara.
- A ver, por que quieres ir? Qué quieres que compre?
- Más bien que quiero que no compres- Dije como pretexto para que me llevase- Si no voy te vas a aprovechar para traer pura cómoda sana y que no me gusta!
Ben puso cara de incredulidad, yo mismo sabía que mi pretexto sonaba muy poco convincente, en realidad sólo quería estar cerca de él. Me gustaba ir al supermercado con él, verlo poner tanta tención y esmero en hacer las compras para lo que comíamos, me gustaba mucho su cercanía, me gustaba que me pidiera que le trajera cosas para comparar o que solo me pidiera las cosas, me gustaba mucho estar con él. Era tan simple como eso.
- Bien pues, puedes venir pero tienes que decirme si te sientes mal o estas cansado de acuerdo?
- Si!- Dije dando saltitos.
Fuimos al supermercado y como no podía ser de otra forma, la pasé muy bien, comenzaba a hacerme a la idea tonta de que entre nosotros eso de ir al supermercado era como una especie de cita y por eso me gustaba. Si él me dejaba llevar algo que me gustaba saltaba de felicidad y lo abrazaba con el pretexto de agradecerle, las primeras veces este se miraba confundido e incluso molesto por mi contacto pero ahora ya era muy usual, también me le pegaba excesivamente para rogarle por alguna cosa que quisiera comprar, me colgaba de su brazo y acariciaba mi cabeza en su hombro, me gustaba hacer eso, muchas veces en realidad no deseaba llevar nada pero solo rogaba para tenerlo cerca, que patético me había vuelto o quizás siempre había sido así.
Regresamos a casa y ya sin ningún pretexto él me ordenó ir a descansar en lo que preparaba todo para comenzar a cocinar, así que yo subí a mi habitación y me tumbe en la cama, pero entonces las razones por la que yo detestaba Poole comenzaron a rondar mi cabeza, ese día que lo había golpeado, aún era yo un espectro y no siquiera me moleste en medir mi fuerza para soltarle una bofetada, lo mandé lejos apenas con un roce de la palma de mi mano, luego estaba aquella razón principal, Yuri.
Me levanté de la cama con un recuerdo inmediato, y baje las escaleras hasta el porche donde estaba ese columpio y su manta, no me atreví a tocarla de inmediato, apenas un ligero roce con las yemas de los dedos y su imagen ahí sentado vino a mi, aquella noche de finales de Marzo.
- Yuri... Te necesito ahora...
Me senté en aquel sitio donde ya me había sentado antes junto a él.
- Ayúdame Yuri. Ayúdame...
Tenía ganas de ponerme a llorar, tenía ganas de dejarme morir, de yo mismo terminar con todo pero un ruido se escuchó de la cocina, una maldición en Italiano se escuchó y entonces me odie a mi mismo por pensar en Yuri, pero que podía hacer? Me rendí de pensar en aquello y me quedé dormido un buen rato hasta que sentí su caricia, no eran las manos frías de mi Yuri, eran cálidas y suaves.
- Kuri, ya está la cena, vamos despierta.
Abrí los ojos y miré sus ojos del color del océano, volví a cerrar los míos.
- Kuri vamos despierta.
Estaba demasiado cansado, sabía que no estaba enfermo pero si estaba muy cansado, mi cuerpo estaba a punto de expirar.
- Kuri, ya! No seas flojo! Kuri! Kuri? Ay Dios!
Apenas si puse una mano en sus hombros y caí de nuevo sin sentido. Para cuándo desperté, Elliot y Kanon estaban ahí.
- Y Ben?
- Está afuera esperando a que despertaras.
- Se que hacen ustedes aquí pero no sé que sucedió.
- Kuri, ya no debes forzar ese cuerpo.
Puse mala cara ante el comentario de Elliot y este prosiguió.
- No te quedan más allá de dos meses y si sigues así menos. Ben estaba muy preocupado, ya no estás respirando y por eso se apaga tu cerebro y te pasan estas cosas. Imagina si no te hubiéramos seguido? Al hospital hubieras ido a dar y no está Samael como para atenderte. Layla va a venir por la madrugada a revisarte y ella se quedará vigilante mientras nos toca irnos.
Yo voltee la cara al lado opuesto, me enfurecía que Elliot me dijera esas cosas. No era como si no tuviera razón, pero acaso no confiaban en mi? Acaso no me creían fuerte como para no morir en el intento?
- No es eso Kuri, sabemos que como espectro eres muy fuerte, pero entiende, en estos momentos tu mente es humana y frágil y tu cuerpo que decir! Tu cuerpo está muriendo y rápido! Por favor Kuri!
- No tienes idea Elliot, esto es muy difícil, en serio no tienes idea de lo duro que es. Yo... Ya no quiero seguir.
- Kuri, que cosas dices?! Sé que no tengo ni idea de lo que estás pasando pero no solo eres tú! Samael se ha ido a Rusia ya y se ha separado de Theobald para defenderte! Yo haré lo mismo con Kanon y Layla y Sid!
- No quiero! No quiero que lo hagan! Dejen todo cómo está y ya!
Estaba muy adolorido y asustado, aferre mis manos a las mantas y reafirme mi postura.
- No lo hagan! Ya no más! Ya no...
De inmediato la bofetada que recibí me volteo el rostro, había sido muy dura y no perdonaría a Elliot por ello pero levanté la vista y no había sido Elliot sino Ben.
- Idiota! Si vas a ser así de derrotista me hubieras dejado en Italia!
- Ben...
- No ves que todos estamos preocupados? No te importa?
- Ben...
No sabía que decir así que solo me calle.
- Kuri , en serio no te importa un carajo?
Yo bajé la cabeza y este solo dijo.
- Quedamos en decirnos la verdad Kuri, en verdad te quieres morir? En verdad quieres? Tanto es tu deseo de irte al infierno con él?
Yo no quería verle a los ojos así que solo dije.
- Elliot, se pueden retirar por favor?
Elliot asintió y dijo.
- Por la madrugada viene Layla a revisarte, Kuri?
- Dime?
- Kanon se quedará a cuidar de ustedes.
Finalmente nos quedamos a solas Ben y yo y este parecía aguardar una explicación pero solo dije la verdad.
- Tengo miedo, solo eso, jamás había sentido el miedo de morir. Pero ahora tengo miedo de este declive, de que el tiempo pasa y nada mejora, sino más bien lo contrario, todo se pone peor y tengo miedo de que todo se me va tan rápido que no me estoy dando ni cuenta de ello. Lo arruine todo Ben, yo solo lo arruine!
Los sentimientos eran demasiado fuertes, el miedo ya no era algo irrelevante, era desgarrador, no quería morir como un humano, no quería morir! Mi parte de espectro y la excitación que está sentía ante la posibilidad de morir estaba extinta casi, no estaba más en mi y ahora estaba aterrado pensado en que sería el final. Me encorve y cubrí mis ojos intentado ocultar que estaba llorando. Necesitaba a alguien y ese alguien estaba sorprendentemente ahí apara mi.
- Ay Kuri-Dijo Ben al cual estos sentimientos humanos seguramente no le eran ajenos- Tranquilo!
Este me envolvió con sus brazos y frotó mi espalda, yo seguía aprisionándome en mi mismo pero al cabo de unos segundos de sentir su abrazo cedí y entrelacé los míos en su torso.
- Lo arruine y se lo prometí, yo siempre fui muy egoísta y la única cosa que él me pidió, ni siquiera fui capaz de hacerla, no fui tan fuerte, pero... No quiero! No quiero morirme!
- Ya Kuri, tranquilo! Tranquilo! Shhh estoy aquí contigo.
Me aferre tan fuerte a él que creí que lo iba a lastimar, pero eso solo era mi ilusión estúpida, ya no era un espectro y moriría. Ben se quedó a consolarme hasta que me dio un sueño excesivo; llorar era muy cansado así que este se quedó conmigo hasta que me quedé dormido.
Desperté por la noche y Ben estaba ahí a mi lado.
- Ben... Qué hora es?
- Son las nueve, quieres cenar algo? Debes comer.
Me talle los ojos y asentí, en realidad si tenía hambre y mucha.
- Bien, voy a traer todo para cenar aquí arriba, ya he dispuesto la terraza para ello.
Asentí y me levanté para ir al baño, note que traía puesto un suero al brazo, lo lleve conmigo hasta el baño, además me dolían mucho las piernas.
Para cuándo salí del baño vi que él ya había subido de nuevo y había preparado en la terraza de mi habitación una mesa bastante elegante y además estaba prendiendo unas velas, me asome y comprobé que en realidad se había esmerado mucho en preparar aquello. Di media vuelta, estaba muy cansado pero si él se había tomado tantas molestias yo debía mínimo lucir bien.
- Donde vas Kuri?
- Me voy a dar una ducha y a ponerme algo decente.
- Por?
- Para poder cenar.
Dije algo molesto por el cansancio.
- Ven acá- Dijo este alcanzándome y tomándome por los hombros- Ven a cenar, que se enfría.
- Pero...
- Nada de peros- Dijo interrumpiéndome y redirigiéndome a la mesa- Primero cenas y luego nos devolvemos a la cama.
- Pero no estoy presentable- Dije.
- Y?
- Yo... No es correcto - Dije en voz baja.
Este me sentó de golpe, desde cuándo Ben se había vuelto tan fuerte, no! Yo ahora estaba muy débil.
- Ya sé que tu hermano te dijo que debías estar bien vestido pero ya lo harás después, ahora vas a comer conmigo y yo digo que tú pijama está bien para la ocasión.
Le miré y este se plantó frente a mí y destapó la cena, pasta Alfredo y ravioles de carne.
- Te voy a servir bien pues necesitas mucha energía.
Me sirvió y luego se sirvió él y se sentó frente a mí.
- Además no creas que tanta elegancia fue planeada, es solo que en tu casa no hay más que cubiertos de plata y vajillas de porcelana! Esto es lo más sencillo que encontré.
Le miré y sonreí, él se estaba esforzando por pasarla bien a pesar de tener que cuidar de mi y yo no le haría más pesada la tarea.
- Cuando se tiene la posibilidad, se tiene y no hay más.
Dije con petulancia y levanté mi copa. Él no me hizo esperar y brindamos.
La cena fue especialmente amena, hablamos de cosas poco importantes como los bocadillos de papel de Elliot y las tonterías de Steph, no podía dejar de reír con la historia de cómo Ben conoció al rubio y Ben casi se ahoga bebiendo agua mientras yo le contaba que había hecho esté en el barco rumbo a Roma.
Cuando la cena terminó, Ben se levantó dispuesto a recoger todo y yo le dije.
- Deja ahí, vamos al porche.
- Ah? Pero...
- Además ya que yo he cenado en estas vestimentas por primera vez, tú puedes dejar también por primera vez sin recoger.
- Eso no tiene sentido! Además tienes que dormir.
- Vamos al porche, anda!
Yo sonreí y me dirigí a bajar las escaleras, me costó trabajo y mucho tiempo pues mis piernas comenzaban a entumecerse y eso me forzaba a andar más despacio. Pero Ben fue paciente conmigo y espero a que yo bajará las escaleras una a una hasta el porche, cuando llegamos ahí me senté en el columpio y me metí en la manta.
- Que venimos a hacer aquí Kuri?
- Nada.
- Nada? Y entonces?
- Hay alguna razón por la que no deba?- Dije con sus mismas palabras de aquella noche.
- Pues si, es de noche y tienes que descansar, quieres más razones?
Inhale aire con profundidad y miré a Ben, era tan joven, como yo nunca podría volver a serlo incluso con mi apariencia. Entonces comprendí un poco mejor a Yuri y sonreí, ese día él sabía muy seguramente que no estaríamos juntos por mucho tiempo pero al verme tan pleno y feliz, seguro pensó que todo debía estar bien si yo podía estar así.
- Ben esta noche quiero quedarme aquí y mirar el cielo puedo?
Su expresión fue de asombro y este solo atino a decir.
- Que?!
- Ven aquí Ben, mira el cielo nocturno de Poole conmigo, quieres?
- Pero Kuri, por que aquí? No quieres que lo veamos en tu habitación? Te puedes resfriar...
- No quiero verlo en mi habitación, no hay un por que, solo es por que si. Anda si?
El italiano se sentó a mi lado con plena desconfianza y yo sonreí con la misma sonrisa de mi hermano, esa que jamás revelaría la verdad, que estábamos a punto de separarnos.
- Por que sonríes?
- Hay alguna razón para no sonreír- Dije tal cual Yuri- Estamos aquí en la fresca noche en Poole juntos tu y yo y el mundo es nuestro.
- Estás verdaderamente loco!
- Anda Ben dame un gusto aunque sea pequeño, déjame sentarme a tu lado y quizás me animé a dejar de molestar.
Él me miró con aún más desconfianza y yo sonreí mientras miraba las estrellas. Después de un rato él se puso más cómodo. Me pareció por un momento estar viviendo al máximo, me pareció que cuando todo estaba perdido, cuando no quedaba nada, entonces estas cosas se volvían importantes, estos momentos se hacían de oro.
A la media noche me llevo a mi habitación y me ayudó a acostarme, parecía irreal mis piernas simplemente no podían más.
- Listo, ahora a dormir!
Dijo colocando la última colcha sobre mi.
- Ben?
- Que pasa Kuri? Te sientes mal? Necesitas algo más?
- Si, bueno yo quería saber si... Si...- Yo baje la mirada y dije en voz apenas audible- Si te querías quedar conmigo a dormir esta noche?
- Ah?
Su rostro se tornó rígido y él mismo se tensó.
-Perdón Ben- Corregí al ver su respuesta- Olvídalo por favor.
Sabía que no pasaría, él quizás aún no estaba listo o quizás yo estaba mal interpretado su amabilidad.
- Pero solo vamos a dormir! No creas que haremos algo más si es lo que estás pensado!
Al escuchar eso, de inmediato subí la vista y él se miraba un poco más relajado.
- Ben.
- Escuchaste Kuri?
Yo asentí y él dijo.
- Bien, dame unos momentos para ponerme mi pijama y lavarme los dientes, pero si estás muy cansado puedes dormirte.
- No! Te espero!
Ben no tardó más de veinte minutos cuando llegó con su cobija de parches tejidos.
- Que es eso?
- Mi cobija!
-Por si no te has dado cuenta aquí ya tenemos una!
- Si, pero a mí me gusta esta!
Ben se metió al lado izquierdo de la cama y hecho su cobija encima y luego la otra.
- Pero esa está muy...
- Cállate Kuri y duérmete!
- Por eso no decía nada!
La brisa estaba deliciosa y fresca, el clima era perfecto y las estrellas brillaban a lo alto del cielo de Dorset.
Era magnífico, aún de noche sentía que la luz de la luna era como el mismo sol, de un momento a otro Ben se había quedado dormido y se pegó a mi, yo por instinto le pase los brazos por la cintura esperando el inmediato rechazo cuando este se pegó más a mí y me envolvió con los suyos. Me di cuenta en ese momento de que ya no sentía más ese vacío, me sentía mucho mejor. Sonreí y cerré los ojos mientras disfrutaba del aroma de Ben.
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Anotaciones de Benedetto.
Llanto.
- Como ésta él, princesa?
Su cara no daba un pronóstico bueno.
- Escucha bien Ben, no es fácil lo que voy a decir.
Ella hizo una pausa como para preparar el terreno, pero yo sabía la verdad. Sin importar que dijera el señor Elliot, el señor Sid o el mismo Kuri, yo sabía todo, y todo era que él estaba muriendo.
- Se que lo sabes Ben- Dijo la princesa- Si, Kuri está muriendo desgraciadamente más rápido de lo que esperábamos, su cuerpo ha sufrido mucho desgaste y está perdiendo la batalla.
- Que podemos hacer?
- Yo voy a informar esto a Elliot, tenemos que recuperar su esencia lo mas pronto posible.
- Que puedo hacer yo princesa? Dígame qué puedo hacer?
Ella asintió comprendiendo mi preocupación, que ya había superado aquello de irme o no al infierno, tampoco estaba enamorado de Kuri, la cosa pintaba en cariño, ya sentía mucho cariño hacia él, así como hacía los demás pero con Kuri era algo especial pues estaba las 24 horas del día con él. Además estaba el hecho de que él aún amaba a su hermano muerto y eso dificultaba que mis sentimientos avanzaran hacia otro punto con el ruso.
- Te voy a dar una serie de instrucciones para que podamos ganar todo el tiempo que sea necesario. Ben, escúchame bien, necesito que las sigas al pie de la letra, el cuerpo de Kuri no va a soportar otro ataque más. Lo entiendes?
Asentí.
- Además te voy a dar medicamento y sedativos para su cuerpo, el medicamento no le hará mucho efecto pero habrá que ver, los sedativos son solo para cuando tenga extremo dolor. Kuri no lo va a confesar pero ya siente dolor, así que tendrás que estar muy atento a él, por que de su boca no va a salir un aullido de dolor.

La princesa había acudido a las cuatro de la mañana a revisarlo, Kuri y yo estábamos durmiendo abrazados, así que cuando la princesa me despertó yo tenía mucha pena de que me hubiese visto así, el Ruso apenas si despertó para ser revisado pero de inmediato cayó dormido de nuevo, por la mañana cuando se despertó yo le subí el desayuno y baje de nuevo a traer el mío, en cuanto subí lo vi con una cara de angustia terrible.
- Kuri que pasa? Por que no has...
Este me miró aterrado y luego bajo la vista hacia su pantalón de pijama. Un manchón enorme comenzaba a formarse por su entrepierna y corriendo hacia abajo.
- Kuri tranquilo!- Dije yo intentando que el Ruso no se sintiera mal pero él dijo desconcertado.
- Ben, mis piernas no se mueven.
- Vamos a ver.
Yo fui directo a donde él estába y tome una de sus piernas delgadas.
- Kuri mueve los dedos de los pies.
Dije de manera imperativa y este miró a sus pies y su expresión se contrajo, se mordió el labio y entrecerró los ojos. Le dolía demasiado el intentar mover algo que ni siquiera le respondía.
- Kuri, te duele verdad?
- No se mueve.
Dijo él con preocupación.
- Tranquilo, basta de intentar mover algo, voy a telefonear a la princesa, pero antes te voy a llevar al baño te parece bien?
El asintió robóticamente pues seguía intentando mover sus pies.
- Kuri, basta! No te puedes agotar.
- Pero tiene que moverse.
- Basta! Hablaré con la princesa y seguro ella nos ayudará. Por ahora hay que quitarte ese pantalón sucio.
Este asintió y yo le ayude a quitarse la ropa mojada, luego me pidió que le ayudará a ponerse en pie, pero es que sus piernas ya no respondían en absoluto.
Le terminé llevando en brazos a la ducha, le dejé un buen rato ahí, Kuri no parecía triste sino desconcertado, en lo que el reposaba el baño cambie su ropa de cama y luego le saque del baño, le ayude a vestirse y ponerse presentable, pero este seguía algo perdido.
Al fin nos sentamos a desayunar pero él no tocaba su comida.
- Que pasa Kuri? No te gusto el sabor?
El solo negó y bajo su tenedor. Me acerqué a él y le dije.
- Oye tranquilo, acabando de desayunar le telefoneó a la princesa. Veraz que dirá que pronto se quita.
-Ben?
- Que pasa?
- Te regresaras a Italia la próxima semana. Tu y Roja.
- Que?!
- Tú debes concentrarte en tus estudios, Roja también, no puedes perder más el tiempo. Además no es necesario que estés aquí para el final.
- Que tonterías dices?
El subió la vista ante mi comentario.
- Es mejor que regreses a Roma, te prometo que no vas a pasar ninguna pena económica de nuevo.
- Estás todo idiota! Non sai un’accidente! Che due balle! Sei un coglione di merda!
- Ben basta con ese vocabulario tan exótico quieres?
Estaba realmente furioso, yo usualmente no usaba tanta mala palabra pero ese Kuri, siempre tenía algo idiota que decir!
- Stai zitto! (Cállate!)
- Ben!
- Non ho intenzione di parlare con un idiota come te!
- Ben, calma...Yo
-Mi hai rapito, mi hai violentato, mi hai colpito! (Me secuestraste, me violaste, me pegaste!)
- Ben... Yo también habló...
-E ora che ti amo, mi respingi! (Y ahora que te quiero, me rechazas!)
- Ben también hablo Italiano.
Cuando escuché eso, me devolvió a la realidad, que estúpido me vi!
Voltee a ver su rostro y tenía ese aire de que estaba intentando contener una especie de dicha. Me senté derrotado en la silla frente a su tocador, ya lo había soltado! Que más podía decir?
- Ben, vamos a decirnos la verdad quieres?
Voltee a verlo y me indico un lugar junto a él. Me pare y fui a su lado.
- Ben, no puedo mentirte más. No me queda más tiempo, lo sé. Yo lo siento. Sé que no me he portado bien contigo, por mi te despidieron en el skyview de la India cuando tratabas de salvar a Roja, se que te hice mucho mal tomándote a la fuerza, créeme que me hubiera gustado que fuera de otra forma, pero soy demasiado avaricioso y cuando ambiciono algo o a alguien lo quiero a cualquier precio, está mal lo se, pero así es mi naturaleza de espectro, o al menos así lo era. Sé que te traje a Londres contra tu voluntad y se que te he maltratado mucho, no creas que he olvidado lo que sucedió aquí, te golpee muy duro y no debí hacerlo, fui un idiota, aún lo soy pero yo... Yo quiero que hagas algo bueno por que tu eres muy listo y cualquier cosa que hagas se que tendrás éxito, no puedes perder más el tiempo. Además tienes una responsabilidad con Roja, esa niña es un diamante en bruto, además es tan linda- Este hizo una pausa para tomar aliento y luego retomó- Ben, no los voy a dejar a su suerte, lo único que tendrás que hacer es estudiar, será más fácil así.
- Más fácil dices? Más fácil para quien?
- Más fácil para... Ambos- Dijo el en una voz muy queda- Yo sé que no he sido más que una piedra en tu zapatillas pero yo... Ben, yo... Te amo. Cuando el soltó aquellas palabras mis ojos en automático lo buscaron con desconcierto.
- Es por eso que esto no es una petición sino una orden- Remato el Ruso.
De inmediato me levanté furioso, baje hasta el porche donde ayer por la noche habíamos pasado ese idiota y yo un rato bien agradable. Me senté en ese columpio que había y dejé salir mi furia en maldiciones en mi idioma materno.
Al cabo de un rato y ya con el ánimo más frío comencé a pensar en las cosas que me había pasado desde que conocí a Steph y a los chicos de la asamblea, había pasado de ser un chico común a contratista de un demonio.
Yo había nacido en una familia italiana pobre y común, mi papá no había tenido estudios, mi mamá decía que había llegado a la scuola primaria y sin concluirla, cuando yo nací mi padre trabajaba en una panadería, mi mamá era ama de casa; nosotros vivíamos en Campania, en el sur de Italia, todo el mundo sabe que el sur de Italia siempre ha sido el lado pobre del país. Y aunque esto no era una mentira a mi no me parecía ser tan infeliz, sino todo lo contrario, mi vida era perfecta.
Cuando yo cumplí seis años, mi papá fue asesinado por vagabundos codiciosos que intentaron robarlo pero al ver su miserable sueldo optaron por solo quitarle la vida ya que no tenía nada mejor que entregar. Ese día mi mamá comenzó a hacerme una linda colcha con colores, aunque no la recibí de inmediato, me hizo pasta y me dijo que yo era su "pequeño hombre" ahora
. Ante la muerte de mi padre nos mudamos a Roma pues mi madre había encontrado trabajo de afanadora por las noches en un hospital, pero la muerte de mi padre la había dejado muy vacía y comenzó a beber. El turno de mi mamá terminaba a las siete pero ella llegaba a la casa a las doce ya con muchas copas de más y algunas veces con alguno que otro hombre que pasajeramente hacia de mi padre pero mi mamá le había comenzado a tomar gusto a los amores violentos, hombre viciosos y golpeadores, ella no solía defenderse de ellos, el problema venía cuando ellos querían meterse conmigo, ahí inmediato eran desechados. Ella jamás permitió que alguien me tocará o que algo me faltará ya fuera comida o vestimenta. A los diez, casi a punto de entrar a la scuola secondaria di primo grado, ya no había dinero para sustentar la renta ni la comida de los dos, habían corrido a mamá de tres trabajos por la bebida y aunque ella siempre buscaba uno nuevo, peor pagado claro está, pero ella decía " con que alcance para que tú comas y vistas, está bien" . Comencé a trabajar los fines de semana para ayudar a mi mamá, en tanto ella seguía buscando a mi padre en otras relaciones rápidas y triviales. Cuando cumplí doce nos echaron de la casa y fuimos a vivir a un callejón cerca de donde vivía Maninna, ella había trabajado con mamá en el hospital y ella fue de mucha ayuda cuando en invierno de ese mismo año mi mamá enfermó de Huntington, los catorce años fue el final de mi educación, ahora necesitaba trabajar para mantener a mi mamá, ella se había molestado seriamente conmigo pues a pesar de que ya estaba muy enferma no estaba de acuerdo en dejar de trabajar ni en qué yo dejará el colegio así que durante un par de semanas estuvimos enojados por ello. Pero mi mamá era incapaz de permanecer mucho tiempo molesta conmigo y terminó cediendo ante una enfermedad que avanzaba rápidamente.
Aún recordaba los últimos meses que ella había estado a mi lado, había tenido que trabajar de más, tenía tres trabajos y en mi tiempo libre me dedicaba a estudiar para acreditar la scuola secondaria di secondo grado y cuidar a mi madre.
Ella había pasado por mucho dolor y pena por tener que dejar que su hijo tuviera que atenderla, muchas veces me había impuesto que me fuera a buscar a una de sus primas para que pudiera estudiar pero yo siempre me negaba. En primera no sabía si era eso algo posible ya que mi mamá nunca había hablado de su familia, o la de mi papá. Había días que la pasaba muy mal pero ella siempre intentaba poner buena cara y días que estaba mejor que me gustaba mucho pues me abrazaba casi todo el tiempo.
Podría decirse que mi mamá había cometido muchos errores desde la muerte de mi padre pero ella jamás había dejado de lado su responsabilidad hacia conmigo, mientras ella había podido trabajar a mi jamás me había faltado pan, ropa y techo, ella jamás había dejado de amarme, aún cuando estaba bebida ella me abrazaba y me cubría de besos, me decía lo mucho que me quería y que yo era su todo. Ningún hombre de los que pasaron por su cama me tocó un cabello e incluso en sus peores momentos de dolor ella era muy bondadosa conmigo, a pesar de que muchas veces yo había sido grosero o había cometido errores.
- Benny ven aquí.
- Perdón mamá, no quise decir eso!- Dije aún enfadado después de que le había reprochado su alcoholismo un día que ella tenía mucho dolor.
- Benny, no importa, tu eres mi pequeño hombre. Ven y ya no llores más.
Me acurruque en sus brazos y ella comenzó a consolarme.
- Benny. Ya, vamos no llores más.
- No entiendo mamá, por que eres así? Por que no te enojas? Por que? Acaso no te da rabia todo esto? Que tengamos tantas faltas y carencias?
- No- Dijo ella con una sonrisa- Benny no importa que, yo te tengo a ti y eso es todo lo que necesito, mi Benny- Dijo ella besándome la mejilla.
- Por que eres tan buena mamá?
- Benny uno siempre debe ser bondadoso con quién nos haya mostrado su bondad.
- Pero yo no fui bondadoso contigo.
- Claro que sí!
- No, hace un rato no.
- Mi pequeño hombre, uno debe ser bondadoso con quién nos haya mostrado su bondad y más con quién no lo haya hecho, la bondad Benny es un deber del ser humano y no una virtud como todo el mundo dice.
Yo la abrace y le dije al oído.
- Mamá ojalá pudiera ser como tú de bondadoso.
- Tu eres mucho más bondadoso que yo mi pequeño hombre.
- Patrañas!
- No amor- Dijo ella riendo- Es cierto, quiere que te lo demuestre?
Yo la mire con incredulidad y ella dijo en un susurro como si de un secreto se tratara.
- Desde que naciste Benny me volví más fuerte, aún a pesar de todos lo errores que cometí. Desde que llegaste a mis brazos perdí la capacidad de cometer errores hacia mi persona y eso fue gracias tu bondad. Quizás en algún momento me equivoqué y fui mala contigo y te pido perdón pero fue gracias a que naciste que jamás me volví a equivocar conmigo misma.
Sus palabras me hicieron abrazarla fuertemente, no quería que me viera llorar, no quería; pero ella sabía que lo que había dicho me había movido hasta el alma. Una semana antes de que muriera, ella me dio la colcha al fin terminada.
- Pero mamá...
- La comencé cuando tu padre murió, cada parte mi Benny representa un momento donde tú fuiste muy bueno conmigo, por ejemplo este- Señaló ella un cuadro azul rey- Es el día que llegaste con tu primer sueldo y me invitaste la cena, te acuerdas?
-Mama...
- Este otro es cuando te peleaste en la escuela por que uno de tus compañeros me llamo borracha. Todos y cada uno de estos cuadros mi pequeño hombre, representan lo bondadosos que eres y nunca lo olvides Benny, tú me salvaste de todo en todas las formas posibles desde que naciste.
Ella murió y no hubo luto nacional ni una gran pena, en su funeral solo estuvo Maninna acompañándome, no había féretro, solo una sábana para cubrir su cuerpo, un lugar disponible en la fosa común y un vacío en mi.
Ahora todo era muy diferente, no había carencias no nada, ya había acreditado la preparatoria y estaba a punto de entrar a la LSE en Londres, no tenía ni una mínima preocupación por el dinero, pero me parecía que un viejo dolor se había devuelto a mi.
Por la tarde y con la comida lista subí a ver a Kuri, necesitaba hablarle. Al llegar a su habitación no lo encontré en la cama, deje la bandeja con comida de inmediato, estaba alarmado pues donde podría haber ido, me asome a la terraza, no había hecho alguna tontería o si? Pero al asomarme al jardín no vi nada, ni a nadie. Entonces escuché un ruido en el baño y fui hacia allá.
- Demonios Kuri! Que hiciste?!
Dije al verlo tirado en el baño completamente mojado.
- Solo quería ir al baño, pero no alcance a llegar.
- Por que demonios no me hablaste? Acaso eres tonto?
Él chico no respondió y yo lo levanté y lo senté en el baño. Este se miraba muy deprimido, se parecía mucho a ella en sus malos días, incapaz de enojarse conmigo, incapaz de quejarse. Me puse en cuclillas frente a él que miró a un lado para evitarme y le dije.
- No va a pasar Kuri. Me escuchaste? Kuri mírame y dime que me escuchaste y lo entendiste.
Este no volteo y yo dije de nuevo.
- Kuri, mírame, mírame! Kuri Steklov mírame!
Él lo hizo más a fuerzas que de ganas y yo le dije.
- No va a pasar Kuri. No me voy a ir a Italia, ni yo, ni Roja, nos vamos a quedar los tres juntos, y si me mandas a Italia, te juro que me regreso caminado o nadando hasta Londres, pero no va a pasar. No te vas a quedar solo escuchaste? No está en tú persona rendirse, menos en la mía. Vas a dejar que te cuide y vas a cooperar y ser fuerte en lo que regresan con esa cosa que es tu poder y luego tú y yo hablaremos sobre lo que sentimos, no te amo Kuri, no puedo decir que te amo pero puedo decirte que te he llegado a querer, te quiero mucho y detesto verte rendirte, en serio no quiero verte así, pero no voy a ceder a tus caprichos. Entendiste?
Sus ojos azules se hacían agua, en definitiva Kuri era muy guapo y también muy dulce.
- Dijiste Roja- Dijo con voz bajita y entrecortada.
- Si, bueno no, Aramis, Aramis!- Me corregí a mi mismo y añadí - Entendiste Kuri?
- Si- Dijo él en un susurro.
- Bien! Además quiero que en adelante no te guardes las cosas, si te duele tienes derecho a quejarte, si estás triste dímelo, si te sientes mal o apenado dilo, pero no quiero que te calles las cosas, no prometo que te dejará de doler o de molestar pero al menos es mejor que nada. Bien?
El asintió de nuevo.
- Ahora vamos a asearte y luego a comer. Hice pasta! Dime tienes hambre?
- Si- Dijo igual en un tono quedó.
- Mucha?
Este asintió secándose los ojos con el dorso de la mano.
- Si yo también, no terminamos de desayunar.
Terminé de asear a Kuri que la verdad cooperó en todo y luego lo lleve en brazos hasta el porche, cada día pesaba menos, sus piernas ahora eran extremadamente delgadas, ya no tenían nada de tono muscular. Lleve la comida hasta el porche y este comió tres platos de pasta carbonara. Al fin en el postre, él dijo algo.
- Perdón Ben, suelo ser muy idiota, está en mi naturaleza.
- Eso ya lo se- Dije yo con una sonrisa de burla.
- Es en serio, perdón por lo que pasó aquí cuando te golpeé y perdón por hacer que te corrieran.
- Ah, está bien, basta de besarme el trasero Kuri.
Este soltó una risita y yo dije.
- No se te ocurra pensar otra cosa de esa expresión Ruso homosexual.
- En absoluto- Dijo este conteniendo la risa.
Pasamos la tarde tranquilamente en el jardín y en lo que esté reposaba la comida yo fui a recoger el desastre del baño que había armado.
Por la noche cenamos tranquilamente, él ya tenía mejor ánimo, Kuri era muy parecido a mi mamá, se le pasaban las cosas rápidamente.
Al tercer día decidí que sería buena idea comprar una silla de ruedas para él.
- Ni loco usaré algo así!
- Por? Podrás moverte mejor!
- Me esforzaré en volver a caminar!
- Como quieras- Dije sin preocuparme- Entonces tú decides que compró una sonda o pañales, así si te gana no estarás mojado todo el tiempo e incomodo.
Este me vio con mala cara y dijo .
- Sonda.
- Seguro? Dicen que duele mucho.
- Estás hablando con el príncipe de la avaricia, amo del dolor y la miseria.
Fui a la farmacia por la sonda y al primer minuto de intentar ponerle la sonda este ya estaba acobardándose.
- No más! Ben! No más!
- Kuri apenas la acabo de meter!
- Usaré la silla de ruedas, lo haré!
- Vaya valiente príncipe de la avaricia, amo del dolor y la miseria!
Terminó aquel fin de semana en Poole y regresamos a Londres. Aramis al verlo se fue a sus brazos pero Steph no pudo disimular su cara de tristeza al ver a Kuri en aquella silla de ruedas.
- Signiore Kuri, mi han pasado muchas cosas que tengo que contarle!
- Muy bien Roja, ya me contarás en casa.
- Hey muchacho tengo unas palabras muy importantes que hablar contigo.
Dijo él señor Sid susurrando muy cerca de mi oído. Era muy raro que el me hablara así, seguramente tenía algo que decirme sobre la salud de Kuri, una mala noticia más.
- A donde van ustedes dos?- Dijo Kuri mientras sostenía a Aramis en sus piernas.
- Quiero comentarle a Benedetto sobre su desempeño en Historia, tengo unas dudas sobre el examen que le practique.
- Yo quiero enterarme! Acaso Ben no estudio lo suficiente?
- No, no es eso. Vamos él es mi pupilo y esto no te incumbe.
- Buu! Que pesado eres!
- Signiore Kuri, vamos por un gelato!
- Muy bien Roja!
- Aramis no vas a comer helado!- Dije yo en tono imperativo.
- Déjala ir- Dijo Sid y saco unos billetes de cien libras- Toma Steph, llévalos por un helado.
- Yo traigo dinero Sid.
- Toma!
- Papi, vamos por gelato!
- Ve con Stefy Roja- Dijo el signiore Sid actuando paternalista con ella.
- Pero...- Me quedé con la palabra en la boca pues el señor Sid se adelantó a lo que iba a decir.
- Descuida van con el chófer y además no irán muy lejos, yo cuido de ellos.
Steph se acercó a mí y dijo.
- No te preocupes Benny, no nos vamos a tardar, yo cuidare de Roja y de Kuri.
- Aramis! Aramis!- Lo corregí- Te los encargo mucho. Y tú!- Le dije a Kuri- Ni se te ocurra llenarte de helado, tienes que cenar bien!
Este me mostró la lengua y Steph tomo las manijas de la silla de ruedas y salió empujando a Kuri y a Aramis que iba en sus piernas.
Cuando ellos se fueron el señor Sid me condujo hasta la sala de estar de la casa, antes diseñada como el salón principal del palacio de invierno en Rusia y ahora como un palacio Italiano, había quedado muy bien, había valido la pena tanto gasto y lujo excesivo.
- Que sucede señor Sid, se que usted no desea saber sobre mi desempeño en la prueba que me realizó no es así?
Este tomó asiento de una manera muy masculina y me hizo la señal para que yo hiciera lo mismo, el señor Sid era muy guapo y masculino pero tenía ese gesto forzado.
- Y bien?
-Dime la verdad, de dónde sacaste a Roja?
- Que?
- La verdad Benedetto, de dónde sacaste a Roja?
- Yo... No... No comprendo señor Sid.
- Si comprendes pero no quieres aceptar la verdad. Bien, te diré algo, yo lo sé todo. Sé todo. Sé que Roja no es tu hermana, ahora lo que quiero que tú me digas es de donde viene ella?
Me quedé pasmado, como había podido averiguar eso? Como? Yo sabía que ellos podían leer la mente pero yo jamás había pensado en aquello.
- No lo leí en tu mente, en eso tienes razón, te cuidaste muy bien de mantenerlo guardado de nosotros, me entere por esto.
Él abrió el saco de su traje negro y saco un papel que me ofreció.
Tenia el sello de la Corte di cassazione, la última instancia judicial de Italia.
Era un edicto para que yo fuera detenido y extraditado a Roma por robo de menor y Aramis fuera devuelta a sus padres, adjunto venían dos órdenes de aprehensión del tribunal inglés.
- Ahora si me vas a contar? O tengo que llamar a mi propio abogado?
- No sé de qué me está hablando señor Sid y la verdad con su permiso, tengo muchas cosas que hacer!
Dije levantándome de inmediato, pero el soltó de repente.
- Bien, te lo voy a poner más sencillo, esto llego el viernes que tú y Kuri se fueron, eso quiere decir que el tribunal de Italia sabe dónde estás tú y Roja y el de Londres sabe dónde vives y quien eres. Hasta donde yo sé entraste al país con tu propio pasaporte, no es así? Y además los documentos de Roja son falsos, lo cual no solo te delató sino además tienes un delito más en tu contra muchacho, el de falsificación; así que si quieres te compro el boleto de vuelta a Roma pero en cuanto pises tu patria serás detenido, incluso antes, yo creo la próxima semana estarás siendo detenido por el sistema inglés y entonces tal vez querrás contarme no solo a mi, sino a Aramis del por qué la van a deportar.
Volví a mi lugar y le dije.
- Que quiere?
- La verdad.
- Por que?
- Por que puedo ayudarlo, solo si me cuentas de dónde sacaste a Roja.
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- Hola amor!
- Whip... Que... Que haces aquí?
- Yo ando trabajando- Dijo el oficial mientras bajaba del caballo de un salto- Y tu lindura?
- Whip por favor no me llames lindura.
- Lo siento amor es que en serio te ves tan lindo hoy.
Yo hice un puchero y este sonrió.
- Vine al parque con Roja y Kuri- Respondí al tiempo que señalaba donde estaban mis amigos.
Kuri esperaba bajo una resbaladilla a Aramis que aún estaba temerosa si debía deslizarse o no.
- Diablos! Lindura acaso tu amigo está enfermo? Que le sucedió?
- Si, si lo esta- Dije con un dejo de tristeza- Tiene una enfermedad rara, no recuerdo el nombre- Mentí.
- Que mal, se ve muy enfermo.
El comentar sobre Kuri me daba mucha tristeza, mi corazón se había roto al verlo llegar en esa silla de ruedas, Kuri no estaba nada bien y apenas era que podía ver la gravedad del asunto.
- Tranquilo lindura, todo estará bien.
Yo suspiré y solo di un leve...
- Gracias- Sabía que solo trataba de consolarme.
- Y tu novio perro gigantón donde esta?
- Está ocupado.
-Que bueno, así te puedo acompañar un rato.
- Ya estás mejor? Me quedé muy preocupado cuando me entere que te habían dado días de permiso por la golpiza.
- Jajaja tranquilo nene, dame algo de crédito, tu novio no se fue limpio.
- Ay Whip no quiero que ustedes se lleven mal, la verdad me gustaría que pudiéramos todos llevarnos bien.
- A mi también mi amor, pero la verdad sabes que estoy enamorado de ti y no pienso darme por vencido contigo. Ni aunque te cases con ese perrote me voy a dar por vencido, yo te amo y sé que puedo hacerte feliz.
- Whip.
El oficial me tomo por la cintura y me pego a él.
- Whip que haces? Estamos en público.
- A mi no me importa amor y a ti no debería importarte tampoco.
- Como que no! Somos hombres!
El se encorvo y estábamos aliento con aliento cuando este soltó un alarido.
- Waaaaaaa! Maldición que rayos!
Whip me soltó y yo supe por que se quejaba. Kuri le había aplastado el pie con la rueda frontal de sus silla de ruedas.
- Tsk! Dos hombres besándose frente a todos no es un delito, pero un hombre que quiere besar a otro que esta comprometido en frente de una niña no es nada bueno.
Whip miro con algo de irá a Kuri y Roja comenzó a dar de saltitos para que yo la subiera a mis brazos y así lo hice.
- Stefy vámonos con Papi!- Dijo mirando a Whip con un toque de desdén.
- Bien vamos, nos veremos Whip- Dije yo apenado con el oficial debido al comportamiento de mis amigos.
Subí a Roja a las piernas de Kuri.
- Te escoltó hasta tu auto amor?
- No es su amor- Dijo Roja- Es de mi papi.
- Es hija de Santinni?
- No!-Respondí de inmediato- Es... Es que ella le dice así por qué se parece a su papá, si!
Whip tomo las manijas de la silla de ruedas y comenzó a empujar a Kuri cuando éste último pisó el freno.
- No quiero seguir sentado, quiero caminar un poco.
- Kuri!- Dije yo.
- Dije que quiero caminar!- Dijo él molesto.
Entonces bajo con cuidado a Roja y luego bajo uno de sus pies al suelo, de inmediato el otro, lo vi algo inseguro de poder lograrlo pero aún así se levantó y logró ponerse en pie.
Yo me quedé admirado y Whip también pero no duró mucho así, al primer intento de dar un paso este se fue para abajo y rápidamente Whip lo atrapó en sus brazos.
- Maldición!- Soltó Kuri con vergüenza.
- Te lastimaste? Estás bien?
- Si, si, muchas gracias- Dijo Kuri al oficial de mala gana.
Whip lo puso en la silla de ruedas y este se quedó ensimismado y dejó de poner atención a quien empujaba su silla.
Whip nos escoltó hasta el auto y me ayudó a meter a Kuri a este, el Ruso por su parte no dijo nada más, era evidente que le afectaba mucho estar en esa posición desvalida, yo me despedí del oficial.
- Gracias Whip, nos veremos el viernes.
- Bien primor, llevaré brownies con chispas de menta.
- Ahí estaremos papi y yo- Dijo Roja que venía en mis brazos.
Whip sonrió y yo aborde el coche; el oficial cerró la portezuela y se quedó ahí junto a su caballo mientras el coche se alejaba.
- Les gustó el helado?- Pregunté al ver que Roja estaba algo molesta y Kuri muy deprimido.
- Si, Stefy, gracias- Dijo ella en ese tono en el que hablan las mujeres cuando están molestas y no quieren revelar el por qué.
- Kuri?
- Si Steph.
- Kuri ánimo, pronto estarás bien.
- Por favor Steph, solo llévame a casa.
Así lo hice, lleve a Kuri a casa a su casa con Benny, Roja que se había quedado con nosotros durante el fin de semana en que ellos se habían ido a la playa por mandato de Samael, pues a Kuri le haría bien estar unos días al nivel del mar y este aprovecho que Kuri había hecho un trato con él para poder obligarlo a ir pues de entrada sabía que Kuri no aceptaría si sabía que era una orden médica, entonces ellos nos habían encargado a Roja, ella había pasado un tiempo muy feliz con mamá, con Sid y conmigo pero ahora tenía que volver al lado de su hermano, aunque eso partía el corazón de mi mamá y el mío. Yo comenzaba a comprender que quería una vida familiar aunque sabía que el simple hecho de estar enamorado de un hombre ya era una negativa y menos de un espectro sin mencionar que yo ya no podía producir vida. Sid y yo no podíamos tener familia y eso era algo que removía mis sentimientos de una manera extraña.
Llegamos pronto a la casa de Kuri y Benny le pregunto si estaba cansado a lo que esté solo asintió, entonces Sid lo subió con todo y silla de ruedas a su habitación ayudando Benny que subió detrás de él para ponerlo comodo.
- Roja, estás enojada conmigo?
Pregunté a Aramis en los que ellos subían.
- Nunca podría Stefy, pero no me gusta el señor policía, él quiere lo que es de Papi y no está bien tomar lo ajeno.
Dijo esta dándome un beso, me quedé pasmado de escucharla, era como si Sid estuviera hablando por ella. Apenas me reponía del golpe cuando Sid bajo acompañado de Benny.
- Y el Signiore Kuri?
- Está arriba descansando no vayas a ...
Muy tarde Roja ya había corrido escaleras arriba para estar con Kuri.
- Nos veremos entonces.
Dijo Benny a Sid y este solo asintió. Salimos de ahí con rumbo a cenar y en el camino yo le increpe a Sid.
- Por que te vas a ver con Benny? Pasa algo malo?
- No
- Que sucede Sid? Es acaso algo sobre Kuri?
- No.
- Entonces?
- Era un decir solamente Steph.
- Ah?
- Es solo que creí que era más inteligente pero hay algo de decepcionante en él.
- Bueno Sid no todos podemos ser unos genios como tú.
- No soy un genio Steph, soy un espectro y eso no me hace genio, me hace un ente demoníaco.
- Oye Sid a propósito de demonios y espectros, Kuri está muy triste y es devastador verlo así.
- Es normal, ahora no solo perdió su poder sino es dependiente de alguien más para casi todo y eso empeorará.
- Que podemos hacer?
- Nada, esperar noticias de Samael y seguir el plan.
- Sid?
- Dime Steph.
- Prométeme algo.
- Que?- Decía este acelerando ante la luz en verde.
- Prométeme que vas a regresar bien, Sid por favor prométemelo.
Baje la vista y cerré los puños. Sid puso su mano sobre la mía y dijo.
- Steph, yo jamás voy a perder.
Voltee a verlo y este freno despacio y me miró.
- No puedo perder por que la única forma de derrotarme es que me aparten de ti.
- Sid...
- Yo te amo Steph y siempre lo haré y es por eso que no podrán derrotarme, ni los Rusos ni nadie.

 

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