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ESPECTRO... DE DOLOR L2 por Lory Backon

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Notas del capitulo:

Próximo capitulo: Como es la verdadera cara de Yuri? Y por que se ha decidido a mostrarla? Steph es llevado a Francia.



- Elliot no voy a deshacer el contrato.
- Stephan no decidas eso tan a la ligera quieres?
- No! Quiero poder hacer algo bueno por Sid aunque sea una vez en la vida....
- Stephan tu vida humana es muy corta aunque vieras cien años, tu.... Bueno. Entiéndelo por favor.
Aferre las manos a la colcha y comencé a mirarla con detenimiento.
- Steph, escúchame bien quieres?
Elliot se trepó a mi cama y tomo con su diminuta, blanquecina y fría mano mi mejilla y la levantó para que nuestras miradas se cruzaran.
- El maestro te contó cosas que seguro aún no comprendes bien. Dime ...
-Bueno ... Yo...
Dudaba si debía preguntarle algo del maestro, después de todo, antes nadie me había hablado tanto de este y yo creía que la razón era por que lo tenían prohibido.
- Stephan es tal cual una prohibición hablar del maestro- Dijo el albino que había leído mi mente- Y además es muy incómodo, como podrás darte cuenta desde tener que ver al maestro K. es algo a lo que ni nosotros los espectros nos acostumbramos, una partícula infinitesimal del luz del mismo ángel caído, eso no es nada fácil de asimilar, pero ahora eres su propiedad y podemos charlar de ello.
- Yo no soy propiedad de nadie!- Dije exaltado.
-No, si lo eres. Ahora tu alma ha sido empeñada con el maestro K. y si no deshacemos el trato serás finalmente suyo. Ahora charlemos de eso.
- Elliot yo...No entiendo por qué ángeles, demonios y todo está ahí, en esa ciudad ?
- Por que todos somos criaturas de Dios, pero no olvides que además no solo hay ángeles y demonios aquí sino humanos y espectros de muerte, todos se reúnen en un punto alrededor de la estrella de mañana, el maestro K.
- Entonces ... Dios le dijo al maestro que así debía ser?
- Si, Steph, Lucifer y todos los príncipes del infierno no son acusados más que de hacer su trabajo, en realidad espero ahora entiendas mejor un poco esto, aunque sirvamos a un bando contrario siempre seremos parte de aquella Luz y ella rige nuestras vidas, no es elección es como para ti el dormir o el comer, está en nuestra esencia servir a Dios y es por eso que Sid no tiene opciones, nadie las tiene solo ustedes, la raza humana...
- Es cierto que el maestro y Sid... Están... Están unidos...
No quería preguntar algo así, no quería ni recordar todo aquello que el maestro K. me había dicho sobre su unión con Sid pero evidentemente mis sentimientos no hicieron caso y rodearon en forma de gotas por mi mejilla, estrellándose en la colcha finalmente.
- Si. El maestro K. esta unido a Sid desde los tiempos más antiguos, su unión proviene de que en lenguaje humano, el maestro K. y todos los Leviatanes son como primos cercanos casi hermanos si lo quieres ver así, y es lógico que el representante de Lucifer en la tierra este fuertemente enlazado al Leviatán, pues al final de los tiempos en el juicio final Sid dejara de existir para alimentar a los justos.
Apreté los puños y dije .
- Son boberías! Sid...
- Pero descuida Steph no es algo que el no sepa, que no te deba preocupar, para eso falta muchísimo, pero como comprenderás Sid no tiene opción, el maestro es el representante del ángel más hermoso, y Sid es parte de el, está hecho de la esencia del mismo y para el mismo. Pero esa idea no debe ocuparte pues como sucesor del Leviatán, Sid tiene un corazón aparte y el en este momento ya decidió a quien pertenece.
Me sonroje ante sus palabras y asentí, no podía dudar de Sid, no me lo iba a permitir de nuevo, así que solo podía confiar en que el me amaba y buscarlo.
- Exacto Steph, solo debes confiar.
- También quiero saber el por qué el maestro me ofreció un contrato con el? Si es un ser tan poderoso no se supone que debía están interesado en personas más inteligentes o algo así.
- No Steph, es más allá de ello, el maestro K. tiene pocos o casi ningún contratista por dos razones , primera y como podrás darte cuenta su precio es alto. La segunda es que como bien dijiste el maestro te puede otorgar cualquier cosa, seguro haz escuchado esas leyendas del santo Grial y todos esos cuentos de la fuente de la juventud y la alquimia secreta, y no son más que el mismo maestro K. El puede conceder hasta lo más absurdo e inimaginable es por eso que el maestro, este no firma sus contratos con cualquier humano, ni el ni los Leviatanes pero en este caso tu ibas a firmar un contrato con un Leviatán y peor aún; uno de su muy particular gusto, el maestro K. esta perdidamente enamorado de Sid y quizás esa sea la razón de que te haya ofrecido uno, el maestro K. desea tenerte cerca ya sea que te vea como un humano más o como un...
Su silencio fue tan delator.
- Un enemigo?
Elliot no respondió y yo continué.
-Ya me di cuenta de lo que siente el maestro K.- Dije frunciendo el seño, no me gustaba eso, yo ...
- Tú tienes celos?
- No son celos....- Dije fastidiado- Es, no se coraje, no se es frustración, por que tiene todo que ser tan complicado.
El pequeño albino sonrió de manera pícara, como si yo hubiera dicho algo gracioso.
- Que?!- Proteste.
- Es que los humanos todo lo ven muy complicado, en realidad eso es muy sencillo.
- Ah?! Qué estás diciendo, sencillo?! De dónde le ves lo sencillo a este asunto?!
- Bueno esto se resume a dos cosas Steph, tu amas a Sid no es así?
Yo asentí avergonzado, que difícil era para mi poder decirlo abiertamente.
- Bien pues entonces solo es quieres estar con el, o no quieres. Y ya.
- Por supuesto que quiero !
- Ves? No es tan complicado.
- Pero también Ephy quería estar con el, y el maestro K. y quien sabe que tantos espectros y fantasmas más.
- No creo que los fantasmas quieran estar con Sid, Steph pero yo creo que pierdes de vista lo más importante de todo.
- Ah si, y que es eso?- Comenzaba a desesperarme aquella conversación, pero Elliot era muy audaz y con su índice guió mi mentón hacia arriba para que su mirada escarlata chocara con la mía.
- Pues que el corazón de Sid ya tiene dueño.
Sentí como el carmín se esparcía por mis mejillas, esas simples palabras me tranquilizaron, Sid quería estar conmigo, eso tenía que creer, tenía que creer en Sid y en mi, por que si no volvería a fallar.
- Ahora bien, debes dormir un poco, regresaremos a Londres por la noche y por favor, por favor Steph- Rogó el pequeño- Debes confiar en nosotros.
- Si. A qué hora parte el barco?
- No iremos en barco Steph, ahora que eres propiedad del maestro y que la asamblea fue restituida es muy peligroso no estemos en nuestro territorio pero más peligroso es el mar del norte pues no sabemos quién vigile.
- Entonces como regresaremos, supongo que no en avión?
El albino negó también esa posibilidad y dijo con una expresión de seriedad absoluta no propia de un niño.
- Por tierra, trataremos de llegar a España y de ahí ustedes siguen a Reino Unido.
- Que? Pero tardaremos más?! Y por que tú no vienes a Londres con nosotros?
- Por que no puedo pisar Londres de nuevo, pero descuida, yo me ocuparé de averiguar dónde está Sid.
- Eso si que no! Por que no puedes pisar Londres? Dime qué sucede Elliot? Por que dijiste trataremos de llegar a España?
Sus ojos color carmín rodaron la mirada a un lado, en esos momentos Elliot me pareció más viejo de lo que parecía o incluso de lo que podría ser.
- Sabes bien que la asamblea de Londres se compone de miembros de más asambleas no es así?
- Si.
- Pues digamos que eso no le pareció bien a muchos en el pasado y....
Su mirada era tan profunda que sentí que lo que iba a decir iba a ser algo que en definitiva cambiaría el sentido de las cosas.
Error! El niño sonrió bobamente y dijo.
- Y pues al parecer aún me guardan mucho rencor y quieren destruirme..
Le mire con incredulidad pues después de todo Elliot aún se tomaba a chiste aquello.
- No será por que alguien les robo a sus miembros y líderes de asamblea?- Dije cruzándome de brazos.
- No seas duro conmigo Steph- Dijo un poco mas melancólico- Intenté hacer lo mejor que pude con lo que tenía , las asambleas normales pueden llegar a quitarte el poco entusiasmo que te queda de existir, estaba cansado de todo aquello aunque jure que nunca me rendiría sabes? Daría y daré siempre lo mejor de mi.
Impulsivamente me incline hacia el y le metí en mis brazos.
- Lo se Elliot, además no conozco bien todos los detalles pero se que todos están felices de estar en la asamblea de Londres. Y la verdad yo también estoy feliz de que me hayas permitido ser parte de ella.
Este correspondió al abrazo y no dijo nada más. Me sentía apenado por estar juzgándolos nada más, después de todo, nadie de ellos me habían nunca reprochado nada.
- Bien es tiempo de que duermas y por la noche partiremos.
Yo asentí y Elliot se incorporó para marcharse.
- Elliot!
El volvió la espalda y me miro con esa expresión madura que había adquirido últimamente .
- Yo....
- Lo se Steph, se que no piensas romper el contrato con el maestro K.
Yo sonreí apenado y el dijo.
- Tampoco pienso desistir de hacerte cambiar de opinión, buenos días....
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- Y esto?
Un fiat 500 de color verde oscuro estaba estacionado afuera del hotel y con el equipaje de Steph ya cargado.
- Es un Fiat- Dijo Kuri en respuesta.
- Demonios Kuri ya se que es un Fiat! Pero que no llegamos en carros más...
- Tenemos que viajar lo más austera mente posible Steph y un Fiat es perfecto- Dijo Yuri.
- Es del año verdad?- Preguntó el rubio.
- Obvio !- Contestaron los Steklov al unísono.
- Si, bueno ya se me hacía muy raro que mostrarán algo de humildad.
-Pero es muy humilde, ya verás!- Dijo Kuri- Verdad hermano?
- Si, si es casi casi una carreta - Confirmo Yuri.
- Mmmmh- Se quejó el rubio.
- De prisa, la oscuridad no es nuestra aliada esta noche.
Dijo Elliot, yo me puse al volante del vehículo, con Elliot de copiloto, y aunque sabía de sobra que era ilegal llevar menores adelante también sabía que llevando esa placa de inmunidad diplomática nadie nos pararía, nadie que no fuera un espectro. Atrás iban los gemelos y el rubio.
De inmediato lleve el vehículo a su velocidad máxima para llegar en una noche hacia Mónaco.
Llegue en un total de siete horas y veintidós minutos, ahorrándome cuatro horas.
Mónaco en un país muy pequeño, casi diminuto pero muy hermoso y exclusivo para las de mi progenie.
Conduje con el amanecer detrás de mi hasta el inicio del barrio de Montecarlo dónde ella ya estaba esperando. Frené de golpe al verla ahí parada, alta, sus cabellos castaños claros, largos y sedosos delimitados por esa mascada roja que hacía la función de diadema, sus ojos eran escarlata como los míos, incluso su rostro se parecía ligeramente al mío. Ella siempre fue un poco más alta que yo y quizás por eso se miraba más imponente, y ese cuerpo que había adquirido de mamá le había sentado de maravilla, al menos le habían salido pechos, los cuales mire con envidia un segundo antes de bajar del coche.
- Mi adorada Lilu.
Dijo abriéndome sus brazos.
- Querida Bree.
Correspondí a su calurosa bienvenida.
- Te espere desde que entraste a Mónaco, estoy tan feliz de verte, mira si has crecido mucho.
- Basta Bree, me avergüenzo- Dije mirando al suelo.
- Bien, bien, ahora hay que darnos prisa Lilu, el amanecer está tras de ti.
Yo asentí y ella abordo el auto en mi lugar y miro a todos los pasajeros.
- Señora Bree- Dijo Elliot- Nos volvemos a ver.
- Vaya, vaya que interesante un pequeño líder de asamblea, el cual perdió el color de sus ojos ante el sol, dos rusos lejos de su frío hogar y un...
Ella de inmediato noto que Stephan había perdido esa cualidad masculina y me lanzó una mirada de odio.
- Jamás me dijiste que era el premio del maestro Lilu. Dime acaso me voy a meter en problemas por esto?
- No, no nada de eso...- Mentí - Bueno, quizás algunas asambleas quieran darse una vuelta por tu lugar pero...
- Maldición Lilu, tengo algo que proteger!
- Lo se, lo sé pero por favor Bree, solo serán un par de días, además niégame que no es lindo?- Dije a manera de que se escuchará a súplica y no a una treta para convencerla.
Ella miro al rubio por el retrovisor y dijo.
- Tsk! Es muy lindo carajo que rabia que el gran maestro K. se quede con lo mas bonito.
- Verdad que si?
- Y eran lindos?
- Hermosos, parecían terciopelo.
- Tsk! Qué remedio!
Stephan era el único que no comprendía que la conversación giraba en torno a lo que el maestro K. le había quitado y agradecí que no fuera muy inteligente como para darse cuenta o se sentiría muy mal.
- Steph- Dije al rubio- Ella es mi hermana Bree, y por estas dos noches se alojarán en su casa así que se bueno quieres?
El rubio miro a mi hermana y asintió, pude leer en su cabeza que aún no comprendía la situación.
- Bien, un par de días nada más Lilu, te veré en el puerto por la noche y asegúrate de estar lo suficientemente lejos de mi lugar.
Yo asentí y ella aceleró llevando el vehículo a su máxima velocidad.
El amanecer, demonios! Me iba a pillar si seguía ahí parada como tonta.
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Yo no sabía que estaba ocurriendo, por que Layla no había venido con nosotros y se había quedado atrás, por que su hermana iba a cuidar de nosotros? Nadie más que yo parecía inquieto y también eso me inquietaba aún más.
Llegamos a una residencia en el número 17 de la Ostende Av. El sitio era un pent-house estilo La Belle Époque, un lugar simplemente hecho para ricos, no pude ni calcular el valor de la residencia hasta que Kuri se aseguró de decírmelo al oído.
- 323 millones de dólares que se traducen a 200 millones de libras y fue diseñado por Candy & Candy.
- Entonces fue diseñado por una firma de Reino Unido?! - Dije completamente asombrado y con esto ganando una mirada perspicaz de parte de la hermana de Layla.
- Este pent-house ganó la designación de ser la casa residencial privada más cara del mundo - Dijo en secreto Yuri.
Y así era el interior, un paradigma visual adornado de colores y de texturas que amalgamaban cortinas de seda pintadas a mano resplandecientes, pisos pulidos de madera exótica embutidos con marquetería delicada. Techos de hojas y hasta zócalos de la suavísima gamuza. A menudo era difícil saber dónde mirar, ya que al momento de entrar en el, ya fuera el cuero y las paredes de cachemir forrado del ático, se podía saber que se aventuraba uno en un mundo de glamour incomparable, el esplendor y el estilo de vida que solo ellos podían tener.
La lujosa residencia tenía una impresionante biblioteca de doble altura, pantallas de cine que salían de las paredes con sólo tocar un botón, numerosas habitaciones con armarios del tamaño de la habitación de mi mama, una sala de juego con mesas de billar y videojuegos de árcade, dos estudios privados con una sala de juntas y un jacuzzi y spa. Las amplias terrazas dejaban ver impresionantes vistas al mar, con árboles maduros de 15 pies y una piscina infinita.
- Esto si es lujo absurdo- Dijo Kuri por lo bajo- Y tú qué te quejas de nosotros Steph.
- Siento una avaricia tremenda hermano - Contesto Yuri.
-Pues por mi se pueden ir a un hotel- Dijo la hermana de Layla- El único que se queda es el pequeño rubio.
- Muchas gracias por recibirnos- Dije yo.
Entonces un hombre de unos 30 años, cabello color chocolate perfectamente peinado, ojos verdes tras unas gafas gruesas, de una estatura promedio para ser caucásico, bajo las escaleras de mármol.
- Bree, ya has regresado!
- Señores el es Gustave De la Comtre. Mi esposo.
Aquel hombre sonrió y le extendió la mano a Elliot, a los gemelos y finalmente a mi que lo miraba con sorpresa.
- Disimula Steph.
- Mu...Mucho gusto!- Dije aún atontado-Stephan Joggar....
- Mucho gusto Steph, Gustave.
Yo asentí y su hermana de Layla me dijo.
- Dime bonito, tienes hambre, sueño?
- Emhh yo...
- Vamos, Stephan si tienes hambre acabo de preparar el desayuno- Dijo el esposo de Bree.
- Si, bueno si tengo hambre.
- Vamos entonces a la cocina, supongo los demás desean marcharse, ven conmigo, descuida amor yo me encargo de Stephan.
Bree asintió y los gemelos y Elliot se fueron con ella, el sol ya estaba afuera.
- Son complicados los espectros no crees?
- Yo asentí.
No podía dejar de verlo, su cara era algo raro, sus gestos eran excesivamente amables pero no correspondían a su edad.
- Descuida yo soy humano.
- Ah?! Di... Disculpe no quería ser grosero.
Dije pretextando de que se había dado cuenta de como lo miraba.
- No te preocupes a decir verdad yo también quería saber si tú eres humano o eras un espectro sabes?
- Ah?! Soy humano, soy humano!
- Yo también soy humano Stephan pero dime cuantos años tienes?
- Ah yo tengo 28.
- Si que eres un jovencito eh? Yo tengo 45- Dijo el hombre y mis ojos se abrieron como platos, era imposible eso.
- Si, se que has de pensar que miento pero no es así, es una de las ventajas de estar con una hija de Lilith sabes? Aunque mi cuerpo ya no se siente tan joven como se ve- Dijo Gustave colocándose un mandil blanco.
Este tenía ya un desayunador en la terraza de la cocina listo con cuatro lugares.
Me hizo un gesto para tomar asiento y obedecí ; en seguida salió un pequeño niño de unos cuatro años llorando y tras de él una niña de unos seis años.
- Tenemos visitas Papi?- Dijo el niño.
- Ah si, no es maravilloso, vengan les voy a presentar a Stephan, el es amigo de mamá.
Mi cara fue de completo asombro, acaso era posible que el y Bree fueran los padres de aquellos niños? Mire bien sus rostros, el más pequeño era castaño como Bree y sus ojos eran verdes como los de Gustave, era un niño muy lindo, en cambio la pequeña era cabellos chocolate como los de Gustave pero sus ojos eran escarlata, ella era acaso un espectro?
- El es mi hijo Louis y ella mi hija Luanne. Niños saluden.
- Mucho gusto!- Dijo el niño con un comportamiento normal, sus ojos eran algo muy bello en cambio la niña me observó con detenimiento y dijo.
- El no es hombre papá, tampoco es mujer, entonces que es?
- Luanne! No seas grosera! Recriminó Gustave.
Ella había notado aquello, como, como era posible? Me sentí terriblemente mal, lo que decía era cierto. Ya no era un hombre completo, baje la mirada.
- Discúlpate pequeña! Ahora!
- Por?
- No, no descuida- Dije yo moviendo la cabeza intentando no llorar.
- Discúlpate con nuestro invitado.
- No dije nada malo.
- A tu habitación!
La niña dio media vuelta sin ningún problema y desapareció de la terraza sin protestar mas, su comportamiento no era el de una niña de su edad.
- Lo siento Stephan, ella es un tanto difícil pero no es mala con intención- Dijo Gustave con verdadera pena.
- No, no, no hay nada que disculpar- Dije intentando disimular.
- Es muy difícil criar hijas de Lilith sabes?
- Ah?!
Gustave sirvió el desayuno para todos y dijo.
- A veces siento que no sé que haría sin Bree...
- Tu pequeña...- Dije yo esforzándome en conversar para olvidar lo ocurrido o me pondría a llorar- Ella es un espectro?
- Si, ella nació como hija de Lilith, ya sabes cómo son sus reglas.
- No lo sé, podrías explicarme Gustave.
- No lo sabes? Vaya! Creí que estabas con una hija de Lilith también.
- Amh bueno si, pero no es como que estemos juntos - Dije algo avergonzado- Yo estoy con otra persona, Layla y yo solo somos buenos amigos...
- Ahhh, entonces ella seguro anda tras de ti.
Ese comentario solo hizo que se me atorara en la garganta la tostada que estaba comiendo.
- Estás bien?
Asentí aún con aquella obstrucción en la garganta y luego me dediqué a toser y tomar un poco de jugo de naranja el cual estaba delicioso.
- Bueno mira, te explicaré cómo funciona por si algún día te decides por una hija de Lilith. En si no es complicado, las hijas le Lilith son entes maravillosos, ya sabes que su belleza atonta a cualquier hombre, por muy inteligente o introvertido que este sea, el resultado siempre es el mismo aunque pocos hombres logran poder obtener la atención de una, sabes? Me considero muy afortunado de que mi Bree me haya elegido para compañero, ellas no son muy afectas a la monogamia, en fin. Cuando lo sabes, lo sabes supongo.
- Que? Qué sabes?
Pregunte yo.
- Que estás con aquella persona con la que deseas pasar toda tu vida sin importar que no sea humana o que no esté viva ya.
Esa sonrisa que puso me pareció tan bella, seguro Gustave estaba muy enamorado de Bree, me pregunté entonces como nos veríamos Sid y yo sí estuviéramos unidos de esa manera, nada más de imaginarme a mi y a Sid en una casa y con hijos me sonroje hasta las orejas.
- Estás bien Stephan ?
- Si, si! Jajajaja no pasa nada!
Dije nervioso, no quería confesar que pensaba cosas tan vergonzosas.
- Bien, quieres más cocoa caliente?
- Si gracias.
- Papá puedo retirarme ya?- Pregunto el pequeño Louis.
- Si, ve a ver a Luanne y dile que la veré más tarde en mi estudio si?
- Si, adiós Stephan, espero te guste la comida!
Me despedí del pequeño en un gesto.

- Sabes al principio me costó mucho aceptar todo esto de los espectros, tenía mucho miedo de volverme loco pero amaba tanto a Bree, era la única mujer que se había fijado en mi, antes de ella mi vida no tenía mucho sentido, trabajaba y llegaba a casa a ver televisión, no tenía muchos amigos y bueno las chicas de la oficina me rehuían. Nunca fui tan bien parecido como tú, no, pero Bree vio algo en mi y yo vi una luz en ella. Jamás pensé que me quedaría con la chica más linda, con el tiempo me enteré de que ella no era ya humana y bueno no fue fácil de lidiar pero lo conseguí, y entonces viajó a la isla de los lilims pues si una hija de Lilith busca quedarse con un solo hombre tiene que pedir no sé si sea una autorización o no sé cómo se le llamé pero se la tiene que pedir a su madre, la gran deidad femenina Lilith, yo nunca he ido pero tampoco tengo muchas ganas, se que en aquel lugar los hombres descendientes de Adán y Eva no son bienvenidos. En fin nosotros logramos tener a Luanne lo cual fue una gran alegría, pero a todas las hijas de Lilith les persigue la maldición y si queda embarazada y ella concibe una niña la maldición pasara a ella, lo que dice que mi Luanne está destinada a ser un espectro de Lilith, es por eso que se comporta así.
- Entonces dices que si una hija de Lilith tiene un bebé con un humano y resulta niña, esta será dotada con la maldición de Lilith y será un espectro?
- Si, de hecho a los ocho años como máximo mi Luanne tendrá que irse a vivir al lado de las de su especie donde será entrenada hasta que sea un espectro adulto y eso es imperativo, Bree la puede ir a visitar si desea pero a mí no se me permite.
El suspiro y agachó la mirada.
- En cambio a Louis, el es un milagro sabes? Según la costumbre y muy por el contrario cuando un varón nace de una hija de Lilith es su deber matarlo.
- Que?!- Dije sin poder creer lo que había escuchado- No hablas en serio verdad?
- Si, es en serio Stephan, usualmente las hijas de Lilith eso hacen todo el tiempo, es decisión de la aludida pero pocas son las que desean hijos varones.
- Bueno pero...
- Estoy feliz de que mi amada Bree no haya tomado la elección más común, y haya aceptado tener un hijo varón, quizás es por eso que cuando mi pequeña Luanne se vaya no me voy a sentir tan solo sabes? No hay nadie como mi Luanne pero también tengo que velar por mi pequeño Louis.
- Vaya, no sabía aquello...
Las hijas de Lilith, yo no conocía mucho de eso pero Layla era una de ellas y casi nunca recordaba que también podía ser peligrosa, en si Layla se la pasaba cuidándome con excesos.
- En fin no hablemos de cosas tristes del futuro... Quieres algo más de comer Stephan?
- Llámame Steph por favor Gustave, está bien que te llame así?
- Claro! Llámame como desees.
Gustave y yo continuamos platicando de cosas más triviales pues es su gesto se notaba que no deseaba conversar más sobre su hija Luanne y sobre su pequeño Louis.
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- Entonces Elliot?
- Está claro que todos aquí sentimos a esos Alemanes tras de nosotros verdad?
- Si y sabemos que los franceses no tardan en llegar.- Dijo Kuri.
- No podemos poner en riesgo así la vida de Steph ni la de la familia de Bree así que no queda otra que ir a combatir alemanes.
Los gemelos me miraron con aquella expresión de que estaban listos para la batalla pero de inmediato los tuve que frenar.
- Iré solo.
- Pero estás loco Elliot?!
- Que quieres decir con que irás solo?- Dijo Yuri.
- Si, esto es mi problema con los alemanes, y además necesito aquí más espectros para cuidar de Steph.
- Pero...
- Está Bien- Dijo Yuri y se cruzó de brazos.
Le mire con desconfianza y su hermano protesto.
- Pero Yuri en serio lo vas a permitir?
- Claro que si Kuri, después de todo Elliot es el líder no es así?
- Si pero...
- Vamos entonces Kuri hay que obedecer las órdenes de nuestro líder.
- Pfff- Se quejó el gemelo más inquieto y dijo- Bien entonces esperaremos tu regreso.
Yo asentí y dije.
- Si no regreso en dos días avancen por la costa hasta la Rioja.
- Que?! Cómo que si no regresas? Elliot no me digas que...
- Por supuesto que no Kuri- Le dije molesto- No pienso perder, tengo que ir por Kanon pero es una posibilidad... Después de todo la asamblea de Alemania alguna vez fue una asamblea fuerte.
- Si pero- Kuri bajo la voz de una manera que apenas si podía escuchársele- Que pierdas es una mínima posibilidad no es así?
- Es cierto pero existe así que no pierdan tiempo, y vayan a la asamblea de la Rioja, pues esto parece uno de los tantos juegos de la sede.
- Bien!- Dijo Yuri con frialdad.
El resto del día permanecimos en silencio en el ático de aquella casa donde afuera Stephan jugaba con el niño más pequeño, Stephan hubiera sido algún día un excelente padre, de solo observarlo me causaba una pena tremenda, eso nunca podría pasarme a mi, incluso ahora había perdido a mi pequeño hijo y amante. Mi pensamiento fue hacia Kanon, estaría acaso sufriendo mucho? Mi Kanon, seguro estaría asustado en la oscuridad, mi Kanon había estado siempre tan dentro de mi, yo había sido el culpable de su debilidad pero ahora el era la mía y no soportaba la idea de perderlo. Ver a su descendiente ahí abajo jugando bajo los rayos del sol con un pequeño, esos eran sus ojos negros...
Por la noche partí rumbo a la frontera con Alemania había dejado instrucciones a los gemelos de que ante todo cuidasen a Stephan, su seguridad era primordial y uno de ellos debía estar cuidándolo siempre. Antes de marcharme pasé a darle un beso al rubio que dormía plácidamente.
- Préstame tus alas Steph.
Salí a toda velocidad, antes de que la luna de Mónaco estuvieran en lo alto y justo y antes de llegar a la frontera fue cuando me dio la gana reconocerle.
- Que demonios haces aquí?-Dije fastidiado del juego.
- Lo siento Elliot pero como comprenderás yo también deseo cazar algunos Alemanes.
Este se quitó la capucha y su cabello azul se agito con la brisa.
- Un líder Ruso debe tomar esos pocos momentos de diversión cuando se presentan.
- Diablos Yuri, no será que hay otro motivo?
El más paciente de los gemelos sonrió.
- Quizás si, quizás no, tal ves me de la gana decirlo en el camino. Quizás nunca lo diga.
- Que hiciste con Kuri?
- Me ocupe de el bien, descuida el protegerá a Steph.
Yo asentí. Yuri era un espectro muy raro, su semblante malvado usualmente lo cambiaba por uno mas suave, más amigable; pero no era su semblante lo que podía preocupar a otro ente sino ese silencio, lo que Yuri guardaba dentro de su propia existencia.
- Nos vamos Elliot?
Yo asentí y este mostró esa mirada, esa mirada sedienta de maldad se mostró en sus ojos, esa mirada que mostraba cuando a nadie lo veía, esas cosas típicas de un espectro como el, un hijo legítimo de Mammon, esas cosas tan de el que yo no comprendía bien solo hasta verlo encendido de esa manera.
-Vamos a cazar algunos nazis y ser dignos del ejército rojo!


 
Notas finales:

:o


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