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ESPECTRO... DE DOLOR L2 por Lory Backon

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Notas del capitulo:

Próximo Capitulo: Samael va a su asamblea pero por que Yuri insiste en ir con el y peor aun llevar al rubio? Que encontraran de camino o a quien?



- Stephan...
- Layla!- Dije buscando su rostro, sus ojos apenas si parecían vivos- Funcionó! Oh Layla perdóname, fui un tonto, siempre hago tonterías, pero vamos bebé sangre para que te repongas más rápido!
- No Steph, la sangre no es necesaria descuida.
- Pero Samael dijo...
- Steph...Yo...Soy un monstro...
- No! Nada de eso! Layla...
-Te hice algo horrible...
- Layla! No- Dije exasperado de todo- No digas eso.
Ella oculto la mirada y yo la obligue a mirarme, le demostraría que aún me quedaba un poco de hombría.
- Layla!-Sujete con fuerza su mejilla- Mírame, dije mírame!
Nuestras miradas chocaron.
- Yo...
- No! Basta! No digas más tonterías Layla, se que no fue la forma pero... No es que antes yo no lo deseara, eres muy hermosa y tú misma sabes bien y de sobra que yo fantaseaba con tenerte así, yo amo a Sid, y quizás ahora....- Me costaba reconocer que ya no bateaba para su equipo pero tenía que decirlo- Pues tu sabes, ahora yo estoy con Sid, bueno no en este momento: pero cuando lo encuentre, más aún así, tu figura femenina sigue siendo muy agradable para mí.
- Steph...
- Muchas veces... Tú sabes que yo... Hacía eso pensando en ti, y bueno entiendo que te de asco ahora, y no te culpo además se que solo querías hacerme sentir bien, así que... No pienso perderte.
- No, no Steph, tú no me das asco, eres mi ambición secreta, no es que solo quisiera hacerte sentir bien, lo que dije lo dije desde el fondo de mi ser, tu sigues siendo un hombre para mi pero... Es mi naturaleza, no siento asco Steph jamás podría, solo...
Ella bajo la cabeza y sus cabellos cobre inundaron mi vista.
- Solo?
- Solo se apago mi deseo sexual por ti. Ahora te veo como si viera a una de mis hermanas o a un animalito.
- Está bien- Dije tragándome mi orgullo- Está bien Layla.
Sus palabras me dolían pero no iba a dejarle la oportunidad a la soledad de ganarme una partida más, no iba alejar a alguien a quien quería por un ego masculino tonto, no era así de idiota.
- Nunca has sido idiota Steph, por Satanás! Cuanto te amo.
Ella que había leído mis pensamientos me pegó con más fuerza a su cuerpo, casi tronaba mi espalda.
- Layla.... Layla me vas a dejar sin espalda y ahora sí bonito me voy a ver.
Ella subió la mirada y entonces sus ojos cambiaron de un escarlata opaco al color feroz y brillante de siempre.
- Te amo tanto que algún día me voy a decidir a enfrentarme a el tonto de Sid y te robare de sus brazos.
Dijo al tiempo que se echaba encima de mi en un abrazo empalagoso, quién nos hubiera visto ahí desnudos y juntos pensaría que éramos novios o más allá.
- Te amo y más que eso Steph.
- Te dije que el mocoso lo lograría mamá.
Dijo con firmeza la voz de Samael.
- Ah?!
Layla y yo miramos hacia el lado contrario de la habitación y ahí estaba Samael al lado de una persona oculta en las sombras.
- Vístete torpe, mi madre está aquí.
- Lo... Lo siento - Dije y me incorpore para tomar mi ropa.
- No, quédate así un momento- Dijo aquella voz, era delicada pero poderosa- Quiero verte desnudo.
- Ah?!
Los colores se me subieron al rostro y asentí por mecánica, no por que quisiera.
La mujer salió de las sombras y era espantosamente atractiva, pelo color cobre como el de Layla, su palidez era notable pero sus mejillas conservaban ese rubor natural que la hacia lucir delicada, su cuerpo era bien provisto de pechos, una cintura diminuta por la que resbalaban unas caderas redondas, lucía un vestido negro escotado de strapless y entallado hasta los muslos de donde se abría como un alcatraz negro. Guantes largos, labios carmín y la mirada adornada por unos rubíes escarlata intensos.
- Yo soy Lilith, la primera mujer.
Caí de rodillas a sus pies.
- Soy... Soy Stephan Joggar su alteza.
Samael se río de mi reacción con muy poca sutileza.
- Basta Samael!- Dijo Layla- Madre me disculpo por haber caído así.
- Mi amada Lilu, no tienes que disculparte por nada. Ahora tu- Dijo la primera mujer - Stephan Joggar ponte en pie.
- Si.
Obedece a la primera y quedé frente a frente con ella.
- Un rostro muy hermoso, en definitiva una obra de arte, parece una de mis hijas, cara hermosa- Tocó con su fría y sepulcral mano mi rostro, luego bajo su mano a mi pecho- Muy lindo en definitiva- Después bajo hasta mi vientre la mano y su mirada pero no detuvo su camino hasta llegar a mi sexo- Es una verdadera lástima en serio.
Yo mire hacia otro lado.
- Pudo ser un semental de monta excelente. Me hubiera gustado para una de mis pequeñas hijas, su descendencia sería de una calidad extraordinaria.
- Madre!- Reclamo Layla.
- Calla Lilu, tú no supiste aprovechar la virilidad del joven.
- Madre Steph no es un animal.
- Todos los hombres lo son .
La mujer comenzó a palpar mi sexo y me dio bastante vergüenza pero aún así no sentí deseo sexual.
-En fin, es una verdadera pena, esta es la segunda vez que siento nostalgia por un varón, ahora puedes vestirte jovencito.
- La segunda vez?- Dijeron los hermanos espectro al unísono.
Me quedé pensativo. No tendría nunca descendientes, yo había nacido hijo único; no me quejaba puesto que mi mamá siempre había sido muy buena conmigo pero aún así siempre había deseado tener un hermano o al menos más compañía, pues había días que me había sentido algo solitario, claro eso cambio cuando conocí a la asamblea aunque igual me hubiera gustado tener una familia con Sid, pero eso en cualquier forma sería imposible, yo era hombre y el también. Suspiré y me puse mi ropa.
- Que horror, me indigna hasta donde llega la barbaridad de Kyrie, me avergüenza que lleve el cuerpo de una de mis hijas.
Le mire sorprendido, acaso la primera mujer conocía al maestro K.
- Claro que lo conoce, son viejas conocidas.- Dijo Samael.
- Samael mi amor no seas irrespetuoso con tu madre que aún puedo darte una tunda.
La hermosa mujer subió a su trono y se situó en el como la reina de la noche que era.
- Layla tienes una pinta horrible, haz el favor de irte a cambiar que tengo que hablar un asunto urgente contigo.
- Si madre.
Layla dio unos pasos apenas cuando un estruendo acompañado por un fuerte barullo resonó afuera de aquella sala, las puertas se abrieron de par en par y una figura extraña entro corriendo tumbado todo a su alrededor con dirección a la madre de las Lilims.
-Madre... Qué es eso?
Layla apuntaba con sorpresa hacia un muchacho de medianos cabellos enmarañados de color negro azabache, su rostro estaba cubierto por estos, solo se alcanzaba a ver sus incisivos blancos y sus labios llenos de baba, el chico estaba tumbado sobre su trasero al lado derecho donde Lilith le acariciaba la cabeza. Llevaba puesta una camiseta color azul cielo de manga tres cuartos, se miraba sucia y un pantalón de mezclilla que al parecer le quedaba holgado.
- Justo de esto te quería hablar.
Una horda de adolecentes y de niñas incluyendo al grupo de Lotta entraron inundando el salón. De inmediato me puse mi ropa interior y los pantalones.
- Maldito Sally, está vez no escaparas!
- Que sucede?- Hablo la primera mujer sin mirar a sus furiosas hijas.
- Esto es ya intolerable madre! Sally tiene que pagar sus errores!
El tono de la quejosa era de un coraje y un rencor incalculable. Vi como la pequeña y jorobada figura de aquel hombre se pegaba a la mano de Lilith.
- Que sucedió Lina?
- Sally y sus tonterías, ha ido a espiar mientras nos bañábamos.
El chico negó con la cabeza sacudiendo la con frenesí un par de veces.
- Eso es cierto Sally?
El volvió a sacudir la cabeza.
- Lina, hace cuanto Sally no toma un baño?
- Quien sabe! Qué importa, está vez si lo castro.
Yo abrí los ojos ante aquella aseveración y temblé del miedo y el coraje ante sus palabras.
El pelinegro se aferro al vestido de la primera mujer con ansiedad y se repegaba al trono donde se encontraba está sentada.
- Vete Lina, no molestes.
- Pero madre!
- Yo lo arreglaré, he dicho.
- Mama.
- Que te vayas!- Dijo Samael haciéndole un gesto de que se marchara.
Está salió furiosa y Lilith miro de reojo a las demás.
Lotta y compañía de inmediato acataron la orden y desaparecieron dejándonos de nuevo solo a Layla, Samael, la primera mujer Lilith, a su invitado y a mi en la sala.
- Layla, Samael, el es su hermano Sally.
La mano afectuosa de Lilith acarició los cabellos de aquel chico a manera de descubrirle el rostro y no tuve idea de que causo el impacto en los hermanos espectro pero de algo sí estaba seguro, lo que sea que fuera no lo compartían conmigo.
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Del libro de Samael.
Destinos.
- Lilu, Samael, el es su hermano Sally.
Ese rostro, ese rostro era idéntico... A bien gracias a Luzbel el rubio era demasiado tonto para darse cuenta del parecido que tenían Sally y el en sus rostros y lo más pronto posible Layla lo hizo salir de la habitación. Sally tenía toda la cara de Stephan, ojos negros y grandes como los de las mujeres, pero a diferencia del rubio, Sally tenían enormes ojeras producto de vivir en una isla nocturna, esos labios rosas eran los del rubio e incluso la mirada tímida.
- Sally saluda a tus hermanos.
Sally miro a mi madre y se oculto en su regazo. Había algo que no estaba bien.
- Madre, que ha sucedido? Por que hay un hombre en el Lilim? Un hombre humano?
- Sally no es completamente humano Lilu.
- Que? Pero...
- Sally es mi hijo. Mi último hijo varón.
- Que? Explícate madre.
Madre le abrió los brazos a Sally que trepó hasta meterse en su pecho a pesar de ser demasiado grande para ello.
- Sally tiene 32 años, y en unas semanas cumplirá 33, Sally es hermano gemelo idéntico de Hator. Hace 33 años conocí a un humano, común y corriente nada especial pero ese aroma que emanaba de el era delicioso, su semen, había algo más allá de lo natural para ser un vulgar hijo de Adán, fue una cuestión meramente de un breve antojo, de esa aventura nacieron ellos, Hator nació hembra todo poderosa y Sally nació varón destinado a morir, pero había algo raro en Sally, al nacer no lloraba como los humanos comunes, además no succionaba de mi pecho leche, no sabía cómo. No sabría decir que fue lo que sucedió pero no me atreví a matarlo cómo sería lo normal, quizás por ser tan indefenso, quizás por tener tan pocas probabilidades en el mundo, bien saben ustedes que en el lilim los varones hijos de Adán no son bien recibidos mas aún así decidí que lo mataría a los cuatro años. El tiempo pasó y cuando Sally cumplió cuatro años tampoco pude matarlo, Sally seguía actuando como un bebé, pospuse de nuevo el matarlo para cuando tuviera doce, pero las cosas no cambiaron mucho su cuerpo crecía y se desarrollaba normalmente pero su cerebro no, así llegamos hasta los 32 años, Sally no sabe más allá de unas 320 palabras para comunicarse, no sabe alimentarse solo, o ir al baño, su mente se ha quedado de dos años... Hator lo detestó desde el principio, aunque Sally la quiere en una demasía absurda, es por eso que hace diez años Hator intento matar a su gemelo, pero no consiguió mucho, Ammu la detuvo, Hator se marchó del Lilim hacia Giza enfadada a más con Ammu y odiando a su hermano y Ammu tomo el lugar como vigía con Sibil, estaba muy desilusionada de ella misma.
Mi madre hizo silencio y Sally se pegó a ella mientras hacia asquerosas burbujas de baba.
- Solo hay una cosa que es un poco desconcertante en Sally y es que a pesar de su evidente retraso, su habilidad lógica matemática es excepcional, Sally puede resolver complejos problemas matemáticos eso además de que su habilidad deductiva es enorme.
- Es eso cierto?- Pregunté- Vamos a probar ... Sally cuánto es 345 Por 623?
Mi mamá miro a Sally y asintió, este oculto la mirada y dijo en una voz apenas audible.
- 214,935.
Yo lo sabía pues como espectros también teníamos una lógica matemática inmensa, probé varias veces y ninguna de estas pude hacerlo fallar su habilidad mental era increíble.
- Madre, dime algo- Dijo Layla- Sabes quién era el padre de Sally?
- No. Lo desconozco, supongo que por su manera de hablar era un inglés cualquiera.
- Nunca volviste a saber de el?
Inquirió de nuevo Layla
- No, supongo que enloqueció o algo así, lo cual no es raro, tuvo sexo con la Ramera de Babilonia. Pero si lo que quieren decir tiene que ver con el rubio que han traído es posible. Sally tiene un olor natural muy parecido a el chico.
Layla me miro y yo asentí.
-Madre por que le has puesto Sally a esa criatura?
- Ah?! Yo no he sido, han sido tus hermanas-Dijo ella con una sonrisa divertida- En un principio había decidido no darle nombre a la criatura pues al fin y al cabo terminaría muerto pero conforme Sally creció y pasaron los años, tus hermanas se la pasaban gritando..." Sal y piérdete!" " Sal inmedianamentede aquí!" "Salyesfumate!" Obvio se quedó con el Sally para hacerlo más corto.
- Y que es lo que esperas de mi madre?- Preguntó mi hermana.
- Quiero que lleves a Sally a casa de tu hermana Laim.
- Hasta la patagonia!? Pero... Es imposible.
- Escucha Lilu, amo a todas mis hijas, todas son fuertes, altivas y orgullosas, sobre todo se que pueden defenderse de un mundo humano cruel, pero Sally es indefenso, está perdido en el mundo, para nosotros los 32 años de Sally son apenas un suspiro, y hasta hace poco yo bien podía lidiar con el, pero imagina un segundo suspiro de 32 años y tu hermano habrá envejecido, será tres veces más indefenso y el Lilim no es un lugar para indefensos, es salvaje. Por eso Sally debe estar con los suyos.
- Pero...
- Además peor de todo es que Sally no presenta ningún despertar sexual, tiene testículos muy efectivos pero su mente le ha jugado la peor broma y es por eso que no tiene deseo sexual.
- Pero...
- Lilu, tienes que llevarte a Sally del Lilim. Él no puede seguir aquí.
- Pero por que yo?! Madre Steph es el juguete nuevo del maestro K. y suficiente responsabilidad tenemos con ello.
Sally se acunó en los brazos de mi madre y metió su pulgar a la boca. Comenzó a chuparlo con una vehemencia extraordinaria.
- Lilu, si no te llevas a Sally del Lilim lo estás condenado a muerte, no y,o sino tu.
- Pero...
Mi mamá miro al chico y noté ese brillo en sus ojos carmín, le costaba dejar ir a Sally pero era consciente de que un hombre de treinta y dos no podía permanecer más en aquel sitio no apto para humanos.
- Ven acá, Sally- Lo llame con voz firme y este se escondió en el pecho de mi madre, sentí rabia al ver aquello pero intenté pensar como mi madre.
Ella en cambio le susurró algo al oído y Sally negó un par de veces hasta que al fin acepto y se paró de la mano de mi madre.
Layla en tanto nos miraba con aquellos ojos entre furiosos y desconcertados, yo no podía culparla ella era una de las Lilims.
-Vamos hijo mío ve con mi Samael.
- Mami- Suspiro el pelinegro que caminaba encorvado como si fuese un simio y me tomo la mano, era cierto estaba vivo. Podía escuchar su corazón latir, hijo de humano!
Salí con este de la mano dejando a Layla y a mi madre hablar con más calma, si es que eso se podía entre la primera mujer y una Lilim antigua.
Salí a buscar al rubio que se encontraba con Kuri y con mi Theobald.
- Steph ven un momento.
- Samael!- Dijo Theobald e intento correr a mis brazos pero le hice una señal de que se detuviera. Podía sentir como el corazón de Sally se agitaba y no me pareció buena idea hacerlo palpitar tanto.
- Theobald espera ahí como un buen chico.
- Pero...
Steph se posiciono delante de mi y de Sally y me dijo.
- Ah....
- Steph, este es Sally, hermano varón mío y de Layla, como notarás Sally es hijo de Adán al igual que tú?
El rubio tonto lo miro una segunda vez y Sally se aferro a mi con miedo e intentando ocultarse.
- Sally tiene un retraso mental, necesito que me ayudes a bañarle y que le cuides un poco, no dejes que Theobald se acerque mucho a el, Theobald es muy celoso, deja que Kuri se encargue de el, volveré pronto.
Steph me miro asombrado y luego se puso en cuclillas.
- Hola Sally, soy Steph.
Sally intento esconderse tras de mi y yo le jale la mano, no tenía nada contra el chiquillo pero los humanos que no fueran Theobald me exasperaban con suma facilidad.
- Toma- Dije cediéndole la mano de Sally al rubio.
Sally se agito un poco pero de inmediato di un tirón y lo mire con furia.
- Mamá... - Dijo en un quejido que sonaba más a una amenaza de lloriqueo.
- Ve con el!- Le gruñí.
- Ven Sally, no quieres jugar un poco?
Sally negó con la cabeza y se dejó caer a llorar.
- Ahora es tu problema - Le dije a Stephan;di media vuelta y me dirigí hacia donde estaba Kuri y Theobald.
Acaricie los cabellos de mi pequeño humano que estaba enojado ante mi rechazo de hacia unos instantes.
- Quien es ese? Por que lo quieres más que a mí?
Pegue a Theobald contra mi y le susurre.
- Jamás podría querer a nadie más que a ti, aún tengo asuntos que resolver así que se bueno y quédate con Kuri.
- No! Por que me dejas?
- Es solo un poco más.
- No! Kuri es aburrido.
Kuri le miro con frialdad y yo le bese la frente. Acaso era tan desdichado sin el ojiverde que incluso amaba hasta sus peores modos?
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-Ven Sally
Este se miraba asustado, intenté poner una sonrisa amable y me arrodille para quedar a su misma altura.
-Me llamo Stephan mucho gusto.
Él me miro con aquellos ojos que apenas descubrí negros como los míos, ahora podía comprender por que las personas de primera instancia me miraban raro, era como intentar descubrir sí estaba ciego de verdad o solo era un engaño.
- Sabes que me gusta mucho Sally? Me gustan mucho los dinosaurios- Dije y dibuje un esbozo de tiranosaurio en la tierra húmeda bajo mis pies.
Este miro con curiosidad y la tensión entre su mano y la mía se aflojo un poco.
- Dime qué opinas Sally?
Este sonrió y golpeo con su índice la tierra.
- Quieres que dibuje uno para ti?
Él asintió.
- Bien, a ver este es un triceratops....
Yo me esforcé en dibujar lo mejor que podía al dinosaurio pero era algo complicado así que cuando termine supuse que la mueca de curiosidad de Sally terminaría en una de decepción, lo raro es que no fue así, este soltó una sonrisa deslumbrante y me apretó la mano.
- Más! Más!
Decía emocionado.
Yo le devolví la sonrisa y comencé a dibujar otro dinosaurio, pero no olvidaba la tarea que Samael me había puesto de bañarlo.
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Del Libro de Layla.
Manifiesto contra los hijos de Adán.

- Madre acaso el tiempo te ha enloquecido? Has criado a un varón por 32 años?
- No me faltes al respeto Lilu! No te lo voy a tolerar!
- Pero en qué piensas? Somos Lilims! Y el es un hijo de Adán!
- También es hijo mío!
- Es varón!
- Lilu, tú has venido a refugiarte a mi casa después de que huiste de ella por el rechazo de un hijo de Adán, como puedes reclamar algo?
- Si pero es diferente, Stephan no es mi hijo. Tú eres la que ha impuesto la pena de muerte sobre los varones hijos de Adan.
- Sobre los varones hijos de Adán y sobre cualquier hijo de Adán y Eva pero Sally es mi hijo.
- Bien pues haste cargo tu! Llévale a la Patagonia tu!
- Lilu!
Mi madre se incorporó y yo tome una posición defensiva.
- Eres una ingrata.
- Eres una hipócrita!
Justo en ese momento entro Samael y nos detuvo.
- Que sucede aquí?
- Lárgate Samael!- Dije furiosa adivinando su pretensión de querer parar una pelea que aún no comenzaba.
- Donde esta Sally?
Pregunto madre.
- Está bañándose con Stephan.
Madre sonrio y acarició la mejilla de Samael.
- Bien hecho amor...
- Lilu, mama, basta por favor, no deseo que peleen. Menos por un humano.
- No es un humano cualquiera Samael, es su hermano.
- Eso nunca te detuvo antes madre!- Dije furica- Nacían varones y los matabas a diestra y siniestra, que sucede con este? Es acaso que está retardado?
Madre me miro con recelo y dijo.
- Llevarás a Sally a la Patagonia Lilu y después regresaras al lilim a cumplir con tu deber.
- No pienso hacer ni lo uno ni lo otro!
- Si no lo haces yo misma te cazare y te encadenare a tu puesto a mi lado.
Me iba a lanzar contra madre cuando Samael me detuvo con rudeza, su mirada decía que tenía un plan.
- Madre no tiene que ser Lilu la que lleve a Sally forzosamente o si?
-Que quieres mi amado?- Dijo madre tomando su lugar en el trono.
- Yo llevaré a Sally.
- Estás diciendo que tú te harás cargo de Sally desde que deje el Lilim hasta que llegue a casa de Laim?
- Si madre. No es absurdo encomendar a una Lilim esa tarea, habiendo un varón que puede llevarla a cabo sin tanto rechazo y de mejor manera?
- Bien...
- Samael!- Susurre furiosa pero este me calló con un gesto.
- Bien ...- Dijo madre- Lo dejo en tus manos. Ahora Lilu retiraté, no me sirves más aquí pero recuerda tu lugar es y será siempre a mi lado, Samael tu quédate y háblame de tus planes quieres?
Salí furiosa con madre y con Samael. Era una idiota y eso era evidente, madre siempre había estado fascinada con Samael, por eso se me había impuesto la tarea de cuidar de el y ahora quería que cuidara del humano retrasado?
Salí a cambiarme y me tope con Lotta. La pequeña me miro con respeto y admiración.
- Tu eres Lilu no es así?- Pregunto tímida.
- Si, tú eres Lotta no es así?
Ella asintió emocionada y dijo:
-Apenas tengo ocho pero cuando crezca quiero ser como tu, eres una lilim fuerte y hermosa, además estás con Stephan.
Sonreí ante el comentario, me parecía que Lotta aún era muy inocente al pensar aquello.
- A donde llevas eso?
- Steph logro convencer a Sally de que se bañara y están en la laguna de las minis. Todas las Lilims están ahí viendo.
Esta se sonrojo al soltar lo ultimo, acaricie sus cabellos y me dirigí hacia mis aposentos.
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- Steph, Steph, no abajo!
Gritaba emocionado Sally mientras yo lo sostenía contra mi cintura.
Había logrado convencerlo de entrar a la laguna, donde usualmente las Lilims pequeñas tomaban sus baños, Lotta me había dicho donde y que ella traería la muda limpia para Sally.
Este tenía una mentalidad incluso menor que la de Theobald, pero era más dulce que el ojiverde, Sally era más cariñoso y fácil de tratar que el discípulo de Samael.
- Eso es, tú puedes solo- Dije apenas tomando sus manos para que esté intentará nadar.
No es que yo fuera un experto nadador pero en esa laguna apenas si el agua me llegaba al pecho. Así que prácticamente no tenía que nadar pues estaba de pie todo el tiempo; sino solo darle a Sally la confianza de que el podía hacerlo.
Pasamos un rato agradable pero la piel se nos marchitaba como pasas y tuvimos que salir. Ahí afuera estaba Lotta.
- La has pasado bien querido?
- Ah?
Ella me sonrió, me había llamado querido?
- Te ayudo a secar a Sally.
Entre Lotta y yo secamos a Sally que no dejaba de moverse y reía divertido. Ella me mandaba leves miradas de un coqueteo muy infantil.
- No te parece un momento precioso querido?
- Ah?!
- Si, bueno tú, yo y ...
Pero ella no termino cuando Sally dijo.
- Pipí...
- Que?!- Lotta miro a Sally el cual estaba orinándose encima.
- Sally!- Dijo enojada Lotta alzando la mano para pegarle, pero el fue más listo y se pegó a mi.
- Stephan!
Yo cubrí a Sally con mis brazos para recibir el impacto que nunca llegó.
- Maldición!
- Lotta tranquila, no pasa nada.
- Claro que si, rompió el momento romántico!
- Que? Oye Lotta...
Esta no escucho mis palabras solo dio media vuelta y se fue refunfuñando contra el pelinegro que aún temblaba en mis brazos.
- Ya Sally, tranquilo.
Tome su rostro y en sus ojos pude ver los míos.
- Ya, no pasa nada. Es normal que a veces pase eso. A todos nos pasa...
- El no tuvo un accidente Steph- Dijo la voz de Layla, la cual estaba trepada en una rama del árbol más próximo.
- Layla!
Sally se oculto en mis brazos, con razón justificada ya que la mirada de Layla era implacable contra el.
- Sally no tiene control de sus esfínteres, usa pañales día y noche , esos de ahí- Señaló ella un bulto.
Yo los tome y vi que efectivamente eran lo que ella decía. Luego de comprobar aquello le metí la camiseta limpia que Lotta había traído.
- No solo eso, Steph Sally no se alimenta por cuenta propia, no sabe comunicarse como lo haría en un adulto de su edad.
- Que edad tiene?
Pregunte mientras extendía la manta donde tumbe a Sally.
- Va a cumplir 33
- En serio?! - Pregunté abriendo el compás de sus piernas- Entonces es más grande que yo? Vaya...
Voltee a verlo y este me sonrió tímidamente, Sally era muy bien parecido, me dio gracia que incluso tenía también una cara de niña como la mía.
- Layla por que estás enojada?
- Madre quiere que llevemos a Sally a la Patagonia con mi hermana Laim....
- Por?
- Sally es muy grande para estar en el Lilim, madre teme por su seguridad... Se preocupa por un desdichado hijo de Adán.
- Y que tiene eso de malo?- Dije untando crema al trasero de Sally, el cual había optado por chuparse el dedo.
- Me parece absurdo, no estoy de acuerdo, no voy a cargar con un estorbo así, como puede quererlo! Míralo nada más!- Dijo ella mirando irritada a Sally.
- A mi me parece muy normal.
- Que? Te parece muy normal que un hombre de 33 años luzca así?
- No es eso Layla, es muy normal que tu madre quiera proteger a Sally, el es su hijo después de todo.
- Pfff Steph no tienes idea de a cuantos en perfectas condiciones ha matado.
- Quizás sea eso, quizás ella sienta el deseo de proteger a Sally por que el no es normal, quizás es lo indefenso que está lo que hace que tu madre lo ame más.
- Eso es absurdo.
- No lo es- Dije mientras levantaba en alto las piernas de Sally- Mira nada más a Kanon y a Elliot.
Había soñado con algo así, había soñado con que Elliot en verdad era malvado, con que el había sido el responsable de que Kanon fuera tan indefenso ante sus congéneres como Sally en el mundo. Pero había sido solo un sueño...
- Elliot haría cualquier cosa por Kanon, en Japón...
- Kanon! Han ido por el?
- Si.
Sentía un vacío y no sabía por qué si en el rescate de Kanon todo había salido bien. Layla noto aquello y bajo de la rama.
- Bien después me contaras todo.
Yo asentí y cerré las cintas del pañal de Sally que se había quedado dormido ante nuestra aburrida plática.
- Steph... No puedo amar a otro hombre que no seas tú, no puedo amar a Sally, el es hijo de hombre, Samael ha aceptado llevarlo y te pedirá que le ayudes con la tarea, niégate por favor, niégate, Sally será solo un problema más...
- Un problema mas? Lo dices por mi?
- No seas bobo Steph lo digo por todo. Además hay que buscar a Sid y eso solo nos retrasaría.
Sid! Mire a Sally, el era bien parecido, tenían cara de niña como yo y ese cabello negro, si Sally no fuera tan grande en edad, bien hubiera podido ser hijo nuestro... Un hijo! Con trabajo y sin la ayuda de Layla me eche a Sally a la espalda.
- Vamos a llevarlo a un lugar donde pueda dormir bien.
-Sé dónde duerme.
Layla me condujo de regreso hasta la sala donde estaba el trono de su madre, ahora estaba vacía, atravesamos los manzanos, Sally estaba muy pesado así que yo sudaba excesivamente.
Al fin en uno de aquellos extremadamente lejos rincones de la sala de los manzanos había unos periódicos y una cobija en el piso.
- Ahí ponlo...
Dijo Layla con asco. Mire aquel sitio, una cobija vieja, un animal de felpa y unos periódicos?
- Es en serio?
- Si, ese es su lugar?
Mire a Layla con incredulidad y desconcierto.
- Que esperas de Lilith y su pandilla, una habitación amueblada? Una cuna?
- No, bueno si...
- Stephan esto es un resort a comparación de lo que mi madre le hubiera podido hacer.
Dejé a Sally dormido en aquel sitio, me dio pena verle así.
- No te atrevas a sentir pena por esa criatura-Dijo Layla dando media vuelta. -Vamos, es tiempo de partir.
Mire una última vez a Sally, por una parte sentía pena por el y por otra envidia, el no sabía nada del amor o el dolor, no sabía nada del mundo y su crueldad, quizás se estaba mejor así.
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Del libro de Samael.
Razones van.
Mi mamá observaba con sus ojos sanguinolentos a Theobald, que intentaba atrapar a una mariposa negra, con el solo fin de aplastarla con sus manos.
- Así que es el... Sin duda es toda tu elección Samael, se puede sentir su maldad, ese chico se ha formado de acuerdo a la más pura maldad y aunque retrocedas diez veces su mente, eso no va a cambiar mientras la fuente no cambie.
- Lo se...
- Has hablado con uno de los enemigos no es así?
- Si- Dije apenado- Hablé con un enemigo.
- Lo que sea que te haya dicho es verdad. Tú eres un espectro con esa única posibilidad, nadie más que tú puede hacerlo...
- Que?! Mamá de que hablas?
- Samael mi amor, no me harás decírtelo ni quiero escucharlo de tus labios, solo se que ese desgraciado te lo ofreció y eso lo sé.
Mire al piso.
- Se que te lo ofreció y se que tienes dudas, no dudes, lo que te ofreció es verdad, tú eres un hijo mío y de Belcebú, tú tienes ese derecho de nacimiento, tu entre muchos espectros puedes elegir caer y ascender... Pero una vez hecha esa elección tendrás que
dejar todo lo que conociste alguna vez... Samael no te puedo retener a mi lado por ser un espectro y por ser varón, tampoco puedo decirte que hacer o cómo existir, solo puedo amarte como a mi hijo.
- Mamá...
- Lo que sea que decidas, Samael, si eliges una vida al lado del humano, tengo que dejarte partir...
- Tu... Tú sabes lo que haré cierto?
Ella asintió.
- Soy muy vieja para llorar, se que has decidido desde antes de venir a verme y se que no podré llorar tu partida pero siempre serás mi pequeño Samael...
- Mamá perdóname, no puedo existir sin ese humano, no quiero renunciar a el.
Me metí en los brazos de mi madre y respire el perfume de lirio de sus cabellos, sería quizás mi última vez en el Lilim.
Estuvimos un rato abrazados hasta que entró Layla y tuve que separarme de su pecho donde alguna vez hubo un corazón normal, hacía siglos que este se había parado en seco pero la mujer permanecía ahí.
- Es tiempo de irnos.
-Stephan quiero hablarte- Dije yo.
- Samael!- Grito Layla.
Entonces madre habló.
- Joven Stephan Joggar. Quiero que cuides a mi pequeño Sally en su travesía hacia la Patagonia.
- Ah?!
El rubio se quedó callado ante la petición de mi madre.
- Stephan es humano madre que crees que pueda hacer?- Dijo Layla de manera burlona.
- Sabes bien que mi pequeño Sally no puede seguir aquí, si logra llegar a la Patagonia donde mi hija Laim le va a acoger, podrá tener más oportunidades, tú mismo has visto dónde duerme, yo no puedo seguir protegiendo a Sally de sus hermanas, si se queda me temo que no vivirá por mucho.
- Madre!- Exigió Layla.
- Entonces que dices Stephan Joggar, puede el mundo humano darle una oportunidad a uno de sus hijos?
- Pero... No cree que la va a extrañar a usted y a este lugar?
- Si y mucho y yo extrañare a Sally- Dijo mi mamá echando me una mirada- Pero el deber de una madre es hacer que sus pequeños vuelven por el mundo libres y conozcan, yo siempre voy a existir para Sally pero a pesar de su impedimento, quiero que vuele... Además El lilim no es un sitio para un humano. Aquí cualquiera de mis hijas puede matarlo en cualquier momento, Sally necesita el amor de una familia, necesita sentirse amado. Debe estar en su mundo Stephan Joggar... Dime entonces me ayudarás?
- Yo... Yo lo haré, yo cuidare a Sally como a mi propio hijo.
- Tu no tienes hijos!- Grito a lo lejos Kuri que escuchaba la conversación.
- Por favor déjemelo a mi. Sally llegará sano y salvó a la Patagonia.
Mi madre sonrió y Layla se pegó con la palma de la mano en la cabeza.
- Mandaré a preparar sus cosas, gracias Stephan Joggar...
Mi mamá salió de aquel jardín con ese temple que le caracterizaba.
- Que demonios hiciste Stephan?- Grito Layla.
Estaba furica, pero el rubio no contesto, solo apretó los puños, Kuri y Theobald se acercaron a nosotros mientras Layla despotricaba contra el acto de Stephan hasta que este dijo:
- No entiendes Layla, no lo entiendes... Tú brillas como las estrellas y por eso no lo entiendes. Todos piensan que yo soy un idiota, solo un rostro, no sé dónde está Sid y ni tengo no idea de donde buscarlo, no tengo testículos ya y no puedo continuar así, no entiendes nada! Pero... Puedo hacer algo por Sally, el ... Él es simple y no necesita ser inteligente o ir tras de un espectro o que sus testículos funcionen solo necesita una oportunidad, todos necesitamos una, por que se la voy a negar? Será duro? Seguramente, pero si en mis manos está que Sally pueda ser un poco feliz así será. No tengo por que negarle una oportunidad de felicidad a alguien que no me ha hecho nada.
- Steph piensa con la cabeza, traer a Sally solo será un retraso más y más problemas. Además como sabes que será feliz? Qué tal si es muy desdichado?
- Yo siempre les doy muchos problemas Layla, si no me secuestran me pierdo o desobedesco, Sally no hará más ni menos grande esa estadística. Layla soy un humano torpe y necio y no puedo negarle a Sally la oportunidad de vivir, ya que nunca nadie ni ustedes me la negaron, y tan solo esa oportunidad, tan solo vivir plenamente es lo que nos queda para ser felices.
Tal cual yo lo había dicho cuando Stephan cayó en ese estado de locura encerrado en su mente, el era un humano simple, un humano único y extraordinario por su simpleza.
- Descuida bobo no estarás solo, yo protegere a Sally y a ti sin importar que.
Dije con voz clara y firme.
- Seguro le encantará a Elliot para que juegue con Kanon-Dijo Kuri- Además está muy lindo, pareciera hermano de Stephan, así que yo tambien estoy dentro.
Layla y yo miramos al peliazul por decir algo como eso de manera tan fresca.
- Perdón Layla...
Dijo el rubio y dió media vuelta.
- Ya que!- Dijo Layla con enfado- También estoy dentro...
El rubio volteo y la miro con asombro y luego su gesto cambio.
- Pero eso sí yo no cambio pañales!
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Notas finales:

Gracias por leer y a anonimo por comentar sus palabras hacen un refresh en mi.


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