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ESPECTRO... DE DOLOR L2 por Lory Backon

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Notas del capitulo:

Hola a todos!
Primero que nada les deseo que este 2019 sea el año donde sus sueños comiencen o se hagan realidad!
Les agradezco a cada uno por leer el fic y se que he bajado el ritmo de las publicaciones pero deben saber que hasta hace unos días había estado trabajando ( Steph: OMGsh! Que no eras NINI?) (Lory: El león cree que todos son como el! Yo si tengo una licenciatura y no vivo de la fortuna de mi padrote!)(Steph: Por que no tienes uno!) En fin el caso es que por eso le había estado bajando el ritmo a las publicaciones, pero saben que jamás de los jamases dejaría una historia a medias y bueno la buena noticia es que espero retomar el ritmo por que la mala es que como muchos ya saben en México hay despidos masivos y bueno me toco ser uno de tantos. Pero como no estamos para hablar de cosas tristes solo quería aprovechar para agradecer su paciencia y el que lean y a los que me animan con sus comenatarios que siempre disfruto y amo  leer!
También decirles que últimamente he estado dibujando un poco mas en digital y bueno como deseo hacer mas extenso mi catalogo digital invitarlos a que comenten sus momentos favoritos del fic ( Steph: Solo pongan CopyPaste, porque escribirlos a mano da mucha pereza!) ( Lory: Que raro que respirar no te de flojera!) Y bueno yo los pondré en digital en la pagina de face.
Los adoro y les mando un abrazo de oso enorme y mis mejores deseos para este 2019!
Lory B.

 


Del Libro de Sid.
Advertencias.
El viento frío de la isla Séverny me parecía apenas cálido, para un ser de frío como éramos nosotros.
Ella estaba ahí sentada, con esa pinta de extravío de siempre, uno de los espectros más poderosos del planeta y con ese cuerpo tan desgastado, tan viejo, tan arruinado que parecía que iba a morir en cualquier momento, pero ambos sabíamos que el cuerpo estaba así debido a su enorme poder.
- Que quieres aquí Leviatán?
- Es mi paso hasta Rusia... Nefi.
- Rusia? Que harás tu en Rusia?
- Eso no es tu problema pero esta es una oportunidad única, no creas que el paso de tiempo y mi breve estancia por este lugar significa que se ha apagado mi cólera.
- Por robar tu propiedad? O la de K.?
- Él es mío- Rugí.
- Tiene el contrato con K. no es así?
- Es mío!- Dije alzando mi puño contra Nefi
- Cuidado Leviatán! Cuidado!
Este hábil lo esquivó rápidamente y se sentó al extremo opuesto de la orilla.
- No tengo tiempo que perder.
Dije preparando mis alas para volar pero ella comenzó a escribir con el dedo en el suelo, entre aquellas piedras pesadas.
- Él está muy molesto contigo.
- Ah?
- Sabes perfectamente quien.
Era cierto, sabía perfectamente de quién hablaba pero siempre había intentado olvidarlo.
-Sabes que Nereo era su mejor pupilo y lo liquidaste así nada mas. Está muy enojado por eso entre muchas otras cosas.
- No es importante.
- Yo creo que eso sí lo es.
- Y que quieres que haga? Estoy ocupado.
- Nunca se está suficientemente ocupado para él.
-Pues yo lo estoy- Dije molesto y esta se levantó de su lugar y con pasó lento, excesivamente lento se acercó a mí.
- Leviatán, no inicies una nueva guerra.
Su cercanía no me dio miedo sino coraje, no me gustaba tener a otro de mi especie tan cerca.
- Que quieres que haga Nefi?
- Esto debe terminar.
- Lo mismo dijiste hace mucho tiempo.
- Lo he pensado durante siglos.
- Y has llegado a algo bueno?
- Solo a lo mismo de aquella vez, la aberración de lo cruel que es la existencia de nuestra especie.
- Nefy!
Dije yo volteando a verle y tomándola por la mínima cintura que bien me cabía en la mano.
- Tu eres un Leviatán, si tanto te preocupa, acaba tú con él. Con eso me ayudarías mucho y nunca más tendríamos que vernos!
- Nada hay que pueda hacer por ti Leviatán.
-Entonces déjame partir en paz.
- Nunca tendrás paz mientras él siga existiendo.
- Tu nunca tendrás paz, deberías dejar de existir.
- Lo sé- Dijo ella aburrida- Pero tú diste tu corazón y eso te va a doler, cuan fuerte no se sabe.
Odiaba escuchar a una atolondrada como Nefi pero tenía razón, y eso me encendió.
- No es tu problema.
- No lo es.
Di media vuelta y entonces sentí el toque de Nefi, no era usual que nosotros nos tocáramos pues podíamos sentir una terrible incomodidad debido a nuestro poder.
- Dime una cosa y yo te diré una.
Al sentir su toque de inmediato di media vuelta y me puse a la defensiva.
- Dime Leviatán... Donde esta aquel que se parece al premio de K.? Aquella cosa que está defectuoso? El cachorro tontito?
- Ah?
Me enojo que le dijera a Steph tontito o defectuoso pero enfrascarme en una batalla con Nefi sería una perdida de tiempo; así que si media vuelta y eche a volar de inmediato, pero está abrió su mente en tanto yo tomaba altura y dijo.
- Seth está atrás de ti.
Yo dejé atrás la isla Séverny y me di prisa para llegar a San Petersburgo donde nada más al llegar note que había un ambiente gélido, más de lo usual.
- Bienvenido Leviatán.
Dijo un chico de cabellos blancos de no más de quince años.
- Solo diré que es un placer el conocerlo y que jamás me imaginé que estaría ante el futuro señor demonio del mar.
Yo no dije nada y apareció detrás de mí otra pequeña, que era idéntica a él pero venía vestida como una verdadera prostituta.
- Kurut, no le quites el tiempo al señor Leviatán. Discúlpelo señor Leviatán, mi nombre es Kara y él es Kurut, somos sirvientes de la gloriosa asamblea de Rusia, donde nuestro señor Kuri reina desde la oscuridad de su santuario y nosotros le servimos con gusto, seremos los encargados de guiarlo a donde están sus amigos.
No hable ni una sola palabra, me quedé ahí quieto a escarbar sus mentes, ellos no tenían ni una barrera dentro y supe que eran espectros de cuarta de apenas cincuenta años de antigüedad, pero eso no fue lo que me sorprendió sino fue que ellos creían que servían a Kuri. Aun sin importar nada los seguí hasta Yamal en la helada Siberia, donde todo estaba pintado de blanco, subimos hasta el cráter del fin del mundo y justo en el lado opuesto de donde yo me encontraba, ahí estaban los miembros que restaban de la asamblea de Rusia.
- Kurut, Kara! Bien hecho! Ahora lleven al amo Kuri compañía.
- Si maestro Sergei!
Los jóvenes se retiraron y los rusos me observaron en silencio un rato hasta que al fin hablo el mismo de nombre Sergei.
- Dinos una cosa Leviatán. Dinos con quién de los tres te quieres enfrentar?
Yo no conteste.
- Así que ninguno es suficientemente bueno para el gran Sid eh? Bien pues déjame decirte que tus amigos fueron vencidos por la misma arrogancia que muestras tu y ahí abajo están sus cuerpos descansando pues aún no queremos engullirlos.
Este apunto con un dedo hacia el interior del cráter y pude ver qué era cierto, cubiertos de nieve se asomaban los cuerpos de Samael a unos metros, el de Layla con las mismas ropas con las que se habían marchado y pérdida a un lado apenas si se veía la pequeña mano de Elliot.
- No puedo creer ese truco- Dije calmado.
- No es un truco, si aún sientes su poder es por que aún quedó esencia en ellos ya te dije que no los hemos engullido pues ya solo nos faltabas tu. El plato principal será pescado está noche.
Yo me puse en una postura de ataque y dije.
- Ataquen cómo les de la gana.
Los tres se me lanzaron al mismo tiempo y comenzó la batalla.
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Del libro de Samael.
Iridiscente
- Maldito! Maldito!
Habían tocado lo que más amaba, estaba furioso, tome a mi castaño, tome su cuerpo como mío, lo habían matado, le habían aplastado el cráneo con suma facilidad, entonces aquello se volvió insoportable, era acaso eso el dolor? No tenía idea de cómo se sentía el dolor humano pero mi esencia comenzó a arder y me fui con todo contra aquella niña de cabello blanco, era muy hábil pero aún no conocía a Samael hijo de Belcebú y no sabía que había hecho al matar así a Theobald.
Habían tardado mucho en descubrirme y no fue hasta que Elliot apareció y sentí que ellos de inmediato localizaron su posición, dos se lanzaron al ataque contra él pero uno de ellos se quedó y de inmediato torno su rostro hacia aquella vieja casa de San Petersburgo donde yo me hallaba.
Desde que pisó el dintel de la puerta concentre todo mi poder en sondear su mente, pero no había nada.
- Maestro de Belcebú, mi nombre es Drak y él es mi gemelo Yakk y hemos venido a escoltarlo hasta el palacio donde su majestad Kuri de la gloriosa asamblea de Rusia solicita hablar con usted.
Maldición! No había nada en sus mentes, era como si estuvieran vacías, no había recuerdos o cerraduras que pudiera intentar vencer ni nada por el estilo, solo un vacío, literalmente tenían sus cabezas huecas. Me pareció un truco pero no podía ser así, pues podía sentir su poder, así que me levanté de aquel sótano mohoso donde me había encontrado y me sacudí el polvo, luego baje y los seguí sin prisa hasta el palacio de San Petersburgo que era donde yo había creído que estaban Elliot y los demás.
Así al menos podría informarle lo que había visto durante todo ese tiempo, aquello sobre que al parecer el único que tenía un poder genuino era el tal Ivka y con que tenían aquel engañó a sus subordinados de que Kuri había regresado a la asamblea y reinaba desde una habitación del palacio de invierno como en los viejos tiempos. Pero al llegar al lugar a donde los humanos no tenían paso en el palacio no vi más allá de lo ahora usual, un pedazo de historia Rusa resumida en lujo obsceno , que demonios estaba pasando?
- Su alteza lo atenderá en un momento más.
Los espectros que me acompañaban se retiraron en silencio y yo quedé ahí solo, sin ningún tipo de guardia. Tan seguros estaban los rusos de su poder?
Preferí quedarme quieto a recorrer las habitaciones de aquel lugar, todo estaba tan callado que no dude ser presa de los ojos de alguien así que me concentre y mi mente comenzó a trabajar para ubicar a ese sujeto pero mi concentración fue interrumpida por un grito.
- Samael!
Yo de inmediato reconocí la voz, era la voz de Theobald, venía del final del pasillo, quería ir corriendo pero no! Theobald no estaba aquí, no!
- Eso crees en realidad?
Un chico de cabellos grises, delgado y alto, con piel nívea y esa mirada de odio se dejó ver por detrás de mí.
- Samael, hijo de Lilith e hijo de Belcebú, él que posee al humano más débil por convicción propia, tu que lo llevaste hasta ese extremo de odiar a su propia especie alzándolo superior a los demás, tu que aún lo haces ahora quieres abandonar a este miserable a su propia fortuna? Vaya si que es digno de un príncipe eh?
- Tu eres Ivka no es así?
- Eso es correcto alteza, Ivka de Amón. Y quiero saber que hace un ladrón de mentes en el hermoso territorio de la gloriosa asamblea de Rusia.
Me erguí y crucé los brazos mientras decía.
- No es tan gloriosa si tú no sabes qué hago aquí?
Este se descompuso un momento pero retomó al instante la calma.
- Así que vienen a rescatar las alas del inepto de Kuri eh?
- Que triste que digas eso de tu líder, pues si tu líder es un inepto no me imagino que serán los miembros de su asamblea.
Este saco sus alas salpicadas de negro en su mayoría y rugió.
- Jamás debes insultar a la asamblea de Rusia!
- Tu la insultaste cuando insultaste a tu líder!
- Pagarás!
Este se lanzó a mi mientras sacaba su espada, pero que demonios?! Esa no era su espada! Era la Shashka de Kuri? Cómo era posible?
Saqué mi Falcata y le atice dos buenos movimientos que lo pusieron en jaque por poco tiempo y nos enfrascamos en una verdadera batalla pues este se volvía más diestro conforme atacaba. Pero aún dentro de todo habían muchas cosas que no se ajustaban bien, como el hecho de que este usará la Shashka de Kuri, si bien era cierto que si engullía la escancia de Kuri este podía hacerse de su esencia de maldad y de su Shashka pero Kuri no estaba aún muerto y no podía pasar aquello, en tanto los gritos de lo que pretendía ser Theobald se daban en aquella habitación y me causaban un desconcierto absoluto, tanto así que un par de veces este me la puso muy difícil.
- A buen tiempo un ladrón de mentes vino a perturbar la mente de un humano como tú muchacho. Tan lleno de rencor, tan presto a la maldad... Me preguntó si él me daría su alma a mi...
Me puse a la ofensiva de inmediato al escuchar aquello y ataqué sobre este pero mi mente no dejaba de pensar en aquella criatura que gritaba en alguna habitación de ahí.
- Aunque la verdad no estoy interesado en su alma pues ahora el humano está arruinado de por vida y no me interesa tener un juguete barato y arruinado.
Sus comentarios me hicieron cabrear más y saqué mis alas para elevarme y propinarle un par de estocadas rápidas desde arriba, de las cuales una cumplió su función y a pesar de que intento evitarla, está rasgo su ala derecha arrancando un poco de ese plumaje mixto.
-Aw! Maldito!
Me plante en el piso y sonreí.
- Bocón, eso es lo que eres, qué risa me causas, tú no eres ni la mitad de fuerte de lo que es Kuri y no eres ni un mínimo porcentaje de lo que era Yuri, solo eres eso, un bocaza que trata de glorificar algo tan rancio como tú asamblea... Ahora lo entiendo todo...
Su gesto se tornó en furia y de inmediato se me abalanzó con su espada pero yo había recuperado la fuerza y de nuevo me meti de lleno en la batalla.
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Del libro de Elliot.
Kanon...
Se había pagado el tiempo y ahí estaba Kanon mirándome con ese odio eterno, cuestionando mi tamaño, Kanon, mi hijo, mi amante, mi razón de estar en este mundo cruel, yo pude haberme ido hacia tanto, oh sí! Pude pero no lo hice.
"Me mentiste Elliot."
- Kanon yo...
" Tu me hiciste esto, lo vi todo en tus recuerdos!"
Yo voltee a ver a Samael! Maldición! Cómo era que lo había comprado? Cómo este había aceptado?
- Lo que... Lo que viste no es... Lo que viste no es así...
"Mentira! Estaba en tu mente!"
-Kanon...
" Estaba en tus recuerdos! Ahí estaba! Tu me quitaste mi poder! Te odio!"
Mire de nuevo a Samael que dio media vuelta y desapareció con la fría nieve...
Yo había llegado a Rusia apenas hacia unos instantes y había sido conducido de inmediato a Siberia, a los fríos y eternos témpanos por una pareja de niños que decían ser discípulos de Ivka, unos gemelos muy monos de cabello negro azabache y de mirada siniestra, ellos solo dijeron..." Síganos señor asesino", odiaba ese sobrenombre pero así lo hice y al llegar a una parte muy apartada del mundo humano sentí aquella presencia, un joven ataviado de blanco me hizo un ademán pero no dijo nada más sin embargo detrás de un enorme glaciar salió Kanon seguido por Samael que nada más al descubrirse este ultimo el enorme tempano se hizo pedazos.
- Kanon... Esto... Esto no puede ser posible!
" Por que no Elliot? Creíste que siempre viviría engañado?"
- Ah?
" Te amaba tanto, es por eso que siempre regresaba a ti, pero ahora se todo y ya no puedo amarte nunca más"
Con aquellas palabras me di cuenta de la situación, pero como era que Kanon estaba aquí? No! No podía ser!
- Que tipo de truco barato es este?
Dije intentando sonreír pero no podía asegurar que estaba comprendiendo o siquiera descifrando aquello.
-No es ningún truco señor asesino- Dijo el chico de cabellos grises- Sea bienvenido a la gloriosa asamblea de Rusia, quiero que sepa que es un honor conocer al espectro que líquido muchas de las mejores asambleas del continente, es usted toda una leyenda y si no fuera por este desafortunado inconveniente con el señor Haruki me encantaría invitarlo a unirse a nosotros.
- Jamás haría eso, y Kanon tampoco!
Voltee a verlo y este dijo en un canal abierto.
" Si sobrevivo, lo meditaré"
Yo lo mire sin comprender o más bien sin querer comprender cuando esté soltó aquellas palabras que eran mi final.
" Elliot, te reto a un duelo, el ganador será el que termine con la existencia del otro"
- No...
Sus ojos negros me hicieron trizas, él no podía hacer esto, no podía!
- No!
Grite furioso y me lancé contra Ivka pero Kanon salió a enfrentarme, saco su Katana y yo la detuve con la mano.
- No! Kanon!
" No puedo perdonar lo que hiciste, tu y tu ambición"
- No fue ambición!
" Cómo justificas entonces el dejarme solo e indefenso? Perdí mi poder por ti!"
- Yo... No!
" Dímelo! Dímelo! Dime qué no fue por ambición, por odio hacia la asamblea! Dímelo!"
Este me atajó un par de golpes que en definitiva no eran la gran cosa para mí pero viniendo de Kanon y con su mirada de odio, esa mirada que había evitado por siglos, su odio, su ira y su desprecio y ahí estaba yo... Vencido por sus ojos negros sin haber siquiera levantado mi espada, no podía, no podía...
- Kanon... Yo...
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Del libro de Layla.
Las frías edades de la tierra habían congelado Yamal pero no solo ese sitio sino también alguna parte de mi corazón, de nuevo amaba a un humano pero me era prohibido por todos los poderes que me eran superiores. Era un hijo de Adán, era de un Leviatán y había sido castrado por el mismo diablo.
- Madmoiselle Laïla.
Unas pequeñas figuras emergieron de la nieve, como diminutas flores invernales.
- Soy Eika y esta es mi gemela Loika y seremos sus guías, por favor sea tan amable de acompañarnos.
Las pequeñas tenían unos cuerpos de no más de siete años de edad y aún así velozmente se dieron a la fuga, sus mentes eran cajas cerradas, pero a todo esto desde que yo había llegado a Rusia no había podido sentir a mi hermano. Acaso iría derecho a una trampa? Acaso Samael había sido derrotado? Esa era una premisa casi impensable pero no teníamos conocimiento alguno sobre los miembros de la asamblea de Rusia o que poderes tenían, solo pudimos irnos confiando en que todo estaría bien.
Llegamos en cuestión de minutos al famoso cráter del fin del mundo y ahí estaba ese hombre que yo bien sabía se llamaba Ivka.
- Bienvenida Madmoiselle Laïla. Es un honor tenerla en la gloriosa asamblea de Rusia.
- Tu eres Ivka no es así?
- Así es y soy el líder de la asamblea a la que ahora pertenecerá.
- Que?
- Que le estoy haciendo una atenta invitación a que sea parte de algo extraordinario! Una asamblea magnánima y plena como lo es la asamblea de Rusia.
Yo no pude evitar soltar unas carcajadas causando que su gesto se descompusiera un poco pero terminará gobernándose de nuevo.
- Mi estimada Madmoiselle me temo que mi oferta está comprometida a que acepte ya que si no tenemos un pequeño presente para que lo piense mejor.
- No tienes nada que me interese.
- Ah me temo que si lo tengo. Eika! Loika! Vayan por el premio de Madmoiselle Laïla.
Estas chiquillas se desaparecieron y yo me crucé de brazos y dije.
- Que crees que pueda ser aquello que yo desee tanto como para unirme a tu tonta asamblea?
No hubiera dicho aquello cuando estás mocosas aparecieron arrastrando un costal que se retorcía.
- Maestro Ivka! Aquí está! Aquí está!
- Yo lo traje!
- Yo lo traje también!
- Ambas lo trajimos!
Dijeron esto último al unísono, abrieron el costal y sacaron por la negra cabellera mi pesadilla.
- Sally?
El moreno lleno de lágrimas y mocos se retorcía para intentar zafarse pero entonces Ivka las miro y estás lo metieron de nueva cuenta al costal.
- Te vas a meter en muchos líos Ivka si mi madre se da cuenta de que tienes algo que le pertenece.
Dije cruzándome de brazos.
- Entonces Madmoiselle? Ya estás pensando la situación?
- Claro que sí y por mi puedes hacerle lo que te plazca.
-Que?!- Dijo él con furia- Acaso vas a abandonar al premio de K.? Acaso no fuiste tú quien ha soñado con poseerlo?
- Yo?! Poseer a eso?
Dije pensado en la posibilidad de tener un acto carnal con alguien que se orinaba encima.
- Acaso no te preocupa que muera!
Voltee a verlo con algo de irá en los ojos, no era muy agradable para mi Sally pero él era un hijo de Lilith y ningún espectro que no fuera yo le mataría; además de eso mi rubio tonto estaría muy triste si eso sucedía así que voltee y dije.
- Creo que me has convencido Ivka! Quiero de regreso al estúpido ese!
- Entonces te unirás?
- Mejor que eso pelearé contigo por él!
De inmediato tome una posición defensiva y él también.
- Descuida Sally, yo te protegeré aunque después te de unas buenas nalgadas hasta que te queden bien rojas las nalgas!
Ivka saco su espada y para mi sorpresa no era su espada sino la Shashka de Kuri, eso me dejó mucho en que pensar pues si esa espada que era del líder ahora estaba de su lado eso quería decir que....Ay no! Kuri!
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Había vuelto a la terrible soledad sin Sid, al silencio y a obligarme a mi mismo a tener que estar bien, por la tranquilidad de mi mamá, por el bien de Aramis y para cumplir mi promesa pero en las noches no estaba bien y tomaba aquellos consoladores que Elliot me había regalado en mi cumpleaños y que quien sabe cómo habíamos sido abiertos, pues yo no me acordaba de haberlos usado pero no parecían usados por nadie más y cerraba los ojos mientras pensaba en él. Pero una máquina no era iguala tenerlo en mi interior, Sid!
Había aprendido por la mala a que no era tan buena idea meterme las cosas muy adentro pero no me era suficiente, yo no quería así, yo quería a Sid adentro y terminaba llorando insatisfecho. Esas noches en vela eran terribles y apenas había pasado una semana desde su partida.
El viernes de postres no quise bajar para nada, no me sentía con apetito, no si él no estaba ahí, no si él no estaba esperando en la habitación endemoniado por la presencia de Whip, no así!
- Sid... Regresa pronto, regresa a mi.
Dije haciéndome un ovillo.
Me había negado a dejarme vencer por la oscuridad y la desesperanza que me abrumaban sin sus lilas más que nada para no causar problemas a mi madre o a Roja pero me negaba a salir a la calle, andaba en pijama todo el día y después de la primera semana de no dormir bien le pedí a mi madre relajantes de nuevo.
- Ay bebé, por que no sales con Whip? Él ha venido a buscarte.
- No mamá, yo no... No tengo muchas ganas.
- Hijo...- Decía al tiempo que acariciaba mis cabellos- Me preocupas...
- Estoy bien mamá, lo juro. Es solo que no he podido dormir bien.
- Steph, no estarás enfermando de nuevo verdad?
- No mamá.
Intentaba sonar convincente pero tras las paredes de mi habitación yo no sabía si eso estaba pasando de nuevo pues cada noche durante la ducha ahogaba los gritos y entonces sentía ese deseo sexual de ser poseído, metía aquellos juguetes pero ninguno hacia aquella función vital que hacía Sid, él me había dado su corazón y se había llevado el mío.
- Stefy que te pasa?
Pregunto una noche durante la cena y mi madre me dirigió una mirada solemne.
- Nada mi amor.
- Stefy está bajando de peso y ahora siempre está solo.
- No pasa nada hermosa.
- Stefy, entonces vamos mañana al parco?
- Ah?
- Al parque?- Pregunto mi mama a Roja que había pronunciado mal la palabra.
- Eso!
- Quieres ir con Nonna al parque?
- Y con Stephy.
- Que te parece si te lleva Nonna y yo te llevo después...
- No! Además Nonna está ocupada mañana.
- Eso es cierto.
Dijo mi mamá que parecía molesta por mi respuesta, tomo la vajilla y la llevo al lavaplatos. Roja se acercó a mí y dijo.
- Stefy está así por falta de papi verdad?
Yo me quedé boquiabierto ante su afirmación, Roja era muy pequeña pero ella misma se daba cuenta de que sucedía.
- Stephy no debe ser buen amigo de la soledad, Papi va a regresar...Papi esta loco por Stefy y va a regresar.
Dijo ella en un susurro. Yo le di un abrazo y un beso en sus cabellos color fuego y mi mamá trajo los postres.
- Yo no tengo...
Pero la mirada de mi madre frenó mi respuesta y yo le dije a Roja.
- Mañana iremos al parque te lo prometo.
La pequeña Roja sonrió y dijo.
- Escuchaste Nonna! Hoy voy a dormir temprano pues mañana quiero jugar mucho con Stefy!
- Claro que si amor.
Mi madre acostó temprano a Roja y luego fue a mi habitación a hablar un poco.
- No sé que suceda Steph, pero le prometiste a Sid que cuidarias a su hermana, acaso piensas fallarle?
Sid... Sid se había ido!
-No mamá...
Dije apenas con un hilo de voz. Mi mamá al darse cuenta de que mi estado no era tan bueno me dio un abrazo y dijo.
- Mi amor, me dolería en el alma tener que volver a internarte pero lo haré si es necesario, Stephan mírame!
Yo la miré pero ya sabía que tenía los ojos bien rojos.
-Steph, por favor, intenta pelear contra aquellos sentimientos, no sé por qué pero siento que te ha vuelto a invadir la soledad hijo, pero no estás solo, yo estoy aquí contigo y también mi pequeña Roja y aunque no esté a tu lado Layla también y Sidney, que seguro estaría poco contento de que estuvieras así, Stepj hijo dime algo... Esto es por su ausencia?
Yo escuché aquello y quería abrazar a mi madre y decirle que si, que era por la ausencia de Sid y también de los chicos de la asamblea, que me sentía terriblemente solo.
- Estoy bien mamá, te prometo que no vas a tener que internarme de nuevo, esto solo es... Es estrés.
Ella me miró con genuina preocupación y yo intenté sonreír lo mas natural posible pero solo me salió una mueca poco creíble y fea. Mi mamá no se quedó muy convencida y puso una pastilla relajante en mi mesita de noche y se despidió con un beso.
- Descansa bebé.
- Descansa mamá.
- Te amo.
- Te amo también!
Ella salió en un silencio muy doloroso, no quería volver a perder la cabeza por esta nueva ausencia de Sid pero que podía hacer? Tome la pastilla y me la tragué, luego me plante frente al espejo y miré los cambios que de nuevo había provocado su partida, había perdido un par de kilos y eso era tan notorio como mis ojeras. Me quite la camisa y cerré los ojos, Sid. Sentí la marca de sus besos en mi cuello y pase mis dedos por esas marcas para recordar aquello mientras bajaba la otra mano y deje caer mi ropa interior.
- Sid...
Aún podía sentir sus labios, sus caricias y esos besos apasionados, me puse duro y mi respiración se agitó.
- Dime qué me amas Sid, dímelo...
"Te amo Steph"
- Sid!
Dije e inteté voltear pero este dijo ávido.
" No! Quédate así, no abras los ojos"
- Sid no me dejes!
" No lo haré"
Entonces este comenzó a manosearme y a esparcir sus besos por mi cuerpo, yo no hacia más que intentar controlar mi respiración, este me llevo a ciegas hasta la cama y me dejó ahí tendido.
- Sid te deseo, hazlo ya!
" Eso soy Steph, soy tu deseo"
Aferre las uñas a su espalda mientras él se encontraba muy ocupado chupando mi sexo.
Luego de que lograra venirme Sid tomo mis piernas y las levantó para poder meterse dentro.
- Más Sid! Más!
Le rogué casi hasta el llanto y este lo hacía lo más adentro pero yo seguía necesitando más. Su boca me busco con furia y yo lo aferre a mi, lo aferre con todas mis fuerzas, no podía dejarlo ir, no podía simplemente no podía!
No recuerdo en qué momento caí en esa oscuridad, solo recuerdo despertar al día siguiente por que escuche a mi mamá cómo llamaba a la puerta.
- Steph hijo? Abre! Steph? Estas bien!?
- Voy!
Me levanté aún algo adormilado y me tape rápidamente la parte de abajo con una sábana. Apenas si abrí un poco y mi mamá me miro con extrañeza.
- Mandé mamá?
- Te costó trabajo dormir verdad bebé?
- Más o menos- Dije algo feliz.
- Steph, dormiste sin pijama?
Dijo mirándome y yo me voltee a ver y asentí.
- Ay bebé te vas a enfermar. Pero bueno, al menos te ves más contento que otros días.
Yo pensé en lo que había pasado anoche.
- Oye me voy a trabajar pero no te olvides de pasar por mi princesa hoy, recuerda que la vas a llevar al parque, te dejo dinero en la mesa para que la lleves a comer algo poco nutritivo, tú también come; de acuerdo?
Yo asentí y mi madre se me abalanzó en un beso maternal y dijo.
- Bueno bebé duérmete otro rato pero no olvides recoger a mi pequeña Roja eh?
- No mamá, así lo haré.
Luego de eso dio media vuelta y se marchó, yo cerré la puerta de nuevo y por instinto busque a mi pez con la mirada.
- Ya se fue mi mama- Dije a nadie, pues no había nadie en mi habitación- Sid?
Nadie contesto.
- Sid ya puedes salir!
Pero nada ocurrió, fui al baño para buscarle y nada, abrí el armario y no había nadie ahí, busque como loco abajo de la cama y hasta en lugares absurdos como el bote de basura, de repente caí en cuenta de que estaba desnudo de pie en mi habitación y una tristeza me invadió.
- Sid?
Me deje caer en el suelo y me cubrí los ojos, estaba solo, él no había venido! No había estado aquí? No! Quizás se había ido, quizás estaba en la empresa trabajando duro no? Sentí esa desesperación que me tragaba, me arrastre hasta la cama y vi ahí uno de mis peores pensamientos, no! No podía ver aquel aparato sexual que me había sido regalado en mi cumpleaños sin sentirme completamente estremecido. Comencé a sollozar de una manera terrible, y aventé todo pues no quería enterarme de que no había sucedido. No quería, quería a Sid! Quería que regresara, el aire comenzó a faltarme y entré en una especie de pánico; me abrace a mi mismo pensado que estaba enfermando de nuevo, pero esta vez se sentía más desolador.
Tuve que obligarme a sobreponerme pues sabía que hoy había quedado en llevar a Roja al parque y a distraerse, no había sido un buen padre desde que Sid se había ido y nos había dejado pero yo había aceptado la responsabilidad de cuidar de Roja y aunque sonará muy patético me aferraría a ella como a un salvavidas.
Me di un buen baño y até mi cabello en una coleta alta, que acentuaba más mis rasgos femeninos, carajo! De nuevo no me gustaba en el espejo. Me puse una camiseta blanca y un pantalón de bolsitas color terroso, mis zapatillas deportivas y por chocante que me parecieron volví a verme en el espejo, por instinto las yemas de mis dedos rozaron mi imagen.
- Sid... No me dejes esperando mucho... Ven ya!
Tome una chamarra cualquiera y salí de casa para llegar apenas a tiempo al colegio de Roja en Kensington. Supuse que yo no lucía tan especial como Sid pues de principio los padres me miraban con extrañeza y es que en si no parecía yo del tipo pomposo rico extravagante sino más bien salido de una bancada de hooligans. Me quede quieto esperando que su cabellera encendida se asomara por la puerta mientras soportaba las miradas de los bien vestidos. Entonces vi salir a mi pequeña razón de quedarme cuerdo.
- Stefy!
Dijo al verme y corrió hacia mi emocionada.
- Stefy, viniste!
- Si amor, te dije que lo haría.
- Ven!- Dijo jalándome- Quiero presentarte a mis amigas.
Ella me llevo hasta la entrada donde me presento a dos pequeñas y ellas se me quedaron viendo sin pudor con la boca abierta.
- Así que ella es tu mamá?
-No! Es Stefy, es el corazón de mi Papi.
Yo me sonroje y dije.
- Buenas tardes!
- Stefy ellas son Emily y Annette.
- Mucho gusto en conocerlas
Ellas abrieron más los ojos ante mi evidente voz de hombre.
- Ahora me voy por que Stefy y yo iremos a pasarla bien, iremos al parque y a comer cosas ricas, mañana les contare.
- Suerte Ami!
- Adiós Ami!
Aramis se despidió de ellas y dijo.
-Addio amici!
Ella me tomó de la mano con decisión y salimos de ahí. Me sorprendió que Roja era una niña muy alegre y sobre todo decidida, tenía mucho de Layla.
-Roja, la pasaste bien en el colegio?
- Si Stefy! Hoy estuvo dura la clase de inglés, è molto difficile!
Su pequeño acento me saco una sonrisa y la subí a mis brazos.
-Pero siempre sacas buenas notas!
- Pero tu idioma es muy complicado para mí boca- Decía quejándose y haciendo gestos graciosos- Il mio palato non capisce ( Mi paladar no lo comprende).
Yo le di de besos y le dije.
- Te digo un secreto?
Ella asintió y yo le dije.
- Yo tampoco lo comprendo pero es el único idioma que hablo!
Roja me abrazó y me dio un beso en cada mejilla.
Primero fuimos a comer hamburguesas y papas con malteadas, ella apenas si se acabó su hamburguesa así que yo tuve que ayudarle, mi mamá cuidaba mucho la alimentación de Roja y le había enseñado en poco tiempo a comer de todo sin que está se quejase, solo había algo que a Roja nada más no le gustaba ni de broma y eso era la col, ni siquiera como esas coles de Bruselas minis que ponían en algunas sopas.
Pero como a mí no me gustaban mucho las verduras el plan de las hamburguesas me pareció magnífico!
Luego de eso fuimos al parque que quedaba cerca de casa, a los juegos y pasamos un buen rato de diversión, jugamos al escondite inglés y al monstruo del pantano, al tradicional ring of ring of rouses, a veo veo y a muchos que yo me sabía de la escuela elemental. La verdad es que la estábamos pasando bien mientras jugábamos a los policías y ladrones cuando escuché su voz.
- Puede jugar uno más?
Voltee a ver y encontré justo lo que ya pensaba, Whip venía bellamente ataviado con su uniforme de policía y de inmediato se quitó la gorra y me besó la frente.
- Whip... Hola!
Roja se acercó a mí dando de saltitos y dijo.
- Stefy, estás atrapado!
Whip me miró y dijo.
- Puedo jugar?
Yo me vi un poco comprometido pues se supone que estaba pasando tiempo de padre con Roja pero era evidente que ella era parte del equipo de Sid. Roja lo miro primero con desconfianza y luego dijo.
- Bien usted será el policía y Stephy y yo los ladrones.
- Hecho!
Así comenzó el juego donde de todos yo parecía el ladrón más tonto del mundo a comparación de Roja que ideaba estrategias para huir de Whip pero al final siempre nos atrapaba por mi culpa!
La pequeña termino rendida en mis brazos, así que Whip se ofreció a escoltarnos mientras caminábamos a casa.
- Te veo apenas un poco mejor amor.
Yo no respondí antes su comentario, solo me limité a abrazar más a Roja que venía ya rendida en mis brazos.
- Steph, no estás bien verdad? Es por él, verdad?
De nuevo me quedé callado y se me planto enfrente.
- No me dejes fuera de tu vida mi amor, no se te ocurra, por que no creas que voy a desistir así de fácil.
Sus ojos azules tenían a mi amado mar adentro y me sentí mal por callar lo que seguramente Whip ya sabía pues él había estado a mi lado todo este tiempo.
- Sid... Tuvo que irse de viaje.
Dije en voz baja y me aferre aún más a Roja.
- Así que eso es lo que te está marchitando mi vida?
Yo asentí y este continuo.
- Cuanto tiempo?
-Aw fue hace dos semanas.
-Cuanto tiempo estará fuera?
- No lo sé. Yo no... Sé.
Solo pude esconder la mirada para que no se me notarán los ojos rojos, no quería ponerme a llorar frente a él.
Este afirmó con la cabeza y me paso el brazo por los hombros.
- Comprendo lindura, descuida yo estoy aquí y no voy a dejarte caer.
Caminamos en silencio hasta la puerta de la casa donde mi mamá abrió de inmediato.
- Whip hola pasa! Ay Steph dame a mi niña hermosa, dime se divirtió?
Dijo mi mamá mientras recibía a Roja en sus brazos, la pobre estaba tan cansada que ni se despertó.
- Si, jugamos toda la tarde y comimos hamburguesas y malteadas.
Mi mamá sonrió feliz y dijo.
- Sabía que podrías hacerlo, aunque no lo creas ella también extraña a su hermano y está preocupada por verte así. Tienen algún plan?
Whip y yo nos miramos y yo negué con la cabeza.
-No mamá Whip solo fue amable y me acompaño.
- Que mal!- Dijo mi mamá- Deberían salir! Whip deberías llevarte a Steph a divertirse un rato, en serio le hace falta, su amigo Sid se fue del país por unas semanas y Steph nada más no levanta el ánimo.
- Es así Cathy?
- Mamá!- Me queje yo.
-Que? Así es bebé!
- Eso es poco educado mamá, Whip tiene cosas que hacer y además yo también.
- Deprimirte en tu habitación no es una actividad lucrativa bebé, por otra parte creo que sí he sido poco cortes contigo Whip.
- En absoluto Cathy yo acabo de salir del trabajo y tampoco tengo nada que hacer.
- Que?
- Perfecto!
- Mamá tengo acostar a Roja y además...
- Ay bebé ese pretexto es muy malo, yo siempre la acuesto y más desde que no quieres salir de tu habitación, así que toma dinero de mi bolso y ve a beber un poco y a divertirte, que es una orden!
- Mamá no puedes obligar a Whip!
- Te estoy obligando Whip?- Volteo mi madre a verlo con la determinación de una hija de Lilith.
- En absoluto, para nada Cathy!- Dijo el oficial levantando las manos como si declarará inocencia ante la mirada de mi mamá. En definitiva me alegraba no ser strike, pues las mujeres conspiradoras daban mucho miedo.
Terminé cediendo, y salimos Whip y yo a beber, yo le advertí que solo sería una hora y él aceptó. Primero fuimos a su casa a que se cambiara de ropa por unos vaqueros negros y una camisa de baseball de los cups arriba de una camiseta negra de manga tres cuartos y luego nos dirigimos a un bar donde había música en vivo, en Abbey Road.
Él como siempre pidió solo alcohol; yo en cambio pedí una cerveza con jugo de almeja, mejillones y además botanas.
- Whip no piensas comer nada?
- Nunca he comido mucho mi amor prefiero beber.
- Bebés mucho Whip.
- Tu crees?
Yo asentí y él dijo.
- Quizás esa sea mi manera de lidiar conmigo mismo.
Su tono sonó bastante agrio.
- Whip, yo... Yo quiero disculparme.
- Por que mi amor?
- Por que se que has ido al viernes de postres pero yo no he podido atenderte, la verdad es que...
Miré mis mejillones y pensé en la lejanía que había desde ese lugar donde yo estaba sentado hasta el mar mas cercano de donde habían venido estos.
- Pero es que...La verdad...- Un nudo se me hizo en la garganta, y a mi mente vino el recuerdo de esas lilas, Sid, no tenía opción, le amaba muchísimo y eso me iba a hundir.
- Oye no, no llores mi vida.
Dijo Whip que con su índice me alzó la barbilla y note que me había puesto a llorar frente a él de nuevo.
- Perdón Whip!
- Ah?
Me cubrí los ojos y me puse a llorar definitiva y abiertamente.
- Me acordé de Sid y no pude evitarlo! Sé que soy muy tonto por ponerme a llorar pero es que...Lo extraño! Lo extraño muchísimo! No puedo soportarlo!
Este acarició mi cabello y se bebió de un jalón el resto de su bebida.
- No tienes que pedirme perdón mi vida, tu jamás tienes que hacerlo.
Este le hizo una señal a la mesera de que necesitaba más alcohol y se pasó a mi lado para abrazarme.
- A donde fue tu perro gigantón?
- A Rusia!
Dije yo sollozando.
- Es un lindo lugar.
Yo asentí y me sentí un poco mejor al sentir su cercanía.
- Cuando vuelve?
- No lo sé.
- Te volvió a dejar solo!- Dijo con algo de irá.
- No, bueno es que...
La mesera le trajo dos yardas y él aún así pidió una botella de whisky.
- Whip... Es su trabajo- Pretexté pues no sabía que más decir de la ausencia de Sid ya que no podía decir ni la verdad, ni una mentira.
- No es como que me moleste lindura, de hecho yo soy muy feliz de poder cuidar de ti en su lugar, aunque me gustaría poder reemplazarlo en todo aunque no haría nada que tú no desearás, sabes? Si yo fuera él jamás me apartaría de tu lado Steph, me dedicaría a cuidarte y protegerte de todo, a hacerte feliz y no soportaría el verte llorar ni una sola lágrima. No podría vivir más que para amarte y estar junto a ti.
Whip se bebió media yarda de un solo trago y tomo mis manos entre las suyas al tiempo que la banda principal hacia su aparición en el escenario.
- Perdón Steph, se que no quieres oírlo y quizás ahora menos que nunca pero... Te amo demasiado, te amo Stephan y aunque suene muy patético por favor déjame ser su reemplazo en estos días que él está lejos, por favor, déjame estar a tu lado.
Luego él depósito un cálido beso en mi mano.
- Whip... No es que no quiera escucharlo, ni que estés conmigo pero... Yo no puedo prometer nada, y no quiero perderte Whip; tu eres un amigo muy querido para mí, te quiero demasiado y no podría soportar perderte.
Whip se acercó a mí oído y susurro.
- Tu jamás podrás perderme Steph, aunque lo intentarás y lo hicieras muy bien, jamás podrás, yo siempre voy a estar para ti.
- Whip...
Yo me sentí algo incómodo, me gustaba estar con Whip pero no me gustaba lastimarlo y aunque lo negara era obvio que yo lo lastimaba y mucho.
- En algún mundo paralelo nosotros seríamos novios bombón.
Dijo este acabando su yarda y dándole un trago al whisky.
-Que cosas dices Whip!
- Que? Dime qué no te gusto?
Yo me reí nervioso y dije.
-No es eso, eres hombre!
- También perro gigantón.
- Bueno si pero...
- Bueno tienes razón, ese no es hombre, es un mocoso mimado.
Me reí y pensé en que en realidad ni juntando nuestros años podíamos competir con la edad de Sid.
- Entonces...
- Entonces que?- Dije intentando evadir la pregunta.
- Te gusto?
- Whip no me preguntes eso- Dije sonrojado.
- Ah!- Este dio dos tragos más al whisky y luego añadió- Que le ves a ese Santinni? Es un puberto desarrollado nada más, en si no tiene nada de especial. Apuesto que si no fuera por su padre, este mono estaría vendiendo Big Issue.
La imagen de Sid vendiendo Big Issue en la calle me pareció muy disparatada y graciosa.
- No hables así de las personas que venden Big Issue suenas pretensioso Whip.
- No me malentiendas amor, no es que sea malo, es un trabajo honrado que le permite a las personas sin casa subsistir pero me refiero a que no estaría en la posición privilegiada que ahora tiene tu perro gigantón.
- Ah no te equivoques con Sid tampoco, él odia la empresa y esa responsabilidad, en si deberías de ver lo irresponsable que es, y lo desordenado que tiene su oficina.
- Por eso mismo, él debería de ceder su puesto a alguien más capaz.
- Por él seguro estaría encantado pero no es tan sencillo.
Yo comencé a hablarle a Whip sobre la forma de pensar de Sid, de que el amaba ser libre y sobre todo el mar, tome la postura de Elliot de darle una responsabilidad a Sid con la empresa como si fuera la de su padre el señor Santinni y le expliqué que si por Sid fuera con gusto vendería Big Issue si eso le diera más libertad.
Luego me increpó sobre cómo había conocido a Sid y a sus primos, yo le hablé sobre aquello de nuevo, me encantaba hablar sobre Sid, la asamblea y sobre las cosas que habíamos vivido y se me fue el tiempo y también deje de contarle los tragos a mi interlocutor que para cuando me di cuenta ya eran cuarto para las tres de la mañana y el bar ya estaba muy vacío.
- Whip hay que pedir la cuenta.
Este solo asintió y le hizo la señal a la mesera. Ella trajo la cuenta y Whip apenas si le hecho una ojeada rápida y saco de inmediato su tarjeta. Yo tomé el papel con el desglose y vi.
- 2,200 libras?!
De lo mío apenas si habían sido 300 libras pero... Mire a Whip que parecía muy tranquilo y la mesera se llevó la cuenta y el plástico.
- Whip te doy mi parte.
Este sonrió y negó con la cabeza.
- Seguro?
Él asintió y la mesera regreso para devolver la tarjeta de Whip. Luego de eso salimos del bar directo a la fría y ventosa noche, donde con las luces de las farolas de la cuidad pude ver que Whip no lucia muy bien.
- Whip estás bien?
Este asintió y caminamos un par de cuadras cuando de improviso él se metió en un callejón angosto de prisa, yo lo seguí y vi que no muy lejos de mi estaba vomitando.
- Whip!- Corrí a ayudarlo pero él me hizo una señal con la mano de que parara.
Miré ahí quieto mientras terminaba y entonces se tambaleó hasta donde estaba yo y se recargo en la pared.
- Whip... Estas bien?
- Que vergüenza mi amor, dame unos minutos y te acompaño a casa, lo prometo.
Miré a Whip que lucía pálido.
- No te preocupes por mí Whip, mejor yo te acompaño.
Este seguía ahí con los ojos cerrados intentando controlar su respiración.
- No amor, jamás podría dejarte ir solo de noche.
- Puedo llamar un taxi.
- De igual forma te acompañaré a tu casa! Jamás podría estar tranquilo si no te dejo en tu puerta.
Su respiración se agitaba cuando hablaba y de un momento a otro se apartó corriendo a vomitar de nueva cuenta.
Yo estaba preocupado así que llamé a un taxi y cuando este término de vomitar y volvió a su lugar en la pared le dije.
- Whip te llevaré a casa.
- No!- Soltó aún enfermo.
- Si, no puedes llevarme de regreso.
- Amor no seas cruel, en verdad siento mucho esto pero dame unos minutos más y te acompaño, si no... Si no me dejas lo haré de cualquier forma.
- Whip...- Era tan necio como Sid así que cuando esté soltó una nueva negativa se me ocurrió lo siguiente- Que te parece si te llevo a casa y me quedo contigo hasta mañana, así ya me acompañas cuando te sientas mejor y yo no me quedo preocupado de que te dé una congestión eh?- Él abrió apenas los ojos y dijo.
- Gracias Steph pero, Cathy se va a preocupar...
- Ya le envié un mensaje y te diré que no acepto un no por respuesta, bien?
Whip me miró con esa cara de agradecimiento y cuando llegó el taxi, me pase su brazo por el hombro y lo ayude a subir, de inmediato cayó rendido sobre mi hombro, yo sabía la dirección de Whip y le indique al conductor como llegar, este no se movió hasta que lo tuve que despertar cuando llegamos, Whip era muy alto pero estaba muy delgado y no me costó trabajo el poder soportar un poco de su peso apoyado en mi, lo ayude a subir hasta su apartamento y le tuve que sacar las llaves de los bolsillos, yo era pésimo en todo y eso incluía abrir casas ajenas así que me tarde un poco más de lo esperado pero pude lograrlo.
Lleve a Whip hasta su habitación que era un desastre completo, otra cosa que tenía en común con Sid. Había ropa tirada por todas partes, colillas de cigarro y ceniceros que desbordaban cenizas y además las botellas de alcohol hacían presencia en un número bastante significativo.
Recosté a Whip en su cama y este ya no reaccionó en absoluto, me acerque a ver si aún respiraba y si! Aún lo hacía! Todo indicaba que ya había caído en un sueño muy pesado.
- Whip...
Lo mire bien y me conteste a mi mismo la pregunta que él me había formulado. Si me gustaba, y mucho, me gustaba su cabello negro pues se parecía al de Sid pero en lacio y me gustaba su perfil respingado y su cuerpo que si bien no estaba tan torneado como el de Sid tenía lo suyo, y si! Si me gustaba Whip!
Le levanté las piernas para subirlas a la cama, le quite las botas y le desabroche los jeans, pero este no reaccionó.
Acaricié su cabello negro y sedoso y pensé que a pesar de ser tan rudo tenía pelo de niña. Acaricié sus mejillas que estaban algo frías y pase mi mano por su pecho.
- Descansa Whip.
Pensé si podía llamar a un taxi para que me llevará a casa pero esto paso a segundo plano al darme cuenta de que estaba ahí! En casa de Whip! Solo! Entonces de un momento a otro me sentí tentado en husmear un poco. Salí a la pequeña estancia donde Whip solo tenía un par de sillones y una tele vieja.
Miré que todo estaba lleno de botellas y ceniceros al limite tal y como su habitación, fui a su cocina a buscar algo de comer y el refrigerador solo guardaba cerveza, apens arriba de este había unas papas fritas, tome el paquete y vi que aún estaban buenas así que como tenía hambre comencé a comer, miré la estufa; se veía limpia lo que decía que el casi no cocinaba en casa, luego de eso fui al comedor que era una mesa redonda y vieja y se me hizo algo familiar, yo ya conocía el departamento de Whip pero nunca había reparado en el comedor, la mesa igual, botellas y restos de cigarrillos.
Comenzaba a pensar que Whip tenía un serio problema con la bebida, no podía recordar la cuenta final de lo que había bebido hoy pero... Recordé que el se quedó callado y atento desde que yo había comenzado a hablar de Sid y los chicos de la asamblea, me sentí mal por qué seguro el se había puesto así por qué a mí no me había parado la boca en toda la noche y este solo se había puesto a escuchar pero... Por que no me dijo que me callara? Por que no me dijo que le molestaba o le hacía daño? Por que?
Regrese a la habitación y este seguía en la misma posición, me sente a su lado en la cama y aún pensaba en irme cuando note que tenía en frente su armario. Me levanté y lo abrí, estaba hecho un desastre, cuatro uniformes de policía, uno de gala y vi además uno del ejército inglés de gala.
- Que poco se de ti Whip. Estuviste en el ejército pero... No sé más.
Quizás había sido muy egoísta con él. Seguí viendo aquello y vi un vestido blanco, viejo y roído de mujer.
- De quien será esto?
Note que se miraba manchado por el tiempo y pensé que quizás sería de una de sus novias.
Miré más y vi unas cajas muy finas, las abrí y vi medallas, había fácil unas quince cajas y todas tenían insignias del ejército y medallas!
- Whip... Mira todo esto?!- Dije en un susurro.
Luego miré una caja que parecía muy bien cerrada e intenté abrirla pero descubrí que tenía un orificio para una llave más no encontré la llave. Decidí ya quedarme así que me recosté a su lado, un poco separado de él, intenté dormir por un buen rato pero no lo conseguí y menos cuando él dio media vuelta y me abrazó.
- Ay dios!
Me quedé quieto unos momentos y entonces note que su expresión era muy dulce, en si yo amaba a Sid con todo mi corazón pero no era nuevo que si yo no hubiera conocido a Sid, seguro podría enamorarme de Whip y quizás ayudarlo con su problema de alcohol.
Sentí sus mano sobre mi espada, eran grandes y se sentían como las de mi pez, sus labios eran delegados pero no por eso menos sensuales y entonces vi su pantalón desabrochado, me sentí avergonzado de pensar en el tamaño de Whip pero también me descubrí excitado, carajo!
No! No iba a pensar en eso! Que no! Que no! Y que no! Pero... Quizás Whip no tenía tanto armamento o si? De pronto me descubrí jalando levemente con mi dedo su pantalón, pero no sé apreciaba más allá del principio de su ropa interior, unos boxers pegados de color negro. Yo jale un poco más los jean hacia abajo y miré al que dormía, nada había cambiado.
Steph que crees que haces? Me dije a mi mismo; pero aún así continúe. Metí la mano un poco y con sumo cuidado y note que lo tenía bien acomodado hacia abajo. Intenté adivinar el tamaño pero como Whip estaba recostado de lado era algo difícil más sin embargo pensé en el de Sid y de inmediato me prendí, no! Por que en sus ausencias Sid me hacía tanta falta que solo pensar en él o en como me poseía me había mojarme?
Con cuidado me saque su brazo de encima y me pare al baño.
- Maldita sea! Me había lubricado de solo pensar en una comparación con Sid, y es que este era realmente grande y a mi parecer delicioso, maldición! Sentí la humedad en mi ropa interior y confiado me baje los pantalones y el calzón que estaba húmedo y comencé a tocarme, cerré los ojos y de nuevo sentí la marca de sus labios que depositaban dulces besos y sentí sus manos que me acariciaban y me tocaban y sentí como éste lamía mi entrada y mis muslos por donde resbalaba mi lubricante natural y su lengua me hacía lubricar más y más. Necesitaba que me poseyera en ese instante, lo necesitaba a mi lado por que la soledad me estaba torturando y por qué la desesperación de no tenerlo dentro de mi me iba a volver loco de nuevo, Sid! Donde estás ahora?! Sus caricias se encendieron más en mi piel y mis dedos ya me fueron insuficientes, entonces sentí las gotas que corrían por mis mejillas y escuche mi sollozo, la oscuridad volvía a tragarme y yo peleaba! Lo haría de manera incansable, pero no podía mas, no podía solo, no! Como un relámpago que latigueo mi espalda sentí su mirada sobre mí y aún lleno de excitación voltee y lo encontré ahí.
Me quede viendo el mar en sus ojos, ese era mi mar, la tempestad que estaba tan lejos de mi, y este apenas pálido y rendido me sostuvo la mirada.
- Lo... Lo siento amor yo...
Se fue de inmediato y yo me quedé ahí ardiendo... Luego avance tras de él y lo intercepte en la cama.
- Yo...
- Cógeme Whip!- Dije ciego de un deseo ardiente.
- Pero bombón...
- Me amas?
- Si- Dijo sin dudas o cavilaciones.
- Entonces cógeme por que si no la oscuridad me va a tragar.
Este de inmediato me jalo arriba de él, yo ya no traía más que la parte de arriba de mi ropa y la entrepierna empapada, me besó el vientre y luego de un jalón me puso abajo de él.
Yo me abrí de piernas y este se bajó a chupar mi sexo. Si! Así quería ser poseído!
- Más fuerte! Dame todo lo que tienes! No te guardes nada por favor!
Sentía la sensación de placer y solo me dejaba llevar, yo no podía pensar en nada más que Sid chupándome el sexo, me vine y él se quedó mirándome, yo le miré pero aún estaba caliente y nuestras respiraciones agitadas nos indicaron que era tiempo de lo que seguía así que él subió a besarme con pasión y yo le frene.
- Hazlo duro y sin precaución- Dije cuando él de manera ruda me puso en cuatro y se subió en mi, me levanto la chamarra a manera de que quedó enredada en mi cabeza y sentí su lengua en mi culo.
- Ah! Ah! Ah!
Me aferre a las sábanas y este me chupo todo, lamió y besó todo! La oscuridad se iba lejos, la oscuridad disminuía considerablemente y por unos momentos me sentí salvado!
Este se bajó el pantalón con facilidad y yo me agache; entonces cerré los ojos y Whip se dejó venir de manera ruda pero no suficiente contra mi, hacía falta más fuerza en sus estocadas aunque la verdad es que Whip tenía un buen tamaño y cuando comenzó a moverse dentro de mi, entonces sentí dolor y mordí las sabanas.
No supe en que momento había llegado a la cúspide pero logré venirme por completo y me tiré sobre el colchón.
- Amor, estás bien? Te lastime?
Yo negué con la cabeza, estaba muy cansado para decir algo o para pensar, simplemente cerré los ojos y me quedé dormido, dormí como no lo había hecho desde el día que Sid se había marchado.
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Dell libro de Sid.
Tú.
No había resultado tan buen rival, a sus secuaces los había desaparecido en un instante y este apenas si me había dado pelea, era un espectro muy débil aunque parecía todo lo contrario.
De inmediato y en cuanto nos vimos a solas saqué mi espada y este aún con todo y la paliza sonrió.
- Se la está pasando bien el Leviatán de la luz?
- Mejor que nunca y veo que tú también a pesar de tu situación.
- En definitiva mi señor de los mares atlánticos.
- Pues entonces levántate y finiquitamos esto.
- Me gustaría en verdad pero se te ve muy confiado y puedes créeme débil pero me he estado reservando lo mejor para este momento, qué emoción!
- Ah sí? Será que puedes darme lo que te has reservado para mí?
- Yo creo que sí, creo es tiempo.
Él se levantó con pesadez y dijo.
- La fuerza del mar es simplemente maravillosa pero entre tanto poder ha pasado por alto a algo... O a alguien...
Me quedé intrigado y entonces una figura se vio a lo lejos, una sombra que parecía un manchón caminaba lentamente hacia nosotros, se acercó bastante en un tiempo largo y pude notar que aquella cosa venía bien envuelta en una manta mullida.
Le tomo tiempo llegar hasta donde estábamos y finalmente se puso atrás de Ivka.
- Vaya! Pero si casi me has arruinado la sorpresa eh?
El encapuchado no dijo nada y entonces Ivka me miró de nuevo y dijo.
- Ahí está él, acaso no piensas saludarlo?
La figura me volteo a ver, no se alcanzaba a ver su rostro aún con mi vista perfecta y al cabo de un rato de silencio intentando adivinar de quién se trataba yo dije.
- Me importa un bledo quien sea, esto se acaba aquí Ivka.
Yo estaba a punto de sacar mi espada cuando es voz me partió el corazón.
- Que pena que se te haya olvidado que detesto ese léxico en ti.
De inmediato me detuve y el encapuchado se quitó la capa de pieles y mostró su rostro. Caí de rodillas al suelo, nunca en mi existencia había sentido temor ni ningún miedo pero supuse que la electricidad que sentía recorrer mi cuerpo y que me puso de rodillas era algo parecido al miedo humano. Dime que es mentira! Dímelo!
Su cabello dorado y rizado, sus ojos verdes y su rostro delicado... Su nombre salió de mi boca como una plegaria de perdón.
- Glenn...
- Hola Sid, cómo estás?
- Glenn yo...
- Cállate Sid!- Dijo este con la misma autoridad sobre mi- No puedo creer que se te haya olvidado como saludar a tu amo.
- Glenn yo...
Este avanzó con pasó decidido hacia mi y yo rogaba al cielo por que fuera un truco que pudiera descubrir. Glenn se posó frente a mí y puso delante de mí su pie derecho.
- Saluda!
Tome su delicada pantorrilla y besé su pie. Cerré los ojos y a mi memoria vino un pequeño rubio de cabello lacio y ojos negros que sonreía para mí y era como un arcoíris.
" Steph perdón, yo... Te amo demasiado y no puedo hacerte esto. No puedo.", este pensamiento fue enviado hasta Londres donde mi rubio estaría seguramente dormido en su habitación.

 

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