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La Primera Vez por misery_182

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Notas del fanfic:

Hey you!

Yo... escribí esto. Es mi primer fic en el fandom, disfruté mucho escribiéndolo, así que por favor denle una oportunidad.

Disclaimer: los hechos que a continuación aparecen son ficticios y cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Los miembros de Winner son personas que tienen libre albedrío, y estos son solo personajes con sus características físicas, o no.

Disfrútenlo, sin más, ¡a leer!

— ¿Entonces? —el moreno lo miró fijamente por largos minutos. El otro se mantuvo en silencio, mordiendo su labio inferior con nerviosismo.

—Yo… no creo estar listo —murmuró apenas separando los labios, en espera de que el otro no entendiera sus palabras. Pero lo escuchó y todo lo que pudo hacer fue suspirar sonoramente a propósito, solo para que el mayor lo escuchara.

—No te entiendo —dijo sonando molesto. Tenía calor y su pulso se había acelerado, porque de hecho si estaba molesto, más que eso, enojado, casi furioso. Mentiría si dijera que no se había emocionado cuando Jin Woo lo llamó esa tarde para pedirle una cita. “Estoy listo” había dicho y casi se había puesto a brincar y gritar de la felicidad como un niño porque llevaba mucho tiempo esperando a que esas palabras salieran de los labios del mayor, en realidad no sabía si se hubiera podido controlar como lo hizo de haberlo escuchado en persona. Afortunadamente solo era una llamada y él pudo esconder esa enorme sonrisa que le había atravesado el rostro. Es decir, hubiera sido más que vergonzoso que Jin Woo lo viera en ese estado, tan patético. ¿Quién más esperaría pacientemente durante… cuanto, tres años tal vez, solo para escuchar a alguien decir que se “sentía listo”?

Porque así era, Min Ho había estado esperándolo durante casi cuatro años sin hacer ningún comentario, sin presiones ni burlas ni nada por el estilo, sin enojarse cuando lo ilusionaba de esa manera para luego decirle que no estaba listo del todo. Hasta ese día, porque todo el mundo tenía un límite, incluso el siempre dulce Song Min Ho.

—Si no estabas listo, ¿por qué me llamaste? —le preguntó frunciendo el ceño—. Eres increíble. Después de cuatro años me sigues haciendo esto. Cuando me dijiste que querías que yo fuera el primero me sentí alagado, y cuando dijiste que querías esperar a estar listo lo entendí, no es fácil hacerlo por primera vez, yo lo sé. Lo que nunca voy a entender es porque juegas conmigo de este modo. Si no quieres hacerlo está bien, y si lo que no quieres es hacerlo conmigo también está bien, tengo amigos que te tratarían bien, sabes. Podría llamarlos-

— ¡No! —Jin Woo interrumpió su monólogo violentamente, sorprendiéndolo—. Quiero decir que no quiero que nadie más me lo haga además de ti —murmuró avergonzado—. Quiero hacerlo, pero me da miedo, ¿y qué si duele mucho? Muchas personas me han dicho que duele, incluso que sangran…

—Si sigues preguntándole a la gente lo que piensa nunca lo harás, esto tiene que ser tu decisión y de nadie más —reprendió—. Además, es diferente para cada persona. Hay quienes lloran, otros gritan y he visto incluso que algunos se ponen a reír histéricos —Jin Woo sonrió divertido—. Depende mucho de tu cuerpo, de tu estado emocional y de quien te lo haga.

El Kim lo miró a los ojos un momento, sosteniendo la respiración y le pareció extraño verlo sonreír tristemente, mordiéndose el labio inferior como hacia siempre que se sentía ansioso. Cualquier otro estaría molesto, incluso lo hubiera echado a patadas del lugar, pero no él, no Mino. Él estaba triste, incluso decepcionado y Jin Woo comprendió entonces que en verdad quería hacerlo y que quería que fuera Mino quien lo hiciera, al menos la primera vez.

—Hagámoslo —dijo sonriendo forzadamente, sonando más seguro de lo que en realidad se sentía, porque seguía teniendo miedo.

— ¿Qué? ¿Es en serio? No estaba tratando de presionarte ni nada-

—Lo sé, eres demasiado bueno para obligarme a hacer cualquier cosa. En serio quiero hacerlo. Lo quiero desde hace años —admitió sonrojado, consiguiendo una sonrisa tranquilizadora de parte del otro. Y eso era lo único que necesitaba.

—Vamos adentro entonces —dijo poniéndose de pie y dejándolo pasar primero. Jin Woo suspiró y sintió su corazón acelerarse dentro de su pecho a cada paso que daba. Y luego lo sintió detenerse al ver el mueble en medio de la habitación. Tragó saliva y le dio otro trago a la cerveza que Mino le había entregado apenas llegó, debió de haberla dejado atrás pero había olvidado que la tenía por los mismos nervios. El peliverde rio bajito al darse cuenta, por lo que tomó el envase, dejándolo a un lado.

El aire acondicionado estaba encendido pero él estaba sudando de pies a cabeza. Había mentido, no estaba listo, no estaba listo en absoluto, y probablemente si le decía a Mino que se había arrepentido lo dejaría ir diciendo algo como “está bien, otra vez será”, y le sonreiría para tranquilizarlo, aunque no lo lograra. Jin Woo lo conocía demasiado bien, porque luego de eso estaría deprimido y no le hablaría de la misma manera, alegando cansancio, trabajo o lo que fuera.

—Vamos —apremió poniendo una mano en su hombro para que se recostara. ¿En qué momento había regresado a su lado? Había estado yendo y viniendo de un lado a otro todo el rato que él estuvo parado bajo el marco de la puerta.

—Mi-Mino —murmuró avanzando lentamente.

— ¿Si?

—Ten cuidado —suplicó con un hilo de voz. El menor sonrió ampliamente, asintiendo.

—Confía en mí —dijo y todo lo que Jin Woo pudo responder fue una sonrisa que más bien era una mueca de preocupación.

Se recostó de la manera que Mino le indicó y lo sintió moverse detrás de él. Cerró los ojos y sostuvo la respiración una vez más.

— ¿Tienes frío? Puedo bajar el aire, si quieres.

—Estoy bien —negó.

—De acuerdo.

El peliverde tomó su lugar detrás de él y comenzó a tocar la piel de su espalda con suavidad, pacientemente sin apresurarse porque no había razón para hacerlo. Lo preparó lo mejor que pudo mientras le murmuraba palabras tranquilizadoras. Normalmente no le importaba lo que sintieran pero esta vez era diferente, era especial, era Jin Woo. Su Jin Woo.

Por su parte, el Kim no podía evitar estremecerse en su lugar cada vez que las amables manos de Mino hacían contacto con él, se sentían calientes y podía sentir el calor de su cuerpo cada vez que se inclinaba sobre su espalda para alcanzarlo, y su aliento acariciarlo cuando suspiraba o cuando le susurraba algo para tranquilizarlo.

—Aquí voy —anunció aunque no habría sido necesario, Jin Woo lo sabía desde que escuchó ese característico sonido. Mino no esperaba una respuesta de todos modos, se inclinó sobre él y comenzó a hacerlo.

—Ah…

— ¿Estás bien? —Mino se detuvo apenas lo escuchó gemir. Él sabía lo doloroso que podía ser.

—Si… continúa —pidió mirándolo por encima del hombro, tratando de sonreír.

—Bien, trata de relajarte —le pidió devolviéndole la sonrisa. Después obedeció.

—Ah-due-le… más de lo que… creía —comentó jadeando. Mino no respondió, demasiado concentrado en hacerlo lo menos doloroso posible.

Jin Woo respiraba fuerte y se mordía el labio para evitar gemir demasiado fuerte, aunque le era imposible mantenerse en completo silencio.

—Ah… Mi-no…

— ¿Qué ocurre? ¿Quieres que pare? —el mayor negó mientras sonreía, consiguiendo que Mino lo mirara confundido.

—Quería escucharte —respondió mientras una lágrima le bajaba lentamente por la mejilla.

El menor hubiera podido elegir hacer algún comentario estúpido sobre lo cursi que Jin Woo podía llegar a ser en ocasiones pero decidió que no era el momento, y que Jin Woo podía ser tan cursi como quisiera, al menos lo que durara ese momento.

—Ah —un nuevo gemido salió de sus labios y luego otro y otro, no pudo evitarlo, por más que quiso, como al principio. Se sentía más sensible ahora, después de casi media hora de que Mino estuviera haciendo lo suyo. También más cansado, con la cara caliente y el sudor recorriendo su pecho desnudo—. Ah… Mino…

Esta vez el menor no se detuvo, siguió moviéndose con maestría, admirando el cuerpo del otro con un brillo en los ojos que no había estado ahí en años. Ese era un momento especial, para ambos.

—Ah… ¿y-ya?

—Ya casi —respondió lamiéndose los labios. Mino estaba tan excitado que no se había dado cuenta de lo seca que tenía la boca, pero no podía detenerse, no ahora, ni siquiera aunque Jin Woo se lo pidiera, era demasiado tarde para eso.

Luego de un momento el peliverde se incorporó y volvió a mirar la piel desnuda del mayor. Había terminado y aunque no fuera a admitirlo, lo había disfrutado, es decir, no tenía nada de malo que lo hubiera hecho, pero no era su estilo. Nunca lo había hecho. Solo era trabajo, a fin de cuentas. Su trabajo.

Sin embargo, le gustara o no, Jin Woo no era solo un cliente, se había convertido en su amigo. Después de tantas veces de verse y de tener esas pláticas profundas sobre si hacerlo o no era difícil no haberle tomado un poco de cariño al muchacho. El que Seung Hoon los presentara en una fiesta también había influido, un poco. Los había dejado solos después de eso y Mino sintió curiosidad.

— ¿No le has dicho a nadie? —le preguntó haciéndolo sonrojar. El mayor negó.

—Tu… no…

—No diré nada, tranquilo —dijo sonriendo divertido cuando lo vio suspirar aliviado. Sus amigos conocían muy bien su trabajo y lo último que quería era que hicieran sentir incómodo a Jin Woo con sus estúpidas preguntas, sobretodo Seung Yoon, que podía ser especialmente molesto aun sin proponérselo.

Esa noche habían bailado y bebido y hablado como si se conocieran de antes, que lo hacían, aunque oficialmente para el resto de sus amigos esa era la primera vez que se conocían, logrando que todos comenzaran a molestarlos con la buena química que habían tenido y lo bien que se veían juntos. Con la mitad de los presentes alabando su trabajo y repitiéndole a Jin Woo lo bueno que era haciéndolo. Mientras Mino deseaba estar en cualquier parte menos esa estúpida fiesta, no era justo para Jin Woo, porque no sabía si esos halagos servirían para hacerlo sentir más seguro o para presionarlo a hacerlo con él.

—Mino —lo escuchó llamarlo un tanto desesperado. El menor sonrió divertido porque ya le habían advertido lo ansioso que podía llegar a ser Jin Woo.

—Ya terminé-

— ¿En serio? —Mino rio con más fuerza.

—Si.

—Quiero ver.

—Espera —le pidió tomando un par de fotografías con su teléfono móvil.

— ¿Estas tomando una foto?

—Ah-ha.

— ¿Por qué?

—Porque quiero que el mundo vea mi trabajo —respondió—. Creí que me habías encontrado gracias a mi Instagram…

—Sí, pero… si la subes todo el mundo va a saber que es mi tatuaje…

—Normalmente no pongo el nombre del cliente, pero si no quieres que la suba no lo haré —accedió retirándose la mascarilla del rostro. Jin Woo tardó un momento para responder—. Bien —asintió dando por hecho que era un no rotundo—. Ven a verlo —le dijo indicándole que se parara delante del espejo de cuerpo completo que tenía el estudio, mientras él sostenía uno más pequeño para que pudiera ver la tinta sobre su hombro derecho.

El corazón de Jin Woo se detuvo por un momento y una enorme sonrisa se formó en su rostro. Había dolido sí, pero también había valido por completo la pena. Mino era tan bueno como todo el mundo había dicho en aquella fiesta. Era incluso mejor.

Casi se desmaya esa noche cuando lo vio entrar en la casa de Seung Hoon y abrazarlo con camaradería. Había estado escondiendo su deseo por hacerse un tatuaje (con él) por casi un año y todo se iba a ir a la basura porque el estúpido de Seung Yoon lo había empujado hasta el par para presentarlos, porque según él, “había quedado flechado por Mino desde el momento en el que entró”.

Afortunadamente, o desafortunadamente, los invitados creían que ellos se llevaban bien solo porque se habían gustado uno al otro, eso no era del todo mentira, pero la razón principal por la que Jin Woo se sentía tan nervioso al lado del artista era porque tenía miedo de que dijera algo sobre el tatuaje que quería hacerse. Pero Mino era un profesional, Mino era su nombre artístico, pero era un profesional de igual manera, y le había prometido no decir nada a nadie, le había dicho que entendía lo que era no querer que nadie supiera el significado de tus tatuajes, o que te habías echo uno siquiera.

Después de eso la plática fluyó normal, como si fueran buenos amigos, que a esas alturas ya se podían considerar como tal. Gracias a sus constantes y repentinos cambios de decisión sobre tatuarse o no. Al menos Jin Woo ya lo hacía.

— ¿Y bien? —Jin Woo miró al peliverde a través del espejo y sonrió ampliamente.

—Puedes subirla —Mino lo miró frunciendo el ceño—, la fotografía, súbela, no me importa. Está tan bien hecho que sería un pecado no compartirlo con el mundo —dijo casi sin pensarlo, sintiéndose avergonzado dos segundos después. Normalmente no sería tan osado a la hora de hablar con alguien, mucho menos de alabar el trabajo de otro, pero estaba algo enamorado de ese tatuaje. Y no era como si pudiera evitarlo. Jin Woo le había pedido una cámara fotográfica pero nunca imaginó que Mino se lo tomara tan en serio y le plasmara una obra de arte en el cuerpo, literalmente.

Ahora, mientras seguía observando la imagen plasmada para siempre en su cuerpo y la radiante sonrisa que Mino le regalaba se arrepentía, un poco, de haberse tardado tanto tiempo en tomar la decisión de hacerse su primer tatuaje. Y lo mejor, había sido Mino quien lo había hecho, el mejor artista de todo Seúl.

Notas finales:

¿Qué tal? Aun no estoy segura de sí el título es bueno o no, pero esa es misery aka “la cero creativa para los títulos”, pero bueno, es lo que hay. En serio espero que les haya gustado. Cualquier cosa que quieran compartirme pueden dejarme un review, en serio, cualquiera.

Por cierto, si eres una persona que me ha leído de otro fandom por aquí te dejo un link para que vayas a leer un escrito de 1200 palabras con mis más patéticas y estúpidas excusas de porque dejé de escribir por acá por tanto tiempo. Tú también eres libre de dejar todo el odio que quieras por acá, me lo merezco, lo sé.

Y eso sería todo por ahora, los quiero. Smuak's.

 

misery_182


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