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Vive por Luka Trancy

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Notas del capitulo:

Ah, pensé que no iba a acabar nunca xD

Este cap. es demasiado largo para mi gusto~~

 

***** Los rayos del sol entraban aun con las cortinas cerradas de aquella habitación, un castaño se arremolinaba entre las cobijas, aun sin ganas de despertar para empezar ese nuevo día; no tenia escuela y Fury le había dado el día libre; mas a petición de sus padres que de él mismo. Pensaba seguir aun descansando en su cómoda y cálida cama hasta que sus ojos se negaron a permanecer cerrados por mas tiempo.   Sentándose al borde de la cama, estiro sus brazos para intentar desperezarse, la voz de la IA de su padre se escucho en poco, en su habitación.    -buenos días joven Peter, con todo mi código, le deseo un muy agradable cumpleaños   -jaja...buenos días JARVIS, gracias— una gran sonrisa adorno los labios del castaño después de escuchar su primera felicitación del día; esperando como cada año la carrera de sus padres por llegar antes a su habitación.    -no puede ser, de nuevo nos gano JARVIS, Tony, te dije que debíamos venir mas temprano —y ahí estaba el reclamo del rubio a su amante, mientras abrían la puerta de la habitación de Peter.   Hacia años que darle la primera felicitación del día a Peter se habían vuelto una competencia entre ellos y la IA, la cual siempre terminaba ganándoles a ambos dado que siempre le felicitaba apenas sentía al castaño despertarse.   -oye, no es mi culpa, es culpa de Peter por despertarse antes de que lleguemos.— refunfuño como siempre el pelinegro, antes de entrar a la habitación por completo.    -Papás— río un poco el castaño ante tal discusión que siempre ocurría cada cumpleaños.    -bueno, dejaremos eso para después— dando por terminada la discusión, el rubio se sentó al borde de la cama con un pastel en brazos, seguido del pelinegro — Feliz cumpleaños, Peter   -oye, ya 16; una maravillosa edad; ¿ya tienes un deseo en mente?— sentado a lado de Peter, Tony le había abrazado por los hombros, esperando a que el menor apagara las velas que el rubio se había encargado de encender.   -uhm...si— finalizo el castaño con una sonrisa justo antes de soplar las velas de su pastel.   -¿se puede comprar?— una mirada de reproche de Steve ante la pregunta de Anthony.   -¡Tony!—    -¿que? Solo quiero que a mi hijo no le falte nada ¿algún problema, capipaleta? ¿Te molesta que consienta a nuestro hijo en SU cumpleaños?— protesto el pelinegro mientras se escudaba abrazando a su hijo por los hombros con su brazo; un suspiro de resignación escapo de los labios del rubio, haciendo que la paciencia volviera a a su cuerpo.   -los deseos no se cuentan, ¿verdad Peter?— murmuro con una sonrisa al castaño quien asintió, ganadose un bufido de su padre pelinegro    -esa es la regla — el castaño con una sonrisa miro a Tony de reojo viendo como se cruzaba de brazos— pero no, no se puede comprar   -uhm...¿acaso pediste la luna, tener un planeta, el sol?...yo podría...— ante eso Peter no pudo reprimir la risa mientras que el rubio estaba a poco de jalarle de las orejas al millonario   -¡Tony!— levantándose de la cama después de ese pequeño regaño a su esposo— te esperamos abajo, no tardes demasiado o tu padre se comerá todo el pastel—  finalizo logrando que el mencionado se sintiera claramente ofendido.   Después de todo, eso solo había pasado una vez. Y POR ERROR. Claro, el nunca se hubiera terminado ese pastel de saber que era para su hijo.   -...solo fue una vez, ya supéralo Rogers— siguió refunfuñando mientras seguía a su rubio, con los brazos aun cruzados   -si, los veo abajo.—    ******   Después de cambiarse y arreglarse un poco frente al espejo, bajo al primer nivel donde sus padres le esperaban en la cocina, Steve preparaba lo que parecía ser un chocolate caliente, mientras que Tony sentado a la barra de la cocina, tomaba su café leyendo algunos documentos.   -hoy no tienes escuela, ¿saldrás a algún lado con tus amigos?— pregunto el Cap. animadamente, al ver al castaño sentarse a la barra de la cocina.   -no lo creo, todos tenían cosas que hacer; pero esta bien, pasare el día con ustedes y jugare un rato con el regalo de...— sus palabras se callaron abruptamente como si hubiera estado a punto de cometer el peor error en su vida, viendo de reojo a Tony se dio cuenta de que este le veía fijamente, esperando a que el menor terminara la oración    -vamos, dilo, yo se que quieres decirlo; lo decías de niño no te cohibas ahora. — murmuro el pelinegro con una sonrisa de lado, viendo la pelea mental que probablemente estaba teniendo el castaño.   -el regalo de...mamá— finalizo por fin, con algo de vergüenza; hacia bastante que había dejado de llamarle de esa manera a Tony, a menos que estuviera hablando con Steve sobre él, dado que sentía que al pelinegro le molestaba.   -si, creo que extrañaba eso...le da un toque interesante a mi existencia— suspiro mientras retornaba su vista a los documentos con una pequeña sonrisa.    -te queda muy bien, amor.— menciono el de mirada azulina, mientras servia rebanadas de pastel y un poco de chocolate a ambos y a él mismo— y hablando de regalos; creo que el mío te va gustar — al momento que dejaba lo que estaba haciendo e iba a buscar una caja de papel decorado y moño azul, guardada en lo mas alto de la alacena.   -Aja, intenta superar el mío, Cap— el pelinegro mantenía una sonrisa de orgullo mientras continuaba leyendo; o al menos fingía que lo hacia, porque claro que saber cual había sido el regalo de su pareja lo tenia muy intrigado.   De nuevo, eso se había vuelto como una competencia; mas para Tony que para Steve, el darle el mejor regalo a Peter, quien seguía pensando que el mejor regalo que podía tener era eso, tener a sus padres juntos a su lado; claro que en verdad le divertía ver ese tipo de situaciones entre ellos.   -no se trata de ver quien le da el mejor regalo, sino que Peter tenga un cumpleaños maravilloso— una sonrisa tranquila en los labios del rubio mientras le daba la caja a Peter, acariciando luego su cabellos castaños con cariño.   -eso dicen los perdedores— murmuro viendo de reojo al rubio; por alguna razón la sonrisa que este portaba no le agradaba en absoluto.   -eso es....no, no puede ser o...¿es enserio?...en verdad es....— la voz del menor atrajo la atención de los mayores; el rubio solo sonrió aun mas grande mientras el pelinegro arqueaba una ceja viendo como el castaño sacaba el regalo de la caja.   De aquella gran caja había sacado un par de "muñequeras" las cuales dado el tamaño, se ajustaban desde un poco mas abajo del codo hasta centímetros arriba de la muñeca; estos estaban pintados de acuerdo a los colores de su traje de superhéroe, y tras presionar un botón se desplegaba un escudo del diámetro del largo de las "muñequeras" nuevamente pintados de acuerdo a su traje.    Estos claramente permitían el movimiento de los brazos y el acomodo de sus lanzadores en las muñecas, no pesaban a su parecer, aunque dada su fuerza sobrehumana podrían pesarle a una persona normal.   Eso podría haber pasado como algo "normal" o "aburrido" para el pelinegro; de no ser por el material que el castaño pareció distinguir al momento.   -una aleación de vibranium y adamantium— sonrío el rubio al ver que en efecto su niño se había dado cuenta del material.   -¿que? Claro que no, eso no pude ser, la única muestra que existe es la de tu escudo; no juegues con sus sentimientos Rogers— levantándose abruptamente de su asiento, se acerco a donde el castaño, tomando una de las "muñequeras" dándose cuenta que en efecto ese era el mismo material que el del escudo del Cap.   -no estoy jugando, Anthony; ¿que crees que estuve haciendo en todo el tiempo libre que tenia en cada misión?— Peter estaba casi seguro de haber escuchado una pizca de superioridad y orgullo en la voz de Steve— Aunque debo admitir que recibí un poco de ayuda de Fury; eran gramos diminutos, casi como gotas de agua; recogidos en varias partes del mundo; y Banner también me ayudo para poder fabricarlo en base a mis diseños; porque todo superhéroe necesita algo que lo proteja ¿no es así, Peter? — concluyo su explicación dandole una sonrisa al de ojos chocolate.   -si, yo; muchísimas gracias papá.— suspiro mientras veía con alegría a Steve y de nuevo a su regalo, eso sin duda le serviría mucho cuando peleara con ladrones que portaran armas de fuego.   -¿quien es el perdedor ahora, Tony?— murmuro Steve al pelinegro quien se negó a verlo; ambos con los brazos cruzados.   -¿y tu? ¿Donde quedo todo eso de amor, paz y buenos deseos? — volteando finalmente hacia su esposo lo encaro, con lo que el rubio fácilmente podría tomar como un berrinche, sacando una risa a este.   -discúlpeme señor orgullo—    -sigue molestando y dormirás en el sofá por una semana, Steve.— entrecerrando los ojos con seriedad, miro detenidamente a la mirada azulina que le miraba con diversión.    Claro, quien no se divertiría cuando le das una cucharada de su propia medicina al orgulloso y engreído Tony Stark.   -sus regalos, los de ambos, han sido maravillosos, ustedes son los mejores padres del mundo.— llamo la atención de ambos hombres el menor quien los miraba con una gran sonrisa en su rostro; él amaba a su familia con todo su corazón— gracias por ser mis padres   Los regalos eran lo de menos; tener unos padres tan maravillosos y una familia tan grande y hermosa, era lo mejor que le había pasado después de haber sido abandonado. Peter lo tenia muy en claro y lo agradecía cada día de su vida.    Sabia que de no ser por esos hombres, su vida seria completamente diferente e incluso, tal vez, no habría salido con vida de las calles.   -gracias a ti, Peter, eres un hijo maravilloso—murmuro el rubio mientras se acercaba a abrazar a su pequeño.   -el mejor hijo que cualquiera podría desear— concluyo el pelinegro uniéndose a esa muestra de cariño hacia el castaño.   -salgamos a comer, como antes ¿podemos?— hablo rapidamente el menor, mientras volteaba su rostro hacia arriba para ver a los ojos de sus padres.   -yo no tengo planes en absoluto— Steve con una sonrisa mientras pasaba su mirada hacia su esposo.   -supongo que el mundo puede esperar un día— Tony con una tenue sonrisa.   ******* Tras arreglarse un poco y terminar de desayunar los tres salieron, intentando no llamar mucho la atención, claro que eso no funcionaba del todo cuando sus rostros eran sumamente conocidos y manejaban uno de los tantos ostentosos autos del pelinegro.   Una parada en el cine para ver una película de terror a petición de Tony y Peter; la cual termino con un bote de palomitas tamaño extra grande y prácticamente un asalto a la dulcería del lugar.    Saliendo de ahí decidieron pasar a comer algo a un restaurante familiar y nada lujoso; en el que el Cap. termino preguntándose que clase de estómagos tenían esos dos que soportaban una bomba de azúcar y aun así tenían hambre.   Una tarde entera paseando por Central Park, con sus padres firmando autógrafos a fanáticos que llegaban a encontrarse en el camino, platicando de la vida, la escuela, sus misiones, recuerdos de la niñez y todo cosa que quisieran platicar sin preocuparse mucho por el tiempo o las personas que les miraban pasar.    Pronto el sol se había ocultado y era hora de volver a casa; el camino de regreso fue en un cálido silencio; caminando hacia el elevador de la torre el pequeño castaño recordó que aun no les había dicho a sus padres acerca del nuevo amigo que había hecho hace dos semanas y de su forma de ser tan peculiar.    Estaba apunto de mencionarlo cuando las puertas del elevador se abrieron, dejando ver a una gran multitud reunida en la sala del lugar.    Con globos adornando y un cartel de feliz cumpleaños, los vengadores gritaron con alegría en cuanto en castaño los vio.    -¡¡SORPRESA!!   -¿que...es todo esto?— Peter había volteado confundido hacia sus padres, no entendía muy bien que había pasado, es decir ¿cuando habían organizado todo eso?   -se llaman fiestas sorpresas, hijo— murmuro Tony burlonamente ganándose un codazo de su amante rubio   -muy graciosito, Tony....es tu fiesta de cumpleaños, Peter, todos querían festejar tus 16 años, no pudimos decirles que no.— menciono un poco preocupado de que el castaño rechazara todo eso al no gustarle las fiestas, cosa que no ocurrió, al contrario, una tenue sonrisa apareció en los labios del menor   -no, no, es decir, esta bien, no me molesta, es...ustedes son lo mejor.— murmuro con la mirada baja y una sonrisa, volteando luego hacia donde todos, acercándose a ellos para recibir los calurosos abrazos y felicitaciones de todas las personas que le habían visto crecer y que tanto lo habían ayudado y apoyado en mas de una ocasión.      **** Habían pasado algunas horas desde que la fiesta había dado inicio, ahora la mayoría se encontraba platicando en grupos pequeños, mientras la música se escuchaba de fondo; agradeciendo la falta de atención de todos, el castaño subió hasta su cuarto, era casi la hora que el mercenario le había citado.   Cambiando su ropa por su traje con rapidez camino hacia la ventana, abriéndola y poniendo un pie en el marco dispuesto a salir.   -¿Peter? ¿A donde vas?— de entre todas las personas de la fiesta, había sido su padre azabache quien se encontraba en el marco de la puerta, bastante sorprendido por la escena que estaba presenciando   -ah...yo, saldré un momento— quería decirle a donde iba, pero eso le tomaría mas tiempo y ciertamente aun no encontraba las palabras para explicarse.   -pero Pet, es tu cumpleaños, déjale la vigilancia a alguien mas.—con los brazos cruzados y una mirada seria veía al menor dudar aun en el marco de la ventana.   -lo prometo, solo será un momento.— aunque de favor, el tono que había usado era mas de suplica; un suspiro resignado salió de los labios del mayor antes de responderle    -tienes veinte minutos hasta que todos empiecen a notar tu ausencia— fue lo único que dijo; al parecer su hijo nunca cambiaría y siempre antepondría su trabajo de héroe antes de sus diversiones o eso era lo que Tony pensaba.   -gracias, pa, te quiero— aliviadamente para sus adentros agradecía que su padre lo hubiera comprendido y no le hubiera pedido explicaciones; tal vez Steve tenia razón cuando decía que Tony lo consentía demasiado.   -si, yo también te quiero, ahora termina rápido y vuelve para partir el pastel que trajo Nat.— fue lo ultimo que dijo antes de tomar la perilla de la puerta para cerrarla tras de si, seria todo un logro evitar que su rubio capi paleta fue a buscar a Peter a su cuarto.   -lo hare~— dijo sabiendo que su padre lo escucharía, antes de salir por la ventana.   *****   Balanceándose de edificio en edificio llego hasta el lugar donde Wilson lo había citado, caminando por aquella azotea buscaba con la mirada al mercenario, aunque con tanta oscuridad aquello le costaba un poco de trabajo.   -...¿Wade? — espero un momento a escuchar una respuesta, pero nada—Wade...— hablo de nuevo al aire sin escuchar ninguna respuesta, un suspiro de....¿decepción?...salió de sus labios—...supongo que...no pudo llegar.— con la mirada baja, comenzó a hacerse a la idea de que tal vez la misión del mercenario se había alargado; contemplando la idea de irse del lugar, sintió como unas manos le tapaban los ojos.   -¿que tiene ocho patas, trepa por los muros, deja telarañas por todos lados y es el amistoso vecino de las personas?— una sonrisa apareció en el rostro de Peter tras escuchar aquella voz que reconocía muy bien.   -jajaja...¿yo?— quitando las manos del mercenario de sus ojos, se dio la vuelta para verlo; con las manos tras su espalda, negaba suavemente con la cabeza a la respuesta que el menor le había dado.   -muy mal Spidey, respuesta incorrecta. Tu no tienes ocho patas — tras decir eso, saco lo que tenia en sus manos tras su espalda, depositando aquel regalo en las manos del castaño— ah...tuve una discusión con blanca por esto, ella decía que tu no eres una chica para recibir peluches, pero yo pensé que te gustaría....ya sabes, arañas....el hombre araña...   Ahí, justo en las manos de Peter se hallaba un peluche notablemente grande que ocupaba sus dos brazos, de una araña negra, bastante esponjosa con solo dos ojos rojos, dandole una apariencia bastante adorable, y no obstante eso, donde seria el "cuello" de aquella araña estaba atada una pequeña capa roja en la que se podía apreciar el logo de Spider-man.    Y por supuesto un gran moño rojo reposaba en la cabeza del peluche.   -esta hermosa;  me encanta, muchísimas gracias— las palabras habían salido realmente fluidas de su boca, mientras sus brazos apretaban al peluche contra si, con gran alegría.   [ves, te dijimos que le gustaría -3-]   (Solo esta siendo amable, no se emocionen)   -¿es verdad que solo estas siendo amable?— un poco de miedo se había logrado escuchar en su voz tras su mascara, a lo que el menor río un poco negando levemente con la cabeza.   -no, en verdad me ha gustado; un peluche de araña no es algo que se encuentre muy fácilmente, y yo amo las arañas.— su sonrisa se había hecho aun mas grande mientras mantenía al peluche apretado contra si.   -oh, oh, oh, pero mira mas detalladamente Spidey, no es solo un peluche de araña cualquiera; ¡tiene una capa!— resalto el mayor señalando la capa roja con el logo; cual niño pequeño.   (¿Y eso que? e_e)   -¡todo superhéroe ama las capas! Y~ tiene nuestra firma— finalizo con un raro entusiasmo, ganándose una mirada de confusión del menor.   -¿tu firma? —ladeando su cabeza, soltó un poco al peluche para verlo mas detenidamente.   -aqui, ¿la ves? Para que siempre te acuerdes de mi  — acercándose a Peter poniéndose a un lado de él le señalo la parte de abajo donde seria el "estomago" de la araña, y en efecto, cual peluche de osito, ahí estaba el logo de Deadpool bordado; en verdad esperaba que su arañita no le preguntara de donde había salido porque no era una historia muy grata de contar.   -gracias Wade; en verdad me gustaría quedarme mas tiempo , pero mis padres...— un poco desanimado había bajado la mirada.   -solo dame cinco minutos mas, te tengo otra sorpresa— y tomando la mano del superhéroe lo jalo hasta donde su mochila de Hello kitty le esperaba   -¿Otra? no tenias porque...— viendo como el mercenario se agachaba y comenzaba a sacar cosas de su mochila, entre ellas, balas, armas, granadas, un patito de goma, cuchillos, y muchas cosas mas.   -oye, no me has pateado el trasero y te has tomado el tiempo de escucharme; ademas, prometí sorprenderte, claro que no es algo tan fabuloso como tenerme a mi de amigo, por supuesto— murmuro con lo que bien podría ser una resplandeciente sonrisa de no ser porque la mascara le cubría, finalmente después de rebuscar entre sus cosas, saco una caja de madera.   -¿que es?— tras ponerse de pie, Wilson volteo hacia Peter dandole aquella pequeña caja de madera que fácilmente podría pasar como un alhajero.   -esto— el castaño había tomado aquella caja abriéndola despacio, se encontró con muchas figuras de chocolate; cada una de esas pequeñas figuras era uno de los vengadores, inclusive había una figura del mismo mercenario— se supone que es información confidencial pero solo diré que la persona para la que trabaje era un artista del chocolate.....y del lavado de dinero, pero eso es otra historia. — murmuro a su oído, estando a un lado del arácnido   Tras cerrar la caja, no dudo en voltear había donde el mayor dandole un gran abrazo; para el cual había tenido que pararse de puntillas —Gracias...en verdad...—    ****** Hacia menos de cinco minutos que había llegado a la torre, entrando a su habitación con cautela, puso los regalos que Wade le había dado sobre su cama; quitándose su mascara en el proceso.    La voz de su padre tras la puerta se dejo escuchar.   -¿Peter? ¿Ya volviste?— tomando la ropa que tenía puesta antes de salir comenzó a cambiarse lo mas rápido que podía.   -si, voy en un momento— respondió aun peleándose con el pantalón, intentando ponerse una sudadera al mismo tiempo.   -te esperamos abajo, hijo.— fue lo último que oyó de su padre antes de escuchar los pasos de este alejándose.   ****** Había bajado de nuevo con sus invitados, quienes le recibieron con alegría.   Lo primero que le habían pedido era que abriera los regalos que le habían traído, cada regalo único así como la persona que se lo estaba dando; entre ellos resaltaba el libro de hechizos antiguos que su tio favorito se había encargado de obsequiarle, traído directamente de la biblioteca privada del palacio de Asgard.    Tras un sermón de Steve acerca del porque no debía de obsequiarle cosas tan "peligrosas" a su hijo; el apoyo de Tony a Loki acerca de que esos regalos no eran tan peligrosos como salir de noche a patrullar las tan peligrosas calles de Manhattan y el agradecimiento de Peter a Loki, diciendo a sus padres que no lo utilizaría en la practica hasta ser mas grande; la velada continuo.   Partir el pastel, bailar, cantar la tan conocida canción de cumpleaños, fueron de las ultimas cosas que se vieron esa noche; con gran cansancio y alegría los vengadores se fueron a sus respectivos pisos, dejando a esos tres en silencio.   Con bolsas en las manos, los tres limpiaban las cosas que habían quedado regadas, que aunque no eran muchas, seria peligroso dejarlas tiradas.   -muchas gracias por hoy— el chico de ojos chocolate, acomodaba con tranquilidad las almohadas de los sofás.   -no es necesario que agradezcas Peter, ya es algo tarde ¿por que no vas a dormir?— menciono Steve mientras se acercaba a él tomándolo por el hombro.    -pero quería ayudarles a recoger —murmuro el menor, volteando hacia sus dos padres, viendo como ambos negaban con sonrisas en sus rostros.   -no hace falta, ya casi terminamos y tu tienes escuela mañana— fue lo que el hombre de barba dijo.   -esta bien, buenas noches— tras un bostezo accedió a lo que sus padres le decían, tomando rumbo a su habitación.    -descansa Pet— fue lo ultimo que escucho al entrar a su habitación, cerrando la puerta a su espalda.   Tras haberse cambiado de ropa acomodo la caja de madera con los chocolates que Wade le había dado sobre el mueble a lado de su cama; recostándose bajo las cobijas, jalo el esponjoso peluche de araña que acababa de recibir hacia si, escuchando el sonido de un papel tras el bordado del peluche.   -¿que es...?— mirando mas de cerca noto que ese bordado era una diminuta bolsa, la cual tenia dentro un papelito muy bien doblado.    Desdoblándola, leyó el contenido, al momento que en sus labios aparecía una gran sonrisa; doblando de nuevo aquel papel lo dejo bajo la caja de madera, volviendo a acomodarse abrazando su peluche con una cálida sonrisa.   "Llámame cuando gustes.  Feliz cumpleaños Baby boy.   Wade."                      

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