-“Hola”
-“¿Quién eres?”
-“¿Acaso borraste mi número o ya me has olvidado tan rápido?”
-“Tú fuiste el que dejó en claro que no quería saber nada más de mí”
-“Entonces sí sabes quién soy J”
-“¿Qué quieres Naruto?”
-“Han pasado seis meses…”
-“¿Y?”
-“Te extraño” – En cuanto Sasuke leyó el mensaje de texto cayó a su cama de golpe. Como bien lo había dicho Naruto, yacía medio año desde aquella última vez que habían platicado, o dónde mejor dicho, donde el rubio había terminado su relación con él de una forma bastante cruel. Y ahora de la nada le mandaba un mensaje cómo ese ¿qué pretendía en realidad?
El corazón de Sasuke latía con rudeza, podía escuchar el rítmico sonido en ambos oídos, su cara de perturbación se reflejaba en la pantalla del teléfono y movía sus dedos de forma grácil, pensando que debería de contestar ante eso. Más aun, ¿cómo se sentía ahora? Era como si le hubieran dado un golpe de adrenalina; pero no debía ilusionarse, probablemente sería una jugada sucia o una broma de pésimo gusto-
-“¿Y? tú decidiste terminar la relación, no yo. Sé responsable con tus actos” –Tragó saliva cuando vio que el mensaje ya había sido entregado; pero necesitaba saber de qué se trataba ese repentino acercamiento-
-“Sasuke L ¿podemos hablar?” –en cuanto lo leyó, sintió su ira recorrer su cuerpo. En verdad que Naruto no tenía vergüenza-
-“Tú mismo dijiste que no había más que hablar”- escribió a secas. Y aunque algo en el fondo de su corazón le dolía mucho, sabía que en el momento en el que cediera, sería malo para él-
-“Mira, odio hablar de estas cosas por teléfono y más por estúpidos mensajes de texto. Hay muchas cosas que debo decirte. Sé que me comporte como un idiota, pero tal vez hay cosas que necesitas saber”
-Sasuke frunció el ceño, ¿de qué iba todo eso? Odiosamente le causó mucha intriga. Se mordió el labio, tal vez no estaba cediendo, solo estaba siendo amable- “espero que no me hagas perder mi tiempo”
-“Puedo verte pasado mañana. Sé que mañana estarás ocupado todo el día con tu demostración gastronómica”
-¿Cómo demonios lo sabe? –Pensó- “Ok, DMH*”
-“Te veo ahí entonces”-Sasuke se quedó cerca de media hora leyendo nuevamente toda la conversación, suspiró y decidió seguir con su vida; mientras no le afectara tanto, estaría bien-
[*]
-Vaya, al fin una cara agradable –murmuró Sasuke al ver a su amiga entrar al establecimiento- ¿cómo has estado? –Con una ligera sonrisa y un caminar imponente se acercó a saludarla- hace tiempo que no te veía, ¿has estado ocupada en la oficina?
-Algo así –la chica de cabello rubio y ojos azules le correspondía el saludo con mucho cariño- ha habido algunos problemas que me han traído algo preocupada, pero nada que no se solucione –la joven le dedicaba una sonrisa alegre- pero ¿y tú?
-Antes que todo, por favor toma asiento –el joven la invitaba a una de las mesas-
-No es necesario Sasuke, estás trabajando, no quiero que –la chica se veía interrumpida una vez que el chico se encargó de cerrar con llave la puerta y colocar el anuncio de cerrado- oficialmente en estos momentos no estoy trabajando, así que adelante –el moreno le ayudaba a sentarse con delicadeza, mientras se dirigía a la parte trasera para traer el café y algún bocadillo- vaya –suspiraba con tranquilidad- siempre eres tan caballeroso ¿verdad? –Lo miraba mientras servía las cosas- eres tan bueno –le dedicaba un gesto amable- ¿seguro que no te quito tiempo?
-En lo absoluto querida –Sasuke se sentaba delante de ella- ¿de qué quieres platicar hoy?
-Bueno, en realidad hoy no vengo exactamente por mí –la chica jugaba un poco con la pequeña taza de porcelana frente a ella; estaba algo nerviosa- vengo por ti –en cuanto miró a Sasuke, notó que este se tensó un poco, sin embargo intentó ocultarlo-
-Vaya, eso es nuevo –el joven intentaba sonreír aunque fuera un poco- ¿acaso me veo tan mal? –Le preguntó como si se tratase de una broma-
-Claro que no –Ino intentaba reírse también, aunque ambos sabían que era verdad- simplemente me gustaría que hoy fueras el foco de atención; es decir, siempre estás escuchándome, y cada vez que tengo una ruptura amorosa o me pasa cualquier tontería, tú estás ahí para mí –la rubia tomaba la mano del chico con fuerza, brindándole su apoyo- hace mucho que no hablas acerca de cómo te sientes y tú si has pasado por cosas verdaderamente complicadas –Sasuke desviaba la mirada con algo de incomodidad, ya sabía lo que significaba tener ese tipo de conversación con ella- así que hoy, quisiera escuchar de ti, lo que tengas que decir, por favor…
-¿Qué quieres saber exactamente? –La miró con algo de frialdad, pero Ino ya estaba acostumbrada a esos cambios de humor, mucho más si se trataba de tocar esa clase de temas-
-Bueno –sin mirarlo a la cara, preguntó- ¿sigue viniendo?
-Sí –contestó a secas-
-¿Cada cuánto?
-Diario –de nuevo ese tono que la congelaba. Sasuke no tenía la culpa de nada; solo tal vez de dejar que Naruto siguiera manejando su vida de ese modo, pero ¿quién es ella para decirle que está bien o no?
A pesar de ello, Ino se preguntaba lo mismo que el moreno, ¿para qué tomarse la molestia? ¿Por qué no dejan en paz a Sasuke de una vez por todas? El daño lo hicieron hace mucho, ¿para qué seguir atormentándolo?-
-Eso sí es no tener nada que hacer –la chica intentaba relajar un poco el ambiente, pero Sasuke la interrumpió de golpe-
-Va a casarse –la joven casi escupe el café que recién había tomado- Eso no puede ser posible –tenía los ojos abiertos de par en par- pero, no, es que… ¿con la perra rosa?
-Querrás decir, la cerda-rosa –apenas sonreía de manera burlona, pero en sus ojos podía notarse su tristeza- sí. Va a casarse con ella
-Ten por seguro que se divorciarán al mes y después se separarán y serán infelices el resto de su vida y…
-Naruto me pidió que haga su banquete… –en esta ocasión él era el interrumpido-
-¡¿Estás de broma verdad?¡ -Exclamó totalmente sorprendida y probablemente enojada. ¿Cómo se atrevía ese maldito infeliz a pedirle algo como eso?- ¿quién se cree para hacerte esto? ¡Dios¡ -era un hecho, Ino estaba enojada ante la mirada sin emoción de Sasuke- por supuesto que le dijiste que no ¿cierto? –Debido al silencio del chico, la rubia se sentía aún más impotente y el coraje arder en sus entrañas- ¡No¡ tú no puedes estar pensando en hacer eso, tú…
-Dijo que me dará el dinero suficiente para marcharme de aquí
-Sasuke –le hablaba molesta- ¿estás escuchándote? Tú no puedes recibir nada que venga de él ¿no ves que está humillándote de nuevo?
-Sabes que todo este tiempo no he hecho más que ahorrar dinero para poder irme Ino. Sí lo hago, sería lo último para al fin deshacerme de él
-No puedo creer que consideres esto una opción –azotaba ambas manos en la mesa- tú mejor que nadie sabe que si lo haces, será un error muy grande en tu vida. Sasuke, por favor, dime que te das cuenta que esto es una locura
-Ino –murmuraba-
-¿No ves que está engañándote de nuevo? ¿Y si tiene un nuevo plan maquiavélico para destruirte o hacerte daño? Ese tipo y su asquerosa novia son un par de sádicos enfermos que gozan viéndote sufrir –la chica se acercaba a él e hincándose, le rogaba para que entrar en razón- esto es una trampa, y lo sabes. Sé que en el fondo lo sabes. ¿Por qué sigues aferrándote a alguien que no te quiere Sasuke?
-No es por eso –el chico retiraba las manos de la joven para levantarse y darle la espalda-
-¿Entonces por qué? ¿Por el dinero? Por favor Sasuke, a mí no me engañas; no trates de engañarte a ti mismo. Naruto y Sakura han hecho demasiado contigo… cualquier persona aun sin un centavo se hubiera ido y tú decidiste quedarte.
Además tú problema no tiene que ver con el dinero, si quisieras y en verdad estuvieras desesperado por irte ya le hubieras llamado a Itachi
-No los metas en esto –contestaba ligeramente exaltado-
-Los meto porque son tu familia y porque si en verdad quisieras irte, simplemente ya lo hubieras hecho –decía esto último de una forma muy seria- seamos francos… tú sigues aquí porque todavía lo quieres
-Eso no es verdad –se giraba a verla con un poco de enojo en su rostro- no vuelvas a decir eso. Yo jamás podría querer de nuevo a ese idiota
-¿Entonces por qué te castigas de este modo? –Ino lo miraba desesperada- ¿Por qué insistes en seguir jugando su juego? ¿Por qué parece que te gusta que Naruto te haga sufrir? ¿Te sientes tan mal como para pensar que te mereces esto? –Sasuke solo miraba hacia otro lado sin decir nada; Ino se sentía tan impotente de no poder ayudarlo. Verlo tan destruido y no poder hacer nada porque él no quiere ser salvado… era como sentirse enferma- dime algo por favor –murmuró-
-No espero que trates de entenderlo –el chico estaba serio, sin inmutarse a pesar del alboroto- quiero regresarles un poco de lo que me han dado –susurró-
-De acuerdo –espetó Ino- si quieres autodestruirte no me meteré en ello, pero tampoco me quedaré a ver como lo haces –le dedicaba una mirada de furia- si aceptaras que aún lo quieres, sería mucho más fácil ayudarte –de mala gana, la chica tomó su bolso y con todo el dolor de su corazón decidió marcharse de la tienda. Dejaría que Sasuke meditara la discusión por algunos días y después regresaría a ver cómo estaba; siempre era así, siempre funcionaban de ese modo; a pesar de ello, estaría al tanto de él como ya era costumbre-
-El verdadero problema, es que acepto que sigo amándolo –habló en voz alta para sí.
Y el resto de la tarde siguió normal para él. Al día siguiente, le fijaría el precio a Naruto- Solo una vez más, para poder estar cerca de él. Una vez más –pensó-
*Donde siempre, misma hora.