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Celoso cachorro... #1 Os: Yoonmin por NUCITABts

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Primero fue con la sobrina de la curandera de la manada, luego con la doctora que le revisaría sus colmillitos y después con todas las personas del Centro comercial que caminaban a su alrededor. Hasta cierto punto le daba gracia, su cachorrito se veía tierno gruñendo y comportándose posesivo con él; cualquier persona que se le acercaba a más de dos metros era sorprendida u espantada por el pequeño omega que tomaba su mano, estando a la defensiva: el rubiecito gruñía y enseñaba los dientes con colmillitos en crecimiento. 




El alfa pelinegro era suyo y de nadie más, sólo más que él tenía el derecho de tocarlo o de mirarlo por mucho tiempo. Lo sentía completamente de su propiedad y si alguien se atrevía a negárselo, clavaría sus colmillos en la mano de cualquiera.



Sintiendo el aire acondicionado provenir de las tiendas y el olor a nuevo inundar su narisita, Jimin movió las orejitas castañas hacia arriba con emoción cuando su alfa le miró con una sonrisa. 




-¿Quieres ropa nueva, Jiminie? -le preguntó y sus orejitas bailaron sintiendo quizás demasiada emoción por la sola mención de ir a comprar prendas nuevas para él. Le gustaba que su alfa hyung le consintiera. 




-¿Ropa nueva para Minie? -se alucinó con los ojos brillosos, acurrucando su pequeño cuerpo al de su alfa. 




-Sí. ¿O quieres que primero vayamos por un helado? 




-¡No! -frunció el ceño, formando puños con la tela del pantalón de su hyung- Minie quiere ropa nueva. 






Yoongi rió y le acarició la cabellera rubia con cariño. Tomó su mano pequeña de nuevo en un agarre más afianzado y caminaron unas tiendas más adelante antes de adentrarse a una de ropa exclusivamente para niños. Era noviembre y se acercaba el invierno, así que fueron hacia la sección de suéteres y monos cálidos infantiles. 




El pequeño rubio miraba todo con ojos embobados, Yoongi podía ver a su espíritu lobo mover la colita de aquí, allá, contento. 





Fue entonces cuando el cachorro emitió un gruñido bajo, de esos que soltaban ellos para cuando se preparan para atacar a una presa. Se soltó de la mano de Yoongi, se agazapó como un canino, apoyándose ligeramente en sus pies y sin que pudiera evitarlo el alfa, Jimin saltó sobre un maniquí para darle mordidas en el cuello, sacando sus colmillitos para causarle pequeñas heridas. 




-¿Pero qué mierda? -exclamó el mayor con incredulidad, bastante sorprendido. 




-¡Mi maniquí! -chilló la dependienta echando carrera hacia ellos- ¡Lo está arruinado todo! -lloriqueó histérica, viendo como el infante despedazaba una parte de la capucha de la chamarra. 

-Joder, qué desastre. Lo lamento mucho, apenas es un crío -trató de justificarse el pelinegro cuando la mujer llegó a su lado.




Entonces, como Jimin no veía que le hacía algún daño a la chiquilla pálida con carne muy dura para sus dientes jóvenes que se atrevió a mirar de más a su hyung, sus ojos se enfocaron lobunos hacia la mujer que le miraba horrorizada. La cercanía de ella y de su alfa le hizo quejarse con abandono y entonces fue cuando corrió hacia Yoongi para pararse delante de él y mostrarle su lugar a la señora; lejos de su alfa. Soltando su aroma a omega para cubrir completamente a su alfa, le clavó cuchillas con los ojos a la mujer.


Marcaba territorio de una forma adorable.



-Jiminie, ven aquí -ordenó con voz de mando el pelinegro. 



Al escuchar su tono enojado, las orejitas castañas del cachorro se entristecieron y bajaron su ánimo. Con ojos lastimeros, se volvió hacia su hyung, de vez en cuando vigilando que la mujer atrás suyo no se acercara demasiado a Yoongi. 




–A-alfa... –musitó y con un saltito logró hacer que Yoongi lo alzara y lo cogiera entre sus brazos. Automáticamente escondió su rostro en el cuello adulto, olfateando su aroma y restregando la nariz en él posesivamente.




-Lamento todo éste alboroto, mi cachorro aún es joven y no se controla -escuchó que su alfa le decía a la dependienta del lugar. 



La mujer, esbelta y de cabellos azabaches suspiró resignada, compadeciendo al mayor ante su situación. Alisó su camisa de uniforme y le dedicó una mirada de ceño fruncido al otro alfa. 




-Sí, ya veo, no reconoció que yo también soy una alfa y destruyó mi maniquí -se lamentó internamente, teniendo paciencia-. Vale, no importa, tengo un hijo de su edad que está igual. No se despega por nada del mundo de su hermano mayor; par de cachorros posesivos -gruñó refiriéndose a su hijo y al rubio en los brazos del alfa pelinegro. 


-¿Por qué hiciste eso, Jiminie? -le murmuró íntimamente Yoongi en voz baja, exigiendo una respuesta que no tardó en llegar.



-Esa cosa no paraba de mirarte, hyung, le enseñé mis colmillitos para que se asustara pero no me hizo caso. ¡Alfa es sólo mío!

-Cachorro, era sólo utilería de la tienda. 

Por un momento el rubiecito salió del. cuello de Yoongi y le miró ladeando la cabeza, manteniendo una de sus orejas bajas. 

-No sé qué es eso, hyung -arrugó el valle entre sus cejas y volvió a poseer el cuello níveo y suave del mayor.


-Olvídalo, cuando seas más grande sabrás lo que es. 


Mientras los adultos hablaban, Jiminie sólo deseaba que se fueran pronto de ahí, ya no quería ropa: quería comida y su estómago hacía ruiditos raros que le avergonzaban.


-En serio, disculpe el alboroto -le decía el mayor a la dependienta, regalándole una sonrisa de labios dientes blancos por cortesía. Haciendo una mueca similar a esa, ajustó más al omega a su cuerpo mientras éste permanecía aferrado a su cuello como un koala-. Le pagaré todo y nos llevaremos la ropa en el maniquí. Venga, chiquillo, es hora de que te disculpes con la señora. 



-No -soltó enfurruñado y orgulloso.


-No seas un malcriado y disculpáte con la señora -espetó. 



La mujer se sonrojó, algo avergonzada por ése acto y trató de pararlo.


-No es necesario, lo entiendo, es natural en las crías. De verdad no hay problema, es suficiente con que me compren las ropas y no se vayan sin hacer nada. 



Pero a Yoongi no le pareció justo.



-Él va a pedirte disculpas, y si no lo hace que se olvide de que le voy a comprar un helado. 




Al instante el pequeño sacó su cabecita de si escondite y le frunció el ceño a su alfa con un mohín molesto.



-¿Minie no comerá helado? 


-No. 


-¡Por qué! -gritó en queja.


-Sabes lo que tienes que hacer, Jiminie -ésta vez su Yoongi le había hablado dulcemente, su corazón se aceleró y se removió en los brazos adultos para que lo bajara.



-¿Señora? -le llamó Jimin con voz tímida, sus cachetes rellenos ruborizados- Lamento ser un mal niño y faltarle el respeto. 



-Aww, no importa, cariño -la señora se agachó a su altura y le apachucó las almohadillas en sus mejillas-. ¿Cuántos años tienes? 



-Eh... -miró a su alfa nervioso y éste asintió viendo la escena, dándole confianza. El rubicieto elevó cinco dedos y después le sumó dos con su otra mano- Minie tiene éste y esto.


-¡Oh! Siete años -gritó sorprendida la dependienta. Las orejitas del cachorro se movieron curiosas- Tienes la misma edad que mi bebé. Se llama Taehyung. 



-¿K-kim? -preguntó ladeando la cabeza... la mujer asintió y entonces el menor sonrió- ¡Amiguito Taegun! Alfa, Taegun mi amigo -con felicidad corrió hacia su alfa y escondió su cara entre sus piernas, aferrándose a éstas antes de que Yoongi volviera a cogerlos en sus brazos. 

-¿Taehyung y tú son amigos, Minie?

-¡Sí! -le respondió a su alfa.


El mayor le sonrió con ternura y le clavó un beso cariñoso en su pequeña narisita. 

 

-Gracias por todo, pagaré la ropa y nos iremos -informó viendo en dirección hacia la mujer-... señora... 



-Yoolih, Kim Yoolih.


-Ok, señora Yoolih, de nuevo gracias por todo.




[...]

 

 

Con una bolsa en la mano con la marca de la tienda y la otra sosteniendo a su cachorro, salieron del establecimiento y se encaminaron hacia el último piso del centro, subiendo por las escaleras eléctricas hasta llegar. Yoongi vio oportuno una cafetería a lo lejos y caminó hacia ella, viendo en la tabla de menú sobre el mostrador un sinfín de postres y combos de comida chatarra. 


-¿Quieres una hamburguesa y papitas fritas, Jiminie? 



-¡Y salsa! -exclamó llamando la atención de las demás personas. 



-A la orden, señor -le dijo la chica que atendía con una una gorra negra, una camisa blanca manga corta, un delantal vinotinto y unos pantalones negros como uniforme. Él le sonrió, no parecía de más de diecinueve años.



-Grrr, m-mío, alfa -escuchó de Jimin. 


Yoongi rió a carcajadas y enternecido, le dio un pequeño pico fraternal en la boca al pequeño celoso. 


-Tú no aprendes, enano posesivo. 

FIN

 
Notas finales:

Jeló😊

En mi otro Os omegaverse, por ahí una lectora me pidió una segunda parte de él e.er

Cariño, no es una segunda parte, pero tiene el mismo clima y temática. Es tuyo♥ si te gustó, mil gracias :)) y muchisisisisisímos besos para ti. 

Ajá, ahora.... ¿Qué les pareció? Me inspiré en esto por todos los perritos que tiene una de mis mejores amigas (aunque nosostras nos decimos novias xdd jejox). Hay una pequeña que se llama Brian y es muy celosa, jajaj. Es una ternurita😍 la amo. 

Bueno, dejen revios♥ y si les apetece, pásense por otros de mis Os, grrrrrrracias :)


NO está editado :c

Chaoo😊


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