Una jaqueca intensa seguido de la visión desenfocada sobre un parque en el que se encontraban partes de un helicóptero ardiendo y el olor a azufre era lo único que le podía percibir en ese momento, hasta ese punto no recordaba nada claro además de una falla en el helicóptero causado por un mal funcionamiento en el motor fue el que desato todo, al final solo había un maletín reforzado y sellado cerca de el con varios candados electrónicos de alta seguridad, en su oído aún estaba el sonido de baja frecuencia que queda en el tímpano después de una fuerte explosión y apretando la mandíbula busco recobrar el equilibrio y la cordura, tomo aquel maletín y vio en una insignia que mostraba un simple “T. Stark” y en la etiqueta principal tenía la leyenda “Jericho” mientras una pequeña luz parpadeaba en el borde de este en señal de que contenía un aparato rastreador, la calma entre aquellas llamas no duro mucho cuando vio un exceso de siluetas acercarse hacia donde ese accidente que quizá había provocado un fuerte escandalo, mientras escuchaba jadeos y gritos alrededor de todo ese perímetro solo pudo optar en correr, aun si no tenía la mente aun clara sabia a lo que se enfrentaría si se quedaba, y sería muy muy malo, corrió hasta perder ligeramente a aquellas siluetas tambaleantes y darse cuenta que había llegado al límite del parque, el cual llegaba al inicio de una bahía y no habría ningún escape, de deslizo por la blanca arena hasta llegar a una de las estaciones de salvavidas que estaba elevadas al suelo frente al mar y rogando porque ninguna de esas cosas lo vieran, se ocultó en ese lugar recuperando un poco de aliento;
-Bien, recordemos, soy Anthony Stark, dueño de una de las mejores corporaciones de armas y tecnología de estados unidos o quizá del mundo, estaba escapando de esta jodida ciudad, un arma biológica de la cual yo no tuve nada que ver y de eso estoy seguro porque yo odio meterme con los malditos virus, microbios y todas esas malnacidas cosas se salió de control en una instalación de máxima seguridad del gobierno, la sociedad no, la humanidad está en peligro, posiblemente no hay cura, o que se yo, así que, que tan jodido estoy…- hablaba consigo mismo irónicamente para tranquilizarse y aunque en parte funciono, nada le aseguraba que estuviera a salvo, no tenía ninguno de sus dispositivos a cerca para poder hacer algo o contactar a alguien, por lo menos saber que hora era.
Debía salir o encontrar refugio, conseguir una maldita pistola o todas las anteriores, a fin de cuentas el orden de todo ya no importaba mucho, esa enfermedad era capaz de crear maquinas humanas de descuartizamiento y mutilación, y si por un extraño sucedo de suerte eras herido y te salvabas, bueno ya sabias como terminarías al final, estando en la bahía recordó que era zona potencialmente peligrosa a causa de todos los hoteles que estaban situados en esa área, podría buscar barricadas, o buscar un grupo de sobrevivientes, cuanto llevaba que comenzó esto, 8 horas? En 8 horas apenas se habían abierto las puertas del infierno y ni siquiera sabía que hacer en ese momento, ¿Vaya genio eh?
Tomo un pequeño radio que se encontraba dentro de ese lugar y al encenderlo se maldijo una y mil veces de no cuidar el volumen hasta que sonó una alarma transmitida por todas las señales de radio
“Esta es una evacuación de la ciudad, todos los sobrevivientes repórtense en el aeropuerto, repito, esta es la evacuación de la ciudad, todos los sobrevivientes repórtense en el aeropuerto, ciudad catalogada como Zona 0”
-Bien, debo de llegar al aeropuerto, que está al otro extremo de donde estoy yo, me tomaría unas 5 horas llegar en auto bueno, sin contar el pequeño detalle de que por las calles el infierno esta suelto claro…- sus ideas y pensamientos fueron cortadas de tajo y abruptamente al escuchar golpeteos de dos cuerpos que estaban en la puerta de entrada, sin pensarlo dos veces tomo aquel maletín y salto por la ventana sin cristales de ese pequeño lugar cayendo unos 3 metros en la arena que si no fuera porque estaba relativamente suave, una pequeña torcedura de tobillo que se causó habría sido una fractura, dejo que esas criaturas se quedaran intentando abrir la puerta por el sonido de la radio y comenzó a correr con algo de dificultad hacia una pequeña zona residencial, que al parecer estaba tranquila, o todos habían muerto, o ya habían sido evacuados, comenzó a ver las casas relativamente elegantes y entro en una de ellas que parecía segura, al intentar abrir la puerta se dio cuenta que estaba cerrada y que había tenues luces dentro de aquel lugar
-¡Auxilio por favor, necesito ayuda! - pidió mientras tocaba de una forma no tan desesperada y una silueta abría la puerta de entrada, el moreno agradeció por primera vez a dios al darse cuenta que era un hombre un poco mayor de edad y parecía calmado a pesar de lo que estaba sucediendo afuera
-Entra por favor, pasa chico- le indico aquel hombre y atranco la puerta para mayor seguridad, el lugar parecía pulcro y bastante bien cuidado, era como si el mundo no estuviera en el Armagedón allí adentro
-Disculpe señor, necesito alguna forma de contacto, un teléfono o algo que pudiera prestarme- le indico Tony mientras esperaba pacientemente al hombre, pero sin siquiera esperarlo recibió un golpe en la nuca que lo hizo quedar inocente de nuevo…
-Lo siento joven, pero me temo que no podré hacerlo, pero con lo apuesto que se ve supongo que a mi hija le encantara conocerlo, ama devorar a hombres como usted…- hablo el hombre con una tranquila y sonrisa mientras hacía señas con movimientos de cabeza por lo que apareció un hombre mucho más grande que Tony darle un golpe en la nuca y quitarle el traje que llevaba con intención de dejarlo completamente desnudo.
El maletín que llevaba con él se quedó en la sala del lugar mientras llevaba a Tony inconsciente hacia la parte trasera de esa enorme casa, después de pasar lo que parecía ser una espaciosa piscina y unos cuantos minutos Tony recobro el sentido siendo arrastrado por un hombre y con la particularidad de que estaba desnudo, el más viejo se dirigió a un pequeño cuarto que parecía un cobertizo, al abrirlo podía ver que había una trampa que llevaba a unas escaleras, parecía ser una bodega de vinos o algo por el estilo, al abrir aquella trampa podía escuchar los gritos y aullidos de una de esas cosas recorrer la obscuridad del lugar
-Disculpa la tardanza cielo, pero el lugar se está quedando sin comida, espero y comas esto y duermas, que deberá ser motivo para irnos a otro lugar-
-Us…USTED ESTA LOCO JODIDO ANCIANO! - grito Tony mientras intentaba forcejear con el que lo tenía atrapado, pero era inútil
-Es acaso una locura mantener a mi hija con vida, no es culpa que esos asquerosos imbéciles del gobierno crearan esa enfermedad solo para estar un paso más delante de los demás países, si es necesario mantener a mi hija con vida hasta que me entreguen la cura, unos cuantos sacrificios nunca estarán de más- se justificó aquel hombre mayor con una cara tan pacífica y tranquila que podía hacer pedazos el valor de cualquiera que lo viera
-Una explosión se escuchó dentro de la casa mientras que dos hombres llegaban hasta el punto frente a donde se encontraba Tony, eran un equipo Swat especializado, aunque una figura era más delgada y mucho más femenina que el otro, su voz confirmo que se trataba de una mujer cuando esta dijo “Jackpot”, al decir eso el que tenía atrapado a Tony cayó abatido de un tiro en la cabeza casi perfecto, cuando este pudo liberarse y aun con la torcedura en su tobillo aprovecho la distracción para darle una patada al hombre mayor logrando empujarlo por las escaleras, se escucharon los gritos desgarradores de un asesinato por dentro mientras Tony cerraba la puerta de esa bodega
-Espero y tu maldita hija se muera al tragarse un pedazo de mierda como ese- grito mientras exhausto se dejaba caer en el piso en señal de cansancio y dolor extremo en la nuca por el golpe que le habían dado
-Toma…- Escucho el sonido de una voz masculina detrás de él y le coloco un abrigo que cubría bastante para no mostrar nada mas allá de lo deseado, -Bueno parece que aun corres con suerte Stark- la voz de la mujer se escuchó mientras esta se acercaba a él y le tocaba el hombro derecho
-Mi misión principal era encontrar el Jericho, no sabía que tú lo tenías así que puedes decir que salve tu firme y redondo trasero-
Dicho esto, supo en un instante de quien se trataba, pero aún se encontraba mareado por la conmoción y el golpe que le habían dado no ayudaba junto a la torcedura en su tobillo tampoco la mejor de las situaciones
-Déjate de palabrerías Romanoff, aunque esta es la primera vez que me da gusto verte- se puso de pie con ayuda del otro hombre quien lo sujeto de la cadera, pero antes de preguntar quién era se escuchó una tercera voz hablar desde lejos
-Chicos tenemos de dos, o gastar todas nuestras municiones en una oleada de zombis que están por rodear el vehículo, o huir por una ruta alternativa de la zona residencial esperando y no ser buffet para esas malditas cosas si nos encuentran por allí- el que hablaba llevaba el maletín asegurado en su cinturón táctico sin necesidad de llevarlo cargando y portaba un rifle de largo alcance, parece ser que el había sido quien había matado a su casi verdugo
Era obvio que por la condición física de Tony tendrían que ir a paso lento, pero a causa de la desesperación de la chica del grupo basto con decir “Rogers, cárgalo, si no fuera porque este enano vale millones de dólares ya seria caviar para zombis”, con esa orden el segundo hombre quien le había colocado el abrigo lo cargo cual damisela en peligro, como si llevara una pluma, no parecía ser problema para él.
Llegaron a una zona sub-urbana donde había varias tiendas, un centro comercial y edificios departamentales, sinónimo de una amenaza mucho más latente, llegaron hasta una pequeña tienda de artículos para pesca y entraron allí para ponerse a salvo por un momento
-Puedes por favor explicarme que mierda está pasando- dijo Tony mientras era dejado en el piso y se sentaba para poder descansar un poco, una siesta no le vendría nada mal con tanto dolor en su cuerpo
-En resumen Stark, la ciudad está siendo asediada por un virus que se transmite mediante fluidos y en zonas herméticas mediante el aire, crea victimas que se convierten en caníbales, pero bueno si al menos en 3 días no comen nada se convierten en sacos virales que después de 5 días explotan y si alguien a su alrededor es tocado por esa sangre en descomposición bueno, es mejor beber tu trago favorito y pegarte un tiro en la cabeza si no quieres terminar como ellos, tenemos que salir de esta ciudad en menos de 2 días antes de que sea borrada del mapa, el maletín que llevas es el dispositivo de iniciación para desplegar los ataques nucleares que destruirán las ciudades catalogadas como zona cero , además de llevar en ella documentos de un posible anti-viral que si bien no podrá curar a las victimas después desarrollar el apetito por la jugosa carne humana, puede hacer que el virus se pudra en el infierno, no se permiten fotografías hasta el final del recorrido y la tienda de regalos cierra al amanecer en el último avión de evacuación- termino de hablar la pelirroja mientras se sentaba a un lado del moreno y le daba un trago a una licorera que le lanzo el francotirador, pero al intentar esperar una respuesta Tony ya se había quedado dormido a causa de la extenuación…