Ikku:- Sí mamá ahora mismo voy
Ikku se encaminó a salir de la cocina caminando con esos pequeños saltitos que lo caracterízaban cuando vió a su hermano enfilar el pasillo.
Es verdad que Kojiro tenia muy mal despertar, pero si seguía remoloneando en la cama llegaría tarde a su primer día de colegio, habían ingresado en la Escuela Media y después de la charla de su madre no quería empezar con el pie izquierdo.
Ikku:- ¡¡¡¡Buenos días ooooniichaaan!!!!! - Le saludo encaramándose encima de él- ¿ Preparado para comenzar una nueva etapa?.
A kojiro le molestaba sobre manera que su gemelo le tratase como si fuese su hermano mayor, en verdad así era, ¡ pero tan solo por dos minutos !.
Kojiro:- Pelusa roedora te he dicho mil veces que no llames así... y por favor !NO TE ENCARAMES ENCIMA MIA ¡ - Le grito ya al borde de un ataque.
Madre:- Desde luego hijo que mal te sienta levante temprano, anda desayuna y vistete
Kojiro:- Si mamá...
Mientras koijiro desayunaba Ikku le miraba fijamente desde la silla de enfrente; apoyaba su cabeza entre sus manos y sonreía de manera maliciosa.
Kojiro:- ¿!Haber que quieres?¡ - Gruño soltando la cuchara sobre el bol de cereales y salpicando toda la mesa de leche.
Ikku:- Nada, simplemente observaba a mi encantador hermano pequeño, jeje – Contesto-
Kojiro frunció el entrecejo, pero esta vez se limito a callarse, mamá estaba cerca y él sabía perfectamente que no le gustaba que Ikku y él se pelearan; así que se limito a bajar la mirada y seguir desayunando.
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Ikku:- Mamá ya nos marchamos, acuérdate de tus hijos, por favor, no nos olvides nunca... - Lloriqueaba sobre el hombro de su madre-
Su madre le sonrió mientras le abrazaba, su pequeño era muy sentimental y por eso encantador.
Madre:- Ikku- Chan sólo estarás en el colegio, tranquilo porque no pienso escaparme, Kojiro pórtate bien y no armes ningún jaleo, acuérdate de lo que hablamos, ¿eh?.
Kojiro:- Sí mamá..., Pelus...quiero decir Ikku vámonos ya o llegaremos tarde.
Ikku miro a su hermano desde los brazos protectores de su madre
Ikku:- Que mal hermano eres, sabiendo lo difícil que son las despedidas y tú ahi tan...- comenzaba a hacer mohines y pucheros y todo hay que decirlo, Kojiro no soportaba verlo así.
Kojiro:- Ikku no te pongas así porfa...., digo, vámonos ya o te tendrás que ir tú solo.
Ikku sonrió, le encantaba sacar a la luz esa cara que su hermano intentaba ocultar siempre, ¡se veía tan mono! .
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Ikku y Kojiro enfilaron una calle repleta de cerezos en flor, al final estaba su nueva escuela, tanto él como sus amigos habían conseguido pasar el examen de ingreso, así que con un poco de suerte estarían de nuevo en la misma clase.
Llevaban juntos desde la Escuela Elemental y no querían separarse, cada uno de ellos era como una pequeña parte del otro, lo sabían todo de todos, se lo contaban todo a todos, menos Ryu, él era algo especial, pero aun así importante.
- !!!!!!!!!! Ikku-Chaaaaaaaaaaaaaannn ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡- Grtó alguien cuya voz les era bastante conocida; el aludido se dió la vuelta y vió a uno de sus mejores amigos, Keiji Hirayama.
Keiji Hirayama tenía 16 años, era una persona que normalmente se reconocería como bella, su pelo era castaño claro, con unos reflejos dorados que le daban un toque angelical, su cuerpo era atlético, su piel tenía un ligero color tostado que le favorecía tremendamente, su rostro era anguloso, con una barbilla y unos pómulos marcados que le daban un aspecto varonil al que pocas mujeres se podían resistir, sus ojos, de un verde penetrarte, llamaban la atención con solo verlos y su personalidad...bueno, simplemente, él sabia como era, lo que valía y lo utilizaba para sacar el mayor provecho; aunque realmente no escondía ninguna maldad en su cozaron, sólo le gustaban sobremanera las cosas bellas. Su lema:" quiero hacer una colección con mis pequeñas ovejitas divinas".
Ikku:- !Keiji!, ¿cómo has estado?, ¿te lo has pasado bien?, ¿has conseguido muchas ovejitas divinas para tu arén?, además pero que guapo estas, te sienta bien el verano, tu piel está mas tostada y así tu pelo resalta más, y sobre todo ... – contestó en uno de sus incontrolables y ya naturales interrogatorios.
- Oye, y que si dejas de preguntar y dejas hablar por una vez, ¿eh?- Reprocho alguien a sus espaldas con voz tajante y fría.
Ambos hermanos se voltearon, aunque por la forma de hablar y el tono ya sabían perfectamente quién era, Ryu Katsura.
Ryu era alguien un tanto especial, tanto su físico como su personalidad eran, como decirlo, singulares. Se caracterizaba por su tremenda palidez, y su pelo y ojos negros, que la acentuaban aún más, le conferían un aspecto un tanto misterioso; su cuerpo era espigado, pero no flaco, Ryu se mantenía en forma, a su alrededor una atmósfera de severidad. Su personalidad tampoco era muy diferente, callado, serio, extremadamente honesto y arisco hacían que no todo el mundo desease relacionarse con él, pero quien llegaba a conocerlo descubría facultades como la confianza, la lealtad y el buen sentido común.
Ikku:- !!!! Ryuuuuu - Chan ¡¡¡¡¡ - Gritó al verlo, pegándose a él como una pequeña ventosa.
Ryu:- ¿No cambia, ni siquiera con el paso de los años ? - Preguntó resignado ( y acostumbrado ya) a ambos espectadores.
Kojiro:- ¿Tú has visto que haya mejorado? - Contestó rojo como un tomate.
Ikku le sacó la lengua asomando su cabeza pelirroja por detrás de Ryu y todos comenzaron a reírse.
Empezaba una nueva etapa y pensaban disfrutarla
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Había sonado el timbre apenas unos minutos atrás, los tres amigos ya estaban sentados en el polideportivo esperando que la ceremonia de bienvenida comenzará, charlaban de forma animada y se divertían, cuan ilusos podemos ser a esta tierna edad.
Keiji:- ! Hey ¡, Eijiro y Natsuo aún no han llegado, ¿ No creéis que es raro? - Pregunto con cara dubitativa.
Kojiro:- Bueno de Natsuo es de esperar, de seguro se habrá perdido por el camino - Comentó como si aquello fuese lo más normal del mundo.
Los demás asintieron con cara de circunstancia, la verdad es que Natsuo era como un niño pequeño, siempre había que estar pendiente de él, se perdía constantemente, siempre se tropezaba con la nada, y para colmo de males atraía la mala suerte, pero incluso así, Natsuo, era un chico sociable, que caía bien a todo el mundo, era bonito, con ese pelo rubio siempre cayendo sobre su frente, esos ojos color miel que siempre miraban con dulzura, y esas chapetas que siempre adornaban sus mejillas, era bajito y delgado y su cara aún aniñada le confería un aire muy entrañable. Era muy nervioso, nunca paraba quieto y siempre iba con prisas, de ahí todas sus caídas y tropezones, pero a pesar de todo, era alguien en quien se podía confiar y estar seguro de él a simple vista, para muchos era como un pequeño ángel.
Por fin el director se puso en pie y el murmullo que reinaba hasta entonces se fue apagando poco a poco.
Director:- Bienvenidos a la High Blait School, espero que durante el tiempo que estéis estudiando aquí disfrutéis, pero sin olvidar las responsabilidades y los deberes que tenéis como alumnos de una escuela de este calibre, porque esta no es una escuela cualquiera, es una que sólo prepara a los mejores en cualquier ámbito, ya sea científico, humanístico o artístico, por eso quiero pediros que os esforcéis, que deis lo mejor de vosotros mismos...
Keiji:- Se está poniendo pesito, ¿eh? – Susurro a Ryu.
Ryu:- Sí la verdad es que ... haber si termina pronto.
Después de que el director terminase de relatar un extensísimo monólogo sobre la responsabilidad y la importancia de dejar bien alto la reputación de la escuela, intervinieron los demás profesores, uno por uno, contando más de mismo, como conclusión, fuero dos horas y media de una charla tremendamente aburrida y tremendamente larga.
Kojiro:- aaaaaaaaaaaaaaaaaaa......
Ryu, Ikku y Keiji miraron con una gran cara de asombro a Koijiro, no podían creer lo que estaban viendo.
Ikku:- ¿ Te acabas de despertar? - Le preguntó sin acabar de asimilarlo.
Kojiro:- Sip, creo que lo último que escuche decir fue algo de hacer los deberes.
Ryu:- Tampoco se podía esperar más de ti para que engañarnos - Comentó sin un atisbo de expresión en su rostro.
Kojiro:- ¡¿ CÓMO ?!
Ryu miró a su amigo con el rabillo del ojo y se levantó de su asiento, simplemente se calló; Keiji e Ikku rieron por lo bajo y lo siguieron, ese era el comportamiento de Ryu.