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El chico que nunca sonreía [Yoonseok] por knvlchan

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Notas del capitulo:

Toda una semana sin publicar ;-;


En verdad lo siento mucho pero no pude encontrar el tiempo para actualizarlo :(


Aún así espero que les guste este capítulo >/////<

A Yoongi le gustaba el café, a Hoseok el jugo de naranja.

A Yoongi le gustaba el silencio, a Hoseok la música.

A Yoongi le gustaba leer novelas de misterio, a Hoseok bailar.

 

La relación con Yoongi había mejorado mucho, al punto de que incluso esa dureza que en un principio rodeaba al mayor había desaparecido. Por su parte, intentaba ser sincero a su lado evitando explicar el motivo de sus múltiples estados de ánimo.

 

El pálido lo había aceptado tal cual era por lo cual no le exigía contar mucho de su persona y eso lo relajaba por completo, porque a su lado podía ser quien era aunque miles de incógnitas lo rodearan.

 

Sin embargo él no era la única persona que había notado su creciente cercanía, su padre estaba al tanto de la amistad que ambos chicos tenían. Y le aterraba el hecho de pensar que al saberlo, intentara hacer algo en su contra con tal de separarlos.

 

–Hace un mes te advertí que tuvieras cuidado con ese chico –Soltó mientras Hoseok tomaba un sorbo de su jugo de naranja –Y decidiste ignorarme –El labio inferior del castaño tembló mientras escuchaba sus palabras –Tú no puedes salirme con la estupidez de que te enamoraste de él –Su padre lo miraba burlón –Así que te doy sólo hoy para despedirte de él.

 

Hoseok dejó el vaso en la mesa antes de hablar.

 

–¿A qué te refieres con despedirme? –Un miedo indescriptible creció en su interior.

 

–Suficiente tengo con que te guste coger hombres –Se tronó los dedos mientras lo veía superior –Pero no puedo permitir que hagas tus porquerías en mi escuela con mis alumnos –El rostro del castaño palideció sintiendo como un frío se acumulaba desde su espina dorsal hasta sus manos –Así que te enviare a otro país para evitar esto.

 

–¿Me estás diciendo que sólo tengo hoy para despedirme de mi amigo? –Alzó su rostro en lágrimas –¿Sólo hoy?

 

–Es lo que te ganas por ser anormal –Sentenció ante de levantarse –Y apresúrate o te dejo.

 

Debió sospecharlo desde un principio, su madre últimamente le hablaba más de lo normal e incluso se imagino que se debía a que comenzaba a aceptarlo. Aunque la realidad fuera diferente, lo único que la movía a ser amable con él es que nunca más iba a tener que soportarlo.

 

En el momento que el pusiera un pie fuera de su casa, ese lugar dejaría de convertirse en hogar aunque ¿realmente podía llamarle hogar?

 

Durante su hora libre estuvo un rato con el mayor, fingiendo que las cosas estaban bien mientras platicaban un rato. Espero a que el chico se metiera a su clase y esperó en una esquina donde nadie pudiera verle.

 

Lo abordaría cuando saliera de su última clase porque ese día no asistiría a ninguna de las suyas ni tampoco iría a las sus muchas actividades extracurriculares a las que estaba acostumbrado a asistir.

 

–Saliste temprano –Fingió que se habían encontrado casualmente cuando desde hace diez minutos estaba esperando impacientemente por el chico pálido.

 

–Sí, el profesor de Historia dio la clase muy rápido así que pudimos salir antes –Hoseok sonrió aunque realmente no lo sentía, esperaba que el mayor no lo encontrara sospechoso –No creí que todavía podría encontrarte.

 

–Ni yo, pero me alegra –Mentira, era lo único que había estado esperando toda la mañana desde que lo vio –¿Te apetece hacer algo conmigo?

 

El mayor notó como guardaba los papeles que había sacado de la escuela, su padre había mandado hacer el trámite desde hace un mes y lo único que le restaba era ir por ellos. Incluso antes de que lo imaginara, ya no era un alumno ni pertenecía a esa escuela.

 

 –Iba hacer las compras antes de volver a casa –Soltó el pálido interrumpiendo sus pensamientos –Después de eso no tengo nada.

 

Entonces tenía el resto de la tarde para estar con él.

 

–Perfecto –Yoongi sonrió y como adoraba ver esa sonrisa –Vayamos por tus cosas y luego veamos que hacer.

 

El camino fue más o menos silencioso porque Hoseok se encontraba pensando en que esas serían sus últimas horas en el lugar. Sin embargo no podía permitirse que la situación afectara la última oportunidad que tenía para estar con él.

 

Le platicó algunas cosas sin sentido que había visto durante el día hasta que llegaron a la esquina de la calle.

 

–¿Hoy no tenías baile? –El menor negó.

 

Era la primera vez que le mentía a Yoongi y dolía tanto como si la magnitud fuera así de grave.

 

–No. Lo cambié para los jueves porque hoy quería kick-boxing y el profesor no pudo venir así que estoy libre –Explicó para hacerla más creíble.

 

–Entiendo… así que por eso puedes acompañarme.

 

No es por eso

 

–Si, por eso –Se acercó a él abrazándolo, después de todo sería de las últimas veces que lo haría –Y aceleremos ese paso o no veremos la luz del sol cuando salgamos –Rió empujándolo ligeramente.

 

Compraron las cosas que Yoongi necesitaba y el menor se ofreció para ayudar a llevarlo a su casa. Cuando por fin llegaron, lo primero que hizo fue sentarse en ese sillón tan confortable de su sala por lo exhausto que estaba de cargar y Holly llegó para saludarlo.

 

Hoseok tomó a la mascota del pálido para darle varios mimos mientras el mayor acomodaba las cosas en su pequeña cocina. Era adorable ver como se esforzaba para alcanzar los lugares más altos con una sillas y como también fruncía el ceño para hacerlo.

 

El menor se ofreció para ayudarlo pero recibió una negativa por el alto orgullo que ese chico poseía. Así que simplemente siguió acariciando al perrito mientras esperaba que Yoongi terminara de acomodar las cosas.

 

Cuando hubo terminado, el chico se sentó a su lado mientras prendía la televisión para buscar algún canal interesante para ver mientras Hoseok fingía que estudiaba. Y fingía por dos sencillas razones: no soportaba mentirle al chico así que las palabras no podían salir de su boca y un día antes le había dicho que estaba preocupado por un examen que no sabía que nunca iba a tomar.

 

De haber sabido que su destino era separarse de él, hubiera planeado un mejor día para pasarlo a su lado. Simplemente continuo con lo acostumbrado, sintiendo un gran sentimiento de vacío en su interior conforme avanzaba el reloj.

 

El día se esfumó más rápido de lo que había pensando y mientras más pasaba el tiempo, más dudas tenía sobre si tendría el valor para salir de aquella casa tan cálida. A lado de Yoongi, incluso si no había palabras de por medio podía estar cómodo y fuera de un país extraño, ¿cómo encontraría esa comodidad?

 

Como condición, el padre de Hoseok le había permitido estar fuera de casa hasta la medianoche así que miraba la ventana esperando que la gran camioneta negra llegara.

 

–Hoseok… –La voz grave del mayor interrumpió sus pensamientos mientras veía como una camioneta negra se estacionaba fuera de la casa –¿A que te referías con enfermedad incurable? –El menor observó como Yoongi se escondía entre las cobijas y sonrió por lo encantador que se veía.

 

 

–Eso…

 

Quizás el momento de ser sincero había llegado, no había vuelta atrás porque la camioneta negra ya lo esperaba afuera

 

–Yoongi yo…

 

Se acercó al mayor quien ya le había dejado un lugar para sentarse en la orilla de su cama.

 

–Soy rechazado por mis padres –Observó los ojos negros sorprendidos del mayor –Por los gustos que tengo.

 

–No entiendo.

 

No podía, cuando Yoongi lo miraba de esa manera no podía pensar el siquiera alejarse de él.

 

–Yoongi, me gustas –Se mordió los labios –Así que de verdad ya no tengo salvación.

 

Se acercó para darle un beso en los labios antes de salir corriendo de la habitación.


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