Cada palabra entró perfectamente en los oídos del pelirrojo, resonando en su cabeza una y otra vez, como si Shukaku le estuviera hablando, sólo que esta vez nada tenía que ver aquel Bijuu ni esa voz que tanto odiaba escuchar, la cual le atormentaba en el pasado, ahora era todo lo contrario.
Mientras Gaara miraba, y a la vez no, el racimo que esperaba muy paciente allí, en su cabeza analizaba esas escasas pero intensas palabras. Aún no podía creer que una oración como esa iba dirigida directamente a él y con tal sinceridad. Después de todo, Gaara no solía recibir muchas muestras de afecto cercanas como esas, y mucho menos de la forma en que lo hacia Lee, quien aún esperaba allí, batallando con sus nervios una y otra vez, teniendo algunas veces éxito en ocultarlo y otra veces no.
Era un hecho que el concepto de “Amor” de Gaara había cambiado considerablemente durante todos estos años, pero ahora... ahora sentía que un nuevo significado florecía, siendo la semilla de esta, los intensos e inexplicables sentimientos que agitaban su corazón cada vez que se acercaba a Lee, hablaba con él, comprendía cada vez más cosas de él, cuando era ayudado por él, etc... Pero ninguno de esos diversos acontecimientos se comparó a lo que acababan de hacer, pues ahora se habían besado...
¿Qué le podría decir? Esta experiencia era nueva, realmente nueva, y le hacía dudar demasiado. Mientras tanto, Lee se preguntaba tantas cosas en su cabeza... ¿Habría hecho mal en declararse? ¿El pelirrojo comprendería sus sentimientos? ¿Gaara seguiría viéndolo como un amigo?... ¿Podría ser que él nunca más se le acercase?
Al fin y al cabo nada, ninguna respuesta oficial sacada solamente de su cabeza resolvería nada, pues ya lo había hecho, ya le había contado el mayor de sus secretos a Gaara, y ahora no había marcha atrás. Lo único bueno que sintió Lee en ese momento fue el hecho de sacar de si mismo esas enormes ansias de querer confesarse al pelirrojo de una vez por todas, sentía que un peso se le hacía más liviano, sin embargo, sentía a la vez que otro se hacia cada vez más pesado, siendo el causante de este, el tiempo en que se tardaba Gaara en reaccionar más la escasez de señales del pelirrojo al pensar de una manera positiva respecto a todo aquello.
Pero él seguía perplejo, con su vista aún clavada en el racimo de flores. Pensaba tantas cosas. Estaba tan confundido. Sintiendo que de alguna manera empezaría poco a poco a obtener algo de seguridad para enfrentar la situación, Gaara alzó muy lentamente su mano derecha para recibir aquel regalo, tocando con el pulgar y el índice las ramas de las flores y hierbas que estaban juntas entre si, sostenidas por la vendada mano del peli negro. Movió sus dedos de arriba hacia abajo con la mayor de las delicadezas, sintiendo la textura de las ramas, que eran llamativamente muy suave. En un momento siguió con sus dedos hacia abajo para tocar los de Lee, sintiendo una notoria y única calidez, la que incrementó al tocar la mano entera del moreno, quien bajó su mirada hacia ambas manos que hacían contacto entre sí. Gaara logró sentir mucha más calma con este acto, infiriendo que tal vez, eso sería parte de ese famoso amor romántico, aunque era una suposición.
Armándose de valor, Gaara alejó su mano de la de Lee para recibir de una vez por todas el presente, tomándola con suma suavidad para acercarla a su rostro para verla mejor, alejándola del contacto del peli negro quien bajó su brazo.
-. Yo... Yo tengo una limitada idea del amor... Hace un tiempo, apenas lo podía sentir... .- Dijo Gaara mientras no quitaba su mirada de las dos flores principales, jugando delicadamente con ellas mientras se esmeraba en hablar con la mayor verdad posible. Mientras, Lee soló escuchaba atentamente, con esa especial esencia característica de él para brindarle confianza al pelirrojo y no presionarlo.
-. Hace unos años, yo estaba seguro de mis sentimientos... Estaba seguro del tipo de amor que sentía por mí mismo, y no necesitaba comprender ni saber nada más. Pero ahora... Ahora me siento tan... inseguro... .- Esta última palabra la habló mientras cerraba sus ojos agachando su cabeza, deteniendo sus dedos que jugaban con las flores.
El silencio se hizo nuevamente, con Lee y Gaara sin idea alguna de qué decir. Los sentimientos eran tan grandes que explicarlos con palabras se hacía difícil, incluso Lee no podía creer lo intensos que eran. Al menos se dio cuenta que lo que sentía por Sakura no se comparaba por nada del mundo con lo que sentía por Gaara.
-. Y-Yo... si estoy seguro... .- Dijo Lee mientras llevaba su mano hacia su sonrojada mejilla para acariciarla con nervios, mientras una sonrisa algo deformada ponía en su rostro sin su completo consentimiento. Estas palabras hicieron que Gaara lo mirara a los ojos, con su rostro suplicando por alguna respuesta que le sacaran de todo su embrollo. .- Yo estoy completamente seguro de que lo que siento por ti, Gaara-kun, no es ninguna equivocación, ni nada que pueda lastimarme o herirme, ni mucho menos arrepentirme. Al contrario, siento que... que cada vez... te... te necesito más... .- Dijo cerrando con fuerza sus ojos ocultando su rostro de la miraba del pelirrojo, quien se sorprendió a gran escala con lo último dicho.
-. ¿N-Necesitarme?... .- Sus ojos no podían estar más abiertos. Incluso sentía que las emociones que se originaron por esa simple palabra causaron y un fuerte apretón en su pecho, y de paso a sus ojos, que empezaban a humedecer.
-. Así es... Tu abriste un nuevo camino para mí, y yo abrí un sentimiento especial para ti... Y ese sentimiento es amor... un amor que sólo puedo darle a una sola persona.
-. ..... .- Gaara no sabía qué decir... Todas esas palabras eran tan... Lindas. La manera en que agitaban su corazón no tenía comparación.
.- Lee, yo siento algo especial por ti también. Pero tengo miedo de equivocarme... Tengo miedo de que ese sentimiento no sea amor... Tengo miedo... de no amarte.
-. Tal vez pueda ayudarte. .- Dijo Lee riendo afablemente, tomando con suavidad las manos del pelirrojo.
-. ¿C-Cómo?... ¿Cómo podrías asegurarme que eres o no esa persona especial para mí?
-. Pues... Yo, al igual que ti, también he cometido errores acerca del amor. .- Decía sonriendo, cerrando sus ojos con dulzura mientras que con sus pulgares acariciaba las manos de Gaara que con las suyas se sostenían entre sí. .- Verás... Hace un tiempo yo creía estar enamorado de Sakura-san. Pensaba que ella era mi objetivo amoroso en la vida... Cuando en verdad no tenía idea alguna acerca del verdadero amor. -. Hizo una breve pausa antes de continuar .- Es verdad que puede ser una persona encantadora, bella, etc... Pero... pero ella no logró tocar mi corazón, como lo hiciste tu, Gaara-kun. Tu eres la primera persona que ha logrado complementar mis sentimientos de esta manera. Y hasta te puedo asegurar, que lo que siento por ti es demasiado fuerte como para ser capaz de expresarse en palabras
-. Lee... .- El pelirrojo no podía creer que después de tantas declaraciones, Lee aún fuese capaz de alterar sus emociones cada vez más, como si estas no tuvieran limite alguno, sobretodo tratándose del peli negro. .- ¿Estás... Estás seguro de lo que dices? ¿Lo que me estás contado... es verdad?
-. Cada palabra. .- Respondió Lee con una decisiva y suave firmeza.
-. Lee...
-. Gaara-kun, estoy seguro de que... te amo.
-. ..... .-
-. Te prometo que nunca dejaré de estar a tu lado pase lo que pase... No importa lo que pienses de mi ahora, o lo lejos que quieras apartarte de mi. En mi corazón... siempre te tendré, y siempre estaré ahí para ti. Podrás contar conmigo para lo que quieras...
Y estas palabras fueron las que lograron atrapar el corazón de Gaara, después de tantos roces, Lee había logrado robarle sin querer su corazón.
-. Lee... Yo creo amarte también. Pero no quiero lastimarte... Tal vez yo sólo este confundido. Pero... .- Gaara suspiró. En su cabeza giraban tantas cosas... -. Pero no quiero alejarme de ti, no quiero que vivas pensando en que lo que sientes es en vano porque... porque quiero que el momento en que te pueda decir que te ame también, sea uno en el que yo esté más seguro que nunca, que yo pueda lograr distinguir mi amor por ti, y sólo tu puedes darme ese valor.
-. Entiendo .- Dijo Lee -. Entonces te ayudaré en lo que pueda... Te daré todos los reflejos posibles del amor de mi hacia ti. Así tal vez puedas comprender poco a poco. Solo te pido que confíes en mi.
-. Confío plenamente en ti Lee... No quiero que nadie más que tu se encargue de esta tarea.
-. Gaara-kun...
En eso Lee sintió que una de sus manos eran abandonadas por una de las de Gaara, la cual había parado en su ruborizada mejilla. La pálida mano del pelirrojo acariciaba con dulzura la de Lee, tranquilizando a este último. En eso, las miradas de ambos se perdieron una vez más en las del otro antes de que, con decisión, Gaara cerrando los ojos, acercara su rostro al de Lee para juntar sus labios, sorprendiendo al peli negro, quien con un notorio rubor, no tardó en dejarse llevar, cerrando también sus ojos mientras entrelazaba su mano con la que sostenía la del pelirrojo.
Fue un beso donde sus emociones se mezclaron entre sí. Ambos sintieron que cada emoción y sentimiento que saltaba de un lado para otro dentro de sus cabezas, ahora mismo volvía a su lugar de correspondencia, como si fuesen libros de una biblioteca, sólo que antes de todo aquello, esos libros estaban completamente en blanco, y poco a poco el origen de la tinta les daba a cada hoja, una historia y significado especial. Nunca se habían sentido los dos tan completos en su vida...
Al igual que en el primer beso, en este tardaron en separarse. Aprovechando cada mili segundo en que la distancia de sus rostros era totalmente cerrada. Cuando la distancia poco a poco empezaba a crecer hasta parar, esta no era mucha. Sus rostros estaban alejados pero muy poco. Ambos miraron los ojos del otro, perdiéndose entre ellos mientras una tierna sonrisa aparecía en sus labios, siendo la de Lee mucho más amplia que la de Gaara, al igual que su rubor.
-. Prometo que cuando logre formar mi significado de amor hacia ti completamente, cuando sea capaz de decirlo sin temor, duda o miedo alguno, te lo diré... Con la mayor de la sinceridad.
-. Entonces esperaré el tiempo que haga falta, Gaara-kun .- Dijo Lee casi susurrando con una muy suave voz nada usual en él, mientras ambos se seguían mirando y sonriendo suavemente. Los dos tenían ambas manos entrelazadas con las del otro.
Sin duda, la manera de Gaara de responder a una confesión de amor, era muy especial...
...............
-. ¡Suficiente! ¡Ya no esperaré más! ¡Gaara no tardaría tanto en llegar! .- Exclamó una alterada rubia mientras se levantaba del césped en donde hacia sentada esperando a los dos Shinobis restantes, al igual que sus tres compañeros.
-. Así es. No es propio de Gejimayu ser así de impuntual. .- Dijo Naruto mientras imitaba las acciones de Temari, sacudiendo la tierra en su ropa.
-. Ya ha pasado más de media hora, no podemos seguir esperándolos .- Dijo la rubia -. Es evidente que algo les ha pasado, al igual que Neji.
-. Entiendo que lo del caso de Neji está más que claro .- Dijo Sakura -. Pero no saquemos conclusiones tan rápido respecto a ellos dos.
-. Es verdad, no hay que apresurarnos. ¡Por eso es que tenemos que ir a buscarlos! .- Dijo Naruto levantando el puño, reflejando decisión.
-. Estoy contigo, tu y yo los iremos a buscar. Estoy más que segura de que en algo se han involucrado. .- Dijo Temari.
-. Parece ser lo correcto .- Dijo Ten Ten -. Sakura, estoy pensando en que mientras Temari-san y Naruto buscan a los chicos, tu y yo podríamos hacer una pequeña búsqueda de algún rastro de Neji, pero sin tomarnos mucho tiempo, pues hay que estar pendientes de esta zona por si ellos llegan.
-. Buena idea. -. Dijo Sakura .- Entonces sugiero que Naruto utilice el Kage Bunshin para rastrearlos en masa, Temari-san será muy útil en la búsqueda de los chicos y de algún rastro de Neji al igual que vigilar los alrededores...
-. Entiendo .- Contestó Temari.
-. Ten Ten-san, tu y yo nos separaremos para buscar algún rastro, pero no nos alejaremos mucho de este lugar, es vital que nuestra presencia perdure aquí de alguna manera para los dos que aún no han llegado.
-. Okay.
-. Naruto, por favor empieza .- Pidió Sakura.
-. ¡¡Bien!! ¡¡Déjenlo en mis manos!! .- Rugió preparado el portador del Kyubi mientras hacía rápidamente los sellos para semejante Jutsu. -. ¡¡TAJUU KAGE BUNSHIN NO JUTSU!! .- Dicho esto, miles de réplicas de Naruto aparecieron sin esperar para ir en busca de Lee y Gaara. No tardaron en dispersarse entre las entrañas del gigantesco bosque, mientras eran vistos por las tes Kunoichis que quedaban.
-. Muy bien, ¡hagámoslo! .- Animó Sakura.
-. ¡Hai! .- Respondieron Ten Ten y Temari antes de partir.
...........
-. Estoy seguro que hay personas ahí dentro. Puedo sentir su Chakra. .- Decía un destacado Jounin peli blanco de Konoha.
-. Es lo más probable. Y en comparación con la guarida anterior, esta parece ser mucho más grande. Puede que sea la original de las originales. -. Decía otro Jounin que acompañaba al anterior, a quien consideraba como su eterno rival.
-. Sai-kun, ¿cómo va la información? .- Preguntó el portador del Sharingan de su ojo izquierdo.
-. Estoy en ello, sólo un poco más para... .- Decía el adolescente especialista en el Jutsu del dibujo, mientras llevaba a cabo su técnica muy útil para espiar.
Se encontraban Kakashi, Gai y Sai ocultándose en la gran rama de un gigantesco árbol esperando a un integrante más, el capitán Yamato, quien había ido a utilizar su Elemento Madera para espiar de una manera más cercana y peligrosa una gran área rocosa que parecía ser una guarida.
Apoyando dicho espionaje, Sai utilizaba su Jutsu para liberar alimañas de tinta, siendo él un apoyo a distancia, pero muy útil.
-. Yamato debería estar por llegar .- Dijo Kakashi sin quitar su vista de la lejana caverna.
No tardaron en escuchar ruidos de una persona acercándose hacia ellos, haciéndoles voltear su mirada hacia esta.
-. Aquí estoy Kakashi Sempai. .- Dijo el recién llegado usuario del Elemento Madera .- No fue muy difícil.
-. Ya veo .- Respondió el portador del Sharingan .- Por favor cuéntanos qué has descubierto.
-. De acuerdo. La cantidad de personas que allí se encontraban era muy escasa, al igual que los recursos. Ví también una parte de la caverna donde parecía guardarse algo dentro de esta, que estaba respaldada por unos dos sujetos. La verdad es que era muy similar a la cueva anterior.
-. Entiendo. Tu dijiste que habían pocas personas allí dentro, lo que significa que podemos abrirnos paso .- Dijo el peli blanco.
-. Así parece.
-. ¡¡Bien!! ¡¡Pues vamos!! .- Dijo con suma energía el excéntrico Jounin de verde mientras de dirigía a toda velocidad hacia la cueva, sin esperar instrucción alguna.
-. Ese idiota...
.........
-. C-Creo que deberíamos partir .- Decía un peli negro cuyas manos seguían entrelazadas con las de su pelirrojo acompañante.
-. Es verdad .- Dijo Gaara quien sintió que sus manos eran abandonadas debido a que
Lee se estaba poniendo de pie, antes de tenderle una mano desde arriba.
-. Gaara-kun, ¿cómo te encuentras ahora? .- Preguntó preocupado el Shinobi de Taijutsu mientras se inclinaba levemente hacia el pelirrojo, con gesto de amabilidad.
-. Podría estar mejor, pero puedo caminar un rato.
-. ¿Estás seguro? .- Preguntó Lee cariñosamente mientras su mano era recibida por la del pelirrojo para que este se incorporara.
-. Siempre te preocupas demasiado... .- Dijo Gaara ya levantado mientras acariciaba sus negros mechones de pelo y le dedicaba una leve sonrisa que hizo ruborizar a Lee. Vio un momento el racimo de flores, el cual guardó con mucho cuidado entre sus ropas para no levantar alguna duda cuando se reunieran con el resto del equipo. Fue difícil guardarlo con tal de que el movimiento de sus pasos no la pasaran a llevar, pero se las arregló.
-. L-Lo siento... ¿P-Por qué no partimos? .- Dijo nervioso.
Gaara asintió antes de que sus pies se pusieran en marcha, al igual que los de Lee. Dado el estado del pelirrojo, sólo se conformaron con dar leves pasos, pues aún le quedaba Chakra por recuperar.
Gaara, aún con los efectos de lo que acababa de pasar dentro de su cabeza, se daba ciertas percepciones de aquella realidad, una que nunca creía tener en su vida y sin embargo, ahora mismo estaba con la persona que eliminaba todas esas ideas de una vida sin un ser especial. Miró a Lee. Miró sus redondos y negros ojos, vio una ligera pero natural sonrisa en sus labios que reflejaba lo feliz que se debía encontrar, cosa que le dio una inusual ternura. Vio también un leve rubor en sus mejillas, dándole a estas un rosado especial que a Gaara le resultaba encantador.
Mientras los pasos aumentaban su número sin parar, Gaara bajó su mirada hacia su mano, la cual al igual que la otra, estaba vendada, como siempre. Gaara intentó imaginar como se debería ver esta sin esas abundantes vendas blancas. Pensó en todas las cicatrices que esta debería tener, dado a su intenso entrenamiento, las que logró ver en el momento en que Lee llevo a cabo el Omote Renge contra el tipo que invocó a esa extraña criatura. Lamentablemente, Lee había logrado vendar sus manos mientras el pelirrojo dormía sobre él y esta no era hora de contemplarlas sin esas vendas, pues estaban en una misión.
En eso, con plena conciencia, Gaara tomó la mano que estaba viendo para entrelazar los dedos de esta con los suyos, pensando que aquello sería un gran paso para empezar a comprender esos sentimientos, este acto terminó sorprendiendo al peli negro.
-. ¿G-Gaara-kun?
-. He visto muchas veces que las parejas suelen caminar así. .- Respondió Gaara con una importancia mucho menor a la que Lee le daba.
-. Entonces... ¿tu y y-yo?
-. No creo que haya inconveniente salvo mi nula experiencia... A no ser que tu...
-. ¡Y-Yo no tengo problema! ¡Qui-quiero decir... Ya me confesé después de todo... .- Dijo sumamente sonrojado mientras se rascaba la cabeza con nervios. -. Me gustaría serlo .- Dijo sonriendo con cariño a su pelirrojo, quien le devolvió el gesto.
Así estuvieron unos momentos caminando de la mano. Tanto Gaara como Lee habían visto muchas veces distintas parejas haciendo lo mismo y la verdad es que se sentía bastante especial, y el hecho de estar así de solos, en medio de un hermoso bosque, lo hacía aún más memorable. Era tan único.
Lamentablemente, ese momento no tardó en ser alterado al oír a alguien acercarse, lo que provocó que, por reacción,mambos separaran sus manos antes de dirigir sus vistas hacia el ruido.
-. ¡¡Aquí están!! .- Gritó esa familiar voz. Era Naruto, quien llamó la atención de ambos.
-. Naruto...
-. ¡Naruto-kun!
En eso, el mencionado soltó una amplia sonrisa antes de desaparecer, dejando en su área algo de humo.
-. Era un... ¿Kage Bunshin?
-. Seguramente nos estaban buscando. Lee, nos hemos tardado demasiado.
-. Así parece. -. Dijo Lee mientras ambos se decidieron a esperar al Naruto original .- No podré ver a la cara a los chicos.
-. ¿Hyuga y Ten Ten?
Lee asintió.
-. De hecho, después de lo que me contaste, me da aún más nervios... Jeje.
-. No deberías Lee, después todo lo que han hecho, incluso de mentirle a la Hokage, no lo merecen.
-. ¿C-Cómo dices? ¿A la Hokage?
Esa pregunta alteró un poco a Gaara. Por supuesto... Lee aún no sabía esa historia.
-. Es verdad... No te lo conté. .- Dijo Gaara reflexivo mientras sentía la atención de Lee en él. .- Verás, Ten Ten le contó a Tsunade que, en resumen, ella estuvo en peligro de morir por tu culpa, cuando estaban enfrentándose contra los bandidos.
-. Oh... Ya veo...
-. P-Pero no te preocupes .- Se apresuró Gaara en decir .- Yo le contaré la verdad a la Hokage, esto no puede quedarse así.
-. Bueno... .- Dijo Lee muy pensativo .- La verdad es que si yo no hubiera marchado por cuenta propia, nada de eso hubiera pasado así que si puede ser por mi culpa...
La verdad es que Lee se lo estaba tomando con mucha calma, lo que llamó la atención del pelirrojo. Casi parecía que no le importaba.
-. Pero decirle a la Hokage que casi muere por tu culpa, cuando en verdad tu la salvaste...
-. ...... .- Eso dejó pensando a Lee un momento, estaba entre dejar las cosas como estaban para no echarle más leña al fuego, o resolver de una vez por todas aquello, como tiene que ser, siendo Gaara la oportunidad para hacerlo.
-. Supongo que... era esa la razón por la cual Tsunade-sama no me quería dejar venir ¿verdad?
-. Así es.
Antes de continuar, Lee suspiró. Odiaba tener que enfrentar ese tipo de situaciones que tenían como consecuencia una percepción negativa sobre él por parte de sus dos compañeros principales. Aunque Gaara tenían razón, después de todo lo que le habían hecho, no le debería importar eso. Además perjudicaba su camino como Ninja.
Mientras más se daba cuenta de todo ello, más decidido estaba Lee.
-. Entonces acepto tu ayuda Gaara-kun, gracias.
-. Pensaba que tardarías más en responder...
-. Ahora que estoy contigo, me siento más seguro que nunca .- Dijo soltando una suave risita mientras agarraba el brazo del pelirrojo, apoyando su cabeza en su hombro por un breve momento antes de incorporarse.
-. ¡¡Por fin los encuentro!! .- Se escuchó nuevamente la voz del recién llegado, quien miró a los dos Shinobis que se habían separado mucho antes de que él llegara. Después, miró a su alrededor, dándose cuenta de que un poco más allá, se había llevado a cabo un enfrentamiento. También vio un tipo al que parecía que se le había atacado con el característico ataque de Lee. .- Entonces... Por esto tardaron tanto. -. Infirió el rubio, sin imaginar todo lo que pasó después de la pelea.
-. Así es. Perdón por tardarnos tanto, Naruto-kun.
-. Ni lo digas .- Dijo el rubio -. ¿Están ustedes dos bien?
-. Más o menos .- Dijo Gaara -. Pero te lo contaremos en el camino, tenemos que apresurarnos.
Naruto asintió, mientras los tres se dirigían hacia el punto de reunión, guiados por el portador del Kyubi quien en realidad, no tenía ni la menor idea de lo que había pasado entre Gaara y Lee.
Estos dos, se sonrieron a escondidas de rubio.
Continuará...