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Dolores distintos, pero igual de letales. por Narrastin

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Notas del capitulo:

HOLAAAAA!!! Y siento mucho mucho MUCHO la demora!! T.T!!

La verdad es que esta vez tengo mucho que decir así que... Aquí les dejo con el tercer capi!! ^^

-. ¡¡Ya está!! .- Dijo de forma muy alegre una peli rosa después del terminar el nudo de la blanca venda que cubría toda la herida ubicada en el muslo interno del muchacho. La cual logró cicatrizar rápidamente gracias a las muy avanzadas técnicas de Ninjutsu médico de la chica, quien una vez más logró dejar absorto a aquel peli negro sin querer al mostrarle su increíble talento curativo aprendido de la Quinta Hokage. Realmente es una alumna digna.

 

-. Ahora seguiré con tu brazo. A diferencia de la de tu pierna, la apuñalada de aquí es de menor gravedad. Aún así mantente quieto Lee-san, por favor.

 

-. H-hai Sakura-san .- Dijo Lee quien no podía evitar por nada del mundo aquel sonrojo que lo había estado molestando desde que vio y supo que la peli rosa sería la encargada de atenderle esas heridas. Y este incrementó aún más cuando ella se acercó para tratar su hombro, estando tan cerca que podía hasta escuchar su respiración.


............

 

La joven noche estaba muy silenciosa, tanto así que costaba creer que cuyo día coincidía con el de esa dramática tarde, en la que Konoha pudo haber perdido un muy joven Shinobi, que ahora estaba en condiciones no tan graves pero si muy preocupantes.

El momento en que el Kazekage llegó a la Aldea de la Hoja, junto a su hermana mayor y el equipo Gai, antes del anochecer, fue realmente efímero y agitado. Para empezar, Maito Gai fue quien llegó minutos antes que los demás a causa de la rapidez con la que se dirigía hacia el hospital de Konoha con su muy parecido alumno casi inconsciente en brazos, quien se encontraba fatal, pues en primer lugar había perdido mucha sangre, no había podido dormir ni siquiera un par de horas, y sus repetidos mareos indicaban que podría sufrir una fiebre muy alta si no descansaba lo que tenía que descansar, que serían días, según comenta Sakura. Ni Gaara ni Ten Ten y Neji tuvieron el más mínimo segundo para saber el destino de Lee quien había desaparecido por la inhumana rapidez del Sensei sin ningún detalle de su paradero, pero la ubicación era obvia, el Hospital de Konoha, ¿donde más?.

A diferencia de Neji y Ten Ten, el destino del Kazekage y Temari era por obligación la oficina de la Hokage Tsunade, quien daría la típica larga y aburrida bienvenida que daba a cualquier Kage que se presentaba formalmente a la Aldea de la Hoja. Después le daría todos los detalles de las razones del porqué el pelirrojo se encontraba ahí y porque se le necesitaba, lo que le recordó a Gaara una vez más que su actual visita a Konoha no era un lindo paseo de relajo, si no una responsabilidad como Kazekage para hacerse cargo sobre un importante asunto que involucraba a ambas aldeas. Se decepcionó un poco al recordarlo. En aquella oficina se encontraba Tsunade, su asistente Shizune, Temari y Gaara quienes habían permanecido en aquella sala por casi una hora.

 

-. Una vez más, quiero disculparme por los inconvenientes que tuvieron que soportar para llegar hasta aquí, y agradecerles con todo mi corazón el rescate de nuestro Chunin. .- Comentó la Hokage.

 

-. ¿Él está bien? .- Preguntó la rubia.

 

-. No llegó en las mejores condiciones, su temperatura era muy alta cuando lo revisé junto a Sakura y aún debe estarlo. .- Dijo Shizune, que había ayudado tan sólo unos minutos antes en el tratamiento de Lee que actualmente estaba bajo control por la peli rosa .- Esto significa que deberá permanecer en reposo en el hospital de Konoha unos cinco días como mínimo. Sobre sus heridas, el Ninjutsu médico de Sakura es más que suficiente para deshacer todo efecto dañino que estas provoquen. Seguro que ahora debe estar todo en buenas manos. .- Dijo amablemente la asistente de la Hokage mientras esta última sonreía ligeramente, orgullosa del progreso de su joven alumna de pelo rosa.

 

-. Ya veo .- Dijo el pelirrojo mientras su mirada se dirigía a la gran y espaciosa ventana que le mostraba la hermosa vista de esa ajena Aldea de la Hoja, cuya Hokage era la principal privilegiada de verla en esas alturas todos los días.

 

-. No sé por qué lo hizo .- Comentó de repente la Hokage de una forma muy monologa -. No puedo entender el porqué Rock Lee lo haría... El mentir sobre el que yo lo mandé a adelantarse al encuentro. ¿Y mandarlo a él sólo?, ¿cómo podría yo? .- Hablaba de una forma muy reflexiva mientras su mirada se clavaba al piso, con una mano afirmando su mentón. -. Pero lo que más me sorprende es que todo provenga de él, Lee no es una persona que se destaque por mentir, de hecho, es la primera vez que lo hace, al menos que yo sepa.

 

-. Bueno... Nosotros no lo conocemos del todo bien, pero cuando estuvo con nosotros se comportaba muy raro y no porque él sea así por naturaleza. .- Dijo Temari.

 

El pelirrojo solo seguía con su mirada en la ventana, contemplando la vista nocturna, pero a la vez muy pendiente de aquella conversación, la que le provocó aún más curiosidad sobre aquel peli negro.

De repente, con su mirada perdida, recordó aquella tarde cuando mató a cada uno de los bandidos que se responsabilizaron del secuestro de Lee, acabando con ese último que se estaba dedicando a molestarlo. En realidad hubo un breve momento que se tomó Gaara para ver y escuchar cómo Lee gemía de dolor por los maltratos y era obligado a permanecer en una posición que podría incluso provocarle la muerte, pues las heridas se abrían cada vez más estando así. Después de esto, la masacre del Kazekage empezó y terminó al acabar con el último desafortunado que quedaba. Aunque Gaara extrañamente se arrepentía por no darle una muerte menos rápida. Luego de eso pasó lo más enigmático de todo, el rescate de aquel Shinobi. Es decir, está bien rescatar a un aliado, desamarrándolo, vendarlo e incluso tener que asesinar para hacerlo pero, ¿acariciar sus cabellos de esa manera tan... cariñosa?. Gaara por experiencia puede decir que no es el primer rescate que ha realizado. Y entre aquellos nunca había acariciado ni tratado tan delicadamente a nadie, bueno, hasta ahora.

En verdad ¿por qué lo hizo?

Sus pensamientos fueron alterados cuando su seria mirada que aún se clavaba al espacioso vidrio, se centró en una edificación que se suponía, era el hospital de aquella aldea. No es que Gaara esté totalmente preocupado por ese tipo, pero luego de la charla de la Hokage, su curiosidad aumentó lo suficiente como para sospechar que algo muy grave pasaba por la cabeza de ese tal Lee, por lo que pensó en hacer algo, después de todo el mismísimo pelirrojo había ya pasado por una larga y dolorosa situación mucho más incomparable tiempo atrás. Y ese tormento no se lo desearía ni a su peor enemigo.

-. Muy bien .- Habló de repente la Hokage -. Para finalizar, les dejo unos papeles firmados por mí que a ustedes les permitirán hospedarse en un apartamento caracterizado por su buen funcionamiento como posada. No esta muy lejos, pero aún así la dirección está en dichos papeles que los debo tener pooorr.... -. La Hokage estaba buscando esos papeles en los cajones de su escritorio. Mientras, el pelirrojo esperaba estar a solas con la Hokage para consultarle algo que sin duda haría dudar a su hermana. .- ¡Oh, aquí los tengo!

 

-. Muchas gracias Hokage-sama, mañana por la tarde llegaremos sin falta al centro de investigaciones. Ahora, con su permiso .- Dijo Temari mientras salía con su hermano menor.

Se hallaban ya fuera de la oficina de la Hokage cuya puerta estaba totalmente cerrada, pero no dieron ni cinco pasos cuando Gaara empezó a hablar.

-. Temari, tu adelántate.

 

-. ¿Qué?

 

-. Yo ya sé la dirección de ese hospedaje. Es el mismo que me asignaron la última vez que vine. Ahora mismo tengo un corto asunto que atender y no te diré de que se trata, por si preguntas.

Luego de pensárselo bien, Temari no hizo más que suspirar, su hermano era lo suficientemente reservado como para al menos poder intuir en que estaba involucrado. Y si ya decía que era algo que no pensaba en contárselo ¿qué podía ella hacer?. Pero era el Kazekage ¿no? ¿Qué problema no puede solucionar una persona con semejante poder, en muchos sentidos?

-. Está bien, pero no te demores ¿si?

 

-. Eso lo decido yo. Ahora ve, yo tengo algo que consultarle a la Hokage.

 

-. Bien .- Partió algo molesta Temari, dejando totalmente solo al pelirrojo quien se encontraba justo al frente de la puerta de la oficina de la Hokage, para abrirla y entrar nuevamente, esta vez por otro motivo.

 

-. Olvidé preguntar algo.

 

-. ¿Ah? .- Preguntó la distraída Hokage que pensó que el sonido de la puerta se debía por Shizune, quien aún se encontraba a su lado. -. Lo siento, ¿de qué trata, Kazekage?

 

-. Sé que es muy tarde para recibir visitas en el hospital, pero quería que me autorice a hacer una que pienso hacer ahora mismo...

 

............


-. ¡Gai Sensei! ¡Deje de llorar! Ya nos han dicho que Lee se encuentra en buenas condiciones unas seis veces ¡y la última vez fue hace apenas unos tres minutos! .- Le regañaba la Kunoichi Ten Ten al Sensei que lloraba desconsolada y exageradamente en medio de los espaciosos pasillos del hospital, los que se encontrarían totalmente desiertos si no fuera por esos jóvenes acompañados por el ruidoso mayor cuyo alterado llanto provocaba molestosos ecos que chocaban entre ellos una y otra vez.

 

-. ¡¡¡P-PERO ES-ES-ESQUE M-MI ALUMNO..... .- Apenas se le podía entender lo que decía.. no, lo que gritaba Gai mientras Ten Ten y Neji solo lo miraban de pie.

 

-. Gai Sensei, si tanto quiere ver a Lee mejor guarde silencio, recuerde que estas no son horas de visita y apenas pudimos tener una oportunidad para poder verlo. Y usted la desperdiciará si sigue con ese espantoso llanto.

 

-. T-tienes razón Neji .- Dijo Gai mientras daba un muy fuerte respingo .- L-lo siento mucho, pero es que mi preciado alumno está...

No pudo terminar de hablar a causa del sonido de la puerta al abrirse, la que daba a la habitación donde yacía Lee reposando. De esta salía una conocida peli rosa para después acercarse al alertado equipo Gai quien la miraba fijamente, listos para recibir la información que esta debía dar.

 

-. Lee-san se encuentra mucho mejor, ahora mismo debería dormir un poco, pero antes de eso ustedes lo querían ver ¿verdad? .- Dijo amablemente Sakura.

 

-. Así es .- Dijo Ten Ten -. Pero eso no compensará lo que hizo por mí esta tarde .- Dijo mientras su mirada se clavaba al suelo, recordando la hazaña del genio del Taijutsu -. Ni siquiera fui yo quien lo salvó. Ese fue el Kazekage.

 

-. Algo así escuché .- Dijo Sakura imaginándose el momento -. Aún así, Lee-san fue en verdad muy valiente.

 

-. Lo fue, pudo haber muerto por mi culpa, si no fuera por Gaara.

Aquella conversación fue escuchada a lo lejos por un pelirrojo quien permanecía detrás de un muro que le permitía esconderse de los presentes, quienes estaban allí desde hace horas esperando ver por fin al Shinobi de Taijutsu. Ese momento fue breve, pues este no esperó para dar el primer paso seguido de otros más, muy sigiloso. Pero no tardó en captar la atención del equipo Gai y Sakura, quienes se vieron interrumpidos por la repentina llegada del pelirrojo, quien se acercaba aún más de una forma muy misteriosa.


¿Qué rayos hacía él ahí? ¿Qué no tenía asuntos que atender con la Hokage? ¿Y qué no era el equipo Gai los únicos que estaban autorizados para ingresar al hospital a esas horas?


Con mirabas recelosas vieron el cómo Gaara se acercaba a Sakura de una forma insoportablemente lenta, con un silencio total como ambiente. Cuando los pasos del pelirrojo fueron suficientes como para estar frente a frente con la peli rosa, estando ella muy nerviosa, este habló.

-. Vengo a ver a Rock Lee.

 

-. ...... .- Tan solo esas palabras fueron suficientes para dejar a todos los personajes absortos, pues la duda había empezado con solo presenciar al pelirrojo a lo lejos ¿y ahora decía que quería ver a aquel que no tenía casi nada que ver con él? Bueno, eso es lo que creían todos.

 

-. L-lo siento, Kazekage-sama .- Dijo Sakura con nervios -. Pero necesito alguna autorización para dejarle entrar, además ellos... -. Dijo señalando al equipo Gai .- están esperando desde hace muchas horas para ver a...

 

-. La Hokage me ha autorizado .- Dijo con una seria voz, de una forma algo indiferente -. Y también puedo ser yo el primero en pasar -. Dijo pasando totalmente de los presentes para dirigirse a la sala de Lee, cosa que ofendió totalmente a los Shinobis de Konoha, logrando encender la ira de aquel portador del Byakugan.

 

-. Linda broma .- Dijo irónicamente mientras se acercaba hacia ese desagradable pelirrojo que se encontraba a punto de abrir la puerta, pero se detuvo para mirarlo. -. Aunque es demasiado humor para alguien que se denomina como un Kage, que ahora mismo debería encargarse de asuntos propios de uno. .- Dijo atrevidamente Neji quien ya estaba frente a frente con Gaara, el que sólo lo veía con esa seria mirada de siempre.

 

-. N-Neji .- Ten Ten trataba de tranquilizar el tenso ambiente que estaba dejando a todos perplejos. Todos los que allí estaban presenciaban asustadizos ese enfrentamiento verbal entre el destacado Hyuga y el Kazekage de la Aldea de Suna.

 

-. Lo que yo haga no es asunto tuyo, Hyuga. .- Dijo Gaara mirando fijamente al peli castaño.

 

-. ¿Ah si? Pues te informo, que nosotros somos el equipo de Lee. ¿Y tú? Que yo sepa, él nunca te ha nombrado como un amigo siquiera. Además, nosotros estábamos esperando hace horas, por si no sabías. ¿Quién eres que no eres capaz de respetar un justo turno?

 

-. Yo soy la persona que le salvó la vida que peligró por descuido de ustedes. Y no me quedé parado sin hacer nada .- Dijo Gaara al momento de girarse y por fin pasar. -. Con permiso.

 

Eso fue el acicate que llevó al ahora furioso Hyuga a sentir el mayor desprecio hacia aquel pelirrojo, quien cerraba la puerta de la sala para pasar finalmente a ver a ese Lee. Mientras dejaba a Neji apretando los puños, con su fruncido ceño que arrugaba de una forma aterradora gran parte de su rostro. Cualquiera creería al verlo que podría activar el Byakugan en ese mismo momento sin percatarse siquiera.

Y fue así que Gaara se ganó sin mucho esfuerzo, un poco de desprecio por parte de Ten Ten y Gai. Pero con Neji, fue un gran odio que había comenzado siendo un recelo total hacia el pelirrojo y que ahora mismo provocaba hasta ira al verlo o escuchar siquiera su nombre.

 

...........

 

“¡¡Awww!! ¡¡Sakura-san es tan increíble!!” Pensaba un sonrojado peli negro que se removía felizmente con todo el cuidado que podía entre las cálidas sabanas de la cama del hospital. Recordando los momentos pasados hace apenas dos minutos en el que su amor platónico trataba con mucha delicadeza sus heridas y le hablaba amablemente. Momentos que su enamorada cabeza repetía una y otra vez como un completo idiota. No se había dado cuenta que su cuerpo giraba y se revolcaba unas cincuenta veces por minuto, aún rememorando esos cálidos tratos de la peli rosa. Pero al moverse tanto de una forma tan estúpidamente descuidada, de su cabeza escapo una fuete puntada de dolor seguido de un leve mareo que hizo que levantara inevitablemente su mano hasta esta mientras detenía los pequeños movimientos acicateados por su emoción, cambiando su alegre rostro a uno adolorido, frunciendo el ceño.

En el momento en que sintió el contacto de su propia mano en la parte frontal del cráneo, le invadió al instante un Deja vú que le hizo recordar perfectamente esa fría y pálida mano posada en sus oscuros cabellos, aquello que ocurrió esa misma tarde. Esa mano que empezó a moverse muy delicadamente entre sus mechones de pelo, acariciándolos, revolviéndolos, limpiándolos de ese asqueroso contacto de aquel infeliz que estuvo a punto de haberlo matado. Mientras Lee, absorto en sus memorias, empezó a mover su propia mano de la misma forma en que lo había hecho Gaara sin darse cuenta tampoco. Estaba así, intentando imitar los suaves y gentiles movimientos, reviviendo ese extraño pero encantador momento, esta vez de manera muy individual. Incluso cerró los ojos con la misma lentitud y gusto como lo había hecho con el pelirrojo.

“¿Qué significó todo eso?” Pensó con su rostro totalmente relajado y sus ojos suavemente cerrados, mientras su cerebro hacía lo posible por darle a su propia mano la misma sensación que le dio la de Gaara, viajando en esos momentos. “¿Y porqué ahora no me calma al igual que esa vez?”

Su intención era encontrar las respuestas con ese intento de recordar, acariciándose y reaccionando de lo mas similar al de la vez original. Pero nada, la única respuesta que hallaba era el simple hecho que existía ese extraño origen de la tranquilidad que sentía con cada caricia siempre que su cabeza lograba creer que Gaara estaba ahí nuevamente aunque no. Y eso que en aquel momento Lee se encontraba física y mentalmente colapsado, desmoronado e incluso olvidó la importancia de vivir la que le motivaba a cumplir sus difíciles metas. Por esto Lee pensó incluso estar loco pues, ¿quién rayos se recupera con esa rapidez por un simple contacto ajeno?. De hecho, ni siquiera había tenido esa sensación con Maito Gai, con quien siempre se abrazaba apasionadamente de una forma ridículamente dramática, llamando la atención de cualquiera que pueda verlos. Él era de las personas más cercanas a Lee pero no logró lo que Gaara hizo con unas simples caricias en su cabeza. En serio, ¿cómo un pelirrojo de otra aldea del que apenas conoce parte de su interior, lo pudo poner así?

De repente, en su búsqueda de respuestas a esos enigmáticos hechos, con sus ojos aún cerrados, la puerta emitió un breve sonido antes de abrirse, llamando la atención del peli negro. Quien emitió una pequeña sonrisa al pensar de quienes se podrían tratar, ¿y quienes más?

“Deben ser Gai Sensei, Ten Ten y Neji”.

Estaba tan seguro de que esa era la verdad que seguía aún con los ojos cerrados y su mano aún en su cabeza. Pero se había equivocado, pues al cerrar la puerta una suave y grave voz, que estaba seguro de escuchar antes, habló.

-. ¿Te duele la cabeza?


Lee rápidamente abrió sorpresivamente sus oscuros ojos mientras quitaba la mano de su cabeza para ver de quien rayos se trataba. Y estos se abrieron aún más cuando visualizó al misterioso pelirrojo que había estado en su mente hace apenas unos segundos y ahora estaba allí, en la misma habitación en la que descansaba él.

¿Qué rayos hacía él ahí? ¿Y por qué llegó justo cuando Lee lo recordaba?

 

-. G-Gaara-kun.- Surruró aún incrédulo el peli negro.

Lee herido en el hospital y Gaara inesperadamente en su habitación, la verdad es que era un hecho bastante familiar. ¡Pues claro! El relato contado por Shikamaru y Naruto en el que decían cómo el pelirrojo estuvo por segunda vez a punto de acabar con el moreno, hace años atrás. Al recordar esto, Lee no pudo evitar asustarse ligeramente mientras veía a Gaara acercarse lentamente desde la puerta, cosa que lo ponía con los nervios en la punta.

Pero ¿no era él quien lo había salvado ese mismo día?

 

-. ¿Te encuentras bien? .- Fue la segunda pregunta del pelirrojo que formuló con una voz extrañamente suave, dándole a entender por fin al moreno que Gaara no se encontraba allí por malas intenciones, al contrario, se estaba preocupando por él.

 

-. E-estoy bien, perdón.


-. ¿Por qué te disculpas?


-. ¡Eh! ¡P-por nada! Jaja.


En ese momento Gaara estaba sentado muy cerca de la cama donde reposaba Lee en la silla que había ocupado Sakura para tratarlo. Lee se sentía horrible, ¿cómo rayos podía haber dudado de él después de salvarle la vida? Y eso que no fue la primera vez que lo hacia. Hace tiempo que Gaara había cambiado completa y notoriamente. Le dio una tremenda vergüenza al considerar esa verdad y aún así sospechar ligeramente de él, por lo cual quizo romper el silencio que inesperadamente se presentó allí con su característica forma amistosa de interactuar con los demás.

-. La verdad me alegra de que estés aquí, Gaara-kun .- Le dijo con una cariñosa sonrisa, lo que llamó la atención del pelirrojo. .- Antes no pude agradecerte lo suficiente por salvarme la vida, te juro que es algo que apreciaré por el resto de mi existencia.

-. ..... .- Nadie nunca le había dirigido al pelirrojo palabras similares solamente por realizar una buena labor. Era extraño, totalmente extraño porque si bien la gente que Gaara había ayudado le agradecía por estos actos, siempre lo hacían como si fuera por obligación, como si el Kazekage fuera a cometer atrocidades con su terrorífico poder si no lo hacían. Pero este chico parecía totalmente confiado y a la vez agradable, es más, había dicho que lo consideraría por el resto de su vida. Algo que para el Kazekage de la Aldea de la Arena era pan comido, para Rock Lee era digno de recordar por todo lo que le quedaba de vida, eso es lo que le estaba diciendo.

-. Te dije que no era necesario, que nuestras aldeas son aliadas y por esto debemos protegernos mutuamente.

Esas palabras entristecieron muy ligeramente al Shinobi de Taijutsu. ¿O sea que lo había ayudado solamente por esa “norma” que le había dicho recién? Pero eso no estaba mal, de hecho era lo normal, lo correcto para ambas aldeas y que se cumpla era aún mejor. Es más, la verdadera pregunta debería ser “¿Por qué lo entristecía?”.

-. Lo sé .- Dijo Lee mientras miraba melancólicamente hacia abajo, sintiendo los distanciados ojos del Kazekage sobre él -. Pero si no lo hubieras hecho, yo ahora no podría ser capaz de cumplir mis propias promesas.

-. ¿Enserio? .- Dijo Gaara cuya curiosidad sobre aquel chico aumentaba cada vez más -. ¿Y cuáles son?

-. ..... .- A Lee le llamaba la atención que ese pelirrojo se interesara tanto en él. Primero lo salvó, después lo viene a ver al hospital, ¿y ahora se interesa en sus objetivos, lo único por lo que él vive y a nadie más le interesa?. Pesé a sus propias sospechas, Lee no podía evitar alegrarse por saber que existía una persona que mostraba tal interés por saber quien es él, aunque ¿podría ser exactamente eso?. Tal vez Gaara quería algo de él. Quien sabe, podría ser bueno o malo, pero aún así era un misterio. Y el pensarlo frenaba esa alegría que invadía levemente a Lee, por lo cual quiso dejar de una vez por todas sus posibles respuestas para llegar a una oficial, que sólo el Kazekage podría darle, por lo cual le preguntó.


-. Gaara-kun, antes de responderte, ¿podrías decirme por qué has venido a verme? .- Preguntó de la forma más amable posible con su miraba agachada, temiendo ofender de alguna forma al pelirrojo con esa pregunta.


-. No lo sé .- Dijo el pelirrojo, sorprendiendo a Lee quien lo miró con sus ojos muy abiertos. -. Supongo que vale la pena saber cómo se encuentra alguien tan digno como tú.

-. ¿Digno? ¿Y-yo? ¿Por qué lo dices?


-. Por que a pesar de tus incapacidades, has demostrado que puedes lograr mucho, incluso salvar una vida a cambio de la tuya.


Y esto no hizo más que sonrojar al peli negro cuyos ojos ahora no podían estar más abiertos. No podía creer que el mismísimo Kazekage reconociera esa hazaña de aquel Ninja de Konoha que no es capaz de realizar siquiera alguna técnica Shinobi con sellos, y no solo eso, él ahora mismo estaba señalando que era consciente del duro camino de un Ninja que no es capaz de realizar un Ninjutsu o Genjutsu, o sea él. Y esto no podía hacer otra cosa que alegrarlo y tomarle gran afecto a ese misterioso pelirrojo.


-. N-no es para tanto .- Dijo con la mirada más escondida que nunca mientras que en su rostro se dibujaba sin consentimiento alguno una muy deformada sonrisa de nervios y a la vez de felicidad, con sus mejillas completamente rosadas. ¿Así que es eso lo que se siente cuando por fin reconocen tu inhumano esfuerzo?.

Pero lo raro está en que su Sensei, Gai, siempre ha valorado su alta capacidad de esforzarse por ser el Ninja que pretende ser, hasta Neji y Ten Ten lo han admirado más de una vez, pero con ellos, con nadie más, ha sentido la alegría que acababa de sentir con el solo hecho de que Gaara le dijera aquello. ¿Qué rayos ocurría con ese pelirrojo?


-. ¿Por qué no lo es? .- Preguntó Gaara -. ¿Acaso la vida de tu compañera no vale tanto?


-. ¡No eh dicho eso! .- Gritó alterado Lee pensando que Gaara lo había malinterpretado. -. Es solo que... Por un momento pensé que la vida de Ten Ten, que cualquier otra vida podría valer más que la mía. .- Dijo en un tono de voz tan bajo que Gaara apenas lo pudo escuchar.

Y otro largo silencio invadió el ambiente, con un moreno cuya miraba se veía tristemente perdida mientras los ojos de un pelirrojo se mantenían cerrados, como si estuviera meditando. Luego de unos largos segundos habló.

-. Lee, ¿qué te está pasando? .- Al mencionado le llamó la atención que Gaara le llamara directamente por su nombre -. ¿No era tu sueño el convertirte en un gran Ninja solo con Taijutsu?

-. Si... Por supuesto... Era lo que más quería y aún anhelo pero... Pero siempre pasa lo mismo. Siempre tiene que haber un obstáculo que me impida lograrlo. Y esta vez es la gente, Gaara-kun... .- Dijo al momento de que una veloz lágrima resbalara por su rostro, dando el inicio de otro llanto, uno más tranquilo -. Es la gente que siempre me hace sentir inferior .- Dijo mientras soltaba un audible sollozo, con Gaara allí mismo, viéndolo atentamente sin cambiar expresión alguna. -. Siempre me han tratado de hundir por aquello que no puedo hacer. Eh querido demostrar que se equivocan incluso aún quiero lograrlo pero, cada vez es más doloroso. Hasta el día de hoy, eh retado a Neji para ver si mis esfuerzos han sido suficientes para derrotarlo pero no es así, nunca lo ha sido. Y cuando pasa, él junto a Ten Ten me dicen que siempre tendré un límite, un límite que nunca podré superar solo con Taijutsu. Y-yo sé que no tengo ese límite pero... -. En ese momento Lee se tomó unos segundos para respirar, cosa que estaba siendo difícil al recordar esa dura realidad que siempre lo atormentaba pero muchas veces él solamente la ignoraba. Lee era fuerte, eso es indiscutible pero el hecho de pensar en que todo el mundo lo reprochaba, lo asustaba, y las personas no paraban de hacerlo. -. Pero que todos desconfíen en ti, que te menosprecien desde la infancia, es realmente doloroso.


Y Gaara puro reflejar en ese chico, en sus lágrimas, en sus palabras, el dolor que Lee siempre ha tenido que soportar hasta el día de hoy, el dolor provocado por personas de pocas esperanzas que disfrutaban desahogarse en los sueños de éste, siendo tan sólo él un inocente Shinobi que únicamente quería convertirse en un gran Ninja pese a lo que no puede hacer, y lo conseguía, cada vez avanzaba más. Por esto último Gaara no entendía el porqué aferrarse a los comentarios de personas que no hacían más que intentar frenarlo sin conseguirlo. ¿Por qué a Lee le importaban esos inútiles actos de ignorancia de esos tipos? El pelirrojo se preguntaba esto mientras Lee seguía llorando cabizbajo, con sus ojos fuertemente cerrados, en un inútil intento de parar ese silencioso llanto que ya le había mostrado a Gaara antes, y el volverlo a hacer lo llenaba de vergüenza.


-. Yo... Entiendo cómo te sientes.


-. ........ .-


-. Yo te entiendo. Hasta hace un tiempo yo era un Jinchuuriki, tenía un monstruo en mi interior, Shukaku .- Comentó Gaara mirando hacia abajo, con la leve sorprendida mirada del peli negro esta vez clavada en el. -. La permanencia de Shukaku en mi interior fue la peor desgracia de mi vida, de niño me marginaban sin razón alguna, las pocas personas que fingieron entenderme no eran más que traidores que al final planeaban una macabra acción contra mí, las que fallaban a causa de la arena que está destinada a protegerme. Siempre viví así, incluso me inventé mi propio concepto de “Amor”, originado por mi desesperación provocada por una dolorosa y larga soledad...


-. Gaara-kun... No es necesario que me cuen...


-. El Kanji que tengo cerca de mi frente, es el reflejo de mis ojos cegados por la arrogancia con la que crecí pensando que no necesitaba a nadie, que nadie era un aporte a mi existencia y por ello no hallaba valor alguno en sus vidas lo que provocó que no sintiera sentimiento alguno al exterminar tanto a asesinos como a inocentes. Yo estaba acostumbrado a este modo de vivir, Lee .- El mencionado sólo lo miraba absorto, con sus lágrimas ya detenidas y con sus oscuros ojos intentando sentir el dolor que Gaara reflejaba en aquellas palabras -. Pensé que aquello era el único motivo de mi existir, por eso me llamaban “Monstruo”, por eso te hice aquello en los exámenes Chunin. Y después conocí a Uzumaki Naruto. Quien era el único que podía comprender el peso de un Jinchuuriki como yo, pero éramos muy diferentes. Él había sufrido el mismo tipo de marginación que sufrí yo pero aún así él se dedicaba a valorar la vida de aquellos que le importan, cosa que yo nunca me tomé la molestia de hacer. Lee , es por esto por el que quiero cambiar .- Dijo el pelirrojo mientras acercaba una de sus manos a la mejilla de Lee, para limpiarle las pocas lágrimas que quedaban, mientras éste sólo lo miraba. -. Por esto soy el Kazekage , quiero que la gente ya no me vea como un monstruo. Tu y yo tenemos algo en común y es que nuestros sueños siempre los dificultan las personas, intentando establecernos barreras que nos impiden alcanzarlos, pero aún así no lo logran.


-. Gaara-kun...


-. Lee, hagamos una promesa.


-. ¿Una... promesa?


-. Prométeme que te convertirás en el Ninja que solo usa Taijutsu más legendario de las cinco naciones y yo te prometo que me convertiré en el Kazekage más destacable de Suna.

-. G-Gaara-kun .- Lee estaba completamente perplejo. ¿Él en verdad era Sabaku no Gaara? ¿En verdad ambos se parecían tanto entre sí? Las palabras de Gaara lograron que Lee pudiera ver su verdadero ser, esa persona que había crecido sumergido en la soledad y pudo resurgir para hacer de su vida una con esperanzas, con fe, con coraje y para demostrar a aquellos que antes le dieron la espalda, la capacidad de un marginado para convertirse incluso en un Kazekage, el protector de toda una aldea. Gaara era realmente admirable y Lee no quería quedarse atrás, esa promesa ahora mismo lo impulsaba a quedar a la altura de ese pelirrojo.

No, no se rendiría jamás, no mientras él y Gaara existieran.

-. Kazekage-sama.

-. ¿......?

-. ¡¡Yo seré el mejor Ninja de Taijutsu, lo prometo!! .- Dijo Lee con una gran sonrisa mientras hacía la pose Nice Guy, y eso significaba que aquella promesa iba muy enserio. .- ¡¡Tu y yo cumpliremos esa promesa para ser el mejor aporte a nuestras aldeas!!

Y entonces Lee vio aquello que jamás pensó ver; Gaara le estaba sonriendo, una suave sonrisa que ahora mismo le dedicaba solamente a él mientras la mano del pelirrojo aún se encontraba en su mejilla.

-. Es una promesa.


Ambos se quedaron mirando, reflejando en sus ojos la determinación que se originó en esa promesa que estaban dispuesto a cumplir aunque sea lo último en hacer. Sentían cómo los segundos recogían esas palabras para llevarlas a un futuro incierto, que ellos mismos forjarían recordando este día, el que los acicatearía en los peores momentos con tal de no fallarle la palabra al otro.

Y un dulce silencio fue nuevamente la característica de aquel ambiente. Pero fue interrumpido por un portazo originado por ese tipo. Hyuga Neji, quien entraba seguido de una Ten Ten que le decía preocupada que no pasase pero era simplemente ignorada, después entró Gai.

Al entrar Neji, Gaara rápidamente quitó su mano de la mejilla de Lee mientras se distanciaba un poco de la cama en la que éste descansaba. Aunque fue tarde, pese a ser el único, Neji pudo ver aquella escena por el rápido portazo que dio. Mientras pasaba sin quitarle la vista a ese par, el reto entraba sin saber lo que ocurría.

-. Lo siento, Kazekage.- dijo el Hyuga con cierta ironía y una mirada muy molesta que le dirigía al pelirrojo -. Pero nosotros tendremos que irnos muy pronto, no podremos ver a Lee en paz si el tiempo que se suponía era para verlo se nos sigue arrebatando de esa manera .- A Neji en verdad no le importaba ofender al Kazekage con tal de intentar alejarlo de Lee.

-. Bien .- El pelirrojo sólo se levanto con todas las miradas en él, incluyendo la de Lee, quien lo veía dirigirse a la puerta sin decir nada. Y no pudo evitar despedirse.


-. Gaara-kun


-. ¿Mmm? .- El pelirrojo se había detenido justo cuando iba a cerrar la puerta.


-. ¡Nos vemos!

Gaara sólo lo quedó viendo, y mientras dirigía su mano a la perilla de la puerta dijo con su característica voz de siempre.

-. Nos vemos.

Y la puerta se cerró, dejando al resto del Equipo Gai muy sorprendido por esa interacción de tanta confianza entre el Kazekage y Rock Lee.

“¿Gaara-kun?” Pensó Neji ¿ahora era Lee quien lo llamaba tan cercanamente? Realmente pasaba algo entre ellos dos. Tal vez Gaara planeaba algo en contra de Lee, aprovechándose de su ingenuidad con las personas, y Neji no permitiría que su compañero caiga por culpa de su inocencia en una falsa amistad con el Kazekage, de ninguna forma.


-. ¡¡LEE, ESTABA TAN PREOCUPADO POR TÍ!!

-. ¡¡GAI SENSEI!! ¡¡LO SIENTO!! ¡¡PROMETO NUNCA MÁS PREOCUPARLO OTRA VEZ!!

-. ¡¡IDIOTA!! ¡¡NO TE DISCULPES!!

Gai y Lee permanecían abrazados, llorando dramáticamente mientras eran observados por unos molestos Neji y Ten Ten, que sólo miraban aquella exagerada escena que no era nada inusual ver entre ellos.

Gaara desde el otro lado de la puerta escuchaba llorar a Lee y Gai mientras gritaban puras incoherencias de parte de los ruidosos Shinobis.

“Tal vez debí dejar entrar al Sensei”. Pensó el pelirrojo antes de partir hacia el nocturno exterior para llegar adonde había quedado con Temari.

 

Continuará...

 

 

 

 

 

Notas finales:

Bueno, cumplí lo que dije con el tema de Neji, ahora son ustedes quienes decidirán si ponerlo en un triangulo amoroso o como un simple compañero que se preocupa por su amigo e.e... 

El capitulo salió un tanto cortito gomen u.u espero no volver a repetirlo ><

Bueno ghghou  nus vemus y muchas gracias por leer!! (^3^)/!!


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