Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Dolores distintos, pero igual de letales. por Narrastin

[Reviews - 42]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holiissss!! Cómo están? Miren a la hora en que publico xD (4:13 de la mañana :,v) 

Bueno, no tengo mucho que decir, solo espero que disfruten el capítulo!! ^^

 

Allá va...

El momento pareció durar una eternidad. Como si un dios del tiempo se tomara el capricho de detener una enorme cantidad de éste solamente para ellos dos, mientras ambos se encargaban de ocuparlo a tal punto que pareciera nunca terminar. Sobretodo por lo que acababa de ocurrir... ¿Qué significó todo aquello?


El viento no detuvo su ligero y reconfortante ritmo en ningún momento, era, junto al los grandes árboles y césped pordoquier, el amigo fiel del ambiente ideal.


Los negros cabellos de Lee se movían suavemente al igual que sus blancas vendas en sus manos que se encontraban un tanto sueltas. Él estaba atónito, lo hacía notar perfectamente en su rostro, el cual se encontraba mirando hacia abajo con sus ojos lo más abiertos que haya podido abrir en su vida, mirando a la nada, con el sudor de los nervios comenzando a hacer presencia en todas las parte de su cuerpo. Con su mano derecha cubría sus labios los cuales permanecían ligeramente entreabiertos debido a su estado de total shock. Respirar se le hacía cada vez más difícil, cuyas exhalaciones salían entrecortadas al igual que sus cortas y rápidas inhalaciones. Ni hablar del intenso sonrojo que se presentaba en cada espacio que ocupaba su rostro, llegando incluso a sus orejas.


Por otra parte, Gaara, si bien se encontraba igual de sorprendido que Lee, éste lo podía ocultar mucho mejor. También se encontraba jadeando levemente, sus delineados ojos se encontraban un tanto entrecerrados debido a la falta de oxígeno que se les había presentado a ambos después de lo ocurrido. El pelirrojo mantenía una de sus manos agarrando fuertemente el lado del corazón en su pecho, intentado frenar esos frenéticos latidos originados por la vorágine en su cabeza al analizar lo que había ocurrido.


Luego de tanta duda, de tantos nervios, de preguntarse si debería o no, Lee, sin cambiar el carmesí tono de su rostro, se atrevió muy tímidamente a ver los ojos de Gaara apenas levantando algo su cabeza aún con su mano cubriendo sus labios. Vio cómo el pelirrojo se encontraba mirando a la nada con un estado de alteración muy claro, pero, como todos saben, a su manera.


Mientras respirar se le dificultaba poco a poco, no por la falta de aire de aquel beso, si no por lo alterados que estaban sus sentimientos, Gaara se concentraba en mantener la calma como si su vida dependiera de ello, pero era realmente difícil. Esta nueva experiencia, el hecho de sentir sus sentimientos correspondidos de una forma totalmente especial, el tener que cargar con una misión pendiente mientras todo esto ocurría, el hecho que era un hombre a quien mostró ese acto de amor y no a una mujer, como supuestamente debe ser, lo confundían de sobre manera. Y Lee, si bien no tenía tranquilidad alguna en todo esto, notaba en la muda reacción de Gaara al verlo, una lógica confusión. Y tratándose del pelirrojo, a Lee le pesaba el sólo imaginar todo lo que estaría en este momento golpeando la cabeza de Gaara, quien obviamente tenía una verdadera escasez de este tipo de experiencias, que sin embargo, lo único que lo diferenciaban de Lee, era que éste último tenía al menos las ideas claras de lo que significaba todo aquello.


La única forma que encontró de explicarle de alguna manera a Gaara o al menos tranquilizarlo aunque sea un poquito, era hablándole, obvio. Sin embargo, los nervios se lo estaban comiendo vivo, pero tenía que hacerlo, por él.


-. G.... .- Su timidez, sus nervios, sus dudas, su miedo estaban tan mezclados entre sí que hablar con normalidad a esas alturas era imposible. Esa pronunciación apenas fue audible hasta para el mismísimo peli negro. -. G-Gaa... .- Dios, ¿qué le ocurría? Sentía que poco a poco perdía control total sobre su mandíbula, la cual no paraba de tiritar al separarla del maxilar superior para pronunciar aunque sea solamente ese “Gaara-kun”. De pronto, Lee mordió fuertemente sus labios hasta el punto de dolerle, y posiblemente dejar una marca, antes de soltar una fuertísima y audible exhalación por la nariz.


-. ¡¡G-GAARA-KUN!! .- Soltó con la intención de levantar un poquito, lo mínimo, la voz para ser lo suficientemente audible, pero al parecer se le pasó la mano un poco mucho, llamando la atención del pelirrojo quien se alteró aún más por ese alto tono de voz.


-. Hmmp .- Tosió internamente al darse cuenta de tal metida de pata, cosa que lo puso más nervioso. Pero al considerar el estado de Gaara, que por cierto, también tenía que ver su cansancio a causa de la extraña invocación a la que se enfrentaron antes, tuvo que esforzarse, y Rock Lee era experto en eso, y por Gaara, los nervios no le derrotarían. .- P-Perdón. G-Gaa... Gaara-kun, ¿t-te encuentras bien?.


Aquella pregunta un tanto... boba, fue la que terminó de despertar a Gaara de su atónito estado. Soltando un largo y fuerte suspiro que le ayudó un poco a liberar algo de tensión, el pelirrojo se acomodó sentándose sobre sus rodillas apoyándose en sus palmas para luego dejar estas reposando en sus piernas. Cerró los ojos un momento, sabiendo que Lee estaba ahí, esperando preocupado una respuesta. Estuvo así un largo rato, donde la intriga se apoderaba de Lee, pero todo aquello era tan complicado...


-. Tu... ¿Sabes qué significó eso?... .- Preguntó Gaara abriendo lentamente los ojos para mirar a los de Lee.


-. Uh...


-. Quiero decir... ¿Sentiste algo especial al hacer... “eso”?


Al escuchar tal interrogante, el nulo rubor que había logrado abandonar el rostro de Lee volvió al instante. No sabía qué responder. Obviamente sintió todo tipo de sentimientos maravillosos al haberse besado con Gaara pero... ¿Él lo vería así? ¿Podría Gaara haber sentido lo mismo que sintió él?


No sabía qué responder. Porque si respondía con la absoluta verdad, Lee estaría obligado a confesársele a Gaara. Confesar sus sentimientos, su amor por él, decirle el cómo lo ha empezado a ver rápidamente más que un amigo, que las razones le sobraban para hacerlo. Y no es que no quiera decirlo pero... de pronto todo iba tan rápido. Tanto la esperada inexperiencia y tal vez la ignorancia respecto al tema de Gaara podrían confundirlo de sobremanera. Y estando en una misión, junto con el exánime estado del pelirrojo después de perder semejante cantidad de Chakra, lo colocaban en un abrir y cerrar de ojos entre la espada y la pared.


-. Y-Yo... .- La indecisión nunca le había invadido de tal manera, su cabeza era una vorágine, todo esto era una tortura. ¿Y si para Gaara ese beso solamente fue un acto de confusión? ¿Y si Gaara lo rechazaba por aquello? ¿Y si el pelirrojo empieza a romper la amistad que tanto, pero tanto les había costado forjar?.


De repente, no supo si fue el hecho de estar siendo devorado vivo por la desesperación o pensar que todas las interrogantes anteriores pudieran ser ciertas, Lee empezó a temblar. No un temblor leve, estos eran muy notorios. Gaara, quien esperaba la respuesta del peli negro cuando éste empezó a hablar, miró tal acto involuntario de él. Vio como agachaba su cabeza, cómo agarraba con sus manos el césped con fuerza brutal hasta desgarrarlo poco a poco, como los tiritones se convertían cada vez más bruscos.


Cuando el pelirrojo, preocupado, estuvo a punto de llamar su nombre para preguntarle qué ocurría, Lee levantó rápidamente su cabeza mientras se incorporaba con firmeza. Miró fijamente los ojos de Gaara, quien notó unas pequeñas lágrimas en los negros ojos de Lee que se habían originado por su comportamiento de nervios, su indecisión y, más que nada, por el miedo de la consecuencia que traería esa decisión que le costó tanto tomar, y que ahora Gaara lo vería...


-. Yo... Yo si sentí algo especial en... en ese beso .- Gaara vio cómo Lee disminuía sus tiritones. El pelirrojo estaba nervioso, esta vez, por aquella respuesta que parecía tener continuación, así que esperó con una costosa paciencia.


-. Ga-Gaara-kun... Me hubiese gustado decirte esto en un momento mejor, uno digno, en el que no tengamos tanto peso encima. Pero la oportunidad se ha presentado ahora, después de lo que acaba de pasar, no habrá un momento mejor. A-Así que te lo diré, te diré lo que he querido decirte desde esa noche en que me fuiste a visitar al hospital. Esa noche en la que mi vida, empezó a tener un significado especial... Y todo gracias a ti.


Dicho esto Lee, se levantó del verde suelo hasta quedar de pie, siendo observado fijamente por el pelirrojo, cuyos ojos estaban más abiertos de lo normal. Con sus piernas algo adormecidas, Lee se dirigió a una parte del bosque algo lejos de Gaara. Se estaba acercando a un punto del área donde unos cuantos arbustos impedían la vista, sin embargo, el peli negro fue capaz de ver algo que le llamó la atención, mientras Gaara, con cierta confusión lo miraba desde una distancia algo mediana. Lee, agachándose entre esos arbustos empezó a husmear con sus manos, pareciendo encontrar algo y recogerlo.


Cuando parecía estar listo, Lee, con una especial habilidad para esconder, movió rápidamente sus manos detrás de su espalda mientras se giraba con la misma velocidad, con la intención de que Gaara no alcanzase a ver lo que tenía entre estas, y así fue. Si bien no pudo ver lo que Lee escondía, el pelirrojo vio como este mostraba una faz ruborizada pero firme, mostrando de vez en cuando unos visibles temblores. En eso, el peli negro empieza a dar el primer paso hacia Gaara seguido de otro y otro, hasta llegar donde él.


Tardó unos segundos en reaccionar cuando se encontraba ya en la misma cercanía con el Kazekage, la misma desde el principio. Mientras se armaba cada vez con más valor, Lee se agachó para quedar frente a frente con el pelirrojo, quien no había perdido de vista ni la más mínima acción de él. Antes de comenzar a hablar, Lee quizo contemplar una vez más ese hermoso par de pupilas turquesas que siempre lograban sacarlo del mundo en que vivía. Decidió verlas y maravillarse con ellas lo más que pudo, pues lo que estaba a punto de hacer, podría quitar de su vida esa mirada que tanto necesitaba en ella... Aún tenía miedo.

 

-. Gaara-kun, lo que yo sentí en ese beso fue... fue amor... .- Dicho esto, el peli negro reveló a Gaara lo que escondía detrás de sí. Era un par de bellísimas flores de aspecto inusual de color lila, muy parecidas al Brezo. Alrededor de estas se ubicaban unas pequeñas margaritas que si bien en cantidad eran mucho más que las dos principales, estas eran muy diminutas. Acompañando a todas estas flores, decoraban unas cuantas hierbas, muy distinguibles cada una, dándole a ese natural racimo un aspecto más único y especial.


Mostrando por unos momentos aquel obsequio, Lee empezaba a acercarlo lentamente hacia Gaara, quien mantenía sus ojos firmes en ese presente, sobre todo en las dos flores principales que tanto llamaban la atención. Lee extendió su brazo hasta el punto de sentir que el racimo tocaba muy suavemente el pecho del pelirrojo, dándose él mismo la señal para realizar el acto que lo revelaría todo.

 

 

 


-. Gaara-kun, yo te amo...

 

 

Continuará...

Notas finales:

udjsjsjsje je por fin se lo dijo!!

Siento mucho que el capi haya sido tan corto y con un final de intriga como este u.u

Por cierto, no me eh olvidado de la misión ni de Neji... Oh verdad, Neji... 

 

Kdjsisjsi es broma no me maten QwQ!

 

Muchas gracias por leer, espero que les haya gustado el capi y la confesión del adorable Lee. Un besito, un abrazito y nos vemos!! ^3^!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).