Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi pedacito de cielo... [Yoonmin] por NUCITABts

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Jeló :)

 


Como voy a estar inativa en mi otra cuenta estaré subiendo varios Os para rellenar el tiempo que no utilizo escribiendo mis dos fics xdd, ya saben :) Siempre ando subiendo Os y me gusta que les agrade :)

 

Escribí uno ChanBaek/BaekYeol pero no me dejó muy convencida, aunque igualmente lo subiré para ver qué les parece a ustedes y así :) Esperénlo para las que son fan de mi group precioso Exo :D Ultimamente se me está dando por escribir puros Os Omegaverse de Yoonmin, tal vez haga un fic de eso e.e

v18;Capítulo únicov17;

Dormía tranquilamente sobre su lecho de sábanas oscuras, recibiendo en paz la brisa y los leves rayos de sol que entraban por su ventana esa mañana.

Sus cabellos estaban tintados del matiz de una oscura noche, densa y recubierta de espesas sombras negras, pero su piel era tan blanca como la luz bandida de la luna, las más brillosa y tan tersa como la inconfundible seda. Casi como su voz, que era como el canto de una sirena; agudo y melodioso.

Así describía Min Yoongi a la única persona que era importante para él en un mundo de porquería donde todos vivían sin derecho a objeción. Porque eran pobres delante de tanta jerarquía, delante de una realeza que rara vez mostraba verdadera clemencia a su pueblo.

Describía a su pequeño como el sol que ilumina sus apagados ojos, o como la luz que le guiaba en los momentos en los que se sentía tan pedido. Buscaba amor en esa persona y le agradecía que sintiera lo mismo por él.

Con el paso del tiempo, Min Yoongi y Park Jimin se habían convertido en una sola persona, mitades opuestas hechas para estar juntas y encajar para reparar las grietas de sus corazones.

El hombre de cabellos blancos agradeció la ausencia del cantar de los pájaros, quería disfrutar un poco más el cincelado y perfecto rostro de su pequeño pedazo de cielo, la vista de tan increíbles facciones eran un delirio que le hacía agonizar lentamente, no creía que tanta belleza fuera suya, simplemente de él y de nadie más.

Yoongi entrecerró los ojos con expectación cuando la delicada figura de su omega comenzó a removerse, frunciendo el ceño al sentir el manto caliente del sol sobre si rostro y la mirada intensa de su alfa sobre él. Su nariz olfateó la única esencia en la habitación que predominaba su aire y como un acto involuntario sonrió, sintiendo su corazón latir de alegría.

-¿Yoongi? -murmuró somnoliento aún sin desperezarse del todo. Su omega sintió al siguiente segundo la cama hundirse a su espalda, vanagloriándose mentalmente de sentir a su alfa reconfortantemente cerca. 

-Aquí estoy, cielo  -le dijo cerca del oído con voz sonriente, apretando el delgado cuerpo entre sus brazos para llenarle cálidamente de cariño por medio de un significativo abrazo.

Era la bienvenida que le daba Yoongi a su cielo todas las mañanas, para recibirlo como era debido y darle el resto del día su merecida dosis de desbordante amor.

-¿Qué hora es? -preguntó con un timbre de voz bajo a causa de aún sufrir las secuelas del pesado estado de sueño anterior.

-Calculo que la mañana ronda la siete y media -contestó enterrando su nariz perfilada en la mata de cabellos bajo su mentón.

El escuálido cuerpo de Jimin se giró dando un gemido de pereza para poder rodear a su alfa y sentir su penetrante olor calar sus fosas nasales.

-Es muy temprano, quiero descansar un poco más -dijo entonces con los ojos cerrados, causando que Yoongi riera con ternura y lo apretada contra él para plantarle un beso en la nívea frente del más pequeño.

-Duerme más, cielo, y espera el canto de las doce para darte de comer.

-Hmmm, sí -balbuceó y pronto se halló dormido de nuevo.

El peliblanco sonrió mínimamente, acariciando los cabellos sedosos de Jimin hasta caer también en el mundo de los sueños.


🌜💤🌃


-Es hora de abrir los ojos, cielo.

El aludido sintió un toque delicado en su mejilla y sus labios sonrieron al tiempo en el que sus párpados se alzaban para apreciar la linda cara de su alfa. Estaba vestido y peinado y al bajar la mirada hasta su regazo observó con emoción el almuerzo de medio día servido y humeante.

-¿Lo hiciste tú? -cuestionó estúpidamente, reincorporándose en el lecho para mirar mejor a Yoongi.

-Con las palmas de mis manos y la habilidad culinaria para hacerte almuerzos ricos y saludables, mi pequeño.

-Oh -se concentró en mirarlo y pronto le estaba enviando al mayor una mirada pícara-. Saludable no entra en éste menú, amor.

-Bueno, no es del todo saludable pero lo intenté -alzó las manos para dar a entender su vergüenza fresca en un gesto.

Jimin rió y se inclinó un poco para depositarle un beso en los labios a su alfa. Luego se echó hacia atrás para apoyarse en el respaldar de la cama.

-Anda, ponlo aquí para que comamos los dos -palmeó su regazo juntando sus labios para no sonreír. Realmente amaba los detalles de Yoongi tanto o más que cualquier cosa.

El hombre asintió, haciendo lo que Jimin había pedido y se acomodó mejor en la cama para estar más cerca de él y darle de comer.

-Yoongi, esto está alucinante. ¿En serio lo has hecho tú?

-Ja, ja, qué gracioso -el peliblanco rodó los ojos un poco ofendido y el omega rió traviesamente para luego darle un beso sonoro en los labios a su alfa por segunda vez.

-Sólo bromeo, amor, no te lo tomes tan a pecho.

-No me gustan tus bromas, Park Jimin.

-Uy, me has llamado por mi nombre completo -hizo una mueca de disgusto mientras una cucharada de arroz aterrizaba en su boca-. ¿Ya no es 'cielo'? -frunció el ceño con un mohín en los labios, mirando caprichosamente al alfa frente a él.

-Come, Jimin -profirió robando una presa de pollo a la miel.

-Pero, Yoongi... no debes tomarme en serio cuando hago ese tipo de cosas. Sabes que soy fanático de todo lo que preparas en ésa cocina, me encanta tu comida y lo más maravilloso es que la haces tú y sólo para mí.

-Cielo -susurró inaudiblemente, pero lo suficiente para que el omega de cabellos negros le escuchara.

Jimin lo miró, sorprendido al notar una pequeña anomalía en los pómulos pálidos de Yoongi.

-¿Te estás ruborizando? -preguntó, incrédulo.

-¿Qué? No digas tonterías y termina de comer.

-¡Lo estás, tus mejillas se están coloreando! -exclamó contento, masticando un trozo de muslo dulce.

-Calla -y sin poder evitarlo, sus labios se curvaron en la sonrisa más amorosa que le había dado a su omega en todo el día.

🌙💤💫

-Venga, deja esa -se quejó apretando más sus dedos entrelazados con los de su alfa.

El peliblanco hacía zaping en la televisión, buscando una buena película de acción que ver para pasar la tarde. Y justo cuando una le llamó la atención, tuvo que devolverse dos números porque a Jimin se le antojó ver Tinker Bell.

-Esto es para niños, Jiminie -le replicó sin dejar de lado su disgusto por el filme.

-No, no lo es. Soy un niño de 22 pero a mí me gusta, y si la quiero ver tú tienes que ponerla. ¿Recuerdas? -miró hacia arriba con las cejas alzadas, apoyándose mejor en el pecho de Yoongi- Hoy es día de Jimin. Y mañana es día de Yoongi.

-Bueno -soltó el alfa con actitud refunfuñona, observando a la pequeña hadita con una mueca que expresaba lo ridícula que le parecía la película.

-Amor, no te pongas así -Jimin se levantó para acomodarse en su regazo y mirarle de frente-. Cuando sea mañana, tu día, yo seré el que haga todo lo que me pidas sin importar qué.

-¿Todo lo que yo te pida? -repitió las palabras con un deje de picardía, poniendo sus manos en las caderas de su omega.

-Sip, ahora veremos ésta película, si quieres puedes besarme cuanto quieras, amor, tranquilo, eres más importante -sonrió escondiendo su rostro en el blanco cuello blanquecino. 


💫💤💫

 

Y al caer la noche, luego de susurrarse mutuamente al oído palabras de amor en gemidos, jadear un sinfín de te amo, y cerrar los ojos en la cumbre de su anhelado placer, Yoongi olisqueó el cuello de Jimin con posesividad, lo lamió para dejar su esencia y seguidamente enterró sus dientes en él, proclamándolo suyo de nuevo una y otra vez por medio de besos en esa zona.

-Te amo tanto, cielo. No sé qué haría sin ti en ésta y otras vidas. Dime, nunca me dejarás ¿verdad? Porque me sentiría tan perdido... no quiero que nunca te vayas, Jiminie.

Ya acostados entre las sábanas, con sus respiraciones calmadas y la leve capa de sudor, Yoongi se sinceró y admitió sus miedos, causando que el corazón de Jimin se apretara y sus labios esponjosos cual malvaviscos temblaran.

-Amor -murmuró Jimin apretándolo en un fuerte abrazo-. Mi alfa, mi dueño... mi hyung -le recitó con un hilo de voz intentado no llorar-. Nunca me iré de tu lado, aún si me lo pidiera la reina nunca lo haría. Te amo tanto, Min Yoongi -alzó su cabeza para pedir un beso sin necesidad de palabras y sin más cerró los ojos cuando la tibieza y la humedad en los labios de Yoongi se juntó con la suya.

Se enfrascaron en la dulzura de aquel íntimo contacto, moviendo sus bocas en un recorrido lento y pasivo. Jimin abrió levemente sus labios, permitiendo que la lengua de su alfa entrara y le explorara con ansiedad y anhelo.

-Gracias por éste día, hyung -sonrió cuando ya habían separado tan sólo unos centímetros.

-Jeje.

-Eres el mejor -siguió halagándolo.

-Ya -le ordenó sin poder evitar su voz de alfa -. Tenías tiempo sin llamarme de esa forma, pequeño cielo -suavizó su tono para no hacer sentir mal a su omega.

-Lo creí necesario, además, sin importar cuánto tiempo llevamos juntos, siempre serás mi hyung -le confesó sin inmutarse a lo anterior con los ojos brillantes.

-Y tú mi cielo, mío, mío, mío -el alfa plantó varios besos en la boquita de Jimin, haciéndole reír y sonrojarse.

-Ya, basta, Yoongi -se removió entre los brazos del peliblanco-. ¡Ay, me duelen los labios! Mira que tan hinchados me los dejaste -le reclamó al sentir la diminuta palpitación.

Yoongi bufó y alzó la mano para pellizcarle una mejilla al omega.

-¡Amor, ya, por favor! -gritó cerrando un ojo mientras se sobaba la mejilla herida- Yoongi -dijo su nombre con un tono cansado, mirándole directamente sin parpadear.

-Por Dios, Jimin -se alucinó el alfa cogiéndole las mejillas-; tus ojos son tan hermosos, los vería todos los días sin reparar en el tiempo que transcurra.

-Hyung... -se avergonzó.

-Tiene un color avellana tan común que para mí es único. Me miras con... tan...

-¿Cariño, amor, ternura, apreciación, gusto, calma, admiración?

-Eres un omega juguetón -rió Yoongi antes de besar por última vez en el día sus labios-. Y te amo.

-No, yo no te amo.

-¿Qué? -se puso pálido, sintiendo su estómago revolverse.

Jimin abrió los ojos enormemente y negó con la cabeza, arrepentido.

-No, no, no. No me haga caso, es otra de mis bromas. Yo también te amo, Yoongi, es la verdad.

En eso, Yoongi empezó a soltar carcajadas fuertemente.

-¿Ahora quién le hace bromas a quién? Pequeño travieso -le besó la punta de su nariz, admirando con adoración la mueca enojada del lobo menor.

-Eres malo, Yoongi.

-Ya, no sigamos -los arropó a ambos-. Anda, duérmete.

-Duérmete tú -repuso infantilmente.

-Shh, calla.

-¡Yoongkabsbwiq...

Y así, la pareja se sumió en el mundo de los sueños con una sensación en le pecho que les hizo sonreír toda la noche.

 

 

"Gracias por estar a mi lado, Yoongi"

"Gracias por quedarte junto a mí, mi cielo"

"Te amo, hyung"

"Yo también, Jiminie" 

 

F I N



Notas finales:

:)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).