Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Accidentally In Love por Anne102

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hoy hay 2x1 

—Hoy no va venir tu amigo de lindos ojos ?- 
pregunta su jefa que hoy parece haberse arreglado mas de lo usual.  Es una mujer mas o menos unos 15 años mayor que el, pero es una mujer que resulta atractiva para la vista. Sus ojos castaños parecen reflejar la luz en tonos dorados. 
Ver a su hija de 20 años que es tan parecida a ella que da una especie de idea de como era a esa edad. 
-No y el no es mi amigo contesta después de un momento tratando de comprender sobre quien habla
 
— A mi me lo pareció. no cualquiera te salva de un asalto y se lleva unos buenos golpes por ello. me encantaría presentárselo a Helena —
cuenta totalmente emocionada
 
- Eso no hace que sea mi amigo, solo una buena persona  - replica con una pequeña arruga formándose en su frente e ignorando el echo de que ella espera que su hija salga con un tipo desconocido solo porque es bien parecido. 
 
- te hizo reír. llevas trabajando aquí un par de semanas y no te había visto reír. comenzaba a pensar que no eras capaz . además, pareces menos tenso. Siempre es bueno que hablaras con alguien de tu gente.— 
dice eso mirándolo fijamente con sus ojos casi ambarinos, con su pequeña mano posada en su hombro. su tono suena a como si el solo hecho de que el hombre que trabaja para ella no sea de "su gente" la ofenda de alguna manera. 
 
- No es mi amigo. repite antes de salir a atender una de sus mesas, pero dejandolo con un monton de cosas en la cabeza.
 
También esta el "hablar con la gente de uno" quiere decir que tal vez jamas lo vean como otra cosa que no sea un forastero.
No pertenece a ningún lugar por mas que se empeñe en fingir que así es. 
Una parte de si, siente que jamas perteneció a ningún lado, que solo fue escupido al mundo en una especie de capricho enfermo. 
 
La voz de su jefa diciendo que hay un cliente en su mesa le asusta de tal forma que siente su corazón chocar contra su pecho. 
Cuenta hasta diez mientras respira hondo antes de colocar su usual sonrisa amable que jamas llega a sus ojos y salir a tomar la orden. 
 
------------------
 
Acaba de tomar la orden del cliente cuando aparece su "amigo". 
 
Dirige su mirada por un momento al hombre intentando averiguar que es lo que quiere. 
Parece cansado debajo de los golpes en el rostro. 
Su camiseta de tirantes se pega a su pecho con una pequeña mancha de sudor.
Por un momento sus ojos se cruzan con los del extraño y siente a hulk agitarse de una manera que antes no había sentido. 
Es una agitación fuerte, pero en el fondo sabe que no hay peligro de que el otro chico salga. 
 
El otro se sienta en una de las mesas que atiende sin decir nada. Es mas, parece que ni siquiera se han visto en la vida. 
 
Elena llega sonriendo con las mejillas coloradas y se ofrece a tomar su orden mientras Bruce va por lo que pidió el otro cliente. 
El castaño asiente por costumbre sin replicar nada. Sofia parece satisfecha por eso. 
 
Cuando vuelve con la orden del cliente (negro con dos de azúcar y una rebanada del pastel del día) Elena todavía esta platicando y no puede evitar dirigir la mirada hacia ellos de manera que podría resultar aterradora. 
Como excusa para quedarse se pone a limpiar las otras mesas vacías.  
 
Parecen estar hablando de café y eso hace que elena sonría como una niña. Bromean otro poco hasta que Elena se ofrece a llevarle un  frappé cortesía de la casa en agradecimiento por salvar a uno de sus empleados. 
Por un momento se encontró deseando estar en el lugar de ella. Después de todo ellos se habían conocido primero. Sintió algo parecido a celos. Algo estúpido porque ni siquiera sabia su nombre. 
 
El tipo dirige la mirada hacia él como si siempre hubiera sabido que estaba ahí. 
 
Elena entra rápidamente y entonces quedan solos o al menos lo mas solos que se puede estar en una plaza llena de personas que hacen que uno se sienta de cualquier manera, menos solo. 
 
— Roman.— 
Escucha decir al tipo. 
Parece que se han estado mirando por un tiempo.
 
— ¿Que? 
Tartamudeo en respuesta. 
 
— Ese es mi nombre. Soy Roman Dods, ¿podrias decirme el tuyo? 
Pide ingles y parece que es una especie de dialogo de película mala para adolescentes.
 
— Lucas Green. 
 
Ofrece con voz titubeante y baja.
La respuesta parece divertir al otro. Como si entendiera la broma privada que es su nombre. 
 
Se siente como encerrado en esa película mala de adolescentes o en uno de esos sueños donde apareces desnudó frente a una audiencia. Un pinchazo en el pecho y un regusto agrio en la garganta se hacen presentes. 
Se da la vuelta para entrar a un lugar que considera mas seguro, de momento y no volver hasta que "Roman" se vaya. 
 
— ¿ Tienes algo que hacer mas tarde?. 
Llamo el otro justo después de que dio el primer paso.
El otro cliente levanto la vista ante la pequeña interrupción de la lectura de su pequeño libro de bolsillo. 
Por el tono del hombre le pareció que ya conocía la respuesta, pero que igual había querido preguntar. 
 
Eso comenzaba a sacarle de quicio. Su actitud chulesca, aquel tono de voz que parecía que ya se conocían desde antes y sin mencionar aquellos ojos imposiblemente azules que parecían atravesar cada parte de su cuerpo y hasta leer su mente.
 
Pero a Hulk eso parecía intrigarle. Alguien que lo veía y parecía realmente importante aunque se tratase de una cosa tan banal y no que lo miraran simplemente como un pequeño y flaco hombre. 
 
— ¿En serio estas coqueteando conmigo?
 
Inquiere Bruce regresando. 
Apoya su mano en un puño sobre esta y lo mira de forma amenazante o con lo que piensa e intenta ser amenazante. 
 
— ¿Te molesta?. 
Solicito en respuesta con los ojos entornados. 
 
— La gente no coquetea conmigo. 
 
— ¿Debería tomarlo como que no te molesta? 
 
Increpo con un tono que resultaba casi burlón.
Se inclino mas sobre el respaldo de la silla y paso sus manos detrás de su cabeza dejando a la vista lo bien trabajados brazos que poseía.
 
— Es un "la gente no coquetea conmigo" y menos los de tu tipo. 
 
Roman inclino un poco la cabeza todavía en esa extraña posición en la que se encontraba. Había dejado de mirarlo y abrió la boca, pero no dijo nada. 
 
Bruce ya se sentía victorioso. Aquello no duro mucho. 
 
Elena llegó con la charola con lo que había ordenado el tipo frente a él. 
 
— Gracias.
 
Ofreció para la chica al fin incorporándose y ayudándole a tomar el vaso de frappé mientras ella colocaba dos rebanadas de pastel sobre la mesa. 
 
Elena solo asintió con la cabeza, sonriendo y todavía con las mejillas arreboladas en rojo. 
Si se había dado cuenta de la presencia de Bruce no lo parecía y por ese momento también parecía que había desaparecido para el otro hombre. 
 
— ¿Puedo pedirte algo mas?
Pregunto encajando el tenedor en una de las rebanadas. 
 
— ¡Claro! Lo que quieras. 
Exclamo la muchacha con un tono infantil.
 
— ¿Podrías darme unos minutos para hablar con mi amigo?
 
Señalo a bruce con el tenedor. Elena volteo a mirarlo y entonces supo que no se había percatado de su presencia hasta ese momento. 
— Solo mientras termino mi pastel. Después él volverá a su trabajo, yo me iré y volveré mañana para comenzar a enseñarte italiano. ¿Eso esta bien?
 
Su voz sonaba dulce y seductora, pero todavía varonil. Bruce tenia la impresión de que lo hacia a propósito y que solo con ese tono Elena aceptaría cualquier cosa. 
 
Bruce abrió la boca para replicar, pero Roman levanto la mano para que hiciera silencio antes de que si quiera pronunciara una sílaba. 
 
— Por supuesto. Le diré a mi mamá y le dará a Lucas un descanso. 
Balbuceó como rápida respuesta. Tomó la charola, les dio un par de inclinaciones de cabeza antes de comenzar a caminar hacia el local. 
 
— Gracias linda. 
Agregó en voz alta con un giño antes de que la chica cruzara la puerta. 
 
— Tiene 19. 
Comento Bruce ya que al parecer tenía un descanso. 
 
— Sientate y come. 
Ofreció como respuesta señalando la silla a su lado. Apuñalo nuevamente la rebanada de pastel. 
Bruce no le obedeció. 
 
— Es mayor de edad en este país y de donde venimos tiene edad suficiente para consentir, pero igual no es como si tuviera interés en ella o ella en mi. Ahora sientate y come o puedes entrar a por un café para acompañar. No se que te gusta. 
 
Le replicó sin pizca de vacilación en la voz.
 
— Los hombres de tu tipo no coquetean con los de mi tipo y menos a plena luz del día. 
 
Sus palabras hicieron que Roman pusiera los ojos en blanco. 
 
— No tenia idea de que tuviera un "tipo". ¿Seguro que no has visto demasiadas películas de comedia romántica para adolescentes? 
 
Señalo metiéndose un pedazo de pastel a la boca. El tono dulce y seductor había desaparecido para solo dejar uno mas plano. 
 
— Dime mas de los tipos como yo. ¿Somos listos o solo una cara bonita? 
 
— Estoy hablando en serio. 
Gruño aparentando mas el puño contra la mesa. Sintió ceder un poco la superficie bajo él y por un momento su vista se torno en color verde. 
 
No levanto el puño por temor a que fuera evidente lo que había hecho. 
 
— Yo también.
Parecía pensativo, pero no parecía haberse dado cuenta de lo que Bruce había hecho. 
 
— Los tipos como tú adoraban meterme en casilleros demasiado pequeños cuando estaba en el colegio. 
 
— Bueno. Esa es una buena descripción de lo que no soy.
 
Dio un trago al frappé que estaba ya medio derretido por el calor que hacia. 
 
Paso su lengua por su labio superior para quitarse un poco de la crema batida, pero no funciono y pareció no importarle. 
 
— Fui educado en casa ... O algo así, pero no soy ese tipo de persona de la que hablas. 
Agrego limpiándose la crema batida con el dorso de la mano como lo haría un niño.
 
— ¿Entonces que eres? ¿Quien eres? Y ¿que haces aquí? No luces como un profesor de italiano; aunque bien podrías haber ofrecido enseñarle ingles. 
 
Replicó con mas brusquedad de la que pretendía. Se sentía a punto de explotar, pero el otro todavía parecía muy tranquilo. Demasiado tranquilo. 
 
— Sientate y come si quieres saber. 
Sentenció. 
 
Por un momento se debatió sobre si debía sentarse o no. 
Los ojos del hombre lo observaban con atención. 
 
Bruce pensó que sus ojos debían lucir como el mar después de una terrible tormenta o un huracán.
Unos ojos peligrosos.  Y después se reprendió por pensar aquellas bobadas demasiado poéticas para un científico y no pensar que tal vez solo era una mutación en el ADN del tipo o algo hereditario.
 
Entonces tomo asiento. Saco un tenedor de plástico de su delantal y tomo un bocado del pastel antes de mirar de forma interrogativa al otro, que contestó con una sonrisa que le pareció demasiado breve. 
 
— Soy un tipo que jamas piso una escuela. No soy profesor en eso tienes razón y no me ofrecí a enseñarle ingles porque me cuesta pensar y escribir en español. 
 
— ¿Y en italiano no te cuesta?. 
— No, viví unos años ahí cuando era niño.
 
Expreso. Un momento después parecía como si hubiera hablado demás. 
 
— ¿Entonces a que te dedicas?, ¿que haces aquí?
 
Volvió a interrogar. No se daría por vencido hasta que se sacara aquella inquietud del pecho. 
 
Roman parecía estar meditando seriamente su respuesta. Tanto que tomo el frappé y le dio dos grandes tragos, pero esta vez no se limpio la crema batida. 
 
— Estoy buscando a una chica desaparecida en Ohio. Sus padres me contrataron para buscarla, comprarla y llevarla a casa.
 
Expuso con voz impostada
 
— Soy investigador privado. 
 
—¿Eso te trajo aquí?. 
 
Alego incrédulo. No era que dudara sobre la trata de personas, pero eso no le parecía tarea de un solo hombre. Además, sentía que todavía faltaba parte de la historia. 
—  ¿Por que no dejárselo a la policía? 
 
— La policía tardaría años en armar un caso y la burocracia solo lo retrasaría mas. Ellos quieren a su hija con ellos lo mas rápido posible. 
 
Contestó con un pequeño chasquido de lengua. Todavía tenia la boca sucia por la crema batida. 
 
Tomo otro poco de pastel con el tenedor y se lo llevo a la boca. 
Bruce hizo lo mismo con el que tenia en frente. No tenia como refutar aquella afirmación. 
 
—¿tienes algo que hacer por la noche? 
 
— No, pero ¿no tendrías que estar buscando a la hija de alguien?
 
— Tengo que conocer la ciudad y tu pareces llevar mas tiempo aquí que yo, podrías mostrármela. 
 
— ¿seguirás burlandote de mi y fingiendo coquetearme?
 
— No lo se. No parece molestarte nada de eso y no me molesta continuar haciéndolo.
 
Señalo comiendo mas pastel.  
 
— entonces...— comenzó bruce con un pequeño titubeó. —¿ eres gay? 
Pregunto aclarándose la garganta al terminar la pregunta. 
 
— No, pero tampoco soy hetero. 
Contesto soltando una pequeña risa y dándole un pequeño giño coqueto. 
El viento sopla y Bruce puede percibir un suave olor a cítricos proveniente del hombre frente a él. 
 
Bruce sintió enrojecerse y dirigió la vista hacia su pastel como si el postre fuera la respuesta a todos los misterios del universo y la vida misma. 
 
El chico le sonrió. Lucia mas joven. Mucho mas joven y eso le asusto. 
Un muchacho tratando le ligar con un tipo al menos 10 años mayor que él. Es raro y sospechoso. 
 
Además, no esta en esa época de su vida para caer en manos de un tipo casi desconocido y mucho menos cuando esta en una zona donde matan gente por ello.
 
No es que de donde vienen no lo hagan, pero las pocas estadísticas que existen no son muy positivas respecto a ello. 
 
No están el LA o NY, donde puedes acostarte con casi cualquiera y casi a nadie le importaba. 
Además hulk lo hace todo mas peligroso. 
 
— ¿Cuantos años tienes?
 
La pregunta toma por sorpresa al otro. Es un cambio de tema que ninguno vio llegar.  Frunce el ceño por un segundo como tratando de recordar su edad. 
 
— veintiséis, ¿y tú? 
Dice mirándolo fijamente. No es tan joven como esperaba, pero igual sigue siendo raro. 
 
— Treinta y cuatro. 
 
Levanta el tenedor para enterrarlo en el pastel, pero se topa con el plato vacio.
Dirige la mirada al plato del otro y se encuentra con la misma situación que en el suyo. 
 
— Tengo que volver a trabajar.
 
Anuncia tratando de no sonar tan decepcionado. No sabe cuanto tiempo paso y, tiene miedo de mirar el reloj en su muñeca para encontrarse que tal vez ha pasado demasiado tiempo. 
 
Apoya ambas manos sobre la mesa y se levanta lentamente de la silla. 
 
— Esta bien. Volveré mas tarde. ¿Podrian guardarme un poco mas de pastel ? 
 
Pregunta el otro imitándolo. El frappé esta a la mitad y esta todo derretido, pero eso parece estar bien.
 
Bruce solo asiente con la cabeza. 
 
Observa como saca dinero de su cartera.Es un billete grande, pero no tanto como el de la última vez. 
Se lo tiende con una sonrisa. 
 
— Nos vemos mas tarde, pecas. 
Dice todavía sonriendo tan abiertamente que hace que su respiración se corte por unos segundos y le tiemblen las piernas. 
 
Le sorie de vuelta,  toma el dinero. Sus dedos rozándose apenas por unos instantes 
 
Ve como se inclina a tomar una pequeña bolsa y emprende la marcha hasta desaparecer entre el gentío de la plaza. 
 
Cuando no puede distinguirlo se dispone a limpiar la mesa y atender al otro cliente que pide otra taza de café.
 
Entra de vuelta al local sintiéndose menos tenso a pesar de la plática algo tensa. 
 
La tarde pasa concentrado en su trabajo, pero tiene cuidado de guardar una gran rebanada de pastel para el hombre.
 
No sabe si hablaba en serio sobre volver a por ella, pero se encuentra esperando que sea real y tener la oportunidad de volver a hablar con el extraño. 
En el fondo se siente avergonzado por eso. La soledad es demasiada y cualquier migaja parece ser buena para su patética persona. 
 
Entierra todos esos pensamientos debajo de otros tantos y espera que realmente regrese. 
 
 
Notas finales:

Gracias por leer. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).