Tick! Tock! Tick! Tock!
10 segundos
Tick! Tock! Tick! Tock!
5 segundos
Tick tock! 3… Tick! Tock! 1…
Tick Tock!
-Cero…
Escucho un leve sonido un “tik” en la puerta, esta se abrió dejando entrar un rayo de luz que contrastaba con la capa negra de quien había entrado. Draco observo con ojos somnolientos como su señor entraba a la habitación, no hizo ningún movimiento solo apoyo la cabeza contra la almohada esparciendo en la tela su platinado cabello rubio, sintió el tacto frio del Lord sobre sus muslos y como los habría acomodándose entre sus piernas, otra vez la simple acción lo estremeció, el tacto del Lord era tan frio, sus manos eran gélidas.
Riddle tanteo más el terreno entre sus piernas con las manos dejando pequeños besos en el camino, acaricio con los dedos su abdomen hasta subir a los pezones de color rosado, los pellizco, Draco no pudo evitar soltar un leve suspiro (últimamente sus pezones se habían vuelto más sensibles por las visitas del Lord) siguió pellizcando mordiendo y chupando el pezón. Disfrutando de los suspiros que soltaba el adolescente. Sonrió, el adolescente no se dio cuenta, pero Voldemort sonrió, le encantaba lo sumiso que era Draco. Subió más hasta llegar al cuello pálido, lo lamio a todo lo largo, un escalofrió recorrió a Draco por las manos frías que recorrían todo su cuerpo. Draco lo sentía,como algo duro y caliente rozaba su entrada, cerró los ojos, y suspiro sintiendo como el Lord se adentraba de a poco en el, entraba y salía, lento…
Una estocada tras otra, era inevitable para Draco soltar suspiros y leves gemidos cuando su señor lo embestía en ese punto que tanto le gustaba y hacia unos meses ni conocía.
Las estocadas se hicieron más fuertes, rápidas, el sudor empezó a cubrir su cuerpo, se sentía tan… lleno, podía sentirlo lo largo, grueso y caliente de ese miembro entrar a lo más profundo de él. Tom tomo una vez más sus pezones con una mano pellizcándolo sacándole un gemido subido de tono, sus labios subieron al níveo cuello de Draco dejando lamidas y leves mordidas, el ritmo de las embestidas se volvió frenético la cama rechinada y Draco no se contenía a la hora de soltar fuertes gemidos, Tom dio una última lamida antes de morder con fuerza el cuello de Draco, el dolor, el placer, la cálida sangre corriendo desde su cuello fue suficiente para que Draco arqueara la espalda y se corriera.
Cálido, pegajoso, húmedo. Así se sentía su interior, soltó un jadeo ahogado cuando sintió como el Lord entraba hasta lo más profundo, soltando esa sustancia caliente en su interior.
Tom lamio más el cuello gustándole el sabor ferroso de la sangre, salió del interior de Draco, se colocó la túnica acomodándola y salió volviendo a cerrar con llave la puerta.
Draco se encontraba jadeante, con las piernas temblando, con el semen del Lord escurriéndose entre sus piernas y el dolor persistente de su cuello que aun escurría sangre y aun así lo que más le molestaba y dolía era que Voldemort no le había dirigido ni una mirada a los ojos, ni una palabra. ¡Maldición! Se reprochó esa única lagrima escurridiza y se la limpio, se paró como pudo y con las piernas aun temblándole logro llegar a la ducha limpiándose con cuidado cada marca en su cuerpo, se vio en el espejo de cuerpo entero y mientras las gotitas de agua salían de su cabello pensó en cómo había llegado a esa situación.
El lord quería un heredero, necesitaba un seguro de que aun si el pereciera alguna parte deél continuaría en este mundo. Las mujeres eran débiles y molestas a opinión del Lord un hombre era la mejor opción y entre todos los hombres Draco Malfoy era la perfección hecha persona, una belleza descomunal elegancia propias de un sangre pura y pertenecía a una de las familias que con más fervor le seguían. Lucius acepto complacido esa oportunidad para su hijo y este solo asintió en acuerdo ¿Qué más podía hacer? Era el lord su señor, todo lo que viniera de él debía ser acatado. Así debía ser.
Tomo una poción especial que fabrico Severus, poción que aseguraba su cuerpo se adecuadara para albergar vida. El lord comenzó sus visitas nocturnas a la habitación asignada a Draco y en menos de un mes el joven Malfoy resulto embarazado. Aun ya logrado el objetivo el Lord no ceso sus visitas y eso era algo que Draco no comprendía.
Ahora con el agua escurriendo de su cabello Draco aun no comprendía. Con dos dedos acaricio con suavidad su vientre en el que apenas y se veía una pequeña curvita, ya habían pasado tres meses y su hijo crecía seguro en su vientre.
Su hijo y del Lord.
***
Se escondía entre algunos escombros y basura con una capa de color oscuro que le cubría por completo el rostro gracias a las sombras, se aferró más al bulto que traía entre los brazos al oír unos pasos acercarse “Que no nos encuentren” era su único pensamiento y suspiro aliviado al escuchar los pasos ya lejos dio un vistazo a todos los lados y asegurándose que no hubiera nadie observando corrió hacia el edificio abandonado en el que se escondía subió corriendo los escalones que de cuando en cuando crujían y al fin paro en una habitación en concreto, una que tenía unos tabloides mal puestos de madera que dejaban un gran hueco sin tapar, hueco por el que Draco entro cogió las pocas cosas que tenía un poco de ropa y algunas mantas, ya no podían quedarse ahí, sus padres se habían entregado y salvado de Azkaban entregando nombres de otros mortífagos, sin embargo él no podía hacer eso, tenía a su hijo, al hijo de Voldemort, ese nombre aun causaba temor a toda la comunidad mágica si alguien se enteraba que su hijo era hijo de ese hombre lo matarían, estaba seguro, su hijo moriría si lo atrapaban. Se detuvo en su afán de empacar todo y vio a su pequeño niño de unos meses ¿siempre vivirían huyendo? No, no, no ante ese pensamiento se derrumbó y abrazo a su hijo que estaba cubierto en mantitas, Draco comenzó a sollozar.
Sin embargo, su sollozo se detuvo al sentir una presencia sus espaldas se tensó y giro viendo a un hombre cubierto por completo con una capa negra, un hombre al que no podía verle el rostro, en una mano traía un gira tiempo y la otra mano se extendía hacia Draco como pidiéndole algo. Draco se asustó y se aferró con fuerza a su hijo sin llegar a despertarlo, vio la mano del hombre con confusión, su cuerpo se destenso al ver el anillo que traía el hombre en el dedo, el anillo de la Ancestral familia de los Malfoy, no necesito más sabía quién era ese hombre, sabía que podía confiar en él, sabía que ese anillo se lo había entregado su padre, sabía que él, Draco Lucius Malfoy, tenía ese anillo en el dedo.
Vio a su hijo sabiendo que hacer y que esperaba ese hombre con la mano extendida, sus ojos se pusieron vidriosos, le dio un suave beso en la frente y se lo entrego no quería hacer la despedida más larga. El hombre vio al niño aun dormido de rubios cabellos y piel pálida
-Su nombre?
-Scorpius… - respondió Draco con voz quebradiza– Scorpius Hyperion Malfoy