Durante el recorrido que dieron por el tranquilo pavimento que comenzaba a ser cubierto por el manto anaranjado del atardecer, Law iba escuchando los diferentes relatos de Luffy acerca de todas las personas que se encontraban en su círculo social, haciendo un resumen: sus dos hermanos (Ace y Sabo) no lo dejaban salir solo por que temían que algo le pase, Marco era el novio del que consideró más paranoico (Ace), Koala era amiga del otro hermano ( Sabo), su padre (Dragón) nunca está ya que siempre salia de viaje por el trabajo, su abuelo (Garp) es marine y tampoco pasaba en casa y finalmente Makino y Shanks sus vecinos y quienes cuidan y hacen compañía a Luffy desde niño. Además de todos ellos el menor no tenía ningún amigo ya que no iba al instituto pero si recibía clases con Rayleigh su maestro particular. En ese punto Law ya podía darse cuenta de cuán limitada era la libertad del chico y eso solo aumentaba su curiosidad por el, por que de todos los días en los que lo vio en aquella playa nunca estuvo acompañado ni llevó un bastanton para ciegos como si pudiera ver perfectamente su camino y juraba que la primera vez que lo vio el chico lo había visto a el de reojo pero nada podía asegurar aquello.
- Torao tu ¿tienes hermanos?-pregunto entonces el pequeño chico inocentemente sacando al más alto de sus pensamientos.
-...- El sepulcral silencio se hizo presente tras aquello pregunta y la expresión de law se volvió una mezcla de emociones indefinidas añadiendo que detuvo sus pasos haciendo que el otro también lo hiciera.
- Esta bien no es necesario que me lo digas- respondió Luffy tras sentir aquel silencio por parte del ajeno y continuó su charla con otro tema como si lo anterior nunca hubiera sucedido. Law solo se limito a escuchar y retomar su camino.
La encantadora sonrisa que llevaba Luffy mientras hablaba logró de alguna forma calar dentro de aquel solitario y herido corazón que el moreno se había esmerado tanto en ocultar y proteger, como podía alguien desprender tal alegría y confianza con alguien que nisiquiera conocía. Esto solo hacia que el futuro médico se preguntará si era algún tipo de capricho del destino hacer aquello.
Llegar a la residencia del Monkey no fue problema ya que casualmente se hallaba a tan solo unas cuantas casas de la de Law. Ironía en su más pura representación. Pensar que sería imposible el encontrar a alguien cuando lo único que necesitabas era caminar un poco y listo. Tras entrar lo primero Luffy se soltó del brazo de Law y se dirigió hasta la cocina dejando lo zapatos tirados en la entrada y ya dentro de la cocina tomó lo que pudo y comenzó a comer como si no lp hubiera hechp en días, Law por su parte se había quitado los zapatos y entrado con toda la tranquilidad del mundo hasta llegar donde el menor había ido quedando atónito al ver como este engullia varios alimentos con rapidez. Se quedó parado en la entrada de la cocina observando como el más joven sacaba comida de no tenía idea donde hasta que esté término satisfecho.
- Torao ¿Estas allí?- pregunto el pequeño una vez término y se acercó hasta la entrada quedando frente al otro sin saberlo.
- si- respondió Law todavía sorprendido de ver que aquel chico tan cautivador podía comer de esa forma y mantener esa contextura tan delgada y ¿delicada?.
- ¿torao puedo pedirte un favor?- Dijo entonces el pequeño Monkey llevando por inercia su mano hasta el borde de la manga del abrigo que llevaba el más alto.
-¿Que necesitas?- respondió Law mirando al más jóven aunque esté no correspondía a el mismo contacto visual.
Tras oír su respuesta Luffy afianzó su agarre en la manga y llevo a Law hasta la sala dejándolo en uno de los sillones y luego saliendo del lugar, en ese tiempo Law observó detenidamente la sala como todo aquel que entra a una casa nueva, aunque no era tan grande si que era bonita y agradable con el piso de roble amazónico decorado por una alfombra centrada de terciopelo color beige acompañada por un juego de muebles clásicos de cuero negro y en el centro de la alfombra una pequeña mesa de madera oscura.
A los pocos minutos Luffy regreso con un libro en las manos y se quedó estático un momento como si dudara de lo que haría aunque finalmente parecido decidirse a si hacerlo.
- ¿Podrías leermelo, por favor?- pregunto entonces acercándose hasta el sillón y poniendo una expresión de niño que quiere algo.
Law miro un momento aquella ilusión en los orbes oscuros y no tardó en aceptar la petición del dueño de estos, ver como aquella mirada perdida se llenaba de brillo por solo un libro le hizo sentir un afecto que el había considerado inexistente, no mucho después de la aprobación ajena Luffy se había acomodado junto a Law en el sillón y esperaba sin disimulo que el otro comenzaro a leer. El moreno leyó con la vista el título del libro y deslizó su mano por la gruesa y dura pasta de color rojo que cubría las amarillenta y desgastadas hojas del libro evidenciando el paso de los años desde que fue comprado.
- Fortuna, fama y poder, el hombre que lo tuvo todo en este mundo. El rey pirata, ....
Sin tardar más Law comenzó la lectura en voz alta y clara, respetando puntuación, entonando y vocalizando perfectamente cada palabra revelando sin intención su gusto a leer. Capítulo tras capítulo fue pasando y sin darse cuenta el moreno término tan sumido y entregado a la lectura que nisiquiera noto cuando el otro había caído a su hombro vencido por el sueño. Cuando su lectura comenzó a volverse complicada no tuvo más opción que parar y descansar su vista notándo que la oscuridad de noche ya comenzaba a acabar con lo poco de claridad que quedaba.
Antes de levantarse trato de desperezar primero su cuerpo pero el peso extra en su hombro se lo impidió recordándole ahora que había alguien más con el, dirigió su vista hacia el rostro del chico apenas distinguiendo algúnas de sus facciones, suspiro antes de quitarse con cuidado tratando de no despertar al ajeno lo cual consiguió con éxito. Una vez encontró el interruptor regreso con el otro y medito que hacer en esa situación, podría dejar al chico en el sofá y simplemente irse lo que era definitivo mala idea ya que podría pescar un resfriado si lo dejaba así sin mas.
Sin pensarlo más tomo con cuidado al muchacho en brazos y lo levantó sin mucho esfuerzo, guiándose por sentido común llego a la segunda planta de la casa y encendió la luz del corredor buscando ahora la habitación del Luffy que concluyó era la que tenía la puerta entreabierta ya que las demás estaban cerradas.
Entro en el cuarto y dejo al azabache en la cama con el mismo cuidado que había tenido hasta ahora, encendió ahora la luz del cuarto y repaso con la mirada el lugar. Pintado en color neutro, con un amueblado simple que consistía en un armario de mármol, un escritorio y un velador del mismo material, el bastón para ciegos arrimado al armario fue primera y prueba suficiente de que ese era el cuarto correcto. Vencido por su curiosidad continuo husmeando por el lugar topandose con con uno que otro retrato donde se encontraba Luffy pero de una edad mucho más jóven.
Tras una pequeña vista de la habitación Law la abandono apagando la luz y cerrando la puerta regresando una vez más a la sala y allí retomó la lectura del libro que tanto le había llamado la atención aun para ser algo de ficción que era un género que no le gustaba demasiado al ojeroso.
Faltando diez para las nueve el sonido de la puerta abriéndose aviso a Law que era hora de marcharse así que dejando el libro en la mesa de centro se dirigió hasta la salida hallándose con el rubio de la tarde, tras un intercambio de palabras y una cortez excusa para no quedarse a tomar el que té que el rubio le había ofrecido. Law salió en dirección a su casa que no estaba ni a 20 minutos de la del menor, tras cerrar la puerta tras de si se adentro en su hogar siendo sorprendído al instante por un rubio exageradamente alto el cual se encontraba sentado en uno de los muebles de la sala leyendo un libro mientras fumaba.
- Cora-san creí que regresarias más tarde- reprochó law por el ligero susto que le causado su tutor.
- Que, no puedo regresar a mi casa a la hora que quiera- contra atacó el otro - y que haces llegando a estas horas, se supone que saliste hace como 6 horas de tus prácticas- añadió dejando sin argumento al moreno.
- Nada en especial- mumuro el ojeroso comenzando a avanzar nuevamente - iré a bañarme- Dijo antes de desaparecer en el pasillos.
Tras un supiro melodramático corazón regreso a su lectura con la diferencia de que ahora tenia dibujada una media sonrisa en su rostro, conocía demasiado bien al muchacho como para saber con ese simple intercambio de palabras que algo bueno le había pasado. Law por su parte disfruto se una relajante ducha antes de ir a dormir y se dio su tiempo para meditar sobre todo lo que había pasado ese día, tal vez no sería tan malo involucrarse con ese chico y con ese pensamiento nuestro futuro médico cayó en los brazos morfeo, planeando cpmo sería s próximo encuentro con el chico mugiwara.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español