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Envidia por reydelosPK2

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Secuelas


Mil dudas comenzaron a tejerse en la cabeza de Wolfram desde que despertó. Era lógico y comprensible sufrir secuelas después de todo lo que vivió (usado, humillado y asesinado), era normal y todos hacían su máximo esfuerzo en cuidarlo, comprenderlo y aguantar sus momentos de locura, pero el tiempo cansa a las personas y su paciencia ya no es suficiente, su amor no era apto para comprenderlo. Lentamente las personas que lo amaron se fueron distanciando y el aun sin estar en sus cinco sentido podía percibirlo: con el tiempo se quedaría solo. Sin embargo algo se sentía dentro su vientre, algo que lo animaba y despertaba su sonrisa: nueva vida


Se vuelve frustrante y tonto seguirle la corriente a alguien que consideran loco, fingir normalidad cuando sabes que no existe esa palabra, que jamás existirá pues todo es diferente después que cruzas la línea de la muerte.


Rio sutilmente.


Estaba muerto ayer y hoy… estaba vivo o mejor dicho obligado a seguir vivo por decisión de Yuuri.


Grande fue su sorpresa al abrir los ojos y encontrar a Yuuri sentado a su lado tomando su mano.


Flash back


-Wolfram…- Llamaba la voz del moreno, Wolfram podía sentir su calidez, al preocupación al llamarlo por su nombre. Lentamente abrió sus ojos y vio todo nubloso.


Al parecer la duda era creciente sobre su sobreviviría a la transición de ser el contenedor del Soushu. Nadie lo sabía era la primera vez que se hacía… Yuuri tomo su mano izquierda y en ella depositar un anillo, escucho a Gunter pronunciar las palabras que anuncian una boda y el entre sueños tratando de comprender que pasaba y de la nada la oscuridad y en esta unas voces.


-Entonces los declaro marido y esposo- concluyo Gunter y todos aplaudían semejante acto de amor.


Fin del flash back


Cuando finalmente despertó de su inconciencia comprendió el significado de ese anillo en su mano, comprendió la razón por la cual dormía en la recamara de Yuuri (Su ahora esposo). Miro su cuerpo marcado por esas líneas negras cual venas, noto su vientre abultado y sus brazos conectados a una máquina. Presiono su vientre y pudo sentirlo… sentir a ambos niños… suspiro mientras Yuuri despertaba de su sueño, descansaba en el sofá adjunto de la cama del rubio, al oír ruidos despertó más al verlo abrir los ojos, sentarse y mirar a su alrededor… comenzó sus griteríos de emoción. Al fin su marido había despertado del sueño oscuro.


Wolfram lo escuchaba sin oír, solo comprendía una cosa: Que egoísta podían ser las personas que a ojos ajenos son bondadosas… Se creen piadosas al usar hasta el mínimo recurso para salvarte la vida, pero simplemente tiene miedo de afrontar la crueldad del designio divino: La muerte es el destino de todos, no se puede engañar y retrasarla solo trae más padecimiento.


“Es fácil morir, pero es difícil aceptar la muerte de un ser querido, una despedida inconclusa que te atormenta con dudas de lo que pudo ser, debiste hacer y no fue”


Sin embargo no tenía voz para explicárselo a Yuuri que lo abrazaba con sumo cuidado y lanzaba juramentos de nunca más abandonarlo.


Entre sueños y la realidad así la pasó Wolfram. La realidad era algo tan frágil cuando cargas la oscuridad y comprendes su significado, ese poder solo era las ansias acumuladas de las malas intenciones humanas, comenzaron a aparecer espíritus que susurraban cosas sombrías, que le relataban como era el infierno y cuál era su destino hasta dejarlos libre.  El mismo Saqra aparecía y desaparecía a la distancia mirándolo fijamente. Vigilando sus movimientos y esperando el nacimiento de su heredera.



Cuando el parto dio inicio. Todos temblaron de miedo al ver el poder del Soushu desatarse y llenar todo los pasillos de esa energía maligna. Yuuri apenas si podía contener ese poder y mantener estable a Wolfram con ayuda de Gisela, Cheri, Gunter, Iza y Gwendal.


Después de complicado parto y de contener el poder del Soushu dentro del rubio, los hermanos mayores de Wolfram, su madre, Gunter, Anissina, Iza (El soldado que apoyo a Wolfram en la guerra contra Saqra)… Miraron a Wolfram sentado sobre esa cama. El sudor lo bañaba, la respiración agitada hacia que su tórax entrara en el frenético movimiento de sube y baja constante. Las marcas negras cual ramas de árboles que se manifestaban en su piel remplazando la sangre en sus venas causaron un duda creciente sobre lo que ahora era Wolfram. Sin embargo verle así de débil, susceptible e indefenso, contemplando con esos ojos verdes que se tornaban violetas para finalmente teñirse de color rojo escarlata observando a esos pequeños cuerpos que había salido de su interior, les recordaba que él no pidió nada de esto. Se sintieron culpables, impotentes y furiosos consigo mismo al no haber evitado la catástrofe.   


Cuando Wolfram descubrió que Saqra robo la caja del Soushu, cuando comprendió que Saqra no era la buena persona que siempre aparento ser. Rompió su compromiso con él y no dudo en preparar una caravana para marchar a Shin Makoku y delatar a Saqra ante el Maou y los nobles sobre sus intenciones de liberar al Soushu, sin embargo el reino ya se hallaba rodeado por los soldados del reino Yaku que era gobernado por Saqra. Declarar la guerra para defender a su gente fue inevitable, no existían negociaciones y lamentablemente el reino Yaku se preparaba para la guerra por más de diez años y el reino Bielefeld lo hizo apenas unas horas rodo el compromiso.


Saqra no fue con sutilezas al frente de batalla la primera vez que confrontaron espadas, dijo claramente:


“!Ríndete!. No tienes salida. Solo perpetuaras tu agonía y la de tu gente”


Una petición razonable si no llegabas a comprender los objetivos de Saqra. Wolfram sí los comprendía: rendirse significaba la muerte y la liberación de parte del poder del Soushu, por tanto no tendría la derrota de su reino en su conciencia, sino la catástrofe de los demás.  


De alguna forma logro comunicarse con sus hermanos y pedir refuerzos. La primera comisión ni siquiera pudo llegar, fueron interceptados y solo Isoca, sobrevivió y dio a conocer la realidad de la guerra entre el reino Bielefeld y el reino Yaku.


Wolfram al saber que la comitiva de sus hermanos fue destruida supuso que eso daría el grito de alarma al Maou y los nobles, solo debía esperar, resistir.  Se creyó fuerte para resistir hasta que llegaran sus hermanos, los nobles y el ejecito del Maou a socorrerlos, pero Saqra gano. Creyó que suicidarse sería lo mejor y así lo decidió, sin embargo los sobrevivientes a la guerra, aquellos que creyó poner a salvo con los túneles que se construyeron para que escaparan los civiles del encierro y llegaran a la frontera fueron descubiertos y su gente apresada y puestos como rehenes en la frontera. Atados a pilares de madera y con el ejercito de Saqra apuntando sobre sus cuellos esperando la llegada del ejército del Maou. Suicidarse ya no se le era permitido pues su gente seria ejecutada, su tío… sus soldados… Simplemente perdió su libre albedrio, Saqra había ganado.


Si, si algo debía reconocer de Saqra era su ingenio y sadismo. No solo lo engaño, derroto, y destruyo. Supo cómo controlar  a sus hermanos y al Maou. Rio recordando el imponente ejercito de Yuuri unido a los ejércitos de sus hermanos y resto de los nobles parados inmovilizados esperando alguna orden de la comitiva pacificadora que hacia presencia en el frente de batalla, pues Saqra anunciaba que la guerra había concluido, pero que guerra es concluida con rehenes expuestos… Entonces su sutil mensaje que daba a entender todo:


“La guerra ha concluido. El reino Bielefeld y el reino Yaku se unirán o perecerán juntos…”


Es más fiero el enemigo que ya no tiene nada que perder y mucho que ganar, que el que tiene tanto que perder en un encuentro.


Saqra rio mirando a Wolfram y Wolfram lo supo… Ese hombre era uno de los pocos que existía en la historia, alguien que llegaba hasta el final para cumplir una ambición. No había reglas en su proceder, el fin justificaba los medios.


Recordó el reino Yaku, un ejemplo de disciplina y lealtad, un reino que moría por su rey pues lo veían como un dios y le temían como tal, por tanto obedecían, fueron programados para eso. En cambio el ejército de sus hermanos el del Maou y el de los nobles… vivieron años de paz, descuidaron sus fronteras y la disciplina militar se ablando. Simplemente Vivian la paz y la pereza que esta conllevaba, ese periodo de comodidad los volvió vulnerables a semejante enemigo… durmieron en camas de nubes y jamás soñaron con semejante enemigo. El Maou que trajo la paz los adormeció con sus sueños de paz, armonía y perdón.


Comprendió la diferencia entre ambos hombres, entre la disciplina de Saqra, la dejadez de Yuuri. La maldad de Saqra y su determinación por alcanzar una meta y la bondad de Yuuri y su cobardía en tomar vidas ajenas. Entre el ingenioso y sádico de Saqra y el bonachón enclenque que era Yuuri. Comprendió que aun con la fuerza militar que tenía a su favor Yuuri y sus hermanos, fuerza militar que podría destruir al reino Yaku en fracción de minutos… perderían. Y era así una guerra: Gana el racional, no el sentimentalista.



Wolfram analizaba su vida  mientras contemplaba a sus dos hijos, en especial a la niña, la niña nació contamina con el poder del Soushu que Saqra libero. Una de las sirvientas alzo al varón y otra a la niña, ambas acercaban a los pequeños al Yuuri, su padre o por lo menos quien así se auto denomino.


Yuuri, el bonachón de Yuuri, el hombre que amo con locura y al verse traicionado por este rompió el compromiso y marcho a su reino en símbolo de rabia y odio por su acción y cayó preso de un sádico. En fin nada quitaba la realidad. Yuuri jamás lo amaría, todo ese matrimonio se basaba en base a al culpa que sentía Yuuri así lo comprendió. Quizás Yuuri no lo lastimaría físicamente, pero destruyeron su corazón al traerlo a la vida y junto a él esos dos niños, más que nada esa niña.


Recordó y analizo y supuso que Saqra ya había estudiado cada detalle de su vida, su personalidad y de la personalidad del Maou para ejecutar su plan. La ruptura del compromiso, el robo de la caja… su regreso a Bielefeld… pedir la mano de Wolfram en matrimonio y no ser rechazado.


-son hermosos, son mis hijos…- Dijo Yuuri mirando asombrado a los niños. Wolfram lo miro y sonrió forzadamente. Yuuri, el tonto rey de buen corazón… el idiota que solo empeoraba las cosas vistiéndolas de paz y amor… el que se negaba a ver al cruda realidad. El idiota que se casó con él para aliviar su conciencia, el tonto que se llamaba padre de ambos niños cuando era evidente que solo era el padre de uno, más la niña… la niña era hija de Wolfram y Saqra…


Quizás rio por la ironía del destino y su idiotez. Seguro estaba de su muerte, seguro que ya no podía perder nada más así que al ver a Yuuri en la torre, al verse sin la vigilancia de Saqra que ya veía la victoria segura ahora que tenía control de parte del poder del Soushu ¿Qué hizo?... pidió sexo por compasión. Sexo para olvidar la violación que sufrió a manos de Saqra, para olvidar el dolor y lo patética de su realidad. Sexo para adormecer su alma… sexo con la persona que alguna vez lo era todo y ya no era nada suyo… solo deseaba creer que fue amado… ser tocado por esa bondad… por esa calidez que desprendía Yuuri con su personalidad despreocupada. ¿Y que gano con eso?… Más Cadenas que lo ataron a la desgracia. Rio al comprender que todo era culpa suya… pero estar vivo era culpa de Yuuri.


Se enteró que despues de su muerte y la victoria de Yuuri tanto el reino Yaku y parte del Bielefeld eran rodeados por esa energía oscura. Esa energía siniestras… la sentían flotar en el aire, estremecerlos, acobardarlos y fue Murata quien  pensó en una solución que ayudara a todos y dijo.


“Hay una forma… pero no creo que sea del agrado de nadie”


La forma: encerrar la energía del Soushu en el cuerpo de Wolfram, sellarla allí y usar la voluntad del rubio como la llave que mantendría sellado al Soushu.


Todos se miraron, nadie parecía estar de acuerdo, pero Yuuri ya no pensaba con lógica… simplemente con el corazón y su corazón le decía que cualquier cosa era válida con tal de ver al rubio vivo y conocer a sus hijos, pues Yuuri seguro estaba que eran sus hijos. De que Saqra no había ganado, que aun podía ser feliz con la persona que tardíamente descubrió era su verdadero amor.


Y así fue… así fue como el Maou de noble intención que disfrazaba su egoísmo y necesidad termino reviviéndolo y atándolo no solo a él, sino a esa niña al infierno en vida que sería ser contenedores del Soushu.



Las sirvientas tenían la orden de vigilarlo y ayudarlo con ambos niños.


Dieron gracias al cielo que el parto saliera bien, que el rubio estuviera fuera de peligro. Aunque siendo sincero creyeron que Wolfram moriría, pero no… pese a la sangre perdida, pese a la falta de energía el mismo poder del Soushu lo mantuvo vivo dando a entender que sería ese poder oscuro quien decidiría el día de su muerte, como si se burlara del Maou y le diera a deducir su gran error al sellarlo en el cuerpo del rubio al ya no existir la caja, pues Saqra al liberar esa energía la destruyo y también acabo con la vida de Wolfram.


Todos comprendieron que el poder del Soushu era… Era… abrumador y cien por ciento maligno y Wolfram… solo era un simple mortal y como todos lleno de dudas, miedos, ambiciones y con tantas secuelas de la guerra que libro y perdió. Desde que revivió, todos lo tenían bajo estricta vigilancia rogando que nada malo pasara.  


Yuuri dejo de pensar en todo eso, mejor dicho no deseaba pensar en eso, solo giro la cabeza y miro con empatía al rubio de ojos esmeraldas que ahora mismo se teñían de rojo escarlata, por el poder que el Soushu le brindaba para mantenerlo atado a ese mundo.


El rubio echado sobre las sábanas blancas, con esa expresión de cansancio y satisfacción por saber que sus niños habían nacido “sanos”, de saberse como madre, se forzaba a olvidar esa sensación de ardor en su interior, como si hubiera bebido lava viva, esa angustia en su pecho que le gritaba: “!Mátalos! ¡Mátalos!”. Su mirada se dirigía en dirección del maou, Yuuri, su esposo.  Alguna vez deseo verse así, pero en otro tiempo, bajo otras circunstancias, entonces sonreír a la persona amada y contemplarlo pero esta no era la situación, aunque aun así se forzó a sonreír, mientras una sombra aparecía detrás del Maou, una sombra que reconoció como Saqra. Quiso gritar, quiso huir, pudo moverse, observo que nadie más se alarmaba y Saqra divertido se burlaba: “Nadie va a creerte… nadie puede verme…”


Yuuri no dejaba de verle. Pese al cansancio evidente en el rostro del Wolfram, su mirada perdida, esas marcas negras en su cuerpo, nada cambiaba. A su vera Wolfram seguía siendo lo más bello que jamás conoció. Aun en sus momentos desdichados su figura lo asemejaba a una especie de ángel caído del cielo. Esos mechones dorados que sin importar donde cayeran le daban esa sexi apariencia. Como si cada pose de la vida del rubio fuera hecha para una sesión fotográfica… sin embargo y aun con su sensualidad desbordante que sentía la verle con ese camisón a medio abotonar, con esa pierna a medio cubrir y esos finos dedos que buscaban esconderse entre las mangas de ese camisón… No tenía ganas de verlo así… con esa mirada carmesí apagada y disipada en quien sabe que pensamientos ignorándolo por completo.


Con los días las cosas no parecían mejorar. Antes de separarse los ojos de Wolfram siempre eran verdes esmeraldas  y siempre se posaban sobre su persona cual radar. Y su boca sin vergüenza le lanzaba reclamos de infidelidades ficticias… Ahora esos labios rara vez se abrían y su dulce voz casi era olvidada y remplazada por simples susurros que eran lanzados al aire a figuras extrañas que no alcanzaba a ver y que decir de sus ojos. Cambiaban de tonalidad de verdes a rojo escarlata, sin mencionar las marcas en su piel y ese gran sello tatuado en su espalda que contenía al Soushu.


No, nadie gustaba del actual Wolfram y lentamente el miedo llenaba de inseguridad. Todos miraban a Wolfram dudando de si realmente había revivido su hermano o solo era un muñeco vacío, quizás ser egoístas y revivirlo fue le error más grande que cometieron… Los demonios y los humanos no pueden regresar a la vida. Los hermanos mayores de Wolfram dudaban de su capacidad para resistir ser el nuevo contenedor del poder del Soushu. Y quien los culpaba de dudarlo. Nadie en la historia de la civilización pudo lidiar con ese poder, incluso Shinou se vio contaminado en el pasado y sucumbió, fue necesario hacer un plan de miles de años para evitar que ese poder se saliera de control. Como exigir a Wolfram control sobre lo incontrolable.


Wolfram solo parecía recuperar sus sentidos cuando estaba con sus hijos. Sin embargo el resto no creían que fuese seguro dejarlo solo con ambos niños. Solían quedarse a su lado haciendo vigilia todos los días.  Amaban al rubio pero no confiaban en él, menos le confiarían la seguridad de ambos infantes.


Pese a no contar con una lucidez plena Wolfram no era tonto y las sombra que lo rodeaban no dejaban de susurrarle las cosas que ocurrían en Shin Makoku con malas intenciones. Fingir no escuchar las sombras o no verlas era tan complicado como fingir no ver la luz del día. Estas presencias adquirían forma humana de conocidos, de desconocidos que entraban y salían de su habitación. De un momento a otro ya no se sabía que era real o que no.


“Se han reunido… dudan de ti… creen que perderás el control y desataras la desgracia irrumpiendo la paz que apenas consiguieron… te ven como su enemigo… el Maou te ha condenado cuando te ato al Soushu… es un egoísta”


Replicaban y luego reían a carcajadas. No era empatía solo un mero recordatorio de su realidad.


“No importa porque somos uno… como uno los veremos morir y como uno formaran parte de nosotros… la eterna oscuridad es lo único que nos espera… acaso crees que tu alma alcanzara la paz… no… ahora eres como nosotros, somos uno… somos eternos… viviremos por siempre porque somos la oscuridad aun si tu cuerpo se convierte en polvo tu alma seguirá con nosotros”  replicaba Saqra parándose al lado de Marflow- “Tú, yo, esta niña… somos parte del Soushu”


Al inicio fue tétrico, pero con el tiempo se esforzaba más y más en ignorarlos, pero aun así seguía escuchándolos.


El rubio en un breve momento de soledad se paró al escuchar la información de aquella sombra que sutilmente susurro en su oído: “Están aquí…”


Miro por la ventana de su habitación (habitación que compartía con su marido y sus hijos) la llegada de los carruajes con los nobles demonios que representaban a las diez familias que reinaban bajo el mando del Maou, también la llegada de los reyes de reinos humanos… todos reunidos en Shin Makoku, todos con un solo propósito: decidir su destino y el de sus hijos, más que nada el de su hija cuyos ojos rojos la delataron desde su nacimiento y su destello de poder oscuro al llorar alarmaba a sus cuidadoras que decían que la niña estaba fuera de control. Y para empeorar las sombras que lo atormentaban haciéndole dudar de la realidad lo hacían lucir como un ser inestable.


¿Cómo confiar a en una persona que no tiene el control de sí mismo? Era como excusaba Murata al tratar de hacer entender a Yuuri que no hacia estas reuniones por maldad, si no por seguridad. El amor muchas veces ciega y no nos deja ver las prioridades de la vida, y como sabio y mano derecha de Yuuri fue Murata quien tomaba la batuta de esas reuniones para decidir el destino de Wolfram y la pequeña Marflow.


¿Quién confía en un drogadicto o un alcohólico, cuando te dicen tener el control? Nadie. Quizás sus familiares, pero con el tiempo o muy dentro de su conciencia saben que mienten y tarde o temprano se cansan y rinden. La situación se vuelve insostenible.  


“Van a encerrarnos lejos de ese niño… y a esa niña: ¡La mataran!” replicaba una de las sombras avivando sus miedos y desesperación, pues si eso llegaba a pasar entonces si tendrían de que temer, pues los mataría a todos, liberaría el poder del Soushu y vería a cada uno de esos reinos padecer… así se lo juraba Wolfram, mientras sus dedos dejaban las marcas de sus huellas digitales sobre su superficie del vidrio mirando fijamente a su marido en un grito silencioso que suplicaba su protección pues él no podía protegerse o proteger a sus hijos… Solo Yuuri, solo el Maou… así pensó y rogo.


De ser el pasado Wolfram aceptaría su muerte, ya no tenía nada que perder, pero ahora… Ahora tenía dos hijos, ahora el resto le valía un rábano… ahora deseaba proteger a esos dos retoños, ahora morir o dejarse manejar por ajenos no era una opción.


De las carrosas bajaban los nobles, los identifico con facilidad: Lord von Christ Günter (Quien solo salió a  revisar el castillo de Shinou), Lord von Voltaire Gwendal (Su hermano mayor que daba la bienvenida a los recién llegados junto a  Conrad que era otro de los nobles representantes de la familia Weller),  Lord von Bielefeld Waltorana (Si, su querido tío con el cual vivió el infierno y al cual veía vestir vendajes por las heridas que no terminaban de sanar, sintió melancolía al ver su rostro pálido y preocupado, recordó que su reino fue destruido… nuevamente se deprimía y sentía no aguantar más ese dolor), Lord von Spitzberg Stoffel (su otro tío que miraba en todas las dirección con una sonrisa tonta, buscaba sacar provecho de esta situación  buscaba a Yuuri con la mirada para fingir estar de su lado y comprender su penas), Lady von Wincott (El hermano de la blanca julia, un tipo de expresión despreocupada que no parecía matar ni una mosca) miraba sereno a los presentes y los saludaba con educación que respaldaba su fama de pacifista y prudente. Lady von Karbelnikoff Anissina (Que venía en representación de su hermano que estaba enfermo) miraba seria en toda las direcciones, ella también era en parte responsable de que el poder del Soushu del fuego del invierno eterno fuera sellado en el rubio, se veía determinada ser objetiva y solucionar el enredo.


Von Grantz Adalbert (Quien alguna vez renuncio a su trono y a los nobles demonios, mas ahora se hacía presente pues el Soushu era cosa seria y no aceptaría que por sentimentalismos el Maou dejara en peligro a civiles)


Del lado de los reinos humanos pudo ver a Flynn Gilbit Reina de calorina. Hristo Cruyff Rey de Cabalcade, Rey Antoine Jean Pierre Rey de Francia, Rey Belal Rey de Dai Shimaron (Ver a ese hombre le causó malestar pues su ambición era similar a la de Saqra y lo resumía en problemas, ese hombre trato de abrir y hacerse de la caja de tierra de su hermano… sin duda veía más problemas en su futuro)


Rey Saralegui Rey de Shou Shimaron  (Fue al último que vio y reconoció, cosa que le basto para sentirse más enfermo, de todos era a quien más odiaba pues le encantaba jugarle malos momentos y ahora mismo no estaba para sus juegos y para sus provocaciones)


Rio…


Los recuerdos de su pasado parecían tan lejano… la melancolía lo invadía. Murata tenía razón: era un muñeco roto… un espejo roto que aun que lo unas jamás regresa a ser lo mismo.


Cierto era que Wolfram no tenía la culpa de nada. Saqra fue el precursor de toda esta desgracia y Wolfram como muchas otras víctimas pagaba los platos rotos de sus acciones. Sin embargo el papel de víctima se le era retirado y los nobles y demás comenzaban a exigir lo que consideraban justo al comprender que el rubio era el contenedor del Soushu y no era estable. ¿Qué debían hacer entonces con el rubio y esa niña? encerrarlo en un lugar seguro donde nada alterara las emociones de Wolfram y esa niña para que ese poder no despertara alterando la paz.


“No arriesgaremos la vida de miles por una persona sin importar lo que paso…”


Escucho los pensamientos de algunos reyes humanos. Aun mirándolos desde lejos parecía oírlos tan cerca, sus palabras, pensamientos, las sombras simplemente le informaban cada una de sus intenciones. Saber demasiado era tétrico… Porque el saber es igual a desconfiar y desconfiar igual al desamparo.


Sus ojos se posaron sobre la figura de Yuuri a quien miro con esperanzas pero estas desaparecían cuando su marido quedaba mudo ante los alegatos de los demás. Incluso Anissina daba razón por la cual aislar al rubio de Shin Makoku.


-Entonces yo iré con él- dijo Yuuri dejando de lado su papel e rey y anteponiendo su papel de esposo.


-No puedes Shibuya- atajo Murata acomodando sus lentes- eres el Maou y aunque Bielefeld sea tu esposo no puedes dejar tu reino en la orfandad. Tienes obligaciones con tu gente.


-Lo sé- renegaba Yuuri al verse atado de pies y manos. Amaba a Wolfram, deseaba estar con él siempre, protegerlo y compartir con él y sus hijos el resto de su vida, pero era el Maou y se debía a su reino.


-La niña también es un peligro- dijo Raven y Belal no dudo en mostrar su interés.


-en mi reino tenemos los mejores magos que conocen de sellos y demás, si tengo la información correcta se usaron sellos para la contención del poder del Soushu en el cuerpo del consorte del rey y también este apareció en la niña… mi reino puede…


Según Yuuri y los hermanos del rubio escuchaba hablar al rey humano, por segunda vez tenía ganas de matar a alguien, pues conocían a ese hombre que no le importo robar el brazo de Conrad para hacer del poder de la caja de tierra, y ahora pretendía imitar a Saqra para usar el poder de la caja el poder del fuego del invierno eterno. Ese tonto poder que encerraba la caja de agua que fue destruida por Saqra y ahora radicaba en Wolfram.


-¡NO!-rugió Yuuri y Gwendal cual fieras y más de uno sintió su piel de gallina al ver esas auras salirse de control, esos ojos que por lo general se mantenían indiferentes volverse como los de un asesino a punto de cometer el crimen. Belal retrocedió instintivamente.


-Shibuya…- llamo el sabio tomando su hombro para que su Maou se calmara. Yuuri a duras penas y suspirando retomo su calma, dando a entender que esa idea quedaba descartada.


“Por el momento…”


Wolfram pese a no estar en la junta, podía oírlos desde su habitación y escuchar los pensamientos de Belal. Giro y miro a sus niños en mano de las sirvientas. Esas mujeres que no le dejaban cargar a los niños, que lo vigilaban cual bicho raro. Suspiro nuevamente derrotado, estaba preso en su propio hogar, preso sin cadenas pero igualmente inmovilizado, esperando cual objeto que su dueño se cansara de él y lo desechara a la basura. Se recostó sobre su lecho y fingió dormir sin lograrlo. Las sombras seguían comentando todo lo que ocurría a sus espaldas, todo lo que Yuuri jamás le diría y lo peor era que la sombra que representaba a Saqra se paraba a su lado y susurraba palabras dulces para Marflow seguidas de una profecía mortífera.


Entre los que apoyaban al Maou quedaban pocos. De las diez nobles familias de demonios solo los hermanos, el tío de Wolfram se mantenían firmes a no dejar que el rubio o los niños abandonara el castillo y al Maou. Incluso Gunter voto en contra de  que su rey estuviera cerda del rubio por miedo a que se descontrolara y conociendo la amabilidad del Maou, este se dejara herir de gravedad y muriera.


-No podemos dejar semejante poder al lado de las cajas. Ustedes también son llaves, también son una amenaza- concluyo uno de los reyes humanos y es que ya era un secreto a voces que los hijos restantes de la ex Maou eran la llaves y que el alma del actual Maou también era un llave. Que las cajas se hallaban en el castillo de Shinou reguardadas por su persona. En fin, saber toda esa información hizo que todos los nobles, reyes y demás desconfiaran del actual Maou, de sus sequito… tanto poder concentrado en un solo lugar… era dudoso, era peligroso. Tantas mentiras y misterios… ¿Cómo confiar en ellos?


-No podemos confiar en ustedes- Repuso uno de los nobles de las diez familias y cuatro lo apoyaron. Waltorana les miro con furia pero no dijo nada, era como si su valor se hubiera perdido en esa guerra y en parte era así. Igual que Wolfram solía perderse en sus pensamientos y desconectarse de la realidad. La culpa por menospreciar al enemigo le costó tantas vidas y la destrucción de su reino…. No era fácil de superar… Mirar a su sobrino y su pérdida de lucidez, ver a esos dos retoños y comprender que el sufrimiento de su sobrino solo empezaba y no parecía tener fin y el cómo noble de un reino destruido ya no tenía el poder de protegerlo, ayudarlo o consolarlo… patético. Así se sintió. Ni siquiera tenían un lugar para albergar a su sobrino, el Soushu lo había el reino Bielefeld gran proporción.


Se llamó a deliberar y reconsiderar las votaciones, se llamó a realizar un análisis y valoración de pérdidas y más que sufrió el reino Bielefeld… era claro que ese cuarto intermedio era necesario.


-Waltorana- llamo Yuuri al hombre de expresión fúnebre, el cual giro a verle. Era cierto que algunas veces el Maou se le acercaba y con vergüenza y culpa le preguntaba que le paso a Wolfram durante la guerra, que fue los que Saqra le hizo exactamente. No era para atormentarlo, solo que deseaba saber que tan profundo era el daño para tratar de ayudar a Wolfram a superarlo, pero al cabo de algunas palabras simplemente Waltorana quedaba callado y Yuuri ante su silencio se marchaba deseándole Buendía. Tampoco el Maou tenía las entrañas fuertes para soportar relatos de guerra y mirar las innumerables tumbas simbólicas en Shin Makoku de los caídos en la guerra  de Bielefeld contra Yaku.


Armado con un poco de valor Yuuri marcho al campo de batalla de ambos reinos. En su enfrentamiento con Saqra y su victoria poco tiempo dedico a ver al magnitud de lo que fue esa guerra, sus sentidos solo se enfocaron en Wolfram y revivirlo, solo en eso. Con Murata, Conrad, Gwendal y Gunter. Comenzaban a lo que fue el reino Yaku y lo que iban encontrando no les agrado para nada.


Conrad sujeto a su ahijado cuando este no aguanto más y se puso a vomitar al llegar a al circo improvisado que había construido Saqra, en este la pila de cadáveres eran… inimaginables y su olor putrefacto… insoportable.


Murata vio con desdén la ubicación de este circo. Miro que se hallaba en la parte fronteriza donde algunos túneles se hallaron. Los túneles eran solo una búsqueda de cruzar el encierro militar en que se hallaban atrapados. Una ruta de fuga para los civiles que serían escoltados por soldados lejos de la zona conflictiva. Pero a su vez este era visibles desde la torre del castillo Bielefeld.


-Eran obligados a ver…- Susurro al encontrar ese cuerno de dragón el cual era usado cual sirena para llamar a atención de Wolfram y varios soldados del reino Bielefeld que de seguro subían a la torre y eran testigos de los asesinatos. Lo chocante era que no solo mutilaban y torturaban a soldados. Niños y mujeres… en ellos tomaban su tiempo y su creatividad. Sus gritos avivaban la rabia y frustración de Wolfram y Waltorana. Y ese era el plan, hacerles desesperar al punto de quiebre y su rendición, pero a diferencia de Wolfram Waltorana aguantaba con más frialdad lo ocurrido mientras Wolfram un chico nacido en tiempos de guerra pero ausente de esta, veía las magnitudes de una guerra y no lograba procesar de forma juiciosa tales actos despiadados: se sentía culpable. Como si fuera el quien causara todo ese dolor a su gente… No era lo suficientemente fuerte para proteger a su reino.


Las torturas iban desde el descuartizamiento hasta el ahogamiento pausado. Otras más creativas eran el empalamiento en niños y mujeres (Según Saqra eran los que gritaban más fuertes y con más empeño por verse socorridos, dando un show más placentero que mantenía a su espectador favorito al borde de su asiento), el arrancarles la piel en vida y bañarles en alcohol… en fin tan solo pensar en lo que paso hizo que los presentes ardieran en rabia y deseos de venganza contra los presos del reino Yaku.


-Deben ser ejecutados- replico Gwendal serio como siempre se mantenía. Tanto él cómo Conrad vivieron una guerra y sabían lo crueles que son estas, pero este rozo lo inhumano y era lógico querer acabar con todos los responsables. Acabar con los que se denominaron: Los Hijos del Soushu.


-No…- repuso Yuuri limpiándose la boca y mirándoles con expresión firme y con la piel pálida- no seré igual a él- repuso decidido- serán encerrados y en ajuiciados. No voy a matar nunca más… siempre existen otras formas.


Conrad y Gwendal se miraron y luego miraron al sabio que asintió con la cabeza- sí, siempre existen otras formas… supongo que mientras sigan encerrados estos denominados hijos del Soushu no representaran una amenaza concluyo el sabio resignado a creer en su rey.


De haber sabido Yuuri que esos serian nuevamente los cimientos de su nueva desgracia quizás si hubiera optado por asesinarles, sin embargo no era adivino, aún era un hombre inexperto que creía en el buen corazón de las personas sin importar la maldad que había llegado a ver, la esperanza susurraba en su oído que de las buenas acciones solo se obtenían buenas acciones.



“solo déjalo libre…”


Escucho una voz familiar que le puso los pelos de punta. Giro en su búsqueda y le vio materializarse frente suyo riendo sínicamente como era su costumbre.


-Tu estas muerto…- repuso Wolfram aun en su lecho. Aún seguía en reposo por la cesárea y al lado suyo sus dos retoños, Yuuri no estaba a su lado y quizás por eso se sintió desprotegido… le tenía pavor.


“Puedes verme… ¿Estás seguro que estoy muerto?”


Wolfram que comenzaba a respirar agitadamente sentía el ardor del sello en su espalda y en su cuerpo el emerger de esa extraña fuerza oscura que lentamente rompía los muros de su realidad y se veía en un lugar oscuro frente a Saqra.


No dudo en tratar de levantarse, pero el dolor era insoportable, sus entrañas parecían salirse, y el sello aun lo quemaba…


-debo huir…- se dijo tratando de tomar a sus hijos sin poder hacerlo, simplemente se quedó paralizado por el dolor.


“Sigo vivo… sigo aquí…” susurraba Saqra acercándosele más “siempre seremos uno… tu yo, Marflow… El Soushu” Saqra puso una mano sobre la frente de Wolfram y este comenzó a entrar en pánico, el tacto se sentía real…


-No. Yuuri te mato, tú no eres real, tu estas muerto, tu… estoy en pacto de sangre… no eres real, Yurri te mato… Yuuri…


Las sirvientas que resguardaban el descanso de ambos niño y el consorte del rey miraban aterradas como la extraña energía comenzaba a manifestarse, la habitación se llenaba de oscuridad mientras que del cuerpo del rubio una extraña luz se iluminaba en su espalda y cual venas negras se expandía por su cuerpo y comenzaba a extenderse en la habitación para luego volverse llamas de color oscuro. Mientras el rubio replicaba cosas extrañas y llamaba al Maou.


No sabían qué hacer con exactitud. Ambos niños lloraban aterrados por esa presencia. Más que nada Yuuki. Sin dudarlo una corrió en busca de la ex reina que era la única familiar real que se hallaba presente en el castillo. Iza mismo corrió al oír los gritos de las sirvientas y tomo a la niña y saco a las sirvientas del lugar tratando de acercar a su rey sin éxito.


Miraron a la ex reina correr en su extravagante camisón rojo que no dejaba mucho a la imaginación. Simplemente Chery no dudo en entrar a la recamara de su hijo y llamarlo por su nombre al ver que estaba dormido en una especie de pesadilla


Armada de valor maternal se abalanzó sobre el cuerpo del rubio abrazándolo fuertemente llamando por su nombre una y otra vez, para notar que sus llamados surgían efecto, pero aun así no dejaba de abrazarlo.


-¡Honey!- llamo– ¡Todo está bien yo te protegeré!- replicaba la ex soberana mientras sus brazos se quemaban por culpa de la energía oscura que rodeaba a el rubio- mamá está aquí. Y tus hijos también… cariño… ¡Todo está bien!- repuso en suplica y con lágrimas en los ojos sabiendo que si el resto de los nobles se enteraban ahora que el Maou no estaba cometerían una impudencia… Quizás se llevarían Wolfram lejos de su lado o peor aún lo ejecutarían para no arriesgar al bienestar del loes reinos.


Wolfram que tenía los ojos cerrados lentamente los abría al escuchar la voz de su madre y el llanto de sus hijos. La oscuridad comenzaba a suprimirse y nuevamente comprendía la realidad y el fuego negro se extinguía y sus manos buscaban a su hija. Al sentirla entre sus brazos, la abrazo y nuevamente volvió a dormirse de forma calmada como si nada hubiera ocurrido.


Las sirvientas no dudaron en llamar a Gisela al ver la severidad de las quemaduras que recibió la ex soberana. Sus brazos y parte de su rostro estaban ampollados. Simplemente su gran belleza y rostro perfecto  se veían destruida por las quemaduras.


Pasada una semana, la comitiva llegaba nuevamente al reino. Yuuri no dudaba en bajar de su caballo para visitar a su marido y sus hijos, sin embargo dos nobles se pararon enfrente de la entrada del castillo, a su lado Gisela y también Reven. Todos miraron con preocupación a los presentes cuyas expresiones solo eran reflejo de malas noticias y así fueron.


La ex Maou, Cheri la denominada sex-queen, tenía tanto los brazos vendados como parte del rostro deforme por las quemadura cubierto con vendajes, según varios nobles tuvo suerte de estar viva.


Ambos hermanos palidecieron al saber el cómo acabo así su madre. Yuuri también, pero no se animaron a decir nada ante la brillante sonrisa de la ex reina que trataba de minimizar los hechos. Era claro que el poder del Soushu era un peligro y más si por cosas como una pesadilla podía descontrolarse ya ni dejarle con los niños parecía una opción viable.


-Wolfram-llamo Yuuri al rubio sentado en la cama, las manos del rubio también se veían vendadas escondiendo esas líneas negras cual venas que a su parecer opacaban su piel de porcelana. Según comentaron las empleadas el rubio no fue consciente de lo ocurrido y la ex reina ordeno no informarle nada. Miro la sonrisa sincera del rubio que lo contemplaba aliviado, su cara manifestaba ojeras por noches de insomnio… según sus guardias el rubio sufría de pesadillas continuas y debía ser despertado cada cierto tiempo antes de que la energía oscura saliera y causara más estragos. Lentamente todos se enteraban en el reino del problema y los nobles comenzaban a deducir que esto se convertía en una situación incontrolable.


Varios bajaron su cabeza al aceptar una reunión secreta donde se planteaba matar o petrificar al rubio y la niña, para así sellar al Soushu en algún lugar desconocido y lejano del alcance de todos. Fue Shinou que se manifestó ante ellos y les detuvo por momentos. Marcho prometiendo regresar con una solución. Como el primer Maou tenía leves sospechas de como solucionaría este conflicto, pero… no tenía al fuerza y Yuuri tampoco. Wolfram para bien o mal parecía poder contener ese poder y aun no se explicaba el cómo, más antes de irse miro a su desencinte dormido y asintió. Al parecer su descendiente era más fuerte de lo que aparentaba ser, un aura de orgullo lo cubrió y en el fondo supo que podía confiar en el rubio, que de alguna forma Wolfram hallaría una solución.


-Bienvenido a casa- dijo Wolfram mirando a  Yuuri con cariño,  con ambos niños en cama. Estaba a punto de alimentarlos cuando de la nada sintió como Yuuri le miraba aterrado y corría a detenerlo antes de que el rubio tuviera contacto alguno con sus hijos.


Wolfram alzo la mirada y vio a su esposo sonriéndole cual tonto y con ambos niños en mano. Pese a todo, Wolfram alimentaba a los niños normalmente de la única forma como lo hacían los demonios al dar a luz: cediéndole su poder mágico hasta la edad de un año, debiendo así la madre entrar en abstinencia en el uso de su magia pues esta era drenada por sus hijos, quizás por ser ahora el contenedor del Soushu no sentía el desgaste de mágico y alimentaba sus hijos sin complicación alguna hasta ese momento.


-No creo que debas alimentarlos- la alegría de ver a su marido lentamente se perdía, pues comenzaba a comprender el comportamiento de Yuuri. Quizás creía que todo era un sueño y en ese sueño se descontrolo un poco cuando trato de matar a Saqra que amenazaba con llevarse a Marflow… en un momento del sueño oyó a su madre… dedujo que no solo quemo la cama y parte de la habitación. De seguro casi había matado a su propia madre… eso explicaría el por qué ella no volvió a visitarlo… también el por qué las sirvientas mantenía su distancia y el por qué las voces se burlaban y lo llamaban ignorante.


Miro como Yuuri entregaba los niños a una sirvienta y esta se los llevaba a otra sala donde una larga fila de mujeres y donceles demonios trataban de darles energía.


-Piensas que les contaminare… ¿Qué les pasare ese poder maldito?- repuso Wolfram mirándolo con ojos suplicantes, deseaba escuchar: “!NO!. Tu jamás harías algo así!”. Pero Yuuri se quedó callado sin verlo, su expresión seria se manifestaba y con lentitud se sentaba sobre la cama, bajo su mirada en dirección de las sábanas blancas y Yuuri tragaba saliva meditando su repuesta antes de pronunciar palabra alguna.


-No…- repuso con miedo, no sabía cómo decir las cosas sin lastimarlo. No deseaba lastimarlo, ya había sufrido bastante-Wolfram aun esta débil, aun…


-¡Soy un monstruo! ¡Una amenaza para todos!- concluyo Wolfram y Yuuri sintió que su corazón se rompía en mil pedazos pues Wolfram sonreía con expresión vacía, deseando hacer una broma sobre lo que pasaba, pero nada era una broma o algo a tomar como broma- Debiste dejarme morir…- concluyo antes de callar al notar que había herido a Yuuri con la tediosa verdad.


Wolfram miro a su esposo agachar la cabeza sentado a su lado se veía patético, débil… El largo silencio se tornaba incomodo, más cuando oían el llanto de los niños que rechazaban a los donantes de energía. Ambos padres simplemente sentían ese llano cual dagas en el pecho pero no se animaban a decir nada. No se animaban a mirarse. Solo silencio invadido por el llanto de ambos infantes.


Brevemente Wolfram alzo la mirada en dirección de Yuuri y allí pillo nuevamente a Saqra mirándolo con esa sonrisa sínica y susurrando lo que parecía inevitable: Siempre estaremos juntos.


Suspiro comprendiendo que debía recuperar la normalidad de las cosas si deseaba proteger a sus hijos y familia. Pero era algo complicado. Nadie antes controlo al Soushu y él no sabía cómo controlarlo, ni siquiera Shinou pudo hacerlo, solo logro dividirlo y encerrarlo en las cajas y aun así se vio contaminado por el Soushu.


Wolfram comprendía que lentamente no sabía distinguir la realidad de las alucinaciones, pues eran tan reales… tan verídicas que lo lastimaban, lo atormentaban. Pero el llanto de sus hijos también era un calvario. Empuño las manos para seguir soportando esa tortura y miro a Yuuri  que hacía lo mismo. Suspiro pesadamente pues no comprendía ¿porque él debía dar consuelo a Yuuri cuando por dentro se derrumbaba?. Pero aun así solo extendió su mano y la puso sobre la mano empuñada de Yuuri que alzo la mirada y vio los ojos verdes de Wolfram para asentir y seguir guardando silencio. Eran esposos, debían permanecer juntos pues el mundo se ponía en su contra.


El plan fallo. Tres días que los niños no se alimentaban y llegaban al límite. Al ser hijos de un demonio masculino se alimentaban de su magia y rechazaban la magia de los demás. La vida de ambos infantes estaban en riesgo y Wolfram no se veía nada bien. Simplemente dejaba de dormir al no soportar la situación de sus hijos y su impotencia, las pesadillas. Yuuri tampoco se veía bien. Era complejo y doloroso ver a tus pequeños sufrir y tú sin poder hacer nada.


La tercera noche Wolfram vio a Yuuri caer sobre los brazos de Morfeo en aquella silla. Tenía dos ojeras pronunciadas, suspiro y con calma se levantó de su cama y camino a duras penas por los pasillos en busca de sus hijos.


-concéntrate. Concéntrate- replicaba el rubio ignorando las voces que le seguían a todas partes cual sombras, ignorando a Saqra que le animaba a matar a la niña con el poder del Soushu.


Abrió la puerta y miro a las sirvientas dormidas en el  piso y otras en las sillas. Y sus hijos dormidos casados de llorar y llorar por tanto tiempo y no recibir alimento alguno. Sin embargo ambos niños despertaron instintivamente al sentir a su madre y su poder mágico. Ambos abrían sus ojitos y extendían sus manos arriba rogando ser alimentados.


Wolfram no dudo en poner su mano sobre la manita de Yuuki y este rápidamente drenaba su energía hasta verse saciado y dormir aliviado de ser alimentado. La niña por su parte seguía en silencio y pese a ser una bebe le miraba fijamente y Wolfram la miraba también. Sabía lo que era esa niña. Sabía que estaba contaminada por el Soushu y que nada bueno le esperaba en su futuro. Saqra lo repetía tantas veces que ya hartaba.


-¿Debería dejarte morir?-Pregunto a la pequeña sin acercarse a esta, solo mirándola- alcanzarías la paz… no sufrirías mucho…- replicaba lo bueno de morir a corta edad. Mientras derramaba lágrimas pues debía tomar la decisión de matar a su retoño sintiendo como el vínculo lo torturaba pues su instinto le exigía alimentarla como lo hizo con el niño.


En sus manos tomo una almohada y la puso sobre la carita de Marflow. Solo debía apretar por unos minutos  la niña dejaría de respirar, sin embargo… no pudo. Rápidamente voto la almohada y la sostuvo entre sus brazos cayendo sobre sus rodillas al comprender que había tratado de matar a su hija. Aun ser inocente que le quitaba todo siendo inocente… que se comportaban como el resto.


-Prométeme…- dijo en susurros acercándose a Marflow- prométeme que no serás como tu padre o como yo…- rogo besando su frente- prométeme que me perdonaras por dejarte vivir… por no ser fuerte…por… - no supo que más decir y es que el futuro era sombrío y él lo sabía y lo que más le dolía era saber que su niña lo enfrentaría sola. Su vida al igual que su cordura no duraría lo suficiente para protegerla.


“Te torturas tanto por nada” repuso Saqra mirando a Wolfram alimentar a la niña. El rubio elevó su mirada que ahora era de color carmesí y lo miro fijamente y amenazante.


-Ella no será como tú…- repuso tomando a  Marflow en sus manos con más fuerza- o como yo…  La protegeré de todos incluso de ella misma. Yo voy a controlar el poder del Soushu y tú… no serás ni siquiera un recuerdo…-amenazo.



Yuuri despertó asustado y más se aterro al no encontrar a Wolfram en el lecho. Rápidamente se levantó y fue en busca de sus hijos. Si el rubio los alimentaba temía que los contaminara más de lo que ya estaba en especial que terminara contaminando a Yuuki. Con el poder del Soushu. Según Gisela ellos podrían ser alimentados de otras personas de su mismo elemento, pero esto solo lo admitirían al momento de llegar al límite, al comprender que su madre ya no estaba, entonces por instinto de supervivencia se limitarían de otras personas.


Era difícil escucharle llorar, pero era necesario para romper el vínculo, sin embargo si Wolfram aparecía y los alimentaba nuevamente reforzaría el vínculo. Debía detenerlo. Pero al llegar a la habitación solo le miro con Marflow en manos. Llegaba tarde. Fuera de sentirse molesto y triste solo se quedó estático mirando al rubio y escuchándole susurrar:


“Ella no será como tu… como yo… La protegeré de todos incluso de ella misma”


Escucho y suspiro apoyándose contra la pared sin dejarse ver por el rubio. Ya era tarde para impedirle alimentar a sus hijos. Solo podía estar allí y mirarlo prometer cosas extrañas a quien sabe quién y aun así comprender que era lógico después de todo lo que vivió. Pero no todos serian comprensivos mañana… Suspiro, nuevamente pelearían con los nobles sobre este asunto.



El escándalo en la junta fue sonado. Fue tedioso, todos reclamaron y dieron sus opiniones pero nadie soluciones.


-Debe ser aislados, no podemos arriesgarnos que el futuro Maou se contamine por el Soushu-Replicaba uno de los nobles.


-Les recuerdo que el poder del Soushu esta sellado. Les recuerdo también que yo mismo lo selle y si se sale de control poder volverlo a hacer- replicaba Yuuri en tono serio pues comenzaba a hartarse de que metieran las narices en sus asuntos familiares, que no tomaran en cuenta lo que Wolfram vivió y lo acusaran y culparan de todo como si fuera culpa de Wolfram cargar con el poder del Soushu, como si fuera culpa suya haber dado a luz dos niños. El no pidió nada de esto, esto se dio porque él como Yuuri, como Maou, como todo ser egoísta no quiso perderlo, no quiso verles morir. Fue él, el Maou que en su egolatría de no perderlo acepto semejante idea de revivirlo usándolo como el nuevo contenedor del poder del Soushu sin importarle las consecuencias. Fue él quien le permitió trae a ambos niños al mundo, pudo practicarle un aborto al saber de la existencia de ambos, Wolfram no estaba consiente, despertó cuando ya pasaron los seis meses y su cuerpo termino de curarse, Yuuri como su marido, como rey tenía la potestad de ordenar que Wolfram fuera sometido a un aborto. No lo hiso… Todos advirtieron los problemas pero Yuuri testarudo adjudico que ambos eran sus hijos, que no era quien para impedirles la vida… que todo niño incluso los aun no nacidos, tenían derecho a existir, vivir una vida, que ellos no eran quien para terminar con su existencia, por más sombría que esta fuera. Que ¿qué sería de la humanidad si la madre de Beethoven lo hubiera abortado?.


Muchos no entendieron a Yuuri, sin embargo Murata si y aun así le dijo que podrían estar contaminados, que su existencia podría causar la desdicha de miles, pero no, Yuuri no quiso perder nada y ahora estaba a punto de perderlo y aun así no lo deseaba, parecía que le gustaba mirar la agonía de Wolfram, de sus hijos y su familia….


Todo era su culpa por no poder aceptar verlo morir de semejante forma… no era culpa de Wolfram y aun así todos lo acusaban y temían. Todos lo tachaban de inestable y loco por comportarse extraño por hablar solo  por perderse de la realidad y hundirse en su mundo y no controlar el poder del Soushu.



Era lógico después de ver la cantidad de muertes, sentirse culpable de estas, de ser usado como conejillo de indias, de ser revivido en un cuerpo extraño que contenía un poder nefasto y terrorífico que lo seguía acosando para hacerle perder el control. Sinceramente si aún estaba cuerdo era por sus hijos…


Yuuri dudo que alguno de los presentes fuera tan fuerte como lo era Wolfram. Nadie aguantaría el poder y la locura del Soushu como Wolfram, simplemente dejo de verle como lo que alguna vez conoció: un príncipe caprichosos y le vio como alguien de respeto, sin embargo… Extrañaba a su príncipe caprichoso más de los que extrañaría a esta nueva personalidad noble que ahora era el rubio.


En medio de la reunión, todos miraron como el rubio ingresaba sin permiso alguno.


-Lo siento…- dijo Wolfram y todos le miraron al noble de cabellera rubia, de ahora ojos  color esmeralda, su delgada silueta, sus ojos vestidos por ojeras, las marcas negras que era visibles en sus manos, en fin su cuerpo gritaba ser alguien débil y vulnerable, al guíen que podría ser muerto por el simple soplo de viento, y parecía increíble pensar que ese chico demonio de fuego quien resistió un feroz guerra, quien contenía al Soushu, el que recién había tenido dos hijos.  


Algunos sintieron culpa, otros solo le ignoraron- no volverá a pasar- replicaba suspirando forzadamente para forzarse a enderezar su espalda y mirarlos fijamente. Ya no asumiría esa postura sumisa que tenía hasta ese momento. Miraba a los nobles como amenazas para sus hijos en especial para su hija, y como prometió al alimentar a Marflow,  Wolfram protegería la protegería de todo mal -No volveré a perder el control, pero tampoco dejare de alimentarlos. Soy Wolfram von Bielefeld y como noble y orgulloso Mazoku que soy. Prometo que este incidente no volverá a pasar- repuso mirando a su madre que ya casi se recuperaba de sus quemaduras.


Yuuri solo pudo mirarlo con respeto y admiración al igual que sus hermanos, al igual que muchos que a su pesar tuvieron que reconsiderar el tema del aislamiento.


Fueron a votación y en esta quedaron en un empate, mas Yuuri dio comprende que una siendo un empate él era el Maou y apoyaría a su pareja.


Wolfram miro de reojo a Yuuri y sonrió relajado, era bueno verle imponerse sintió que no estaba solo contra el mundo… eso lo yudo tanto a comenzar con su entrenamiento personal.


 


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