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¿Amante? por Pikacha-sama

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Notas del capitulo:

Hola, ¿qué hace a punto de dormir o qué hace? Jajajajaa, baia baia todas se me pusieron algo dramaticas con el manual y Narutín, no se preocupes, en este fic casi no habrá drama :)


¡Espero que sigas leyendo hasta el final, Shiki!


Saludos a mi beta preciosa, Midori. Donde quiera que estes, hermosa <3

[3]

Ten lista la cena: planea con tiempo una deliciosa comida para su llegada.

 

                La comida favorita de Menma era el pay de queso con mucho tomate. Sasuke era un experto en prepararlo al igual que su suegra. Sin embargo, Naruto no sabía usar el horno, podía cocinar excelentes platillos que no necesitaran la parte baja de la estufa. Recordaba muy bien como anteriormente había comenzado un incendio que su esposo se encargó de que no se propagara. Desde ese día tenía prohibido usarlo, pero ¡ya habían pasado años! Podía intentarlo…

 

            ¿A quién quería engañar? Podría pedirle un poco de ayuda a su vecina con ella, Menma no tenía que enterarse que no lo había preparado él. Y con el pensamiento de conquistar el marchito corazón de su hijo, puso manos a la obra.

 

            Dos horas después, Sasuke y Menma llegaron a casa. El pequeño azabache era muy orgulloso, jamás diría que pequeñas lagrimas habían salido de sus ojos, dolido con su padre por haberlo olvidado. No era la primera vez que pasaba, pero en esa ocasión habían herido su orgullo, la necesidad de amor era latente, más en esa ocasión.

 

            Caminó apesadumbrado por la casa, hasta que un olor peculiar deslumbró sus sentidos. Corrió hacia la cocina encontrando a su rubio padre maldecir mientras movía su mano. Naruto se había quemado al sacar la charola del horno, el muy idiota de Shikamaru se lo había advertido y aun así le había pasado.

 

            — ¿Estás bien, dobe? — preguntó Sasuke a su espalda.

 

            — Sí — susurró mientras se chupaba la herida.

 

            — Déjame ver.

 

            — He dicho que estoy bien, teme…

 

            Sasuke tomó su mano en un movimiento brusco mientras las mejillas del rubio se teñían de vergüenza. Revisó la herida, pero sólo había sido superficial, nada de lo que debería de preocuparse. Lo soltó verificando que su cuerpo no tuviera otra herida y negó con la cabeza. La cocina había quedado hecha un desastre al igual que su esposo. Tenía manchas de harina en la cara y el cabello, su ropa tenía pedazos de maza y su mandil favorito tenía clara de huevo embarrado.

 

            — ¿Lo has hecho para mí, ttebane? — preguntó el niño con el rostro iluminado.

 

            Naruto había estado a punto de reñir a su esposo por su falta de tacto, pero cuando miró la pupila dilatada de su pequeño retoño supo que toda esa odisea había valido la pena. El haberle llorado a Shikamaru para que le ayudara con el pay al punto de usar el chantaje emocional, el tener una quemadura en la mano y que Sasuke fuera a tirarle una charada, bien valía la pena por esa hermosa sonrisa que Menma no podía esconder en el rostro.

 

            — ¿Puedes perdonar a tu dobe padre por ser tan tonto ´ttebayo? — preguntó con culpa el rubio mientras se agachaba a la altura de su hijo.

 

            Menma ni siquiera contestó, se arrojó a los brazos de su padre como el pequeño niño que era. Cerró los ojos y se dejó inundar por la dicha de su padre mientras lo levantaba y lo giraba sobre sí. Besó su mejilla para llenarlo de palabras dulces y mimos, ante la mirada atenta de su otro progenitor. Naruto había hecho una buena jugada.

 

            El rubio recordó haber dejado la evidencia de su estado todavía en el baño y se despidió de ellos para darse un baño como excusa. Sasuke no sospechó nada y lo dejó partir mientras se sentaba en el comedor en compañía de su hijo. El niño tomó los cubiertos y se dispuso a disfrutar el postre, llevó el primer bocado a su boca saboreando el pay.

 

            El mayor tomó otro cubierto y estuvo a punto de tomar una pequeña porción, pero su hijo jaló la charola del platillo y lo dejó fuera de su alcance. Sasuke frunció el ceño y volvió a intentar coger un pedazo, pero de nuevo Menma lo movió. Una batalla de miradas dio inicio mientras el pequeño alejaba el postre lo más que podía.

 

            — ¿Qué pasa contigo, enano? — preguntó afilando la mirada.

 

            — Papá lo preparó para mí ¡es mío! — vociferó con odio retirando el pay lo más lejos posible de su padre.

 

            — Sí no quieres que sepa lo que le hiciste al psicólogo de la escuela, será mejor que sueltes ese pay — amenazó como todo un Uchiha, exigiendo las cosas.

 

            — ¡Dile! ¡No te daré! — respondió sin pensarlo.

 

            Ciertamente el postre sabía horrible, pero aun así valoraba el esfuerzo de su padre. No iba a dejar que Sasuke molestara al rubio solo por provocarle malestar estomacal, prefería que lo viera como un niño egoísta a que atacara su otro padre. Estaba consciente que sus más recientes peleas eran por su causa y no quería seguir siendo el culpable.

 

            — ¡Dame, pequeño monstruo! — atacó Sasuke lanzándose en contra del susodicho. Una batalla de tenedores se postergó sobre el comedor mientras Menma intentaba proteger el postre. Poco a poco el jaloneo por la charola comenzó y sin que los dos lo pudieran evitar, este cayó sobre el piso extendiéndose como un desastre.

 

            Naruto había regresado a la cocina en busca de probar un poco del pay, sin embargo, cuando miró la evidencia del crimen su corazón se partió en dos. Sus ojos se acumularon en lágrimas y ante todo pronóstico pateó lo primero que encontró.

 

            — ¡¿Qué diablos has hecho, Sasuke?! — preguntó colerizado mientras apretaba los puños y maldecía interiormente. Sabía que su esposo era un bastardo, pero había cruzado limites, el dañar algo que tanto le costó hacer le dolía. Era un maldito celoso que no sabía apreciar su triunfo.

 

            — Papá, ha sido un accidente — confesó el más pequeño con la mirada afligida, aunque por dentro suspiraba aliviado de no tener que pasar una indigestión estomacal.

 

            — ¡Lo he mirado, bastardo!

 

            — Dobe

 

            — ¡Nada de dobe, púdrete, Uchiha! — exclamó en medio de su rabieta y dio media vuelta para encerrarse en la habitación, aclarando su malestar dando un portazo.

 

            Sasuke y Menma se estremecieron al escuchar la puerta estamparse. Los dos giraron a verse y suspiraron derrotados, no tendría caso intentar hablar con Naruto cuando llegaba a molestarse a ese grado. Entre los dos limpiaron el desastre de la cocina para después encaminarse a sus diferentes recamaras.

 

            El niño le deseo suerte mientras se encerraba en su cuarto a hacer los deberes de la escuela. Por otra parte, el mayor deseo volver a la habitación de huésped, pero eso no le serviría de nada. Extrañaba dormir con su rubio, abrazarlo por las noches y, sobre todo, el sexo salvaje. Sí tenía suerte, podría convencerlo de arreglar las cosas en la cama.

 

            Naruto se estaba bañando cuando entró. Se sentó en la cama y esperó unos minutos a que saliera, pensó un poco en su privacidad y que esa era la oportunidad perfecta, pero cuando tuvo al rubio de frente supo que las cosas no estaban bien.

 

            — Largo ´ttebayo — exigió el rubio sin dedicarle una sola mirada.

 

            Pero a pesar de ello, Sasuke solo avanzó hacia él. Se había hecho de los oídos sordos ante su rechazo, nadie podía abstenerse de un Uchiha, sólo tenía que tocar los puntos correctos en el rubio para hacerlo desistir de su absurda abstinencia, sin embargo, antes de que pudiera avanzar más hacia su presa. Naruto lo tomó de la mano, le entregó una delgada sabana y lo empujó fuera de la habitación.

Notas finales:

¿Khé? Jajajajaja, buenas noches <3


Nos leemos a los ocho reviews.


Saludos ;)


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