Chanyeol y Baekhyun se encontraban sobre dos tumbonas en la playa, con sus gafas de sol y tomando sus bebidas de bienvenida que el hotel donde se alojaban les había proporcionado.
Nada más haber llegado colocaron sus cosas en la habitación y bajaron a disfrutar por completo la playa privada, que no estaba siendo utilizada por muchos clientes en ese momento. La piscina con vistas al mar se robaba casi toda la atención de los turistas; aunque mejor para ellos, así podrían tener momentos más íntimos sin tener demasiado público.
Ambos suspiraron con relajación mirando los colores paradisiacos del mar y con una sonrisa tomaron un pequeño sorbo de sus bebidas, para después mirarse y tomarse de la mano, disfrutando del primer momento de sus deseadas vacaciones.
Las vacaciones en Hawaii habían estado planeadas desde incluso antes de que comenzaran a salir en la universidad. Siempre habían sido mejores amigos desde que tenían conciencia y lo que había empezado como un viaje para aprender a hacer surf y bailar el hula hula, había terminado como el primer viaje de pareja que hacían fuera de Corea después de haber terminado la universidad y haber cobrado sus primeros sueldos. Hasta entonces sólo habían hecho pequeños viajes a lugares vacacionales dentro del país, porque las vacaciones tampoco eran tan largas y porque tenían que ahorrar dinero para las matrículas y el piso que compartían. Pensaron que podrían haberse ido justo el verano que terminaron la carrera pero decidieron posponerla al año siguiente cuando la ganancia de dinero fuera una realidad. Y las empresas que los habían contratado como productores y compositores musicales habían visto su pasión y colaboración porque por lo visto sus pagas de final de año habían sido demasiado buenas.
Y allí estaban ahora.
-¿Te apetece un baño? -preguntó Chanyeol, mirándole por encima de las gafas, alzando su ceja en un gesto sugerente.
-Claro, pero primero pruebas tú el agua; ya sabes que soy muy sensible al frío -respondió Baekhyun con una sonrisa lisonjera mientras se sentaba en la tumbona.
-Hecho -Chanyeol le dio un apretón cariñoso a su mano y se acercó para dejar un pequeño beso en los labios del bajito.
Estaban cogiendo sus toallas cuando de repente una voz que no esperaban oír allí se hizo presente, acercándose cada vez más a ellos:
-¡Titos! -gritó un pequeño crío de no más de tres o cuatro años, corriendo hacia ellos con una sonrisa enorme aún falta de algunos dientes.
-¡¿Young?! -exclamaron los dos a la vez con los ojos fuera de las órbitas.
Sí, Youngsoo, su primer y lindísimo sobrino por parte del hermano mayor de Baekhyun. Y eso sólo significaba una cosa: sus familias estaban allí también.
-¡Baekkie!
-¡Channie!
Y sí, esos eran sus hermanos mayores, Baekbeom y Yoora, seguidos de sus respectivas parejas y sus padres.
Genial. Simplemente fantástico.
-¿Se puede saber qué hacéis aquí? -preguntó Chanyeol un poco (bastante) molesto.
Y antes de que pudieran decir nada más ya tenían a sus padres encima de ellos abrazándoles y diciéndoles cosas todos a la vez.
-Hemos venido porque no os habéis dignado a pasar por fin un tiempo de vuestras primeras vacaciones de verdad con nosotros -respondió por fin la madre de Baekhyun, poniendo aquel gesto de molestia que había heredado su hijo.
-¿Pero cómo sabíais que estábamos en este hotel? Que yo sepa no os habíamos dicho nada -dijo Baekhyun mirando de mala manera a su progenitora mientras cogía en brazos a su sobrino, el cual estaba entretenido intentando alcanzar a su tío Chanyeol.
-Sí, gracias por no avisar, por cierto -inquirió Yoora pellizcando a su hermano en un brazo-. Dae nos chivó un poquito de información, ¿verdad? -dijo colgándose del brazo de su prometido, dandole un besito en la mejilla.
El pobre sonrió con culpabilidad ante las miradas pulverizantes de Chanyeol y Baekhyun y les hizo un gesto de perdón. Daehyun, el prometido de Yoora, trabajaba en la agencia de viajes en la que ambos planearon su viaje. Ellos lo sabían pero no pensaron que obligaran al pobre Dae a buscar información sobre ellos cuando ni siquiera había sido él quien los había atendido y tampoco sabían en qué agencia lo habían hecho. Seguro que lo había hecho para no tener ninguna falta ante su suegro antes de la boda… El padre de Chanyeol y Yoora era bastante intimidante a veces.
Y así fue cómo sus vacaciones en pareja pasaron a ser en familia.
Es cierto que durante sus estudios no habían tenido mucho tiempo para pasar con ellos, aunque en las fechas importantes como las navidades y el nacimiento de Youngsoo siempre habían estado ahí. Y tampoco olvidaban que gracias a la amistad que había habido entre las familias desde siempre Chanyeol y Baekhyun habían podido estar prácticamente toda su vida juntos. Les debían muchas cosas y los querían muchísimo por todos sus cuidados y amor, pero el hecho de no haber avisado y ni siquiera haber preguntado para saber qué les parecía les había fastidiado bastante. Y ellos lo sabían, pero pronto se las ingeniaron para entretenerlos y hacerles pasarlo bien con ellos, pasando las vacaciones como cuando eran pequeños y se iban las dos familias de vacaciones juntas.
Sin embargo, aunque dentro de lo que cabía se estaban divirtiendo, sus momentos de intimidad eran casi inexistentes. Habían pensado que a lo mejor tendrían tiempo de escaparse de vez en cuando para poder estar a solas, o incluso por las noches. Pero era imposible. Sus familias habían llegado con un montón de actividades planificadas y abarcaban la gran mayoría del día, y cuando llegaban por la noche a la habitación caían rendidos en los brazos de Morfeo hasta que a la mañana siguiente llamaban a la puerta para que se volvieran a levantar para nuevas actividades.
Hasta que llegó un día en el que esos molestos golpes en la puerta no sonaron. Los dos estaban despiertos, ya acostumbrados a levantarse a aquellas horas, esperando tensos, sin saber qué pensar sobre eso. Quizás se habían quedado dormidos y habían decidido tener un día de descanso sin actividades extenuantes, o con suerte habían decidido volver ya a Corea y dejarles tranquilos los 15 días que les quedaba de vacaciones. Lo segundo lo veían poco probable así que aprovecharon y comenzaron con la ansiada sesión de sexo mañanero antes de que les interrumpieran.
Se volvieron a abrazar tumbados, entregándose a un beso fogoso y profundo. Chanyeol metía sus manos dentro de los calzoncillos de Baekhyun para masajearle fervientemente su relleno culo mientras que el otro se encargaba de enredar una de sus manos en el pelo del alto y acariciar apasionadamente su torso desnudo, acabando en la parte baja de la cintura. Baekhyun dejó de besar a Chanyeol con un leve gemido y después de dar un pequeño mordisco a su labio inferior, al cual el alto respondió con un provocador gruñido, se deslizó por toda la extensión de su cuerpo dejando mordiscos, besos y lametones hasta llegar a la goma de los calzoncillos. Se los bajó lentamente mientras le miraba entre sus largas pestañas y con una media sonrisa traviesa que hizo que la erección de Chanyeol palpitara con impaciencia. Baekhyun la cogió entre sus manos, moviéndolas tortuosamente despacio, y comenzó a dejar besos húmedos desde los testículos hasta el glande, donde jugó unos segundos con su lengua sin dejar ni un instante de mirar a los ojos a su gigante, quien en esos momentos sólo quería morir de placer dentro de la boca de su sexy pareja. Los gemidos de Chanyeol y la mirada ardiente que éste le devolvía hicieron que Baekhyun se retorciera levemente en espasmos de excitación y de antelación ante lo que aquellos ojos le prometían. Y metió el pene del alto en su boca, sintiendo inmediatamente la mano de Chanyeol enredándose en su pelo y escuchando su exclamación llena de intenso placer. A partir de ese momento ambos se desconectaron completamente del mundo y se dejaron llevar, al ritmo de las sonoras succiones de Baekhyun y los roncos gemidos de Chanyeol. En algún momento, Chanyeol se reincorporó y se mantuvo sentado, con Baekhyun entre sus piernas, mirando al más bajo con toda la atención del mundo, acariciando su pelo mientras observaba la cara obscena y placentera del pequeño trabajando en su entrepierna. Hasta que el climax llegó y Chanyeol se corrió en la boca de Baekhyun, agarrándole fuerte del pelo y dejando caer su cabeza hacia atrás con el nombre de Baekhyun en un intenso gemido que sale de su boca a la par de otro más ahogado pero igual de apasionado de parte del más bajo.
-Dios… -exclamó Chanyeol respirando profundamente y dejando salir el aire en un largo suspiro.
Baekhyun soltó una provocadora carcajada mientras limpiaba sus labios de los restos de semen que habían quedado, y se colocaba encima de Chanyeol pasando sus brazos por los hombros de éste.
-Ha estado bien, ¿verdad? -inquirió atrevidamente, volviendo a captar la atención del alto- Ahora quiero mi recompensa, Chanyeollie -ordenó acercándose más a él, dejando que sintiera su dura erección contra su vientre bajo y apoyando sus frentes conectando sus lujuriosas miradas.
-Por supuesto -respondió con el tono sexy que tanto ponía a Baekhyun.
Y con el control de vuelta en sus manos, atrajo hacia sí el cuerpo de Baekhyun tomándole del culo, chocando sus bocas en un apasionado y profundo beso, mientras que con otra mano sacaba de los calzoncillos el pene retenido de su amante. Baekhyun jadeó ante tal arrebato pasional y dejó que la lengua de Chanyeol invadiera su boca robándole un gemido.
Entonces los golpes en la puerta se hicieron presentes.
-No me jodas -maldijo Chanyeol justo cuando había escondido su cara en el cuello de Baekhyun dejando besos.
Baekhyun sólo gruñó enfadado y frustrado mientras se levantaba rápidamente y se volvía a colocar los calzoncillos. Chanyeol también se levantó y se colocó bien los calzoncillos y se puso la primera camiseta que encontró en uno de los cajones. El bajo tenía una camiseta puesta desde el principio pero se fijó en que su erección seguía ahí, y los malditos golpes a la puerta no dejaban de sonar.
-Chanyeol… -susurró apremiante Baekhyun a medio camino hacia la puerta.
-Abro yo, quédate detrás -dijo Chanyeol tirando del bajo para que se pusiera tras él.
Suspiró y esperó que las pintas que llevaban no los delatara demasiado para que sus familias no se pusieran muy pesadas. Sus pelos estaban alborotados, estaban sudados y en sus mejillas se reflejaban momentos bastante apasionados, y en otros sitios que esperaba que estuvieran ocultos tras las camisetas.
Abrió la puerta.
-¡Buenos días! -exclamaron todos con alegría.
-Ya… -contestó Baekhyun con malhumor sacando su cabeza por detrás de Chanyeol.
-Hoy ha habido un pequeño cambio de planes, chicos, por eso hemos tardado más en llamaros -explicó el padre de Baekhyun.
-Ah, vale… -respondió no muy seguro de cómo tomarse eso Chanyeol. Baekhyun murmuró un “pues ya podríais haber tardado un poco más” escondido detrás de él.
-Por eso vamos a dejaros libres hoy -continuó la madre de Chanyeol.
Chanyeol y Baekhyun dejaron salir una exclamación de interrogación, el bajo casi saliendo por detrás del alto por la emoción.
-Con Younggie -terminó de decir Baekbeom.
-¡¿Qué?! -exclamaron aun más exaltados los dos mientras el pequeño bebé se reía y se abalanzaba a los brazos de su tío Chanyeol.
-Es que hemos contratado una excursión por las demás islas y nos han dicho que no había sitio para todos; así que pensamos que podríais descansar y pasar un día entero con vuestro sobrino, que tiene muchas ganas de jugar con sus tíos preferidos -siguió diciendo la madre del crío mientras les daban bolsas de bebé llenas de todas las cosas que necesitarían para cuidarle.
-Tenemos que irnos; el autobús sale en menos de cinco minutos -anunció el padre de Chanyeol.
-¡Sí, sí, ya vamos! -dijo Baekbeom terminando de darles la última bolsa llena de juguetes- Muchas gracias y… lo siento -se disculpó por lo bajo antes de salir pitando detrás de sus padres.
-¡No hagáis guarrerías delante del niño! -exclamó divertida Yoora guiñándoles un ojo y desapareciendo en el ascensor.
Baekhyun y Chanyeol se quedaron boquiabiertos antes de cerrar la puerta y pensar en lo que acababa de pasar. Pero un alarido lastimero de parte de Baekhyun llamó la atención. Y es que al pobre todavía no se le había bajado del todo el calentón y estaba pasándolas canutas para tranquilizarse.
Entonces el estado de alarma se encendió dentro de Chanyeol y se puso manos a la obra. Llevó a Youngsoo y las bolsas a la cama, encendió la televisión, buscó un canal donde hubiera dibujos animados, abrió la bolsa de juguetes y los esparció por la cama ante la alegre mirada de su sobrino y la asombrada de Baekhyun.
-Young, pequeño, los tíos van a ducharse, ¿te portarás bien mientras? Si lo haces iremos después a la playa y comeremos helado, ¿vale? -Chanyeol se agachó y tomó las manitas de su sobrino entre las suyas con cariño.
-¡Vale! -exclamó emocionado el crío, asintiendo rápidamente con su cabecita.
-Muy bien, campeón -felicitó su tío revolviéndole el pelo, haciendo que se riera alegre.
-Pe-pero Chanyeol… -susurró Baekhyun mirándole aún sorprendido.
Chanyeol no le prestó atención y le cogió del brazo para meterse después en el gran baño, cerrando la puerta tras ellos. Inmediatamente después estampó sus labios contra los de Baekhyun, dejando la mente en blanco completamente sin resistirse. De repente su semierección volvió a sentirse viva de nuevo.
-Yoora puede meterse sus palabras por donde le quepan -gruñó Chanyeol mientras los desvestía a los dos rápidamente. La risa nerviosa de Baekhyun se hizo presente-. No puedo dejarte a medias, Baekhyunnie -dijo con una media sonrisa justo cuando ya estaban los dos desnudos, y volvió a besar la traviesa sonrisa de su novio.
Y entre risas, besos y gemidos, Baekhyun enrolló sus piernas por la cintura de Chanyeol y éste se encargó de llevarlos hasta la ducha, abriendo la llave del agua y haciendo que soltaran un gemido a la vez ante la impresión que causó el agua sobre sus sensibles pieles.
-Chan-Chanyeol, hazlo rápido, por favor… -suplicó Baekhyun entre beso y beso-. Me preocupa que Young esté demasiado tiempo solo, ¡ah! -exclamó cuando sintió la mano de Chanyeol agarrando fuertemente su hombría.
-Eso es justo lo que iba a hacer -contestó travieso mientras apoyaba su frente contra la de Baekhyun y comenzando a masturbarlo.
Los gemidos del bajo pronto se hicieron de escuchar y Chanyeol pensó que volvería a excitarse en exceso si seguía así, y no podía permitirse una ronda de sexo ahora que tenía a un crío en la habitación de al lado. Así que se concentró todo lo que pudo en darle placer a Baekhyun y no en su propia entrepierna. Y eso hizo. Tenía a Baekhyun entre su cuerpo y la pared, creando una deliciosa fricción entre ellos; el bajo se abrazaba a Chanyeol como si no hubiera un mañana, sus dedos buscaban agarrarse a la espalda de su pareja con desesperación. Chanyeol seguía masturbándolo, besándole y haciendo de barrera entre Baekhyun y la ducha, para que no le diera directamente. Y en unos cinco minutos el bajo ya estaba en las últimas.
Tres.
-Sigue, Chanyeol, ¡sigue! -pedía con voz ahogada contra el hombro de Chanyeol.
Dos.
-Oh, mierda, sí… Me voy a correr -Chanyeol sonreía mientras besaba su mandíbula, instigándole con una mirada que lo hiciera.
Uno.
-¡Joder! -y Baekhyun se corrió con un espasmo, mordiendo el hombro de Chanyeol y arañando su espalda.
Ambos se quedaron como estaban, intentando recuperar la respiración y cuando Baekhyun pudo ponerse de pie, Chanyeol le dejó en el suelo pero sin despegarse de él.
-Con la interrupción ha sido todo más intenso, ¿eh? -dijo Chanyeol con media sonrisa dejando un pequeño beso en el cuello del bajo mientras cogía las esponjas y el gel de baño.
-Aunque hubiera preferido que nos hubieran dejado en paz y haber terminado de hacerlo en condiciones -rechistó inflando las mejillas Baekhyun mientras se ponía debajo de la ducha.
Y con una risotada divertida, Chanyeol les enjabonó y les limpió aquellos restos de semen y sudor que habían acumulado, intentando dejar atrás aquel momento de pasión y poder por fin despejarse y concentrarse en la ardua tarea de cuidar a su pequeño sobrino.
Tal y como Chanyeol prometió, cuando salieron del hotel le compró un helado a Youngsoo pero no fueron a la playa seguidamente, sino que al pequeño se le antojó ir primero a unas atracciones que estaban en la cuidad limitando con los muelles.
-¡Sonreíd! -exclamó Baekhyun haciendo una selfie de los tres montados en un cochecito, esperando a que la atracción se accionara-. Pero mira qué fotogénico es Youngie… La sacaré en papel y la pondré en casa, que la última que tenemos con él es de cuando nació -dijo admirando con cariño la foto.
-La verdad es que desde ese momento no hemos pasado un día completo con él -dijo Chanyeol jugando con las manitas del bebé, moviendo las piernas para que pegara pequeños saltitos sobre sus rodillas.
-Pues aprovechemos, ¿verdad que sí? -preguntó Baekhyun tocándole la nariz a Youngsoo, quién rió en respuesta.
Así que pasaron el día de atracción en atracción, divirtiéndose y haciendo más fotos a petición de Baekhyun que ahora se había propuesto hacer un álbum con todas las fotos que hubiera hecho durante aquellas vacaciones. Hasta que la barriguita de Youngsoo no pudo aguantar más:
-Tito Baek, Youngie tiene “jambure” -dijo adorablemente el pequeño, quien era llevado por Chanyeol sobre los hombros. Siempre le había encantado la altura de su tío Chan para explorar el mundo desde arriba.
-¿Hambre? Es cierto; se nos ha hecho un poco tarde y no nos hemos dado cuenta -advirtió Baekhyun mirando la hora en el móvil.
-Podríamos ir al restaurante familiar al que hemos ido varias veces, creo que no está muy lejos de aquí -propuso Chanyeol bajando a Youngsoo de sus hombros y situándolo entre sus brazos. El pequeño puso mala cara ante el cambio e hinchó las mejillas mostrando su frustración, pareciéndose increíblemente a su tío Baek.
Y así lo hicieron. Llegaron en poco tiempo al restaurante y pidieron que les calentaran la papilla del niño antes de pedir ellos. Por supuesto, tenían que manejarse en inglés y era muy gracioso ver cómo Young se quedaba embobado mirando y escuchando a sus tíos hablándolo y él intentando repetirlo con su lengua de trapo. Las demás veces que fueron a aquel mismo local todo el mundo se le quedaba viendo con ternura y esa vez tampoco fue la excepción. Mientras ellos comían el pequeño se dejó dormir una pequeña siesta en el regazo de su tío Baek, ya con la tripita llena y satisfecho.
-Es demasiado bueno y tranquilo; mi hermano y yo éramos unos diablillos a su edad, según mis padres -dijo Baekhyun mientras se llevaba una cucharada del postre a la boca y con otra acariciaba el pelo de su sobrino dormido.
-Tú siempre has sido un diablillo hiperactivo, Hyunnie, no hace falta que lo digan tus padres -se rió Chanyeol recibiendo un pellizco de un molesto Baekhyun-. Pero sí, es cierto; obedece a lo que se le dice, no es muy caprichoso y no arma jaleo… Supongo que habrá salido en eso a su madre, siempre ha sido más centrada que tu hermano -ambos rieron asintiendo a aquello- Aunque tiene muchas cosas y gestos en los que se parece a ti y a tu familia -argumentó Chanyeol batallando con su cuchara para quitarle un trozo de fruta que tenía Baekhyun.
-¿Por ejemplo? -preguntó con el ceño fruncido el bajo viendo como su novio se metía en la boca la fruta que había perdido en el enfrentamiento.
-Sois adorables, tenéis casi las mismas expresiones, hacéis reír a la gente y, sobretodo, la misma preciosa sonrisa -en este punto Baekhyun ya estaba muy sonrojado y emocionado- ¿He dicho ya que sois adorables? Sois muy, muy, muy adorables -terminó de decir con una sonrisa, cogiendo con su cuchara el último trozo de postre y lo acercó a la boca de Baekhyun, quien se lo comió con mucho gusto, sonriendo y cerrando los ojos, agradecido por lo que había escuchado.
-¿Y guapos? -preguntó Baekhyun con una sonrisa coqueta, acercándose a la cara de Chanyeol. Pestañeó exageradamente y a propósito, haciendo que Chanyeol riera; justo lo que quería hacer.
-Guapos no, hermosos -respondió con tono grandioso, remarcando aquella palabra que tan bien definía a su pareja y regalándole un pequeño pero significativo beso.
Poco después se levantaron y con un dormido Youngsoo en brazos se encaminaron al hotel para descansar un rato hasta que se despertara el pequeño. No pasó tanto tiempo como el esperado a que el crío se levantara, pidiendo además bajar a la playa. Así que se pusieron los bañadores, cogieron las toallas y prepararon las bolsas del bebé con los juguetes y la crema protectora. Y en un instante ya estaban sentados en la arena con un Youngsoo rebozándose como una croqueta y riéndose felizmente. Baekhyun seguía haciendo fotos, algunas para enviárselas a su hermano y otras para el disfrute propio; que Chanyeol estuviera jugando a hacer castillos de arena con el bebé como si fuera un niño pequeño también, con su bien trabajado torso desnudo también influía. Llegó el momento de darse un baño, le pusieron un flotador a Youngsoo y en brazos de Baekhyun estuvo echándole agua a Chanyeol, quien estaba intentando perseguirlos actuando como un monstruo marino dispuesto a comérselo. Los tres reían y se lo pasaban bien, enseñaban a nadar al pequeño y le cuidaban con atención.
Cuando ya estaba atardeciendo empezó a refrescar y se dieron prisa en secarse y en vestirse, pero decidieron aprovechar que no hacía tanto calor y dar un paseo por la orilla. Recogieron todo y dándole una mano a cada uno de sus tíos, Youngsoo caminaba contento entre los dos hablando y cantando canciones infantiles, pidiéndole a los mayores que lo elevaran y lo balancearan como hacía de vez en cuando con sus padres. La escena era tan familiar y Youngsoo tan adorable que una pareja de turistas se les acercó y les preguntó si era su hijo. Ellos con sonrisas sinceras y un tanto sonrojados les explicaron que eran sus tíos, que estaban cuidando ese día de él. La mujer se disculpó y con amabilidad les dijo que era una pena que no lo fueran, con lo felices que parecían juntos. Se despidieron y Youngsoo se animó a hacerlo en un tierno inglés, diciendo “bye bye!” moviendo la manita de un lado a otro.
-¿Tendremos hijos, Baek? -preguntó Chanyeol después, volviéndole a dar la mano a su sobrino.
-Primero pídeme matrimonio y después hablamos, grandullón -respondió divertido Baek, intentando que no se le notara el impacto que había causado en él aquella pregunta.
-No te creía tan tradicional, amor -dijo Chanyeol riéndose.
-Cállate -murmuró sonrojado, evitando la mirada del alto.
Luego decidieron regresar al hotel y dar de cenar al pequeño, ya que habían recibido un mensaje de Baekbeom diciendo que llegarían en una hora. Bajaron al restaurante después de haberse duchado y preparado, y se pidieron unas bebidas mientras daban de comer a Youngsoo. Y justo cuando estaban ya terminando recibieron una llamada del padre del niño, diciendo que estaban en los muelles y que fueran para allá, que iban a cenar todos juntos. Con un suspiro de cansancio, se levantaron y esta vez cogieron el cochecito de bebé para llevarlo, ya que Youngsoo estaba demasiado cansado ya para andar o estar en brazos de alguien.
Una vez que llegaron vieron a todo el grupo que eran sus familias en uno de los embarcaderos y se acercaron. Les saludaron con abrazos efusivos y exclamaciones estridentes como siempre y les contaron un pequeño resumen de su excursión.
-¿Y? ¿Dónde vamos a cenar? -preguntó Chanyeol pasándole las cosas del bebé a sus cuñados.
-Vosotros allí -anunció su madre con una sonrisa mientras señalaba algo en el agua.
Cuál fue la sorpresa de Baekhyun y Chanyeol al encontrarse con una plataforma sobre el agua a varios metros de la orilla, iluminada por lindos farolillos en medio de la suave oscuridad del mar.
-Pero, ¿qué…? -comenzó a preguntar Baekhyun, sin poder continuar por lo asombrado que estaba.
-Pensamos regalaros una noche especial para los dos antes de que nos fuéramos, ya que también nos habéis aguantado sin rechistar estos días aun teniendo motivos -explicó la madre de Chanyeol enternecida.
-Y también agradeceros por haber pasado un día entero con Youngsoo, como él quería -terminó por decir Baekbeom, acariciando el pelo de su hijo.
-¿Ya os vais? -preguntó Chanyeol otra vez sorprendido por lo rápido que sucedían las cosas en esta alocada familia. Después de todo le apenaba que se fueran tan rápido, habiéndoselo pasado tan bien al fin y al cabo.
-Mañana por la mañana, sí -contestó Yoora-. Ahora es cuando realmente empezaréis vuestras vacaciones, enanos -dijo con una sonrisa, llamándolos como lo hacía cuando eran pequeños.
-Gracias a todos -agradeció emocionado Baekhyun-. Aunque no os esperábamos aquí, es cierto que ya se necesitaban unas vacaciones en familia después de tanto tiempo. Estamos muy felices de que hayáis venido y nos lo hemos pasado muy bien -dijo mirando a Chanyeol, quien asentía con una sonrisa a sus palabras.
-Oh, vamos, ¡dejad de aparentar y decid que ha sido un peñazo! ¡Que se os notaba! -exclamó socarrón y divertido el padre de Baekhyun.
Todos comenzaron a reír con todas sus fuerzas y comenzaron a despedirse; Chanyeol y Baekhyun asegurando que los acompañarían al día siguiente al aeropuerto.
-Venga, vamos, que os están esperando -apresuró la madre de Baekhyun señalando a un bote desde el cual un hombre les hacía señas para que le vieran.
-Pasadlo bien, chicos; y si no llegáis a despedirnos mañana, tampoco os lo tendremos en cuenta -puntualizó el padre de Chanyeol guiñando un ojo, divertido.
Chanyeol bufó ante el comentario y les hizo un gesto para que se fueran, Baekhyun carcajeándose por lo bajo.
-¡Adiós, titos! ¡Os “quero"! -se despidió adorablemente y con entusiasmo el pequeño venciendo momentáneamente al sueño, dándose la vuelta en su carrito.
-¡Nosotros también, bebé! -respondieron a la vez moviendo sus manos, enternecidos.
Y esperaron a verlos desaparecer por unas de las calles antes de darse la vuelta y montarse en el bote, ayudados por el amable propietario quien les felicitó por tener una familia tan considerada y buena. Les explicó que hablaron con él unos días antes, por un anuncio que vieron y lo acordaron todo a sus espaldas. También les informó que la cena ya estaba preparada en unos calentadores que mantenía calientes los platos y que permitirían servirse ellos mismos sin tener a nadie por allí y así estar solos y en privacidad; poco después de la media noche vendrían a por ellos y remolcarían la plataforma hacia los muelles. Ellos asentían sonrientes a todo, sentados el uno al lado del otro tomados de la mano.
Cuando llegaron, les ayudaron a bajar y con un alegre saludo y deseándoles una gran noche se quedaron por fin a solas. Baekhyun pegó un pequeño chillido de emoción abrazándose al costado de Chanyeol, ambos admirando la hermosa decoración hawaiana de la plataforma, con hibiscos y farolillos de diversos colores por todos lados, la mesa con velas y un pequeño apartado con cojines para que después de cenar pudieran observar la luna sobre el mar.
Chanyeol los llevó hasta la mesa y besó a Baekhyun antes de separarse y apartar la silla más cercana al bajo para que se sentase; éste sonrió ampliamente y aceptó la invitación con un sonrojo. El alto se acercó al mueble donde supuso que estaba la comida y llevó el primer plato a la mesa.
Y así comenzó su noche.
Cenaron tranquila y relajadamente, mirando cada vez que podían el paisaje nocturno. Se llenaban de mimos y palabras bonitas y melosas, riéndose por lo tontos y enamorados que parecían. Pronto llegaron al postre, el cual consistía en una variada fuente de frutas y un fresco champagne, y se trasladaron a disfrutarlo sobre los cojines. Se recostaron el uno sobre el otro, dándose de comer pequeñas porciones de frutas, entre besos y sorbos de champagne.
-Quiero quedarme así, para siempre -comentó Baekhyun, lleno de añoranza y emoción, mientras acariciaba el pelo de Chanyeol, quien estaba descansando su cabeza sobre el vientre del bajo.
Chanyeol le miró y levantó una mano para acariciarle la mejilla dulcemente-. Siempre estaremos juntos… Para siempre, Baekhyun -dijo mirándole fijamente, rememorando aquella promesa que se hicieron de pequeños y que hasta ahora habían mantenido firmemente.
Baekhyun asintió, dejando escapar un pequeño jadeo por la emoción, viendo cómo Chanyeol se reincorporaba y sin dejar de mirarse a los ojos se fundieron en un apasionado beso, mezclando todos sus sentimientos y deseos sobre aquel fantástico lugar sobre el agua, bajo la luz de la luna.
Vinieron a recogerlos pasada la media noche. Les dijeron que no se movieran, que se podían quedar tumbados como estaban mientras los remolcaban, para aprovechar del paisaje unos minutos más. Luego, cuando llegaron, bajaron y agradecieron al equipo todo lo que habían hecho aquella noche. Se despidieron y decidieron ir al hotel por la playa, caminando de la mano, descalzos, disfrutando de la brisa marina y del frescor que traía el agua de las olas, escuchando su susurro, en silencio.
Cuando llegaron a la habitación no necesitaron palabras para nada más. En un silencio apagado por suaves y delicados besos, fueron deshaciéndose de la ropa hasta quedar desnudos, entrelazando sus cuerpos al caer en la cama, dándose tiempo para entretenerse el uno en el otro. Ya no había rastro de la impaciencia y la súbita fogosidad de aquella mañana; sin embargo, reinaban la pasión y las ganas de amarse. Se movían lentamente, recreándose en cada caricia, gimiendo con gusto y parsimonia, mirándose a los ojos cuando se besaban. Ambos se daban placer el uno al otro, manoseando sin pudor sus miembros erectos, creando una increíble y placentera fricción que los enloquecía. La paciencia fue desapareciendo poco a poco, Chanyeol entre las piernas de Baekhyun, besándolas mientras colocaba su miembro dentro del bajo, encargándose de la erección de éste al mismo tiempo, Baekhyun arqueaba la espalda y daba suspiros de placer. Sus cuerpos estaban cubiertos por una fina capa de sudor, sus mejillas de un leve rojo, sus ojos con brillantes chispas; sin embargo, sus bocas estaban llenas la una de la otra, murmurando, susurrando, suspirando palabras de amor que les ponía los pelos de punta. Las embestidas fuertes y apasionadas de Chanyeol producían la más exquisita sinfonía con los ruegos placenteros de Baekhyun, instándole a que fuera más rápido, que no parara. El alto agarraba las caderas de Baekhyun, acariciando las curvas de sus llenos glúteos, su vientre rozando la erección del bajo, llegando al límite y deshaciéndose en un fuerte orgasmo, liberado por un grito que llevaba el nombre de Chanyeol. La mente del alto se nubló ante aquella sublime escena, debajo de él, llevándole al climax poco después, sintiendo una corriente eléctrica por todo su cuerpo.
Derrumbándose sobre el bajo, éste le acarició sus mejillas antes de darle el último beso de la noche, sus ojos y sonrisas ya adormilados por el cansancio, sus respiraciones volviendo a ser acompasadas. Baekhyun empujó suavemente el cuerpo de Chanyeol hacia un lado y, asegurándose de que estaba en una posición cómoda, se acurrucó contra su pecho. Los brazos de Morfeo acogiéndolos rápida y cálidamente, dejándoles soñar a la luz de la luna…
Cuando los rayos de sol penetraron directamente en la habitación, despertando poco a poco (pero molestamente) a la pareja abrazada en la cama, los dos pensaron que fue muy bonito todo con la luna mirando pero no tanto con el sol dando los buenos días. Baekhyun gruñó y se removió entre los brazos de Chanyeol, molesto por haberse despertado.
-Baek… Me haces cosquillas, para -murmuró medio dormido el alto, moviendo la cabeza de un lado a otro, no pudiendo huir ya que la cabeza de su novio estaba justo debajo.
-Maldita sea, ahora ya no podré volver a dormir -se lamentó el bajo, haciendo pequeños quejidos con su garganta, como si fuera un niño pequeño a punto de llorar, escondiendo su cara en el hueco del cuello de Chanyeol.
El alto dejó escapar una carcajada divertida, aun más grave de lo normal, tomada por el sueño. Decidió consolar a Baekhyun y dejó un pequeño beso en la coronilla de éste, pasando sus largos dedos por el pelo despeinado del bajo. Baekhyun levantó la mirada, su cara reflejando su fastidio con las mejillas hinchadas.
-Dame mimitos, Chan, para que se me quite el enfado -exigió con el ceño fruncido, imitando muy bien a un niño malcriado.
-Vale, vale -aceptó riéndose, besando la pequeña boca fruncida de su novio-. Pero, ¿qué clase de mimos? -preguntó cambiando su actitud a una más atrevida.
-Sorpréndeme -respondió Baekhyun, cambiando su expresión inmediatamente por una sonrisa ladeada llena de sugerencias.
Y justo cuando iban comenzar los “mimitos”, llamaron a la puerta. Como si estuvieran viviendo un deja vu se miraron alarmados, se vistieron con lo que pudieron y abrieron la puerta.
-¡Hola chicos! “Hawaii” you? -saludó divertida YooRa, haciendo reírse a las dos familias por el chiste.
Chanyeol y Baekhyun no daban crédito a lo que estaban viendo. ¿Pero no se habían ido ya?
-Sí, lo sé, no deberíamos estar aquí ya, pero hemos perdido el avión -explicó Baekbeom un poco culpable.
-Le dijimos a vuestros padres que no bebieran demasiado anoche pero no nos hicieron caso -dijo la madre de Baekhyun echando una mala mirada a su marido.
-Lo sentimos, ¡pero teníamos que aprovechar! -se excusó el padre de Chanyeol.
-Sí, sí, lo que sea; el caso es que al final nos vamos mañana y esperábamos despedirnos en condiciones de vosotros -dijo la madre de Chanyeol.
-Sentimos si os hemos despertado, pero era ya bastante tarde y no dabais señales de vida -se disculpó con un poco de timidez la esposa de Baekbeom- Youngsoo también está contento de poder pasar más tiempo con vosotros -intentó suavizar el golpe, con el pequeño en brazos y moviéndose frenético, queriendo estar con sus tíos.
Ambos se miraron, sin poder creerlo todavía, pero poco a poco amplias sonrisas se dibujaron en sus caras y las risas no tardaron en salir.
Desde luego no había nada como la familia… O por lo menos no como las suyas.