—Primero que todo, yo no lo viví, esto me lo contó Ino —el rubio asintió prestándole atención—. Pues, Sasuke, él no es... ciego... de nacimiento... —Naruto se sorprendió pero seguía escuchando—, según tengo entendido él, hasta el año pasado, era “normal”. Ino me dijo que él era alguien muy sociable y popular... pero el año pasado...
—No...
—Sí... Después de las vacaciones de Navidad duró mas de dos meses sin regresar, cuando por fin volvió regresó así... —Naruto se sintió mal por eso—, la gente se preocupó por él pero poco a poco se fueron “aburriendo” de estar cuidándolo acada rato —lo último que ella dijo sólo le hizo pensar en Itachi, él siempre lo está cuidando y no vió que se quejara.
Pero Naruto frunció el ceño.
—¡¿Pero porqué son así con él?! —"que se aburrieron de él" por favor— ¡Nadie merece estar solo, Sakura, y menos cuando mas se necesita de las personas!
—Oye, calmate, Naruto —esta se sorprendio por la actitud que había tomado—. Nadie de nuestro salón lo ha tratado así —Naruto se calmó un poco, quizá sólo no sabía toda la historia, así que sólo escucharía lo dirá la pelirrosa—. Verás, yo también me puse así al saber eso pero luego Ino me contó con más detalles. Sasuke era de otra sección, así que no tenía que ver con los que estamos estudiando actualmente con él, lo pasaron cuando faltaban tres meses para culminar ese año escolar, entonces lo de nuestro salón le ofrecieron ayuda y cosas así pero él sólo se porta muy egoísta y no quiere que nadie se le acerque —Naruto comenzaba a comprender—, yo llegué fue hace unos meses, cuando comenzó este año escolar, entonces lo vi y me acerqué a él... bueno, no me trató muy bien, pero yo seguía insistiendo hasta que Ino se acercó a mí y me contó ésto que te estoy contando a tí, desde ahí nos hicimos amigas. Pero él nunca me dió la oportunidad...
—¿Y nadie sabe porqué se porta así?
—Bueno, ¿recuerdas que te dije que él era alguien muy popular? —el rubio asintió—, todas esa persona no eran mas que gente falsa. Sí, las chicas por lastimada le dijeron que siempre estarían para él y cosas cursis, pero era pura labia. Todos le dieron la espalda cuando mas los necesitaba. De nuestro salón, quién era una de su lame botas era Tayuya, pero ella es una perra y no me sorprende que haya dado la espalda así como así. Por eso no nos juntamos con ella ni su grupo.
Ahora que lo recuerda, es verdad, Hotaru le dijo en varías ocasiones que no le hable a ella ni a los que están con ella. Pero ahora que se lo decía Sakura sí que se mantendrá alejado de ellos.
El rubio después de escuchar lo que le pasó a Sasuke le hizo cambiar de opinión en cuanto a hacerse amigo de él... ahora no lo hará por Itachi sino por Sasuke.
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La pelirroja que se encontraba entre las sábanas comenzaba a despertar, un fuerte dolor y mareo inundó su cabeza. Notable señal de resaca. Se incorporó y al hacerlo sintió que alguien la tenía sujetada de la mano, miró a esa persona con sentimientos melancólicos. Kushina estaba sentada en una silla pero su torso reposaba sobre la cama de Karin, se nota que estaba cansada, obvia señal de que acaban de llegar del trabajo.
La pelirroja mayor al sentir el movimiento de la cama se despertó casi de golpe.
—Karin, ya despertaste... —soltó la mano de su sobrina para buscar una bandeja que estaba en la mesita de noche, tenía el desayuno y unas pastillas, aunque estaba cerca de Karin, Kushina sabe que ella no se siente bien.
La pelirroja menor tomó de la bebida con prisa, estaba sedienta y hambrienta, su cabeza seguía doliendo pero tenía hambre. Kushina se sentó de nuevo en la silla esperando a que Karin terminara de desayunar. Ésta también se tomó las pastillas.
La pelirroja mayor se quedó unos minutos en silencio... necesitaba las palabras adecuadas para comenzar una conversación, y que mejor que el típico:
—¿Cómo te sientes?...
—Como si me hubieran atropellado miles de camiones —contentó tocándose la cabeza.
—Minato ya me contó lo que pasó ayer.
—Pf, era de esperarse —bufó.
—Dime qué es lo que te está pasando... —Karin desvió la mirada sin decir nada—, sé que la muerte de tu madre es muy duro para tí pero solo quiero que.
—Ja, ¿crees que la muerte de esa mujer duele? —interrumpió repentinamente. Kushina abrió los ojos con eso que dijo su sobrina, y más lo haría con lo otro que diría—. Ella solo era un estorbo en mi vida. Lo mejor que hizo en toda su vida fue haberse suicidado.
—No digas eso, ella era tu madre —Kushina frunció el ceño, ¿como se atrevía a faltar el respeto de esa manera?
—Por favor. No sabes por todo lo que me hizo pasar. Yo la odiaba y sé que ustedes también —la pelirroja mayor se sorprendió con lo que estaba diciendo la chica.
—Claro que no... ¿qué te hace pensar eso? —se puso nerviosa.
—Primero, es obvio odiar a alguien así. Papá me contó muchas cosas para que estuviera precavida, yo sé que ustedes nunca la quisieron cerca de Naruto por temor a que le hiciera algo —ahora era Karin la que tenía el ceño fruncido, hablar de su madre es un mal sabor de boca que le da.
—Ya no sabes ni lo que dices... —seguí sorprendida.
—Claro que sé. Naruto estaba pequeño y nos vinieron a visitar, él estaba durmiendo entonces le fueron a echar un vistazo y descubrieron a esa mujer tocandolo, tan solo siendo un niño de 4 años... por eso nunca quisieron volver a venir con él.
Karin no sabe si era por el dolor de cabeza que la había puesto de mal humor o el simple hecho de haber soportado tanto ese sufrimiento y por fin podía liberar esa precisión que ha estado cargando sola.
Claro, Suigetsu, Juugo y Yakumo que son sus mejores amigos lo saben, pero ellos no tienen que ver con eso.
—¿Por qué Nagato te dijo eso? ¿qué mas te dijo? —¿cuanto sabía Karin eso? esto cada vez preocupaba mas a la pelirroja mayor.
—No solo él. Fuuka tenía trastornos y eso ya lo sabías, pues se ponía a hablar sola como si estuviera hablando con alguien por toda la casa. Obviamente escuchaba todo lo que decía. Y contestando a tu respuesta, no sabría decirte qué más sé.
Kushina siente a Karin como una niña, como alguien inocente a la que le puedes contar un cuento y se lo cree llenadose de ilusiones; pero qué errada está, la muchacha es muy inteligente, desde pequeña a demostrar ser muy brillante y ella no diría algo porque sí, ¿o sí?... Fuuka, su madre, de verdad estaba loca de remate, estaba enferma mental y no se sabía de qué era capaz... ¿de qué era capaz? un momento...
—¡Karin, ella qué fue lo que te hizo! —se levantó de la silla muy preocupada. Karin solo la vió y dijo sin rodeos.
—¿Qué no me hizo?...
La pelirroja mayor se sentía culpable, ¿por qué?, pues en varias ocasiones Karin le pidió vivir con ellos en Suna, pero no se podía porque no querían dejar a Fuuka sola por miedo a que hiciera alguna locura pero eso fue su mayor error. Fácil la hubieran metido en un manicomio, pero ellos no querían hacerle tal daño, aunque por su “buen corazón” terminaron arruinando la vida de la chica. Y es verdad lo que dijo, el porqué no se mudaron ahí antes era para proteger a Naruto y por otra cosas... Al morir ésta mujer, Kushina decidió dejar eso atrás y hacer algo menos “egoista”. Claro, desde que Nagato falleció ellos se encargaron de mandarle dinero y hacerse cargo de gastos pero desde Suna.
—El dinero que mandaban... —siguió Karin— no era suficiente para ella, le daba igual si yo comía o no, o siquiera traer del supermercado. Todo el dinero se lo gastaba dándose lujos inecerarios porque decía que se lo merecía todo... E incluso ella misma después de gastarlo me culpaba a mí y ella siempre me... Tks —chasqueó la lengua, no quería llorar y lo estaba soportando muy bien—. Todo lo tuve que hacer yo. Sus pastillas para dormir se las conseguía, la comida la tenía que conseguir, los quehaceres de la casa, lo estudios. Ella, el simple hecho de que ella estuviera ahí era un completo sufrimiento. ¡¡La odié, la odia y siempre la odiaré!! —la mujer escuchaba todo eso con tanto dolor en su corazón... ¿por qué las cosas tuvieron que pasarle así a su sobrina?... Le iba a decir algo para que sepa que no pasará por eso pero lo que murmuró hizo que se desconcertara—, ni siquiera pude conseguir un trabajo desente... —ese susurro llegó a los oídos de su tía.
—¿A qué te refieres?... —por alguna extraña razón una idea se le estana metiendo en la mente. Karin se quedó estática—, Karin —la mencionada desvió la mirada—, no... no me digas qué... —ruega a Dios porque no sea cierto—, ¿te has estado prostituyendo?...
Continuará...
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