Ya habían llegado al otro lado de la puerta el salón. Estaban afuera. Naruto se asomaba por la ventana de la puerta mirando hacia dentro del aula dónde se suponía que debería de estar Sasuke. Lo buscó con la mirada por muy poco tiempo ya que al asomarse lo vió de inmediato; el simple hecho de que el salón estuviera sin nadie dentro le facilitó mucho verlo.
Sakura estaba detrás de él.
—¿Qué pretendes hacer exactamente, Naruto? —suspiró Sakura observándo a Naruto asomándose por la ventanita con los brazos cruzados y apoyando su peso en una de sus piernas.
Al escuchar la pregunta de Sakura se volteó a verla para responderle y fuera más cómoda la conversación para ella.
—Hablar con Sasuke un rato —sonrió.
—Naruto, sé como te sientes, pero no conseguirás nada con él, hasta puedes terminar cayendolo mal; mejor a dejémos las cosas tal y como están, ¿sí? —ella no lo decía con mala intención, pero solo queria evitar incomodidad por parte de ambos.
—Tranquila, Sakura, ya sé cómo es Sasuke —mientras decía eso su mano se estaba enroscando en la perilla de la puerta para girarla y hacerla abrir.
En ese segundo que Sakura estaba procesando lo que acababa de decir el rubio ya estaba entrando al aula sin dejar que la pelirrosa volviera a opinar.
La chica al ver que su amigo estaba entrando le susurró y le hizo señas de que regresara, pero él le devolvía los movimientos invitándola a entrar, Sakura pensó un momento y puso los ojos en blanco. Tampoco iba a dejar mal a su amigo ¿verdad?
Entró tras de él para darle “apoyo”, pero en lo personal, tenía curiosidad, y mucha, de como surgirían las cosas, así que vería que es lo que pasará.
Sasuke se encontraba haciendo lo de siempre, ya que como no tenía con qué mas entretenerse se ponía a leer un libro... sí, así mismo "se pone a leer libros", quizá suene raro pero es más común de lo que creen; la lectura braille es muy útil para las personas que presenta la condición que tiene Sasuke.
El pelinegro sabía que alguien había entrado, el sonido de la puerta al abrirse y luego cerrarse a los poco segundos fue suficiente para llamar su atención y mantenerse alerta de que no es el único que está en el aula. A él le dió igual quien sea, tampoco iba a preguntar quién había entrado porque, en sí, no le importaba quien era; puede que sí tuviera la sensación de querer saber con quién compartía espacio, pero no iba dejarlo saber.
El muchacho que había estado solo en el salón seguía deslizando sus dedo por esa hoja ahuecada, interpretando cada código a su imaginación, sin importar lo que ocurría a su alrededor, el estaba concentrado en su lectura, hasta que...
—¡Hola, Sasuke!
Quizá no lo quiso demostrar, pero esa voz chillona lo asustó, tan derrepente que soltó las palabra lo hizo sobresaltar. Se enojó, pero intentó mantener la calma.
—Pff... —bufó mientras le temblaba una ceja—, eres tú, otra vez...
—Oh... Me recuerdas —dijo Naruto feliz, y con un tono de sentirse alagado.
—Las malas experiencias nunca las olvido —su tono arrogante pinchó la nube en la que Naruto iba levantando vuelo.
—¡Oye! tampoco fue tan mal momento —se intentó defender.
—«¿Qué? ¿Ya se conocían antes? —Sakura estaba sorprendida, no se esperaba que Naruto hablara de un antes. Ella pensó que todo iba a ser desde cero— Ja, Naruto e Ino tienen eso de poder ser sociables con quién sea. Pero Naruto es mas terco... Eso sí» —se rió sin soltar sonido alguno. Ella solo estaba ahí de espectadora a lo que estaba haciendo Naruto.
—Lo dices porque tú no te tuviste que soportar —ya quería que se callara pero, al decir eso, es obvio que no conoce a Naruto.
—¡Qué! —exclamó—. ¡Escúchame! ¡¡Tú tampoco eres alguien fácil de tratar!! —gruñó exasperadamente mientras lo señalaba con el dedo acusador.
—Y tampoco intento serlo. Además, nunca te pedí que te acercaras a mí; y me harías un enorme favor si dejaras de fastidiarme —dijo sin alterarse en lo mas mínimo.
Naruto no supo qué más responder, tenía razón el bastardo. Se cruzó de brazos y se enterró en donde estaba sentado con la boca arqueada hacia abajo, el ceño fruncido y los ojos chinitos con notable inconformidad.
Sakura tenía un gotita en la frente, no sabe porqué por un segundo pensó que el rubio lo conseguiría, pero resultó acabar como se lo temía desde un principio. Ella estaba para al lado de donde Naruto estaba sentado, literalmente él estaba sentado en el puesto de Hinata.
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—¡Ash! ¿Por qué se tardarán tanto? —se quejó un castaño sentado en una mesa junto a sus amigos.
—Quizá se quedaron hablando de otras cosas —bostezó Shikamaru con notable pereza, apoyando su barbilla sobre sus brazos arecostandose en la mesa de la cafetería de la escuela.
—Quizá no, es obvio que fue así —dijo sin mucho entusiasmo Utakata masticando una cucharilla de platico—. No me sorprendería que terminen dándonos una noticia algo “poco inusual” viniendo de Sakura, ¿no lo creen?
—Ok, ok, wow, ¿a qué te refieres con eso? —dijo Sora intentando entender a qué se refería.
Los demás también se habían puesto pensativos con lo que acababa de decir, pero de inmediato descartaron esa idea.
—Jajaja... —Ino soltó un risilla con mucha gracia— ¿Sakura? Jaja, claro que no. Ella sería la última persona que se me viene a la mente en cuanto a la palabra “romance”, no creo que pase nada entre ella y Naruto, es imposible.
—Jaja, cierto, a ella no la veo en esa situación tampoco —Hotaru apoyó el argumento de Ino.
—Yo creo que hasta asexual es, jaja —siguió con la la burla Suigetsu.
—Jajajaja —se rieron todos al pensar así de la pelirrosa.
Utakata se sentía como un payaso, como si lo que acababa de decir era lo mas tonto del mundo. Veía como todos se “burlaban de él” así que, sin rodeos soltó con un tono de desacuerdo con lo que ellos pensaban:
—¿De verdad creen que es imposible?
—Eh... bueno, tampoco es que haya mucha posibilidad de que eso pase...
—Por favor, Haku. Creo que el mejor ejemplo de que sí pudiera pasar es Hinata. Nunca nos imaginamos a Hinata así.
Todos se quedaron sin palabras y pensativos nuevamente, mirando a la muchacha... Hinata estaba como tomate maduro, no, ni eso se compara con lo roja que se había puesto; sentía tanta vergüenza en ese momento, y a pesar de eso, ella sabía que él tenía razón.
—Hey —Kiba intentó buscar algo para defender a su novia ya que notó que estaba que estallaba de nerviosismo—, esto es muy diferen.
Fue interrumpido derrepente.
—Oh, Dios, ¡A Sakura le gusta Naruto! —se expresó con mucho entusiasmo la rubia después de haber analizado todo, y quizá haber visto a su amiga con un vestido de novia y una vida ya hecha con hijos y estando muy feliz con aquél chico rubio que apenas un semana acababan de conocer; para ella es una emorme felicidad.
Sí, Ino es muy imaginativa.
—Allá va otra vez —le dijo el muchacho perezoso con un tono de voz algo baja para que solo escuchara su amigo Chouji, tantos años conociendola, pareciera como si le hubiera leido la mente y todo.
—Típico de Ino —dijo sin parar de comer su papás fritas—. Veamos como planea la boda.
Continuará...
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