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Eres la luz que ilumina mi oscuridad. por Estrella-chan
Notas del capitulo:Nota: Chic@s, perdonenme, pero de verdad me estoy desanimando demasiado a continuar el fic... Me había prometido no hacerlo, no importa las dificultades o cualquier cosas, pero no me siento capacitada para seguirlo. Se me está dificultando desde hace ya bastante tiempo, y creo que lo han notado, o no sé... Tampoco sé si lo vaya a cancelar, pero si dejo de subir capítulos ya saben que es por mi renuncia a "Eres la luz que ilumina mi oscuridad" que ya casi nadie lo lee.
Lo hago porque me gusta mucho escribir, eso es verdad, pero ya no tengo inspiración y no quiero que se decepcionen de mí... ???? Espero puedan comprenderme y no me odien; las cosas se me están descolocando al punto de no saber ni qué estoy haciendo, se me olvidan las cosas. Intenté hacer algo un poco original pensando que lo podía manejar, pero es mas costoso de lo que llegué a imaginar. Quizá esté en esta situación al ser nueva en esto y espero que solo sea una etapa. No digo que lo vaya a cancelar pero no aseguro tampoco seguirlo. No me siento tan capacitada de continuarlo... Muchas gracias a l@s poquitos que lo leen, y siento mucho esto... Gracias por todo :'3 ??’?
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Su mirada perdida en un punto fijo de la habitación intentando a toda costa no mirar a la mujer parada a su lado que intentando sacarle información de su repentina y decepcionante afirmación, pero sus palabras parecían una voz perdida, como si no aceptara dejarla entrar y se quedaban vagando a su alrededor produciendo un eco casi inaudible para esa mente que no se encontraba en tierra. Ella estaba tan perdida que no le hacía total caso a su tía pensando que así se pudiera refugiar de el dolor que estaba sintiendo. Pero sí o sí se tenía que enfrentar a esa situación a la que ella misma se había metido y sabía que esta era una de las consecuencias a enfrentar.
Hace mas de un año que hacía esta práctica y ella se mantenía consciente de que no se escaparía de las malas miradas y los problemas que le causarían un trabajo tan mal visto, y, con total razón, es de esperarse ¿no? El pensar que un desconocido toque su cuerpo y haga “eso” a una muchacha que ni siquiera es mayor de edad está completamente errado ante cualquiera. Ante todos...
Nadie sabía que ella hacía ésto, nadie cercano para aclarar; sólo sus mejores amigos, a los único que le han demostrado serle fiel: Juugo, Suigetsu y Yakumo; ellos son inseparables, y ella los quiere demasiado, hasta a Suigetsu que le hace la vida imposible lo quiere también. De resto para las demás personas pasa desapercibida, ni siquiera trabajaba en esta ciudad sino la de al lado, que no dura mas de una hora en llegar en bus, a veces hasta concigue quien la traiga, como paso la ayer en la noche; prefería trabajar en aquella ciudad ya que la gente es de mejores recursos, hasta se podría decir que están la gente de mejor clase; además de que allá, las posibilidades de que se conciguiera con alguien que la pudiera reconocer reducían, no significa que se escabullía de todos los que conocían su rostro, pero se salvaba mas estando allá que aquí. Pero ahora que su tía le estaba exigiendo hablar, ya era hora de revelar su secreto y quizá afecte demasiado a su “trabajo”.
—¿Por qué?
Finalmente oyó, o mejor dicho, finalmente permitió captar esas palabras y comenzar a hablar de una vez. No podía escapar, iba a seguir como hasta ahora su palabras fluyeron contándole sobre su madre, pero sabía que no sería igual; la situación la avergonzaba tanto que no creyó no ser un poco cortante y tímida al reponder.
—No tenía opción... —sabía que esa repuesta a su pregunta traería mas de ellas, pero no sabía cómo continuar, así que esperó que Kushina lanzara otra de ese custionamiento, quizá tenga que ver que todavía le dolía la cabeza, obviamente las pastillas habían comenzado con su ciclo de reducción del dolor, pero apenas y estaban haciendo efecto.
—Claro que sí tenías opciones, Karin... —Kushina pensaba que ella sólo quería tomar el camino fácil sin medir las consecuencias.
La pelirroja mayo es doctora, ella sabe a lo que su sobrina se había sometido. Los riesgos que estaban caminando junto a ella en esta decisión: Alguna enfermedad transmitida sexualmente, como otras virales a las que se exponía; también estaba el daño físico y psicológico, si ella no hacía algo a lo que se oponía pero era la petición del cliente, peligraba al punto de terminar siendo golpeada e insultaba; también estaba la posibilidad de ser forzada a entrar al mundo de las drogas, terminando trabajado mas para poder comprar sus “dulces” que lo prioritario del hogar, o para la vida; y no descartemo el embarazo no deseado donde se obligaba a tomar decisiones muchos mas difíciles... Hay que admitir que en éste trabajo sólo importa el dinero porque no obtenía, en lo mas mínimo, beneficio de él, hasta se podría decir que perdía mas de lo que ganaba.
—¿Ah, sí? ¿Como cuales? —se dispuso a mirar a su tía con el ceño fruncido—. Encontrar un trabajo apenas teniendo dieciséis años no es fácil —desvió otra vez la mirada, pero esta vez el ceño estaba mas fruncido que el de hace un momento—. Cuando cumplí los diecisiete, quise salirme de eso. Obviamente lo odio, pero los trabajos disponibles no sustentaban los gastos que se hacían diariamente... Además, tenía clases, mas las cosas de la casa, no podía perder el tiempo en un trabajo que no me daría casi nada y por eso es que continúe ahí...
—Pero hubieras hablado con nosotros —Kushina hablaba con un tono de tristeza mientras una mano se plantaba en su pecho en forma de estarse señalando—. Pensamos que lo que les enviábamos era suficiente, pero si nececitaban un poco más-.
Karin cortó.
—La tarjeta en la que nos depositaban el dinero no la tenía yo, y así hubiesen enviado más ella lo hubiera gastado en quién sabe qué... Todo el dinero que he ganado has ahora ha sido en efectivo y con eso, he podido mantenernos, además... no quería que ustedes tuvieran más complicaciones, hacían lo que podían, lo sé. Y ahora que están aquí, no los estorbaré para nada...
Los ojos de Kushina ardían un poco sintiendo como un líquido se asomaba por la parte baja de sus ojos, pero la pelirroja mayor no los iba a dejar salir, y como pudo los retuvo y sin pensarlo ya tenía a la muchacha contra su pecho envolviendo sus brazos alrededor de su cabeza en un cálido abrazo maternal que a Karin no le molestó pero hizo acelerar su corazón. No se movió, no hizo ni dijo nada ante eso, solo esperó a que su tía dijera algo, y estaba segura que lo haría.
—Karin... Nunca has sido ni serás un estorbo para mí... —hizo que su voz sonara lo mas sincera posible y no tuvo que hacer ningún esfuerzo ya que salieron tan normal porque lo que decía era verdad—, Minato, Naruto y yo te amamos muchísimo y prometo que tendrás una vida, ahora sí vivirás como te lo mereces... Me aseguraré de eso...
Tantos pensamientos e ilusiones vinieron de golpe sintiendo tanta felicidad y estar en eso brazos la hacían sentir en paz... Algo que nunca había sentido antes... ¿Ella se lo estaba diciendo de verdad? ¿Por fin podría vivir en un familia unida? ¿Una verdadera familia?...
Ella sabía que Naruto era un muchacho muy afortunado, tenía el amor de sus dos padres; sabía lo unidos que eran y lo mucho que se querían entre ellos y teniendola ahora a ella las cosas no tenían por qué cambiar, ¿verdad?, seguirían siendo un equipo como toda su vida habían sido, pero estaba vez, se integraba un nuevo participante; sí o sí ella iba a estar involucrada en sus vidas, ahora la pelirroja menor era su responsabilidad, Karin estaba al tanto de eso pero... el ser invitada... el que le prometieran quererla más allá que solo por compromiso... no tenía palabras para describir la felicidad que estaba sintiendo. No es que fueran unos desconocidos o algo por el estilo, es su familia después de todo, pero nunca los había sentido como una, siempre los consideró como conocidos y ya. Pero estaba segura que si acepta las cosas cambiarían.
Sí, ella por fin tenía la oportunidad de vivir como siempre había querido y la idea le fascinaba, pero había un detalle muy grande; ya tenía otros planes y, quizá sea por todo el daño psicológico que ha sufrido tanto tiempo que la lleva a elegir el otro camino, no quiere ser un estorbo, por mas que le digan que no lo es, ella sabe que no podrá dejar su trabajo tan de repente, ya estaba acostumbrada...
—No puedo aceptar, tía —soltó cortando todas esas fantasías que habían rozado por su mente.
Kushina se sorprendió soltando a Karin del abrazo para verla directo al rostro con confusión. No entendía.
—¿Qué? —fue lo único que su reacción hizo que formulara.
—Ya tengo otros planes y no pienso descartarlos —tanta seguridad en su mirada.
Terca, esa es lo único que la podía describir en ese momento. ¿De verdad sería capaz de rechazar la estabilidad por otra cosa? ¿Y qué es esa otra cosa?
—¿Como que otros planes? ¿Qué es lo que pensabas hacer? —Kushina frunció el ceño cruzándose de brazos, no estaba feliz por su repuesta, y quería que dijera todo el porqué.
El haberse liberado con su tía había hecho que entrara en confianza y ya lo que iba a decir no le parecía algo mayor a lo que ya había dicho.
—Conocí a alguien —un curva hacia arriba se formó en el extremo de su boca, como si lo que estuviera diciendo la hicera feliz— que me demostró que me quería... —cerró los ojos por un momento buscando entre sus recuerdos—. Él prometió que me sacaría de éste mundo de la prostitución —sus ojos rojos se tornaron con un brillo que era fácilmente notabable porque no tenía los lente puesto. Se puso risueña—, pero solo si me casaba con él.
—... —sus ojos se abrieron sorprendida— ¿Quién?
—Mizuki... Lo conocí en este trabajo, me dijo que le agradé mucho y que cuando regrese al país se casará conmigo y me llevará con él —¿su ingenuidad todavía la conserva o qué?
—¡¿Como es posible que hayas aceptado esa propuesta de alguien que apenas conocías?! —levantó la voz con exasperación sin poderlo creer, ¿tan bajo había caído?
—El me quiero, yo sé y yo también lo quiero. Y me prometió sacarme de esto, así que aceptaré ir con él.
Esto es increíble, prime sale con lo de Fuuka, y resulta que sabe muchas cosas de la cuál no se tuvo que enterar, luego sale con que se prostituye, y ahora recahaza estar con ellos por un hombre que apenas conoció y no sabe casi nada de él... Dios...
—¿Hace cuánto que te lo propuso?
—Hace un mes.
—Es por él que dejaste de ir a la escuela... —estaba enojada, pero no exactamente con ella, sabía que Karin necesitaba ayuda, de eso estaba clarísima, simplemente de todo en general.
—Ya no lo necesito.
La pelirroja mayor se sentó de golpe en la silla frotándose los ojos con el talón de las mano con frustración, respirando para calmarse. Buscando las palabras adecuadas para intentar convencer a su sobrina de que eso no lo permitiría sin que se enojara, pero no sabía qué decirle... Pero eso sí, lo que dijera no la convencería, la seguridad con la que decía todo eso era muy obvia.
—¿Cómo estás tan segura de que él es la mejor opción? —interrogó volviendo a ponerse de pie.
—Es un hombre maduro y sabe lo que hace, es todo un caballero. Me trató muy bien y se ve que es alguien con una vida ya hecha, sé que él es la mejor opción —Kushina rió sin gracias.
Es tan inocente que piensan que de verdad un hombre de veinti algo tiene un vida hecha como ella piensa, de seguro hasta es un niño de mamá y papá.
—Karin, alguien de ¿25? —dijo intentando calcular a ver si le atinaba. Pero la pelirroja menor se echó a reír.
—¿Veinticinco? Jajaja, ni cerquita estás —Kushina alzó una ceja esperando la respuesta de su sobrina—, Mizuki tiene cuarenta y dos.
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—¿Otra vez ese muchacho? —la rubia estaba buscando entre los estante llenos de papeles importante, pero tenía un documento en específico que buscar, así que su vista no era dirigida hacia la otra persona que se encontraba en la habitación.
—Sí... —respondió con desánimo. Su mejilla estaba estampada contra la madera del escritorio con una cara de no querer hacer nada, y no por flojera.
La pelinegra ese día estuvo muy distraída en el trabajo, como muchos viernes atras.
La directora había entrado a buscar unos papeles y obviamente la mujer que se encontraba suspirando y recostada sobre el escritorio no pasó desapercibida para la rubia.
—Sigo sin entender el dilema tuyo de "me gusta pero no lo aceptaré, pero lo quiero, pero no puedo, pero sí, pero no" —ya había encontrado su objetivo y así sí le prestó atención a la otra persona. Acercándose a ella mientra decía lo que decía con jn tono de exasperación.
—Es que no lo entiendes... —se incorporó levantando el torso del escritorio para mirá a la fémina que estaba parada en frente suyo—, no es tan sencillo... —volvió a soltar uno de sus tantos suspiros.
La directora se cruzó de brazos, cuidando no dañarlas hojas que estaban en su poder, y poniendo su mayor peso en una pierna en particular.
—¡Ash! —rodó los ojos poniéndolos en blanco—. Pareces una adolescente con esa inseguridad, hasta te ves mas niña que él. El chico se ve que hace lo que puede porque le gustas, y veo que mucho; y a tí también, porque ve como te tiene —la señaló con la mano completamente abierta refiriéndose a todos los suspiros que ha expulsado a lo largo del día—, sólo que tú no le das, mejor dicho, no te das una oportunidad a tí misma. “Es que es más joven que yo” —dijo lo último con una voz de niña chiquita en forma de remedo mientras hacía las Comillas con los dedos. Shizune ya la tenía harta con eso. Para ser mas franca, es la única escusa que podía dar y ni sentido tiene—, ¿Cuántos años tiene? ¿12? ¿13?
Shizune frunció levemente el ceño ante la pequeña broma de Tsunade, ella sabe cuánto tiene, pero quizá solo quería obligarla a decir su edad a ver si la hacía recapacitar.
—Veintiuno —soltó como en un bufido.
—Lo vez, no es un recién nacido, ni siquiera un niño; y tú no eres una vieja para decir que eso está mal, aunque si sigues así, llegarás a cuarentona y solterona.
¿Esto era un regaño? Tsunade la estaba regañando, o mejor dicho, la estaba intentando hacerla recapacitar, pero al ser una mujer de carácter es obvio que sonara así... Lo peor es que tenía razón y demasiada a su parecer...
—Deja de verlo como un niño, Shizune —continuó—. Debes de ser la única de los dos que se preocupa por eso —cerró los ojos—, ¿por qué no puedes verlo como un hombre enamorado de una mujer y ya?
La menor quedó en silencio por unos cuantos segundos, recapacitando con las palabras que acababa de oír.
—Aj... —suspiró pesadamente—, tiene razón, tía Tsunade... Quizá acepte al menos hablar otra vez con el de forma un poco mas íntima... —aunque su voz era de resignación, también se podía sentir la emoción y lo nerviosa que estaba ante la idea de, después de tanto tiempo, volver a salir con alguien.
—Si no lo quieres... Pues... —se mordió el labio inferior.
—¡Tía Tsunade!
—Jaja —se burló—. Sólo es una broma, pero ya, en serio —volvió con su mirada firme—, si no funciona, al menos sabes que hiciste el intento y te arriesgaste. Pero si funciona, espero que venga al menos a saludar a mi oficina.
Después de esa pequeña charla, Shizune sentía que estaba entrando en razón. Aunque Tsunade prácticamente le estaba diciendo que tuviera un novio, ella sabía que todo lo que dijo era verdad, y con toda la razón del mundo le haría caso.
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Por otro lado, nuestros protagonistas seguían en una discuta porque el rubio le había quitado el libro a Sasuke para ver como, y lo primero que dijo había sido ofensivo sin querer: "Oh, vaya, aquí no se ve nada", a Sakura le tembló una ceja con mucha pena y un chichón se formó en la cabeza de Naruto después de que la pelirrosa le diera un coscorrón que tenía bien merecido devolviendo el objeto a su dueño y pidiendo disculpas en nombre de su amigo.
Sasuke por otro lado, se sintió frustrado cuando dijo eso, pero a la vez le pareció un poco cómico lo estúpido que podía llegar a ser, y escuchar sus quejas mientras se revolcaba por el dolor, lo hizo sentir un pequeño placer al saber que dieron su merecido.
Pocos minutos después, alivio de Sasuke lo inundó al escuchar el timbre que anunciaba la finalización del receso; es que esos chico le habían hecho el día. Ese Naruto es un completo idiota, no sabe de donde sacan tantas cosas random, y Sakura, bueno, aunque ella no se portaba de la misma forma, él pudo notar que ella no se quedaba tan atrás que diga. Se reía de las cosas que hacía y decía. Pero no fue ella quién sonre sale de ese par y Sasuke esperaba que se librara de ellos.
Sakura y Naruto regresaron a su puesto, el rubio a regañadientes, pensando que el receso fue mas breve de lo normal.
Los muchachos que estaban cruzando la puerta para ingresar al aula no quitaban la vista en la pareja, mirándolos con una pequeña sonrisa de complicidad. Ellos dos se dieron cuenta de ello y de inmediato intercambiaron miradas de confusión.
—Te diste cuanta tú también —le susurró Sakura intentando disimular.
—Sí... —miró de reojo como se estaban sentando—, ¿será que nos perdimos de algo?
—No sé —se encogió de hombros—, le preguntaré a Shino —Sakura se separó de Naruto para hablarle a su compañero que se encontraba a su lado izquierdo y le susurró— hey...
Éste captó y giró su cabeza hacia ella pero sin decir nada esperando a que ella continura.
—¿Por qué nos están mirando así a Naruto y a mí?
—Quién sabe —se encogió de hombros y cambio su dirección al pizarrón.
La pelirrosa regresó con Naruto. Ésta se encontraba con un tic de frustración en el ojo. El rubio entendió y ambos suspiraron.
Después será que le preguntan a alguien más ya que la clase va a comenzar.
Continuará...
Notas finales:Cuando hice este fic, pensé en la generalización de los personajes, teniendo en cuenta que la principal es Yaoi, pero, la página como tal es yaoi y no sé si sea permitido tanta heterosexualidad. Es que, en realidad, intento hacer que sea algo mas realista; nunca pensé en hacer la típica historia donde, casualmente, todos los hombres se enamoran del doncel protagonista, no digo que las personas que les gusta leer eso o escribir sobre eso estén mal, no, claro que no; es solo que quería escribir algo no tan directo pero ya no sé ni qué es lo que estoy haciendo o lo que quiero hacer.
Espero poder traerles el próximo capítulo :'3
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