~~~~~ Las confesiones cada vez eran mas fuertes. Ninguna amortiguaba lo impactante que había sido la previa, no, era como si, en vez de disminuir, subía su intensidad y delicadeza. No solo fueron una o dos, ahora van tres: primero, lo perjudicada que estuvo por culpa de su madre; segunda, por culpa de la anterior sale con que se prostituye; y ahora, la tercer, por cualpa de la anterior se quiere casar con un tipo, no solo eso, ¡El le lleva mas de dos décadas! Todavía sentía la ligera esperanza de haber escuchado mal, y como rogaba de que ese fuese el caso.
—¿Qué? —preguntó quieta por el asombro.
—Vez, Mizuki es todo un hombre. Te acabo de decir que tiene 42 años —repitió.
La chica lo volvió a decir haciendo que Kushina reaccionara. Ella no iba a permitir que eso pasara.
—Karin, ¿te estás dando cuenta de lo que estás diciendo? —su cara de sorpresa había adquirido un semblante serio— ¿Como te pudiste enamorar de alguien que es mas de 20 años mayor que tú?
Sabía que ella no cambiaría de decisión tan fácilmente, saldrá con un argumento defensivo como “para el amor no hay edades”, pero todo tiene un límite, y éste lo estaba pasando. Ella apenas estaba naciendo cuando él ya era un adulto. Quizá existiría la posibilidad que eso no fuera un impedimento, pero ¿se dieron cuenta como lo conoció? "Lo conocí en este trabajo" ¿Y de qué trabaja ella?... Exacto, si lo hizo ahora lo seguirá haciendo; y eso es lo que Kushina no iba a permitir. Karin estaría peor estando con ese tipo que sola.
Esperó la respuesta de su sobrina y ésta frunció el ceño.
—No eres la más indicada para decirme que no me puedo enamorar de alguien mayor...
La pelirroja abrió lo ojos con mas asombro. No... Nagato no pudo haberle contado eso...
Karin continuó:
—¿O debo recordarte lo de Uchiha Madara, tía? —algo en su mirada decía que era levemente desafiante. Ella quería salir ganando sí o sí, utilizando todas sus cartas.
—N-no es posible que Nagato te haya contado eso... —el nudo que se formó en su estómago le estaban dando ganas de vomitar. Estaba sintiendo escalofríos y estaba nerviosa.
—Lo hizo porque le pregunté porqué te habías ido de casa tan joven —bajó la mirada, quizá lo que estaba diciendo era fuerte para su tía, pero si eso hacía que la dejara ir, pues seguiría. Aunque no podía ver bien sus expresiones, su vista estaba borrosa, pero sabía que no estaba feliz.
Dios, hablar con su sobrina la había puesto mal en todos los sentidos. Hace años que no había pensado en su mayor error en la vida y ahora lo estaba recordando, y la vergüenza no duró en llegar. Esto estaba difícil, pero ella había superado cosas peores, así que se mantendría fuerte, y ya basta de sorpresas, se estaba cansando, esta conversación estaba siendo mas larga de lo planeado y se daba cuenta ello. Karin estaba poniendo demasiados peros, claro, sentidos tienen, pero no iba a dejar que ella hiciera más cosas porque sí.
—Sí, Karin —dijo firme—. Y por eso te lo digo yo misma, no hace falta que lo analices y saques tus propias conclusiones: El mayor error de mi vida fue haber creído que estaba enamorada de él y haberme hecho ilusiones que nunca iban a ser realidad; cuando me tocó pisar tierra caí sin precaución. Toda esa fantasía fue eso, una simple fantasía. Estaba tan mal que, en mi inmadurez tomé decisiones equivocadas, terminé perjudicando a quién no se lo merecía. Y no fue gracias a Madara que me di cuenta de que mi felicidad estaba a mi lado, no, fue por Madara que no me daba cuenta. Yo, que tuve la experiencia te digo que no trates de ser algo que no eres. Todavía estás a tiempo de reacciona
Karin estaba al limite, toda su opresión y amargura estaba saliendo de sus ojos. Estaba apretando los dientes.
—Es que no lo entiendes —su mano estaba presionando su rostro cubriéndose la cara—, no hay marcha atrás —sus lágrimas no paraban, por mas que las intentara contener.
Kushina esta vez utilizó la forma estricta para hablar con ella y verla inundarse en sus propias lágrimas le rompía el corazón, pero no hizo nada, ella es fuerte, y podía resistir la tentación de consolarla. Pero esta vez iba dejar que llorara. Ya era hora de liberar su peso, y esta era la mejor forma.
—¿Entender qué? ¿Qué no entiendo? —seguía presionándola.
—No quiero molestar a nadie —se secaba las lágrimas pero seguían saliendo, sus palabras eran ahogadas—. Ya no puedo más con esto, tía. Tú, Naruto y el tío Minato nunca tuvieron que venir —seguía respirando desesperadamente.
—No nos iremos de aquí, y tú tampoco. Vas a dejar de trabajar porque no te corresponde hacer algo así. Tu única preocupación será estudiar. No voy a permitir que pierdas tu adolescencia, ¿me entendiste?
—¡¿Perder mi adolescencia?! ¡MI ADOLESCENCIA YA ESTÁ PERDIDA! —gritó, ya no aguantaba más—. ¡¿Quieres saber lo que me pasa?! —se puso de rodillas en la cama agarrando el borde del sueter que traía puesto. Era de gran tamaño y espeso, pero no tanto como para ser un abrigo— ¡¡ESTO ES LO QUE ME PASA!! —se quitó el suéter rápidamente quedando en sostén. Y ese acto hizo que mas llanto saliera.
Kushina estaba temblando temblando. Literalmente esto era lo peor de todo.
—Es-estás embarazada, Karin... —su cara horrorizada era mucho peor que las anteriores, esto definitivamente iba de mal en peor.
~~~~~
Las clases habían transcurrido de forma normal, sin ningún inconveniente o algo que pudiese sobre salir de forma interesante. Todo igual que siempre. Cada materia igual de aburrida, una que otra evaluación, etc.
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La finalización del día escolar llegó. Cuando sonó el timbre anunciando que ya se podrían regresar a casa, todos los sonidos de las personas deseperadas por salir, y el chillar de los pupitres que se producía por el brusco movimiento de rozar contra el piso inundando sus oídos. Ese tipo de sonidos es tan molesto.
Él, por su parte, tomaba su tiempo sin apuros y todo con calma. Guardó el libro correspondiente a la clase en la que estaba, ya que como no podía escribir, con eso mantenía contento al los profesores de ver que al menos él presta atención y se “preocupa” por la clase. Luego de guardarlo, buscó en su bolso un palo metálico que estaba doblado para que pudiese ser guardado sin dificultad. Lo desdobló dejandolo reposar contra la pared para que no se callera al suelo y así se levantó agarrado su bolso de lado para luego agarrar lo que ahora era un bastón.
Salió del aula sin ninguna dificultad mientra mantenía su cabeza firme y recta hacia el camino que iba a tomar. Ya se lo sabía de memoria y el bastón no era muy útil, pero no quería correr el risgo que pisar algo sin quere y termine cayendo.
Su mano izquierda meneando ese objeto y su derecha en la pared a ver si un tacto inusual le avisaba que ya estaba por salir del instituto, y así fue.
Aunque hubieran muchas formas de salir, él siempre se iba por ahí por ser el camino mas cercano al banco en donde se suele sentar. Además, es la entrada principal y es la que mas cerca le queda. Ya sabiendo que estaba en el lugar a donde quería estar, colocó su mano en el espaldar para luego sentarse relajadamente en silencio, en tranquilidad, pero, se sentía algo extraño; no estaba seguro de lo que era hasta que...
—¡Sasuke!
—¡Ah! —fue lo unico que formuló ante su reaccion, pues se asustó dejando caer el bastón al piso por haber quitado las manos tan repentinamente—. ¡Naruto! —gritó con la mandíbula apretada y una expresión de notable irritación.
Él sabía que esa voz de niña gritona era de Naruto. Ya la tenía forzosamente grabada en su memoria, y sacarla, no cree que sea posible.
—Sasuke... Jeje —rió nervioso aunque Sasuke solo podía darse cuenta por el tono de voz y no por los gestos de éste—. Mi intención no era asustarte...
—¡No me asusté! —dijo a la defensiva, como si le diera pena haberlo hecho.
—¡Claro que sí!
—¡QUE NO! —gritó haciendo que Naruto se quedara mejor callado. Cree que esta vez sí se pasó un poco. Sasuke, por su parte, se dió cuenta de la actitud que había tomado. Se estaba rebajando a darle pelea a éste idiota, así que prefirió calmarse, pero igual seguía molesto, esa era obvio—. ¿Qué haces tú otra vez aquí? —preguntó con un tono como si lo estuvieran obligando a que se tranquilizara.
—Te dije que yo siempre me sieto aquí —respondió con su cara de estar recordándolo.
—Hmp, nunca estuviste tan rápido.
—Sí... es que, esta vez no me quedé hablando con los chicos, jeje —dijo tranquilamente, según Sasuke, juraría que estaba sonriendo.
Tenía curiosidad de preguntar el porqué, pero prefirió que estas palabra murieran entre sus labios y quedarse callado sin decir nada; como muchas veces le ha sucedido. Pero... Después de pensarlo un momento...
—Lo que quieres es que mi hermano te vuelva a llevar.
—Ajaja... Admito que fue divertido y él me cayó super genial... —dijo mientras se rascaba la nuca— pero no es por eso...
—Hmp.
Siempre una parte de él quiere seguir las conversaciones que la gente quiere comenzar con él, pero su otra parte mas consciente prefiere no decir nada y dejarla hasta ahí. No dijo nada, de nada, aunque el rubio siempre presiona y hace que le termine respondiendo.
A Naruto le dió un tic en el ojo. Ese monosílabo le parecía tan molesto. ¿Por qué no puede responder como una persona normal e intentar nutrir la charla de una forma más agradable?
El chico hiperactivo iba a hacer unos de sus berrinches y a reclamarle, pero se calmó. ¿Como lo logró? No se sabe, pero se contuvo, quizá porque sabía que eso iba a generar mas frustración para él. Pero solo iba a ser por esta vez.
Sustituyendo la queja...
—Oh —se dió cuenta de algo—, tu bastón sigue en el piso —se inclinó para recogerlo.
—Déjalo —dijo porque lo iba a recoger él, pero Naruto ya le ganó de antemano.
Para el rubio ese objeto le pareció interesante y quedó detallando como era. Acariciandolo y agitandolo.
A Sasuke no le había dado tiempo de guardalo porque se sentó y ese idiota ya se encontraba a su lado y por reacción lo dejó caer en el piso.
El pelinegro estuviera tocando piso buscando su bastón, pero como pudo captar el deslizamiento de éste al ser levantado se quedó en la posición en dónde estaba después de a ver hecho un ademán de moverse.
—¿Tus padres no te han enseñado a no tomar las cosas ajenas? —su mano se había abierto para recibir de regreso su bastón.
—Ah, lo siento —se rió devolviéndoselo—, es que me dió curiosidad. Nunca había visto uno.
—Hmp —formuló luego de agarrar lo que Naruto le estaba devolviendo.
1.
2..
3...
4............
No pudo más.
—¡¿PUEDES DEJAR DE HACER ESE SONIDO?!... ¡Hmp eso! ¡Hmp lo otro! ¡Hmp, hmp! ¿Qué no puedes hablar?
—¡¿Y TÚ NO PUEDES CERRAR LA BOCA POR UN MALDITO MINUTO?! ¡Te quejas de esto! ¡Te quejas de lo otro! ¡¡Me tienes harto!! ¡Si tanto te molesto, deja tu masoquismo y no teme acerques que nadie te está obligando a nada! ¡Dejame en paz QUE NO SOPORTO TUS GRITOS!
—DEJA DE GRITARME TÚ TAMBIÉN.
—¡¡NO ESTOY GRITANDO, ESTÚPIDO!! —SI LO HACES, BASTARDO.
—CÁLLATE.
—CÁLLATE TÚ.
—GRRRR.
—GRRRR.
—Jajaja —ambos detuvieron su pelea al escuchar a una persona reírse—. Veo que que Sasuke te está molestando, Naruto.
—¡Tú también callate, Itachi! —no es que quisiera gritar, pero es que lo viene a molestar cuando está teniendo una discusión de hombre hombre con Naruto.
—Te recuerdo, Sasuke, que soy tu hermano mayor —dijo con una venita en la frente—, y hola, Naruto —saludó a éste muy amable.
—Hola, Itachi —correspondió de la misma forma.
—Ya, vámonos —dijo retomando su compostura y su comportamiento tranquilo.
A
Aunqueunque que no iba a durar mucho. Sabía que su hermano se iba compinchar con Naruto.
Y como era de esperarse, pues, pusieron música y entonces...:
—Ripped jeans, skin was showin' —cantaba Naruto desde el corazón.
—Hot night, wind was blowin' —para mas pena de Sasuke, su hermano le seguía.
—¡Where you think you're goin, baby?! —dijeron al mismo tiempo.
—Hey, I just met you —paró Naruto para que siguiera Itachi.
—And tuis is crazy.
—But herek my number.
—¿Qué hice en mi otra vida para merecer esto? —se quejó Sasuke sintiendo pena ajena.
—So call me, maybe. Vamos, Sasuke es imposible que no te guste la canción —dijo Naruto animándolo.
—Ah, la canción le gusta, lo que no le gusta es nuestra hermosa voz —respondió Itachi.
La canción seguía.
—¿Y lo podrías hacer mejor? ¿Eh? —lo desafío el rubio.
—No lo haré.
—Entonces no critiques, tú lo debes hacer peor.
—No es que lo pueda hacer mejor, pero ustedes están por el sub suelo.
—Grr —gruñó Naruto.
Itachi se rió bajito viendo como Sasuke podía molestar a Naruto a su manera y viceversa, él podía notar la amistad que se estaba formando en ellos dos, y estaba feliz por su hermano.
~~~~~
Lasclase habían terminado y todos salieron como siempre, pero esta vez, Naruto no se quedó hablando con los chicos, solo dijo "muchachos, tengo prisa; nos vemos el lunes" pero no sin antes guiñarle el ojo con una sonrisa a Sakura, y ésta entendió el código y como repuesta hizo lo mismo sonriendo.
Quizá la mayoría no le hayan dado tanta importancia, solo una rubia muy observativa pero prefirió no decir nada... no todavía.
Los amigos, como de costumbre, se quedaban en una de las salidas del instituto a charlar un rato.
—Entonces yo no entendí lo que dijo mi mamá. Les juro que escuché "deja la pasa en la nevera", y yo ¿qué?, si a mi no me gusta la pasa...
—¿Y qué pasó, Kiba?
—Me fui a dormir y cuando llegó del trabajo, me jaló por las ojeras porque ella en realidad me dijo "lleva a pasear a Neva", y como no la saqué, bueno... ya saben... ¡Hizo un desastre en la casa y lo tuve que limpiar yo!
Los presente se echaron a reír ante la desgracia que le pasó al castaño. Lo que les daba mas risa era la cara de desgracia que tenía.
—Eso te pasa por andar de drogadicto —como siempre no puede faltar el comentario de Suigetsu.
—¡Qué!
—Suigetsu lo dice por experiencia —defendió Sora.
La discusión iba a seguir, pero algo los interrumpió.
—Hinata, ya nos tenemos que ir —dijo Neji al ver al carro que los pasa buscando—. Nos vemos —dijo en general, pero le dedicó una sonrisa específicamente a una persona para luego caminar hacia el vehículo.
—Sí, hermano —lo miró asintiendo. Luego dirigió su mirada a su novio y se sonrojo acercándose a él—. Hasta luego, Kiba —lo abrazó, y éste correspondió—. Chao, muchachos —se despidió saludando con la mano mientras comenzaba a caminar al lado de su primo.
—Hasta luego —respondieron los demás.
—Ya se fue Hinata. Kiba ya no tiene quién lo quiera.
Kiba le gruñó a Suigetsu pero un chico de cabello Naranja evitó otra discusión.
—Nosotros también nos vamos —dijo Juugo arrastrandolo por el cuello de la camisa y Kimimaru se fue con ellos también despidiéndose—. Hasta el lunes.
—Hasta el lunes.
Suigetsu sacó el dedo del medio a Kiba con una risita.
—¡Ash! Cómo me desagrada ese tipo —volvió a gruñir—. Yo también me voy. Hasta luego. Vamos, Shino, Isaribi.
—Sí, bye, muchachos —dijo la castaña yéndose con Kiba y Shino detrás que también se despidió pero nadie le hizo caso.
—Ay, yo también me tengo que ir... Adiós, mi flor —le dió un beso en la mejilla a Sakura y esta se lo limpió rápidamente—. Hasta Pronto. Vamos Tenten.
Y así se fueron ambos despidiéndose. Normalmente no se suelen juntar con ellos en cuanto a la cafetería, pero a veces les toca porque tienen que esperar a que a Neji y a Hinata los vengan a buscar. Pero varías veces se van porque ya se despidieron ellos —Neji, Tenten y Lee— en el salón.
—Vamonos, Hotaru, Sora —dijo Utakata pasando su brazo por el cuello de ella—. Adiós.
—Sí, adiós chicos —se despidió ella y Sora.
Así fue como el grupo se redujo quedando Chouji, Shikamaru, Ino, Haku y Sakura.
—Bueno, solo falta Haku —dijo Ino.
—En realidad... —dijo el mucho mención a puntando con el pulgar un carro que se acababa de estacionar—, mi papá ya llegó. Así que se pueden ir a sus casa. Nos vemos, cuídense.
—Nos vemos —respondiron los cuatro últimos.
Haku se subió y el carro arrancó.
—Ahora sí, vámonos —propuso Ino y todos asintieron.
Los pasos eran tranqui y no había apuro, además, al Nara le fastidia caminar rápido.
—Ejem —se aclaró la garganta la rubia mientras le daba un pequeño empujoncito a la otra chica llamando su atención. Los otros dos notaron y cruzaron miradas pero no dijeron nada—. Asi qué... ¿Por qué tú y Naruto no fuero a la cafetería? —la carita de Ino tenía una sonrisa de oreja a oreja.
La pelirrosa no sintió nada extraño, solo es una pregunta de curiosidad, no tiene nada escondio ¿verdad?
—Recuerda que le estaba contando lo de Sasuke.
Esa respuesta no fue suficiente.
—Mmh... ¿Solo eso? Porque no creo que les haya tomado mas de 10 minutos hablar del tema. Shikamaru miró otra vez a su amigo y éste estaba negando con la cabeza.
—Naruto es raro, pero es muy buena persona; él está dispuesto a hacerse amigo de Sasuke —sonrió—. Es admirable, es la primera persona que conozco así.
Haruno Sakura, la chica a la que el romance siempre le ha dado igual, a la que le interesa otras cosas en vez de estar pendiente de eso, a la que le enseñas un chico sin camisa y le avergüenza pero es por respeto. Sí, esa chica en estos momentos su mejor amiga estaba dudando de su forma de pensar, y Sakura toda inocente sin tener esas intenciones, a Naruto ella lo ve como un chico más, no, una persona más, pero para Ino el que haya dicho una de sus virtudes hizo que le brillaran los ojos.
—¡Sakura, te gusta Naruto! ¡Ahhh!
—¿Qué? —preguntó confusa.
—Te gusta Naruto, lo sé. Nunca pensé tí, por fin mi chica se está volviendo mujer —decía muy feliz.
Sakura miró a los muchachos a ver qué opinaban.
—Aj... —suspiró Shikamaru—. Utakata dijo de la posibilidad de que estés con Naruto, pero Ino ya se ilusionó, qué problemático.
—Jaja, Ino, claro que no me gusta Naruto —respondió con tranquilidad—. Además, es imposible que me haya enamorado en una semana.
—Sí cuando es amor de verdad —defendió la rubia.
—Exacto, no siento nada.
—Bien. Pero si cambias de opinión seré la primera en enterarme, ¿sí? —seguía con la esperanza.
—Claro, Jajaja.
~~~~~
Como había pasado el día anterior, Naruto fue llevado a su casa por los hermanos Uchiha, con la excepción de que esta vez habló con Minato.
Cuando entró a su casa todo estaba en orden, pero quería saber el cómo se encontraba su prima. Aunque, prácticamente, esta no es la Karin que él conocía, pero después de todo seguía siendo Karin y él la seguía queriéndo.
Sus fosas nasales fueron inundada por un olor que lo estaba arrastrando hasta la cocina. Es verdad que mamá ya estaba en casa.
—Hola, mamá —se acercó a ella y le dió un beso en la mejilla.
—Ya llegaste, Naruto —dijo contenta viendo a su hijo—. ¿Donde está Minato? —preguntó al ver la ausencia de su esposo.
—Ah, sí. Es que el hermano de un amigo —“amigo” ¿Le podría decir así?— me trajo, ayer también lo hizo.
—Me hace muy feliz que hayas hecho amigos tan rápido, Naruto. Deberías de prensetarnoslo algún día.
—Sí, pero, ¿donde está Karin? ¿está bien? —el chico preguntó.
—Está en su cuarto. Necesita descansar y sí, está bien —Kushina comenzó a servir el almuerzo y Naruto la ayudaba.
—Pero, ¿qué fue lo de ayer? ¿Por qué Karin está tan rara?
—Lo sabrás, pero después, tengo que hablar con Minato primero que debe venir como en una hora para almorzar.
Ya se habían sentado a comer.
—Ay, si lo dices así me dan más ganas de saber —vió que su mamá le frunció el ceño—, bueno, bueno, espero.
—Buen niño —sonrió.
Continuará...