—Sasuke...
Naruto se le puso la piel de gallina pero esta vez no iba a desperdiciar la oportunidad que estaba teniendo. Por fin pasaría.
A paso decidido se acercó a él. El pelinegro estaba solo, se veía aburrido y pensativo, cualquiera que lo viera diria que es una estatua ya que su codo estaba apoyado sobre su pierna y su cabeza reposaba sobre su mano y permanecía inmóvil, lo único que sí era que estaba respirando así que su pecho subía y bajaba sin ningún apuro.
—Ehm... —no sabía con precisión como empezar— hola... —¿qué mas podía decir? era lógico comenzar con un simple "hola", no se podía pedir más.
—Hmp —fue lo único que formuló incorporándose y pegando la espalda del espaldar del banco en el que estaba sentado. No parecira que le haya tomado importancia como tal a la persona que estaba ahí.
—Me preguntaba si me podía sentar contigo... —tenía que mostrar algo de modales, ¿no? Hay veces el las que no se puede ser tan directo.
—Hay tantos lugares en donde puedes sentarte —su voz era sombría y pareciera que estaba de mal humor o algo por el estilo— y vienes a mal gastar aliento aquí —su cabeza no se dirigía a Naruto, ni siquiera sabía a donde apuntaban sus ojos ya que Sasuke tenía puesto unos lentes de sol, además que no era necesario.
—¿Pero qué... —Naruto no podía creer la respuesta que le acaba de dar... ¿qué se crée éste tipo?— Oye, no sé si sabes, pero yo siempre me siento aquí —frunció el ceño.
—Cuatro días ¿verdad? —su voz sarcástica era tan obvia. Su rostro ahora estaba en dirección hacia el rubio—, sé quién eres. Eres el chico nuevo. Obviamente no sabes nada de mí, pero aquí me siento yo mucho antes que tú nacieras —otra vez ese tóno sarcástico.
Naruto estaba cabreado, demasiado a decir verdad. Ya estaba entendiendo porqué nadie se quiere juntar con él. Y eso que no llevan ni dos minutos hablando y ya le caía mal. Pero ajá, ¿él piensa que Naruto se deja así como así?, pues no.
—Bueno, entonces ese lado es tuyo y este otro mío —Naruto se sentó del otro lado del banco que tan solo media menos de un metro y medio, así que no están muy separados del todo.
Sasuke sintió el movimiento del banco cuando Naruto se sentó. No es el primero que intentan llevarle la contraria, pero otras veces se ha puesto muy molesto y se rebaja a reclamarles y termina humillandose a sí mismo, así que esta vez no iba a replicar nada, que hiciera lo que le dé la gana.
—Idiota... —murmuró ante lo que hizo el rubio.
—¡¡Qué!! —el murmullo del Uchiha llegó a sus oídos molestándolo aún más.
—Hmp.
—Grrr... —se cruzó de brazos ignorando al Uchiha.
Los minutos estaban pasando lentamente y mas con ese silencio incómodo que se presentó. Naruto pensaba algo diferente de Sasuke pero ahora ve que estaba errado a su suposición... Y cuánto que lo estaba... Suspiró. Qué decepción...
Él había pensado que Sasuke era una buena persona y se terminarían llevando bien, pero el pelinegro no colabora en lo mas mínimo. Naruto hará otro intento. Tanto esperar y las cosas no pueden quedarse así, ¿no?
—Oye, Sasuke, ¿por qué estas esperando? ¿todavía no te han venido a buscar, verdad?... —aunque haya pasado lo de hace unos momentos él seguía educado como siempre, aunque esta vez era un poco mas forzado.
—Y eso que el ciego soy yo... —¿hasta cuando el sarcasmo? pero esta vez le agregó un tono de fastidio—. Mira, ¿ves que sigo aquí, verdad?, pues es muy claro que no me han venido a buscar.
—Bueno, ¡perdón por intentar ser amable contigo, Teme! —le alzó la voz casi inconsciente, pero ¿como evitarlo? con un tipo como ese no se puede tratar como una persona “normal”.
—¡Pues, no necesito tu amabilidad, Dobe!, ¡Solo déjame en paz! —aunque Sasuke no podía ver, se estaban haciendo cortocircuito con la “mirada” entre los dos.
—Si tanto te molesta te puedes ir —sonrió victorioso con una ceja levantada.
—¡Serás idiota! El que se tiene que ir eres tú —ups, Sasuke ya se estaba “rebajando” a la idiotez de Naruto sin darse cuenta.
—Pero si yo estoy bien agusto aquí, no sé tú. Dime, ¿estas cómodo aquí?
¿Se estaba burlando de él?, pues pareciera que sí, Sasuke se dió cuenta eso demasiado tarde... Estaba atrapado, pero él no se dejaría así de sencillo... Respiró ondo y luego suspiró para intentar calmarse, no se calmó pero pudo fingir.
Cuando iba a responder el sonido de un motor que él conocía muy bien hizo que mejor se callara, ya que su hermano es muy testarudo y terminaría creyendo cosas que no son.
Naruto vio que un carro se había detenido enfrente de ellos. El vehículo ya lo había visto antes... En eso un muchacho, bueno, para ser mas franco, el muchacho que siempre está con Sasuke se bajó y se puso en donde estaban ellos.
—Sasuke, hermano, perdóname por llegar tarde —miró al el rubio que estaba ahí también en el banco—. Pero como que no la pasate nada mal al parecer, ¿quién es tu nuevo amigo? —le sonrió de forma amistosa a Naruto y éste le correspondió con otra igual.
Naruto por su parte solo dijo un "Hola" y siguió sonriendole.
—No es mi amigo —y ahí estaba, lo que el quería evitar, de seguro lo fastidiará con eso. Sasuke se levantó de donde estaba sentado.
—Claro que lo es, vi desde lejos que estaban hablando... —Itachi hizo una pausa— hace tiempo que no veo que hables con alguien, Sasuke...
—Tks, como sea, vámonos ya.
—Está bien —Itachi tomó de la mano a su hermano como de costumbre pero esta vez Sasuke no dejó que se la agarrara y como pudo fue sin ninguna ayuda hacía el carro— ¿Sasuke, pero qué... —miró al rubio y luego sonrió entendiendo— aaahhhh, ya entendí, jeje.
Naruto sí que no estaba entendiendo nada. Itachi se iba a subir al carro pero...
—Eh, muchacho, ¿quieres que te lleve? —le dijo a Naruto de forma muy amable.
—Itachi, ¿qué haces? —preguntó Sasuke entre dientes a su hermano al escuchar lo que dijo.
—Ya, Sasuke —lo reprendió con el ceño fruncido—, deja de ser tan egoísta —Sasuke se cruzó de brazos y frunció el ceño con notable molestia y murmuró "no es mi amigo, maldita sea", pero Itachi solo lo ignoró ya después de todo se ofreció.
Itachi de verdad quiere mucho a su hermano, demasiado, pero no le gusta cuando se comporta de una manera muy odiosa. Sobre todo con gente que se quiere acercar a él. Si supieran lo buen niño que es en la casa.
—Yo... Es que mi papá en cualquier momento sale del trabajo y me viene a buscar... —respondió algo apenado por haberse negado ante el ofrecimiento del mayor.
—Pero si lo llamas, y le dices que ya te llevaron a casa no tendrá que preocuparse en venirte a buscar, le facilitarías mucho, ¿no lo crees? —despues de todo tenía razón, si su papá no lo ha ido a buscar es porque debe de estar ocupado, como las otras veces.
—Está bien —le sonrió con emoción subiéndose y también se terminó por subir Itachi. A Sasuke esto no le agradó mucho, mejor dicho, ni un poco.
El pelinegro mayor le preguntó la dirección a él, rubio le dijo la calle pero no recordaba muy bien el número de la casa.
—Sí conozco la calle. He ido en varias ocasiones por ahí... —el mayor comenzó a arrancar—. Y dime, muchacho, ¿cómo te llamas?
—Ah, sí. Me llamo Naruto, Namikaze Naruto, ¿y usted?
—Ay, dime Itachi, Uchiha Itachi. Y eso de "usted" me hace sentir viejo y eso que solo tengo veintiún años y ni siquiera estoy casado —bromeó.
Duraron el camino entero hablando, hasta Itachi distraido redujo la velocidad —mas de lo normal— sin darse cuenta y se metió por donde no era sin querer, haciendo que el viaje durara como unos quince a dieciocho minutos. A el mayor le agradó mucho Naruto, es un chico muy conversador, agradable, un poco gritón cuando se emociona, y buena persona.
—Oye, Naruto, me alegra que Sasuke si pueda encontrar gente como tú. A los amigos que les conocí siempre eran ¡Ay! —Sasuke le dió un golpe como pudo en la pierna para que se callara, pero Itachi no le hizo caso y terminó de hablar— eran muy interesados, no sé, me caían mal todos lo que llegué a conocer.
—¡Por Dios, Itachi, cállate! —Sasuke se alteró— Naruto no es nada mío para que le estés contando cosas sobre mí, ¡¿por qué mejor no le dices que tu segundo nombre es Esmeralda porque antes de que nacieras creyeron que eras una niña?! —le dijo ya molesto. Itachi se sonrojó por la pena, ese es un secreto que se tiene que llevar a la tumba.
Naruto se tapó la boca para no estallar de risa.
—¡Hermano, tonto, ese es un secreto! —gruñó.
—Tú comenzaste.
El rubio no podía creer lo serio que era el asunto, tanto que le daba mas risa aún. Naruto solo veía a los hermanos que discutían por una estupidez que ni sentido tiene. Pero ya estaban llegando a su casa.
—Itachi —llamó la atención de éste haciendo que la “pelea” se detuviera—, esa es mi casa —señaló con el dedo al lugar mensionado.
—¿De verdad vives ahí? —preguntó ligeramente sorprendido, Naruto solo asintió—, entonces debes de conocer a Karin, ¿verdad?
—¿Qué? —preguntó, al igual que Itachi, ligeramente sorprendido para responderle—: Claro que la conozco, ella es mi prima...
—Aahh, tú eres Namikaze Uzumaki, ¿me equivoco? —Naruto se sorprendió aún más. Itachi estacionó el carro al frente de la casa de el rubio para que se bajara, pero todavía no se iba a bajar ya que todavía seguían conversando. El Uchiha mayor notó la expresión en el rostre del rubio—. Creo que tengo razón.
—¿Pero como sabes eso?
—Veras, Naruto, a Karin la conocí porque es amiga de dos hermano menores de dos amigos mío —puso pensativo— ella decía que habia posibilidades de que su familia se vendría a mudar para su casa, pero no estaba segura de que eso pasara. Pero veo que sí pasó.
—Sí, así es —esto sí que no se lo esperaba.
—Hace mas de un mes que no sé de ella... ¿cómo está?, ¿está bien?
—No sabría decirte con exactitud...
—Bueno, me la saludas de mi parte —dirigió la mirada hacia su hermano y vio la cara que era de "ya cállate que me quiero ir"—, me agradó mucho haberte conocido, Naruto y me gustaría charlar mas tiempo, pero nos tenemos que ir, ya Sasuke tiene hambre —Sasuke gruñó pero fue ignorado.
—Muchas gracias por taerme, Itachi. También me gustó mucho haberte conocido —dijo bajandose del carro con una sonrisa—, nos vemos mañana, Sasuke —se despidió animadamente. Muy típico de él.
—Hmp, tú a mí —dijo con sarcasmo de nuevo, Naruto se dió cuenta de lo que acababa de decir
—Sasuke, yo...
—No le hagas caso a Sasuke. Yo espero que se vuelvan amigos —le guiñó el ojo a Naruto—. Anda a tu casa tranquilo.
Y así terminaron por irse. Y Naruto entró a su casa.
Continuará...
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