Me encontraba en medio de la noche, con la vestimenta mojada; miraba mi sombra parpadear en el suelo por la luz de los rayos de la lluvia, una tormenta. Sentía mi cuerpo temblar al sonido de los truenos.
—Sálvame...— Repetía sin descanso — Sálvame, sálvame... — Mis lágrimas se perdían en mi rostro — Estoy aquí, por favor ven por mí — Decía con susurros.
En momentos mi brazo fue jalado bruscamente, aquella persona me subió a su auto, sin decir palabra me llevo a su hogar. Una vez ahí; me metió a la bañera, sentía el agua tibia regular mi temperatura. Sacó mi ropa sin decir nada, aplicó shampoo y comenzó a masajear mi cabeza, con delicadeza talló mi cuerpo con la barra de jabón y después enjuagó mi cuerpo.
Como si fuera un niño, me acomodaba las prendas secas y con la toalla secaba mi pelo provocando que cerrará los ojos.
Mi estómago crujía.
—Tengo hambre...— Dije casi inaudible, pero él me escuchó. Fue a la cocina y calentó un poco de pollo, me tomó de la mano y me sentó frente a él; colocó el plato en la mesa junto un tenedor y un cuchillo.
—¿No piensas comer? — Dijo mirándome.
Seguía sin moverme, tenía tanto sin escuchar su voz.
—Hakyeon...— Dije su nombre. Bruscamente tomo el tenedor y el cuchillo en sus manos, cortó un pedazo y lo acercó a mi boca.
—Come...— Habló demandante. No me moví, tenía miedo y temblaba por el frío. —¡Que comas! — Gritó azotando el plato en la mesa; di un pequeño salto por el impacto.
—Hakyeon...— Repetí. Caminó hacia mí y tocó mi frente.
—Tienes fiebre ¿Cuánto tiempo estuviste bajo la lluvia? — Su tono de voz sonaba preocupado
No contesté.
Se alejó para ir a su habitación por un suéter, aquel tenía su dulce aroma, sentía como si la tela me abrazara y susurrara a mi oído que me amaba, como antes él lo hacía. Volvió a tomar mi mano y con pasos lentos me llevó a su habitación, me recostó y me cubrió con las sabanas.
—No entiendo que haces aquí — Dijo sentándose a mi lado. ¿Me escuchaste, cierto? Sabias dónde estaba y viniste por mí, como yo te lo pedí. —Llamaré al doctor — Trató de levantarse, pero yo lo impedí.
—No lo necesito — Dije sin soltar su brazo. — Solo quédate aquí, conmigo — Pedí.
—Tus padres pidieron que no me volvieras a buscar, antes de mí, tú tenías una vida perfecta
—Antes de ti, yo tenía una vida asquerosa llena de sonrisas fingidas, no me pidas volver a ella.
—Deberías hacer caso a tus padres, yo soy mayor que tú
—Lo dices como si fueras un viejo, me importa una mierda lo que digan mis padres
—Hongbin es de tu edad — Se alejó.
—Pero no lo amo
—Él es muy guapo
—Pero no él no es tú — Contesté jalando su cuerpo hacia a mí. — ¿Por qué te aferras a alejarme?
—Cuando sea viejo, tú ya no me querrás
—Yo envejeceré a tu lado ¿Acaso me verás como un bebé siempre?
—Para mí siempre serás un bebé — Sonrió abrazándome. — No quiero hacerte la vida difícil
—Tú haces que mi vida deje de ser aburrida, tú le das sentido a todo ¿No te das cuenta de ello? Hakyeon, te amo ¿Tú me amas?
—No seas tonto Hyuk — Dijo levantándose — ¿No notas el sacrificio que hago para tu felicidad? Te estoy dejando a cargo de un niño de cara bonita, tú mi razón de existir.
—Sería más feliz si lucharás por mi
—Solo te causaría más problemas
—Estoy harto de escuchar eso — Dije molesto — ¿Por qué no simplemente me aceptas? — Mi corazón dolía.
—Esto es muy difícil
—¿Es por eso que te irás de la ciudad? ¿No eres lo suficiente valiente para quedarte a luchar conmigo?
—Hyuk, en serio te amo y yo haría todo por ti.
—¡Demuéstralo! ¡Llévame contigo! — Grite con lágrimas cayendo.
—En seis meses...
—¡¿En seis meses?!— Pregunte gritando.
—En seis meses cumplirás la mayoría de edad y en tres meses terminarás la escuela, yo vendré por ti, vivirás conmigo. Comprare un departamento que tenga dos habitaciones y que sea bastante amplio. Ya está todo listo.
—Entonces... ¿Por qué me has dicho que vaya con Hongbin?
—Fue un ataque de celos — Río — Perdón, ¿Me esperarás? — ¿A caso Hakyeon no puede ser más estúpido? Comencé a llorar. — Hyukkie perdóname, solo estaba jugando, te amo, solo será por un tiempo, volveré te lo juro. — Me besó. Sentí mi corazón volver a latir y mi dolor ahora era alegría.
—Sí, te esperare — Conteste entre sollozos.
—Te amo Hyuk, por favor espérame... — Sonrió.
Al día siguiente yo volví con mis padres, a la semana siguiente Hakyeon se mudó. Esperaba ansiosamente por él.
Llegados los seis meses esperaba su llamada, pero esta nunca llegó.
"Tal vez no pudo venir hoy" Me repetía todos los días.
Paso un año y Hakyeon no regreso. Mi vida era peor que antes, me la pasaba llorando y peleando con todo el mundo. Jamás contestó mis mensajes, ni tampoco mis llamadas. Ahora, después de dos años, me encuentro la azotea de mi enorme casa, una casa vacía al igual que yo. Resignado, acepte que jamás volvería, solo había jugado conmigo, para él yo solo era un bebé.
De nuevo en aquel lugar donde hizo su falsa promesa, me encuentro empapado de pies a cabeza, exactamente igual. Con lágrimas cayendo por mi rostro, tan amargas como aquel día, tan dolorosas como las de hace dos años, tan silenciosas como las de ayer y como las de mañana.
Esa noche, sería la última que esperaría por él. Las horas pasaban y la lluvia continuaba, era medianoche y todo seguía igual. El tiempo se acaba y mi corazón se rompía. El tiempo había terminado, la lluvia había parado, el sol había salido y la gente comenzaba a transitar.
—Adiós... — Susurre para mí mismo. Aquel día seria el ultimo que esperaría por él. —Te amo... — Dije en la misma posición.
Bruscamente sentí jalar mi brazo...
—Lamento haber tardado tanto... — Habló a mi oído. — Te amo Hyuk — Dijo Hakyeon abrazándome por la espalda.
Aquel día sería el último que esperaría por él... era la frase más acertada que había dicho en estos dos años.